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Unidad II Teórico. 2° parte (2/3) SINDICARO RICARDO. La política mirada desde arriba. Las ideas del diario La Nación 1909-1989. Comprar un diario es adquirir una matriz de decodificación de los hechos soc q organiza el conoci// sobre una realidad q al mismo tiempo construye. Mediante ella al lector se le ofrecen formas de ver el mundo soc. En este texto se analizan los editoriales publicados por el diario La Nación e// 1909 y 1989. en 1909, la 3ra generación peiodistica de los Mitre decidió distanciar el matutino de las luchas partidarias y convertirlo en expresión y educador de la clase dirigente de la epoca, colocándolo x encima de sus fracciona//s. en 1989 se cerro una etapa en el desarrollo político argentino y eso repercutió en el pensa// político del diario. La Nación publico editoriales te temas variados, pero gran parte fue dedicado a temas políticos, y en esas dimensiones se centra este texto. Estos editoriales conforman un verdadero tramado de pensa// político. La estructura del genero editorial tiene particularidades q la distinguen de otras formas escritas de ejercer tareas ideológicas. En 1939, el matutino fundado por Mitre definía a su público: los ocupantes de las “alturas” de la sociedad. El diario buscaba recordar a los distintos gobiernos el contenido de la constitución diciendo lo q se debía y lo que no se debía hacer, y lo hacia en nombre de la defensa del orden soc. El énfasis fue puesto en aquellos casos q afectaban los intereses de los principales sectores propietarios. Pero la coincidencia e/ deter puntos de vista de deter sectores soc y los del diario no permite caracterizar a LN como instrumento ideológico de dichos sectores. LN desarrollo un pensa// político en el q se reflejaron sus propios intereses y las posiciones q ocupaba en ese ámbito. La Nación 1870-1909: un puesto de combate. “Tribuna de doctrina”, así se definía LN en su 1er editorial de 1870. este 1er editorial aspiraba a situar su mirada por encima de los enfrenta//s. Si lo lograba, no seria identificado como 1 actor político o un interés soc especifico; podría hablar x la soc. la aspiración de construir un lugar político pero no partidista conformaba e entramado conceptual de ese editorial. La Nación tenía e// sus objetivos construir la opinión publica. Actuar como mediador entre la sociedad y el Estado. E/ el momento de su fundación y 1901, el diario sufrió 5 clausuras x distintos gobiernos. LN se alineo e// quienes reclamaban la limitación de la influencia de la Iglesia Católica. Según el diario, la religión formaba parte del dominio privado y no cabía de ningún modo extender su acción a cuestiones de orden público. Su posición sobre la secularización de la vida pública le creo adversarios. Pocos meses antes de q Mitre fundara LN había comenzado a aparecer La Prensa. Durante décadas ambos diarios compartieron la franja de la llamada la “prensa seria”. Actuaron juntos en algunos momentos y se enfrentaron en otros. Al retirarse el general Mitre de la acción política a principios de este siglo, una parte de sus seguidores organizo, bajo el liderazgo de su hijo Emilio, el Partido Republicano. En esa epoca Emilio Mitre dirigía LN, q así seguía asociado a un partido y a un presidenciable. Su sucesor en la dirección del diario fue Luis Mitre. Con este nuevo director llegaba en 1909 la decisión de alejar al diario de la identificación directa con un partido político, para relacionarse mejor con el conj de la clase dirigente. Aspiraban a forjar un pto de vista colocado x encima de los conflictos partidarios. El pensa// del diario no deberia estar mas al servicio de un candidato, sino de una visión de la soc. LN ya no seria un órgano de partido; se empeñaría en convertirse en “tribuna de doctrina” de la clase dirigente argentina. La propuestas de modernización política y soc en la epoca del Centenario. Las transformaciones del régimen político. El año 1909 fue imp para el país y para LN. Se discutía la designación del candidato presidencial Roque Sáenz Peña q debía suceder a Alcorta. Roque S. Peña fue percibido por Alcorta y la elite conservadora, como el hombre