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ORLANDO ALBORNOZ
Mitos, tabúes 
y realidades 
de las universidades
VOLUMEN V
Los fundamentos y dinámica de la universidad 
latinoamericana, caso de Venezuela: 1958-2030
ORLANDO ALBORNOZ 
Mitos, tabúes y realidades 
de las universidades
VOLUMEN V
Los fundamentos y dinámica de la universidad 
latinoamericana, caso de Venezuela: 1958-2030
Cambios en la antinomia de la universidad: razón y creencia
Caracas, 2018
Servicio de Información y Documentación. UNESCO-IESALC. Catalogación en fuente.
©Orlando Albornoz
Mitos, tabúes y realidades de las universidades
Volumen V. Los fundamentos y dinámica de la universidad latinoamericana, 
caso de Venezuela: 1958-2030. Cambios en la antinomia de la universidad: razón y creencia
© UNESCO-IESALC / UCV, 2018
1. Universidad. 2 Educación superior 3. Reforma universidad latinoamericana. 4. Cambio 
social. 5. Calidad. 6. Universidad venezolana contemporánea. 7. Calidad institucional.
 
Los resultados, interpretaciones y conclusiones que se expresan en esta publicación corresponden al 
autor y no reflejan los puntos de vista oficiales del UNESCO-IESALC. Los términos empleados, así 
como la presentación de datos, no implican ninguna toma de decisión del Secretariado de la Orga-
nización sobre el estatus jurídico de tal o cual país, territorio, ciudad o región, sobre sus autorida-
des, ni tampoco en lo referente a la delimitación de las fronteras nacionales.
 
Este libro está disponible en el sitio del UNESCO-IESALC www.iesalc.unesco.org.ve, de donde 
puede ser descargado de manera gratuita.
 
Dirección: Edificio Asovincar 
Av. Los Chorros c/c Calle Acueducto, Altos de Sebucán 
Apartado Postal 68.394 
Caracas 1062-A, Venezuela 
Teléfono: [58 212] 2861020 
Fax: [58212] 2860326 
Correo electrónico: iesalc@unesco.org.ve 
Sitio Web: http://www.iesalc.unesco.org.ve
 
Coordinación y producción editorial: Carmen Verde Arocha/ Rafael González 
Diseño: Elena Roosen 
Depósito Legal: DC 2018000595
ISBN: ISBN: 978-980-7175-43-2
 3
HOJA DE VIDA DE ORLANDO ALBORNOZ 
El doctor Orlando Albornoz, (Caracas, Venezuela, 1932) fue profesor titular en 
la Escuela de Sociología y en la de Educación, en la Universidad Central de Vene-
zuela. Es ganador del Premio Interamericano de Educación Andrés Bello. Cursó 
estudios universitarios en Caracas (Universidad Central de Venezuela), Mérida, 
Venezuela (Universidad de los Andes) y Londres, Inglaterra (The London School 
of Economics and Political Sciences). Ha sido profesor en universidades tales 
como Harvard University (Department of Social Research), University of Flori-
da (Gainesville), University of California (Berkeley) y Londres (Institute of Latin 
American Affairs), Oxford (St. Antony ś College), París (Maison de Sciences de 
l´Homme), Hamburgo (Latin American Studies) y en New Delhi (Department of 
Sociology). Autor de obras en su campo de trabajo, las propias universidades en un 
plano comparativo, su última publicación es la presente (2018) Mitos, tabúes y rea-
lidades de las universidades, en cinco volúmenes. Conferencista y consultor inter-
nacional, en el área de la producción de conocimientos. Es Doctor Honoris Causa 
de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (San Cristóbal, Venezuela) y 
de la Universidad Cecilio Acosta (Maracaibo, Venezuela). Fue miembro del Admi-
nistrative Board de la Asociación Internacional de Universidades y Coordinador 
de Investigaciones de la Asociación Internacional de Sociología. Recibió la Orden 
“Diego Carbonell Espinal” de la Universidad de Los Andes y Orden “José María 
Vargas” que, a su vez, otorga la Universidad Central de Venezuela. Recibió el Pre-
mio “Francisco De Venanzi” a la Trayectoria del Investigador Universitario, por 
parte de la Asociación para el Progreso de la Investigación Universitaria (APIU), 
quizás el galardón más estimado en la academia venezolana pues es otorgado por 
los propios investigadores universitarios. Obras recientes, por publicar y en pro-
ceso: Competitividad y solidaridad: las tendencias de la universidad contemporá-
nea (2011). Las múltiples funciones de la universidad: crear, transferir y compartir 
conocimiento (2012). Los polos de la discordia. Estado y mercado en las univer-
sidades (2018). Saber y conocimiento. La sociedad de los saberes y la sociedad del 
conocimiento: retos y dilemas frente a las necesidades del crecimiento y el desarrollo 
socio-económico (2018). Kammerer y el destino de la universidad venezolana (2018). 
1918-2018: La fabula de la universidad latinoamericana. (2019) ¿Cómo mejorar la 
calidad de las universidades de Venezuela. Una hipótesis empírica acerca del creci-
miento/decrecimiento del haber de conocimientos en las universidades venezolanas 
(2019). La formación de las clases sociales: una interpretación sociológica (2020).
CONTENIDO
Introducción 13
La fundamentación de la universidad venezolana 
CAPÍTULO I 
La sociedad y las universidades: la larga crisis de transformación 
social y académica en Venezuela, desde 1999 65
CAPÍTULO II
Cambios en los fundamentos de la universidad latinoamericana: 
razón y creencia. El problema del conocimiento en la revolución 
venezolana bolivariana, socialista, zamorana, chavista, 1999-2030 77
CAPÍTULO III
Objetivos y propósitos del libro 103
CAPÍTULO IV
El tránsito de la universidad de creencia a la universidad de razón 
y de nuevo a la universidad de creencia: su justificación y legitimación 183
CAPÍTULO V
Los cambios en la sociedad venezolana y en sus universidades, 
de 1958 a 2030 229
CAPÍTULO VI
Los términos de la protesta civil y el control militar 279
CAPÍTULO VII
La sociedad venezolana, contexto y clima social contemporáneo: 
los signos de la revolución bolivariana y socialista 325
Conclusión 369
Epílogo 383
 7
Neutrality presupposes a conflict and at the same time that the 
neutral person is not a party to it. Neutrality cannot be conceived, 
therefore, as a character trait or as an aspect of personal disposition. 
1 can be neutral only in relation to a particular situation of conflict. 
I am neutral in relation to a conflict when 1 purposely behaves in 
such a way so as not to influence its out come. 
Leszek Kolakowski (1975). Neutrality and academic values 
A Hernán Cortés, como a toda otra personalidad histórica, 
no hay que elogiarlo sin más ni más, ni insultarlo sin menos 
ni menos. Hay que explicarlo.
José Luís Martínez (1922). Hernán Cortés
A veces yo veo el mapa de temas que ustedes proponen, y de verdad 
en la mayoría de ellos, digo el 95%, no hay justificación para 
problemas que se nos han acumulado, y tenemos que asumirlo 
autocríticamente frente al país, no tenemos justificación de algunos 
problemas que se acumulan, bueno a veces por burocratismo, por 
desorden, por falta de prioridades, por falta de seguimiento.
Nicolás Maduro (2014) presidente de la República Bolivariana 
de Venezuela, en una reunión con empresarios.
 9
A la memoria de mis colegas mexicanos Eduardo Ibarra 
Colado y Rafael Campos Sánchez, manos amigas y fraternas 
en la reflexión acerca de la universidad
VOLUMEN V / Los fundamentos y dinámica de la universidad latinoamericana, caso de Venezuela: 1958-2030 11
Este texto, ahora bajo el formato de libro, fue originalmente escrito para una 
conferencia dictada en el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la 
Educación, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el 11 de 
junio de 2014. La misma fue parte de una actividad efectuada en dicha universidad 
para discutir la obra del autor en una Mesa de Diálogo: “Pensar la universidad 
latinoamericana. Diálogos con Orlando Albornoz”. Participaron en la misma los 
profesores Hugo Casanova Cardiel, Raquel Glazman Nowalski, Armando Alcántara 
y la entonces directora del instituto, Lourdes M. Chehaibar.
VOLUMEN V / Los fundamentos y dinámica de la universidad latinoamericana, caso de Venezuela: 1958-2030 13
INTRODUCCIÓN
LA FUNDAMENTACIÓN DE LA UNIVERSIDAD VENEZOLANA
Pienso a menudo que la noción de cómo la universidades en Venezuela una 
especie de mito, es un concepto ambiguo e impreciso. De la misma no se puede 
decir que arriba y sale de una situación de crisis, pues la misma es permanente, en 
el sentido de un libro incisivo y sólido, escrito por el colombiano Antonio García 
Nossa (1912-1982) La crisis de la universidad. La universidad en el proceso de la so-
ciedad colombiana1 (1985) o en la propia interpretación de Nancy Scheper-Hughes, 
quien al referirse a la universidad de California (Berkeley) señalaba que “The crisis 
at Berkeley is about the failed promise of reasonably attainable higher education. 
It is about the escalating costs of college that are turning a younger generation 
into debt-peons, and about the difficulty of obtaining jobs after graduation.”2 Es 
posible que más que un mito la universidad, al menos la que opera en Venezue-
la, sea un tótem, un objeto inamovible, perenne, que satisface ciertas y solo cier-
tas funciones, mientras que la sociedad desconoce aquellas que deja de cumplir. 
