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VIOLENCIA DE PAREJA: ENTRE LA NORMALIZACIÓN Y LA 
DENUNCIA. 
UNA APROXIMACIÓN DESDE LA ONTOLOGÍA EVOLUTIVA. 
 
 
 
 
 
 
 
CAMILA ANDREA MELO SUÁREZ 
 
 
 
 
 
 
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES 
Facultad de Ingeniería 
Departamento de Ingeniería Industrial 
Bogotá, Colombia 
2015 
 
 
 
2 
 
 
VIOLENCIA DE PAREJA: ENTRE LA NORMALIZACIÓN Y LA 
DENUNCIA. 
UNA APROXIMACIÓN DESDE LA ONTOLOGÍA EVOLUTIVA. 
 
 
 
CAMILA ANDREA MELO SUÁREZ 
 
 
 
Trabajo de grado para optar por el titulo de 
Ingeniero Industrial 
 
 
 
 
Asesor 
CAMILO OLAYA 
 
 
 
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES 
Facultad de Ingeniería 
Departamento de Ingeniería Industrial 
Bogotá, Colombia 
2015 
 
3 
 
Tabla de Contenido 
1. Introducción .................................................................................................................... 5 
2. Objetivos ......................................................................................................................... 8 
2.1 Objetivo General ...................................................................................................... 8 
2.2 Objetivos Específicos ............................................................................................... 8 
3. Conceptualización del problema ..................................................................................... 9 
3.1 Violencia de pareja .................................................................................................. 9 
3.2 Situación en Colombia ............................................................................................. 9 
3.3 Marco legal en Colombia ....................................................................................... 12 
4. Proceso Metodológico .................................................................................................. 15 
5. Aspectos teóricos .......................................................................................................... 17 
5.1 Aproximación teórica a los problemas de denuncia ............................................. 17 
5.1.1 Estructura de la sociedad ............................................................................... 17 
5.1.2 Procesos de socialización ............................................................................... 18 
5.1.3 Sistema de justicia .......................................................................................... 18 
5.1.4 Relación de pareja y proceso de victimización ............................................... 20 
5.2 Ontología Evolutiva ................................................................................................ 25 
5.2.1 Perspectiva Micro ........................................................................................... 27 
5.2.2 Perspectiva Meso ........................................................................................... 30 
5.2.3 Perspectiva Macro ......................................................................................... 32 
5.3 Modelos de Simulación por Agentes .................................................................... 33 
6. El problema de la denuncia desde la perspectiva evolutiva ......................................... 35 
6.1 Aspectos generales ................................................................................................ 35 
6.2 Lógica del proceso y explicación del modelo de simulación ................................ 37 
6.2.1 Caracterización del modelo ............................................................................ 37 
6.2.2 Lógica del proceso .......................................................................................... 40 
6.2.3 Interfaz del modelo ........................................................................................ 42 
6.2.4 Calibración del modelo ................................................................................... 44 
7. Experimentos ................................................................................................................ 46 
7.1 Sensibilidad niveles de normalización de la violencia ........................................... 46 
4 
 
7.2 Sensibilidad nivel de eficacia del sistema de justicia ............................................. 47 
7.3 Escenarios .............................................................................................................. 48 
8. Lineamientos para el diseño de políticas públicas ........................................................ 50 
9. Consideraciones finales ................................................................................................. 54 
10. Bibliografía ................................................................................................................. 55 
11. Anexos ....................................................................................................................... 59 
11.1 Inicialización del modelo........................................................................................ 59 
11.2 Código del modelo (NetLogo) ................................................................................ 60 
 
 
 
