Logo Studenta

pm 5385

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Casas,	Adrián
Evaluaciones	y	pautas	de
entrenamiento	para	el	deporte
de	alto	rendimiento
EN:	R.	Peidro.	(2022).	Cardiología,	ejercicio	y	deportes.	Ciudad
Autónoma	de	Buenos	Aires	:	Journal.	pp.	377-388
Casas,	A.	(2022).	Evaluaciones	y	pautas	de	entrenamiento	para	el	deporte	de	alto
rendimiento.	EN:	R.	Peidro..	Cardiología,	ejercicio	y	deportes.	Ciudad	Autónoma	de	Buenos
Aires	:	Journal.	pp.	377-388.	En	Memoria	Académica.	Disponible	en:
https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/libros/pm.5385/pm.5385.pdf
Información	adicional	en	www.memoria.fahce.unlp.edu.ar
Esta	obra	está	bajo	una	Licencia	Creative	Commons
Atribución-NoComercial-CompartirIgual	4.0	Internacional
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
Capítulo 26. 
Evaluaciones y pautas de entrenamiento para el deporte de alto rendimiento. 
 Adrián Casas (PhD) 
 
 
1. Introducción. 
 
El deporte de alto rendimiento experimenta una constante transformación a través del 
tiempo y espacio. El desarrollo de la excelencia y maestría deportiva parece no tener 
límites, los deportistas alcanzan sus objetivos y metas, superan obstáculos impensados, 
vencen al elemento (agua, terreno, viento) o al más difícil oponente. Estos resultados 
motorizan aún más la construcción social y económica del fenómeno deportivo, que 
transforma e impulsa en muchos aspectos a la sociedad contemporánea. 
Los Juegos Olímpicos son considerados la principal competición del mundo deportivo, 
con más de doscientas naciones participantes. En los JJOO de Río (2016) participaron 
11.400 atletas de 205 países. La mitad de la población mundial siguió los juegos 
olímpicos por los medios de comunicación. La magnitud de impacto que tiene el 
deporte es incomparable. 
Al mismo tiempo, el interés científico por el estudio de los atletas y su desempeño se ha 
visto acrecentado y diversificado. Las ciencias del deporte, estudian, desde una 
perspectiva interdisciplinar y con metodología científica, el rendimiento deportivo y sus 
condicionantes para el entrenamiento y la competición. Los avances en tecnología e 
innovación amplían aún más el conocimiento vinculado al rendimiento de los 
deportistas. Por ejemplo, en el motor de búsqueda PubMed, la frase: elite athletes 
performance, muestra un resultado de más de 3500 publicaciones, la primera es del año 
1979 y cada década, hasta la fecha, crecen ininterrumpida y significativamente. 
En este capítulo, analizaremos los aspectos principales relacionados con el 
entrenamiento y la evaluación del deportista de alto rendimiento. Definiremos el 
proceso de entrenamiento, el rendimiento deportivo, la preparación física, las 
capacidades fuerza, velocidad y resistencia, sugiriendo algunas pautas para su 
desarrollo. También, nos ocuparemos de las evaluaciones deportivas, cuáles y cómo 
realizar dentro de los diversos deportes y expondremos sus aspectos más salientes para 
optimizar el proceso del rendimiento deportivo. 
 
2. El deporte de alto rendimiento y los perfiles fisiológicos deportivos. 
 
De acuerdo con el Comité Olímpico Español: “el deportista de élite es un individuo 
excepcional, con una dotación genética muy favorable para la práctica de ese deporte 
pero que, además, llega a alcanzar ese nivel a través de un proceso largo, laborioso y 
esforzado. Posee una gran fortaleza mental y no se conforma con ser un gran deportista 
y tener buenos rendimientos, sino que quiere ser mejor que los demás”. 
En la actualidad se compite de manera organizada en más de 50 disciplinas deportivas 
en todo el mundo, cada una de éstas requiere de habilidades específicas para su 
desarrollo. Por ejemplo, en los Juegos Olímpicos de Río (2016), compitieron 28 
deportes con 41 disciplinas, considerando que las modalidades son tan diferentes entre 
sí, prácticamente se trata de deportes distintos. Las características particulares de cada 
deporte demandan al proceso de entrenamiento el desarrollo de un perfil deportivo 
específico para lograr el máximo rendimiento. La fisiología del ejercicio propuso hace 
más de 3 décadas, el análisis de perfiles fisiológicos deportivos como herramienta para 
resolver los problemas prácticos del rendimiento. Uno de sus precursores fue el brillante 
Prof. Dr. Antonio Dal Monte, en ese momento director del Instituto de Fisiología y 
Biomecánica del Comité Olímpico Italiano (CONI). Este instrumento permitió analizar 
la estructura de rendimiento de cada deporte, tanto en competición como en 
entrenamiento, identificando las características fisiológicas específicas de la disciplina, 
analizando su comportamiento en competición y su relevancia, también, describió el 
compromiso de los sistemas metabólicos y de las fuerzas mecánicas interactuantes. En 
síntesis, permitió focalizar la investigación científica interdisciplinaria y construir una 
teoría y metodología específica. 
Existen diversos criterios para clasificar a los deportes y estudiarlos en profundidad. En 
1960, Farfel propuso clasificar a las habilidades deportivas en tres grupos de ejercicios: 
cíclicos, acíclicos y acíclicos combinados. Por su parte, Bompa(1) describe que las 
habilidades cíclicas se utilizan en deportes que emplean la caminata, carrera, natación, 
ciclismo, remo y canotaje. La principal característica es que la acción motriz implica 
movimientos repetitivos, el deportista aprende el ciclo de movimiento y puede repetirlo 
durante un tiempo prolongado, cada ciclo es idéntico durante la competición. Mientras 
que las habilidades acíclicas se emplean en deportes como lanzamiento de disco, 
gimnasia, deportes de conjunto, de lucha, boxeo y combate. Estas habilidades consisten 
en integrar funciones en una acción, por ejemplo, al lanzar el disco, se produce el 
balanceo preliminar, la transición, el giro, el lanzamiento y el paso final de equilibrio, 
todo esto en un sólo ciclo o secuencia de movimiento. Finalmente, las habilidades 
acíclicas combinadas, consisten en un movimiento cíclico seguido de uno acíclico, por 
ejemplo, los saltos (en alto, en largo, con garrocha) y el monopatinaje (skateboarding). 
Además de esta clasificación de las habilidades, la teoría del entrenamiento deportivo 
propone clasificar a los deportes en grupos según diversos criterios, con el objetivo de 
focalizar el desarrollo y la investigación científica específica para cada uno de ellos. 
Bompa(1) describe la propuesta de Gandelsman y Smirnov del año 1970, en la que los 
autores clasifican a los deportes en 7 grupos, basándose en los objetivos de 
entrenamiento, el tipo de habilidad, la intensidad prevalente, y las demandas 
funcionales. Otros metodólogos del entrenamiento deportivo e investigadores aportaron 
distintos criterios y clasificaciones con el mismo propósito. En la tabla 26-1, se puede 
observar una síntesis de algunas clasificaciones y sus principales características. Para 
profundizar en este tema se sugiere la lectura de Manno(2). 
 