¿Cómo es que se justifica ante la sociedad que la universidad venezolana fallida 
sea tan apreciada por la población? Quizá porque es el mecanismo por excelencia 
que legitima la incorporación a una clase social, o el reforzamiento de esa legiti-
mación, hablando en metáfora de la clase social de los doctores. Las universidades 
entrenan profesionales pero no ocupan espacio en la vida intelectual del país, que 
se produce en otros espacios. No está contemplada la actividad deportiva en las 
universidades, excepto que sus instalaciones para los deportes son empleadas por 
equipos profesionales de deportes de masa, lo cual crea fondos que supuestamente 
son usados para las necesidades institucionales de las universidades, cuando esto 
ocurre. El mito es el de creer que lo que la universidad hace es lo que tiene que ha-
cer, sobre todo el mito de la creación, el de egresar profesionales, que tienen el éxito 
asegurado y para lo cual las familias hacen a veces enormes sacrificios, de todo 
tipo. Las universidades venezolanas han ido perdiendo protagonismo, en la misma 
medida en que su expansión incontrolada ha disminuido su solidez institucional, 
y la misma ha ido reduciendo su dinámica a la del aula, proletarizando una insti-
tución pero sin la aristocracia, y abaratándola en la misma medida en que se dota 
a las universidades de planta física precaria y una academia mediocre, a la vez que 
el discurso se politiza cada vez mas. En la sociedad venezolana bajo la revolución 
hay una concentración de poder extraordinaria y el presidente de la República es 
la cúspide de un sistema jerárquico que obvia competencias. El discurso político es 
un monopolio de la narrativa nacional, un sistema en donde el actual Presidente 
dicta cátedra cotidianamente, en radio y televisión, y sus ministros toman nota de 
todo aquello que dice el oráculo del caso. La academia, estupefacta, según percibo, 
rumia su inconformidad en el silencio, porque no tiene voz en la sociedad, pues 
los gobernantes menosprecian la tecnocracia, la complejidad y privilegian el pen-
Mitos, tabúes y realidades de las universidades / ORLANDO ALBORNOZ14
samiento alternativo, que de momento es el pensamiento doctrinario, de creencia, 
tendencia que, obviamente se refleja en la práctica que sustituye la razón con la 
creencia. Dicho lo anterior, efectivamente, la universidad se halla en crisis. Leo 
sobre la crisis de la universidad, esta vez en África del Sur, un artículo que muestra 
toda la carga de conflicto que suele afectar a las universidades: 
Universities in crisis: Runs much deeper than free tuition, decolonisa-
tion. South African universities are in deep crisis. A government an-
nouncement that university fee increases should be capped at 8% has not 
gone down well among student activists. Ultimately the demand is for 
free higher education. If the government can’t provide this, the next step 
is to demand that the public sector covers the costs of providing univer-
sity tuition for all students. Violent protests have escalated to the extent 
that university authorities fear for the safety of their staff and students 
and are prioritising protecting property –including libraries. Normal 
learning and teaching activities can no longer continue. These protests 
are not only against tuition fees; added to the mix are demands to chan-
ge the colour of institutions. Students would like a significant overhaul, 
from the removal of plaques allegedly celebrating “white supremacists” to 
a shift in entrance policies so that they blatantly favour applicants on skin 
colour– and specifically black students – rather than academic perfor-
mance and aptitude. It’s not just students who are stirring up discontent.3
Ahora bien, las instituciones son fundamentadas por la sociedad que las pone 
a funcionar. Forma parte de la ideología de la misma, como ocurre en la universi-
dad venezolana, tema elaborado a profundidad por el educador venezolano Rafael 
Fernández Heres (1933-2010) en su discurso de incorporación a la Academia de 
la Historia: “Vertientes Ideológicas de la Educación en Venezuela”, leído el 14 de 
marzo de 1985. Destaca Fernández Heres el íntimo vínculo entre Iglesia y Univer-
sidad, en Venezuela, vínculo tan arraigado que aun en el año que corre el estado 
venezolano subsidia escuelas religiosas católicas:
El 4 de Mayo de 1964, Su Eminencia el Cardenal Quintero al agradecer 
a las autoridades académicas el doctorado honoris causa que le otorgaba 
la Universidad Central de Venezuela, desarrolló como idea primaria de 
su discurso, la vinculación existencial entre la Iglesia y la Universidad 
durante aquel su primer siglo de vida. En los trazos de su buena prosa 
dibujó la escena de aquel memorable acto, donde el Obispo de Caracas, 
previa lectura del Breve Apostólico de Inocencio XIII y de la Real Cédula 
de Felipe V, posesionó como Rector al que ejercía el empleo en el Colegio 
Seminario para que lo fuese a su vez de la Universidad que se instituía. 
La memoria de este acontecimiento, donde el Colegio Seminario servía 
de núcleo y sostén de la nueva fundación, que llevaba el cognomento de 
Real y Pontificia, como aditivos que identificaban el carácter de la aso-
ciación que le daba el ser, la una de naturaleza civil o temporal, y la otra 
religiosa o supra temporal, hace que Su Eminencia a manera de corolario 
recuerde la unión estrecha entre la Iglesia caraqueña y la Universidad en 
VOLUMEN V / Los fundamentos y dinámica de la universidad latinoamericana, caso de Venezuela: 1958-2030 15
grado tal, que conforma un vínculo sagrado, como el que liga a padres 
e hijos, que podrá algunas veces olvidarse o silenciarse pero que jamás 
podrá destruirse. 
En el texto Fernández Heres destaca, a su vez, que hay “un vínculo sagrado, 
como el que liga a padres e hijos, que podrá algunas veces olvidarse o silenciarse 
pero que jamás podrá destruirse”. Ciertamente, la Iglesia caraqueña tiene un papel 
importante, construido en la oposición al gobierno revolucionario Bolivariano, 
pero en el sistema escolar la Iglesia tiene un papel menor, frente al del estado y 
frente a las necesidades escolares de nivel superior, porque si bien la Iglesia tiene 
varias universidades –en Caracas, Puerto Ordaz, Maracaibo y San Cristóbal -, son 
al parecer más bien instituciones pragmáticas que compiten por el mercado pero 
que no tienen como articular un discurso académico. Es imperativo señalar que la 
Iglesia Católica disminuye el volumen de su feligresía, sobre todo por el empuje de 
los evangélicos, fuerte en las pequeñas comunidades y creciendo en seguidores a 
un ritmo notable. En efecto, decía el Cardenal Quintero que:
Este suceso de constituir la universidad, que era una réplica aunque fuese 
en miniatura del modelo universitario, entonces vigente en la Metrópoli, 
trasladaba una vez más a esta parte del mundo hispano, los símbolos y el 
espíritu de una tradición de unidad político-religiosa que se afincaba so-
bre un soporte de carácter filosóficoy teológico, cuál era el de la armonía 
entre verdad natural o de razón y verdad sobrenatural o teologal, entre 
razón y fe. 
Decía el Cardenal de ‘la armonía entre verdad natural o de razón y verdad so-
brenatural o teologal, entre razón y fe’. Este párrafo complica el análisis acerca de 
la relación entre razón y fe. De mi parte trabajo la relación entre razón y creencia, 
dejando de lado el tema de la fe, relacionada al dogma, (que entonces sí se ensartan, 
creencia, dogma y fe) aclarando que la creencia puede ser religiosa, como propone 
la Iglesia o política, como propone el chavismo, en ambos casos instancias de fe, en 
los elementos específicos que señalan la universidad religiosa y la política, ambas 
de presencia ideológica, lógico, y advirtiendo que hay una tercera forma de creen-
cia, la empresarial, cada una de estas instancias según sus códigos correspondien-
tes. Recuerda Fernández Heres la célebre cita de Aristóteles en su Política: “Proveer 
a la educación de los jóvenes, debe ser uno de los principales cometidos del legisla-
dor. Siempre y cuando se descuida la educación, el Estado sufre daños. Ahora bien, 
puesto que el Estado es uno y uno es su fin, la educación debe necesariamente ser 
única e igual para todos”. Las realidades del día nos llevan a observar que el estado 
tiene ahora un formidable cometido, el mercado, y ambos han de coexistir, y en ese 
mercado, como tal, coexisten el estado e instituciones tales como las religiosas y 
las empresariales, porque las hay distintas como diversas interpretaciones de cada 
variable de las citadas.
La dicotomía que proponía Fernández Heres, ‘lealtad y obediencia a la Corona 
y de conservación y pureza de la fe religiosa’ no estuvo contemplada en las normas 
del gobierno de Juan Vicente Gómez, cuando quedó establecido en Venezuela que 
la razón era un problema del estado, la fe de las familias. Uno de los ministros de 
Mitos, tabúes y realidades de las universidades / ORLANDO ALBORNOZ16
Educación de Gómez, el también tachirense –al igual que el Presidente- Rubén 
González Cárdenas (1875-1939) en efecto, es una instancia extraordinaria en la 
historia de las políticas públicas referentes a las universidades. González Cárdenas 
fue Ministro de Instrucción Pública (1922-1929) y Ministro de Relaciones Interio-
res (1929-1931).
Antes, dos hechos importantes se suceden, llamados a crear condiciones para 
desestabilizar el orden académico imperante: el discurso de 1866 del Doctor Vi-
llavicencio, ante el profesorado y alumnado de la Universidad de Caracas, donde 
expone las bondades del método positivista para examinar el desarrollo del fe-
nómeno natural, incluyendo a la sociedad, e invitándolos a despreciar a los que 
tomen el camino de la fantasía en lugar del análisis objetivo para el conocimiento 
de la naturaleza y el mundo, que era plantear la reforma de los estudios universita-
rios; y la reforma radical que debe sufrir la Universidad caraqueña planteada por el 
Licenciado Teófilo Rodríguez en 1867, recordada ahora en 1869 por Villavicencio, 
“para acomodarse al espíritu verdadero”.