5 
 
1. Introducción 
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la violencia se define como “toda 
acción u omisión intencional que, dirigida a una persona, tiende a causarle daño físico, 
psicológico, sexual o económico” (OMS, 2002 citado en Pereira y Bertino, 2009, p.227), lo 
anterior implica que ésta tiene repercusiones a nivel individual. Adicionalmente, cuando 
consideramos que el individuo se desarrolla dentro de un contexto social y que sus 
acciones tienen repercusiones sobre el mismo entonces será posible afirmar que los actos 
violentos también tienen consecuencias sobre el entorno en que surgen y por lo mismo 
sus consecuencias no se limitan a los actores directamente involucrados. 
Ahora bien, cuando dicho contexto corresponde al entorno familiar, el cual funciona no 
solo como base de la sociedad sino también como medio de socialización y formación 
primaría de los individuos, entonces la ocurrencia de actos violentos y sus repercusiones 
resultan aún más preocupantes. En este sentido algunos autores han identificado no solo 
consecuencias a nivel individual, como problemas psicológicos o de salud en las víctimas 
(Blanco, Ruiz, Garcia , & García, 2004); sino también a nivel social, en donde se ha 
establecido que la ocurrencia de violencia intrafamiliar contribuye a los procesos de 
normalización de la violencia (Corsi, 1994). 
Sin embargo, es importante resaltar que la mayoría de consecuencias se asocian con 
formas particulares de violencia, por lo cual se ha establecido una diferenciación de cuatro 
tipos de violencia principales (Valle Ferrer, 2011), que difieren según el mecanismo 
utilizado para su ejercicio: 
 Violencia psicológica: dentro de esta categoría se incluye todo comportamiento o 
acto que pretende desvalorizar, culpabilizar o despreciar a la víctima. Este tipo de 
violencia se caracteriza principalmente por tener efectos sobre la confianza y 
autoestima de la víctima. Dentro de esta categoría encontramos actos como 
criticar, insultar, ridiculizar, humillar públicamente, gritar, amenazar verbalmente, 
ignorar al otro, acosar, entre otros. 
 Violencia física: corresponde a las conductas en las cuales se incluyen actos de 
agresión física, tales como golpear, patear, apuñalar quemar, bofetear, morder, 
empujar, estrangular, entre otros. Violencia sexual : dentro de esta categoría se contemplan todo tipo de actos 
sexuales no deseados, tales como obligar a tener relaciones sexuales, insultos y 
criticas de carácter sexual y manoseo. 
 Violencia económica: este tipo de violencia incluye “ la apropiación o extracción 
del patrimonio del otro, control de ingresos, apoderarse de bienes muebles o 
6 
 
inmuebles y despojo” (Instituto de Prevención del Delito del Estado de México, s.f, 
pág. 9) 
Aún cuando la anterior clasificación es utilizada de manera genérica para caracterizar el 
ejercicio de la violencia independiente del contexto en el que surja; para el caso de la 
violencia intrafamiliar se han generado distinciones adicionales que permiten la 
caracterización del fenómeno según la victima involucrada. En este sentido encontramos 
cuatro tipos de violencia intrafamiliar: violencia de pareja, violencia contra los menores, 
violencia contra el adulto mayor y violencia entre otros familiares; entre las cuales para el 
año 2013 la violencia de pareja fue la que presentó mayor incidencia dentro del contexto 
colombiano ( ver tabla 1.) 
 
Tabla 1 del autor. Estadísticas violencia intrafamiliar en Colombia en el 2013.Fuente: Hernández, H. W. 
(2013). Comportamiento de la violencia intrafamiliar, Colombia, 2013. Bogota: Instituto Nacional de 
Medicina Legal y Ciencias Forenses. 
Adicionalmente para dicho año, el 77,58% de las víctimas fueron mujeres (Hernández, 
2013), lo que evidencia la tendencia del fenómeno. Sin embargo, según datos de la 
Encuesta Nacional de Demografía y Salud cerca del 80% de las mujeres víctimas de 
violencia de pareja no realiza la denuncia (Murad, Gómez, & Calderón, 2013), lo que 
demuestra la existencia de problemas de subregistro y desconocimiento de la magnitud 
real del fenómeno. Ahora bien cuando consideramos que un mayor conocimiento del 
fenómeno no solo permitiría su visibilización, sino a su vez una mejor comprensión del 
mismo y por ende la formulación de leyes y políticas públicas más apropiadas para su 
mitigación, entonces es posible afirmar la importancia de reconocer y analizar los 
problemas de denuncia asociados al fenómeno. 
Debido a lo anterior, el presente trabajo se enfoca específicamente en el estudio de la 
violencia de pareja contra las mujeres y los problemas de denuncia asociados a la misma; 
de manera que el objetivo final del trabajo será generar lineamientos para la formulación 
de políticas públicas que busquen mitigar el fenómeno. Para esto el trabajo hará una 
aproximación a la problemática desde la Ontología Evolutiva, en la cual los procesos 
sociales, en este caso la no denuncia de violencia de pareja, son caracterizados a partir de 
procesos de variación, selección y retención de reglas de decisión. Es importante 
Tipo de violencia Número de casos Porcentaje
Violencia de pareja 44743 65,58%
Violencia contra niños/niñas adolescentes 9708 14,23%
Violencia contra el adulto mayor 1364 2,00%
Violencia entre otros familiares 12415 18,20%
7 
 
mencionar que la selección de este enfoque se fundamenta en que la perspectiva 
evolutiva – a diferencia de los enfoques tradicionales que generalizan condiciones 
particulares, basados en estudios de frecuencias y promedios- no solo reconoce la 
existencia de diferencias entre los individuos, sino también la relación existente entre éste 
y el contexto en que se encuentra; lo que permite un mejor acercamiento a la 
problemática de la denuncia, y el reconocimiento de los múltiples factores que 
influencian la decisión de las mujeres. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
8 
 