adecuado para dirigir el proceso de transformación política. De no existir R S Peña tal vez hubiera sido Udaondo el favorito de la opinión publica. La referencia a la candidaura presidencial de Udaondo, sostenida por sectores republicanos pertenecientes al partido q había tenido como jefe al recién fallecido Emilio mitre, permite establecer el nexo e// lo q sucedia en el país en 1909 y el lugar q ocupaba el diario en la escena política. LN se hallaba todavía estrecha// vinculado a muchos de los políticos q se unificaron detrás de la postulación presidencial de Udaondo y recuperaron, en esa coyuntura electoral, la histórica denominación de Unión Cívica, el partido q había liderado, e/ otros Bartolomé Mitre y Leandro Alem. Ese intento de org un polo político para oponerse a la candidatura oficialista de R S Peña se mostró rapida// destinada a la derrota. LN mantuvo en todo momento su oposición a Alcorta. Las criticas no solo se dirigían al mandatario sino q se extendían al modo con q la elite política conservadora encaraba el manejo del Est y mantenía su control por medios ilegítimos. Según el diario, el periodo de gob de Alcorta q concluía se había caracterizado por un despilfarro administrativo. Criticaba lo q denominaba la “empleomanía” estatal, causante, a su juicio, de un excesivo gasto publico. LN reclamaba nuevas leyes electorales q garantizaran el libre ejercicio de los derechos de la ciudadania propios de los regimenes democraticos. Esta orientación del diario coincidía con la de Alcorta y con su sucesor R S Peña. Es decir q el enfrenta// en torno a cuestiones de candidaturas y el apoyo dado por el diario a Udaondo no significaban disconformidad con los proyectos de democratización política impulsados Alcorta y R S Peña. Esas opciones favorables a la reforma del régimen político, no eran compartidas por el conj de la clase dirigente ni por los políticos conservadores. En 1910, R S Peña accede a la presidencia y LN se dirigió a él recordándole su promesa de crear un ordena// legal q diera garantías las preferencias electorales de la ciudadanía. Los conflictos sociales. En la 1ra dec del siglo los conflictos surgidos en el mundo del trabajo suscitaban 2 tipos distintos de reflexiones en los sectores políticos e intelectuales de la clase dirigente arg. Una perspectiva tendia a ver esos conflictos como un aspecto normal e inevitable del proceso de modernización de la soc y de la economía. Los asalariados y los empresarios, según este pto de vista, tenían intereses divergentes y, en consecuencia, surgían tensiones y enfrenta//s. La posición contraria consistía en analizar los conflictos como el resultado de una acción premeditada de extranjeros de ideologías extremistas, q agitaban y arrastraban a sectores obreros. Desde este enfoque los conflictos soc eran ilegítimos y tenían q ser reprimidos x el Est. En sus análisis referidos a la “cuestión social” LN enfatizaba la nec de hallar soluciones negociadas , evitando confundir las divegencias e/ obreros y empleados con los hechos de violencia protagonizados por grupos de ideología extremista. El conflicto soc era el resultado, según el diario, de naturales e inevitables disputas desintereses e/ “el capital y el trabajo”. Por otra pare si bien veía imprescindible sancionar a quienes cometían atentados terroristas, la represión debía evitar toda extralimitación, ya q el sistema constitucional no podía negarse a ningún individuo. Las preocupaciones de LN sobre la problemática soc en la epoca del Centenario no se limitaban a requerir rtas escuadradas en la Constitución para sancionar a los partidarios de la “acción directa”; además proponía una modalidad mas moderna y semejante a la de los países mas desarrolladospara encarar los conflictos del mundo obrero. Desde esta perspectiva, elogio las iniciativas del presidente R S Peña, tendientes a mejorar el clima soc. La decisión del gob de R S Peña de impulsar las actividades del Departamento Nac de Trabajo fue apoyada por el diario, q veía en dicha institución un buen medio p/ resolver los conflictos laborales y crear mejores situaciones materiales y cult p/ los sectores obreros. La Arg debía tomar el ejem