Hasta aquí las menciones al riquísimo texto de Fernández Heres, que permi-
te, entonces, observar cómo la universidad venezolana se fundamenta en un pen-
samiento que surgido bajo el manto de la Iglesia fue adquiriendo la práctica del 
pensamiento liberal, que la nutre hasta el día de hoy, porque revolución al margen 
el ideario universitario venezolano es sencillamente plural y tiende a la búsqueda 
de la libertad como principio, ambos cuestionados pero presentes en la actual co-
yuntura. El tema de la fundamentación de las universidades en Venezuela tiene, 
adicionalmente, otra perspectiva alternativa a la de Fernández Heres, que debemos 
citar en esta oportunidad. Me refiero a las ideas de Jesús Andres-Lasheras, expues-
tas en su libro (1997) Educación y estado en Venezuela: historia de las bases ideo-
lógicas. Con el mismo cuidadoso enfoque metodológico Andrés-Lasheras ofrece 
un análisis que permite apoyar nuestros argumentos: la reforma de la escolaridad 
y de las universidades es un proceso continuo hecho en sí más importante que las 
cimas y simas que puedan observarse a lo largo del tiempo. En este sentido, en for-
ma taxativa, no cabe el asombro ante unas y otras sino en qué medida ese proceso 
es identificable en los momentos que, por decir algo, podemos llamar estelares, 
pero siempre atados al proceso en sí mismo. Un sistema nacional de universida-
des, entonces, opera según un plano táctico pero mantiene uno estratégico. Cada 
táctica es parte de un proceso secuencial de forma tal que puede establecerse una 
secuencia sobre las cimas y simas citadas y en el caso venezolano, ya no la escuela 
universitaria sino la escolaridad misma ha seguido ciertos elementos que identifi-
can el proceso de reforma. En el caso venezolano puede establecerse un patrón de 
reforma de la universidad, desde su trasplante originario (1721), luego la creación 
de la universidad republicana (1826) y desde esa fecha hasta el año 1953 el estado 
mantendrá el monopolio de las universidades, como entes propios del estado. Pero 
esos años entre 1826 y 1953 la institución universitaria estuvo llena de reformas 
tan importantes como el decreto de instrucción pública, gratuita y obligatoria. 
En efecto, el 27 de junio de 1870 el presidente Antonio Guzmán Blanco dicta su 
famoso Decreto de Instrucción Pública Gratuita y Obligatoria para todos los ve-
nezolanos, anticipándose así a los países europeos más avanzados e impulsando 
enormemente la educación en el país. En 1924 se efectuó una reforma amplia y 
detallada del sistema escolar. Se aprobó ese año la Ley Orgánica de la Instrucción, 
VOLUMEN V / Los fundamentos y dinámica de la universidad latinoamericana, caso de Venezuela: 1958-2030 17
30 de mayo de 1924; Ley de Exámenes y de Certificados y Títulos Oficiales, 4 de 
junio de 1924; Ley de Instrucción Primaria, Secundaria y Normalista, 4 de junio 
de 1924; Ley de Instrucción Superior y Especial, 4 de junio de 1924. La universi-
dad asumió el positivismo que había interesado a los educadores de su tiempo y la 
universidad debió acoger las siguientes áreas: ciencias médicas, ciencias políticas, 
ciencias eclesiásticas, ciencias físicas, matemáticas y naturales y filosofía y letras. 
Andrés-Lasheras destaca el espíritu de reforma de la escolaridad venezolana y 
la discusión de temas esenciales que muestran la dinámica de cambio de aquel sis-
tema escolar: “Así lo manifestó el Presidente Provisiónal de los Estados Unidos de 
Venezuela, Doctor V. Márquez Bustillos en su mensaje al Congreso en abril de 1915: 
En lo relativo a la Instrucción Pública resolvió el Gobierno adoptar un 
plan de radicales reformas mediante el sistema de libertad de enseñanza, 
que aún cuando proclamado por las varias Constituciones que desde 1864 
nos han regido, había sido sin embargo descartado de las Leyes especiales 
que organizaban la instrucción haciéndola monopolio del Estado. A este 
fin, previa la declaratoria de colisión pronunciada por la Corte Federal y 
de Casación entre gran número de artículos del Código respectivo con 
la Carta Fundamental, se dictó el 19 de diciembre último, un Decreto 
Ejecutivo reorganizando la enseñanza conforme al principio constitucio-
nal citado. En la Memoria presentada el mismo mes y año, el Ministro 
Guevara Rojas repite, amplía y explica los razonamientos del Ejecutivo. 
Según el Ministro el origen del conflicto se situaba en que “no estaban 
bien definidos” (…) “la verdadera situación de la Instrucción Pública su 
significación y alcance, sus fueros y deberes, y, sobre todo, sus relaciones 
con la enseñanza privada (…) En tanto que la Constitución de la Repúbli-
ca venía consagrando desde 1864 la libertad de enseñanza, el Código de 
Instrucción Pública, en sus sucesivas reencarnaciones, ha rodeado la en-
señanza privada de una multitud de cortapisas y restricciones, y concedi-
do a los planteles oficiales una serie de privilegios, incompatibleslas unas 
y los otros, con el expresado canon constitucional. (Subrayado del autor). 
Lo interesante del párrafo anterior es la referencia de cómo la ideología de la 
escolaridad venezolana ha incluido la noción de reforma, aún durante gobiernos 
dictatoriales, como los de Gómez, quien cuidó, curiosamente, el estatuto jurídico 
de la sociedad, como de hecho han ejecutado los gobiernos el proceso de reforma 
que se caracteriza, a menudo, por lo que llamo la reforma silenciosa, porque suele 
ser inesperada e imprevista. Las reformas tecnológicas son, por ejemplo, las de ín-
dole tecnológica, ergo el Internet, mientras que las reformas políticas causan ruido 
y generan interés en la arena política de las sociedades. La reforma política suele 
ser ‘anormal’ y por ello llama la atención e interés de la opinión pública, no así la 
normalidad, que no es noticia. La visión reformista, entonces, ha prevalecido en 
esta sociedad desde 1830, cuando efectivamente se crea Venezuela como estado 
independiente, y del mismo modo demuestran las reformas que han tenido lugar, 
que el sistema no ha sido estático sino dinámico y que al hablar de reforma no de-
bemos buscar los momentos estelares, el 5 de diciembre de 1958 uno de ellos, sino 
las reformas del día a día, así como nos percatamos que el lenguaje revolucionario 
Mitos, tabúes y realidades de las universidades / ORLANDO ALBORNOZ18
del reformismo chavista se equivoca al pensar que solo con el gobierno de Chávez 
comienzan los cambios que, en el manejo de la escolaridad, eran lo común y la regla. 
Por ejemplo, bajo el gobierno ministerial de Rubén González se establece que “La 
educación es problema social”, frente a la postura de muchos que creen que lo social 
de la escolaridad se resuelve solo desde 1999 en adelante. Reitero que, en 1937, el go-
bierno ratifica estas ideas de la escolaridad como una cuestión social: “La educación 
es una función social”. En la ideología escolar venezolana ha habido espacio para la 
escuela unificada, tesis que ejecutó en Chile el gobierno de la Unidad Popular y, por 
supuesto, fue también puesta en práctica en Cuba, pero si bien ha sido planteada en 
Venezuela no ha habido intento alguno para ejecutar tal criterio, ya que para mu-
chos observadores la misma no forma parte de la propuesta chavista, que hubiere 
significado definitivamente un criterio revolucionario, pues más bien la revolución 
Bolivariana acató el principio del reformismo, en el manejo de la escolaridad.
Por supuesto, los líderes del gobierno Bolivariano no aceptan que hayan asu-
mido propuestas reformistas; todo lo contrario, el reformismo, según el propio 
Maduro, sería una propuesta de traición. 
Han surgido por ahí tendencias reformistas de derecha, algunas enca-
bezadas por tradiores abiertos, y tienen asesores de marketing y mucho 
dinero detrás… ¡Alerta, pueblo! ¡Alerta, chavistas! ¡Alerta, Bolivariano, 
que a Nicolás Maduro le quieren meter una puñalada por la espalda trai-
dores de nuevo cuño para asumir un proyecto reformista para entregar 
la Revolución Bolivariana al capitalismo internacional! No se dejen que 
yo no me dejo. Vamos a desenmascararlo, vamos a avanzar por el cami-
no de la Revolución que es el camino que nos dejó el Comandante Hugo 
Chávez. ¡Alerta con la traición, con los traidores!”.4 Da la impresión, sin 
embargo que Maduro asume propuestas populistas, de izquierda. Por 
ejemplo, impone un estilo de gobierno en esa dirección, porque de ese 
modo se acerca al gusto popular. El presidente de la república, Nicolás 
Maduro, inspeccionó este jueves los estudios de grabación que serán uti-
lizados por el movimiento Corazón Salsero, ubicados en el Poliedro de 
Caracas. A través de su cuenta en Facebook, el Jefe de Estado mencionó 
que los estudios de grabación permitirán reunir y plasmar, en formato 
digital, toda la cultura popular salsera del país. “Estamos preparando el 
lanzamiento del movimiento Corazón Salsero, un gran movimiento de 
cultura popular que recoja toda la salsa, toda la creación del tambor, pro-
veniente de nuestra amada África”, expresó el mandatario nacional en un 
video difundido en la red. En este sentido, mencionó que las agrupaciones 
del Caribe podrán grabar sus sencillos en las instalaciones e invitó a todo 
el pueblo caraqueño a asistir este fin de semana, 18 y 19 de marzo, a la 
Plaza Diego Ibarra, donde se llevará a cabo el primer gran concierto que 
reunirá a más de 300 artistas. Entre los invitados especiales que se darán 
cita en este conciertos están Dimensión Latina, Los Hermanos Lebrón de 
República Dominicana, Federico y su combo, Porfi Baloa y sus Adoles-
centes, Orquesta Malecón, Orquesta Noche Caliente, Mariana la Sonera, 
Bailatino, El Klan de Porfi, orquesta Magia Caribeña, Hildemaro, Banny 
Costa, Raulín Rosendo, Salserín, Willman Cano y Marianella. Así mismo, 
VOLUMEN V / Los fundamentos y dinámica de la universidad latinoamericana, caso de Venezuela: 1958-2030 19
el Presidente inspeccionó los espacios del Poliedro de Caracas destinados 
a la agricultura urbana, donde se encuentran actualmente 260 gallinas 
ponedoras de huevos y sembradíos de maíz, lechosa y pimentón “poco 
a poco vamos lejos, Venezuela, la agricultura urbana y el esfuerzo unido 
provocarán el milagro económico. 5
En cuanto a los fundamentos ideológicos de la escolaridad venezolana justa-
mente Guzmán Blanco (1870) había encontrado para difundir el pensamiento libe-
ral, enriquecido con el caudal de la filosofía positivista, el de la educación, porque 
ésta “es a no dudarlo la garantía más sólida de nuestras instituciones, condición 
indispensable del bienestar social y palanca poderosa del progreso”, por lo que ha 
llegado el momento, escribía Martín J. Sanabria a las autoridades regionales, de 
realizar un gran esfuerzo educacional para que el país “no quede rezagado en el 
gran movimiento de la época”.6
Nada es más útil en los actuales momentos de negación del pasado que consta-
tar que es un desatino creer que Bolívar y Chávez son los únicos actores del drama 
histórico venezolano. Todo lo contrario, precisamente la escolaridad ha sido un 
interés permanente de la sociedad venezolana, porque, sencillamente hablando, 
la escuela forma parte del aparato institucional, no obstante, nunca hallamos los 
venezolanos el Nirvana en la materia y debemos enfrentar que en las últimas tres 
décadas el sistema nacional de universidades ha ido perdiendo el impulso que traía 
desde 1958 y en este momento está operando casi por inercia, pero sin el aparato 
inteligente del caso. Por ello más que una reforma lo que se requiere es una remo-
delación, tipo over-haul-reacondicionamiento. Más aún, es el momento de precisar 
que el tema de la reforma del sistema nacional de universidades no puede tener 
como objetivo reformar la universidad en relación a lo acontecido entre 1998 y 
2017 sino que un proyecto de reforma tiene que abarcar lo que venía ocurriendo 
entre 1958-1998. Dicho en otras palabras, la reforma tiene que ser estructural y 
para que ello fuese posible el país tendría que hacer un ejercicio técnico de alta en-
vergadura, que comienza por reconocer que el problema no consiste en un sistema 
que fue ‘destrozado’ por el chavismo sino que las políticas públicas del chavismo 
en la materia se añadieron a las elaboradas entre el paso ya citado a partir de 1958, 
cuando se cometieron errores de origen a los cuales se fueron agregando errores de 
proceso, todo ello hasta esta monumental acumulación de políticas públicas que 
conducen en forma progresiva a que el sistema sea disfuncional. 
