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la Contaminación radiactiva

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Tabla de contenido
Contaminación radiactiva	1
Causas de la contaminación radiactiva	1
Consecuencias de la contaminación radiactiva	2
¿Cómo prevenir la contaminación radiactiva?	3
Contaminación radiactiva
Se conoce como contaminación radiactiva o radioactiva a la dispersión en el medio ambiente de materiales químicos inestables, capaces de emitir partículas electromagnéticas dañinas, en un fenómeno físico-químico conocido como radiación ionizante.
Este tipo de materiales radiactivos pueden darse en la naturaleza en condiciones muy específicas y poco frecuentes, pero mayormente son fruto de las reacciones químicas artificiales llevadas a cabo en instalaciones humanas, como plantas nucleares de generación eléctrica o laboratorios de experimentación científica.
La contaminación radiactiva se produce, entonces, cuando estos elementos químicos radiactivos se dispersan en el medio ambiente, tanto en el agua, el suelo o el aire mismo, y posteriormente penetran en los cuerpos de los seres vivientes, transmitiéndose a lo largo de la cadena trófica.
La exposición a la radioactividad puede producir daños profundos y estructurales en el organismo, alterando por ejemplo el ADN y causando mutaciones imprevisibles, transmisibles a la descendencia. Por eso, las zonas contaminadas con material radiactivo son incompatibles con la vida por mucho tiempo, dado que estos de elementos químicos pueden ser peligrosos durante siglos.
Algunos de los radioisótopos (versiones peligrosas) más comunes en los casos de contaminación radiactiva son el uranio-235 (235U), polonio-210 (210Po), el potasio-40 (40K), el plutonio-239 (239Pu), el curio-244 (244Cm), el americio-241 (241Am) o el cobalto-60 (60Co). Dependiendo del elemento en cuestión, los niveles de peligrosidad y de duración de la contaminación pueden ser peores.
Causas de la contaminación radiactiva
La contaminación radiactiva es rara, ya que los niveles naturales de exposición a estos materiales en la atmósfera o el suelo son tan escasos que sus probabilidades de ocasionar daños a gran escala son mínimas. De hecho, rara vez suele hablarse de contaminación en este sentido.
De modo que los eventos de contaminación radiactiva en la historia han sido siempre responsabilidad del ser humano, y se pueden clasificar en cuatro categorías distintas:
· Contaminación por desechos médicos. Los materiales radiactivos tienen usos en la medicina, como parte de tratamientos radicales contra ciertas enfermedades (como la radioterapia) o bien como mecanismos de desinfección radical, dado que al ser irradiados, los materiales se esterilizan: ni las bacterias pueden sobrevivir a ciertas dosis de radioactividad. Si estos elementos peligrosos no tienen la adecuada disposición, pueden ir a dar al medio ambiente y actuar como elementos contaminantes.
· Contaminación por motivos industriales. En este caso nos referimos, principalmente, a la energía nuclear, o sea, a la obtención de electricidad a través de reacciones nucleares exotérmicas controladas. Estas reacciones, en el mejor de los casos, causan un bajo impacto ambiental, pero dejan subproductos radiactivos de larga data, que requieren de un apropiado almacenamiento. La negligencia en el manejo de los mismos, o los accidentes por error humano o por catástrofes naturales, pueden liberar estos elementos al medio ambiente.
· Contaminación por motivos militares. El conocimiento de las reacciones nucleares fue puesto a prueba, como lo cuenta la historia, en función de lograr un armamento militar letal: la bomba atómica. Se trata de una reacción nuclear descontrolada y en cadena, de inmenso poder destructivo y que, posteriormente, libera material radiactivo en el sitio de su detonación.
Consecuencias de la contaminación radiactiva
Las consecuencias de la contaminación radiactiva son extremadamente graves. Las sustancias radiactivas tienen un efecto dañino sobre todas las formas de vida, y además pueden penetrar en sus cuerpos a través de la alimentación o el agua, y continuar emitiendo partículas nocivas desde su interior.
Al servir de alimento a otros seres vivientes, las plantas o animales contaminados perpetúan la contaminación, en una cadena destructiva que puede prolongarse durante los cientos de años que tarde el elemento radiactivo en estabilizarse.
Por eso, en las zonas contaminadas de esta manera todos sus habitantes son evacuados, incluyendo la fauna local, para limitar el contacto con los materiales peligrosos e impedir que los transporten a otros entornos. Contener el agua contaminada o lidiar con el suelo contaminado puede ser más problemático todavía, pero tomar las medidas y procedimientos apropiados puede acotar el daño e incluso descontaminar las regiones menos afectadas.
¿Cómo prevenir la contaminación radiactiva?
La prevención de la contaminación radiactiva es complicada, y tiene que ver principalmente con la adecuada disposición de los desechos peligrosos, sea cual sea su proveniencia.
El único material conocido que puede actuar como aislante de la radiación ionizante es el plomo, de modo que suele utilizarse este metal para elaborar recipientes y revestimientos que contengan la emisión de partículas tóxicas. Por desgracia, dicho material es poco duradero, sobre todo en comparación con los prolongados períodos de actividad de los materiales radiactivos.
Otro elemento a tomar en consideración es la llamada seguridad nuclear, es decir, el conjunto de medidas de control, prevención y monitoreo de las actividades industriales, médicas o del tipo que sean que producen desechos radiactivos. Mientras más estricta sea la seguridad, menores serán los riesgos de contaminar el entorno.

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