2. Objetivos 
2.1 Objetivo General 
Desarrollar un análisis alterno de los problemas de denuncia asociados al fenómeno de 
violencia de pareja contra la mujer, con el fin de proponer lineamientos para la adecuada 
formulación de políticas públicas que permitan la atenuación del problema y la 
visibilización del fenómeno. 
2.2 Objetivos Específicos 
 Caracterizar el fenómeno de violencia de pareja contra la mujer en Colombia y las 
medidas implementadas por el Estado para su disminución, por medio de una 
consulta bibliográfica de la situación, avances y propuestas realizadas en los 
últimos años. 
 Caracterizar el proceso de decisión asociado a la denuncia del fenómeno de 
violencia de pareja contra la mujer, por medio de la Ontología Evolutiva propuesta 
por Dopfer. De manera que ésta sea entendida como el resultado de la interacción 
entre reglas de decisión y presiones sociales, que hacen de la misma (la no 
denuncia) la regla seleccionada por la mayoría de víctimas. 
 Diseñar un modelo de simulación por agentes que permita conceptualizar el 
proceso adaptativo – a nivel individual- mediante el cual la no denuncia es 
seleccionada por las mujeres víctimas como regla de decisión ante situaciones de 
violencia. 
 Proponer lineamientos para la formulación de las políticas públicas, que se 
enfoquen en los factores más relevantes asociados al fenómeno y la problemática. 
 
 
 
 
 
 
 
 
9 
 
3. Conceptualización del problema 
3.1 Violencia de pareja 
La violencia de pareja corresponde a todo acto que surge en el contexto de una relación y 
que tiende a causar daño a alguno de sus miembros. Específicamente, la Asociación 
Americana de Psiquiatría APA establece que la violencia de pareja corresponde a un 
“patrón de comportamientos abusivos, incluyendo un gran parámetro de maltrato físico, 
sexual y psicológico usado por una persona en una relación íntima contra otra para ganar 
poder injustamente o mantener el mal uso del poder, control y autoridad” (APA,1996; 
citado en Walker, 1999,p.23). 
A pesar de que la anterior definición hace énfasis en el ejercicio del poder como móvil del 
uso de la violencia en la relación de pareja y por ende se enfoca en el contexto interno de 
la relación, no podemos ignorar que la violencia de pareja corresponde a un fenómeno de 
carácter social y por lo mismo se ve afectado por variables sociales y culturales que en 
conjunto contribuyen a generar la problemática y a facilitar su prevalencia. En este 
sentido encontramos que la existencia de una cultura machista y patriarcal, en la cual se 
promueven determinados roles de género y prevalece la desigualdad entre hombres y 
mujeres; son algunos de los factores cuya interacción favorece el ejercicio de la violencia 
(Murad, Gómez, & Calderón, 2013). 
Dichos factores sociales y culturales, no solo se encargan de promover determinadas 
creencias respecto a la violencia y su ejercicio, sino así mismo generan pautas sobre las 
relaciones de pareja y sus dinámicas (Villamil, 2002). Y es por lo mismo que estos factores 
también se relacionan con las decisiones de las victimas respecto a su permanencia en 
relaciones de violencia y la utilización de mecanismos externos que contribuyan al control 
de la situación (Barnett, 2000). En este sentido, se ha establecido que la mayoría de 
víctimas mujeres únicamente buscan ayuda después de un largo periodo de victimización 
(Deza Villanueva, 2012), por lo cual es necesario un análisis no solo de los procesos de 
decisión de las víctimas y los factores sociales asociados, sino también del contexto social 
en que el fenómeno tiene lugar. 
3.2 Situación en Colombia 
En el año 2013, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses realizó 
peritaciones de 68230 casos de violencia intrafamiliar, de los cuales el 66,58% 
correspondía a violencia de pareja (Hernández, 2013). Adicionalmente, cuando se analiza 
el comportamiento del fenómeno en un periodo de tiempo, es posible establecer que éste 
ha venido disminuyendo en los últimos cinco años (ver gráfica 4). 
10 
 