Cabe insistir en que en Venezuela no hay en la actualidad ni es posible en el fu-
turo un proyecto de estado para la dinámica universitaria. Ello debido a que hay al 
menos dos posturas básicas en la dialéctica entre mercado y estado en el país, dos 
líneas de pensamiento que estaban vigentes desde el momento en el cual se ‘descu-
bre’ el Continente, porque es absolutamente indispensable recordar y recalcar que 
los viajes de descubrimientoeran empresas de mercado, amparadas por el estado 
y si bien las universidades fueron creadas como un proyecto de estado, a la larga 
el mercado materializó su participación, después del final de la Segunda Guerra 
Mundial y el surgimiento de la llamada guerra fría. Si algún escenario es perfecto 
para observar esa dialéctica es el libro de Rodolfo José Cárdenas (1988) Copei en la 
Constituyente. La tentación totalitaria de Acción Democrática. Una vez más, deseo 
reintroducir en mi libro que en el país ha habido un debate de ideas que ilustra una 
Mitos, tabúes y realidades de las universidades / ORLANDO ALBORNOZ20
intelligentsia interesante, una cuña que es menester introducir ante el hecho de que 
observando todo el proceso de continuidad histórica se ha hecho creer por parte 
de los líderes de la revolución bolivariana que el mundo comenzó con los trabajos 
de estos líderes y que nada ha transcurrido entre la muerte del Libertador en 1830 y 
el ‘nacimiento’ de la revolución bolivariana en 1992, día del golpe de estado fallido 
de aquel momento, cuando se inició esta perspectiva que atribuyo a un grupo más 
que un movimiento revolucionario, lideriza una revolución pequeño-burguesa re-
formista, visible sobre todo en el manejo del sistema nacional de universidades. 
En el caso venezolano el gobierno revolucionario ha intentado intervenir más 
que regular el sistema nacional de universidades. Ha creído, además, para malestar 
de los objetivos de la excelencia académica necesaria, que las universidades son ba-
ratas, de poco costo, que basta cubrir los sueldos y salarios de los docentes y otor-
gar becas a los estudiantes, ni siquiera considerando otras necesidades. De modo y 
manera que el sistema sufre atrofia y poco a poco deja de prestar a la sociedad las 
funciones previstas. Ahora se adiciona el factor Trump, un populista de derecha, 
por así decirlo, cuya influencia en Venezuela puede causar más desequilibrios que 
a su vez van a afectar a las universidades. Un reporte elaborado por The Economist 
Intelligence Unit ilustra este delicado elemento:
Good neighbour gone bad: policy risks for México and Latin América un-
der Trump. There is a strong chance that Latin América will fly under Mr 
Trump’s radar if he focuses primarily on other global hotspots such as the 
Middle East and Asia. However, a potential return to excessive meddling 
in domestic issues –if not outright bullying– would generate considerable 
resentment, especially when contrasted with the Obama administration’s 
treatment of the region as equals. For example, the US government stayed 
on the sidelines during the 2009 Honduras coup and has largely ignored 
anti-US provocations by the Venezuelan governments of Hugo Chávez 
and Nicolás Maduro. Mr Obama also managed to shake off decades of 
enmity with Cuba through a gradual rapprochement that has been widely 
applauded. Although a return to the “gunboat diplomacy” that was practi-
ced a century earlier or even the interventionism seen during the cold war 
is out of the question today, a belligerent attitude by the US towards Latin 
América would likely lead to a deepening of intra-regional co-operation, 
as well as a strengthening of partnerships with Asia and Europe. In the 
longer term, this would accelerate the ongoing trend of diminishing US 
influence in a region that was long seen as its backyard.
La universidad como tal no puede tomar ninguna iniciativa en este material, y 
de hecho es una institución reactiva, que debe adaptarse a los cambios que se pro-
duzcan al interno de las mimas, como en este caso de alta política, pues envuelve 
las relaciones entre estados y su efecto en instituciones como las universidades. 
La estrategia del gobierno Bolivariano es la de crear un sistema paralelo, que sea 
barato ya que tiene como centro del gasto el factor aula, que es igual al espacio 
físico –un salón- un actor de costo –el docente-, y los estudiantes reciben un per 
cápita por becas mínimo, promedio, y de resto la unidad de la escuela superior 
venezolana es óptima porque carece de gastos correlativos. La universidad vene-
VOLUMEN V / Los fundamentos y dinámica de la universidad latinoamericana, caso de Venezuela: 1958-2030 21
zolana no solo es barata sino que perfecta pues tiene cero costo de calidad, en los 
términos de la Vega y Garza (1994) y es fácil para administrarla porque la ficción 
básica se reduce a un solo factor, el factor aula. No hay como aspecto de calidad 
el concepto de biblioteca, un espacio en donde circulan los libros y otras fuentes 
de aprendizaje como la electrónica, ya que los mismos son parte de los costos que 
hacen los interesados, docentes y alumnos. Es el caso de los costos de calidad el 
caso norteamericano bajo el gobierno de un presidente populista como Donald 
Trump, un miembro de las posturas anti intelectuales que terminan asumiéndose 
como anti académicas.
Contrario al caso norteamericano, en donde una disminución del volumen de 
la ayuda federal podría hacer estragos en los niveles de calidad, ya que estos acogen 
al menos siete tracks/rutas, en Venezuela tenemos solo el factor variable los estu-
dios conducentes a las profesiones, y habida cuenta de la ausencia de supervisión 
escolar las instituciones, oficiales y privadas, no tienen que prestar atención a otras 
variables. Una manera de incrementar la calidad podría ser simplemente el elevar 
los estudios de calidad de al menos dos o tres factores, como, por ejemplo, regular 
que por cada estudiante la institución provea digamos tres títulos de libros, del año 
anterior a la evaluación o que la institución publique cada año un numero de libros 
según el volumen de la matrícula, otra que cada institución tenga una propor-
ción de docentes internacionales y al menos un proyecto de investigación por cada 
tanto volumen de estudiantes matriculados. Pero dicho en términos crematísticos 
todo ello tiene un costo financiero, elevado, en muchos casos. Y en Venezuela la 
producción de conocimiento se aprecia solo en instituciones ad hoc, como el IVIC 
o el CENDES, si bien es una obligación de toda institución de nivel superior, pero 
tampoco se aborda ese gasto. La Universidad de los Trabajadores, por ejemplo, es 
una institución que como la UNEFA o la UBV, o la UNERG, ha sido creada como 
universidad de creencia solo para formar cuadros y ser parte del andamiaje de 
propaganda política e ideológica del gobierno revolucionario, la Universidad Boli-
variana de los Trabajadores “Jesús Rivero”.
Fue creada como Universidad Experimental, en el marco de la Misión Alma 
Mater, por Decreto Presidencial No 6.499, publicado el 04 de noviembre de 2008: 
“Para profundizar el proceso de independencia de la patria y acelerar la marcha 
hacia el socialismo, la revolución bolivariana requiere de la formación integral, 
colectiva, de calidad, continua y permanente, de hombres y mujeres con pensa-
miento crítico, capaces de impulsar la producción de la ciencia y la tecnología, que 
consolide la autonomía e independencia económica, científica y tecnológica, en 
función de la construcción de nuevas relaciones sociales de producción”.