 Tabla 26.1. Clasificación de los deportes. 
 
 
 
Criterios. Categorías/grupos. Fuente. 
 
Nivel de generalización y 
especificidad. 
 
 
Juegos deportivos, deportes de 
combate, de resistencia, de 
fuerza y fuerza rápida, 
técnicos. 
 
 
Verkhoshansky(3). 
 
 
 
Aspectos fisiológicos y 
biomecánicos. 
 
 
De compromiso 
prevalentemente anaeróbico/ 
aeróbico/ aeróbico-anaeróbico 
alternado, de potencia, de 
destreza, según el compromiso 
% de masa muscular, según el 
tipo de gestos o acciones 
prevalentes (impulsivos, 
propulsivo). 
 
 
 
 
Dal Monte. 
 
 
 
Exigencia táctica. 
 
 
Individuales ( de ejecución 
consecutiva simultánea aislada 
y simultánea en grupo); de 
adversario (intercambio, 
combate); de equipo (agregado 
sucesivo, agregado simultáneo, 
adversario colectivo). 
 
Compilación del 
Centro Olímpico de 
Estudios Superiores 
(España), Máster en 
Alto Rendimiento 
Deportivo.Exigencias de adaptación al 
esfuerzo. 
 
 
De velocidad; de fuerza-
velocidad; de resistencia (de 
larga, media o corta duración). 
 
 
 
 
Compilación del 
Centro Olímpico de 
Estudios Superiores 
(España), Máster en 
Alto Rendimiento 
Deportivo. 
 
3. Consideraciones acerca del entrenamiento deportivo y las evaluaciones. 
 
El entrenamiento deportivo es un proceso complejo de actividades, dirigido al 
desarrollo planificado de ciertos estados de rendimiento deportivo y a su exhibición en 
situaciones de verificación deportiva, especialmente en la actividad competitiva(4). A su 
vez, el rendimiento deportivo es una variable multifactorial, que depende de diversos 
aspectos que no pueden aislarse, sino que interactúan unos con otros, produciendo un 
efecto único y singular en cada deportista. El rendimiento, como resultado de la 
actividad deportiva dentro del deporte de competición, está conformado por 4 grandes 
componentes: Técnico; Físico; Mental y Táctico. 
 
Figura 26.1. Componentes del rendimiento deportivo. 
 
 
La teoría del entrenamiento deportivo, como disciplina de las ciencias del deporte, se 
ocupa de analizar, describir, estudiar y fundamentar las tareas, proposiciones 
metodológicas y técnicas para actuar sobre el rendimiento deportivo. Al mismo tiempo, 
este proceso es controlado y cualificado por las evaluaciones. 
De acuerdo con De Rose y Pinto Ribeiro, “cada individuo posee un conjunto de 
aptitudes y limitaciones propias de su potencial genético, de las actividades físicas 
previas y de sus eventuales disfunciones orgánicas. Se torna imprescindible que esas 
cualidades y limitaciones sean diagnosticadas, analizadas, clasificadas y orientadas 
adecuadamente, este proceso, fundamental para una mayor eficacia y rendimiento, 
caracteriza la evaluación funcional”. En efecto, las evaluaciones nos permiten: 
identificar las fortalezas y debilidades de los deportistas; precisar y monitorizar sus 
progresos; proveer un feedback tanto sobre los objetivos como sobre las motivaciones 
del entrenamiento; fortalecer el aprendizaje de entrenadores y deportistas; predecir y 
pronosticar mejoras y desarrollos. 
En síntesis, la evaluación periódica debe estar integrada al proceso de entrenamiento, 
constituyendo la herramienta básica sobre la cual tomar decisiones. En la actualidad, la 
evolución de la teoría del entrenamiento deportivo acompañó y potenció a la evolución 
de los protocolos de evaluación del deportista. 
 
