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El proceso psicoanalitico y la finalización Freud no utilizo la noción de proceso de manera explícita etchegoyegen genera una definición más genérica " un proceso en función de tiempo" En el análisis, el skstemawue evoluciona s la relación entre el analista y el paciente. Recordemos que la situación analítica es el espacio fuera del tiempo donde se establece por contrato esta relación analítica Teorías explicativas de la evolucion del proceso 1.- corriente A. Freud (psicología del yo) teoría de la regresión formal Según está corriente, el recto setting conduce a una regresión ormal que actúa más en los procesos ñrknarkos de acuerdo con el principio de placer Corriente winnicott- Bettelheim-Kohut: teoría de la regresión curativa Para winnicott- el setting concebido como holding responde a las funciones maternales y conduce a una regresión temporal a la fase de nacisismo primario (funcional) Corriente Klein-Isaacs Bion una transferencia precoz El setting entendido como continente y una regresion permite establecer una transferencia precoz. El paciente repetira con el terapeuta la relación conflictiva con el lbjeti primitivo, así como la manera en que había hecho frente a las frustraciones y angustias de separación y persecución,instrumentalizando sus defensas como consecuencia sintomática sistomstica y del carácter La aplicación a la psicoterapia de los conceptos funadamnetales de la teoría psicoanalitica Las principales diferencias formales del marco psicote- rapéutico son la posición cara a cara y el número de se- siones: de tres a cinco sesiones semanales, generalmente en el análisis, dos sesiones semanales en la psicoterapia analítica o incluso una sesión semanal en las psicotera- pias «focales. Ahora bien, esos elementos formales no son los únicos pertinentes para establecer diferencias o semejanzas entre la psicoterapia y el psicoanálisis; tam- bién hay que tener en cuenta «la actitud» del terapeuta en el grado de neutralidad (Kernberg, 1999), «de em- patía (Busch, 2010) o de búsqueda de co-pensamien- to» (Widlocher, 2010) Otra hipótesis original sobre la función del setting es la de Anzieu (1986), quien postula que el marco implica elementos que forman parte del aparato psíquico, en especial las funciones de paraexcitación y de representa- ción. Desde esta perspectiva, en el caso de pacientes con un funcionamiento neurótico la situación concebida por Freud para el psicoanálisis es en sí misma terapéutica: con la regla fundamental (que recomienda la libre asociación), por un lado, y con la regia de la absti- nencia (de las descargas directas de las pulsiones), por otro. Estas dos reglas delimitan un marco que induce al paciente a utilizar modos de expresión mentalizados o representaciones preconscientes. Esas representacio- nes sirven para unir las cargas pulsionales rechazadas, a las que el setting ofrece la posibilidad de expresarse, de modo que es el setting el que promueve la nueva producción de representaciones y, por lo tanto, de trans- formaciones psíquicas, sobre todo en el equilibrio de los afectos. La transferencia y la contratransferencia en la psicoterapia psicoanalítica Hay cierto consenso a la hora de considerar que la psico- terapia difiere de la cura psicoanalitica en la mayor pre sencia del terapeuta como persona real y presente y, por lo tanto, en la existencia de una «alianza terapéutica más explícita (Braconnier, 2002); el terapeuta es más activo, ofrece más apoyo y es menos neutro. Esto se ma nifiesta en el uso más frecuente de confrontaciones y de «clarificaciones» (Kernberg, 1999) para mostrar más signos de empatía (Busch, 2010) (Kächele, 2010), «más activos (Diatkine G., 2012) en la búsqueda de una de- construcción que permita la aparición de un «co-pensa- miento (Wildlocher, 2010 Braconnier (2002), esas características de la psicoterapia no representan una diferencia esencial con el análisis. En nuestra opi nión, el análisis de la transferencia y de la contratrans- ferencia también es fundamental en la psicoterapia, aunque es más dificil evidenciarlo debido al setting y al menor número de sesiones. Creemos que la calidad de la relación es esencial para la comprensión de los conflictos centrales de la organización psíquica del paciente. Esos conflictos inconscientes tenderán a repetirse en la rela- ción transferencial facilitando con ello su elaboración y transformación Como en el paicoanálisis en general, también la psi coterapia psicoanalitica utiliza mucho las informacio- nes contratransferenciales, sobre todo para descubrir y hacer pensables los aspectos actuados y mentalizados muy rudimentariamente de las fantasías arcaicas, que se expresan mediante