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INFRAESTRUCTURA VERDE
Y SOLUCIONES BASADAS
EN LA NATURALEZA 
para la adaptación al cambio climático 
Prácticas inspiradoras en ciudades de Perú, Chile y Argentina
INFRAESTRUCTURA VERDE
Y SOLUCIONES BASADAS
EN LA NATURALEZA 
para la adaptación al cambio climático 
Prácticas inspiradoras en ciudades de Perú, Chile y Argentina
Autoras: 
Anna Zucchetti - PERIFERIA 
Nuria Hartmann - Adapt Chile
Teresita Alcántara - Adapt Chile
Paz Gonzales - Consultora 
Coautores y supervisión general: 
Mariela Cánepa - WWF Perú 
Cristian Gutierrez - Adapt Chile
Con la contribución de:
Sebastian Silva
Yamile Sánchez
Taícia Marques
Diseño y diagramación: 
Kelly Villarreal
Citación:
Este Reporte debe citarse como Zucchetti, A, Hartmann, N, Alcantara, T, Gonzales, P, Cánepa, M, Gutierrez, C 
(2020). Infraestructura verde y soluciones basadas en la naturaleza para la adaptación al cambio climático. Prácticas 
inspiradoras en ciudades de Perú, Chile y Argentina. Plataforma MiCiudad, Red AdaptChile y ClikHub.
Editado por:
World Wildlife Fund INC
Av. Gral. Trinidad Morán 853, Lince, Lima - Perú
Primera edición digital, agosto 2020
ISBN: 978-612-46028-8-7
Libro electrónico disponible en www.miciudad.pe/infraestructura-verde
Las opiniones expresadas en este libro son de responsabilidad de los autores. Ellos no representan necesariamente 
la opinión de WWF, Adapt Chile o las instituciones de los autores, los socios o los revisores. 
Información de contacto: 
WWF Perú
www.wwfperu.org 
ciudades.sostenibles@wwfperu.org 
PERIFERIA, Territorios Vivos
www.periferia.pe 
info@periferia.pe
ADAPT CHILE
www.adapt-chile.org
info@adapt-chile.org 
INFRAESTRUCTURA VERDE Y SOLUCIONES 
BASADAS EN LA NATURALEZA 
PARA LA ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO
Prácticas inspiradoras en ciudades de Perú, Chile y Argentina
Este documento es un resumen de la sistematizacion 
de prácticas en infraestructura verde para la adaptación 
al cambio climático en ciudades de Perú, Chile y 
Argentina. Presenta un marco conceptual del tema 
y las características de las diferentes prácticas de 19 
ciudades en los tres paises. 
Este documento fue elaborado por la Plataforma 
MiCiudad de Perú y la Red Chilena de Municipios ante el 
Cambio Climático en el marco del proyecto: Ciudades, 
infraestructura natural y cambio climático: construyendo 
compromisos locales, regionales y globales desde las 
Municipalidades y los actores no estatales. Este proyecto 
está financiado por la Alianza Clima y Desarrollo ( CDKN) 
en el marco del Centro Regional de Conocimiento sobre 
el Cambio Climatico (Clikhub) implementado por la 
Fundación Futuro Latinoamericano. 
La sistematización fue escrita por Anna Zucchetti, 
Directora de PERIFERIA/ Plataforma MiCiudad (Perú); 
Nuria Hartmann y Teresita Alcantara, profesionales 
de Adapt Chile y Paz Gonzales, consultora argentina. 
También colaboraron Mariela Cánepa, de WWF Perú/ 
Plataforma MiCiudad y Cristian Gutierrez, Director 
Ejecutivo de AdaptChile. Fue revisado por Maria Jose 
Pacha y Gabriela Villamarín de CDKN/FFLA. 
 
Para recolectar la información sobre el marco conceptual 
y las experiencias de los países, también colaboraron: 
Sebastian Silva, Ingeniero Forestal; Yamile Sánchez, 
Ingeniero Forestal y Taicia Marquez, Arquitecta.
Para la realización de esta sistematización, se entrevistaron 
las siguientes personas: 
Perú: Alcalde de Huamanga, Yuri Alberto Gutiérrez 
Gutiérrez; Alcalde de Independencia, Yuri José Pando 
Fernández; Alcalde de Jauja, César Víctor Dávila 
Véliz; Alcalde de Macchu Picchu, Darwin Baca Leon; 
Alcalde de Arequipa, Omar Julio Candia Aguilar; 
Alcalde de Tahuamanu, Abraham Cardozo Mouzully; 
Doris Aspiazu, Gerente de Medio Ambiente de la 
Municipalidad de Miraflores; John Esteban Romero, 
Gerente de Medio Ambiente, Municipalidad de 
Tarapoto; Alejandro Hesse Martínez, Gerente de Medio 
Ambiente y Obras Públicas, Municipalidad de San 
Borja; Robert Jimenez, Coordinador Técnico Proyecto 
Lomas de Lima, Programa de Naciones Unidas para el 
Desarrollo, PNUD.
Chile: equipos ambientales encabezados por el Alcalde 
de Independencia, Gonzalo Durán Baronti, Vocero de la 
Red Chilena de Municipios ante el Cambio Climático; 
Alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei Fornet; 
Alcalde de Quilicura, Juan Carrasco Contreras; Alcalde 
de Renca, Claudio Castro Salas; Alcalde de San Pedro 
de la Paz, Audito Retamal Lazo; Alcalde de Valdivia, 
Omar Sabat Guzmán.
Para mayor información, contactarse con: Anna 
Zucchetti, PERIFERIA/Plataforma MiCiudad (anna@
periferia.pe) o Mariela Cánepa, WWF Peru/Plataforma 
MiCiudad (Mariela.canepa@wwfperu.org).
 
CONTENIDO
Presentación
Introducción: Ciudades y Cambio Climático
1. Infraestructura verde y provisión de 
servicios ecosistémicos en las ciudades
1.1. Infraestructura Verde
1.2. Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN)
1.3. Adaptación basada en Ecosistemas (AbE)
1.4. La forestería urbana y periurbana
2. Realidades de las ciudades de Perú, Chile y 
Argentina
2.1. Contexto de Perú
2.2. Contexto de Chile
2.3. Contexto de Argentina
3. La Infraestructura verde en Perú, Chile y 
Argentina
3.1. Perú
3.2. Chile
3.3. Argentina
4. Prácticas urbanas inspiradoras de 
infraestructura verde y cambio climático
4.1. Criterios para elegir las prácticas urbanas
4.2. Prácticas inspiradoras de las ciudades
Perú
Chile
Argentina
5. Análisis de los casos presentados
Bibliografía
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PRESENTACIÓN
En el marco de la agenda de la Plataforma MiCiudad, 
PERIFERIA y WWF Perú diseñaron en el año 2019 la iniciativa 
“Ciudades Verdes”, con la finalidad de visibilizar las iniciativas 
sobre infraestructura natural en las ciudades peruanas. 
“Ciudades Verdes” busca identificar prácticas inspiradoras, 
promover el intercambio de saberes y alimentar las políticas 
públicas orientadas a aumentar el verde urbano y a implementar 
soluciones basadas en la naturaleza en las urbes del país y de 
la Región, con un enfoque de adaptación al cambio climático. 
La oportunidad de reforzar esta agenda para ciudades verdes, 
se dio en el marco de la Vigésima Quinta Conferencia de las 
Partes (COP25) de la Convención Marco de las Naciones 
Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) en Santiago de 
Chile, que motivó el incremento en la ambición climática y la 
urgencia en la implementación de los NDC’s a los gobiernos 
de nuestra región, movilizando las diferentes plataformas y 
redes de cambio climático. 
Así, la Plataforma MiCiudad forjó una alianza con la ONG 
Adapt-Chile, como coordinadores de la Red Chilena de 
Municipios ante el Cambio Climático (RedMuniCC), para un 
trabajo conjunto en los dos países y obtuvo el apoyo de la red 
latinoamericana Clik Hub del Climate Knowledge Development 
Network (CDKN), bajo el liderazgo de la Fundación Futuro 
Latinoamericano (FFLA), que generó la oportunidad para crear 
un espacio colaborativo entre Perú y Chile para fortalecer la 
agenda climática desde las autoridades subnacionales.
Este reporte es el resultado de esta colaboración, lo cual 
permitió: a) el levantamiento de información de 19 iniciativas 
urbanas inspiradoras, incluyendo algunas de Argentina, 
b) un primer acercamiento a las soluciones basadas en la 
naturaleza aplicadas a contextos urbanos y c) un intercambio 
de experiencias sobre la gestión de la adaptación climática 
liderada por los gobiernos locales. A partir de ello, se 
generaron dos momentos de gran importancia: el primero en 
Lima, Perú (noviembre de 2019) y el segundo, en Concepción, 
Chile (febrero de 2020). Adicionalmente, este trabajo ayudó a 
identificar a un grupo importante de alcaldes de las ciudades 
del Perú y Chile, quienes son hoy los champions de Ciudades 
Verdes en sus países y con quienes seguiremos colaborando 
en los próximos años. 
Estamos seguros que el Reporte será un insumo valioso para 
contribuir a la construcción de saberes, la difusión de las 
prácticas y el debate sobre la importancia de la infraestructura 
naturalpara la adaptación al cambio climático en las ciudades 
de nuestra Región. 
1
Cristian Gutierrez Pangui
Adapt Chile
RedMuniCC
Mariela Cánepa
WWF - Perú
Plataforma MiCiudad
2
Casi 8 de cada 10 latinoamericanos vivimos en zonas 
urbanas1, y el impacto de las ciudades sobre los recursos 
naturales es, de hecho, desproporcionado en relación a su 
número de habitantes. Son las ciudades –a nivel regional 
y global- las que más gases de efecto invernadero (GEIs) 
emiten a la atmósfera y quienes más impactos sufrirán por 
el cambio del clima. Estimaciones de la Organización de 
Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE, 2012) apuntan 
a que las actividades urbanas representan alrededor del 
70% de las emisiones de GEIs, y son responsables por 
una demanda intensa en recursos como el agua dulce, la 
madera y otras materias primas (CEPAL, 2015). Además, la 
alta demanda energética de las ciudades implica que éstas 
consumen el 67% de la energía producida en el planeta 
(IEA, 2016).