4. La especificidad y sus implicancias en el entrenamiento y las evaluaciones. 
 
La especificidad de las acciones cíclicas y acíclicas en los diferentes deportes es 
determinante para las evaluaciones y el entrenamiento de los deportistas. El principio de 
la especificidad se refiere a las características de los componentes neuro-muscular y 
metabólico, que intervienen durante las acciones y cómo éstas inciden en los demás 
sistemas corporales. 
En los deportes acíclicos, las acciones musculares presentan variaciones significativas 
en su intensidad, duración, frecuencia, cinética y cinemática, con implicancias directas 
sobre los sistemas cardiovascular, neuromuscular y metabólico (5). Estos deportes 
basan sus acciones en patrones de movimiento muy específicos, que requieren, por 
ejemplo, cambios de dirección a gran velocidad y el desarrollo de la capacidad para 
repetir aceleraciones y frenadas bruscas (corporales o segmentarias), acciones complejas 
combinadas con participación de procesos perceptivos y decisionales, todas a máxima 
intensidad(6). A estos deportes se los denomina de dinámica intermitente. 
Durante la carrera, en un deporte acíclico, los sistemas cardiovascular, respiratorio, 
neuromuscular y metabólico participan activamente en el ejercicio. Si la duración del 
esfuerzo es igual o inferior a 1 min, el sistema cardiovascular será importante a lo largo 
de las repeticiones (y en las pausas), pero no dispondrá del tiempo necesario (en cada 
repetición, principalmente en las primeras) para sumarse al sistema neuromuscular. Se 
puede decir que existe “un retraso fisiológico” en la respuesta y ajuste entre los sistemas 
cardiovascular y neuromuscular, durante el ejercicio intermitente (5,7). Los ejercicios 
intermitentes enfatizan el estrés periférico (neuro-muscular, vascular y metabólico), es 
decir, actúan sobre los factores musculares del VO2. Esto es muy importante, ya que 
durante décadas el modelo de estudio aplicado en el campo de la fisiología del ejercicio 
y del entrenamiento deportivo exacerbó el papel de los factores centrales (cardíacos) por 
encima de los periféricos (musculares) en los rendimientos de resistencia de todas las 
disciplinas deportivas(5). Al realizar ejercicios intermitentes, el VO2max es implicado 
principalmente desde sus componentes periféricos (musculares), de manera que resulta 
más importante para el rendimiento del deportista la cinética del VO2 que el consumo 
máximo de oxígeno(6). Efectivamente, este tipo de ejercicios incrementa la cinética del 
VO2 muscular(5,8–10). Los trabajos de Tordi y col.(11) demostraron que la cinética del 
VO2 es más rápida durante ejercicios que superan el 85% del VO2max y en aquéllos 
que alternan aceleraciones o sprints repetidos. 
Por el contrario, en los deportes cíclicos, durante la carrera (en una competición de 
resistencia, > 1500 a 5000m) las acciones musculares imponen una demanda 
predominante, máxima y constante sobre el VO2máx. Es así, como la potencia aeróbica 
máxima y el tiempo capaz de sostenerla serán determinantes del rendimiento deportivo. 
Así, podemos decir que el VO2máx. es determinante del rendimiento cíclico en las 
competiciones que duren entre 3 y 15 minutos, mientras que en los deportes acíclico, el 
VO2máx. es limitante pero no determinante. Esta consideración debe influir en el 
momento de las evaluaciones. 
En la figura 26.2, se ejemplifica el resultado de las cargas de la competición de 
diferentes deportes sobre el sistema neuromuscular, metabólico y cardiovascular. Se 
observan 5 tipos de impactos metabólicos diferentes, según la prevalencia sea: 1) sobre 
el VO2; 2) VO2 + NM; 3) VO2 + Glucólisis anaeróbica; 4) VO2 + Glucólisis 
anaeróbica + NM y 5) Factores musculares del VO2 + Sistema fosfagénico + NM. 
Además, un sexto impacto sobre el sistema NM excluyentemente. También, se aprecia 
cómo los deportes cíclicos (carrera, natación, remo y ciclismo) tendrán diferentes 
impactos según la duración de la competición, por ejemplo: impacto metabólico 1 para 
competiciones entre > 3 a 15 minutos; impacto metabólico 3 para competiciones entre 
50 seg. a < 3minutos. Igualmente, el impacto metabólico 1 con viento en contra o 
terreno en ascenso se convierte en impacto metabólico 2. 
 
Figura 26.2. Impacto de las acciones específicas y predominantes de los deportes. 
 
 
 
5. Las capacidades físicas: fuerza muscular, resistencia y velocidad. 
Consideraciones para el entrenamiento y las evaluaciones. 
 
El componente físico del rendimiento deportivo (figura 26.1) es el resultado de la 
interacción de los procesos energéticos corporales y musculares, y se manifiesta a través 
de las capacidades de fuerza muscular, resistencia, velocidad, flexibilidad y otras. En 
este capítulo nos ocuparemos de tres capacidades físicas: fuerza muscular, resistencia y 
velocidad. 
 
5.1. La fuerza muscular. 
 
En términos simples, la fuerza es la habilidad para generar tensión muscular, 
considerando que, cuando las tensiones musculares se relacionan con una situación 
específica de práctica deportiva, se denominan régimen de trabajo muscular(1,12). 
Los rendimientos deportivos son ante todo motrices, y descansan sobre el efecto 
acelerador de las fuerzas. 
De acuerdo con Naclerio(13), la fuerza muscular es una capacidad neuromotora 
esencial. En la mayoría de las acciones deportivas, la fuerzase aplica para acelerar, 
desacelerar u oponerse a las cargas determinadas por el propio peso del cuerpo, un 
implemento o la acción de un adversario. Por consiguiente, su desarrollo y evaluación 
es fundamental para el incremento del rendimiento deportivo. 
Podemos considerar dos grandes orientaciones para el entrenamiento de la fuerza 
muscular, por un lado, el incremento del rendimiento deportivo y por el otro, la 
prevención de lesiones y adaptación anatómica. Debido a la magnitud y extensión de 
ambas orientaciones, a continuación, nos ocuparemos sólo de algunos aspectos 
esenciales de la primera de ellas. 
El incremento del rendimiento deportivo mediado por el entrenamiento de la fuerza 
muscular requiere de algunas premisas: 
Primero, las relaciones establecidas entre la magnitud de la resistencia a vencer 
(%1MR), la velocidad de la acción y la potencia producida en cada ejercicio, 
determinan zonas de manifestación de la fuerza. Cada una de ellas con distinta 
relevancia sobre el rendimiento y efectos de entrenamiento específicos. La tabla 26.2, 
propone las “zonas de fuerza” para los ejercicios de empuje o tracción, cuando se trata 
de ejercicios secuenciales (por ejemplo, de levantamiento olímpico) estas relaciones 
cambian, se sugiere profundizar el tema en Naclerio(13). 
 