Uno de los Considerando del decreto de creación de esta universidad reza que: 
…los conocimientos generados y acumulados por la clase trabajadora 
como colectivo social, aunados a la experiencia política adquirida en el 
curso de años de lucha contra los regímenes políticos que sirvieron a la 
oligarquía y al imperialismo, así como los años de construcción del poder 
popular en el marco de la revolución bolivariana, la convierten en sujeto 
social capaz de asumir la autoformación colectiva de los profesionales 
integrales que generen la ciencia y la tecnología requerida para la profun-
dización de la revolución. 
Mitos, tabúes y realidades de las universidades / ORLANDO ALBORNOZ22
Esto es, la ciencia y la tecnología son ciencia y tecnología de clase, concreta, sin 
las abstracciones propias de la ciencia y la tecnología, supongo, de la burguesía.7
En Venezuelaes sencillo para un gobierno intervenir a las unidades, que ope-
ran con el modo: aula, docente y estudiante. En sociedades más complejas esa in-
tervención es menos posible pero tiene el mismo efecto devastador, como ocurre 
en USA bajo el gobierno Trump. Las noticias son desalentadoras: 
President Donald Trump laid out the spending priorities for his adminis-
tration on Thursday, releasing a budget ‘blueprint’ that includes a US$9 
billion cut for the United States Department of Education, more than 
13%, as well as decreases at several agencies that provide money for aca-
demic research, such as the National Institutes of Health and the National 
Science Foundation. The administration’s outline also calls for elimina-
ting the National Endowment for the Arts and the National Endowment 
for the Humanities. The deep reductions in discretionary spending fall 
on nearly every executive agency, in order to offset more than US$50 bi-
llion in increases for the departments of Defense, Homeland Security, 
and Veterans Affairs. The proposed cuts at the Education Department 
include plans to axe several programmes that aid primarily low-income 
and minority students, while increasing spending for school-choice pro-
grammes in elementary and secondary education. Although the admi-
nistration recommends largely preserving the existing Pell Grant pro-
gramme – the primary form of federal aid for needy undergraduates – it 
may sacrifice the possibility of year-round grants that many in Congress 
and higher education have called for.
Lo que se intuye es que la infraestructura institucional de un país avanzado, 
como es USA, puede no llegar a sufrir lesiones en el funcionamiento de su aparato 
académico, pues el mismo es no solo autónomo sino independiente, si bien las me-
didas que propone el Presidente vayan a causar daño cualitativo al sistema de uni-
versidades y a las posibilidades para que el país mantenga fluidez en cuanto a su 
gestión internacional. Ocurre lo contrario en países como Venezuela y eventual-
mente México, y de hecho es posible que las medidas que propone Trump tengan 
más efecto cualitativo en AL&C que en el propio país. Lo contrario tiene lugar en 
Venezuela, en donde las medidas del actual gobierno pueden llegar a tener efectos 
devastadores. En este país hay un ‘derrumbe institucional’, en las palabras de un 
antiguo ministro de hacienda del primer gabinete de Hugo Chávez Frías, en 1999.8 
La situación nacional en este país suramericano parece ser grave y es menester 
correlacionarla con la situación del sistema nacional de universidades. En los ini-
cios del año 2017 un organismo como la OEA ha comenzado a tomar decisiones 
que afectan la estabilidad institucional de Venezuela. El Secretario General, Luis 
Almagro ha escrito sobre ello: 
No se puede seguir mirando hacia el costado. Hoy, mientras usted lee 
estas líneas, en un país suramericano de más de 30 millones de personas 
hay una dictadura. Su gobierno –violando la Constitución– no permi-
te votar a la gente (suspendió el referéndum revocatorio y las elecciones 
VOLUMEN V / Los fundamentos y dinámica de la universidad latinoamericana, caso de Venezuela: 1958-2030 23
para gobernadores en 2016), tiene más de 100 personas encarceladas por 
sus ideas (entre ellas a un principal líder político opositor), el Parlamento 
está intervenido y sus leyes son anuladas por el Poder Judicial (completa-
mente dominado por el gobierno), al tiempo que las fuerzas de seguridad 
del Estado pueden detener y torturar arbitrariamente a cualquier ciuda-
dano por sola decisión de los gobernantes. Por ello, he hecho un llama-
do a una salida electoral, transparente y equitativa, con los presos fuera 
de las cárceles, con libertades individuales aseguradas y con un canal de 
asistencia humanitaria funcionando. Restaurarle al pueblo sus derechos 
es lo básico y lo único que puede permitir que Venezuela vuelva a ser 
parte del conjunto de naciones democráticas del continente.9
Para el mes de marzo de 2017 el gobierno venezolano trata de profundizar 
la ejecución de sus políticas públicas en el área de las universidades, colocando 
el debate entre la burguesía y la clase obrera. Un caso a mencionar es la presen-
cia de la Universidad Bolivariana de los Trabajadores “Jesús Rivero”, que propone 
una curiosa interpretación del papel de una universidad obrera, que tiene para el 
mes de Marzo de 2017 la cantidad de seis mil estudiantes. El objetivo parece ser 
profesionalizar al individuo de la clase obrera –en este caso se entiende por clase 
obrera la acepción de la tipología marxista-, caso en el cual lo que está haciendo 
el gobierno es hacer que individuos de la clase obrera asciendan de clase social y 
se incorporen a la clase media. Según los postulados de esta universidad la clase 
obrera ha diseñado y ejecutado todos los avances en ciencia y tecnología, pero la 
burguesía secuestró esos conocimientos, los patentó y luego los vende a nuestros 
países. La citada universidad no funciona como una institución convencional sino 
que trabaja por proyectos; esto es, no hay actividad de aula, ni de biblioteca, sino 
de discusión y se elimina la relación docente-estudiante y se aplica la metodología 
del compañero profesor y el compañero en el proyecto que desarrollen. Tanta im-
portancia le concede el gobierno Bolivariano que a los actos de graduación asiste el 
Presidente de la República, haciendo honor a su condición de ‘presidente obrero’.10 
En cuanto al documento emanado de la OEA cabe decir que quizás cree más que 
menos inestabilidad. El Informe citado no dice ni una línea sobre educación.11
Deseo intercalar, en este momento, el concepto de Knowledge assets of a na-
tion, un tema desarrollado por Yogesh Malhotra “Measuring Knowledge Assets of 
a Nation”. Esto es, en los términos de la sociedad del entrenamiento de los recursos 
humanos el punto en cuestión era el número de egresados, pues estos eran conside-
rados el eje del desarrollo. En la sociedad del conocimiento no es el recurso humano 
lo que cuenta sino el volumen de producción y del valor agregado de ello en función 
de un mercado internacional de ideas y en consecuencia un país tiene valor en la 
medida en que aporta conocimientos; Venezuela exporta conocimiento en función 
del potencial de los profesionales que emigran pero no en términos de valor agrega-
do, de ideas, de lo que Malhotra llama Knowledge assets of a nation. Por ello pudiera 
decirse que la Universidad Bolivariana de los Trabajadores no va a contribuir con el 
desarrollo de la república ya que a la larga y a la corta entrenar profesionales es una 
función que carece de valor si estos no forman parte de la cadena de producción. Más 
aun, dada la fuga de talento de profesionales de toda índole encontraremos plausible 
la hipótesis según la cual Venezuela está disminuyendo su Knowledge assets y de 
Mitos, tabúes y realidades de las universidades / ORLANDO ALBORNOZ24
ese modo se impedirá el desarrollo de la nación.12 El porqué Venezuela mantuvo 
la ruta de la sociedad del entrenamiento y no se animó a entrar en la sociedad del 
conocimiento forma parte de las interrogantes que desbocan los propósitos de este 
libro y mis propias competencias para responderla, porque Venezuela tenía que ir 
a la etapa del fortalecimiento de los conocimientos como stock de ideas de una so-
ciedad y no insistir en lo que ya era rutina, entrenar recursos humanos. El procedi-
miento empleado por la citada universidad obrera no tiene parámetro pedagógico 
visible sino un escenario político-ideológico que, es probable, está completamente 
equivocado y no comprender los términos de la ecuación hará que se profundicen 
los errores de proceso, al error de origen de 1958, tema el cual hemos abordado en 
este volumen de mi libro.13 
MÉDICOS EXPRÉS.
Aún es de interés referir mis argumentos a una situación que ocurre en la mis-
ma conceptualización del proceso de aprendizaje en el sistema nacional de univer-
sidades, la cual es que se proporcionael nivel de especialización y post profesión 
antes de que el estudiante reciba el pregrado. Fue denunciado en un diario de cir-
culación nacional que se están otorgando diplomas de neonatólogo a estudiantes 
que no habían cursado pediatría, del mismo modo que se otorgaban credenciales 
de doctores a estudiantes que no habían cursado el nivel profesional en el área de 
educación. Más aún, no solamente ocurre que del sistema egresan médicos que de-
nominan médicos exprés, con bajo nivel de entrenamiento, sino que se observa un 
desnivel, entre los médicos que egresan de las universidades de primer nivel, como 
la UCV, ULA, LUZ y UC, para mencionar algunas de las universidades de primera 
línea, en el país, y otros de segundo nivel, que egresan de programas ad hoc, sin 
exigencia profesional, como ocurre que hay profesores de idiomas que no manejan 
incluso el nivel más elemental. El manejo de un idioma es fácil de medir, pues se 
conoce o no, pero no hay niveles intermedios. En general el entrenamiento de los 
profesionales que cursan en las instituciones del sistema nacional de universidades 
pareciera ser bajo, pues la sociedad misma no exige calidad, sino la prestación de 
los servicios, añadiendo que los artesanos y prestadores de servicio no tienen refe-
rencia profesional ninguna.
VENEZUELA Y EL CONCEPTO DE AMÉRICA LATINA.
No cabe duda alguna de que Venezuela es un país latinoamericano, pero es 
también un país suramericano y también un país caribeño, como es un país an-
dino, pero el concepto que mejor recoge la identidad de este país es el de un país 
de América Latina y el Caribe. Empleo en el título de este volumen de mi libro 
la noción de América Latina y el Caribe bajo el entendido de que lo hago desde 
las perspectiva de un país del área, aquel de donde soy originario y soy residente: 
Venezuela. No es un país líder en esa región, en la materia de las universidades. 