América Latina es el subcontinente con los más altos 
niveles de urbanización del mundo (85% de la población es 
urbana); en los últimos años, el proceso de urbanización 
ha seguido creciendo, especialmente en las ciudades 
medianas y pequeñas2, cuyo aumento demográfico ha 
sido impulsado por dos vías: la migración del campo a la 
ciudad y la migración desde las grandes ciudades (CEPAL, 
2015). Actualmente, en Perú, el 79.3% de la población es 
urbana (INEI, 2017); Chile, por su parte, tiene uno de los 
niveles de urbanización más altos del mundo con cerca 
del 90% de la población urbana (Ministerio del Medio 
Ambiente, 2018), mientras Argentina supera a Chile con 
una población urbana que alcanza el 92% de la población 
total (Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, 
2018). En la región, las ciudades son las responsables 
del grueso de la producción nacional medida a través del 
Producto Bruto Interno (ONU-Hábitat, 2012). 
INTRODUCCIÓN: CIUDADES Y 
CAMBIO CLIMÁTICO
1 Según ONU – HABITAT (2012), se espera que para el año 2050 este 
porcentaje aumente hasta un 90%. 
2 La distinción entre los distintos tipos y tamaños de ciudades no se 
encuentra unificada. La Red Ciudades y Gobiernos Locales Unidos y ONU 
Hábitat (2012) definen a las ciudades pequeñas y medianas, como aque-
llas que cuentan con entre cincuenta mil y un millón de habitantes.
3
3 La población vulnerable es clasificada de este modo, por sus condiciones socioeconómicas, de salud, educación, edad, género, etnia, medios de vida, 
ubicación y características de la vivienda, entre otros.
4 Según el IPCC (2014) se entiende por adaptación al: “Proceso de ajuste al clima real o proyectado y sus efectos. En los sistemas humanos, la adap-
tación trata de moderar o evitar los daños o aprovechar las oportunidades beneficiosas. En algunos sistemas naturales, la intervención humana puede 
facilitar el ajuste al clima proyectado y a sus efectos.”
Con el actual calentamiento global de 1°C, estamos 
experimentando en forma rápida e inequívoca impactos como 
el aumento del nivel del mar, la pérdida de biodiversidad, la 
alteración de los rendimientos de los cultivos, olas de calor 
más frecuentes y alteraciones de los patrones de lluvias 
(Intergovernmental Panel on Climate Change - IPCC, 2018). 
Como consecuencia, muchos de los servicios básicos 
de abastecimiento, las infraestructuras, la economía y la 
calidad de vida se ven afectados. También los ecosistemas 
ven alterado su ritmo natural y modificados los servicios 
que proveen (IPCC, 2018). Según el Reporte Tierra del 
Climate Knowledge Development Network (CDKN) sobre el 
Quinto Informe de Evaluación del IPCC, el cambio climático 
en la región incidirá principalmente en la disponibilidad del 
agua, en la propagación de enfermedades transmitidas 
por vectores y en la producción y calidad de los alimentos 
(CDKN, 2020). Los impactos de estos cambios tienden a caer 
desproporcionadamente en grupos de población vulnerable3, 
como es el caso de la mayoría de las personas de América 
Latina y el Caribe. Estos grupos están más expuestos, 
son más sensibles a los efectos de los cambios climáticos 
y tienen una capacidad de adaptación más limitada. Las 
ciudades latinoamericanas –donde existen altos índices de 
desigualdad y pobreza- poseen un alto nivel de vulnerabilidad 
y es aquí donde se manifestarán los efectos sobre un mayor 
número de personas.
En este contexto, promover la adaptación4 al cambio climático 
en las ciudades es una necesidad urgente, tanto para 
reducir la vulnerabilidad de la población y la infraestructura 
estratégica, como para prevenir los impactos potenciales 
sobre la economía y el PBI de las naciones. A tal fin, se vuelve 
imperativo trabajar para lograr la resiliencia a escala urbana, 
entendida como “la capacidad de los sistemas sociales, 
económicos y ambientales de afrontar un suceso, tendencia 
o perturbación peligrosos, respondiendo o reorganizándose 
de modo que mantengan su función esencial, su identidad y 
su estructura, y conservando al mismo tiempo la capacidad 
de adaptación, aprendizaje y transformación” (IPCC, 2014). 
Esto implica, por un lado, preparar las ciudades para 
enfrentar el fenómeno climático y, por el otro, desarrollar la 
capacidad de recuperación y adaptación ante eventos y 
desastres difíciles de prever.
 
Una de las estrategias que viene ganando más fuerza y difusión 
a nivel global, está relacionada a la valorización y manejo de 
los ecosistemas urbanos como forma de ampliar la oferta en 
cantidad y calidad de una serie de servicios ecosistémicos 
(SE). Definidos como las contribuciones directas e indirectas 
que favorecen el bienestar humano a partir de las funciones 
de los ecosistemas (TEEB, 2010), los SE son normalmente 
divididos en cuatro grupos: provisión, regulación, hábitat y 
soporte y cultural (Cuadro Nº 01). En áreas urbanas, algunos 
de estos servicios son esenciales para la sostenibilidad y 
calidad de vida urbana, como por ejemplo, la provisión y 
regulación de los flujos de agua, la mejora del microclima 
urbano, el almacenamiento y la remoción de carbono, la 
calidad del aire y los servicios culturales (FAO, 2018).
4
Para que estos servicios estén disponibles, los ecosistemas 
deben estar sanos y funcionales. Su provisión también 
dependerá de factores como la escala (por ejemplo, la 
provisión de agua potable puede tener un impacto regional, 
mientras el microclima será beneficiado a escala local) y la 
realidad socio-económica, ambiental y geográfica. 
Diversos conceptos vienen siendo desarrollados y aplicados 
para promover la conservación, ampliación y mejora de los 
ecosistemas y las áreas verdes urbanas y no urbanas, y así 
asegurar la provisión de los servicios ecosistémicos. Estos 
incluyen la infraestructura verde, natural o ecológica, las 
soluciones basadas en la naturaleza, la adaptación basada 
en ecosistemas y la forestería urbana, que se describirán a 
continuación.
FUNCIÓN
Regulación
Producción
Hábitat y soporte
Culturales
Cuadro Nº 01. Las funciones de los servicios ecosistémicos 
Fuente: Elaboración propia en base a Millennium Ecosystem Assessment (MEA, 2005) y Valdez y Luna (2012).
EJEMPLO
Purificación del aire, depuración de agua, 
regulación de flujos de agua y prevención 
de inundaciones, mantenimiento de 
fertilidad de suelo, secuestro de carbono, 
regulación del clima, polinización, 
protección costera, entre otros
Agua fresca, alimentos (vegetales y 
animales), productos medicinales, fuentes 
de energía (madera, agua), fibra, recursos 
genéticos y bioquímicos, productos 
ornamentales, etc
- Protección del suelo 
- Fotosíntesis 
- Producción primaria 
- Ciclo de nutrientes 
- Ciclo del agua 
- Diversidad cultural, espiritual y religiosa 
- Sistemas de conocimiento 
- Valores educativos 
- Inspiración 
- Valores estéticos 
- Sentido de pertenencia 
- Herencia cultural 
- Recreación
DESCRIPCIÓN
Capacidad para regular procesos 
ecológicos esenciales y sostener 
sistemas. Proporcionan muchosservicios 
directos e indirectos a la población
Son una variedad de bienes y servicios 
para consumo humano, desde alimento y 
materia prima hasta recursos energéticos 
y medicinales
Proporcionan hábitats de refugio y 
reproducción para plantas y animales 
contribuyendo a la conservación biológica 
y diversidad genética, de especies 
comerciales
Contribuyen a la salud humana 
proporcionando oportunidades de 
enriquecimiento espiritual, desarrollo 
cognitivo, recreación y experiencias 
estéticas
5
INFRAESTRUCTURA VERDE Y PROVISIÓN DE SERVICIOS 
ECOSISTÉMICOS EN LAS CIUDADES1 
6
1.1. Infraestructura Verde
Recientemente, ha crecido el reconocimiento de la 
“infraestructura ecológica”, “infraestructura natural” e 
“infraestructura verde” en diversos espacios urbanos, en 
contraposición o como complemento de la “infraestructura 
gris” (edificios, carreteras, industrias, sistemas de 
alcantarillado, canales, sistemas de drenaje, plantas de 
tratamiento) o “azul” (ríos, lagos, redes de canales, etc.). 
Todas las ciudades comparten una estructura física similar 
que comprende las infraestructuras “gris”, “azul” y “verde”. 
A fin de construir ciudades capaces de responder a los 
desafíos urbanos y climáticos, es fundamental optimizar las 
interacciones entre estos elementos (FAO, 2017).
Tradicionalmente el término infraestructura incluía 
únicamente todos los bienes hechos por el ser humano, 
para atender los sectores sociales (educación, salud, 
cultura y financiero) y económicos (energía, agua y desagüe, 
transporte). Éstos en conjunto generaban beneficios y 
bienestar que se distribuían a la sociedad. Sin embargo, 
a partir de los años 80, científicos y conservacionistas 
sugirieron que los ecosistemas también debían ser 
considerados un tipo de infraestructura (Cardoso da Silva 
y Wheeler, 2017).
El sustento de esta propuesta fue que los ecosistemas 
sanos proveen de bienes y servicios, algunos consumidos 
directamente y otros a través de la interacción con otras 
infraestructuras hechas por el ser humano. Se asumió que, 
si la sociedad reconocía que los ecosistemas naturales 
protegidos son un tipo de infraestructura esencial para el 
desarrollo humano y la seguridad, se podría lograr una 
mayor inversión en la conservación de estos sistemas 
(Cardoso da Silva y Wheeler, 2017). 
El concepto de “infraestructura ecológica”, definido como 
la estructura constituida por el paisaje natural y las áreas 
naturales para organizar espacialmente las ciudades, fue 
considerado como uno de los cinco principios para guiar la 
planificación de ciudades ecológicas (UNESCO, 1984). El 
término “infraestructura verde” fue usado por primera vez 
en 2004 por la Comisión de Corredores Verdes de Florida 
y fue definido como “(…) una red interconectada de áreas 
naturales y otros espacios que conservan los valores y 
funciones de ecosistemas naturales, mantienen el aire y 
agua limpios y provee un amplio abanico de beneficios a la 
vida silvestre y humana” (Benedict y Mahón, 2006). El término 
“infraestructura natural” surgió de forma relativamente 
reciente y fue utilizado por primera vez para resaltar la 
importancia de los humedales en el manejo de sistemas de 
agua dulce (Sajaloli, 1996). La expresión es amplia y cubre 
una gama de temas, por lo que adquiere un significado 
distinto para diferentes usuarios dependiendo de la escala 
de su aplicación: funciones, servicios ambientales, beneficios 
sociales o en el planeamiento del territorio (Davies, 2013). 