 
Tabla 26.2. 
“Zonas de fuerza”, para ejercicios de empuje o tracción. 
 
% 1MR 15 a 20 30 a 55 60 a 80 90 a 100 
Máxima 
aceleración 
 
Técnica y control 
del movimiento. 
 
Fuerza explosiva. 
 
Fuerza potencia. 
 
 
Fuerza máxima. <10% de 
aceleración 
máxima. 
 
Resistencia de 
fuerza con pesos 
bajos. 
 
Resistencia de 
fuerza con pesos 
altos. 
 
Segundo, los distintos tipos de ejercicio ejercen influencia diferente sobre el 
rendimiento. Los ejercicios, según el grado de similitud con el gesto deportivo se 
denominan: generales (difieren cinética y cinemáticamente con el gesto deportivo); 
específicos (mantienen similitudes cinéticas y cinemáticas con el gesto deportivo) y 
deportivos (14,15). La figura 26.3, muestra un ejemplo de ellos aplicado con nadadores. 
La elección de éstos está relacionada principalmente con el período de entrenamiento 
del año. Además, dentro de los ejercicios específicos, debemos destacar las diferencias 
sustanciales que presentan en la producción de potencia, los ejercicios de cadena 
secuencial (por ejemplo, cargada) versus los de empuje (por ejemplo, sentadilla), en 
favor de los primeros (~40%). 
 
 
 
Figura 26.3. Tipos de ejercicio y similitud con el gesto deportivo. 
 
 
Tercero, la mayoría de las acciones se producen mediante la interacción constante de las 
fuerzas internas y externas que determinan eventos de impacto, estiramientos o 
acortamientos musculares. En los diferentes gestos deportivos, las acciones musculares 
no aparecen aisladas, sino que se comportan como una unidad indivisible (excéntrica/ 
isométrica/concéntrica), denominada Ciclo de Estiramiento Acortamiento (CEA)(13). 
 
Cuarto, la evidencia científica demuestra que tanto los deportes cíclicos como acíclicos, 
mejoran notablemente su rendimiento deportivo por el entrenamiento de la fuerza 
muscular. En el caso de los deportes cíclicos, la fuerza y la potencia muscular no son 
determinantes, pero sí limitantes del rendimiento deportivo. Por ejemplo, cuando los 
niveles de potencia disminuyen afectan negativamente la eficiencia mecánica de 
corredores y ciclistas(16,17). Además, el incremento de la fuerza y la potencia 
muscular, aumenta la velocidad de carrera y la resistencia, incrementa el VO2máx., la 
capacidad anaeróbica, retrasa la fatiga y no produce ningún efecto negativo sobre el 
rendimiento en ambos deportes (17). 
 
Durante mucho tiempo, la evaluación de la fuerza muscular fue asociada con el test de 1 
máxima repetición (1MR). De acuerdo con Bosco(18), “la fuerza real de un sujeto es 
confundida con el peso (kg) movilizado en una acción, pero en realidad, la habilidad de 
producir un trabajo muscular efectivo es el resultado de aplicar la mayor aceleración 
posible a una resistencia determinada, de modo de lograr/generar la velocidad de 
movimiento más idónea, con la cual se obtendrá la potencia óptima para el esfuerzo”. 
Resulta claro que la capacidad de desarrollar gradientes de fuerza elevados en muy poco 
tiempo, es una demanda casi constante de las acciones deportivas, entonces, su 
evaluación es esencial. 
En la actualidad, existen diferentes sistemas de medida, electromecánicos o 
electrónicos, capaces de calcular y registrar la velocidad de ejecución de los 
movimientos y otras variables derivadas. Los transductores de posición y de velocidad 
constituyen uno de los instrumentos más utilizados. 
Cuando una persona aplica fuerza a un objeto externo y la masa es constante, éste 
sufrirá una aceleración proporcional a la fuerza aplicada. El doctor Naclerio desarrolló 
un interesante test progresivo cuyo objetivo es la evaluación de la fuerza, potencia 
mecánica y velocidad alcanzada con diferentes magnitudes de peso (%1MR). Para 
implementar el test es requerido el uso de un transductor de velocidad compuesto por un 
encoder óptico rotatorio conectado a un ordenador. En la figura 4, se esquematiza el 
test. La velocidad (V) es registrada en metros/segundo, la fuerza (N) es expresada en 
Newton y la potencia (W) se registra en vatios. Para mayores detalles se sugiere la 
referencia bibliográfica(19), capítulo 7. 
 
Figura 26.4. Test progresivo de fuerza, velocidad y potencia. 
 