 
Gráfica 1. Casos de Violencia e pareja en Colombia en los años 2004-2013. Fuente: Hernández, H. W. (2013). 
Comportamiento de la violencia intrafamiliar, Colombia, 2013. Bogota: Instituto Nacional de Medicina Legaly Ciencias Forenses. 
Sin embargo, tanto el porcentaje de casos de violencia de pareja como el de mujeres 
víctimas de ésta, han permanecido estables en los últimos años, rondando valores del 65% 
y el 89%, respectivamente (ver tabla 2). 
 
Tabla 2 del autor. Estadísticas violencia intrafamiliar en Colombia: 2008-2013. Fuente: Hernández, H. W. 
(2013). Comportamiento de la violencia intrafamiliar, Colombia, 2013. Bogota: Instituto Nacional de 
Medicina Legal y Ciencias Forenses. 
A pesar de que las anteriores estadísticas de violencia intrafamiliar- dadas por el Instituto 
Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses- permiten analizar el comportamiento del 
fenómeno, es importante aclarar que estas cifras únicamente consideran los casos 
denunciados y por lo mismo, no son una representación exacta de la realidad del 
fenómeno. 
0 
10000 
20000 
30000 
40000 
50000 
60000 
70000 
80000 
90000 
100000 
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 
Casos Violencia Intrafamiliar en Colombia: 
2004 - 2013 
Año
Violencia 
intrafamiliar
Violencia de 
pareja
% 
Violencia 
pareja
Casos 
mujeres
% Mujeres 
víctimas 
violencia pareja
2008 90.019 58.261 65% 52.180 90%
2009 93.843 61.131 65% 54.192 89%
2010 89.436 57.875 65% 51.182 88%
2011 89.807 57.761 64% 51.092 88%
2012 83.898 54.399 65% 47.620 88%
2013 68.230 44.743 66% 39.020 87%
11 
 
Dado lo anterior, resulta importante complementar la información con los resultados de la 
Encuesta Nacional de Demografía y Salud. Esta encuesta corresponde a una serie de 
estudios longitudinales - realizados cada cinco años- , que se enfocan en la recolección de 
información sobre la salud sexual y reproductiva de las mujeres colombianas (Profamilia, 
2010). Adicionalmente la encuesta permite obtener información demográfica y sobre la 
salud materno-infantil, dentro de la cual se incluye la prevalencia de fenómenos como la 
violencia de pareja. 
Según los resultados de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud, cerca del 74,6% de 
las mujeres han sido víctimas de algún tipo de violencia por parte de su pareja en los 
últimos 10 años (Murad, Gómez, & Calderón, 2013). Adicionalmente, la violencia física y la 
violencia psicológica son identificadas como los principales tipos de maltrato utilizados 
dentro de las parejas (ver tabla 3). 
 
Tabla 3 del autor. Estadísticas tipología violencia de pareja en Colombia: Fuente: Murad, R., Gómez, C., & 
Calderón, M. C. (2013). Serie de estudios a profundidad ENDS 1990-2010. Historias de violencia, roles, 
prácticass y discursos legitimadores. Violencia contra las mujeres en Colmbia 2000-2010. Bogotá: Profamilia. 
Estas cifras permiten un mayor conocimiento del fenómeno y los mecanismos utilizados 
para su ejercicio, y por ende constituyen una guía para su intervención. Sin embargo, 
cuando consideramos que únicamente denuncian el 19% de las mujeres víctimas de 
violencia de pareja (Murad, Gómez, & Calderón, 2013), es posible entender que una 
adecuada intervención del fenómeno también requiere considerar los problemas de 
denuncia asociados al mismo. 
Respecto a este último punto, la Encuesta Nacional de Demografía y Salud ha identificado 
los principales factores por los cuales las mujeres no denuncian, entre los cuales destacan: 
la creencia de que la violencia es parte de la vida normal, la creencia de que el problema 
se puede solucionar sin ayuda, la consideración de que la baja gravedad del problema no 
justifica su denuncia, el miedo a ser agredidas por la pareja, entre otras (ver tabla 4). 
2000 2005 2010
Económica 29% 28% 29%
Física 40% 39% 37%
Psicológica 73% 67% 75%
Sexual 11% 12% 10%
Año Encuesta (ENDS)Tipo de 
violencia
12 
 