Recuadro Nº 01. Definición de Infraestructura verde según 
la Comisión Europea (2013)
Es una red estratégicamente planificada de áreas 
naturales y seminaturales con otras características 
ambientales diseñadas y administradas para ofrecer 
una amplia gama de servicios ecosistémicos tanto 
en entornos rurales como urbanos. 
Es una herramienta para proporcionar beneficios 
ecológicos, económicos y sociales a través de 
soluciones naturales, que nos ayudan a entender 
las ventajas que la naturaleza ofrece a la sociedad 
y a movilizar inversiones que sostengan y mejoren 
estos beneficios.
Es un concepto que integra la conectividad de 
los ecosistemas, su protección y la provisión de 
servicios ecosistémicos, al mismo tiempo que aborda 
la mitigación y la adaptación al cambio climático. 
Contribuye a minimizar los riesgos de desastres 
naturales, mediante el uso de enfoques basados en 
los ecosistemas para la protección costera a través de 
la restauración de pantanos / llanuras de inundación 
en lugar de construir diques. La infraestructura verde 
ayuda a garantizar la provisión sostenible de bienes 
y servicios ecosistémicos al tiempo que aumenta la 
resiliencia de los ecosistemas (…)
Fuente: Comisión Europea, 2013.
INFRAESTRUCTURA VERDE
7
El concepto de “infraestructura verde” (y ecológica) es 
el más utilizado en estudios de ecosistemas terrestres, 
mientras que “infraestructura natural” se refiere a una visión 
más integral que abarca diferentes tipos de ecosistemas 
(Cardozo da Silva y Wheeler, 2017). Ambos son utilizados 
en estudios en el ámbito urbano.
En general, se identifican dos elementos comunes a las 
distintas definiciones: conectividad y multifuncionalidad 
(Baró y Bon Pastoral, 2015). La conectividad está 
relacionada a la importancia de la infraestructura natural 
para mantener el funcionamiento de los ecosistemas y de 
esa forma asegurar la provisión de servicios ecosistémicos. 
La conectividad también permite el movimiento de 
especies a través del paisaje y promueve la conservación 
de la biodiversidad. La multifuncionalidad hace referencia 
a los múltiples usos y funciones que una infraestructura 
natural puede tener, como, por ejemplo, la protección 
frente a inundaciones, fines recreacionales o turísticos y la 
protección de la fauna silvestre (Marques, 2020). 
La capacidad de los ecosistemas de entregar los servicios 
ecosistémicos depende del estado o salud de los mismos, 
variables que están sujetas a procesos de transformación 
y producción de los sistemas humanos, como el cambio 
en el uso de la tierra, la expansión urbana, la extracción 
de materias primas, la producción de alimentos y las 
alteraciones atmosféricas que provocan el cambio 
climático (Adapt Chile, 2015).
En las últimas décadas, ante la clara tendencia a la 
degradación de los ecosistemas y su capacidad de prestar 
servicios vitales, surgen diversas herramientas para 
promover el desarrollo sostenible con un enfoque basado 
en la infraestructura natural. Entre estos, se encuentran:
1.2. Soluciones Basadas en la 
Naturaleza (SbN)
Es un nuevo concepto que abarca a todas las acciones 
que se apoyan en los ecosistemas y los servicios que estos 
proveen, para responder a diversos desafíos de la sociedad 
como el cambio climático, la seguridad alimentaria o el 
riesgo de desastres (IUCN, 2019). Las Soluciones basadas 
en la Naturaleza (SbN) son “acciones para proteger, 
gestionar y restaurar de manera sostenible los ecosistemas 
naturales o modificados que hacen frente a los desafíos 
sociales de manera efectiva y adaptativa, proporcionando 
simultáneamente beneficios para el bienestar humano y la 
biodiversidad” (Resolución de la UICN WCC-2016-Res-069).
Las SbN están inspiradas y respaldadas por la naturaleza 
y utilizan o imitan los procesos naturales para contribuir 
a la gestión mejorada del agua, suelo, clima, los riesgos 
o la ciudad como conjunto. Una SbN puede implicar la 
conservación, restauración y manejo sostenible de los 
ecosistemas naturales y/o la mejora o creación de procesos 
naturales en ecosistemas modificados o artificiales. Se 
pueden aplicar a microescala (por ejemplo, un inodoro seco 
o un pequeño humedal) o a macroescala como por ejemplo, 
un río o el paisaje (Álvarez Laso, 2018). Actualmente, se 
están preparando los Estándares Globales para las SbN con 
la finalidad de implementar, evaluar, mejorar y escalar las 
intervenciones de SbN globalmente (Comunicación personal, 
Commission of ecosystem management CEM-UICN, 2020y 
Cohen-Shacham, 2019).
Las SbN se pueden considerar como un “concepto 
paraguas” que incluye una serie de enfoques diferentes 
como la Adaptación basada en Ecosistemas (AbE), la 
forestería urbana o el biomimetismo. Estos enfoques nacen 
de distintas disciplinas pero comparten un mismo interés 
en utilizar las funciones de los ecosistemas para resolver 
los problemas que enfrentamos, en lugar de depender 
solamente de soluciones convencionales. Los enfoques 
de SbN pueden ser utilizados en combinación con otros 
tipos de intervenciones. Por ejemplo, los desafíos en 
seguridad alimentaria pueden ser resueltos de mejor forma 
si se combinan SbN (como los sistemas agro-forestales 
o la restauración de humedales) con soluciones más 
convencionales, como la mejora de la distribución y acceso a 
alimentos, o políticas de comercio que apoyan a productores 
locales (International Union for Conservation of Nature - IUCN, 
2019). Estos enfoques también pueden generar múltiples 
beneficios para la población y la biodiversidad, puesto que 
movilizan el conocimiento tradicional o de la comunidad 
local sobre el funcionamiento del ecosistema y la interacción 
naturaleza-sociedad (Álvarez Laso, 2018).
8
El término de Soluciones basadas en la Naturaleza 
implica un cambio de perspectiva: la población no es 
solo un beneficiario pasivo de los productos y servicios 
de la naturaleza, sino que también puede proteger, 
gestionar y restaurar proactivamente los ecosistemas y 
la infraestructura urbana inspirándose en los principios 
de la naturaleza, ayudando así a resolver los desafíos del 
desarrollo, la adaptación al cambio climático y aumentando 
la resiliencia de las ciudades (UICN, 2019). 
En el ámbito urbano, las SbN se aplican en la planificación 
urbana, la gestión integrada de cuencas, la gestión del 
riesgo de desastres y también en el diseño urbano y 
arquitectónico. Algunos ejemplos cada vez más comunes 
de SbN incluyen la reforestación y restauración de 
ecosistemas riparios para estabilizar cauces de ríos y 
prevenir desbordamientos; la creación de zonas naturales 
de inundación para retener agua en episodios de lluvias 
extremas; o la depuración y mejora de la calidad del agua 
a través de sistemas de humedales (fito-remediación) 
(UICN, 2017). Otros ejemplos de SBN en el ámbito urbano 
incluyen la implementación o mejora de áreas verdes 
urbanas como parques y árboles en calles para reducir 
el efecto de isla de calor (Gill et al., 2007) o la instalación 
de techos y muros verdes que permiten la regulación de 
la temperatura en edificios, aumentan el confort térmico y 
reducen el uso de aire acondicionado (C40, 2017).
1.3. Adaptación basada en Ecosistemas (AbE)
La AbE se define como “el uso de la biodiversidad y los 
servicios ecosistémicos como parte de una estrategia 
general de adaptación” (CBD, 2009). Es un enfoque de 
planificación y gestión basada en el uso de la diversidad 
biológica y los servicios ecosistémicos para la adaptación 
de personas u organizaciones frente a los efectos adversos 
del cambio climático (Colls et al. 2009, Adapt Chile y 
EUROCLIMA, 2017), que ha ido tomando vigencia a partir 
de la reflexión y la praxis en materia de adaptación al cambio 
climático. Es un enfoque de reciente emergencia que ha 
sido reconocido por reducir eficazmente la vulnerabilidad 
y aumentar la resiliencia de las comunidades (Soluciones 
Prácticas y otros, s/f ). 
La UICN define la AbE como “un conjunto de estrategias, 
políticas y prácticas destinadas a la protección y restauración 
de los servicios de la naturaleza para reducir la vulnerabilidad 
de la sociedad frente al cambio climático (UICN, 2017)”. La 
AbE es uno de los componentes de las Soluciones Basadas 
en la Naturaleza que comprenden también la Mitigación 
basada en Ecosistemas (MbE) y la Reducción de Riesgos de 
Desastres basada en Ecosistemas (Eco-DRR por sus siglas 
en inglés). 
Según la CAF, Banco de Desarrollo de América Latina 
(2017), la AbE ofrece la oportunidad de promover ciudades 
que puedan migrar a economías bajas en carbono y sean 
resilientes al cambio climático, con conservación del capital 
natural e inclusión social. 
La AbE se reconoce como un enfoque que trae múltiples 
beneficios a los territorios y a las ciudades, apoyando a 
los gobiernos locales en sus esfuerzos de conservación, 
restauración y adaptación al cambio climático. Efectivamente, el 
diseño de medidas de AbE implica (Soluciones Prácticas, s/f): 
i. Mantener y conservar los ecosistemas 
interconectados para permitir su adaptación y las 
condiciones ambientales cambiantes, y mejorar la 
generación de servicios ecosistémicos; 
ii. Restaurar los ecosistemas degradados y volver a 
generar los procesos ambientales de importancia 
crítica;
iii. Adaptar las estrategias y programas de manejo de 
recursos naturales para incorporar la noción de los 
impactos producidos por el clima.
9
1.4. La forestería urbana y periurbana 
Es la práctica de gestión de los bosques urbanos para 
asegurar su contribución óptima al bienestar de las sociedades 
urbanas. Es un enfoque integrado, interdisciplinario, 
participativo y estratégico de planificación y gestión de los 
bosques y árboles en y alrededor de las ciudades (FAO, 
2017) que brinda múltiples beneficios a las ciudades 
(Cuadro Nº 02). Se complementa con la arborización urbana 
cuyos beneficios son ampliamente conocidos e incluyen: 
conservación de suelos, regulación de ciclos hídricos y 
de nutrientes, regulación de clima, protección de viento y 
radiación solar.