 
 
Debido a la participación predominante y determinante dentro de las acciones 
deportivas del ciclo de estiramiento acortamiento (CEA), y a su estrecha y directa 
relación con el salto, otra de las valoraciones de la fuerza que proponemos es mediante 
los test con saltos. 
En el año 1980, Bosco(20) propuso una batería de test compuesta por una serie de saltos 
verticales, cuyo objetivo fue valorar las características morfo-funcionales y 
neuromusculares de los miembros inferiores, a través de distintas pruebas. El 
investigador incluyó diversas técnicas de salto y el uso de una alfombra conectada 
mediante una interface a una computadora, con un dispositivo que registraba el tiempo 
de vuelo, fue el primer investigador en usar este novedoso sistema. Una de las 
contribuciones más notables del test de Bosco, es que permite discriminar el 
rendimiento neuromuscular y metabólico, informando acerca de los aportes mecánicos, 
del uso de la energía visco-elástica, del reflejo miotático y de la resistencia a la fatiga. 
Originalmente, se realizaban 6 saltos: squat jump (SJ); SJ con carga externa (entre 20 a 
100 Kg); countermovement jump (CMJ); drop jump (DJ) desde 20 a 100cm; repeated 
jump (RJ) entre 5 a 60 segundos y RJ con rodillas rígidas, entre 5 a 7 segundos. 
En la figura 26.5, se ejemplifican estos saltos. Actualmente, los test de salto han ido 
evolucionando e incorporando diversas alternativas y variantes (unipodales; partidas 
desde flexión profunda; variante para valorar la potencia de brazos “push up”; etc.) 
También se aplican índices para optimizar el análisis y las relaciones entre las 
evaluaciones y los programas de entrenamiento. 
Para profundizar en este aspecto, se sugiere la referencia bibliográfica(19), capítulo 11. 
 
 
 
 
Figura 26.5. Batería de Bosco para valorar salto. 
 
 
5.2. La resistencia. 
 
En los textos especializados en entrenamiento deportivo, puede encontrarse alrededor de 
una treintena de definiciones de la resistencia. La gran mayoría de ellas están 
relacionadas con la capacidad para oponerse a la fatiga o para realizar esfuerzos de 
duración prolongada(6). Esteve Lanao(21), expone una serie de características que 
definen a la resistencia: 
a. Es una capacidad física y mental. 
b. Tiene la competencia de retrasar la fatiga y sus efectos. 
c. Puede mantener un esfuerzo sin que disminuya la intensidad de trabajo, o bienser la facultad de recuperarse rápidamente, después de un esfuerzo físico o 
psíquico. 
d. En ella influye la interacción de los sistemas de producción de energía o 
potencia. 
e. Su factor clave es el tiempo. 
Además de estas características, la resistencia, tiene dos funciones muy importantes 
para el deporte en general: incrementa la capacidad de soportar y acumular cargas 
crecientes de competición y entrenamiento, sin desgaste significativo; y estabiliza la 
técnica específica y la capacidad de concentración y competición. 
 
En el ámbito del deporte, la resistencia no existe como un objetivo en sí mismo, sino 
que forma parte del objetivo deportivo, es decir del rendimiento buscado por ese 
deporte(4). Los estudios y las evidencias relacionados con las complejas interacciones 
metabólicas, neuromusculares, mecánicas y cardiovasculares, indican cómo esta 
capacidad se manifiesta de modo diferente en los deportes cíclicos y acíclicos. Esta 
condición, impone considerar esas diferencias para entrenar y evaluar a los deportistas 
cíclicos y acíclicos. 
El entrenamiento de la resistencia en el deporte debe estar relacionado con la estructura 
del rendimiento deportivo(22). Es preciso considerar la especificidad y particularidad 
del modelo de rendimiento (competición) y no asumir un modelo “universal” para el 
entrenamiento de la resistencia, como ha ocurrido durante décadas. Es un error emplear 
para el entrenamiento de la resistencia de las disciplinas deportivas acíclicas los 
sistemas de entrenamiento de los deportes cíclicos como el atletismo, el ciclismo y la 
natación. Esta práctica se ha difundido mucho y aún persiste en la actualidad. 
 
Los rendimientos de resistencia, como cualquier otro rendimiento corporal, son el 
resultado de la utilización coordinada de la fuerza muscular(4). Verkhoshansky(3) 
expresa que la resistencia, en los deportes acíclicos, está determinada no sólo y no tanto 
por la cantidad de O2 que llega al músculo, sino por la adaptación de éste a una 
actividad intensa y prolongada. De este modo, queda claro que los factores musculares 
de la resistencia son esencialmente condicionantes y modelan las adaptaciones al 
entrenamiento. 
 En los deportes acíclicos, la resistencia está relacionada con la capacidad para repetir 
aceleraciones y desaceleraciones durante la competición(23,24) y, con el desarrollo de 
otras acciones musculares repetitivas (como los cambios rápidos de dirección, las 
detenciones bruscas, los intervalos irregulares de esfuerzos intensos, las combinaciones 
de saltos, los lanzamientos, golpes, las carreras, etc.)(5). 
En los deportes de conjunto, la carrera implica mayores fases de aceleración y 
desaceleración, si se compara con otras disciplinas en las que las carreras son lineales y 
cíclicas, o bien la frecuencia e intensidad de las acciones mencionadas son menores. Las 
carreras intermitentes de los deportes acíclicos conllevan un mayor gasto energético. La 
cinética y cinemática de las acciones musculares es siempre cambiante (por la 
diversidad de situaciones) y esto implica efectos neuro-musculares y metabólicos 
también diferentes(5). 
 
El concepto de resistencia específica expresa una capacidad compleja, que permite 
movilizar y disponer el rendimiento óptimo de la resistencia dentro de las exigencias 
específicas de una modalidad deportiva y sus demandas en la competición(14). El 
entrenamiento de la resistencia específica desarrolla la capacidad de soportar y sostener 
altas tasas e intensidades de acciones específicas durante la competición deportiva, 
desarrolla las condiciones volitivas para soportar el desgaste de los esfuerzos y asegura 
la máxima disponibilidad corporal del deportista durante toda la competición. Para 
Balsom(25), la resistencia específica en los deportes de conjunto es la capacidad de 
poder realizar esfuerzos de corta duración y alta intensidad alternados con períodos 
aleatorios de baja intensidad y descanso de mucha mayor duración. Los deportes de 
conjunto se basan en el ejercicio acíclico e intermitente y, por tanto, el entrenamiento de 
la resistencia debe contemplar esencialmente este aspecto. La carrera no lineal, las 
aceleraciones y desaceleraciones cortas, intensas y repetitivas, con recorridos similares a 
los que realiza el deportista dentro de la competición, la alternancia de esfuerzos cortos 
e intensos (aeróbicos y anaeróbicos alácticos) con pausas de recuperación variables, los 
cambios de dirección a una velocidad elevada y otras acciones, caracterizan los 
contenidos esenciales del entrenamiento de la resistencia de los deportes de conjunto. 
 