Ninguna universidad venezolana ocupa lugares de distinción en el mapa de las 
universidades de excelencia de esta región, advirtiendo que aquellas que lo son no 
VOLUMEN V / Los fundamentos y dinámica de la universidad latinoamericana, caso de Venezuela: 1958-2030 25
guardan correspondencia con sus lugares en los rankings mundiales, en donde 
aparecen más bien en un segundo rango de dicha clasificación. Las universidades 
venezolanas parecen, más bien, en publicaciones, sumamente modestas. Nuestra 
contribución al producto académico mundial es igualmente modesta. Además el 
país atraviesa en los años recientes por una profunda crisis socio-económica, que 
lesiona gravemente a su haber profesional y académico, por el debilitamiento del 
stock de recursos humanos, muchos de los cuales se fugan al exterior y lo que les 
sustituyen carecen de las competencias adecuadas, sobre todo porque una política 
pública del gobierno ha sido la de crear más universidades, sin disponer de los 
recursos suficientes como para garantizar un estándar mínimo de calidad acadé-
mica, en planta física y en el área de los recursos humanos, incluyendo deficiencias 
en el caso de los gerentes (rectores).
América Latina y el Caribe es una noción abstracta que se hace concreta en 
cada experiencia institucional. Ello ocurre con la universidad en la región, pues la 
noción de una universidad latinoamericana es una abstracción que se hace concre-
ta en la experiencia del modelo histórico que siga cada país, muy distinto uno del 
otro, caso en el cual es básico ir al nivel macro del análisis y estudiar los modelos 
de universidad que operan en la región, antes de ir al nivel micro que especifica la 
operatividad de cada modelo.
La universidad en esta región es un caso excéntrico a la dinámica mundial del 
conocimiento. En prácticamente todos los países de la región la universidad es tan-
to un éxito extraordinario como un rotundo fracaso. En el primer caso porque la 
universidad ha entrenado las élites profesionales que la sociedad ha requerido, y en 
segundo lugar porque la universidad no ha producido conocimientos capaces de 
crear, en forma masiva industrial, los bienes y servicios que ha requerido. Ha en-
trenado a las élites políticas e ideológicas pero no ha contribuido con el necesario 
catecismo a los industriales, en el sentido de producción, capaz de crear riqueza.14 
Tal como ocurre en el caso venezolano las universidades exigen apoyos de la 
sociedad y los gobiernos sufren los aumentos en el costo de operación de estas 
instituciones, sin que las mismas satisfagan las expectativas de la población produ-
ciendo bienes y servicios adecuados a las necesidades de la población. Ciertamente 
que la producción de los mismos es responsabilidad de los gobiernos y de la in-
dustria, pero las universidades han de contribuir con la producción endógena o la 
adquisición en el mercado internacional de tales, resolviendo de manera favorable 
el comprar a menor costo y mayor calidad. 
AL&C es una región que se debilita, que ve desacelerar las posibilidades del 
desarrollo y que evidencia un deterioro que amplía las desigualdades sociales y la 
ineficiencia de las instituciones incluidas las universidades. ¿Necesitan éstas una 
sociedad próspera para crecer y desarrollarse? Es probable, si bien hay ejemplos de 
ambas posibilidades, pero en general la universidad tiene una dinámica en donde 
el estado y la sociedad le aportan la mayor parte de sus recursos, incluyendo las 
políticas públicas en el área –el sector privado no ha contribuido con el desarrollo 
del conocimiento si bien lo ha hecho al nivel institucional, como ya reseñamos-. 
La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) ha puesto en evidencia, 
una vez más, la situación de las universidades de la región, al referirse al paraguas 
socio-económico que las sustenta. Este organismo, digno de toda confianza, ha 
publicado en mayo de 2016 su informe Horizontes 2030: la igualdad en el centro 
Mitos, tabúes y realidades de las universidades / ORLANDO ALBORNOZ26
del desarrollo sustentable (23-27 de Mayo de 2016, Ciudad de México). Este sólido 
material reporta un hecho que ha de tener consecuencias en el ámbito universi-
tario: la región pierde peso en la economía mundial y en ello aparece Venezuela 
como un país en decrecimiento, hecho este que habrá de incidir en la calidad de 
sus universidades.
Queda pues establecido que mi interpretación es que si bien pueda existir una 
entidad geopolítica y demográfica que podemos llamar América latina y el Caribe, 
que el análisis de las instituciones debe hacerse según los efectos analíticos de la 
variable país. Carmen García Guadilla elabora su pensamiento bajo esta perspecti-
va, admitiendo, obviamente, que la mayoría de los analistas de las universidades en 
la región emplean la noción de América latina como un ente homogéneo. Escribe 
García Guadilla (2008) que:
La afirmación –siempre reiterada– de que «América Latina no es una 
realidad homogénea», se plasma de una manera diáfana en la lectura de 
los estudios contenidos en este libro, realizados en los 20 países que cons-
tituyen esta región tan diversa y a la vez con tantas similitudes o denomi-
nadores comunes en historia, lengua, tradiciones, arraigos, creencias. La 
diversidad de experiencias de los personajes que aparecen en el entrama-
do de historias de universidades de cada uno de los países, orientados al 
desarrollo de una institución bastante homogénea en cuanto a su esencia, 
nos proporciona una variedad de matices para entender la complejidad y 
los códigos que han configurado el desarrollo de esta institución tan que-
rida y a la vez tan criticada y sometida, desde el principio de su historia, al 
escrutinio social de exigencias no pocas veces por encima de sus propios 
límites. Estos estudios, de país por país, nos proporcionan una muestra 
de cómo se fueron configurando las distintas historias de las universida-
des y de cómo en ese proceso se patentizan la voluntad y los esfuerzos de 
personajes que tuvieron un rol activo en la vida de estas instituciones.15
El educadorvenezolano más sobresaliente del siglo XX, Luís Beltrán Prieto 
Figueroa, establece que en la región, como tal, se cuentan ‘rasgos comunes… tam-
bién existen características que nos diferencian’.
Corrientemente se señala la América Latina como una unidad geográfica 
y como una mancomunidad de pueblos, herederos de una cultura y acto-
res de un proceso histórico que conforma su estructura política y deter-
mina su evolución social, sus virtudes y sus defectos. Pero si es cierto que 
existen rasgos comunes que nos identifican, también existen característi-
cas que nos diferencian. La unidad de América es una aspiración de sus 
ideólogos y de sus mejores hombres. Se encuentra en el pensamiento de 
los Libertadores, que, no obstante, después de la independencia, atendien-
do a las rencillas localistas y a los intereses contrapuestos hicieron varias 
patrias donde Bolívar quería una sola patria para todos los americanos. 
La tardía capacidad de entendimiento, origen de nuestras tensiones, es un 
signo negativo de nuestra cultura. Por ello, las semejanzas y las diferencias 
de nuestros pueblos determinan, para la orientación y organización del 
VOLUMEN V / Los fundamentos y dinámica de la universidad latinoamericana, caso de Venezuela: 1958-2030 27
proceso educativo Americano, frente a principios generales aplicables en 
todos los países, normas especiales que den satisfacción a los particula-
rismos, porque si la educación es un proceso social que emerge de la raíz 
de cada pueblo, su estructura y orientación debe ser dada por las aspira-
ciones y por los ideales del pueblo donde crece y se arraiga. Conservado-
ra de valores dados en la tradición la educación es también instrumento 
eficaz para promover el progreso. En aquellos pueblos donde la tradición 
es ancla para detener la marcha, la educación suele tener sentido perenne, 
pero en aquellos donde el impulso del progreso predomina, la educación 
hincha las velas para acelerar la marcha.16
Luís Beltrán tenía un criterio lúcido acerca de las universidades, ciertamen-
te, y creía que ‘La universidad latinoamericana quedó retrasada en el proceso de 
transformación de nuestros países y puede considerarse que ya no corresponde al 
tipo de institución dinámica que nuestra época requiere’, que es exactamente el 
reclamo que podemos hacerle a las universidades, cuarenta años después de que el 
educador venezolano expresase tan taxativa afirmación: 
La educación superior en nuestro continente estuvo confinada a las uni-
versidades, cuya estructura arranca de la edad media, donde tuvieron 
nacimiento estas instituciones. La universidad latinoamericana quedó 
retrasada en el proceso de transformación de nuestros países y pue-
de considerarse que ya no corresponde al tipo de institución dinámica 
que nuestra época requiere. En América Latina, las universidades, desde 
principios de siglo vienen luchando por realizar una reforma, pero ésta 
se engolfó demasiado en los aspectos políticos implicados en esa reforma, 
dejando muchas veces de lado los aspectos técnicos y científicos que apa-
rejan las transformaciones universitarias. La Universidad se caracterizó 
y se caracteriza en América por su apego a los intereses de la clase social 
dominante, que por otra parte era y es la que puede pagar los estudios 
de nivel superior. La lucha contra esta clase implicaba desalojarla de las 
universidades. Se planteó la necesidad de lograr una autonomía para la 
universidad y se interpretó ésta como una forma de gobierno propio en 
el cual participan profesores y alumnos, a la manera de las comunidades 
de la Edad Medía. Esta voluntad de segregación mermó la influencia de 
las universidades, que se quedaron enquistadas librando sus pleitos de 
campanario para lograr más o menos independencia del Estado en su 
funcionamiento y una menor o mayor participación de los estudiantes y 
de los profesores en su administración.17 
Prieto Figueroa es el defensor de la tesis del estado docente, adoptada en todos 
su términos por la revolución Bolivariana, sin percatarse que la misma es, si se 
quiere, obsoleta, porque no hay estado alguno que pueda cubrir con solvencia to-
das las exigencias de la población en la materia educativa/escolar, aparte del hecho 
de si la justicia incluye financiar a través de la gratuidad, un principio inalterable 