Según la FAO, los bosques y los árboles de los entornos 
urbanos y periurbanos, pueden contribuir a que las ciudades 
se vuelvan: 
• más seguras - reduciendo la escorrentía del agua fluvial y 
las repercusiones causadas por el viento y las tormentas de 
arena, atenuando el efecto “isla de calor” y contribuyendo 
a la mitigación y adaptación al cambio climático; 
• más agradables - ofreciendo lugares para el recreo y 
sedes para eventos sociales y espirituales, y mejorando 
las condiciones meteorológicas extremas; 
• más saludables - mejorando la calidad del aire, ofreciendo 
zonas para el ejercicio físico y fomentando el bienestar 
psicológico; 
• más prósperas - ofreciendo oportunidades para la 
producción de alimentos, medicinas y madera y generando 
servicios ecosistémicos de gran valor económico; 
• más diversas y atractivas - ofreciendo experiencias 
naturales para los habitantes de las zonas urbanas y 
periurbanas, aumentando la biodiversidad, creando 
paisajes diversos y manteniendo las tradiciones culturales 
(FAO, 2017)
DESAFÍOS URBANOS Y 
DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Seguridad alimentaria
Eventos climáticos 
extremos y olas de 
calor
Pérdida de la 
biodiversidad
Falta de cohesión 
comunitaria y social
Degradación del suelo 
y el paisaje
Seguridad hídrica 
Emisiones de gases 
de efecto invernadero 
(GEI)
Cuadro Nº 02. Potencial contribución de los bosques urbanos 
para enfrentar desafíos urbanos y climáticos
BENEFICIOS DE LOS BOSQUES 
URBANOS
- Suministran alimentos, agua 
limpia y leña
- Crean empleos y aumentan los 
ingresos de poblaciones 
vulnerables
- Mitigan el clima local y 
fomentan la resiliencia
- Preservan y aumentan la 
biodiversidad, contribuyen a 
mantener los ecosistemas sanos 
y conservar el stock de carbono
- Ofrecen lugares para la 
interacción social y fortalecen la 
resiliencia comunitaria
- Mejoran las condiciones del 
suelo y previenen la erosión
- Regulan los flujos hidrológicos, 
retienen desbordes y mitigan las 
inundaciones
- Permiten la infiltración y 
reutilización de las aguas residuales
- Absorben y almacenan carbono. 
Remueven los contaminantes del 
aire, incluyendo partículas que 
amplifican el efecto invernadero
Fuente: Elaboración propia a partir de FAO (2017) Directrices para la 
silvicultura urbana y periurbana.
10
En varios países de América Latina, en el marco de programas 
de adaptación al cambio climático, se han promovido 
iniciativas de reforestación y arborizaciónurbana utilizando 
especies nativas que incrementan la resiliencia ecosistémica, 
su capacidad de recuperarse ante perturbaciones climáticas 
y eventos extremos, reduciendo la vulnerabilidad de las 
ciudades (CAF, 2017).
Fuente: Elaboración propia.
Figura Nº 01. Relación entre Soluciones Basadas en la Naturaleza, 
Adaptación basada en Ecosistemas y Forestería Urbana
La forestería urbana puede considerarse una SBN y, dentro 
de esta, una práctica de AbE (Figura Nº 01). 
Soluciones Basadas en la Naturaleza
Adaptación basada en Ecosistemas
Forestería urbana
11
REALIDADES DE LAS CIUDADES DE PERÚ, CHILE
Y ARGENTINA2
12
2.1. Contexto de Perú 
El Perú es un país con poblaciones y ecosistemas altamente 
vulnerables a los efectos adversos del cambio climático. 
Como informa la Tercera Comunicación Nacional sobre 
Cambio Climático (Ministerio del Ambiente - MINAM, 2016), 
entre los años 2003 y 2014, se ha registrado un aumento de 
las emergencias climáticas del 25%, frente a una tendencia 
de estabilidad en las emergencias no climáticas (Instituto 
Nacional de Defensa Civil - INDECI, 2015). Las emergencias 
afectan principalmente a las poblaciones más vulnerables 
del país, sus actividades productivas, el acceso al agua y la 
ocurrencia de enfermedades. La pobreza, la baja articulación 
institucional y la débil gobernanza del desarrollo y una 
base productiva altamente dependiente de los fenómenos 
climáticos, condicionan y definen esta alta vulnerabilidad. 
En los últimos años, el país ha avanzado sustancialmente 
en diseñar y aprobar diversos instrumentos para la gestión 
del cambio climático: estos incluyen la Estrategia Nacional 
de Cambio Climático, el Plan de Acción de Mitigación y 
Adaptación, el Plan de Género y Cambio Climático, así 
como la Contribución Nacional Determinada (Nationally 
Determined Contribution) del país. Las regiones y los 
diferentes sectores como Economía y Finanzas, Agricultura, 
Salud, Pesca y Turismo5 han incorporado la gestión del 
riesgo en un contexto de cambio climático en las políticas, 
los instrumentos de planificación y el Sistema Nacional de 
Inversión Pública. 
Todos los instrumentos, hasta la fecha, han priorizado –
como sectores vulnerables- la agricultura, la pesca y los 
sistemas de recursos hídricos para distintos usos, así como 
el sector salud (Ministerio del Ambiente - MINAM, 2016). 
Como ecosistemas vulnerables se han identificado los 
montañosos andinos, los forestales, los amazónicos y los 
marino costeros: muchos de ellos tienen como eje común 
y articulador al agua, como las cabeceras de cuencas, 
bofedales y cuerpos de agua, puna, humedales, praderas 
naturales, glaciares, etc. Por el lado de los grupos humanos 
vulnerables priorizados, se han identificado las poblaciones 
rurales ligadas a la agricultura familiar de subsistencia y los 
pescadores artesanales. 
Hasta el año 2016, se han desarrollado al menos 330 
iniciativas a nivel nacional vinculadas a la gestión del cambio 
climático (programas, proyectos y/o acciones), 112 de las 
cuales han abordado la adaptación desde distintos enfoques 
(MINAM, 2016). De estas, solo el 4% atañe a las ciudades6.
 
Así, las ciudades y los grandes bolsones de sectores 
vulnerables que habitan en las ciudades no han sido 
priorizados en los planes nacionales. Se espera que las 
ciudades -como territorios y como sector- asuman un 
rol más protagónico con la próxima actualización de los 
instrumentos de gestión y en el contexto de la nueva Ley 
Marco de Cambio Climático (2018) y su Reglamento (2019), 
que especifican el rol de los gobiernos locales en la gestión 
climática.
Mientras tanto, diversos Municipios a nivel nacional han 
empezado a incorporar la narrativa y la acción climática a 
sus agendas. Esta acción se relaciona, generalmente, con 
los planes y proyectos de infraestructura verde que este 
reporte visibiliza. 
Existen 365 centros poblados en el Perú, de acuerdo a la 
clasificación del Sistema Nacional de Centros Poblados 
(SINCEP)7, con 196 gobiernos provinciales y 1874 
gobiernos distritales. De estos, 276 son centros urbanos 
de diversos tamaños, desde ciudades menores (de 5 a 
10 mil habitantes) a metrópolis nacionales (Lima y Callao 
con más de 9 millones de habitantes, MVCS, 2017). Según 
el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento 
(MVCS), ente rector de las políticas urbanas del país, 4 
de cada 10 peruanos viven en condiciones precarias de 
5 Ver, por ejemplo: MINAGRI. Plan Nacional de Gestión de Riesgos y Adaptación al Cambio Climático en el Sector Agrario. MINSA. Plan Integral de 
Mitigación y Adaptación frente a los efectos adversos del Cambio Climático en la Salud Pública. 
6 Registro de iniciativas frente al cambio climático en el Perú (2009-2015) para la Tercera Comunicación Nacional de Cambio Climático” del Ministerio del 
Ambiente - MINAM (2016).
7 Los centros poblados considerados son los listados en el Sistema Nacional de Centros Poblados definido en el Reglamento de Acondicionamiento 
Territorial y Desarrollo Urbano Sostenible - D.S. No 022-2016-VIVIENDA.
habitabilidad, y el ineficiente proceso de desarrollo urbano y 
territorial del país limita el acceso de la población a servicios 
públicos, equipamiento social, infraestructura colectiva, 
sistemas de movilidad, conectividad, espacios públicos, 
vivienda adecuada, seguridad ante riesgos de desastres, 
el uso racional del suelo en favor del interés común y la 
sostenibilidad ambiental (MVCS, 2018). 
 
2.2. Contexto de Chile 
En Chile, el órgano encargado de proponer políticas y 
formular los planes y programas de acción en materia de 
cambio climático es, por ley, el Ministerio del Medio Ambiente 
(MMA). Este fue creado en enero del año 2010, como sucesor 
de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA, 
1994). El Departamento de Cambio Climático se encarga de 
Mitigación, Adaptación y Financiamiento Climático. 
Desde la creación del MMA, la política climática se ha 
ido transversalizando a otras políticas e instituciones del 
Estado. Hoy, el único responsable legal desde el punto 
de vista institucional, es el Consejo de Ministros para la 
Sustentabilidad y el Cambio Climático. 
El Plan de Acción Nacional de Cambio Climático (PANCC 
2017-2022) aprobado por este Consejo, sistematiza toda la 
política pública de cambio climático en Chile y presenta 79 
compromisos transversales a nivel central y subnacional.
Durante este año 2020, Chile ingresó al parlamento su proyecto 
de Ley Marco de Cambio Climático, la renovación de su NDC 
y actualmente se encuentra en la elaboración de la Cuarta 
Comunicación Nacional de Chile ante la Convención Marco 
de Naciones Unidas ante el Cambio Climático (CMNUCC): 
por primera vez, se incluye en el Capítulo de Adaptación la 
información producida por los municipios chilenos con la 
colaboración de Adapt-Chile y la Red Chilena de Municipios 
Ante el Cambio Climático, RedMuniCC. 
13
Por sus características geográficas, Chile se encuentra 
sometido a múltiples y crecientes amenazas 
hidrometeorológicas, sísmicas y volcánicas que lo convierten 
además en un país altamente vulnerable al cambio climático 
(MMA, 2019). Las condiciones de la Región Metropolitana de 
Santiago y de otras ciudades del país justifican la pertinencia 
de adoptar soluciones de infraestructura verde asociadas 
a un plan estratégico (Vasquez, 2016 y MMA, 2011). Las 
soluciones de infraestructura verde pueden contribuir, 
además, a enfrentar los desafíos urbanos comunes a muchas 
ciudades chilenas, como los altos niveles de segregación 
social, los déficits de áreas verdes, el acceso desigual a los 
espacios abiertos, el deterioro de los ecosistemas urbanos y 
periurbanos y la contaminación ambiental. 
2.3. Contexto de Argentina
En Argentina, la Dirección Nacional de Cambio Climático 
dependiente del Ministerio de Ambiente y Desarrollo 
Sustentable es el área operativa a cargo de llevar adelante 
los compromisos que el país ha asumido frente a la 
CMNUCC.