La distancia de cada una de estas carreras estará principalmente limitada por las 
dimensiones del campo de juego, por ejemplo, los jugadores de baloncesto recorrerán 
distancias menores que los de fútbol o hockey. 
Otro factor de importancia es el análisis de la estructura de juego del deporte, por 
ejemplo, el rugby, presenta un alto nivel de especialización en sus puestos, y por ello, se 
observa mucha diversidad en las acciones dentro de un mismo equipo. Los jugadores 
participan en actividades que implican la locomoción (carrera con distintas velocidades) 
y otras acciones específicas de no locomoción (scrum, ruck, maul), ambas con alto nivel 
de intensidad y coste energético, mientras que otras como los pases, saltos y patear la 
pelota, implican un menor gasto energético(26). Si se compara el fútbol con el rugby, se 
observa que ambos se desarrollan en campos de juego con dimensiones y una duración 
de las competiciones similares, sin embargo, al analizar la estructura del juego, las 
similitudes desaparecen. Por ello, el diseño de la carga de entrenamiento deberá 
contemplar las particularidades mencionadas La resistencia específica en el deporte de 
conjunto debe modelar las adaptaciones esenciales para que el deportista pueda soportar 
las exigencias físicas, técnicas y tácticas de cualquier sistema de juego (planteado por el 
entrenador), y expresar su mejor versión de rendimiento, tanto durante el partido como a 
lo largo de todo el torneo. 
 
Por otro lado, en los deportes cíclicos, la resistencia es intenso-dependiente y tiempo-
dependiente. Dado que las competiciones no se realizan por tramos temporales sino por 
distancia, la resistencia demanda sostener una potencia relativa elevada (sin que 
decaiga) durante el tiempo de la competición. Los factores que determinan el 
rendimiento en la resistencia en estos deportes son: la Velocidad Aeróbica Máxima 
(VAM) y Potencia Aeróbica Máxima (PAM), entendidas como velocidad de carrera o 
nado y la potencia en vatios asociada al VO2máx., respectivamente. Otro factor de 
importancia, relacionado con el anterior, es el Tiempo límite VAM o PAM, es decir, el 
tiempo máximo de sostenimiento de esa velocidad o potencia. El tiempo límite tiene un 
rango fisiológico entre 3 y 9 minutos. 
 
El VO2máx. es un factor determinante en pruebas de corta duración (entre 3 y 15 
minutos) y es limitante en pruebas más largas (30 minutos a horas), en estas pruebas es 
más influyente la economía de carrera y el umbral de lactato. 
La economía de carrera es otra de las variables relacionadas con el rendimiento de 
resistencia cíclico, ésta se refiere al VO2 empleado a una intensidad determinada, según 
lo conceptualizaron Conley y col. (1980). 
 Finalmente, el umbral de lactato, es el otro factor que determina el rendimiento de la 
resistencia cíclica. Es la intensidad o magnitud de esfuerzo, a partir de la cual, los 
mecanismos de producción y remoción de lactato rompen su equilibrio y la producción 
se hace exponencial. Este punto de quiebre metabólico está asociado con el 
reclutamiento de fibras musculares de tipo FT2b, netamente glucogenolíticas y de alta 
fatigabilidad. 
 
En síntesis, la evaluación de la resistencia en los deportistas de alto rendimiento 
comienza por respondernos una pregunta:¿es un deportista de disciplina cíclica o 
acíclica? 
En la tabla 26.3, se resumen las diferentes variables a considerar para la evaluación de 
la resistencia de los deportistas. En la columna “referencias” se citan fuentes 
recomendadas para profundizar el tema. 
 
Tabla 26.3. 
DEPORTE VARIABLES A EVALUAR. REFERENCIAS 
 
 
 
 
CÍCLICOS 
 
 VO2máx. 
 VAM/PAM. 
 Tlim.VAM/PAM. 
 
 
Esteve Lanao(19) cap. 
12 y 13. 
 
 
(Carrera, Ciclismo y 
Natación) 
 Economía de carrera. 
 Potencia crítica. 
 UL. 
 Tlim.UL. 
 Test de 30 minutos. 
 Eficiencia de nado. 
 CAL y PAL 
Gore(27) 
 
 
ACÍCLICOS 
(Rugby, Fútbol, 
Básquet, Hándbol, 
Hockey) 
 
 
 Course Navette. 
 YoYo IR1. 
 RSA 
 
Barbero Álvarez(19) 
cap.15. 
 
VO2máx. (Consumo máximo de oxígeno); VAM (velocidad aeróbica máxima); PAM 
(potencia aeróbica máxima); Tlim.VAM (tiempo máximo de sostenimiento de la 
velocidad aeróbica máxima); Tlim. PAM (tiempo máximo de sostenimiento de la 
potencia aeróbica máxima); UL (umbral de lactato); TLim.UL (tiempo máximo de 
sostenimiento de la intensidad de umbral de lactato); CAL (capacidad anaeróbica 
láctica); PAL (potencia anaeróbica láctica); YoYo IR1 (yoyo de recuperación 
intermitente 1) y RSA (habilidad para repetir esprint). 
 
5.3.Velocidad. 
 