 
Tabla 4 del autor. Razones de la mujer para no denunciar violencia de pareja. Fuente: Profamilia. (2010). 
Encuesta Nacional de Demografía y Salud 2010. Bogota. 
Los anteriores factores, identificados como razones de las mujeres para no denunciar, 
ponen en evidencia la carga emocional y la influencia contextual y cultural implicadas en la 
decisión de denuncia de la víctima; lo que indica que dicha decisión se ve afectada por un 
conjunto variables y presiones externas al individuo. Por esta razón, la consideración e 
intervención de dichas presiones podría conllevar a un aumento de la denuncia y por ende 
la visibilización del fenómeno. 
Si a lo anterior le sumamos el planteamiento de Pérez (2002), que establece que “el hablar, 
denunciar, formular el problema, crear lazos de solidaridad y vínculos de pertenencia al 
género, debería disminuir la ocurrencia del fenómeno” (pág. 42), entonces podremos 
afirmar que el análisis e intervención de los factores asociados a la toma de decisiones de 
la víctima, podría contribuir no solo al reconocimiento del fenómeno, sino a su vez a la 
disminución del mismo. 
Ahora bien, aun cuando la intervención del fenómeno requiera el conocimiento de su 
comportamiento, prevalencia y mantenimiento, ésta también debe ir acompañada de la 
identificación de los mecanismos implementados por el gobierno para su mitigación. Este 
último punto será abordado en la siguiente sección. 
3.3 Marco legal en Colombia 
A pesar de que el fenómeno de violencia de intrafamiliar tiene lugar en el entorno privado, 
éste no se limita a dicho contexto, no solo porque algunas de sus repercusiones se 
evidencian en el contexto social sino también porque sus consecuencias individuales 
representan una violación de los derechos humanos de las víctimas. Debido a esto, el 
2000 2005 2010
Cree que puede solucionar el problema sin ayuda 14% 24% 31%
No considera que el problema fuera tan grave como para denunciar 28% 24% 18%
Miedo a agresión 14% 16% 17%
Le da vergüenza el hecho de denunciar el maltrato 7% 5% 13%
No desea dañar al agresor 15% 13% 10%
No sabe donde denunciar 4% 7% 10%
Cree que no volverá a ocurrir 9% 9% 7%
Es parte de la vida normal 9% 9% 7%
Temor a una separación 5% 5% 6%
No cree en la justicia 3% 3% 4%
Cree que se merecía la golpiza 7% 6% 2%
Año encuesta
Razones para no denunciar
13 
 
fenómeno no ha sido ajeno a la formulación de mecanismos legales y constitucionales, los 
cuales han surgido como intentos del Gobierno para dar respuesta a la problemática, y 
cuyos objetivos son por un lado mitigar y sancionar el fenómeno, y por el otro garantizar 
medidas de protección y atención a las víctimas. 
Concretamente, las regulaciones legales respecto a la violencia intrafamiliar tienen su 
inicio con la constitución de 1991, en la cual resultan de gran relevancia los siguientes 
artículos: 
Art. 5. Se reconoce la primacía de los derechos inalienables de toda persona y se 
ampara a la familia como institución base de la sociedad. 
Art. 13. Libertad e igualdad de todas las personas ante la ley. Principio de no 
discriminación. 
Art. 42. Toda forma de violencia en la familia se considera destructiva de su unidad 
y debe ser sancionada. 
Art. 43. Reconoce igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Se garantiza la 
no discriminación de la mujer. 
Las anteriores consideraciones constituyen una base para la garantía de los derechos de la 
mujer en el ambiente social y familiar, y por ende la mitigación del fenómeno de la 
violencia de pareja. Sin embargo, el uso de la violencia se enmarca dentro de un escenario 
cultural cuyas creencias fortalecen y perpetuán la existencia de mecanismos de 
discriminación y agresión contra la mujer, y por lo mismo el reconocimiento de estos 
derechos no es garantía suficiente para su ejercicio. 
A razón de lo anterior, en el año 1995 se ratificó la ley 248, que aprobó la Convención 
Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, a partir de 
la cual el estado Colombiano – como estado miembro- está obligado a implementar 
acciones jurídicas, legalesy administrativas con el fin de reducir y eliminar la violencia 
contra la mujer, incluyendo la violencia dentro de la familia, la unidad doméstica y 
cualquier relación interpersonal (Ley 248, 1995). En los años posteriores a la ratificación 
de ésta ley, se desarrollaron un conjunto de mecanismos legales para la mitigación del 
fenómeno. 
Dentro de estos mecanismos es importante resaltar la ley 294 de 1996 que determina 
normas para el manejo y prevención del fenómeno de violencia intrafamiliar (Ley 294, 
1996), la cual se establece como la primera ley de violencia intrafamiliar en Colombia. 
Específicamente la ley establece: medidas de protección para las víctimas de violencia 
14 
 
