Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Manual para diferenciar moscas de Anastrepha ludens (Loew) silvestres y criadas de cepa normal (“bi-sexual”) y cepa sexada genéticamente (Tapachula-7), irradiadas y sin irradiar Manual para diferenciar moscas de Anastrepha ludens (Loew) silvestres y criadas de cepa normal (“bi-sexual”) y cepa sexada genéticamente (Tapachula-7), irradiadas y sin irradiar Este manual presenta los procedimientos necesarios para diferenciar especímenes de la Mosca Mexicana de la Fruta, A. ludens, silvestres de aquellos criados en laboratorio, irradiados y sin irradiar, tanto de la cepa normal bi-sexual como de la cepa de sexado genético (Tapachula-7). El manual es producto de estudios recientes realizados para medir los efectos de la radiación sobre testículos y ovarios de estas cepas de moscas. Los estudios fueron parcialmente financiados por la División Mixta FAO/OIEA de Aplicaciones Nucleares en Agricultura y Alimentación. Es el primer manual en su tipo para esta especie de mosca de la fruta y presenta procedimientos estandarizados. Por consiguiente, es un documento muy valioso para programas operativos contra A. ludens que aplican el control en áreas amplias utilizando tanto la cepa bisexual como la cepa genética de solo machos. I7704EN/1/08.17 ISBN 978-92-5-109891-2 9 7 8 9 2 5 1 0 9 8 9 1 2 16 -0 81 11 Manual para diferenciar moscas de Anastrepha ludens (Loew) silvestres y criadas de cepa normal (“bi-sexual”) y cepa sexada genéticamente (Tapachula-7), irradiadas y sin irradiar Jorge C. Guillén Aguilar Liliana López Muñoz Eric F. López Villalobos Dalia N. Soto García Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura Organismo Internacional de Energía Atómica Viena, 2018 Cita requerida: FAO/OIEA. 2018. Manual para diferenciar moscas de Anastrepha ludens (Loew) silvestres y criadas de cepa nor- mal (“bi-sexual”) y cepa sexada genéticamente (Tapachula-7), irradiadas y sin irradiar, by Guillen Aguilar J.C., Lopez Muñoz L., Lopez Villalobos E.F. y Soto Garcia D. N. Viena, 95 pp. Licencia: CC BY-NC-SA 3.0 IGO. Las denominaciones empleadas en este producto informativo y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no implican, por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), juicio alguno sobre la condición jurídica o nivel de desarrollo de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites. La mención de empresas o productos de fabricantes en particular, estén o no patentados, no implica que la FAO los apruebe o recomiende de preferencia a otros de naturaleza similar que no se mencionan. Las opiniones expresadas en este producto informativo son las de su(s) autor(es), y no reflejan necesariamente los puntos de vista o políticas de la FAO. ISBN 978-92-5-130889-9 (FAO) © FAO, 2018 Algunos derechos reservados. Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento- NoComercial-CompartirIgual 3.0 Organizaciones intergubernamentales.; https://creativecommons.org/licenses/ by-nc-sa/3.0/igo/deed.es). De acuerdo con las condiciones de la licencia, se permite copiar, redistribuir y adaptar la obra para fines no comerciales, siempre que se cite correctamente, como se indica a continuación. En ningún uso que se haga de esta obra debe darse a entender que la FAO refrenda una organización, productos o servicios específicos. No está permitido utilizar el logotipo de la FAO. En caso de adaptación, debe concederse a la obra resultante la misma licencia o una licencia equivalente de Creative Commons. Si la obra se traduce, debe añadirse el siguiente descargo de responsabilidad junto a la referencia requerida: “La presente traducción no es obra de Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La FAO no se hace responsable del contenido ni de la exactitud de la traducción. La edición original en inglés será el texto autorizado”. Toda mediación relativa a las controversias que se deriven con respecto a la licencia se llevará a cabo de conformidad con las Reglas de Mediación de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI) en vigor. Materiales de terceros. Si se desea reutilizar material contenido en esta obra que sea propiedad de terceros, por ejemplo, cuadros, gráficos o imágenes, corresponde al usuario determinar si se necesita autorización para tal reutilización y obtener la autorización del titular del derecho de autor. El riesgo de que se deriven reclamaciones de la infracción de los derechos de uso de un elemento que sea propiedad de terceros recae exclusivamente sobre el usuario. Ventas, derechos y licencias. Los productos informativos de la FAO están disponibles en la página web de la Organización (http://www.fao.org/publications/es) y pueden adquirirse dirigiéndose a publications-sales@fao.org. Las solicitudes de uso comercial deben enviarse a través de la siguiente página web: www.fao.org/contact-us/ licence-request. Las consultas sobre derechos y licencias deben remitirse a: copyright@fao.org. Foto portada, crédito: ©FAO/Jorge C. Guillen Aguilar. iii Índice Prefacio v 1. Introducción 1 2. Procedimientos para la colecta, manejo y traslado de moscas adultas de A. ludens, capturadas en trampas húmedas tipo McPhail o similares, al laboratorio de identificación 2 2.1 Colecta de especímenes 2 2.2 Manejo y traslado de las moscas de las trampas al laboratorio 4 3. Determinación de la fertilidad o esterilidad de moscas adultas de A. ludens mediante la observación de la marca fluorescente 6 3.1 Marcaje de moscas con polvo de color fluorescente 6 3.2 Recepción y manejo de moscas en el laboratorio 7 3.3 Extracción de moscas de los frascos y preparativos para su observación 7 3.4 Fijación de especímenes con pegamento a laminillas de cartulina 9 3.5 Observación de moscas con de luz ultravioleta (UV) 9 3.6 Observación de moscas “sin marca” a través de microscopio epifluorescente 10 3.7 Observación de precisión para moscas con marcas deficientes o contaminadas. 12 4. Preparativos de especímenes sin marca, para su estudio citohistológico 14 5. Determinación de la fertilidad o esterilidad de moscas hembras adultas de A. ludens mediante el análisis citohistológico de los ovarios 15 5.1 Sistema reproductor de las hembras 15 5.2 Maduración sexual de las hembras y el efecto de la radiación en los ovarios 17 5.3 Determinación de la fertilidad o esterilidad de las hembras de A. ludens 19 Disección de ovari os 19 Fertilidad o esterilidad de hembras maduras 19 Observación de espermatecas 19 5.4 Maduración de ovarios en hembras silvestres, cepa bisexual y Tapachula 7 sin irradiar comparada con hembras de las cepas bisexuales y Tapachula 7 irradiadas 20 6. Determinación de la fertilidad o esterilidad de moscas machos de A. ludens mediante el análisis citohistológico de los testículos 50 6.1 Sistema reproductor de los machos 50 6.2 Maduración sexual de los machos y efecto de la irradiación en los testículos 51 6.3 Determinación de la fertilidad o esterilidad de los machos 60 6.4 Maduración de testículos en machos silvestres, cepa bisexual y Tapachula 7 sin irradiar comparada con las cepas bisexuales y Tapachula 7 irradiadas 61 7. Literatura relevante 75 Apendice 1: Diagrama de flujo para para determinar fertilidad o esterilidad de las moscas 78 Apendice 2: Formato recepcion de material de trampeo 79 Apendice 3: Formato diario de trampeo 80 Apendice 4: Formato diario de laboratorio de identificación 81 iv Apendice 5: Hojas cuadriculadas de cartulina verde y papel filtro utilizado en el proceso 82 Apendice 6: Materiales y equipos 83 Apéndice 7: Preparación de solucion salina 84 Apéndice 8: Preparación de aceto-orceína 85 v Prefacio Este manual es específico para la mosca mexicana de la fruta (Anastrepha ludens, Loew), plaga clave de los cítricos en su área de endemismo que incluye México y el sur de los EstadosUnidos, así como en algunos países de Centroamérica. En México y los Estados Unidos, a través de programas nacionales de moscas de la fruta que aplican un manejo integrado que incluye la técnica del insecto estéril (TIE), se han logrado establecer y mantener áreas libres de esta plaga, así como áreas de baja prevalencia. Componentes importante de la implementación de la TIE son la inducción de mutaciones letales dominantes para alcanzar la esterilidad en moscas de la fruta que son liberadas, así como su subsecuente identificación. La correcta identificación de la especie, así como la correcta diferenciación entre los individuos estériles liberados y los silvestres, son fundamentales para mantener la condición fitosanitaria en estas áreas. El manual presenta los procedimientos necesarios para diferenciar especímenes de A. ludens silvestres de aquellos criados en laboratorio, irradiados y sin irradiar, tanto de la cepa normal bi-sexual como de la cepa de sexado genético (Tapachula-7). El manual es producto de estudios recientes realizados para medir los efectos de la radiación sobre testículos y ovarios de estas cepas de moscas. Los estudios fueron parcialmente financiados por la División Mixta FAO/OIEA de Aplicaciones Nucleares en Agricultura y Alimentación. Es el primer manual en su tipo para esta especie de mosca de la fruta y presenta procedimientos estandarizados. Por consiguiente, es un documento muy valioso para programas operativos contra A. ludens que aplican el control en áreas amplias utilizando tanto la cepa bisexual como la cepa genética de solo machos. El Programa Nacional Contra Moscas de la Fruta (SAGARPA-SENASICA) en México tuvo un rol esencial al proporcionar fondos para realizar los estudios y autorizar el acceso a la planta de cría y esterilización de la mosca mexicana de la fruta, así como a los laboratorios de identificación ubicados en el Centro Internacional de Capacitación, ambos localizados en Metapa de Domínguez en Chiapas, México. Los Oficiales responsables de esta publicación fueron J. Reyes Flores y J. Hendrichs de la División Mixta FAO/OIEA de Aplicaciones Nucleares en Agricultura y Alimentación. 