de las nac más avanzadas en las formas de encarar los problemas soc. Tbn cuando los conflictos soc tenían por escenario el ámbito rural LN buscaba explicarlos y, a la vez, sugeria iniciativas a los gob y a las partes para hallar solución a sus diferendos. Tal como razonaba sobre las tensiones soc en el medio obrero, el diario diferenciaba a los conflictos rurales surgidos de “protestas justificadas” de aquellos fomentados x “agitadores políticos”. Atribuía esas funciones “agitativas” a la recién constituida Federación Agraria Arg. La Nación y el Estado. La posición de LN con respecto a la presencia del Est en la actividad económica se ajustaba, a comienzos de la dec del 10, a las ideas de la escuela liberal, q el diario solía denominar “teoría científica de la economía”. Desde los editoriales se criticaba la intervención del Est en la economía. Su rol era respetar y hacer respetar la libertad de mercado. Criticaba dura// al Est cuando no controlaba con rigor a las empresas privadas concesionarias de servicios públicos. LN se colocaba en portavoz de los interés del conj de la población y exigía al Est q castigara a las empresas q obtenían mayores ganancias gracias al monopolio q ejercían. A estas empresas las llamaba “trusts”. El proteccionismo aparecía, en 1910, como un problema de carácter internacional q limitaba las posibilidades de la Arg de colocar su producción agraria en los merc mundiales. LN decía q las medidas proteccionistas no podían mantenerse, y subrayaba la imp de la apertura de nuevos mercados (no solo tener de cliente a Gran Bretaña) LN planteo la urgente nec de mayor control estatal sobre los trusts frigoríficos de capital norteamericanos instalados en el país. Como estrategia defensiva, proponía q el Est facilitara la exportación de ganado en pie, para evitar así la intermediación de los frigoríficos y permitir a los ganaderos obtener mayores ingresos. En la relación de los productores agrarios con el Est, LN frecuente// defendió a los 1ros, contra el exceso de impuestos. El Radicalismo. Las 1ras elecciones en las q se aplico la Ley Sáenz Peña suscitaron muchos elogios de LN, q afirmaba q cuando había garantías de respeto a la voluntad de los ciudadanos, estos no desertaban de las contiendas cívicas, como sucedía en épocas en q imperaban el fraude y la coacción. Pero lo q LN considero un triunfo de la democracia, era visto como una amenaza por los conservadores q veían peligrar los privilegios q les otorgaba su permanente control del poder. Aun cuando el diario manifestó su aprobación por algunas iniciativas de los diputados radicales, al evaluar sus tareas en términos globales las estimo insuficientes y x debajo de las expectativas depositadas en ellos. Los representantes del radicalismo no habían sido capaces, decía, de plantear ideas y proyectos para contribuir a la construcción del régimen democrático y la renovación de la cultura política. Es decir q una vez q cumplió con la demanda del sufragio, se quedo sin propuestas. El Partido Socialista. Posiblemente, uno de los aspectos mas interesantes del pensa// político de LN, en la epoca en q se democratizó el régimen electoral, hayan sido sus reflexiones frente a los avances del Partido Socialista. LN mostraba en sus editoriales una posición abierta frente a este partido. Según entendía, el socialismo debía ser considerado como expresión del progreso de la vida política del país. En las 1ras elecciones realizadas en la Cap Fed según disposiciones de la Ley Sáenz Peña, el socialismo logró incorporar 2 de sus candidatos a la Cámara de Diputados (a Justo y Palacios). Ante este avance del Part Soc, LN expresó su beneplácito, xq consideraba conveniente q accedieran al parlamento los representantes del “pensa// de las clases trabajadoras”. En 1913 la Cap Fed fue convocada a elecciones para designar un senador. Nueva// el socialismo obtuvo la mayoría de los sufragios. LN buscó apaciguar las inquietudes suscitadas en los sectores adversos a las ideas de izquierda. Según el diario, era necesario no alarmarse x los avances electorales del socialismo. Decía q la elección no significaba q la Cap fuera socialista y menos el país. Para el