intrafamiliar, el procedimiento requerido para la petición de dichas medidas, 
lineamientos para la asistencia a las víctimas de maltrato y las sanciones asociadas a su 
incumplimiento. En los años posteriores a la ratificación de ésta ley, se desarrollaron 
otros mecanismos para su ampliación y modificación (ver tabla 5). 
 
Tabla 5 del autor. Leyes violencia intrafamiliar en Colombia. 
A pesar de los diferentes mecanismos establecidos por el gobierno Colombiano estos no 
han mostrado los resultados esperados, lo que demuestra su carácter limitado para la 
mitigación del fenómeno. Dicha limitación se asocia principalmente con el hecho de que 
las medidas implementadas se enfocan en la sanción del maltratador y la asistencia a las 
víctimas, por lo cual continúan desconociendo los factores sociales y culturales que 
generan y perpetuán la ocurrencia del fenómeno. 
De igual manera las bajas tasas de denuncia por parte de las víctimas (ver sección 3.2), 
evidencian la necesidad de nuevas aproximaciones al fenómeno, que permitan su 
comprensión y la adecuada formulación de políticas públicas. Es como resultado de todo 
lo anterior, que el presente trabajo propone una aproximación alternativa al fenómeno de 
violencia de pareja, enfocado en los problemas de denuncia asociados al mismo y los 
factores sociales que los generan. 
Ley Descripción
 Ley 294 de 1996
Adjudicó el carácter de delito a la violencia 
intrafamiliar. Definió normas para prevenir, remediar y 
sancionar la violencia intrafamiliar. 
 Ley 575 de 2000
(Reforma de la Ley 294 de 1996). Trasladó la 
competencia de dictar medidas de protección a la 
Comisaria de familia.
 Ley 599 de 200
Reformó el código penal, al incluir los tipos penales de 
violencia intrafamiliar.
 Ley 882 de 2004 Aumentó las penas por violencia física y psicológica.
 Ley 1257 de 2008
Dicta medidas de sensibilización, prevención, 
erradicación y sanción de formas de violencia y 
discriminación contra la mujer.
 Ley 1361 de 2009
Estableció la protección integral de la familia y 
elaboración de la política pública de apoyo y 
fortalecimiento a la familia.
 Ley 1542 de 2012 
Eliminó el carácter queréllale y desistible de los delitos 
de violencia intrafamiliar e inasistencia alimentaria. 
15 
 
4. Proceso Metodológico 
El objetivo final de este proyecto es generar lineamientos para la adecuada formulación 
de políticas públicas enfocadas en la mitigación de la violencia de pareja. Sin embargo 
para el cumplimiento de dicho objetivo es necesario un proceso metodológico que no 
solo permita conceptualizar la problemática e identificar factores claves para su 
intervención, sino también superar algunas de las limitaciones de los mecanismos 
previamente propuestos por el gobierno. En este sentido, y tomando como referente el 
impacto limitado que han tenido los mecanismos implementados por el gobierno para 
mitigar la violencia de pareja – en general la violencia intrafamiliar- y su énfasis en las 
sanciones del maltratador y la atención a las víctimas, el presente trabajo propone una 
aproximación alternativa a dicho fenómeno. Dicha aproximación se caracteriza por dos 
aspectos principales: por un lado el énfasis en los problemas de denuncia y la inclusión de 
aspectos sociales relacionados con éste, y por el otro el abordaje del fenómeno a partir de 
la Ontología Evolutiva. 
Dado lo anterior, el proceso metodológico comenzará con la conceptualización de algunos 
aspectos claves para el abordaje del problema, los cuales se centrarán tanto en el 
problema de denuncia como en las herramientas metodológicas a utilizar. Para abordar el 
problema, se realizará una caracterización teórica de la forma en que ha sido entendido el 
problema de denuncia. Dicha caracterización no solo involucrará los principales enfoques 
teóricos utilizados para la explicación de la problemática, sino a su vez los resultados de 
algunos estudios que sustenten dicha información 
Respecto a las herramientas metodológicas, el proyecto propone la utilización tanto de la 
Ontología Evolutiva como de modelos de simulación por agentes, por lo cual el proceso 
metodológico continuará con una explicación general de dichas herramientas. Es 
importante mencionar que se tomó la Ontología Evolutiva como herramienta 
metodológica, debido a que ésta no solo reconoce existencia de diferencias entre los 
individuos y la capacidad de decisión de los mismos, sino también el hecho de que los 
cambios a nivel poblacional son el resultado de procesos evolutivos que comienzan a nivel 
individual. Adicionalmente, la Ontología reconoce la complejidad de la problemática, en la 
medida en que considera no solo que los agentes actúan con base en su conocimiento, 
sino también que estos interactúan entre sí y con el medio externo en que se encuentran; 
y es por lo mismo que resulta apropiada para la caracterización de procesos sociales como 
los problemas de denuncia en violencia de pareja. 
Una vez realizada la caracterización de dichos aspectos generales, el proceso 
metodológico continuará con la caracterización del problema desde la Ontología Evolutiva. 
Lo que implica que los factores claves identificados en el análisis teórico de la 
16 
 