de la tesis del estado docente, los mismos intereses que se combaten, la cual es, en 
síntesis, la clase dominante. La dialéctica del asunto nos debe dejar ver, por cierto, 
Mitos, tabúes y realidades de las universidades / ORLANDO ALBORNOZ28
que la clase dominante no es una abstracción sino una referencia histórica concre-
ta, como es el caso de la burguesía criolla que ha surgido de la revolución Boliva-
riana y que se ha incorporado a la burguesía tradicional o convencional, surgida 
entre 1945 y 1998. Luís Beltrán decía en 1977 que: 
En una tesis que presenté a la Convención Nacional del Magisterio reu-
nida en la ciudad de Valencia en 1943, dije que en un país cualquiera, en 
una época cualquiera, es inconcebible que el Estado deje abandonadas al 
capricho de las actividades particulares la orientación y formación de la 
conciencia de los ciudadanos. Esto que decía entonces es doctrina funda-
mental en la educación y en la política educacional de todos los pueblos 
civilizados de la tierra. Entra en nuestra política docente esta doctrina 
fundamental de la organización escolar. El Estado interviene, por dere-
cho propio, en la organización de la educación del país, y orienta, según 
su doctrina política, esa educación. Depende la orientación de una escue-
la de la orientación política del Estado. Si el Estado es fascista, la escuela 
es fascista. Si el Estado es nazista, la escuela es nazista. Si el Estado es 
falangista, la escuela es falangista. Y si el Estado es democrático, la orien-
tación de la escuela necesariamente tiene que ser democrática. En efecto, 
en toda sociedad la educación sirve a elevados fines sociales, pero no le 
corresponde fijar autónomamente sus propias metas. Obedece su orien-
tación a la sociedad donde actúa. Es la clase social que dirige el Estado 
y para cuyo servicio actúa éste la que orienta la educación. Decía Carlos 
Marx: “Los pensamientos de la clase dominante constituyen en todas las 
épocas los pensamientos predominantes, es decir, la clase que constituye 
el poder material dominante de la sociedad, constituye al mismo tiempo 
su poder intelectual predominante. La clase que tiene a su disposición los 
medios para la producción material, dispone con ello al mismo tiempo 
de los medios de la producción intelectual”. Los fascistas por boca de su 
teórico educativo Giovanni Gentil, expresarán: “La Conciencia activa y 
dinámica del Estado es un sistema de pensamiento, de ideas, de intereses 
que hay que satisfacer y de moralidad que hay que realizar. De aquí que 
el Estado sea, como debe ser, un maestro, mantiene y mejora escuelas 
para fomentar esa moralidad. En la escuela, el Estado llega a la concien-
cia de su verdadero ser”. Lenin, inspirador del régimen soviético aclara 
y amplía el pensamiento de Marx explicando: “Cuando más culto era el 
Estado burgués, más sutilmente mentía al declarar que la escuela podía 
mantenerse por encima de la política y servir a la sociedad en conjunto. 
La realidad de los hechos es que la escuela fue convertida en nada menos 
que un instrumento del régimen de clases de la burguesía. Su propósito 
era proveer a los capitalistas de lacayos obedientes y de inteligentes traba-
jadores… Públicamente declaramos que la escuela divorciada de la vida y 
la política es una mentira y una hipocresía. 
En cuanto a la percepción de la región como una unidad hay una larga y ex-
tensa bibliografía, a la cual se añade recientemente el trabajo de Liliana Olmos y 
Carlos Alberto Torres, quienes publicaron en el año 2016 un trabajo referido “A la 
VOLUMEN V / Los fundamentos y dinámica de la universidad latinoamericana, caso de Venezuela: 1958-2030 29
Sombra de Bologna.Educación Superior en la América Latina del Siglo Veintiuno” 
como capítulo de un libro editado por Zaira Navarrete Cazales y Marco Aure-
lio Navarro Leal: “Globalización, internacionalización y educación comparada”. 
Texto que tomo como ejemplo del sesgo que usualmente tiene cada trabajo que 
propone como unidad de análisis América Latina. Es un texto que, sin entrar en 
detalles, tiene un sesgo hacia la actividad universitaria del Cono Sur y que de un 
modo u otro obvia situaciones particulares, como el caso de Venezuela, en donde 
la hipótesis de los autores se cumple ya que la hegemonía neoliberal no es tal en Ve-
nezuela, pues el estado ocupa una matrícula superior o cercana al 80 por ciento y, 
no obstante, el 20 por ciento que ocupa la solución neoliberal tiene una influencia 
desproporcionada en la sociedad. Elegir el análisis sobre una supuesta hegemo-
nía neoliberal tiene el riesgo de que se generen preguntas difíciles de responder, 
como, por ejemplo: ¿Son todas las universidades privadas neoliberales? ¿Acaso el 
neoliberalismo no es una ideología de la sociedad y estas permiten instituciones 
como las universidades que se acogen a tales principios ideológicos? En todo caso, 
la región tiene que ser examinada no solamente eligiendo una variable tal, sino 
viendo cómo funciona dicha variable según el contexto conceptual teórico de la 
variable transversal en cada unidad nacional. El sesgo esencial es el de suponer 
que los neoliberales son los que llenan de defectos a las universidades en busca 
de beneficios, olvidando mencionar que cuando el estado ejerce el monopolio del 
caso, como en Cuba y ahora en Venezuela, no se elimina la corrupción ni las malas 
prácticas sino que se acentúan, más bien. La universidad venezolana del sector 
privado no invita a su comunidad a participar, por ejemplo, en la designación de 
sus autoridades, pero, del mismo modo, el sector oficial venezolano designa sus 
autoridades en medio de la oscuridad administrativa propia del monopolio, sin 
participación de la comunidad. El sector privado de las universidades, en Vene-
zuela, es un sector desregulado, que opera al margen de la más elemental justicia 
social. Además, se tienen las más severas dudas acerca del comportamiento ético 
del sector estatal como ha demostrado el factor Odebrecht, que ha desnudado la 
secuela de incorrecciones en los Presidentes que en sus ataques al neoliberalismo 
solo aprovecharon para enriquecerse, a costa de los dineros públicos, como se ha 
podido observar, esta vez usando el concepto en forma correcta, de México a la 
Argentina, pasando por Venezuela, y Brasil, dos ‘gigantes’ de la corrupción.
VIEJOS PROBLEMAS, NUEVAS SOLUCIONES.
Me propongo, en esta Introducción, hacer algunas reflexiones que abarquen la 
problemática que trato en este volumen. El mismo es el quinto volumen del libro 
sobre Mitos, tabúes y realidades de las universidades, a través de los cuales he he-
cho un viaje de aventura que narre y analice las vicisitudes de las universidades en 
Venezuela. Es un enfoque que procura tomar como unidad de análisis a la univer-
sidad en un país específico, Venezuela, elaborando unas consideraciones tales que 
permitan al lector observar la liason entre la universidad venezolana y el impreciso 
concepto de la universidad latinoamericana. Cabe una interrogante: ¿la reforma 
es un procedimiento técnico o es una acción y actividad de componente político 
e ideológico? Más aun, ¿cuándo reformar? ¿Cómo identificar qué, cuándo y cómo 
Mitos, tabúes y realidades de las universidades / ORLANDO ALBORNOZ30
reformar? ¿Los ámbitos –después de todo reformar significa cambiar- pueden ser 
sucesivos y secuenciales o las instituciones tendrán ámbitos bruscos y si se quiere 
agresivos? El código de la reforma universitaria, en Venezuela, ha sido manejado 
por Foción Febres Cordero en sus dos monografías sobre el tema: (1959) Autono-
mía universitaria y (1959) Reforma universitaria. 
La universidad venezolana, en términos generales, atraviesa por una larga cri-
sis, que comenzó, según mi interpretación, el 5 de diciembre de 1958, cuando el 
para entones nuevo gobierno democrático proporcionó a las universidades el es-
pacio para que abrieran esquemas de reforma universitaria, que reparase la inmo-
vilidad que había tenido en esta materia la dictadura militar, cuya doctrina era El 
Nuevo Ideal Nacional y que gobernó el país entre el 24 de noviembre de 1948 y el 
23 de enero de 1958, el primer quinquenio como una Junta de Gobierno, el segun-
do bajo el esquema ya de Presidencia del país.18
En aquel acto del 5 de diciembre de 1958 la república exhibió sus mejores galas 
democráticas. Se promulgó entonces una nueva Ley de Universidades, que resca-
taba la autonomía de la universidad, negada por el gobierno militar que gobernó al 
país entre 1948 y 1958. Se reunieron aquel día, en el Aula Magna de la Universidad 
Central de Venezuela, el presidente de la Junta de Gobierno el Dr. Edgar Sana-
bria, El Ministro de Educación Dr. Rafael Pizani, El Dr. Francisco De Venanzi, 
presidente de la Comisión reorganizadora de la universidad venezolana y quien 
sería el primer rector de la Universidad Central de Venezuela en el nuevo período 
republicano y a quien se le puede recordar, sin sonrojo, como lo que fue, Rector 
Magnificus. Finalmente, el Dr. Edmundo Chirinos, entonces representante de los 
estudiantes, y quien años después sería, también, rector de la UCV. Aceptando que 
la comparación es forzosa podría permitirme la licencia de señalar cómo, en aquel 
instante republicano, de respeto y veneración por el alma de la universidad, la 
autonomía garantizaba que la universidad funcionase “libre de interferencias ex-
trañas a su esencia universal”, mientras que en el momento de terminar este libro, 
Abril de 2015, la universidad venezolana se halla maniatada ante la imposición de 
una universidad de creencia, que, precisamente, elimina la autonomía de la insti-
tución, en nombre de inaceptables argumentos según los cuales la universidad es 
también un espacio político al servicio del gobierno y no de la república. Si aquella 
fue una ‘hora luminosa’, como la calificó De Venanzi, la del momento viene a ser 
una hora triste en la historia de la universidad venezolana y latinoamericana, ins-
titución ésta vinculada a la lucha por sus derechos académicos y sociales, en ese 
largo siglo de encuentros y desencuentros universitarios, que va desde 1918, año de 
la rebelión universitaria de Córdoba, y el año 2018, año que seguramente hallará a 
la universidad venezolana aún más hundida en este predicamento de corto plazo y 
de efectos sin embargo duraderos, como es el proyecto chavista de la universidad, 
una institución que al parecer el gobierno actual la quiere maniatada, ajena al ethos 
y espíritu que define lo que es una universidad.