diario, el socialismo había recibido el apoyo de electores independientes y conservadores q no querían votar por la UCR, pero decía q esto no volvería a repetirse. Para probar q los sufragios de los socialistas provenían de sectores poco compatibles con las ideas de izquierda, observaba q hasta las parroquias mas aristocráticas lo habían votado. Refiriéndose a lo q sucedía en los países mas avanzados, afirmo q la aparición del socialismo marcaba un estado del progreso evolutivo argentino. Pero esta actitud no suponía simpatía hacia dicho partido. El diario se declaraba contrario alas propuestas socialistas pero sostenía, sin embargo, q no veía mal q esas propuestas llegaran al Poder Legislativo. Los conservadores. El sist político con participación restringida, anterior a 1912, suponía la existencia de fuertes enfrenta//s e/ fracciones conservadoras, fundados en la competencia por el acceso a posiciones de gobierno. En las elecciones de 1914 LN había expresado su simpatía por los candidatos del partido Unión Cívica, q disputaban con el radicalismo y el socialismo las bancas de legisladores por la Cap Fed. Pero esto no implicaba q el diario aceptase ser considerado su portavoz. LN fue claro al negar toda asociación con cualquier fuerza partidista. Al aproximarse las elecciones presidenciales, surgió la propuesta de unificar las fuerzas conservadoras en torno al denominado Partido Progresista. En las elecciones presidenciales de 1916, el diario busco preservar su imagen de independencia pero sin ocultar su simpatía por determinadas corrientes del conservadurismo. Así el intento de formar, como fuerza unificadora, el Part demócrata Progresista, recibió el beneplácito de LN, sugiriéndoles cuales debían ser sus próximos pasos. Critico a los legisladores conservadores q se resistían a apoyar una formula presidencial unificada. A pesar de los esfuerzos de unificación las fuerzas conservadoras se mantuvieron divididas. La Nación: 1909-1916. En el periodo analizado, el pensa// político de LN revelo un alto grado de optimismo con respecto a las posibilidades de resolver de una manera democrática y moderna los diferentes problemas q enfrentaba la soc Arg. El diario coincidía con su visión de lo político y de lo soc con las orientaciones de los sectores mas progresistas de la clase dirigente. En tanto productor y difusor de las ideas sobre la “cuestión social”, el diario se colocaba en posiciones sensible// mas avanzadas q los sectores empresarios. Coincidía, en cambio, con los políticos e intelectuales mas abiertos a las concepciones consensuales y modernas re regulación del conflicto soc, y discrepaba con ellos cuando frente a alteraciones del orden publico optaban por adoptar medidas extremada// represivas violando, según su óptica, los principios constitucionales. LN no tenía una posición lineal y simple en el análisis de los partidos políticos de 1912. Con los conservadores compartía sus línea//s doctrinarios mas generales, pero desconfiaba de muchos de sus dirigentes. Criticaba, por otro lado, a la UCR por carecer de proyectos para la modernización política y para la construcción de un régimen democrático. Con respecto al Partido Socialista, celebrara el creci//de su influencia electoral a la vez como un costo y como un triunfo del progreso y rechazaba la mayoría de los puntos de su programa, pero sin negarle el derecho a competir libre// por las preferencias de la ciudadanía. Un partido q introducía en el Congreso las demandas obreras era bien percibido por los sectores mas progresistas de la clase dirigente, familiarizados con los desarrollos políticos de los países mas modernos. En los márgenes del sist solo quedaban los propagandistas de la acción directa, q debían ser excluidos y perseguidos, según el diario, por sus practicas violentas. Todos lo aspectos del pensa// político de LN llevaban a confiar en el progreso de la institucionalización democrática. El diario concebía la relación e/ el Est y la soc en términos de la teoría liberal. El Est como garante del interés general. LN buscaba destruir los trusts y monopolios capaces de perjudicar a la soc.
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