A fin de promover un diálogo intersectorialy de avanzar en 
el desarrollo de las políticas de mitigación y adaptación 
del cambio climático, la República Argentina ha 
conformado el Gabinete Nacional de Cambio Climático 
(GNCC) el cual fue oficializado en el 2016 mediante el 
decreto del Poder Ejecutivo n° 891/2016. Este Gabinete 
brinda un marco técnico y político para la elaboración de 
planes sectoriales de cambio climático, que forman parte 
del Plan Nacional de Adaptación y Mitigación al Cambio 
Climático (PNAyMCC). Los planes sectoriales contienen 
la estrategia en materia de cambio climático de cada 
agencia de gobierno, según su competencia. A la fecha, 
se han desarrollado planes de acción para los siguientes 
sectores: Salud, Energía, Transporte, Producción 
Agropecuaria, Industria, Intraestructura y Bosques. 
Asimismo, en el año 2019 Argentina sancionó la Ley de 
Presupuestos Mínimos de Adaptación y Mitigación al 
Cambio Climático Global con el propósito de fortalecer la 
institucionalización de la labor que viene desarrollando el 
GNCC desde 2016.
La Argentina tiene como característica particular una gran 
extensión de territorio donde la densidad de población es 
baja: esta se concentra en unos pocos centros urbanos. 
La densidad poblacional media a nivel nacional es de 10.7 
hab/km2, siendo máxima en la Ciudad Autónoma de Buenos 
Aires, con 14.451 hab/km2 y mínima, de 0.1 hab/km2, en la 
Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico 
Sur (Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la 
Nación, 2019). 
En los últimos 20 años, Argentina ha vivido una serie de 
procesos referidos a los cambios que se han desarrollado 
en los patrones de urbanización y ocupación del suelo. 
En base a los datos resultantes de los dos últimos censos 
(2001 y 2010), podemos observar una evidencia de este 
proceso. En este período, los datos demuestran una 
tendencia generalizada hacia un fuerte crecimiento de 
la superficie urbanizada en contraste con un crecimiento 
14
medio de la población y, como consecuencia, un marcado 
aumento en el promedio de superficie urbanizada por 
habitante.
Argentina cuenta con un único nodo de jerarquía 
internacional (Gran Buenos Aires) y 5 nodos de jerarquía 
nacional (Córdoba, Rosario, Mendoza, Tucumán y La Plata), 
que reúnen más del 50% de la población urbana del país. 
El 47% de la población vive en ciudades intermedias y 
pequeñas.
Al igual que en otros países de la región, Argentina ha 
experimentado un proceso de migración inversa ciudad – 
campo, lo cual genera grandes cambios en la morfología 
urbana y en la demanda y provisión de bienes y servicios. 
En lo que respecta al proceso argentino, se ha podido 
observar un aumento en el involucramiento de los gobiernos 
locales en lo que respecta a los aspectos ambientales y 
sociales. Si bien el gobierno nacional sigue contando con un 
rol relevante, se ha empezado a reconocer la necesidad de 
contar con un mayor involucramiento de múltiples actores 
reivindicando el rol de los gobiernos locales en el desarrollo 
de políticas públicas ambientales.
LA INFRAESTRUCTURA VERDE EN PERÚ, CHILE Y ARGENTINA3
15
3.1. Perú
En el Perú, el concepto oficialmente utilizado es el de 
“infraestructura natural”, que está definida como la 
“red de espacios naturales que conservan los valores y 
funciones de los ecosistemas” (Decreto Supremo N° 027-
2017-EF). Esta es reconocida por el Sistema Nacional de 
Programación Multianual y Gestión de Inversiones (SNPMGI). 
Los “Lineamientos para la incorporación de criterios sobre 
infraestructura natural y gestión del riesgo en un contexto 
de cambio climático” aprobados por el Gobierno del Perú8, 
identifican las acciones de inversión en infraestructura natural 
y se orientan esencialmente a espacios fuera del ámbito 
urbano: reforestación y revegetación con especies nativas, 
instalación de terrazas de formación lenta, enriquecimientos 
de suelo, construcción de qochas (reservorios de agua) y 
barreras rompeviento (SENACE, 2019). Sus beneficios, sin 
embargo, repercuten directamente sobre las ciudades. 
Así, no existe una definición oficial explícita relacionada a la 
infraestructura natural en los contextos urbanos. El Plan de 
Espacios Abiertos e Infraestructura Ecológica (PEAIE) de Lima 
(SERVICIO DE PARQUES DE LIMA - SERPAR y CAF, 2014)9, 
define la infraestructura ecológica como “la red de espacios 
naturales y espacios abiertos, planificada y gestionada 
estratégicamente para proteger y conservar ecosistemas 
estratégicos de un territorio y brindar servicios ambientales, 
sociales y económicos a su población…”. Identifica tres 
categorías y más de 20 tipos de espacios abiertos en 
diversas escalas que trascienden la infraestructura natural y 
los servicios ecosistémicos (Cuadro Nº03).
La Ley de Cambio Climático del Perú hace mención al enfoque 
de adaptación basada en ecosistemas (AbE): en los principios 
de la Ley, se definen la mitigación y adaptación basada en 
ecosistemas, como las “acciones para la protección, manejo, 
conservación y restauración de ecosistemas, particularmente, 
de los ecosistemas frágiles, como los glaciares y ecosistemas 
de montaña; los ecosistemas marino costeros; y las áreas 
naturales protegidas, a fin de asegurar que estos continúen 
prestando servicios ecosistémicos” (art. 3, Ley 30754 del 2018). 
Las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs) 
del Perú incluyen 91 medidas de adaptación, de las cuales, 
8 RM 258-2018-MINAM.
9 Aún no aprobado formalmente por la Municipalidad de Lima Metropolitana.
CATEGORÍA
Estructura ecológica
Espacios con poten-
cial de uso público
Espacios públicos
Cuadro Nº 03. Tipologías de espacios abiertos
e infraestructura ecológica de Lima
Fuente: Servicio de Parques de Lima - SERPAR, 2014. 
TIPO DE ESPACIO
- Valles costeros
- Humedales costeros
- Litoral marino
- Lomas costeras
- Montañas áridas andinas
- Desierto y pampas áridas
- Equipamientos deportivos
- Patrimonio arqueológico 
prehispánico
- Pasivos ambientales
- Rellenos sanitarios
- Faja marginal de ríos 
- Servidumbres
- Canales de riego
- Parques zonales
- Parques metropolitanos
- Parques distritales
- Plazas
- Calles locales
- Avenidas y Alamedas
- Vías expresas
- Intercambios viales
16
37 están relacionadas directamente a la AbE y 18 contienen 
acciones vinculadas a la infraestructura natural (Ministerio del 
Ambiente - MINAM, 2020). Si bien la Ley incluye el principio de 
“Mitigación y adaptación basada en la planificación territorial” 
que incorpora la mitigación y adaptación en la planificación 
territorial a escala regional y local (…) para la construcción de 
ciudades sostenibles, resilientes y ambientalmente seguras (art. 
3, Ley 30754), el enfoque urbano en las acciones y medidas 
identificadas en las NDCs no es explícito.
En cambio, la promoción de la forestería urbana es una 
política nacional: la Ley Forestal (Ley 29763) establece que 
el Estado reconoce los beneficios de la existencia de árboles 
en las ciudades y promueve la forestería urbana. El Servicio 
Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR), como 
ente rector del sistema forestal nacional, tiene entre sus 
facultades, la promoción de la forestería urbana dentro de las 
ciudades y en el ámbito periurbano para la recuperación de 
áreas degradadas, creación de microclimas, disminución del 
polvo sedimentable, así como para programas de empleo 
temporal y desarrollo social10. Se basa en una institucionalidad 
descentralizada conformada por las autoridades regionales 
forestales y de fauna silvestre de los gobiernos regionales que 
deben brindar asistencia técnica a los gobiernos locales en 
actividades necesarias para el mantenimiento e incremento de 
las áreas forestales urbanas11. Este nivel de descentralización y 
cooperación entre gobiernos subnacionales, sin embargo, aún 
es incipiente. Más bien, muchas municipalidades provinciales y 
distritales ejecutan programas o proyectos de forestería urbana 
con recursos propios y el apoyo de la sociedad civil que, en 
muchoscasos, se implementan sin considerar ni garantizar 
condiciones básicas de sostenibilidad de las plantaciones. 
3.2. Chile
En Chile, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo define la 
infraestructura verde como un sistema interconectado 
de espacios verdes diversos que sostienen una variedad 
de funciones y beneficios (Universidad de Chile, 2017). 
El Ministerio del Medio Ambiente (MMA), según su 
Informe del Estado del Medio Ambiente (2016), establece 
que la infraestructura verde es una herramienta para 
“compatibilizar el crecimiento urbano con la protección 
del medio ambiente, destacando la importancia que los 
espacios verdes tienen como generadores de beneficios 
para los habitantes de las ciudades, como la regulación de 
temperatura, purificación del aire, disminución de ruidos, 
espacios para correr, caminar o andar en bicicleta, lugares 
para la recreación, el ocio y el contacto con la naturaleza, 
mejorar la calidad visual del paisaje, entre otros.”12 
Asimismo, define como objetivo de la Infraestructura 
Verde Urbana “mejorar la capacidad de la naturaleza para 
generar bienes y servicios ecosistémicos en la ciudad, 
siendo la biodiversidad su eje central. Los beneficios 
otorgados permiten fomentar una mejor calidad de vida 
y bienestar humano, mejoran la biodiversidad, aumentan 
la protección contra el cambio climático y se desarrolla 
un enfoque integrado de desarrollo, que promueve un uso 
sustentable y planificado del territorio”.13
Pero la infraestructura verde no solamente se contempla 
en el ámbito urbano sino también en el ámbito rural 
y periurbano (Figura Nº 02). Por otro lado, el enfoque 
AbE aún no se utiliza en la normativa o los instrumentos 
oficiales de Chile. 
