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45 A, recuadro). Sus ramas se extienden por la cara interna de la retina (figs. 8-52 y 8-62). Las ramas finales son arterias terminales (arteriolas) y constituyen la única irrigación que recibe la cara interna de la retina. La cara externa de la retina está irrigada también por la lámina coroidocapilar. De las aproximadamente ocho arterias ciliares posteriores (que también son ramas de la arteria oftálmica), seis arterias ciliares posteriores cortas irrigan directamente la coroides, que nutre la capa externa no vascular de la retina. Las arterias ciliares posteriores largas, una a cada lado del bulbo ocular, discurren entre la esclera y la coroides para anastomosarse con las arterias ciliares anteriores (continuaciones de las ramas musculares de la arteria oftálmica a los músculos rectos) e irrigar el plexo ciliar. VENAS DE LA ÓRBITA El drenaje venoso de la órbita se realiza a través de las venas oftálmicas superior e inferior, que atraviesan la fisura orbitaria superior y penetran en el seno cavernoso (fig. 8-63). La vena central de la retina (fig. 8-62) suele penetrar directamente en el seno cavernoso, aunque puede unirse antes a una de las venas oftálmicas. Las venas vorticosas, procedentes de la capa vascular del bulbo ocular, drenan en la vena oftálmica inferior. El seno venoso de la esclera es una estructura vascular que rodea la cámara anterior del bulbo ocular; constituye la vía de retorno del humor acuoso a la circulación sanguínea. FIGURA 8-61. Arterias de la órbita. 1632 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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