1 1. Introducción Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y los del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) utilizan la técnica del insecto estéril (TIE) como un componente fundamental en los programas de manejo integrado de plagas en áreas extensas. El uso de la TIE involucra la cría masiva, marcación, esterilización y liberación de millones de insectos estériles. Un aspecto de vital importancia y de constante preocupación para manejar eficientemente los programas que liberan insectos estériles es la diferenciación oportuna y confiable entre las moscas irradiadas y silvestres que son capturadas en las trampas. Los diagnósticos que emiten los laboratorios especializados contribuyen a implementar o modificar las estrategias de detección y control. Para diferenciar entre moscas irradiadas y silvestres es necesario implementar una serie de procedimientos técnicos que inician en la colecta y manejo de los especímenes capturadas en trampas, recepción y manejo en el laboratorio y métodos para detectar en las moscas capturadas la fluorescencia del marcaje con luz UV y microscopio epi-fluorescente. En caso de especímenes que presentan deficiencia o carencia de marca fluorescente se realizan estudios morfológicos, morfométricos e histológicos de ovarios y/o testículos según sea el caso para emitir el diagnostico final. Estos procedimientos ampliamente documentados para Ceratitis capitata (Wiedemann), donde generalmente se utilizan trampas tipo pegajosas para la captura de moscas, (Guillen 1983, Guillén-Aguilar et al. 2016) sin embargo a la fecha se carece de un manual similar para la especie Anastrepha ludens Loew y que son capturadas en trampas húmedas tipo McPhail. El propósito de este manual es presentar los procedimientos paso a paso para realizar el diagnostico de fertilidad o esterilidad con precisión (ver diagrama de flujo, Apéndice 1). Esta guía ilustrada será de gran utilidad para programas donde se utiliza la TIE para el control y/o erradicación de A. ludens en áreas extensas donde se manejan los conceptos de área libre, huertos temporalmente libres y áreas de baja prevalencia. 2 2. Procedimientos para la colecta, manejo y traslado de moscas adultas de A. ludens, capturadas en trampas húmedas tipo McPhail o similares, al laboratorio de identificación Históricamente los cebos de proteínas liquidas se han utilizado para la captura de diversas especies de moscas de la fruta. Este tipo de cebo regularmente se mezcla con bórax con el fin de reducir la velocidad de descomposición de los insectos capturados. Estos cebos capturan ambos sexos de las moscas; aunque un mayor porcentaje de hembras (FAO/IAEA 2005). Existe el inconveniente de que también captura otros insectos del mismo y otros géneros, situación que exige, conocimientos, experiencia y concentración del técnico revisor de trampas al momento de seleccionar los insectos en la colecta. Las trampas húmedas similares a la McPhail reportadas son: la Multilure (MLT), Tephri, trampa International Pheromone McPhail, y la trampa Dome (McPhail) (FAO/IAEA 2005). Todas estas trampas funcionan con el mismo principio básico, como trampas húmedas tipo cubeta cebadas con proteínas liquidas y el conservador junto con un surfactante para mantener homogénea la mezcla y funcionar así como un sistema de retención para los insectos. 2.1 Colecta de especímenes Una vez que la trampa a revisar ha sido retirada de su lugar de instalación, el primer paso consiste en una detallada observación de la trampa, principalmente de la sección donde los insectos son retenidos, con la finalidad de: • Detectar posibles fisuras, perforaciones o defectos en el ensamble o tapón que pudieran ocasionar la pérdida de los insectos atrapados por salida de la mezcla en los subsecuentes pasos de este procedimiento. En caso positivo se deberá solucionar el problema antes de continuar. • Evitar fugas de insectos atrapados que se encuentren en reposo en las paredes internas o volando en el interior de la misma. Para esto se deberán realizar movimientos circulares a la trampa para que las moscas caigan en la mezcla liquida. Se deberá tener cuidado de no derramar la mezcla (Fig. 1). El siguiente paso es abrir la trampa, separando con cuidado la parte inferior de la superior, y cuidadosamente depositar el contenido (mezcla y todos los insectos capturados) sobre un tamiz o colador acoplado a un recipiente donde el componente líquido pasa al contenedor y los insectos sean retenidos en el colador. Es necesario realizar una nueva inspección de las paredes internas de la trampa para retirar especímenes que estén adheridos a éstas (Fig. 2). En seguida el técnico revisor de trampas deberá colocar el colador en un área con suficiente iluminación. Deberá realizar una minuciosa y concentrada inspección del material capturado, el uso de una lupa de campo puede ser de gran ayuda (Fig. 3a–b). El siguiente paso es el más importante: la selección y separación de las moscas del género Anastrepha. Si el técnico revisor está capacitado podrá seleccionar y separar las moscas por especie. Para evitar daños en las moscas deberá usar pinzas entomológicas de puntas suaves. Los especímenes seleccionados se deberán transferir a uno o más frascos entomológicos según cantidad de moscas por género o especies. Los frascos deben estar previamente preparados con aproximadamente dos terceras partes de alcohol etílico al 70%, (se recomiendan frasco de boca ancha, y con tapón de rosca 3 a b c d Figura 1. Colecta de especímenes: (a) Detección de defectos o mal ensamble en la trampa Multilure; (b) Detección de defectos o tapa dañada en trampa McPhail; (c) Centrifugado de la mezcla y contenido en trampa McPhail; (d) Centrifugado de la mezclay contenido en trampa Multilure. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar Figura 2. Colecta de especímenes: (a) Desensamble y revisión de trampa Multilure; (b) y (c) Vertiendo cuidadosamente la mezcla de insectos capturados sobre colador acoplado a recipiente contenedor en trampa Multilure y McPhail respectivamente; (d) Insectos retenidos en fondo del colador. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar a b c d 4 para evitar fugas de líquido y evitar daños a los ejemplares). Los frascos deberán estar debidamente identificados con etiquetas informativas adheridas en áreas visibles. En las etiquetas debe anotarse la información o códigos relacionados con: número consecutivo de trampa, ruta de trampeo, fecha de última revisión, clave del revisor, y demás datos que las necesidades y exigencias del programa requiera (Fig. 3c–d). 2.2 Manejo y traslado de las moscas de las trampas al laboratorio La información contenida en las etiquetas de los frascos deberá registrarse en el formato de reporte diario de trampeo (Apéndice 3), donde se anotan: nombre y número de la ruta, fecha de revisión, número de la trampa, días de exposición de la trampa en el campo, sitio u hospedante, clave de rotación y observaciones. Al final de la jornada de trabajo o ruta concluida el revisor debe firmar dicho documento que será entregado al laboratorio de identificación junto con el material biológico. Cada frasco deberá ser colocado en una caja de madera o plástico provisto de rejillas justas al tamaño del diámetro de los frascos para protección durante el traslado. Los frascos deben ser numerados en la parte superior de la tapa con el número de trampa y deben ordenarse por la numeración en la caja, lo cual facilitará el manejo en el laboratorio. Durante el traslado se deberán evitar golpes o maltratos a la caja para evitar la ruptura de los frascos. Nunca colocar la caja con las tapas boca abajo ya que se corre el riesgo de fugas de líquidos de los frascos con la consecuente deshidratación y deterioro de los ejemplares (Fig. 4). a b c d Figura 3. Colecta de especímenes: a) Selección y separación de moscas del género Anastrepha; b) Revisión con ayuda de lupa de campo; c) Transferencia de moscas seleccionadas a frasco con alcohol al 70%; d) Frasco con etiqueta de la trampa revisada. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar 5 Figura 4. Manejo y traslado de moscas al laboratorio de identificación: (a) Traslado del frasco con especímenes a la caja contenedora de frascos; (b) Registro del reporte diario de trampeo; (c) Ordenado y limpieza de caja contenedora; (d) Traslado de caja con frascos de forma segura al laboratorio de identificación. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar a b c d 6 3. Determinación de la fertilidad o esterilidad de moscas adultas de A. ludens mediante la observación de la marca fluorescente 3.1 Marcaje de moscas con polvo de color fluorescente En las instalaciones de cría masiva y esterilización de moscas de la fruta, se efectúa el procedimiento de marcaje de las pupas antes de la irradiación. Durante este procedimiento, las pupas son impregnadas con un polvo fino de origen vegetal (Day-Glo ®) que tiene características fluorescentes. Las moscas al romper los puparios en la emergencia, con la expansión del saco o membrana ptilinal, que luego al retraerse y cerrar la sutura ptilinal quedan impregnadas estas estructuras con las partículas del polvo fluorescente. Esta es la manera como quedan marcadas las moscas. Las pupas pasan luego por el irradiador para la esterilización de genitales. En los centros d empaque y liberación, las pupas se ponen a emerger y madurar sexualmente para luego ser liberadas. El marcaje interior que quedó en el ptilinum y en las partes externas de la sutura no se pierde, siempre y cuando se haya puesto la dosis adecuada del polvo fluorescente y se haya distribuido uniformemente en el volumen de pupas procesadas. Cuando las moscas estériles son liberadas en una proporción adecuada para competir con las moscas silvestres, no existe una diferenciación visible entre ellas. Las poblaciones de moscas silvestres y estériles son monitoreadas por la captura y recaptura en trampas. Entonces aquí inicia el proceso descrito en el inciso 2.1 y 2.2. Figura 5. Entrega-recepción de contenedor de frascos: (a) Entrega de caja con frascos y reportes diario de trampeo; (b) Verificación del técnico receptor de material; (c) Registro de información en el formato de recepción de trampeo; (d) Retorno de contenedor de frascos que ya fueron revisados. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar a b c d 7 3.2 Recepción y manejo de moscas en el laboratorio Al concluir la revisión de la ruta correspondiente, el técnico revisor de trampas debe dirigirse al laboratorio de identificación para la entrega-recepción del material biológico colectado (caja con frascos) conjuntamente con el reporte diario de trampeo (se sugiere dos copias una para el laboratorio y otra para el área de informática). El técnico del laboratorio responsable de recepción, conjuntamente con el revisor de trampas, debe verificar el número de frascos con captura y sin captura así como los datos del reporte y registrar en formato de recepción del material de trampeo (Apéndice 2) la información correspondiente. Con el fin de agilizar esta parte del proceso se sugiere contar con dos juegos de cajas con frascos por cada ruta así en cada entrega-recepción se podrán intercambiar las cajas. (Fig. 5). Un aspecto importante para tener éxito en el proceso es que los laboratorios cuenten con instalaciones, equipos y mobiliario apropiados y climatizados, donde los técnicos puedan desarrollar un trabajo eficiente, incluyendo las medidas de seguridad e higiene necesarias para las actividades que involucran el uso de productos químicos. Los laboratorios deben tener salas o áreas separadas e iluminadas con suficiente luz. En el Apéndice 5 se proporciona una lista de los materiales y equipos más utilizados. El número y el nivel de habilidad del personal calificado del laboratorio de identificación debe ser el adecuado y acorde a una carga de trabajo adecuada que no cause cansancio y estrés; con lo anterior se reduce las probabilidades de errores en la determinación fértil/estéril. 3.3 Extracción de moscas de los frascos y preparativos para su observación El técnico del laboratorio hará una inspección ocular de los frascos vacíos para corroborar la información y los separará de los frascos con moscas. Siguiendo la numeración de los frascos, el técnico ira vaciando el contenido de cada frasco, retirando y seleccionado las moscas una a la vez con la ayuda de pinzas entomológicas de puntas suaves. Deberá confirmar el género y especie de las moscas capturadas. Figura 6. Extracción de moscas de frascos y preparación para su observación: (a) Selección de frascos con y sin captura de moscas; (b) y (c) Traslado y ordenado de especímenes a caja Petri; (d) Confirmación y separación taxonómica de especies de Anastrepha. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar a b c d 8 Figura 7. Fijación de especímenes con pegamento en laminilla de cartulina: (a) Palillos de madera desechables de doble punta y dispensador de pegamento; (b) Traslado y fijación de los especímenes a la hoja de cartulina cuadriculada; (c) Registro de datos de la trampa y posición cefálica de las moscas hacia arriba y de frente al observador; (d) Destrucción y desecho de palillos utilizados por los dos extremos. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar a b c d Figura 8. Observación de especímenes en posición, con lámpara de luz UV y cono concentrador de luz.: (a) Cartulina cuadriculada con moscas fijadas y ordenadas son trasladadas al cuarto oscuro; (b) Ejemplar a observar colocado en el punto de incidencia de luz del cono concentrador; (c) Estudio de las cabezas de las moscas apoyado con lámpara de luz UV y microscopio estereoscópico; (d) Enfoque del microscopio estereoscopio hacia la zona frontal y área del ptilinum en la cabeza del espécimen seleccionado. © FAO/Jorge C. GuillenAguilar a b c d 9 Para lo anterior el técnico puede depositar el o los especímenes en una caja Petri y observarlos con un microscopio estereoscópico de buena resolución y consultar las claves taxonómicas actualizadas (Guillén-Aguilar 1999, Hernández-Ortiz et al. 2010). Si las necesidades o exigencias del programa lo requieren deberán separarse por especie objetivo y otras especies no blanco, y repetir el proceso y registros de forma separada (por ejemplo A. ludens y A. obliqua, etc.). (Fig. 6). 3.4 Fijación de especímenes con pegamento a laminillas de cartulina Con la certeza de la identificación taxonómica de la especie o especies a trabajar, el siguiente paso es el traspaso y fijación de los especímenes a una hoja cuadriculada de cartoncillo color verde opaco de 25 cm × 16 cm con 6 filas de cuadriculas (12 cuadros por fila) de 2 cm × 2.5 cm (Apéndice 5). Primeramente se deben registrar los datos y códigos de la trampa que vienen en la etiqueta del frasco en el espacio correspondiente al primer recuadro, enseguida usando el extremo de un palillo desechable de madera (pica-dientes) se tomara una pequeña porción de pegamento (del mismo utilizado en trampas pegajosas) y se depositara en la parte central de cada cuadrante de la hoja. Luego cada mosca a la vez será traspasada a la cuadricula empleando un extremo del palillo para una mosca diferente, con la finalidad de evitar contaminación cruzada de marcaje. Cada mosca se coloca y fija de manera completa, con la región cefálica orientada hacia arriba y al frente para facilitar la observación de la región ptilinal. Considerando que previamente el sexo ya fue identificado se registra en la parte inferior del cuadro el símbolo “♀” si corresponde a una mosca hembra, si es macho no se coloca ningún símbolo o el símbolo de ♂. Todo este proceso se repite por cada una de los especímenes de cada frasco en revisión, utilizando un recuadro por cada mosca y un extremo del palillo; una vez utilizados los dos extremos del palillo, éste debe ser destruido para evitar el reúso y contaminaciones cruzadas del colorante (Fig. 7). Siguiendo el orden numérico, al final de cada frasco se registrarán en el siguiente recuadro los datos del nuevo frasco hasta terminar todos los frascos con captura de la ruta de trampeo. 3.5 Observación de moscas con de luz ultravioleta (UV) Las hojas de cartulina con las moscas se deben trasladar a un cuarto oscuro para la observación de la presencia o ausencia de las partículas del polvo fluorescente. Con la ayuda de una lámpara de luz (UV), un modelo comúnmente usado para esta actividad es la lámpara de luz UV modelo BLACK RAY B-100AP (Apéndice 6), la cual tiene un haz y un cono concentrador de luz que mejora el punto incidente en el campo de iluminación. Cada mosca a observar debe colocarse exactamente en este punto. Si hubiera alguna duda del marcaje o para un mejor análisis la observación debe hacerse usando un microscopio estereoscópico junto con la lámpara de luz UV. Una detección exitosa del marcaje dependerá de la calidad del tinte fluorescente, la buena posición del espécimen, la intensidad de la luz UV y de las condiciones de oscuridad del área (Fig. 8). Las alas, patas y otras partes del cuerpo de algunas moscas pueden contaminarse con el colorante de otras moscas marcadas durante su permanencia en el medio líquido de la trampa, por lo que no son aceptados para una adecuada diferenciación; por esto es necesario no tomar en cuenta este factor para evitar errores en el diagnóstico. Por lo anterior es importante que con la ayuda de palillos desechables la cabeza del espécimen se coloque de frente al observador para que pueda distinguirse fácilmente la zona frontal y la sutura ptilinal que tiene forma de U invertida. En una mosca bien marcada deberá observarse la sutura ptilinal con marca fluorescente brillante y consistente más o menos continua y compacta en la base de la U invertida interna o por encima de ella en la zona frontal (Fig. 9). Las moscas con esta marca fluorescente bien definida se determinan como “estériles” y se registra en el formato del reporte de laboratorio (Apéndice 4).Toda mosca que no presente la marca fluorescente de manera clara o tenga indicios de contaminación se debe encerrar en un círculo y se rotula como s/m que significa “sin marca”. Debe evitarse el uso de bolígrafo de tinta roja u otros de tipo fluorescente para evitar confusiones (Fig. 10). 10 Figura 9. (a) Posición adecuada frente al observador para ver la zona frontal y sutura ptilinal; (b) Espécimen bien marcado, sutura ptilinal con marca fluorescente más o menos continua y marca consistente compacta en la base de la U invertida y zona frontal; (c) Mosca con marca deficiente o con sospechas de contaminación abundante, en ojos, antenas y zona frontal; (d) Espécimen con marca deficiente o con sospechas de contaminación moderada, en segmentos antenales y zona frontal. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar a b c d 3.6 Observación de moscas “sin marca” a través de microscopio epifluorescente Las moscas que en el paso anterior fueron circuladas y etiquetadas como “sin marca” deben ahora transferirse a una nueva hoja de cartulina verde que es más angosta (6 cm × 25 cm) que la anterior, con dos filas de 12 cuadriculas de 2.5 cm × 2 cm. Con estas dimensiones se facilita su manejo en el microscopio epifluorescente. La transferencia de los especímenes se realiza con la misma técnica de registro de datos, palillo y pegamento descrito en el anterior capitulo, sin embargo en este paso se debe separar la cabeza del a b Figura 10. Las moscas que no presenta la marca fluorescente de manera clara o se sospeche de contaminación se encierran en un círculo y se rotula con s/m que significa “Sin marca”. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar Sutura ptilinal Zona frontal 11 cuerpo del espécimen y colocarla en el recuadro inferior y el resto del cuerpo se ubica en la cuadricula superior (Fig. 11). En seguida la cabeza debe colocarse en posición de frente al observador para que pueda distinguirse fácilmente la zona frontal y la sutura ptilinal y en seguida es llevada al microscopio epifluorescente para su observación. Como en el capítulo, anterior el enfoque debe dirigirse hacia la sutura ptilinal completa y por adentro y arriba de la curvatura de la U invertida. Con la resolución ahora de diferentes aumentos y la luz concentrada del equipo de epifluorescencia se podrá ahora identificar tanto superficialmente como incluso internamente la presencia mínima o ausencia de partículas del colorante (Fig. 12). Figura 11. (a) Las moscas en la cuadricula con la etiqueta s/m se transfieren a una hoja de cartulina de 6 cm × 25 cm con dos filas de 12 cuadriculas; (b) Además de registrar los datos de la trampa nuevamente se coloca la cabeza del espécimen en recuadro inferior y resto del cuerpo en cuadricula superior. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar a b a b c d Figura 12. (a) Cabezas colocadas en posición frontal, listas para su observación en microscopio epifluorescente; (b) Estudio con diferentes aumentos en la base de la U invertida y zona frontal; (c) Zona frontal con marca clara y compacta; (d) Espécimen con marca deficiente o con sospechas de contaminación escasa, en segmentos antenales y zona frontal. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar 12 3.7 Observación de precisión para moscas con marcas deficientes o contaminadas. La cabeza y resto del cuerpo (tórax y abdomen) del espécimen diagnosticado hasta este momento como “sin marca”, se deben retirar de la porción de cartulina verde, depositarla en un frasco con xilol y agitarse vigorosamente durante un minuto, con el fin de quitar los residuos de pegamento y posibles partículas del colorante adheridas por contaminación con otras moscas marcadas. Para hidratar las partes del cuerpo, se transfieren a un nuevo frasco con solución salina entre 5 y 60 minutos, dependiendo del grado de deshidratación. Durante este proceso el frasco deberá acompañarse conla información de la trampa, ruta, inspector, etc. (Fig.13). Después de la hidratación, la cabeza se retira del xilol para la observación final a través del microscopio epifluorescente utilizando el siguiente procedimiento: (a) En una pequeña pieza (3 cm × 3 cm) de papel filtro (Whatman Nº 3), colocar la cabeza en una pequeña gota de pegamento limpio para facilitar el manejo. La región posterior de la cabeza debe colocarse hacia arriba de tal manera que el orificio occipital se pueda observar con facilidad. (b) Bajo un microscopio estereoscópico sencillo se deberá abrir la cabeza a través del occipucio utilizando unas pinzas de punta extrafina y luego separar las partes de la cabeza para dejar al descubierto el interior de la bolsa ptilinal. (c) Luego la cabeza abierta se lleva a observar de manera detallada por el microscopio epifluorescente. De esta forma se detecta con precisión la presencia o ausencia de partículas mínimas del polvo fluorescente en los pliegues interiores de la bolsa ptilinal (Fig. 14). Si se detectan marcas fluorescentes internamente en los pliegues de la bolsa ptilineal, incluso si se trata de partículas mínimas, se debe diagnosticar como una “mosca estéril”. En caso contrario, se determina como una mosca sin marca y se registra el código s/m nuevamente en la porción de papel filtro (Fig. 15). Figura 13. a) Cabeza y resto del cuerpo sin marca se depositan en frasco con xilol para su limpieza; b) Frasco de xilol con cabeza y cuerpo de espécimen con etiqueta informativa; c) Transferencia de tórax y abdomen del espécimen a frasco con solución salina; d) Frasco con solución salina con etiqueta informativa. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar a b c d 13 a b c d Orificio Occipital Figura 14. (a) Cabeza retirada del frasco con xilol y se transferida a hoja de papel filtro de 3 cm × 3 cm; (b) Región posterior de la cabeza mirando hacia el observador, el orificio occipital se puede observar con facilidad; (c) Bajo microscopio estereoscópico se abre la cabeza a través del occipucio y se expone el interior de la bolsa ptilinal; (d) El papel filtro con la cabeza y el saco ptilineal expuesto se observa de manera detallada en microscopio epifluorescente para detectar la presencia final de marcas fluorescente. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar a b c d Figura 15. (a) Capsula cefálica lavada con xilol, sin aparentes marcas fluorescentes externas; (b) Pliegues internos del saco ptilinal con residuos de marca fluorescente de cabeza enseñada en “a”, se registra como mosca marcada; (c) Otra capsula cefálica lavada con xilol, sin aparentes marcas fluorescentes externas; (d) Pliegues internos del saco ptilinal sin residuos de marca fluorescente de cabeza enseñada en “c”, se registra como mosca sin marca. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar Figura 16. (a) Tira de papel filtro con el diagnostico final de sin marca después de observación de saco ptilinal interno en microscopio epifluorescente; (b) El papel filtro se le hace un dobles, se ponen grapas de seguridad y se añade la etiqueta informativa; (c) El resto del cuerpo del espécimen se recupera del frasco con solución salina y se traslada a un nuevo frasco con alcohol al 70%; (d) Frasco con alcohol y papel filtro doblado y grapado junto con etiqueta informativa se envía a la sección de estudios histológicos para el diagnóstico final. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar 14 4. Preparativos de especímenes sin marca, para su estudio citohistológico El cuerpo de la mosca finalmente diagnosticada como sin marca después de todo este proceso, debe recuperarse del frasco con solución salina, depositarse en un nuevo frasco con alcohol al 70%, y acompañado de su respectiva etiqueta informativa y de la porción de papel filtro (doblada y grapada) con el dato de sin marca como evidencia, deberá enviarse a la sección de estudios citohistológicos donde un técnico experto deberá determinar si las genitales de la mosca tienen o no daños de la irradiación y así finalmente llegar a dictaminar si fue estéril o fértil (Fig. 16). a b c d 15 5. Determinación de la fertilidad o esterilidad de moscas hembras adultas de A. ludens mediante el análisis citohistológico de los ovarios Aunque en la cría masiva de cepas de sexado genético se producen y liberan en un 99.99% machos y en un 0.01% hembras; estas hembras ocasionalmente se recapturan en las trampas. Si se capturan hembras diagnosticadas finalmente sin marca en un área sujeta a liberación, aún podría tratarse de hembras estériles deficientemente marcadas o hembras silvestres ya sea con madurez o sin madurez sexual. 5.1 Sistema reproductor de las hembras La función principal del sistema reproductor femenino en las moscas de la fruta es producir huevos maduros y viables, recibir y almacenar los espermatozoides, fertilizar los huevos y proporcionar los nutrientes necesarios para la incubación, eclosión y desarrollo de las larvas. Existe una considerable confusión en la terminología empleada para la descripción del sistema reproductor femenino. Diferentes términos o terminología incorrecta han sido utilizados para estructuras similares en diferentes tefritidos, principalmente en el género Anastrepha. La terminología aquí empleada para describir de manera general las diferentes estructuras del sistema reproductor en las hembras de Anastrepha ludens se basa en las obras de McAlpine (1981) y Norrbom y Kim (1988) y particularmente para las estructuras internas en los trabajos de Dean (1935), Guillén (1983) y Guillen et al. (2016). El sistema reproductor de una hembra madura de A. ludens se aloja entre los últimos segmentos abdominales y funda del ovipositor y consta de las siguientes estructuras (Figs. 17 y 18). Espermatecas. Estos tres pequeños órganos de formas redondeadas o piriformes de color café marrón (dos hacia un lado con los conductos espermatecales muy unidos pero fácilmente separable con pinzas, y uno hacia el lado contrario), es donde se almacenan los espermatozoides transferidos durante la copula. Las espermatecas tienen un epitelio secretor que posiblemente suministra nutrientes a los espermatozoides que aquí se almacenen. Estos órganos se conectan a los conductos espermatecales que en el otro extremo desembocan en la vagina o bursa copulatrix. Ya que estos conductos están formados por células musculares es probable que por contracciones musculares, los espermatozoides almacenados sean enviados de manera dosificada a la vagina para fertilizar a los huevos maduros que descienden por el oviducto común. Glándulas accesorias. Estructuras de forma redondeada casi esféricas, son traslucidas. Este par de órganos se localizan hacia los lados del oviducto común y por debajo de los ovarios; en su parte basal están conectados a los conductos glandulares que en el otro extremo se conectan a la región dorsal del abultamiento del oviducto común o vagina. Las secreciones que producen son vertidas hacia el interior de las glándulas donde se acumulan y se observan turgentes cuando están en plena actividad. Estas secreciones se depositan en la bursa copulatrix y probablemente se utilizan entre otras funciones, para lubricar a los huevos a medida que descienden a través del oviducto común, para adherirse al sustrato de oviposición o en la formación de paquetes de huevos. Por otro lado proporcionan nutrientes para la viabilidad y movilidad de los espermatozoides que aquí se depositen. Ovarios. En una hembra sexualmente madura, este par de órganos de origen mesodérmico tienen forma ovoidea, color blanco reflectante y alcanzan tallas promedio (hembras silvestres zona Soconusco, Chiapas, México) de 2.24 mm de longitud por 1.015 mm de ancho. Estos se encuentran ocupando 16 Espermatecas Glándulas accesorias Bursa copulatrix /vagina Ovario Oviducto lateral Espermateca Conducto vaginal Ovipositor Germario Figura 17. Sistema reproductivo de una hembra silvestre de Anastrepha ludens (Loew) de 20 días de edad. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar Folículosováricos con ovocitos en desarrollo unidos por células foliculares Germario Filamento terminal Células nutritivas Membrana de la ovariola Ovocito maduro Corion Figura 18. Ovariola de una hembra silvestre de de Anastrepha ludens (Loew) de 20 días de edad. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar 17 la mayor parte de la cavidad abdominal y se mantienen en su lugar mediante la interconexión de los tubos traqueales que se ramifican por la fina membrana transparente que los cubre y que los provee de oxígeno. Cada ovario se compone de varias ovariolas de tipo politrófico y la cantidad de estas varía de acuerdo a la etapa de desarrollo. Los ovarios frecuentemente pueden contener más de un lote de huevos maduros al mismo tiempo. Ovariolas. Estas estructuras son la unidad funcional de los ovarios. Cuando están en plena producción son de forma tubular que se disponen a lo largo de los ovarios. Tienen una fina membrana formada por delgadas células planas que hacen que cada ovariola sea independiente una de otra; en el extremo apical al unirse esta membrana forma el filamento terminal. En la región anterior de las ovariolas se encuentra el germario con las células germinales que mediante la actividad mitótica origina los ovocitos primarios, que entran al vitelario junto con células foliculares asociadas. En cuanto se forman los folículos ováricos, cada folículo se une al que lo precede y al siguiente por una fila de células foliculares. Durante la vitelogénesis se acumula el vitelo en el ovocito en formación y luego ocurre la coriogénesis que es la formación del corion o cubierta externa del huevo. A medida que los folículos maduran, el ovocito basal se alarga y los trofocitos crecen y se sitúan en la parte apical del folículo alcanzando un tamaño mayor cuando el ovocito ocupa casi la mitad del folículo, posteriormente degeneran y las células foliculares sintetizan el corion. Cuando el ovocito completa su crecimiento, la cubierta o tapón folicular se rompe y el ovocito maduro puede seguir su deslizamiento a través de los conductos genitales y la cubierta folicular se reabsorbe. Oviductos laterales. Estos conductos son de origen mesodérmico y tienen un ligero ensanchamiento en la parte más cercana a la unión con el ovario. En el otro extremo estos dos conductos se unen para formar el oviducto común o medio. Oviducto común. Estructura fuertemente musculosa que se forma al unirse los dos oviductos laterales. Fluye a lo largo hasta ensancharse más adelante en su región posterior creando una especie de saco conocido como bursa copulatrix llamado también receptáculo ventral y que corresponde propiamente a la vagina en los hembras, ya que es aquí donde recibe el aparato copulador del macho. En la parte dorsal de esta estructura desembocan los conductos espermatecales y glandulares. Después de este abultamiento el oviducto común continúa con el nombre de conducto vaginal que al final desemboca en el ovipositor. Ovipositor. Este órgano es la parte más posterior del aparato reproductor femenino. En su interior desemboca el conducto vaginal (oviducto). Es una estructura rígida tubular muy esclerotizada que termina en punta muy fina, que le permite perforar la cascara de la fruta antes de la oviposición. Algunos autores nombran esta estructura rígida como “aculeus”. Vagina. Ensanchamiento de la región dorsal del oviducto común, también conocido para algunos autores como bursa copulatrix; en su porción dorsal desembocan los conductos glandulares y espermatecales. 5.2 Maduración sexual de las hembras y el efecto de la radiación en los ovarios Cuando las hembras de las moscas de la fruta nacen o emergen, son sexualmente inmaduras. En el proceso de maduración de los ovarios, intervienen múltiples factores, entre ellos la temperatura, fotoperiodo, tipo de dieta, señales químicas y disponibilidad de machos. Es conocido que las hembras de los tefritidos, para mantener una alta fertilidad, deben tener la disponibilidad para ingerir suficiente agua y nutrientes esenciales para el desarrollo ovárico y huevos, tales como carbohidratos, aminoácidos, vitamina B y sales. Las cepas criadas masivamente en laboratorios usualmente presentan periodos más cortos para llegar a la madurez sexual en comparación con las moscas silvestres, ya que entre otros aspectos, estas tienen folículos previtelogénicos desde la emergencia. Existen trabajos documentados sobre la variación en el periodo de la madurez ovárica en especies del género Anastrepha: en A. ludens reportan alrededor de 18 9 días de edad, en A. serpentina la maduración de los ovarios se llevó a cabo en un periodo de 14 días después de la emergencia; en algunos morfotipos de A. fraterculus se reporta una plena madurez sexual alrededor de 8 días de edad. Bajo condiciones normales la maduración sexual en hembras silvestres y cepas bisexual y Tapachula-7 (T-7) sin irradiar de A. ludens implica un notable crecimiento en la longitud y ancho de los ovarios así como en el número de ovocitos maduros, mientras que en las hembras irradiadas de las cepas bisexual y T-7 muestran una atrofia severa de los ovarios. Estas variaciones morfológicas, morfométricas e histológicas son la base de este manual para establecer las diferencias entre los ovarios de moscas silvestres y hembras criadas masivamente (bisexual y T-7) no irradiadas versus ovarios de hembras irradiadas. Las moscas son irradiadas en estado de pupa a menos de dos días antes de su emergencia como adultos, pero debido a que la ovogénesis se inicia después de la emergencia de los adultos, los ovarios presentan un mínimo desarrollo en todos los grupos y no muestran diferencias en los primeros días (0–3) de desarrollo de las hembras. Por consiguiente, aún no es posible establecer diferencias morfológicas, morfométricas e histológicas entre los ovarios de las cepas silvestres, bisexuales, y T-7 sin irradiar e irradiadas. Cuando se inicia el crecimiento del ovario, en los días 3–4 para las cepas bisexual y T-7 no irradiadas, y en los días 5–6 para las hembras silvestres, las diferencias entre los diferentes grupos empiezan a ser detectables (mediante el estudio de ovarios teñidos con aceto-orceina). El desarrollo ovárico en las hembras irradiadas es inhibido; en su lugar se observa desintegración celular que deja espacios vacíos y en los montajes se observan estructuras atrofiadas y poco teñidas. La presencia de ovocitos maduros en la mayoría de los ovariolas de los ovarios de las hembras no irradiadas (cepa bisexual y T-7) después de 6 días de desarrollo, y después de 9 días en los ovarios de las hembras silvestres, indica que las hembras ya son sexualmente maduras; en tanto que en hembras irradiadas de las mismas cepas los ovarios siguen sin desarrollo y en consecuencia con total ausencia de ovocitos maduros. Una guía práctica para la diferenciación rápida entre hembras silvestres, hembras no irradiadas de cepas bisexual y T-7 y hembras de las mismas cepas pero irradiadas es la siguiente: 1. Las hembras silvestres de 0–8 días de edad muestran características de ser sexualmente inmaduras. 2. Hembras no irradiadas de las cepas bisexual y T-7 de 0–5 días de edad muestran características de ser sexualmente inmaduras. 3. Hembras irradiadas de las cepas bisexual y T-7 de 0–5 días de edad muestran características de ser sexualmente inmaduras, por lo tanto no pueden ser diferenciadas de las hembras no irradiadas tanto silvestres como hembras de las cepas bisexual y T-7. 4 Hembras silvestres presentan características de madurez sexual entre los días 9–46. 5. Hembras no irradiadas de las cepas bisexual y T-7 presentan características de madurez sexual entre los días 6–46 de edad. 6 Hembras irradiadas de las cepas bisexual y T-7 no presentan características de madurez sexual, pero en su lugar en los montajes se puede observar destrucción celular que deja espacios vacíos, poca tinción y sin la presencia de folículos ováricos bien definidos. 7. Hembras silvestrespresentan plena madurez sexual entre los 11–25 días de edad. 8. Hembras no irradiadas de las cepas bisexual y T-7 presentan características de plena madurez sexual entre los 9–28 días de edad. 9. Hembras irradiadas de las cepas bisexual y T-7 presentan características contundentes del daño por la irradiación a partir de los días 5–6 de edad. Sin embargo, para una descripción más detallada del daño que la irradiación causa a los ovarios, para ser utilizada en el diagnóstico de esterilidad o fertilidad de las hembras capturadas en las trampas se recomienda revisar con detenimiento la Sección 5.4. 