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CUADERNOS DE TEOLOGÍA Vol. X, Nº 1, junio 2018 | 165-168 HTTP://DX.DOI.ORG/10.22199/S07198175.2018.0001.00009 LA TIERRA ESTÁ EN NUESTRAS MANOS. LEONARDO BOFF. MÉXICO, EDICIONES DABAR, 2016, 196 PP. Mauro Pérez Bravo Universidad Autónoma de Querétaro. México, Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Maestro en Filosofía, mauro050@yahoo.com.mx El activismo y preocupación por el bienestar ecológico, así como el cuidado de la Tierra, han sido tema de atención de Leonardo Boff en su numerosa obra sobre teología, ética, filosofía y religión. Siendo uno de los principales funda- dores y representante de la teología de la liberación, Leonardo Boff en su libro La Tierra está en nuestras manos plantea la pregunta que permea la totalidad de las páginas: ¿qué debemos hacer con el ser humano? Es una pregunta por el fin último del hombre, y si bien pareciera una pregunta antropológica, las respuestas que propone Boff son teológicas, éticas, e incluso, jurídicas. En la historia académica, profesional y personal de Boff, la cuestión sobre el cuidado de la Tierra ha estado presente de manera directa o indirecta. En el libro que aquí se reseña, retoma sus múltiples preocupaciones sobre el bien- estar de la naturaleza, pero ahora entorno a la interrogante que se señaló en líneas anteriores. No se trata de saber qué haremos con la naturaleza, la madre Tierra, o Pacha Mama, como le llama el mismo Boff, se trata de saber qué haremos con el ser humano, considerado por el autor, como el depredador ecológico más devastador que ha existido sobre la faz de la Tierra. 166 | RECENSIÓN Son cinco los apartados en los cuales se encuentra dividido el libro: 1) Cómo afrontar la sexta extinción en masa; 2) ¿Tiene remedio el ser humano?; 3) La ecología y las nuevas formas de democracia; 4) Ver con los ojos del corazón; 5) Fi- guras seminales y ejemplares. En la presente obra, ahonda más en las reflexiones que ya había desarrollado en anteriores libros como Cuidar la tierra (2001) o Ética planetaria (2004), sin embargo, con el paso del tiempo, la profunda experiencia académica-religiosa y con el trabajo de campo en contacto con la gente menos favorecida, Boff hace su análisis sobre el cuidado de la Tierra más amplio, entrelazando sus postulados éticos con otros rubros del saber humano, como lo es la ciencia propiamente, la cultura y la antropología. Me parece que debemos considerar el libro La Tierra está en nuestras manos, como un proyecto de esperanza. A la pregunta, ¿qué debemos hacer con el ser huma- no?, vienen un sinnúmero se rutas esperanzadores a las que el lector puede acercarse en cada capítulo del libro. Cada capítulo constituye un tema muy específico y completo en sí mismo, por lo que el lector podrá acercarse al libro desde los temas que más le intere- sen. No es un libro sistemático, tampoco un tratado de teología dogmática o ética ambiental; es una aportación y reflexión desde presupuestos teológicos, religiosos y éticos, y, sobre todo, ecuménicos. Leonardo Boff trata de colocar en las discusiones, sobre la preocupación del bienestar ecológico, una concep- ción más universal de la relación entre Dios, el hombre y la naturaleza, sin limitarse a una sola concepción religiosa o doctrinal. Para el autor, el cuidado de la naturaleza no debe subsumirse a una sola tradición religiosa, es una pre- ocupación que deben compartir todos los habitantes de la Tierra, sin importar credo religioso o cualquier otra diferenciación. En el libro, Boff no puede ocultar su tradición cristiana social, ya desarrolla- da en sus escritos sobre teología de la liberación, no obstante, esto no debe crear ningún prejuicio en el lector que se acerque por primera vez a los textos del teólogo brasileño, ya que en el texto encontrará aportaciones de diver- sos protagonistas del pensamiento ético/ecológico. Boff reiterará que el fin Mauro PÉREZ BRAVO | 167 último de las preocupaciones ecologistas debe ser el cuidado y respeto de la madre Tierra. La crítica hacia el antropocentrismo de la tradición cultural y occidental es una constante en el pensamiento de Boff. Entender dicha crítica es vital para alcanzar a vislumbrar sus motivos y preocupaciones sobre el cuidado de la tierra, y para no confundir la crítica hacia el antropocentrismo como un des- precio hacia lo humano. Por el contrario, se trata de colocar al ser humano en el verdadero papel que le toca dentro de la Creación: no como un dominador, sino como un colaborador y administrador de la obra de Dios; este Dios pue- de llevar cualquier nombre, ya que como indicamos en líneas anteriores, el libro pretende ser un encuentro entre el ecumenismo y el cuidado ambiental. Tal vez ese Dios ni siquiera tenga nombre, pero al final no importa tanto la nomenclatura, puesto que es la cosmovisión ética sobre la Tierra y el cuidado religioso lo que merece la atención. Podemos converger en un mismo objetivo: cuidar la Tierra. Boff es claro es señalar en su libro que la Tierra no le pertenece a nadie, ella se pertenece a sí misma, es un ser autónomo, y nadie debería tener como objetivo su apropia- ción particular para su explotación. La propuesta de Leonardo Boff es sumamente compleja y retadora a la vez, ya que implica reconsiderar nuestros presupuestos. Lo que ya habíamos con- siderado como parte de la cultura histórica de la humanidad, no ha sido más que dominio y apropiación de y sobre la Tierra. Apostar por una visión más solidaria y fraterna es lo que ha llevado a Leonardo Boff a replantear los su- puestos filosóficos, antropológicos e incluso teológicos sobre el lugar del ser humano en el universo. Un gran acierto de Boff es el de incluir al final del libro a personajes claves de la historia de la humanidad como ejemplo de cuidado y preocupación por el medio ambiente. De esta forma, conjuga la labor teológica y teórica, con la enseñanza práctica de personajes que proporcionan su experiencia sobre el 168 | RECENSIÓN cuidado de la Tierra, mucho antes de las contemporáneas luchas y preocupa- ciones ecológicas. ¿Hay esperanza para la vida en la Tierra? Desde el punto de vista de nuestro autor, consideramos que sí. Hay lineamientos muy específicos y puntuales, que Leonardo Boff considera se deben atender para recuperar pronto el bien- estar de la Tierra, incluso los construye, no simplemente como postulados éti- cos, sino como lineamientos normativos que bien podrían estar estructurados en una reglamentación de carácter internacional y ambiental. Desde nuestro punto de vista, creemos en la esperanza no solo para la Tierra, sino para el ser humano. La preocupación por el bienestar de la Creación, es también la preocupación por el bienestar del ser humano. Ante la voraz rapiña que los gobiernos corruptos y las empresas transnacionales están haciendo de los recursos naturales, proponer alternativas para el cuidado de la Creación es un imperativo y debería posicionarse como prioritario en las discusiones filosóficas, jurídicas y ahora teológicas. El ser humano, como culmen de la creación, no es un dominador, antes bien, un colaborador en el cuidado de la Tierra. La razón no debe contraponernos a la creación, y esta no debe sentirse amenazada por la presencia del ser humano. No somos depredadores, somos hermanos, y compartimos una misma casa común: la Tierra.
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