10 Art. 77 D.S. 020-2017-MINAGRI
11 Art 132, Ley 29763.
12 MMA (2016) basado en Ribeiro y Barao, 2006; Conine et al., 2004; citado en www. corredoresverdes.cl, 2016. Online: https://sinia.mma.gob.cl/wp-con-
tent/uploads/2017/08/IEMA2016.pdf 
13 Ministerio del Medio Ambiente de Chile (2016): https://sinia.mma.gob.cl/wp-content/uploads/2017/08/IEMA2016.pdf 
17
BOSQUE NATIVO / RESERVAS 
NACIONALES / RÍOS Y ESTEROS
ÁREAS VERDES RIBEREÑAS
HUMEDALES / QUEBRADAS
Tipologías de Espacios Verdes
REGIONAL LOCAL
PARQUES URBANOS / CAMPUS 
UNIVERSITARIOS / JARDINES DE 
HOSPITALES / A. VERDES DEPORTIVAS 
PLAZAS Y PLAZOLETAS / CALLES 
ARBOLADAS / CICLOVÍAS / A. VERDES 
DE LÍNEAS DE METRO / JARDINES 
PRIVADOS
CERROS ISLA / AGRÍCOLA / ÁREAS 
VERDES DE AUTOPISTA
Elaborado en base a: Proyecto colaborativo Infraestructura Verde Santiago. (Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Universidad de Chile, 2017).
Figura Nº 02. Tipologías de Espacios Verdes según su nivel y ámbito territorial
En cuanto a la forestería urbana, las competencias, 
funciones y atribuciones que existen en la materia provienen 
de la legislación forestal chilena, específicamente la Ley de 
Bosques de 1931 (Decreto 4363, 193114 ), la que entrega 
funciones y atribuciones directas a las municipalidades. La 
normativa local que rige el manejo del arbolado urbano en 
las ciudades tiene diversos enfoques y propósitos respecto 
del arbolado urbano, pero en muchos casos, el concepto de 
multifuncionalidad que cumple el arbolado urbano aún está 
ausente. En la mayoría de los casos, las aproximaciones 
al arbolado urbano se relacionan exclusivamente con 
conceptos como: ornato, área verde, descontaminación 
atmosférica. 
En el entendimiento y gestión de la forestería urbana 
prevalece una falta de conceptualización desde el enfoque 
de la planificación territorial, que permita la generación 
de instrumentos que coadyuven a que este tema logre la 
relevancia al nivel de gestión que el país necesita para la 
adaptación y mitigación del cambio climático. 
14 https://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=19422.
18
ÁMBITO RURAL ÁMBITO URBANOÁMBITO PERIURBANO
3.3. Argentina
En Argentina, el concepto de infraestructura verde está 
integrado al Plan de Acción Nacional de Infraestructura, 
Territorio y Cambio Climático de 2019 (Secretaría de 
Ambiente y Desarrollo Sustentale, 2019) que integra 
medidas de adaptación al cambio climático que contemplan 
la protección o restauración de infraestructura verde, 
incluyendo la adaptación basada en ecosistemas, como:
• Promover un enfoque de adaptación basado en 
ecosistemas en la planificación de la infraestructura y 
sistemas resilientes: la medida plantea hacer uso de los 
ecosistemas (p.ej. humedales) para evitar y reducir el 
impacto de los eventos climáticos extremos. Este tipo de 
actuación es una medida de infraestructura verde, que 
conlleva la conservación, restauración y/o creación de 
los espacios naturales (Eje transversal).
• Desarrollar un plan de forestación en urbanizaciones 
e incremento de la superficie permeable: esta medida 
propone aumentar el arbolado en las urbanizaciones, 
con el fin de aumentar la superficie permeable y las 
fuentes de sombra que reduzcan el asoleamiento 
excesivo (Eje Vivienda y Urbanismo).
• Promover el desarrollo de infraestructura verde y otras 
soluciones basadas en la naturaleza para la adaptación 
al cambio climático: la medida propone aumentar la 
superficie con cubierta vegetal en zonas urbanas. Este 
tipo de medida regula el ciclo hidrológico del agua 
y aumenta la infiltración amortiguando los excesos 
hídricos, reduce el efecto de islas de calor, es fuente de 
sombra, etc. (Eje Vivienda y Urbanismo).
En lo que respecta a los gobiernos locales, se puede 
mencionar el ejemplo del Gobierno de la Ciudad de 
Buenos Aires que, en su código urbanístico, ha incluido 
las siguientes estrategias de sustentabilidad urbana y sus 
respectivas herramientas:
1. Prevención de la isla de calor: techos fríos; techos 
verdes extensivos; techos verdes intensivos; muros 
verdes sin fertirriego en fachadas Norte, Oeste y 
Noroeste; aumento de superficies reflectantes; 
maximización de materiales y superficies que no 
absorban calor; y reducción de calor antropogénico;
2. Prevención de Riesgo Hídrico: ralentización; 
infiltración; recolección y reúso; superficie absorbente 
sobre el suelo natural o sobre losa; superficie semi 
absorbente sobre terreno natural o losa;
3. Restauración de la Biodiversidad con vegetación 
nativa y/o endémica; 
4. Calidad Ambiental del Hábitat construido: confort 
visual (iluminación natural); confort acústico; 
calidad de aire interior; materiales constructivos y 
sustentabilidad; gestión Integral de residuos; gestión 
ambiental del proceso constructivo;
5. Eficiencia Energética: disminución en el consumo de 
energía eléctrica; medidores inteligentes; sistemas de 
acondicionamiento térmico eficiente; incorporación 
de energías renovables.
Más allá de lo mencionado en el Plan de Acción de Cambio 
Climático e Infraestructura, Argentina no cuenta con una 
política pública nacional de promoción del arbolado 
urbano.
El Plan Estratégico Territorial Nacional15 cuenta con un 
capítulo vinculado a la “Inversión y Gestión Integral para 
la Reducción de Riesgo de Desastres”, que plantea 
incluir el análisis de riesgo de desastre en los planes de 
ordenamiento y planes urbanos así como en los programas 
y proyectos de inversión pública y privada, considerando 
también la adaptación al cambio climático y la mitigación. 
Dentro de este objetivo no se observa que se hayan incluido 
aspectos vinculados con el aprovechamiento, manejo o 
conservación de la naturaleza. 
15 Este Plan Nacional incluye planes regionales, en el caso del Plan Territorial Patagónico, se hace mención a la naturaleza pero considerando su aprove-
chamiento forestal y el potencial de desarrollo turístico a partir de la naturaleza. Este plan nacional también incluye los planes provinciales.
19
Soluciones basadas en la 
Naturaleza (SbN)
Aun no se utiliza oficialmente en ningún país.
Nuevo concepto que abarca a todas las 
acciones que se apoyan en los ecosistemas 
y los servicios que estos proveen, para 
responder a diversos desafíos de la sociedad 
como el cambio climático, la seguridadalimentaria o el riesgo de desastres. Las 
SbN están inspiradas y respaldadas por la 
naturaleza y utilizan o imitan los procesos 
naturales para contribuir a la gestión 
mejorada del agua, suelo, clima, los riesgos 
o la ciudad como conjunto.
Infraestructura Ecológica
Perú: se utiliza en el Plan de Espacios Abiertos 
de la Municipalidad de Lima, aún no aprobado 
oficialmente.
Estructura constituida por el paisaje 
natural y las áreas naturales para organizar 
espacialmente las ciudades. 
Por otro lado, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable 
de la Nación, cuenta con el Programa Ciudades Sustentables 
que, entre las metas que plantea para la Certificación de 
Sustentabilidad, se encuentra el de contar con un mínimo de 
10 m² de espacios verdes por habitante.
Un ejemplo local del avance en planificación urbana e 
inclusión y valorización de los espacios verdes, es la Ciudad 
Autónoma de Buenos Aires. Esta ciudad publicó en el 2014 su 
plan “Ciudad Verde” (Ministerio de Desarrollo Urbano, 2014). 
Entre otros temas relevantes, dicho documento define a los 
conectores verdes como piezas lineales (avenidas, bulevares, 
parques longitudinales) que vinculan nodos y áreas urbanas. 
Algunos se extienden hacia el Área Metropolitana de Buenos 
Aires (AMBA).
Otro caso interesante es el de la Provincia de Santa Fe, la 
cual cuenta con la Ley 13836, conocida como la Ley del Árbol 
(Cámara de Senadores de la Provincia de Santa Fe, 2018). 
Esta ley tiene por objeto establecer una política de estado en 
materia ambiental, a través de la promoción y la conservación 
del arbolado en todo el territorio provincial. En su artículo 7 
establece que las municipalidades y comunas deberán elaborar 
un Plan de Gestión Integral del Arbolado Público, el cual debe 
incluir, entre otros aspectos, metas anuales de forestación 
del arbolado público. Asimismo, esta ley busca promover la 
creación de corredores biológicos en rutas y caminos y generar 
beneficios y oportunidades para el arbolado privado. 
El Cuadro Nº 04 a continuación resume los conceptos y su 
utilización en los documentos oficiales de los tres países. 
CONCEPTO
Infraestructura 
Natural
Infraestructura 
Verde
Cuadro Nº 04. Resumen de conceptos y herramientas vinculados a la infraestructura verde 
UTILIZACIÓN EN PERÚ, CHILE, ARGENTINA
Perú: Lineamientos para la incorporación de 
criterios sobre infraestructura natural y gestión 
del riesgo en un contexto de cambio climático 
(RM 258-2018-MINAM). Las acciones se orientan 
esencialmente a espacios fuera del ámbito 
urbano: reforestación y revegetación con especies 
nativas, instalación de terrazas de formación 
lenta, enriquecimientos de suelo, construcción de 
reservorios de agua y barreras rompeviento.
La Contribución Prevista y Determinada 
a Nivel Nacional (iNDC) del Perú también 
incluye 18 acciones o medidas vinculadas a la 
infraestructura natural.
Chile: el Ministerio de Vivienda y Urbanismo 
define a la infraestructura verde como un sistema 
interconectado de espacios verdes diversos que 
sostienen una variedad de funciones y beneficios. 
Contempla diversas tipologías de infraestructura 
verde en el ámbito urbano, periurbano y rural. 
Argentina: El Plan de Acción Nacional de 
Infraestructura, Territorio, y Cambio Climático 
(2019) integra medidas de adaptación al cambio 
climático que contemplan la protección o 
restauración de infraestructura verde, incluyendo 
la adaptación basada en ecosistemas.
DEFINICIÓN/PRINCIPAL APORTE
Inicialmente utilizado para enfatizar la 
importancia de los humedales en el 
manejo de sistemas de agua dulce. 
La expresión es amplia y cubre una 
gama de temas, por lo que adquiere 
un significado distinto para diferentes 
usuarios dependiendo de la escala 
de su aplicación: funciones, servicios 
ambientales, beneficios sociales o en el 
planeamiento del territorio.
Red interconectada de áreas naturales y 
otros espacios que conservan los valores 
y funciones de ecosistemas naturales, 
mantienen el aire y agua limpios y proveen 
un amplio abanico de beneficios a la vida 
silvestre y humana.
