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FIGURA 8-64. Anatomía de superficie del ojo (A) y el aparato lagrimal (B). La abertura oscura circular a través de la cual penetra la luz en el bulbo ocular, la pupila, está rodeada por el iris, un diafragma pigmentado circular. El tamaño relativo de la pupila y el iris varía según la intensidad de la luz entrante; sin embargo, el tamaño de la pupila y el iris contralaterales deben guardar uniformidad. Normalmente, con los ojos abiertos y la mirada dirigida hacia delante, la parte superior de la córnea y del iris están cubiertos por el borde del párpado superior, la parte inferior de la córnea y del iris se hallan plenamente expuestos por encima del párpado inferior, y suele quedar al descubierto un estrecho borde de esclera. Incluso ligeras variaciones en la posición de los bulbos oculares resultan perceptibles y ocasionan cambios en la expresión facial; por ejemplo, un aspecto de sorpresa cuando se eleva el párpado superior (como ocurre en el exoftalmos, o protrusión de los bulbos oculares, causado por el hipertiroidismo), o una apariencia somnolienta (como al caer el párpado superior, o ptosis, por ausencia de inervación simpática en el síndrome de Horner). La conjuntiva bulbar se refleja desde la esclera a la superficie profunda del 1635 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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