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UNA VISION DESDE EL COMPORTAMIENTO ATALA

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UNIVERSIDAD DEL ATLANTICO
FACULTAD CIENCIAS DE LA EDUCACION
LICENCIATURA EN EDUCACION INFANTIL
ASIGNATURA:
DIDACTICA DE LA LECTOESCRITURA 	
DOCENTE:
ATALA OCHOA 
ESTUDIANTE:
ROSA ISELA PAEZ CARRETERO
VIII SEMESTRE
GRUPO 43
SUAN ATLÁNTICO
COMO LA EDUCACION INFANTIL INFLUYE EN EL COMPORTAMIENTO DEL LECTOR
Leer es una de las actividades más importantes que podemos realizar, ya que no solo nos permite adquirir conocimientos y desarrollar nuestra cultura general, sino que también ejercita nuestro cerebro y nos ayuda a mejorar nuestra capacidad cognitiva en general.
La lectura es una actividad que involucra diferentes áreas de nuestro cerebro, como la corteza visual, que nos permite procesar la información visual que nos llega a través de las palabras, la corteza auditiva, que nos permite procesar las palabras a nivel fonológico, y la corteza prefrontal, que nos permite percatarnos de los aspectos emocionales que están implícitos en el texto.
Además, leer implica la capacidad de concentrarse y prestar atención, lo que aumenta nuestra capacidad de enfocar la atención en un solo tema, y tener un mayor control cognitivo. De esta manera, leer se convierte en un tipo de ejercicio mental que beneficia a nuestro cerebro y mejora nuestra memoria y capacidad de retener información a largo plazo.
Por todo lo que he escrito anteriormente, es importante destacar que la lectura es una actividad que se puede disfrutar, y que nos permite tener una gran variedad de experiencias y emociones. ya que nos permite desconectar del mundo que nos rodea y centrarnos en nuestra propia mente y pensamientos, lo que puede hacer que nos sintamos más tranquilos y relajados.
leer es un proceso intelectual complejo que requiere de diferentes habilidades cognitivas, como la comprensión, la memoria, la concentración y la capacidad de análisis y síntesis de la información. Por eso, es importante animarse a leer cada día más y mejorar nuestra capacidad de procesamiento cognitivo. De esta manera, podemos disfrutar de una vida más plena y saludable, y estar siempre preparados para enfrentar los desafíos que nos presenta la vida.
Hay diversas actividades que pueden poner en funcionamiento al lector y activar su comportamiento lingüístico, sin embargo, una de las más efectivas y enriquecedoras es la lectura crítica.
La lectura crítica implica analizar, evaluar y cuestionar el contenido de un texto, lo que promueve una actitud reflexiva y crítica en el lector. Para llevar a cabo esta actividad, se requiere de una serie de comportamientos lingüísticos como la habilidad para identificar tópicos y argumentos, la capacidad para evaluar la veracidad de las afirmaciones y la habilidad para identificar errores lógicos y argumentales.
Asimismo, la lectura crítica pone en funcionamiento el comportamiento del lector, ya que este se ve obligado a prestar atención a detalles importantes y a analizar la información de forma cuidadosa y detallada. Por ejemplo, el lector debe ser capaz de identificar las fuentes de información y evaluar su credibilidad, significado y relevancia para el texto. Además, debe ser capaz de relacionar la información presentada con su experiencia y conocimiento previo para poder formular hipótesis y establecer conclusiones.
El comportamiento del lector se forma en gran medida durante la educación infantil. Es en esta etapa que los niños descubren el placer de leer y aprenden a valorar la lectura como una actividad importante. Cuando los niños comienzan a leer, descubren un mundo totalmente nuevo lleno de aventuras, historias e información. Si se les enseña a amar la lectura en esta etapa, es probable que la sigan haciendo durante toda su vida.
También les enseñamos a los niños habilidades importantes como la atención y la concentración. Estas habilidades son importantes para la lectura, ya que un lector necesita estar atento para comprender el significado de un texto. Los niños que aprenden a concentrarse y mantener su atención mientras leen tienen más probabilidades de entender lo que leen y retener esa información.
Para concluir, la educación infantil es una etapa crítica en la formación del comportamiento del lector en base a la lectoescritura. Es en esta etapa que los niños aprenden habilidades importantes como la conciencia fonética, la atención, la concentración y la autoconfianza. Es vital para la formación del amor por la lectura. Si les enseñamos a amar la lectura en esta etapa, es probable que la sigan haciendo durante toda su vida. Por lo tanto, como educadores debemos prestar atención a la importancia de la educación infantil y su impacto en el comportamiento del lector.

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