Los diferentes investigadores y metodólogos del entrenamiento deportivo, han 
propuesto diversas definiciones acerca de la velocidad. Una síntesis de ellas reúne las 
siguientes consideraciones: es una capacidad que permite realizar acciones motrices en 
un lapso mínimo de tiempo. Con la resistencia activa de un rival. Actuando con uno o 
más elementos del cuerpo y libre de sobrecarga. Es múltiple, no sólo implica reacción 
en salidas y gestos rápidos sino también conocimiento del juego y rápida valoración de 
las decisiones. 
Es importante destacar que la metodología del entrenamiento habla sólo de la velocidad 
cuando las resistencias exteriores son escasas. Este concepto delimita y diferencia a los 
rendimientos de velocidad de los de fuerza(4). Sin embargo, existe una interacción 
sinérgica entre ambas indiscutible. Para ser más rápido, entre otras cosas, hay que ser 
más fuerte. 
En las acciones deportivas, particularmente acíclicas, se destaca otra capacidad junto a 
la velocidad, la agilidad, definida como la capacidad de cambiar de dirección en 
velocidad. Esta puede tomar muchas formas, desde simples acciones de engaño con los 
pies hasta mover todo el cuerpo en la dirección opuesta mientras se desplaza a alta 
velocidad. Por lo tanto, la agilidad tiene un componente de velocidad, pero no es el 
componente más importante de este rasgo. Actualmente, se piensa que es mucho más 
compleja e involucra no solo la velocidad, sino también el equilibrio, la coordinación y 
la capacidad de reaccionar ante un cambio del entorno. 
Si observamos un rendimiento de velocidad, en general, podemos identificar las 
siguientes fases: de reacción; de aceleración positiva; de velocidad constante y de 
velocidad decreciente. Este modelo es enteramente aplicable a una acción de velocidad 
en un deporte cíclico, por ejemplo, la carrera de 100 metros llanos. En cambio, si lo 
aplicamos durante un combate de taekwondo, un partido de voleibol o de rugby, no nos 
será útil. Tal como precisamos con el entrenamiento de la Resistencia, tampoco es 
posible generalizar un mismo modelo de entrenamiento de la velocidad para deportes 
cíclicos y acíclicos. 
El entrenamiento de la velocidad persigue los siguientes objetivos: 
- Mejorar el tipo de velocidad requerida según la modalidad (cíclica/acíclica) y 
disciplina deportiva. 
- Desarrollar los mecanismos de atención, percepción y procesamiento de la 
información y la coordinación intra e intermuscular para acciones específicas. 
 
Entonces, para precisar y encuadrar la velocidad en el deporte, proponemos distinguir 
tres manifestaciones básicas de esta capacidad: 
a-Velocidad de reacción: es la capacidad de actuar en el menor tiempo posible frente a 
un estímulo. Se diferencian reacciones simples y reacciones complejas 
(discriminativas), en ambas, es muy importante la capacidad de anticipación del 
deportista. 
 
b-Velocidad de acción o de movimiento: son todos los movimientos aislados dentro de 
secuencias motrices veloces, cíclicas o acíclicas, realizados contra resistencias de escasa 
magnitud. 
c-Velocidad de aceleración: es la capacidad de llegar lo antes posible a la máxima 
velocidad de movimientos. La fuerza explosiva tiene una gran incidencia en este tipo de 
velocidad. 
 
Finalmente, los programas de entrenamiento de la velocidad pueden proporcionar 
notables incrementos del rendimiento actuando sobre numerosos factores: aumentan la 
velocidad de reacción y desarrollan “procesos de anticipación”, los que permiten al 
deportista con solo unas pocas informaciones responder más rápido; incrementan la 
velocidad de aceleración y transición a la velocidad máxima; aumentan la amplitud y 
frecuencia de la zancada en la carrera. 
Debido a que los entrenamientos de velocidad imponen grandes demandas metabólicas, 
neuromusculares y de coordinación, deben realizarse cuando el atleta tiene niveles 
mínimos de fatiga. Además, es muy importante recordar el efecto sinérgico que tienen 
el entrenamiento de la técnica, de la potencia muscular y de la flexibilidad sobre la 
velocidad. 
 
6. Conclusiones. 
 
El estudio de los perfiles fisiológicos deportivos permite resolver los problemas 
prácticos del rendimiento. Las características particulares de cada deporte demandan al 
proceso de entrenamiento el desarrollo de un análisis específico para lograr el máximo 
rendimiento deportivo. La estructura de cada deporte, sus características fisiológicas 
específicas, el compromiso y desempeño de los sistemas metabólicos, de las fuerzas 
mecánicas interactuantes y las demandas físicas de fuerza, resistencia y velocidad, tanto 
en competición como entrenamiento, identifican la especificidad para el entrenamiento 
y las evaluaciones de los deportistas. 
Los rendimientos deportivos son ante todo motrices, y descansan sobre el efecto 
acelerador de las fuerzas. En los deportes acíclicos, las acciones musculares presentan 
variaciones significativas en su intensidad, duración, frecuencia, cinética y cinemática, 
con implicancias directas sobre los sistemas cardiovascular, neuromuscular y 
metabólico. Estos deportes se denominan, de dinámica intermitente. Por el contrario, en 
los deportes cíclicos, las competiciones se realizan por distancia y ello demanda 
sostener una potencia relativa elevada (sin que decaiga) durante el tiempo de la 
competición. El esfuerzo es intenso/tiempo dependiente y las acciones musculares no 
presentan variaciones significativas durante la competición en el alto nivel. Las 
diferencias entre las acciones musculares de los deportes acíclicos versus cíclicos, 
provocan efectos de entrenamiento diferentes, que deben ser considerados tanto para 
programar como para controlar la evolución del rendimiento. 
Finalmente, quiero recordar que este proceso de rendimiento deportivo de alto nivel es 
controlado y cualificado por las evaluaciones. En efecto, las evaluaciones nos permiten 
identificar las fortalezas y debilidades de los deportistas; precisar y monitorizar sus 
progresos; proveer un feedback tanto sobre los objetivos como sobre las motivaciones 
del entrenamiento; fortalecer el aprendizaje de entrenadores y deportistas; predecir y 
pronosticar mejoras y desarrollos. Por lo tanto, la evaluación periódica debe estar 
integrada al proceso de entrenamiento, constituyendo la herramienta básica sobre la cual 
tomar decisiones. 
 
