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SEGUIMIENTO Y CONTROL El seguimiento y control es una fase crucial en la gestión de proyectos que implica monitorear el progreso del proyecto, comparar los resultados reales con el plan establecido y tomar medidas correctivas según sea necesario para mantener el proyecto en el camino correcto hacia el logro de sus objetivos. Aquí hay algunos aspectos importantes del seguimiento y control en la gestión de proyectos: Monitoreo del progreso: Durante esta fase, se lleva a cabo un seguimiento regular del progreso del proyecto para evaluar si se está avanzando según lo planificado. Esto implica comparar el trabajo realizado con el cronograma del proyecto, revisar los costos incurridos en relación con el presupuesto y evaluar la calidad del trabajo realizado. Medición del desempeño: Se utilizan métricas y KPIs (Key Performance Indicators) para medir el desempeño del proyecto en relación con los objetivos establecidos. Estas métricas pueden incluir el avance del trabajo, la utilización de recursos, el cumplimiento de plazos, el control de costos y la satisfacción del cliente, entre otros. Identificación de desviaciones: Durante el seguimiento del proyecto, se identifican cualquier desviación entre los resultados reales y el plan establecido. Esto puede incluir retrasos en las entregas, exceder el presupuesto previsto, problemas de calidad o cualquier otro factor que pueda afectar el éxito del proyecto. Análisis de causas raíz: Una vez identificadas las desviaciones, se lleva a cabo un análisis para determinar las causas subyacentes de los problemas. Esto puede implicar revisar el plan del proyecto, evaluar los riesgos identificados previamente o investigar posibles factores externos que hayan contribuido a las desviaciones. Toma de acciones correctivas: Con base en el análisis de las desviaciones, se toman medidas correctivas para abordar los problemas y mantener el proyecto en el camino correcto. Esto puede implicar ajustar el plan del proyecto, reasignar recursos, negociar cambios con los interesados o tomar cualquier otra acción necesaria para mitigar los riesgos identificados. Comunicación: Durante todo el proceso de seguimiento y control, es crucial mantener una comunicación abierta y transparente con todas las partes interesadas del proyecto. Esto implica informar regularmente sobre el progreso del proyecto, compartir cualquier cambio en el plan o en el presupuesto, y colaborar con los interesados para abordar los problemas identificados. En resumen, el seguimiento y control es una fase esencial en la gestión de proyectos que asegura que el proyecto se mantenga en el camino correcto hacia el logro de sus objetivos. Al monitorear el progreso, identificar desviaciones y tomar acciones correctivas de manera oportuna, los gestores de proyectos pueden mitigar riesgos, minimizar retrasos y asegurar el éxito general del proyecto.
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