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_Anatomia con Orientacion Clinica (1602)

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Síndrome de Horner
El síndrome de Horner se produce por la interrupción de un tronco
simpático cervical y se manifiesta por la ausencia de las funciones
estimuladas por el simpático sobre el lado homolateral de la cabeza. El síndrome
incluye los siguientes signos: constricción de la pupila (miosis), caída del párpado
superior (ptosis), enrojecimiento y aumento de temperatura de la piel
(vasodilatación), y ausencia de sudoración (anhidrosis). La constricción de la
pupila ocurre al quedar sin oposición el esfínter pupilar, estimulado por el
parasimpático. La ptosis es consecuencia de la parálisis de las fibras musculares
lisas que se intercalan con la aponeurosis del elevador del párpado superior, que
constituyen colectivamente el músculo tarsal superior, inervado por fibras
simpáticas.
Parálisis de los músculos extrínsecos del bulbo ocular/parálisis de los
nervios orbitarios
Uno o más músculos extrínsecos del bulbo ocular pueden paralizarse por
procesos del tronco del encéfalo o traumatismos craneales, con diplopía
(visión doble). La parálisis de un músculo se pone de manifiesto por la limitación
del movimiento del bulbo ocular en el campo de acción del músculo, y por la
producción de dos imágenes al tratar de utilizar ese músculo.
PARÁLISIS DEL NERVIO OCULOMOTOR
La parálisis completa del nervio oculomotor afecta a la mayor parte de los
músculos oculares, al elevador del párpado superior y al esfínter de la
pupila. El párpado superior cae y no puede elevarse voluntariamente debido a la
actividad sin oposición del orbicular del ojo (inervado por el nervio facial) (fig.
C8-30 A). Además, la pupila está completamente dilatada y no reactiva, por la
acción sin oposición del dilatador de la pupila. Esta queda en completa abducción
y descendida («hacia abajo y afuera») por la actividad sin oposición del recto
lateral y el oblicuo superior, respectivamente.
PARÁLISIS DEL NERVIO ABDUCENS
Cuando se paraliza el nervio abducens (NC VI), que inerva sólo el recto
lateral, no puede realizarse la abducción de la pupila en el lado afectado.
Esta se halla en aducción completa por la acción sin oposición del recto medial
(fig. C8-30 B).
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