19 5.3 Determinación de la fertilidad o esterilidad de las hembras de A. ludens Disección de ovari os El abdomen de la hembra se coloca en un frasco con solución salina (Sección 4.). El abdomen se extrae de la solución salina y es colocado sobre un portaobjetos de microscopía en posición dorsal de modo que la punta del ovipositor apunte hacia el observador. Con el apoyo de un microscopio estereoscópico utilizando magnificaciones de 10X a 30X y una pinza entomológica de punta extrafina No. 5, se separan cuidadosamente los segmentos abdominales dorsales y ventrales. Una vez que el interior del abdomen es expuesto, el sistema reproductor de las hembras es disectado con mucha delicadeza para evitar rupturas de las diferentes estructuras que lo forman (ovarios, espermatecas, glándulas accesorias etc.). La disección debe realizarse con el abdomen sumergido en agua destilada para evitar deshidratación de las estructuras. Con el fin de concentrarse en la observación de los ovarios y espermatecas, los tejidos restantes que no son de interés para el estudio deben retirarse con cuidado. Fertilidad o esterilidad de hembras maduras Cuando una hembra es madura (9 días o más de edad en las silvestres), resulta fácil determinar si es fértil o estéril mediante el estudio de sus ovarios. Cuando los ovarios están en una fase avanzada de madurez, son bastante voluminosos y ocupan la mayor parte del centro de la región abdominal de la mosca. Ovarios con uno o más ovocitos maduros son fértiles; por lo tanto las hembras con ovocitos maduros deben determinarse como fértiles (Fig. 17). Cuando los ovarios son inmaduros o están atrofiados por la irradiación, se pueden localizar en la región central abdominal en los extremos de cada oviducto lateral. Si se observan estructuras pequeñas en desarrollo, con apariencia de ovarios destruidos sin presencia de ovariolas, estas estructuras deben ser detalladamente estudiadas bajo microscopio compuesto para determinar su condición de estéril o fértil. Por lo tanto estas estructuras que son ovarios rudimentarios se transfieren a otro portaobjetos de microscopia, se tiñen con una gota de aceto-orceina (Apéndice 7) se deja que este colorante actúe durante 2–3 minutos y posteriormente se coloca el cubreobjetos de microscopia. Si se desea un montaje permanente, entonces los ovarios disectados y estructuras adyacentes deben ser transferidos a un portaobjetos excavado y cubrirlos de un medio de montaje (bálsamo de Canadá, líquido de Hoyer o Entellan) y colocar el cubreobjetos. Si el equipo de microscopía tiene una cámara digital instalada es recomendable tomar microfotografías a diferentes aumentos de las estructuras con el fin de tener un registro electrónico de fácil manejo y duradero del montaje. Ovarios que presentan una clara atrofia severa, con espacios celulares vacíos por células débilmente teñidas y destruidas por la irradiación sin formación de ovariolas son estériles; por lo tanto las hembras con ovarios con este tipo de daño, deben determinarse como estériles (Fig. 30c–i, 33a–i). En este último caso, si hay dudas acerca de la madurez de los ovarios, un elemento adicional es la observación de las espermatecas con el fin de determinar si la hembra se apareo o no con éxito. Observación de espermatecas Estas se localizan debajo de los ovarios y muy cerca de las glándulas accesorias. Las tres espermatecas deben ser separadas del montaje original y colocarse de inmediato en otro portaobjetos plano de microscopia y cubrirlos con una gota de agua destilada. La disección debe realizarse con mucho cuidado para evitar la ruptura y deshidratación de estos pequeños órganos. Una vez que las espermatecas están en la posición deseada y ya libres de agua y otros tejidos, se debe agregar una gota de aceto-orceina, colocar el cubreobjetos y enseguida se debe presionar firmemente por encima del cubreobjetos y sobre las estructuras para romper las espermatecas exponiendo así su contenido al efecto del colorante durante 3–4 minutos antes de observarlo al microscopio compuesto. 20 La observación bajo el microscopio compuesto debe realizarse bajo magnificaciones entre 45× y 100×. Si existe presencia de espermatozoides en el interior de las espermatecas estos se observaran muy cerca de la zona de ruptura de los órganos como aspecto filiforme y enredado tal como se aprecia en la base de los testículos de machos maduros. En caso contrario únicamente se observará fluido glandular o células epiteliales sin presencia de espermatozoides (Fig. 39a–c). La presencia de esperma en la espermatecas es una clara confirmación que se trata de una hembra madura que se apareo. Fertilidad o esterilidad de hembras inmaduras Tal como se describe en la Sección 5.2, no es posible establecer diferencias citohistológicas entre hembras silvestres e irradiadas (cepas bisexual y T-7) de 0–5 días de edad, por lo que la diferenciación clara de hembras inmaduras estériles de hembras inmaduras fértiles no es posible. Aunque en el caso de la cepa T-7 existe el riesgo de capturar hembras estériles inmaduras liberadas en el campo, es muy poco probable que tal evento ocurra ya que: • El porcentaje de hembras estériles cepa T-7 liberadas en el campo junto con los machos es menor al 0.1%. En consecuencia, el número de hembras estériles presentes en el campo que pudieran ser recapturadas es también muy baja. • El porcentaje de hembras estériles recapturadas por la red de trampeo es aún menor en trampas cebadas con atrayente alimenticio en vista de que las hembras estériles han sido alimentadas durante su maduración. • En los centros de empaque y liberación, las moscas estériles son alimentadas con dietas de azúcar y proteína en una proporción de 24:1 agregando además metopreno como tratamiento hormonal para acelerar la maduración sexual, ésta ya ha iniciado cuando las moscas se liberan al sexto día de edad y por lo tanto responden menos a trampas con atrayentes alimenticios. • Las moscas estériles son marcadas antes de su liberación, y la eficiencia del marcaje está por arriba del 99%, por lo tanto, el número de moscas sin marcar liberadas es muy bajo. La determinación de la esterilidad o la fertilidad de las hembras inmaduras se pueden diagnosticar siguiendo los pasos descritos en la Sección 5.3, pero si aún quedan dudas, la determinación final de la condición de estéril o fértil de las hembras capturadas se puede realizar teniendo como base los criterios técnicos detallados que se describen en la Sección 5.4. 5.4 Maduración de ovarios en hembras silvestres, cepa bisexual y Tapachula 7 sin irradiar comparada con hembras de las cepas bisexuales y Tapachula 7 irradiadas Día 0 (Emergencia) (Figs. 19a, 22a , 23, 24 y Cuadros 1, 2). En los grupos de hembras irradiadas y no irradiadas incluyendo las silvestres, al momento de la emergencia los ovarios presentan formas redondeadas ligeramente más largos que anchos con abundantes ramificaciones traqueales que se adhieren a la cubierta ovárica, la cual aunque es muy delgada y frágil ya está definida. En la parte apical de los ovarios se puede observar la incipiente formación de los germarios de lo que más adelante serán las ovariolas. Después de los germarios se pueden observar los primeros folículos ováricos en formación y que en los ovarios teñidos con aceto-orceina se observan en todos los grupos de formas alargadasy con escasa tinción. El color blanco semitransparente se puede observar en todos los grupos, en tanto que las tallas promedio de los ovarios oscilan entre 0.410 a 0.498 mm de largo por 0.258 a 0.310 mm de ancho sin diferencias significativas entre los grupos. Considerando que tanto las características histológicas como las morfométricas antes señaladas son similares no es posible establecer diferencias consistentes entre los grupos. Día 1 (Figs. 19b, 20a–c, 22b, 23, 24 y Cuadros 1, 2). En la mayoría de los grupos se tiene un ligero aumento en las tallas llegando en promedio a tener 0.482 mm de largo por 0.283 mm de ancho sin diferencias 21 significativas entre los grupos. Los ovarios siguen presentando la forma redondeada ligeramente alargada hacia el ápice con la presencia de numerosos tubos traqueales los cuales sirven para aportar oxígeno a los órganos en formación. Debido al pequeño tamaño de los ovarios los oviductos laterales tienen un largo cuello con una longitud de entre 5–6 mm. En los montajes de ovarios que fueron teñidos Tt Ov Cv Esp Ol a Tt Ov Cv Esp Ol b Tt Ov Cv Esp Ol c Tt Ov Cv Esp Ol Ga d Tt Ov Cv Esp Ol Ga e Tt Ov Cv Esp Ol Ga f Tt Ov Cv Esp Ol Ga g Tt Ov Cv Esp Ol Ga h Tt Ov Cv Ol i Figura 19. Maduración de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres comparados con ovarios irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiadas a diferentes edades: (a) Bisexual sin irradiar 0 días; (b) Silvestre 1 días; (c) T-7 irradiada 2 días; (d) T-7 sin irradiar 3 días; (e) Silvestre;4 días; (f) Bisexual irradiada 5 días; (g) T-7 sin irradiar 6 días; (h) Silvestre 6 días; (i) Bisexual irradiada 6 días: Cv — Conducto vaginal, Esp — Espermatecas, Ga — Glándula accesoria, Ov — Ovario, Ovl — Oviducto lateral, Tt — Tubo traqueal. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar 22 Tt Ol Ge Fb Fo a Tt Ol Ge Fb Fo b Tt Ol Ge Fo c Tt Ol Ge Fb Fo g Tt Ol Ge Fb Fo h Ge Fb Fo i Tt Ol Ge Fb Fo e Tt Ol Ge Fo d Ta Tt Ol Ge Fb Fo f Figura 20. Maduración de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres comparados con ovarios irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiadas a diferentes edades (ovarios teñidos): (a) Bisexual sin irradiar 1 día; (b) Silvestre 1 día; (c) T-7 irradiada 1 día; (d) T-7 sin irradiar 2 días; (e) Silvestre 2 días; (f) Bisexual irradiada 2 días; (g) Bisexual sin irradiar 3 días; (h) Silvestre 3 días; (i) T-7 irradiada 3 días: Fb — Folículo basal, Fo — Folículo ovárico, Ge — Germario, Ol — Oviducto lateral, Ta — Tejido adiposo, Tt — Tubo traqueal. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar 23 Figura 21. Maduración de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres comparados con ovarios irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiadas a diferentes edades (ovarios teñidos): (a) T-7 sin irradiar 4 días; (b) Silvestre 4 días; (c) Bisexual irradiada 4 días; (d) Bisexual sin irradiar 5 días; (e) Silvestre 5 días; (f) T-7 irradiada 5 días; (g) T-7 sin irradiar 6 días; (h) Silvestre 6 días; (i) Bisexual irradiada 6 días: Fb — Folículo basal, Fo — Folículo ovárico, Ge — Germario, Ol — Oviducto lateral, Om — Ovicito maduro, Ta — Tejido adiposo, Tt — Tubo traqueal. © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar 24 a b c d e f ih g j k l Figura 22. Características morfométricas y morfológicas de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres comparados con los ovarios de hembras irradiadas de las cepas T-7 y bisexual irradiados a diferentes edades: (a) Bisexual sin irradiar 0 días; (b) Silvestre 1 día; (c) T-7 irradiada 2 días; (d) T-7 sin irradiar 3 días; (e) Silvestre 4 días; (f) Bisexual irradiada 5 días; (g) Bisexual sin irradiar 6 días; (h) Silvestre 6 días; (i) T-7 irradiada 6 días; (j) T-7 sin irradiar 7 días; (k) silvestre 7 días, (l) Bisexual irradiada 7 días: (Cada cuadricula representa una escala de milímetro cuadrado dividido en 10 unidades). © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar con aceto-orceina se siguen observando en la parte apical los germarios que originan la formación de folículos ováricos debido al inicio de la vitelogénesis, estos últimos de forma alargada. Ambas estructuras celulares se tiñen débilmente, ocasionalmente pueden ser visibles los folículos basales pero aún de formas alargadas y ubicadas en el tercio inferior del ovario. El color blanco semitransparente sigue estando presente y como en el periodo anterior aún no es posible separar los grupos, ya que las características señaladas están presentes de forma similar en todos los grupos de ovarios. 25 0.000 0.500 1.000 1.500 2.000 2.500 3.000 3.500 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 28 34 40 46 Lo ng itu d (m m ) Edad (días) Cepa bisexual irradiada Cepa bisexual sin irradiar Cepa tapachula 7 irradiada Cepa tapachula 7 sin irradiar Silvestre 0.000 0.500 1.000 1.500 2.000 2.500 0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22 24 28 34 40 46 An ch o (m m ) Cepa bisexual irradiada Cepa bisexual sin irradiar Cepa tapachula 7 irradiada Cepa tapachula 7 sin irradiar Silvestre Edad (días) Figura 23. Longitud de ovarios de Anastrepha ludens (Loew) en cepas bisexual, T-7 sin irradiar y silvestres comparados con cepas bisexual y T-7 irradiadadas desde la emergencia (edad 0) hasta 46 días de edad. Las barras verticales representan el error estándar. En cada edad n=10 hembras por día (promedio de ambos ovarios). © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar Figura 24. Ancho de ovarios de Anastrepha ludens (Loew) en cepas bisexual, T-7 sin irradiar y silvestres comparados con cepas bisexual y T-7 irradiadadas desde la emergencia (edad 0) hasta 46 días de edad. Las barras verticales representan el error estándar. En cada edad n = 10 hembras por día (promedio de ambos ovarios). © FAO/Jorge C. Guillen Aguilar 26 Cuadro. 1. Efecto de la radiación gamma de cobalto 60 a 80 Gy, sobre la morfología y fisiología de de los organos reproductores de Anastrepha ludens (Loew) en cepas bisexual, T-7 sin irradiar y silvestres comparados con cepas bisexual y T-7 irradiadadas (Media ± DE ). Longitud de ovarios en los diferentes grupos en mm. En cada grupo N = 10 hembras por día (promedio de ambos ovarios). Niveles no conectados por la misma letra son significativamente diferentes (Prueba One Way ANOVA, < 0.05). 0 0.410 ± 0.059 b 0.445 ± 0.052 ab 0.473 ± 0.086 ab 0.472 ± 0.030 ab 0.498 ± 0.074 a 1 0.490 ± 0.058 a 0.498 ± 0.067 a 0.503 ± 0.084 a 0.481 ± 0.044 a 0.438 ± 0.054 a 2 0.530 ± 0.046 a 0.533 ± 0.077 a 0.558 ± 0.084 a 0.521 ± 0.039 a 0.500 ± 0.049 a 3 0.565 ± 0.078 a 0.583 ± 0.054 a 0.580 ± 0.084 a 0.590 ± 0.070 a 0.470 ± 0.046 b 4 0.615 ± 0.140 ab 0.700 ± 0.125 a 0.611 ± 0.050 ab 0.600 ± 0.063 ab 0.500 ± 0.062 b 5 0.710 ± 0.054 c 0.963 ± 0.187 ab 0.580 ± 0.063 c 1.065 ± 0.218 a 0.755 ± 0.243 bc 6 0.788 ± 0.089 b 1.635 ± 0.386 a 0.695 ± 0.079 b 1.460 ± 0.279 a 0.885 ± 0.143 b 7 0.775 ± 0.171 c 2.230 ± 0.315 a 0.710 ± 0.111 c 1.845 ± 0.175 b 0.910 ± 0.326 c 8 0.775 ± 0.096 b 2.410 ± 0.185 a 0.726 ± 0.065 b 2.430 ± 0.182 a 0.850 ± 0.133 b 9 0.800 ± 0.081 c 2.400 ± 0.332 a 0.833 ± 0.097 c 2.380 ± 0.212 a 1.443 ± 0.452 b 10 0.910 ± 0.153 c 2.460 ± 0.153 a 0.915 ± 0.116 c 2.565 ± 0.249 a 1.323 ± 0.515 b 11 0.825 ± 0.150 c 2.425 ± 0.210 a 0.903 ± 0.084 c 2.505 ± 0.245 a 2.123 ± 0.267 b 12 0.903 ± 0.143 c 2.330 ± 0.179 a 0.940 ± 0.091 c 2.638 ± 0.259 a 1.940 ± 0.418 b 13 0.943 ± 0.105 c 2.620 ± 0.131 a 0.940 ± 0.139 c 2.590 ± 0.285 a 2.150± 0.163 b 14 1.005 ± 0.051 c 2.355 ± 0.469 ab 0.970 ± 0.138 c 2.500 ± 0.184 a 2.085 ± 0.307 b 15 0.975 ± 0.081 c 2.400 ± 0.240 ab 0.940 ± 0.119 c 2.535 ± 0.267 a 2.255 ± 0.225 b 16 0.990 ± 0.120 b 2.475 ± 0.267 a 1.003 ± 0.079 b 2.535 ± 0.172 a 2.180 ± 0.223 b 17 0.995 ± 0.061 c 2.485 ± 0.415 a 0.973 ± 0.084 c 2.780 ± 0.349 a 2.240 ± 0.219 b 18 0.998 ± 0.110 c 2.460 ± 0.280 ab 1.000 ± 0.088 c 2.600 ± 0.292 a 2.255 ± 0.127 b 19 0.980 ± 0.098 c 2.450 ± 0.177 a 0.988 ± 0.096 c 2.500 ± 0.209 a 2.240 ± 0.116 b 20 0.980 ± 0.173 b 2.430 ± 0.129 a 0.993 ± 0.083 b 2.485 ± 0.262 a 2.263 ± 0.184 a 21 0.985 ± 0.155 c 2.433 ± 0.209 ab 1.032 ± 0.097 c 2.535 ± 0.063 a 2.253 ± 0.215 b 22 0.980 ± 0.105 c 2.445 ± 0.237 ab 1.002 ± 0.061 c 2.625 ± 0.162 a 2.310 ± 0.224 b 23 0.998 ± 0.058 c 2.515 ± 0.230 a 1.088 ± 0.109 c 2.280 ± 0.236 b 2.280 ± 0.155 b 24 1.038 ± 0.119 c 2.580 ± 0.298 a 1.030 ± 0.104 c 2.474 ± 0.110 a 2.175 ± 0.162 b 25 1.040 ± 0.077 c 2.520 ± 0.195 a 1.017 ± 0.096 c 2.500 ± 0.228 a 2.245 ± 0.133 b 28 1.133 ± 0.167 c 2.578 ± 0.247 a 1.168 ± 0.153 c 2.420 ± 0.145 ab 2.280 ± 0.272 b 31 1.145 ± 0.126 b 2.495 ± 0.167 a 1.083 ± 0.123 b 2.350 ± 0.244 a 2.365 ± 0.188 a 34 1.095 ± 0.149 c 2.435 ± 0.166 a 1.029 ± 0.075 c 2.445 ± 0.174 a 2.155 ± 0.199 b 37 1.075 ± 0.131 c 2.650 ± 0.262 a 1.015 ± 0.140 c 2.450 ± 0.223 a 2.170 ± 0.144 b 40 1.090 ± 0.116 c 2.655 ± 0.152 a 0.970 ± 0.097 c 2.465 ± 0.251 ab 2.300 ± 0.286 b 43 1.033 ± 0.127 c 2.615 ± 0.335 a 1.005 ± 0.102 c 2.680 ± 0.199 a 2.050 ± 0.163 b 46 1.135 ± 0.121 c 2.545 ± 0.299 ab 0.990 ± 0.116 c 2.700 ± 0.405 a 2.210 ± 0.228 b Longitud de ovarios (mm) Edad (días) Cepa bisexual irradiada Cepa bisexual sin irradiadr Cepa tapachula 7 irradiada Cepa tapachula 7 sin irradiar Silvestres 27 Cuadro. 2. Efecto de la radiación gamma de cobalto 60 a 80 Gy, sobre la morfología y fisiología de de los organos reproductores de Anastrepha ludens (Loew) en cepas bisexual, T-7 sin irradiar y silvestres comparados con cepas bisexual y T-7 irradiadadas (Media ± DE ). Ancho de ovarios en los diferentes grupos en mm. En cada grupo N= 10 hembras por día (promedio de ambos ovarios). Ancho de ovarios (mm) Edad (días) Cepa bisexual irradiada Cepa bisexual sin irradiadr Cepa tapachula 7 irradiada Cepa tapachula 7 sin irradiar Silvestres 0 0.258 ± 0.034 a 0.300 ± 0.050 a 0.268 ± 0.045 a 0.310 ± 0.042 a 0.285 ± 0.037 a 1 0.243 ± 0.049 b 0.306 ± 0.049 a 0.283 ± 0.042 ab 0.294 ± 0.035 ab 0.293 ± 0.032 ab 2 0.295 ± 0.015 ab 0.350 ± 0.045 a 0.265 ± 0.054 b 0.298 ± 0.053 ab 0.333 ± 0.039 a 3 0.350 ± 0.045 ab 0.353 ± 0.039 a 0.295 ± 0.015 c 0.300 ± 0.055 bc 0.343 ± 0.025 ab 4 0.290 ± 0.086 c 0.428 ± 0.062 a 0.293 ± 0.032 c 0.395 ± 0.027 ab 0.330 ± 0.051 bc 5 0.285 ± 0.023 c 0.460 ± 0.056 b 0.288 ± 0.028 c 0.553 ± 0.075 a 0.355 ± 0.082 c 6 0.308 ± 0.032 b 0.705 ± 0.202 a 0.265 ± 0.037 b 0.648 ± 0.172 a 0.405 ± 0.061 b 7 0.320 ± 0.040 c 1.385 ± 0.542 a 0.295 ± 0.033 c 1.005 ± 0.186 b 0.440 ± 0.122 c 8 0.275 ± 0.034 b 1.485 ± 0.391 a 0.308 ± 0.039 b 1.320 ± 0.205 a 0.445 ± 0.065 b 9 0.285 ± 0.030 c 1.325 ± 0.219 a 0.318 ± 0.042 c 1.343 ± 0.169 a 0.830 ± 0.346 b 10 0.308 ± 0.054 c 1.460 ± 0.251 a 0.325 ± 0.052 c 1.385 ± 0.118 a 0.863 ± 0.226 b 11 0.275 ± 0.051 c 1.348 ± 0.208 a 0.313 ± 0.028 c 1.355 ± 0.099 a 0.963 ± 0.188 b 12 0.335 ± 0.067 c 1.485 ± 0.364 a 0.330 ± 0.051 c 1.394 ± 0.183 a 0.955 ± 0.233 b 13 0.340 ± 0.055 c 1.250 ± 0.126 a 0.350 ± 0.034 c 1.270 ± 0.095 a 1.005 ± 0.137 b 14 0.305 ± 0.061 c 1.310 ± 0.251 a 0.350 ± 0.037 c 1.240 ± 0.126 a 1.000 ± 0.194 b 15 0.338 ± 0.063 c 1.235 ± 0.207 a 0.380 ± 0.033 c 1.345 ± 0.289 a 1.010 ± 0.077 b 16 0.305 ± 0.056 c 1.270 ± 0.289 a 0.378 ± 0.053 c 1.285 ± 0.289 a 0.970 ± 0.090 b 17 0.420 ± 0.064 d 1.280 ± 0.295 b 0.355 ± 0.084 d 1.585 ± 0.194 a 1.015 ± 0.114 c 18 0.395 ± 0.056 b 1.175 ± 0.182 a 0.370 ± 0.065 b 1.230 ± 0.182 a 1.038 ± 0.200 a 19 0.360 ± 0.084 c 1.008 ± 0.108 b 0.378 ± 0.059 c 1.285 ± 0.223 a 0.983 ± 0.095 b 20 0.338 ± 0.066 c 1.120 ± 0.154 b 0.396 ± 0.041 c 1.325 ± 0.136 a 1.095 ± 0.133 b 21 0.280 ± 0.105 c 1.090 ± 0.179 b 0.430 ± 0.064 c 1.375 ± 0.133 a 1.013 ± 0.159 b 22 0.435 ± 0.095 c 1.291 ± 0.187 a 0.389 ± 0.068 c 1.260 ± 0.094 a 1.015 ± 0.132 b 23 0.318 ± 0.045 d 1.395 ± 0.172 a 0.340 ± 0.037 d 1.233 ± 0.157 b 1.005 ± 0.091 c 24 0.400 ± 0.074 c 1.433 ± 0.328 a 0.399 ± 0.089 c 1.163 ± 0.172 b 0.985 ± 0.078 b 25 0.433 ± 0.101 c 1.298 ± 0.096 a 0.343 ± 0.077 c 1.165 ± 0.081 ab 1.020 ± 0.208 b 28 0.390 ± 0.054 c 1.280 ± 0.250 a 0.463 ± 0.098 c 1.134 ± 0.132 ab 0.985 ± 0.150 b 31 0.455 ± 0.091 c 1.155 ± 0.139 ab 0.390 ± 0.041 c 1.210 ± 0.155 a 1.018 ± 0.108 b 34 0.435 ± 0.074 c 1.235 ± 0.303 a 0.374 ± 0.056 c 1.030 ± 0.087 b 0.975 ± 0.072 b 37 0.363 ± 0.064 c 1.250 ± 0.158 a 0.408 ± 0.064 c 0.975 ± 0.190 b 0.935 ± 0.092 b 40 0.418 ± 0.057 c 1.225 ± 0.157 a 0.395 ± 0.050 c 0.965 ± 0.186 b 1.010 ± 0.206 b 43 0.418 ± 0.078 c 1.245 ± 0.253 a 0.370 ± 0.032 c 1.180 ± 0.228 a 0.845 ± 0.076 b 46 0.408 ± 0.059 c 1.225 ± 0.068 a 0.388 ± 0.112 c 1.105 ± 0.229 a 0.835 ± 0.074 b Niveles no conectados por la misma letra son significativamente diferentes (Prueba One Way ANOVA, < 0.05). 