Red estratégicamente planificada de 
áreas naturales y seminaturales con otras 
características ambientales diseñadas y 
administradas para ofrecer una amplia 
gama de servicios ecosistémicos tanto en 
entornos rurales como urbanos.
20
Adaptación Basada en 
Ecosistemas (AbE)
Forestería urbana
Perú: La AbE se incluye como un principio 
básico de las acciones de mitigación y 
adaptación en la Ley de Cambio Climático. 
La iNDC del país incluye 37 medidas tipo 
AbE, además de 18 medidas vinculadas a la 
infraestructura natural.
Chile: No utiliza este concepto en la normativa 
ni instrumentos oficiales.
Argentina: El Plan de Acción Nacional de 
Infraestructura, Territorio, y Cambio Climático 
(2019) integra medidas de adaptación al cambio 
climático que contemplan la protección o 
restauración de infraestructura verde, incluyendo 
la adaptación basada en ecosistemas.
Perú: la Ley Forestal 29763 establece que el 
Estado reconoce los beneficios de la existencia 
de árboles en las ciudades y promueve la 
forestería urbana. El Servicio Nacional Forestal 
y de Fauna Silvestre (SERFOR), como ente 
rector del sistema forestal nacional, tiene 
entre sus facultades, la promoción de la 
forestería urbana dentro de las ciudades y en 
el ámbito periurbano, para la recuperación de 
áreas degradadas, creación de microclimas, 
disminución del polvo sedimentable, entre otros.
Chile: Las competencias, funciones y 
atribuciones que existen en la materia provienen 
de la legislación forestal chilena, específicamente 
de la Ley de Bosques de 1931, la que entrega 
funciones y atribuciones directas a las 
municipalidades. En la mayoría de los casos 
restantes, las aproximaciones al arbolado urbano 
no son directas y se relacionan exclusivamente 
con conceptos como: ornato, área verde, medio 
ambiente libre de contaminación, árboles fuera 
del bosque, producción de plantas, especies 
perennes, descontaminación atmosférica o bien 
nacional de uso público. 
El concepto de multifuncionalidad que cumple 
el arbolado urbano aún está ausente.
Argentina: no cuenta con una política pública 
nacional de promoción del arbolado urbano.
El Programa Ciudades Sustentables del 
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable 
de la Nación tiene como objetivo “Promover 
las buenas prácticas de sustentabilidad en los 
gobiernos locales del país…”. La herramienta 
central es la mencionada Certificación de 
Sustentabilidad para los gobiernos locales 
que plantea, entre sus metas, el de contar con 
un mínimo de 10 m² de espacios verdes por 
habitante.
El Plan Ciudad Verde de Buenos Aires y la 
Ley del Árbol de la provincia de Santa Fe, son 
dos ejemplos de instrumentos subnacionales 
en materia de planeamiento y regulación del 
verde urbano.
El uso de la biodiversidad y los servicios 
ecosistémicos como parte de una 
estrategia general de adaptación. 
Conjunto de estrategias, políticas y 
prácticas destinadas a la protección 
y restauración de los servicios de la 
naturaleza para reducir la vulnerabilidad de 
la sociedad frente al cambio climático.
Enfoque integrado, interdisciplinario, 
participativo y estratégico de planificación 
y gestión de los bosques y árboles en 
y alrededor de las ciudades que brinda 
múltiples beneficios a las ciudades.
Fuente: Elaboración Propia.
21
PRÁCTICAS URBANAS INSPIRADORAS DE INFRAESTRUCTURA 
VERDE Y DE ADAPTACIÓN Y MITIGACIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO4
22
4.1. Criterios para elegir las prácticas urbanas 
Originalmente esta iniciativa se planteó sistematizar y analizar 
“buenas prácticas” de infraestructura verde y adaptación al 
cambio climático implementadas por parte de municipios de 
Perú, Chile y Argentina, con la finalidad de extraer modelos y 
lecciones para su réplica o escalamiento.
 
Las definiciones comunes de “buenas prácticas” se refieren 
a experiencias exitosas, probadas y validadas, o conjuntos 
de acciones que han sido ejecutadas y han demostradoque funcionan, y por tanto pueden ser recomendadas como 
modelo (FAO, 2013). También consideran que las buenas 
prácticas han sido repetidas y merecen ser compartidas con 
el fin de que el mayor número de personas se beneficien y 
que su sistematización permita la identificación, valoración 
y documentación de la experiencia, posibilitando que esta 
pueda ser replicada y modificada para diferentes entornos 
sociales, económicos y ambientales (PNUD, 2017). 
De acuerdo con esta visión, una “buena práctica ambiental” 
promueve la protección del ambiente a través de la reducción 
del consumo de recursos naturales o la reducción del 
impacto negativo de las actividades humanas en el medio 
natural (reducción de huella ecológica) y la reducción de los 
efectos del cambio climático (Naciones Unidas, 2018). Un 
conjunto de buenas prácticas ambientales también permite 
que los servicios ambientales y ecosistémicos, que el 
entorno natural provee a la población urbana, sea continuos 
y mejoren a lo largo de los años, contribuyendo a la resiliencia 
y la adaptación al cambio climático. 
Como señalan Pacha y Gómez (2013), la comunidad 
internacional considera las “Buenas Prácticas” como 
iniciativas exitosas que:
1. tienen un impacto tangible en la mejora de la calidad 
de vida de las personas;
2. son sostenibles desde el punto de vista cultural, social, 
económico y ambiental;
3. resultan de una asociación efectiva entre actores de 
los sectores público, privado y sociedad civil.
En esta línea, construimos una conceptualización sencilla que 
concebía una “buena práctica en infraestructura verde para la 
adaptación al cambio climático” como una experiencia que: 
1) debería permitir la mejora del estado de los ecosistemas, 
a través de acciones basadas en los principios de 
Soluciones Basadas en la Naturaleza, Adaptación Basada en 
Ecosistemas, Forestería o Arboricultura Urbana, permitiendo 
también la adaptación al cambio climático; 2) debería integrar 
a las comunidades locales en la implementación, gestión y 
mantenimiento de las acciones generando beneficios para la 
población; 3) sus resultados deberían ser cuantificables en 
relación a variables de adaptación al cambio climático.
También identificamos una serie de “características ideales” 
de una buena práctica municipal, como por ejemplo:
• Contar con una línea base, incluyendo un análisis de 
amenazas/impactos, de vulnerabilidad y de riesgo frente 
al cambio climático.
• Haber sido ejecutada en los últimos 5 años, pudiendo 
haber concluido o estar en ejecución, demostrando 
resultados parciales cuantificables y sustentables.
• Contener componentes de innovación, presentando 
diferencias marcadas a las actividades que 
tradicionalmente se realizan.
• Tener un enfoque participativo, habiéndose construido 
e implementado con la participación de la población y 
organizaciones sociales, demostrando sensibilidad a los 
asuntos de género, apuntando a reducir las brechas de 
género existentes. 
• Demostrar impactos y beneficios ambientales, sociales 
y/o económicos, contando con un plan de monitoreo 
y evaluación, para cuantificar los impactos positivos y 
negativos derivados.
• Contribuir a disminuir la vulnerabilidad de las ciudades al 
cambio climático.
• Estar institucionalizada como parte de un plan integral 
con visión a largo plazo. 
Ahora bien, en el proceso de identificación, sistematización 
y análisis de las prácticas municipales de Perú, Chile 
y Argentina, decidimos cambiar el enfoque de la 
23
sistematización desde “buenas prácticas” hacia 
“prácticas inspiradoras” (Pacha y Gómez, 2013), 
puesto que este enfoque visibiliza y valora las prácticas 
no solamente a nivel de resultados, sino como proceso 
de aprendizaje y construcción colectiva de nuevos 
saberes y conocimientos, promoviendo el encuentro 
entre actores para analizar las experiencias (actuales o 
en construcción).
Este enfoque permitió abrir el abanico de experiencias 
a analizar y posibilitó centrar la atención en la 
diversidad de estrategias y aprendizajes que de ellas 
se desprende, más que de sus resultados “exitosos”16. 
Así, definimos como prácticas inspiradoras, en el 
ámbito de infraestructura verde urbana y adaptación al 
cambio climático, a aquellas iniciativas, experiencias, 
programas o proyectos que cumplen con los 
siguientes criterios:
• demuestran de modo tangible la mejora del estado 
de los ecosistemas urbanos y periurbanos, la 
biodiversidad y los servicios ecosistémicos, a través 
de acciones basadas en los principios de Soluciones 
Basadas en la Naturaleza, Adaptación Basada en 
Ecosistemas, Forestería o Arboricultura Urbana; 
• demuestran la reducción actual o potencial de los 
efectos o impactos del cambio climático, como la 
regulación del ciclo hidrológico, la atenuación de los 
impactos de las olas de calor, la mejora de la calidad 
del aire, la conservación de la biodiversidad urbana, 
entre otros; 
• integran a las comunidades locales en la 
implementación, gestión y mantenimiento de las 
acciones, de manera equitativa, transparente, 
participativa e inclusiva, generando beneficios para 
la población; 
• movilizan voluntades, saberes y recursos, 
incorporando enfoques y estrategias innovadoras. 
Bajo este contexto, se identificaron y sistematizaron 19 
prácticas inspiradoras (Mapa Nro 1 y Cuadro Nro 5), 
que se describen en la siguiente sección. 
16 En este sentido, “exitoso” es el proceso de creación de los aprendizajes a través de la experiencia y no solo el resultado final.
