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Definición de Conflicto

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Definición de Conflicto 
 
1. El conflicto es un desacuerdo serio sobre un tema o una situación que involucra a 
dos o más partes en posiciones antagónicas, de modo de desencadenar una 
discusión entre ellos en un intento de hacer prevalecer la respectiva opinión. En 
algunos casos, el conflicto se decide en los tribunales de la justicia. Ejemplos: A) ‘Los 
conflictos entre padres e hijos se deben a diferencias en la crianza’. B) ‘Los grupos a 
favor y en contra del armamento se enfrentaron durante la reunión’. C) ‘El juez 
dictaminó que la bonificación de la negociación creó un conflicto de intereses y se 
canceló el trato’. 
2. Enfrentamiento físico o armado -guerra- que involucra a grupos o países que no 
han podido llegar a un consenso sobre un tema. Ejemplo: ‘El conflicto entre Israel y 
Palestina acumula décadas’. 
3. Psicología. Estado emocional marcado por la oposición constante entre deseos 
simultáneos, lo que puede provocar un sentimiento de preocupación, tristeza o 
dolor, por la dificultad de tomar una decisión. 
Conflicto 
En el lenguaje corriente, entendemos por conflicto una situación en la cual existen, 
al menos, dos posiciones diferentes o antagónicas, que entran en disputa entre sí por 
un objetivo dado. El conflicto ocurre como consecuencia de un desacuerdo en cuanto 
a los medios, fines, o ambos, que son perseguidos por los actores que participan de 
dicha situación. 
Se trata de un término que, al interior de las ciencias sociales, ha motivado amplios 
debates, en torno al modo en que las sociedades se articulan a partir del conflicto. 
Otros usos específicos del término tienen lugar en el ámbito del derecho donde, por 
ejemplo, se utiliza la noción de conflicto de intereses para hacer referencia a la 
confrontación entre el interés público y los intereses privados de un funcionario 
estatal, la cual podría interferir sobre el correcto desempeño de su función pública. 
 
Conflicto social 
El conflicto es una dimensión de la vida de las personas, que hace al modo de 
relación propio de los grupos sociales. Usualmente, el conflicto es interpretado como 
un hecho negativo que debe ser eliminado en cuanto emerge, puesto que es asociado 
a una forma de violencia. 
No obstante, ciertas corrientes de pensamiento han propuesto lecturas del conflicto 
en cuanto motor inherente al desarrollo de las sociedades, en virtud de la propia 
pluralidad de intereses y modos de vida de sus miembros. En este sentido, no se 
trataría ya de evitar los conflictos, sino de encausarlos, o bien, de mantenerse en 
ellos. 
 
El conflicto social en la teoría de Karl Marx 
Desde el punto de vista del filósofo alemán Karl Marx (1818-1883), considerado uno 
de los padres de la sociología moderna, el conflicto social constituye la manifestación 
de la estructura dialéctica de la historia, por la cual las sociedades se desarrollan a 
partir de la contradicción entre las fuerzas materiales de producción y las relaciones 
de producción. Marx comprende al conflicto en términos de una lucha de clases, en 
la cual consiste la lógica interna de las sociedades divididas en clases, como 
resultado de la existencia intereses contrapuestos entre grupos sociales organizados. 
Los hombres, para poder producir sus medios de subsistencia, requieren de la acción 
recíproca sobre otros hombres, es decir, no sólo actúan sobre la naturaleza, sino que 
se asocian unos a otros para actuar en común. De acuerdo con el modo en que ellos 
se vinculan, se ordena la producción, dando lugar a relaciones de producción y 
relaciones sociales. La estructura clasista de dominación parte de las relaciones 
sociales que los hombres establecen en la producción, al introducirse una división 
diferenciada del trabajo. Marx comprende la historia, no como un proceso lineal, 
sino como el resultado del desarrollo de la lucha de clases, que se inicia tras la 
disolución de las comunidades primitivas, con la aparición de las primeras clases 
sociales incipientes. Así, el conflicto es central en la configuración de las sociedades, 
porque es el resultado del modo en que se estructura su economía. 
 
El conflicto desde la perspectiva de Simmel 
El sociólogo y filósofo alemán Geog Simmel (1858-1918) entiende a las relaciones 
sociales como una forma de acción orientada recíprocamente, es decir, toda forma 
de sociabilidad supone un influjo mutuo entre individuos que comparten un mundo 
particular. En este marco, el conflicto o la lucha constituye un tipo de forma de 
socialización, en la cual diferentes individuos, con intereses concretos, interactúan 
entre sí. Luego, el conflicto social aparece como una forma de socialización posible 
y, a su vez, ésta implica efectos en la estructura del grupo en el cual se desencadena, 
o bien, en la estructura de cada una de las partes en pugna. 
Así, existe una dimensión paradójica del conflicto, en la medida en que implica una 
unidad —ya que ésta es su condición de posibilidad— y, al mismo tiempo, actúa en 
contra de la unidad. Es por ello que resulta ambivalente en tanto forma de 
socialización puesto que, por un lado, hace referencia a una acción recíproca, que se 
da al interior de una unidad y, por el otro lado, hace referencia a una forma de 
disociación, confrontación o ruptura de dicha unidad. 
Finalmente, devela una unidad ulterior, que resulta de la lucha, incluso cuando 
aquella sea consecuencia de la eliminación de una de las dos partes en disputa. Así, 
desde el punto de vista sociológico, el conflicto opera, en última instancia, como una 
fuerza integradora. Para Simmel, el conflicto, al tener efectos sobre el modo en que 
se estructuran los grupos, es constitutivo de ellos, en la medida en que sirve a la 
definición de su identidad y de sus límites. La aparición de un conflicto repercute 
sobre los grupos manifestando una función cohesiva, ya sea incrementando la 
unidad de las partes en pugna o la cohesión social del conjunto.

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