problemática, serán vinculados a los procesos de variación, selección y retención de 
reglas de decisión, propios de la Ontología. Es importante mencionar que a pesar de que 
la Ontología Evolutiva reconoce la existencia de tres niveles de análisis, el proyecto se 
centrará únicamente en la caracterización de los procesos de decisión y la problemática a 
nivel individual. 
A partir de la conceptualización del problema desde la Ontología Evolutiva, se procederá a 
diseñar un modelo de simulación por agentes, que no solo permita realizar una 
abstracción de la realidad del fenómeno, sino a su vez entender la relación entre algunos 
factores sociales y la decisión de denuncia de las víctimas. Para la construcción del 
modelo de simulación se tendrán en cuanta un número limitado de factores y criterios de 
decisión, identificados como relevantes dentro de la conceptualización teórica de la 
problemática. Dicho modelo de simulación será utilizado para la realización de 
experimentos y análisis de escenarios, a partir de los cuales se propondrán diferentes 
líneas de intervención para la creación de políticas públicas enfocadas en la mitigación y 
visibilización del fenómeno, siendo este el objetivo final del proyecto. 
 
Gráfica 2. Proceso metodológico del proyecto 
 
 
 
• Problemática 
• Herramientas 
metodológicas 
Aproximación teórica 
• Denuncia como 
proceso 
evolutivo 
Aproximación desde la 
Ontología Evolutiva 
• Experimentos 
• Análisis 
escenarios 
Diseño modelo de 
simulación por 
agentes 
• Enfocados en 
mitigar y 
visibilizar el 
problema 
Lineamientos para 
políticas publicas 
17 
 
5. Aspectos teóricos 
5.1 Aproximación teórica a los problemas de denuncia 
A pesar de que la violencia contra la mujer tiene diferentes consecuencias para la salud y 
bienestar de la víctima, la mayoría de mujeres únicamente buscan ayuda después de un 
largo periodo de victimización (Deza Villanueva, 2012). Debido a esto, resulta importante 
reconocerlos diferentes aspectos que contribuyen a la legitimación de la violencia dentro 
de la pareja y la permanencia de las mujeres en dichas relaciones. En este sentido, se han 
realizado diferentes investigaciones enfocadas en la identificación tanto de los aspectos 
sociales y culturales, como de los aspectos internos de las relaciones de pareja, que en 
conjunto contribuyen al mantenimiento de la problemática. Concretamente, dichos 
aspectos tienen tres repercusiones principales: promueven determinados procesos 
relacionales en la pareja, normalizan las manifestaciones de violencia en las relaciones y 
entorpecen la utilización de recursos externos – tales como la denuncia- para el control 
de la problemática. 
Entre la literatura de violencia de pareja, se reconoce la existencia de cuatro enfoques 
principales que abarcan los aspectos más relevantes para la legitimación de la violencia 
de pareja y por ende la no denuncia por parte de las víctimas. Dichos enfoques 
correspondes a: la estructura de la sociedad, los procesos de socialización, el sistema de 
justicia y la relación de pareja y proceso de victimización. Estos enfoques serán abordados 
en mayor detalle en las siguientes secciones. 
5.1.1 Estructura de la sociedad 
Algunos autores señalan que la presencia de una estructura patriarcal en la sociedad, no 
solo genera las condiciones apropiadas para el ejercicio y mantenimiento de la violencia 
contra la mujer, sino a su vez dificultan que las mujeres se salgan de una relación de 
maltrato (Murad, Gómez, & Calderón, 2013). Esta estructura se sustenta gracias a la 
existencia de creencias y actitudes machistas y sexistas, que en conjunto establecen y 
reafirman la supremacía del hombre sobre la mujer en todos los aspectos de la vida social; 
y es precisamente dentro de este entramado de prácticas y creencias que se legitima el 
ejercicio de violencia contra la mujer. De manera que la violencia contra la mujer no solo 
se edifica como una práctica legitima y apropiada dentro del orden patriarcal, sino a su 
vez se convierte en un mecanismo de perpetuación de dicho orden (MDGF. Programa 
integral contra violencias de género, 2010, pág. 32). 
Adicionalmente la existencia de dicha estructura genera dificultades para las mujeres al 
intentar salirse de relaciones de violencia. Según Barnett (2000) dichas dificultades no solo 
se asociación a la interiorización – en la mujer- de creencias sobre la violencia como una 
práctica normal, sino también con la dependencia económica de la mujer, siendo esta 
18 
 