7. Bibliografía. 
 
1. Bompa T. Periodization. Theory and methodology of training. 4°. Human Kinetics; 1999. 
2. Manno R. Fundamentos del entrenamiento deportivo. Paidotribo; 1991. 23-30 p. 
3. Verkhoshanky Y. Un nuovo sistema di allenamento negli sport ciclici.Riv Cult Sport. 
1992;27:33-45. 
4. Martin D, Carl K, Lehnertz K. MANUAL DE METODOLOGÍA DEL ENTRENAMIENTO 
DEPORTIVO. Editorial Paidotribo; 2007. 202-208 p. 
5. Casas A. Physiology and methodology of intermittent resistance training for acyclic 
sports. J Hum Sport Exerc. 2008;3(1):23-52. 
6. Casas A. Entrenamiento de resistencia para deportes de conjunto. En: Entrenamiento 
deportivo, fundamento y aplicaciones en diferentes deportes. Médica Panamericana; 
2011. 
7. Seiler S. Understanding intervals: matching training characteristics to physiological 
changes. The Institute for Sport, Kristiansand. Norway. 2002. 
8. Grassi B, Poole DC, Richardson RS, Knight DR, Erickson BK, Wagner PD. Muscle O2 uptake 
kinetics in humans: implications for metabolic control. J Appl Physiol Bethesda Md 1985. 
marzo de 1996;80(3):988-98. 
9. Bailey SJ, Wilkerson DP, Dimenna FJ, Jones AM. Influence of repeated sprint training on 
pulmonary O2 uptake and muscle deoxygenation kinetics in humans. J Appl Physiol 
Bethesda Md 1985. junio de 2009;106(6):1875-87. 
10. Iaia FM, Rampinini E, Bangsbo J. High-intensity training in football. Int J Sports Physiol 
Perform. septiembre de 2009;4(3):291-306. 
11. Tordi N, Perrey S, Harvey A, Hughson RL. Oxygen uptake kinetics during two bouts of 
heavy cycling separated by fatiguing sprint exercise in humans. J Appl Physiol Bethesda 
Md 1985. febrero de 2003;94(2):533-41. 
12. Verkhoshansky Y. TEORÍA Y METODOLOGÍA DEL ENTRENAMIENTO DEPORTIVO. Editorial 
Paidotribo; 2001. 354 p. 
13. Naclerio F. Entrenamiento de fuerza para mejorar el rendimiento deportivo. En: 
Entrenamiento deportivo Fundamentos y aplicaciones en diferentes deportes. Medica 
Panamericana; 2011. 
14. Kuznetsov VV. Metodología del entrenamiento de fuerza para deportistas de alto nivel. 
Buenos Aires. Argentina: Stadium; 1989. 
15. Bompa T. Periodization of strength: the new wave in strength training. Toronoto, 
Canadá: Veritas Publishing; 1993. 
16. Esteve J, Naclerio F, España J. SPECIFIC ADAPTATIONS OF STRENGTH, POWER AND SPEED 
VARIABLES ALONG A SEASON IN ENDURANCE RUNNERS. 1 de julio de 2008; 
17. Rønnestad BR, Mujika I. Optimizing strength training for running and cycling endurance 
performance: A review. Scand J Med Sci Sports. agosto de 2014;24(4):603-12. 
18. Bosco C. La fuerza muscular. Aspectos metodológicos. 2000.a ed. Inde; 
19. Naclerio F. Entrenamiento deportivo. Fundamentos y aplicaciones en diferentes 
deportes. Madrid, España: Médica Panamericana; 2011. 
20. Bosco C. Elasticitá muscolare e forza esplosiva nelle attivitá fisico-sportive. Roma, Italia: 
Societá Stampa Sportiva; 1992. 
21. Esteve Lanao J. Entrenamiento de la resistencia en deportes cíclicos. En: Entrenamiento 
deportivo Fundamentos y aplicaciones en diferentes deportes. Madrid, España: Medica 
Panamericana; 2011. p. 171 a 193. 
22. Neumann G. La struttura della prestazione negli sport di resistenza. SDS. 1990; 
23. Reilly T. Motion characteristics. En: Football (soccer). ed B Ekblom. London: Blackwell 
Scientific; 1994. p. 31-42. 
24. Bangsbo J, Lindquist F. Comparison of various exercise tests with endurance performance 
during soccer in professional players. Int J Sports Med. febrero de 1992;13(2):125-32. 
25. Balsom P, López JRD, Peña RR, Rodríguez JER, Calviño DP, Gómez AR. Test de campo para 
evaluar la capacidad de aceleraciones repetidas de los jugadores de fútbol. RED Rev 
Entren Deport J Sports Train. 1993;7(2):35-9. 
26. Deutsch MU, Kearney GA, Rehrer NJ. Time - motion analysis of professional rugby union 
players during match-play. J Sports Sci. 15 de febrero de 2007;25(4):461-72. 
27. Gore C. Physiological Tests for Elite Athletes. Australian Sports Commission. 2000.

Continuar navegando

Materiales relacionados

124 pag.
Cross_Fit_Guia

UNIASSELVI

User badge image

Charles Fernandes Supptitz

456 pag.
202 pag.
Preparacion_Fisica

SIN SIGLA

User badge image

Analia