28 Día 2 (Figs. 19c, 20d–f, 22c, 23, 24 y Cuadros 1, 2).Todos los grupos aumentan de tallas que en promedio llegan a fluctuar entre 0.500 a 0.558 mm de largo por 0.265 a 0.350 mm de ancho, y aunque los ovarios de las moscas silvestres están en el rango menor sobre todo en longitud las diferencias no son importantes entre los grupos, para establecer diferencias entre ellos. En cuanto a las características morfológicas e histológicas que se observan en los montajes con ovarios teñidos siguen siendo similares al periodo anterior, por lo que no es posible aún establecer solidas diferencias entre los grupos. Día 3 (Figs. 19d, 20g–i, 22d, 23, 24 y Cuadros 1,2). Las tallas de los diferentes grupos siguen en aumento, llegando a alcanzar un promedio máximo de 0.590 mm de largo por 0.300 mm de ancho en los ovarios de la cepa T-7 sin irradiar, seguidos de 0.583 mm × 0.353 mm en la cepa bisexual sin irradiar, de 0.580 mm × 0.295 mm en la cepa T-7 irradiada, de 0.565 mm × 0.350 mm en la cepa bisexual irradiada. Lo anterior representa una pequeña diferencia morfométrica entre los ovarios irradiados y los no irradiados a favor de estos últimos, en tanto en el grupo de ovarios silvestres se atrasan ligeramente en su desarrollo con 0.470 mm × 0.343 mm. En todos los casos la coloración de los ovarios al momento de la disección sigue siendo blanquecino pero menos transparente que en los días anteriores y con abundantes tubos traqueales dispuestos superficialmente sobre estos órganos vestigiales. Considerando las características anteriores aún no existen elementos suficientes para separar los grupos. Sin embargo cuando a estas edades se realiza la tinción y montaje de esos ovarios se puede ya observar en los ovarios de las cepas bisexualy T-7 sin irradiar como las ovariolas empiezan a definirse y se puede ya identificar la zona de germarios con mayor claridad y enseguida los folículos ováricos en formación de manera más nítidas y en cantidades de hasta cuatro folículos de formas redondeadas con el folículo basal ligeramente más grande. En cuanto al ovario silvestre aún no se definen claramente las ovariolas y el tubo en las ovariolas contiene folículos ováricos aún muy alargados, delgados y poco teñidos, características que comparten también con los ovarios del grupo de hembras irradiadas, situación por lo que estos dos últimos grupos no pueden ser diferenciados de manera consistente. Día 4 (Figs. 19e, 21a–c, 22e, 23, 24 y Cuadros 1, 2). El crecimiento de ovarios continúa, llegando a dimensiones (longitud por ancho) promedio de 0.700 mm × 0.428 mm y 0.600 mm × 0.395 mm en las cepas bisexual sin irradiar y T-7 sin irradiar respectivamente, en tanto que los grupos de estas mismas cepas pero irradiadas empiezan a detener su crecimiento alcanzando 0.615 mm × 0.290 mm y 0.611 mm × 0.293 mm respectivamente; por su lado los ovarios de las hembras silvestres únicamente alcanzan dimensiones de 0.500 mm × 0.330 mm debido a su lento crecimiento. Estas diferencias morfométricas hacen que la apariencia de los ovarios en los especímenes irradiados ahora sea más alargada que en días anteriores, en tanto que en los no irradiados las formas son redondeadas, incluyendo a los especímenes silvestres. Las tonalidades blanquecinas dejan de ser menos transparentes en todos los casos. Sin embargo a pesar de estas pequeñas diferencias morfométricas y morfológicas no son suficientes para separar los ovarios que fueron irradiados de los no irradiados, incluyendo a los silvestres. Entonces el siguiente paso es recurrir al análisis de los ovarios teñidos con aceto-orceina y montados en cubreobjetos. Al analizar estos montajes con el microscopio compuesto con una magnificación de 20 y 40×, podemos observar como en los ovarios de los especímenes sin irradiar (T-7 y bisexual), los germarios originan los folículos ováricos los cuales están en formación y creciendo a lo largo de las ovariolas con hasta cuatro folículos y hacia la parte basal se van formando los folículos apicales que son ligeramente más grandes y empiezan a tomar formas ovoides. Estas características son muy similares a las que en esta edad se pueden ya encontrar en lo ovarios de moscas silvestres, donde la ovogénesis avanza de manera más lenta y los folículos son de menor tamaño y con tinciones más pálidas. Sin embargo si comparamos los ovarios anteriores (cepas T-7 y bisexual sin irradiar, y silvestres) con el montaje de ovarios irradiados (cepas T-7 y bisexual) en estos últimos el efecto de la irradiación 29 empieza a ser notorio ya que no se forman ovariolas y únicamente se pueden identificar conductos muy delgados y alargados a lo largo del ovario que intenta iniciar la ovogénesis sin éxito. Sobre la fina membrana ovárica que cubre este órgano se pueden encontrar numerosos tubos traqueales y a esta edad se puede encontrar tejido adiposo adherido también a esta membrana. Considerando entonces las características histológicas anteriores y mediante el análisis minucioso de los montajes, ya es posible separar ovarios de moscas irradiadas de las no irradiadas y las silvestres. Día 5 (Figs. 19f, 21d–f, 22f, 23, 24 y Cuadros 1, 2). Al llegar a esta edad las características morfológicas son similares al periodo anterior, no así morfométricamente ya que los ovarios de las cepas T-7 y bisexual sin irradiar alcanzan tallas promedio de 1.065 mm × 0.553 mm y de 0.963 mm × 0.460 mm respectivamente; las silvestres con un desarrollo más lento llegan a tener 0.755 mm × 0.355 mm. En tanto que los ovarios de las cepas T-7 y bisexual irradiados tienen tallas promedio menores de 0.580 mm × 0.288 mm y 0.710 mm × 0.285 mm respectivamente; estas últimas por sus tallas se pueden aún confundir con las silvestres. Debido a lo anterior, para separar los ovarios de moscas irradiadas de las no irradiadas a esta edad fisiológica, es necesario centrar el estudio en el montaje de estas estructuras. Las características histológicas que se pueden observar en los ovarios teñidos con aceto-orceina son similares a las descritas en el anterior periodo para todos los grupos, aunque en esta etapa los folículos ováricos en formación de las hembras no irradiados y las silvestres son ligeramente de mayor tamaño y se observan con mayor nitidez, facilitando así su diferenciación con los ovarios irradiados a esta edad, los cuales presentan características histológicas similares a los de 4 días de edad. Día 6 (Figs. 19g–i, 21g–i, 22g–i, 23, 24, 29 y Cuadros 1, 2, 3). Los ovarios de las cepas bisexual y T-7 sin irradiar y de las silvestre inician a partir de esta etapa de desarrollo un acelerado crecimiento, llevando la delantera las cepas criadas en laboratorio con tallas de 1.635 mm × 0.705 mm y de 1.460 mm × 0.648 mm respectivamente, seguidas de la silvestre que miden ya 0.885 mm × 0.405 mm; estas diferencias morfométricas se deben a que en los ovarios de las cepas bisexual y T-7 sin irradiar la ovogénesis continua y aparecen ya los primeros ovocitos maduros que se localizan en la parte basal de los ovarios cerca de la desembocadura del oviducto lateral. Los ovocitos maduros van adquiriendo forma curvada ensanchados en la parte media y delgada en los extremos, con el corion ya formado y con la superficie color blanco reflectante, que es la típica forma que adquieren antes de ser ovipositados. Al momento de la disección de los ovarios en estas cepas es posible encontrar ya una carga de huevos maduros promedio de 1.25 en ambas cepas. Los ovarios de la cepa silvestre mantienen aún un retraso en su desarrollo comparado con las cepas de laboratorio de aproximadamente de 2–3 días, por lo que aún no es posible encontrar ovocitos maduros. Sin embargo por su tamaño y características histológicas es posible separar estos ovarios de los del grupo de ovarios irradiados; estos últimos presentan tallas de 0.788 mm × 0.308 mm y de 0.695 mm × 0.265 mm para las cepas bisexual y T-7 irradiadas respectivamente. El análisis histológico de los montajes a estas edades nos aporta más elementos para discriminar entre los ovarios de moscas irradiadas de los otros grupos no irradiados. En los irradiados aparte de las tallas menores encontramos que la diferenciación celular se ha detenido y el efecto de la irradiación causa que no se formen ovariolas y se observan a lo largo del ovario conductos muy delgados con algunos pequeños folículos ováricos que se tiñen débilmente y que intentan continuar con la ovogénesis sin lograrlo. Sobre la superficie de la fina membrana que cubre el ovario se pueden encontrar restos de tubos traqueales y ocasionalmente tejido adiposo. Por su lado en el montaje de los ovarios silvestres los folículos ováricos se marcan bien con la aceto-orceina y los folículos basales son más grandes y se empiezan alargar, estableciendo una clara diferencia con el montaje de los irradiados. Día 7 (Figs. 25a–c, 26a–c, 22j–l, 23, 24, 29 y Cuadros 1, 2, 3). Los ovarios de las cepas bisexual y T-7 sin irradiar, llegan en esta etapa de desarrollo a tener tallas promedio de 2.230 mm × 1.385 mm y de 1.845 mm × 1.005 mm respectivamente, órganos muy voluminosos que han aumentado por más de 30 Figura 25. Maduración de ovarios en hembras de Anastrepha ludens de cepas T-7, bisexual sin irradiar y silvestres comparados con ovarios irradiados de las cepas T-7 y bisexual irradiadas a diferentes edades: (a) T-7 sin irradiar 7 días; (b) silvestre 7 días; (c) bisexual irradiada 7 días; (d) bisexual sin irradiar 8 días; (e) silvestre 8 días; (f) T-7 irradiada 8 días; (g) T-7 sin irradiar 9 días; (h) silvestre 9 días; (i) bisexual irradiada 9 días: Cv — Conducto vaginal, Esp — Espermatecas, Fo — Folículo ovárico, Ga — Glándula accesoria, Ge — Germario, Ov — Ovario, Ovl — Oviducto
Compartir