Mapa Nº 01. Ciudades comprendidas en el análisis de 
prácticas inspiradoras
24
Jauja Tahuamanu
Ayacucho
Machu Picchu
Arequipa
Independencia
San Borja
Miraflores
Lomas de Lima
Quilicura
Providencia
Renca
Independencia
San Pedro de la Paz
Valdivia
Santa Fe
Rosario
Buenos Aires
Tarapoto
25
Cuadro Nº 05. Lista y principales características de las prácticas inspiradoras
País
PERÚ
Enfoques principales
Co-beneficios en la miti-
gación del cambio climático y 
otros beneficios
- Regulación del flujo 
hidrológico (escorrentías)
- Reducción de 
deslizamientos
- Regulación térmica 
(creación de sombra)
- Mantenimiento, 
protección y mejora de 
hábitats naturales, vida 
silvestre y biodiversidad
- Reducción de deslizamientos
- Regulación térmica 
(Creación de sombra)
- Reducción de la 
contaminación atmosférica
- Regulación del flujo 
hidrológico 
- Reducción de 
deslizamientos
- Regulación del flujo 
hidrológico y recarga de 
acuíferos
- Reducción de deslizamientos
-Seguridad alimentaria
- Regulación térmica 
(creación de sombra)
- Mejora de la permeabilidad 
ecológica (movimiento 
y refugio de especies) 
mediante la creación de 
redes ecológicas
- Mantenimiento, protección 
y mejora de hábitats 
naturales, vida silvestre y 
biodiversidad
- Recuperación de botaderos 
informales
- Incremento de recursos /
espacios para la formación y 
educación ambiental
- Secuestro de carbono (efecto 
sumidero)
- Mejora de calidad del aire 
- Creación de espacios de 
recreación pública
- Mejora de la calidad del 
hábitat urbano
- Secuestro de carbono (efecto 
sumidero)
- Control de la erosión
- Mejora de la productividad 
agrícola
- Control de la erosión
- Secuestro de carbono (efecto 
sumidero)
- Mejora de calidad del aire 
- Promoción de la salud pública
- Incremento de recursos /
espacios para la formación y 
educación ambiental
- Secuestro de carbono (efecto 
sumidero) 
- Incremento de recursos /
espacios para la formación y 
educación ambiental
Título
Componentes vinculados 
a la adaptación al cambio 
climático
Adaptando 
Ayacucho 
al Cambio 
Climático. 
Arborización 
urbana y 
periurbana de 
Huamanga
Insectario de 
Miraflores.
Cuidando el 
patrimonio 
arbóreo y la 
salud urbana 
con insectos 
benéficos
El Cinturón 
Verde de 
Independencia. 
Forestación en 
laderas para 
múltiples servicios 
ecosistémicos
1 millón de 
árboles para 
Macchu Picchu.
Promoviendo 
la resiliencia 
del Santuario 
Histórico
Jauja Verde.
Gestión del aguay forestería por 
microcuencas
Sensores inteli-
gentes para la 
protección de 
la salud de San 
Borja.
Monitoreando el 
confort térmico y 
los beneficios del 
arbolado urbano
Área de 
Conservación 
Regional Lomas 
de Lima.
Adaptación 
basada en 
ecosistemas para 
la gran Región 
Metropolitana
- Forestería urbana y 
periurbana
- Gestión del riesgo
- Conservación de la 
biodiversidad
- Forestería urbana
- Infraestructura verde
- Gestión del riesgo
- Forestería periurbana
- Gestión del riesgo
- Forestería urbana
- Gestión de ecosistemas
- Forestería urbana
- Adaptación al cambio 
climático
- Conservación de la 
biodiversidad
- Adaptación Basada en 
Ecosistemas
26
- Regulación del flujo 
hidrológico (escorrentías)
- Regulación térmica 
(creación de sombra)
- Regulación del flujo 
hidrológico (escorrentías)
- Regulación térmica 
(creación de sombra)
- Mejora del ornato
- Mejora de la calidad de los 
espacios públicos
- Seguridad alimentaria
- Secuestro de carbono 
- Mejora de calidad del aire
- Mejora del ornato
- Mejora de la calidad de los 
espacios públicos
Adopta 1 Área 
Verde.
Tarapoto 
recupera la 
infraestructura 
natural de la 
ciudad, paso a 
paso
“Plantemos 
Juntos” 
Campaña 
comunal de 
arborización de 
calles y plazas en 
Independencia 
(Chile)
- Forestería urbana
- Horticultura
- Forestería urbana
CHILE
- Regulación del flujo 
hidrológico (escorrentías)
- Regulación térmica 
(creación de sombra)
- Mantenimiento, 
protección y mejora de 
hábitats naturales, vida 
silvestre y biodiversidad
- Reducción de deslizamientos
- Regulación térmica 
(creación de sombra)
- Mejora de la permeabilidad 
ecológica (movimiento 
y refugio de especies) 
mediante la creación de 
redes ecológicas
- Mantenimiento, protección 
y mejora de hábitats 
naturales, vida silvestre y 
biodiversidad 
-Regulación del flujo 
hidrológico (prevención de 
inundaciones)
-Mantenimiento, protección 
y mejora de hábitats 
naturales, vida silvestre y 
biodiversidad 
- Regulación del flujo 
hidrológico (prevención de 
inundaciones)
- Mantenimiento, 
protección y mejora de 
hábitats naturales, vida 
silvestre y biodiversidad 
- Mejora de calidad del aire 
Mejora del ornato
- Mejora de la calidad de los 
espacios públicos
- Seguridad alimentaria
- Incremento de recursos /
espacios para la formación y 
educación ambiental
- Adaptación climática de la 
biodiversidad
- Incremento de recursos /
espacios para la formación y 
educación ambiental
- Secuestro de carbono
- Mitigación 
- Mejora del ornato
- Mejora de la calidad de los 
espacios públicos
- Seguridad territorial
- Secuestro de carbono (efecto 
sumidero)
- Mejora del ornato
- Mejora de la calidad de los 
espacios públicos
- Creación de oportunidades 
productivas basadas en la 
agroforestería
-Secuestro de carbono 
-Mitigación / Adaptación 
-Incremento de recursos /
espacios para la formación y 
educación ambiental
- Secuestro de carbono 
- Mitigación / Adaptación
- Incremento de recursos /
espacios para la formación y 
educación ambiental
- Nuevas oportunidades de 
recreación pública
Tejiendo una 
red verde para 
Arequipa.
Promoviendo 
la participación 
ciudadana para 
una ciudad más 
verde
Casas anideras 
para la 
conservación 
de aves 
urbanas de 
Providencia
Reforestemos 
Chile Nativo. 
Renca
De la ciudad 
a los bosques 
amazónicos. 
Tahuamanu se 
prepara para 
restaurar los 
bosques
Salvemos los 
humedales.
Quilicura
Iniciativa 
inter-comunal
La Ruta del 
Agua de San 
Pedro de la Paz
- Forestería urbana
- Horticultura
- Conservación de la 
biodiversidad
- Forestería urbana
- Conservación del paisaje
- Forestería urbana y rural
- Gestión de ecosistemas
- Gestión de ecosistemas
- Regulación del flujo 
hidrológico (prevención de 
inundaciones)
- Mantenimiento, protección y 
mejora de hábitats naturales, 
vida silvestre y biodiversidad 
- Regulación del flujo 
hidrológico (prevención de 
inundaciones)
- Regulación térmica 
(creación de sombra)
- Secuestro de carbono 
- Mitigación / Adaptación
- Mejora del ornato
- Mejora de la calidad de los 
espacios públicos
Protegiendo 
los humedales. 
Valdivia
Buenos Aires. 
Aumento de 
las superficies 
verdes y 
disminución de 
las Inundaciones
- Conservación de la 
biodiversidad
- Adaptación al cambio 
climático
ARGENTINA
- Seguridad alimentaria
- Desarrollo de 
oportunidades económicas
- Regulación del flujo 
hidrológico (prevención de 
inundaciones, regulación 
de escorrentías)
- Incremento de recursos /
espacios para la formación y 
educación ambiental
- Mejora del ornato
- Mejora de la calidad de los 
espacios públicos
- Mejora de la salud y el 
bienestar
Cultivando 
Rosario.
La agricultura 
Urbana y 
Periurbana 
como forma de 
adaptarse al 
cambio climático 
y generar 
beneficios 
sociales
Planificación 
y acción ante 
el riesgo de 
desastres en 
Santa Fe.
Uniendo 
soluciones 
estructurales y 
no estructurales 
para 
enfrentar las 
inundaciones
- Agricultura urbana, 
horticultura
- Planificación y gestión 
del riesgo 
- Infraestructura verde
27
Resumen
Ciudad /
Población /
Extensión
 Objetivo 
¿Por qué se 
intervino? 
La Ciudad de Ayacucho, provincia de Huamanga, es una ciudad colonial con un lindo 
centro patrimonial, ubicada en el sur del Perú. Para paliar los efectos del aumento de 
la radiación solar, la Municipalidad diseñó un Plan de Arborización y arborizó calles y 
avenidas del centro histórico. Además, habilitó corredores verdes en las vías de acceso 
y salida a la ciudad, así como plantaciones en zonas de laderas para reducir el riesgo 
de deslizamientos, y en zonas de riberas para controlar los flujos hídricos y prevenir los 
desbordes. 
A fin de garantizar la disponibilidad de agua, la Municipalidad también empezó 
a implementar pequeños reservorios o qochas con las comunidades en las zonas 
aledañas a la ciudad. 
Huamanga, provincia de Ayacucho, al sur del Perú, cuenta con una extensión de 
2 981.37 km² y abarca 16 distritos, donde habitan 282,194 personas (Censo 2017).
Garantizar la sostenibilidad e incrementar la resiliencia frente al cambio climático de la 
provincia de Huamanga.
La ciudad de Ayacucho ha identificado tres problemas principales vinculados al cambio 
climático: la alta radiación solar, las precipitaciones intensas y los deslizamientos 
vinculados a ellas, y la escasez de agua. 
En el centro de la ciudad, las mediciones de la escala de radiación UV son 
especialmente altas y llegan hasta la escala de 11 (la exposición máxima recomendada 
por la Organización Mundial de la Salud, OMS), así, los habitantes están expuestos a 
alta radiación solar. La falta de árboles y zonas de sombra agudizan este problema. En 
las zonas más periféricas, las poblaciones -particularmente aquellas en quebradas o 
laderas de alta pendiente- están expuestas a deslizamientos. 
PERÚ / AYACUCHO
4.2. Prácticas inspiradoras de las ciudades de Perú, Chile y Argentina
Adaptando Ayacucho al Cambio Climático. 
Arborización urbana y periurbana de Huamanga.
28
29
¿Qué se 
logró? 
¿Qué se 
aprendió y 
qué desafíos 
existen? 
Duración
El plan de arborización en el centro histórico ha logrado la plantación de más de 200 
árboles y tiene planificado plantar 600 para fines del 2021. 
En la periferia se ha logrado plantar más de 5,000 árboles en faenas comunales y se 
tiene planificado plantar 10,000 árboles adicionales en laderas y ejes viales principales. 
Se han recuperado más de 2,000 m² de áreas degradadas que eran utilizadas como 
botaderos informales.
La implementación de qochas se ha iniciado recientemente: ya se implementó una 
laguna y se tiene planificado implementar 50 qochas al final de la gestión (2022).
Contar con un plan de arborización urbano y periurbano permitió organizar el trabajo 
por sectores de la ciudad, eligiendo las especies más oportunas y organizando las 
plantaciones con la población local. 
El trabajo con los vecinos propició la adopción de los árboles y así se pudo 
garantizar su mantenimiento y prendimiento adecuado.
La

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