Me es absolutamente indispensable reseñar cómo, en modo alguno, menos-
precio que una sociedad, en este caso la venezolana, tenga su esquema de creen-
cias, pues estas son aquello que provee las posibilidades de la necesaria cohesión 
social, el famoso glue social, que mantiene compacto a los ciudadanos –esto es, en 
equilibrio dado-, que si se perturba se crean situaciones de caos y violencia, bajo el 
formato de la guerra civil o la propia guerra entre naciones. El paradigma del caso 
VOLUMEN V / Los fundamentos y dinámica de la universidad latinoamericana, caso de Venezuela: 1958-2030 31
fue enunciado por el sociólogo francés Émile Durkheim, en su tesis doctoral: De la 
division du travail social (1893). Desde entonces se supone que la tesis del francés 
es la respuesta a las del marxismo, de la lucha de clases. Las creencias, los símbolos, 
los mecanismos de organización social alrededor de valores compartidos, son la 
esencia de la sociedad. Lo que se disputa es que instituciones de perfecta raciona-
lidad, sometidas a las exigencias del pensamiento plural y crítico, sean gobernadas 
según aquellos de las creencias, que son asunto de fe, unidimensionales, emotivos,indiscutidos, discutidos ya en nuestro tiempo por Eric Dacheux y Daniel Goujon 
en su documento (2010) La cohésion sociale source de la richesse économique: pour 
une approche interdisciplinaire de l’apport théorique de l’économie solidaire à la 
compréhension des transformations du capitalisme. Por su parte, el tema de la ne-
cesaria objetividad en la cosa universitaria ha sido planteada a lo largo de los años 
desde la creación de la Universidad de Berlín, en 1810, por diversos autores: Dewey, 
1916; Israel Scheffler, 1965, en su libro Conditions of Knowledge; Jaakko Hintikka, 
(1962) –en el espléndido libro del filósofo finlandés Knowledge and belief, al que 
se añade su libro (1999). Inquiry as Inquiry: A Logic of Scientific Discovery; Gilbert 
Ryle (1949) The concept of mind; A. J. Ayer (1956) The problem of knowledge; Wi-
lliam James (1910) Prgmatism; Rudolf Carnap (1947) Meaning and necesity –en 
donde se plantea el problema del conocimiento como una necesidad, más allá de 
su significado, libro este que he asociado a menudo con el libro de Jacques Monod 
(1970) El Azar y la necesidad y el influyente libro de M. Polanyi (1958) Personal 
knowledge, sin dejar de mencionar cómo prácticamente en todo el pensamiento 
universitario venezolano, ya en el siglo XIX, desde quien fuera rector de la Uni-
versidad Central de Venezuela, José María Vargas (1827-1829) hasta Ernesto Mayz 
Vallenilla, rector a su vez de la Universidad Simón Bolívar (1969-1979) se apuntaba 
hacia la necesaria pluralidad y autonomía de la universidad. Una lectura perturba-
dora sobre el tema de mi trabajo es el libro póstumo de Ludwig Wittgenstein (1969) 
On Certainty, porque allí se plantea cómo a veces la duda es un obstáculo para la 
comprensión lógica de las cosas. En otras palabras: ¿cuánto de lo que sabemos está 
libre de ser creencia? Personalmente añado el artículo que juzgo preliminar de 
Friedrich A. Hayek (1945) “The Use of Knowledge in Society”, y de Robert S. Lynd 
(1939) su libro Knowledge for what?, uno de los libros fundamentales en el tema, 
y del filósofo español José Ortega y Gasset (1949) su luminoso libro sobre Ideas y 
creencias, así como de mi antiguo discípulo Edgardo Lander su artículo “¿Conoci-
miento para qué? ¿Conocimiento para quién? Reflexiones acerca de la geopolítica 
de los saberes hegemónicos”, del 2002.19
Entonces, el mundo de las ideas incluye el pensamiento académico, objetivo y 
plural, pero también el pensamiento que se apoya en la creencia, en la fe, en lo in-
dubitable. Del mismo modo como, debo dejarlo bien claro al inicio de mi libro, se 
entiende que el conocimiento académico es solo una expresión simbólica que tiene 
sus propias reglas y patrones pero que, simultáneamente, hay otras expresiones 
del pensamiento, de grupos humanos que obedecen a sus propias configuraciones 
simbólicas, como el pensamiento de las poblaciones indígenas, y en general el del 
llamado pueblo. Por ello el problema se concentra en una sola pregunta: ¿Qué debe 
ser considerado conocimiento académico y qué en consecuencia entra a la univer-
sidad y qué debe quedar fuera de la misma, por irrelevante, banal y superficial o 
no es todo ello en sí la argamasa del conocimiento académico? En forma capciosa 
Mitos, tabúes y realidades de las universidades / ORLANDO ALBORNOZ32
puede, quizás, hacerse la pregunta en otros términos: ¿Debe ser desalojado de la 
universidad el pensamiento lógico propio de la universidad de la razón y en este 
caso sustituirlo por el pensamiento propio de la universidad de creencia, en el caso 
venezolano el pensamiento de Hugo Chávez y de hecho el Plan de la Patria que 
elaboró con tanto esmero como con tanta vacuidad?20
Ahora bien, para Abril de 2017 la situación académica y financiera de la uni-
versidad venezolana es un simple ejemplo de decadencia intelectual e institucional, 
en la misma medida en que el modelo de universidad de razón es sustituido por 
aquel de la universidad de creencia. La sociedad venezolana no logró consolidar 
un aparato propio del mundo de las ideas, que al mismo tiempo que fuese rico y 
original en sí mismo contribuyese al desarrollo nacional a través de la innovación 
y calidad correspondientes. Se crearon las instituciones, se las dotó de recursos, las 
mismas fueron útiles al desarrollo, pero nunca se constituyó un aparato autónomo 
e independiente, y para 2015 las universidades enfrentan déficits fiscales impor-
tantes, el stock académico se reduce, ante la imposibilidad de mantener activo el 
flujo de la generación de relevo y retener el personal, que busca desplazarse hacia 
otros sitios más amigables –ergo fuga de cerebros.21
Los profesores demandan aumentos de sueldos y salarios que no guardan 
correspondencia con las posibilidades del estado que ve mermar los mismos en 
proporciones tales que sus ingresos han de disminuir a menos del cincuenta por 
ciento del ingreso de apenas hace un año, señalando que el aparato económico 
del país muestra graves indicios de una crisis cada vez más perniciosa. La insegu-
ridad y violencia de la sociedad afecta al comportamiento de las universidades y 
éstas se hallan incapacitadas de responder a la seguridad de las instituciones y a 
la seguridad social de su personal. El gobierno de las universidades se halla en un 
limbo, ya que las autoridades de las universidades autónomas han permanecido 
en sus cargos al no aplicarse en las mismas las normas legales de la Ley Orgáni-
ca de Educación, espacio en donde se hallan las universidades del resto del país, 
designadas sin participación de las comunidades, unas por el gobierno como si 
fuesen funcionarios públicos, las universidades privadas por sus propietarios y en 
general hay una discrepancia entre autoridad y Auctoritas.22 Cabe observar que las 
universidades no forman parte del master plan del gobierno venezolano, como, 
del mismo modo, no participa en el mismo –si este existe como tal, más allá del 
objetivo de preservar el poder- el stock del conocimiento nacional, ya que en toda 
instancia el conocimiento se importa, como los capitales y el propio ingreso nacio-
nal, que depende prácticamente en su totalidad, en cuanto a divisas extranjeras, de 
la industria petrolera. En este sentido el caso venezolano es probablemente único, 
en cuanto esta sociedad ha incrementado en estos quince años de gobierno revo-
lucionario la dependencia del conocimiento foráneo y la desutilización del talento 
nacional, cuando las sociedades proceden al revés, empleando primero el talento 
nacional y luego el internacional, proceso inevitable en el ámbito actual de la glo-
balización e internacionalización. Venezuela pareciera, en este orden de ideas, ser 
víctima de un experimento en recolonización, tal es el género de dependencia que 
ha promovido en estos años, no obstante que el discurso político se observe lleno 
de nociones tales como patria y soberanía.
La universidad venezolana, entonces, se halla en una situación inequívoca-
mente negativa y hallo, según mis reflexiones, improbable que salga de este ámbito 
VOLUMEN V / Los fundamentos y dinámica de la universidad latinoamericana, caso de Venezuela: 1958-2030 33
de la crisis en los próximos años, porque no se trata de cambiar unas autoridades o 
que el gobierno satisfaga demandas de las instituciones como dotar a las universi-
dades de recursos suficientes –nunca serán suficientes en tanto sean dependientes 
del aporte estatal-, o que las universidades del sector privado pudiesen cobrar una 
matrícula acorde con los valores que estipule el mercado, sino que se trata de que 
el sistema nacional de universidades en Venezuela responde a una dinámica que 
califico la dinámica del error, ya que desde 1958 hasta el día de hoy, año 2017, el 
sistema ha sido consecuencia de errores que llamo de origen y de proceso. Explicar 
esta dinámica es, probablemente, el propósito de este libro, en donde califico al 
concepto del error como una dinámica incremental, que marcha según su propia 
inercia hasta hacerse irreversible.

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