modalidades de relaciones de objeto arcaicas. La transferencia y la contratransferencia, según el tipo de psicoterapia En las psicoterapias individuales de tipo «focal» o «foca lizadas con una sesión semanal y una duración de entre seis meses y un año, fijada de antemano, las organiza ciones neuróticas, frente a las vivencias de abandono suscitadas por el reducido número de sesiones, llevarán a la relación transferencial los conflictos edipicos más centrales (score conflictuel relationships de Luboraky [Luborsky, Crits-Christoph, Minta y Auerbach, 1988]). Desde la primera separación larga (por ejemplo, por vacaciones), debemos comprobar la elaboración en la transferencia del duelo de la relación terapéutica cuya finalización ya ha sido fijada. Con frecuencia las reaccio nes contratransferenciales son determinantes para una buena finalización, y la ausencia de toma de concien- cia y elaboración pueden convertirse en obstáculos La interpretación en psicoterapia psicoanalítica Teniendo en cuesma la estrecha relación entre el psicos nálisis y la psicoterapia psicoanalitics, todos los autores caineider en el usa carón de la interprmación, aunque en la psicoterapia analitica esta se adapta a las patologias más específicas. Bernberg (1999) estaldece una distin ción impactante que eampartinsea: en el palcoanálisis, la interpretación cul siempre trata del squí y ahora, sin steel anállal delovácken E comitiio, en la price terapia pimanalitics a menudo hay intrepretaciones en elalli y entonces selacionades con confrontaciones En nuestra opinión, igual que no hay una anla tratafe encia en pricotupia psicoanalitica, sino diversas me dalidades de transferidad ún el tipo de paisteta pia y de sustingpropuranas, también hay Eversas formas Se interpretación de lo que es inconsciente ● Hemos descrito, por tanto, de una forma muy esque mática tres formas de conflictos de la parentalidad en función del alcance de la denegación del duelo del desa- rrollo de la pare ● ● 1. Neurótico (con denegación de ciertos afectos peno- sos del pasado del padre en la relación con el hijo). ● ● 2. Depresivo-masoquista (con tendencia a expiar en la relación con el hijo la culpabilidad respecto a sus propios padres en el pasado infantil). ● ● 3. Narcisista disociado (con identificaciones proyecti vas cargadas de agresividad hacia el niño en función del pasado conflictivo de los padres y tendencia al distancia- miento y hasta rechazo del hijo). Las construcciones en psicoterapia psicoanalítica Las construcciones de las experiencias del pasado en psicoterapia psicoanalítica forman parte, por lo gene- ral, de los procesos terapéuticos. No obstante, esas cons- trucciones son extremadamente escuetas y casi siempre se limitan a los conflictos estructurales centrales, como hemos visto en el caso de Ricardo o de Otto. De hecho, las construcciones del pasado real o fantasmático son más propías del psicoanálisis (Wildlocher, 2010). El proceso en las psicoterapias psicoanalíticas En la literatura citada anteriormente, no hay informa- ciones concretas que permitan diferenciar el proceso analitico del de la psicoterapia psicoanalítica. No obs- tante, en Kernberg (1999) aparece una alusión implícita en relación con la finalidad del análisis, es decir, la inte- gración de la personalidad del analizante,cuyas etapas serían implícitamente las del proceso analítico descri- tas por los neokleinianos como Meltzer (1967). Este des cribe cinco fases en el proceso psicoanalítico, que solo pueden ser puntos de referencia en función tanto de la estructura de la personalidad del paciente (psicótica, borderline, etc.) como de su edad (adulto, niño). Esas cinco fases son 1. La recolección de la transferencia; las transferencias laterales a diversas personas significativas para el pa- ciente se concentrarán poco a poco en el analista. 2. La organización de las confusiones geográficas, muy evidente sobre todo en las organizaciones psicóticas y borderline, en las que comienzan a analizarse las confu- siones que derivan de las fantasías fusionales y de las confusiones entre sujetos y objetos fantasmáticos. 3. La organización de las confusiones zonales, en las que la diferenciación mejor del sujeto pone de relieve el con- flicto edipico, aunque hay confusiones regresivas de las zonas erógenas (sexuales, anales, orales, etc.). 4. El umbral de la posición depresiva, en el que progresi vamente se produce una integración mejor de las fanta- sias y pulsiones agresivas en las pulsiones libidinales. 5. El proceso de destete, en el que la continuación de esta integración depresiva permite abordar el final del análi- sis y la posibilidad de prescindir del analista
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