ultima el resultado de las desigualdades sociales – principalmente en términos de 
ingresos y oportunidades labores- entre hombres y mujeres. Lo que indica que la 
estructura patriarcal y la desigualdad asociada a la misma, no solo ayudan a normalizar y 
perpetuar la violencia contra la mujer, sino a su vez dificultan que las mujeres se salgan de 
relaciones de violencia y denuncien a su agresor. 
5.1.2 Procesos de socialización 
Según Fermoso (1994, en Larragaña, Yubero, & Bodoque, 2006), la socialización hace 
referencia al proceso de interacción entre el individuo y su entorno, mediante el cual se 
trasmiten e interiorizan las diferentes creencias, costumbres y valores propios de un grupo 
social, y que en su conjunto vendrán a constituir la identidad del individuo. Dentro de 
dichas creencias resulta de especial importancia – para el tema de estudio- las nociones 
culturales referentes a los roles de género, siendo estos entendidos como el “conjunto de 
normas, comportamientos y formas de conducta que debe asumir cada individuo según su 
sexo” (Millán & Alarcón, 2009, pág. 48). De manera específica, se ha identificado que la 
interiorización de los roles de género se asocia en el caso de los hombres con la 
identificación del ideal masculino, la búsqueda de una posición dominante en las 
relaciones y la aceptación de la violencia como forma de relacionarse y de resolver 
conflictos; mientras que en el caso de las mujeres se asocia con la incorporación de 
modelos de sumisión, dependencia y pasividad (Equipo Investigador Universidad de Sevilla, 
2011). 
La razón por cual las creencias de género resultan importantes para el tema de estudio, 
radica en que éstas no solo promueven y legitiman formas específicas de ser hombre y de 
ser mujer, sino a su vez perpetúan las relaciones de desigualdad y opresión entre los sexos, 
las cuales se convierten en la base de la violencia de género (Ramos Padilla, 2006). Cuando 
dichas creencias han sido interiorizadas y se constituyen en aspectos propios de la 
identidad del individuo, éstas vendrán a determinar la forma en que el individuo actúa y 
afronta determinadas situaciones, tales como la violencia de pareja. Lo que indica que la 
legitimación de dichas características y desigualdades, no solo se asocia con la 
normalización y aceptación de la violencia de pareja hacia la mujer, sino también con el 
hecho de que las mujeres no busquen ayuda, ni denuncien la situación de maltrato 
(Fanslow & Robinson, 2010). 
5.1.3 Sistema de justicia 
A pesar de que los gobiernos de diferentes países y concretamente el gobierno 
Colombiano, han dispuesto un conjunto de mecanismos legales que intentan proteger a 
las víctimas de violencia y disminuir la prevalencia misma del fenómeno, estos 
mecanismos tienen un carácter limitado. Dicho carácter limitado no solo se asocia a que 
19 
 
anualmente existe un gran número de casos de violencia de pareja, sino también a que la 
mayoría de victimas mujeres no recurren a dichos mecanismos. Este último aspecto no 
solo ha sido vinculado con factores e influencias culturales, sino a su vez con problemas y 
deficiencias del sistema de justicia. 
Según Larrauri (2003), uno de estos problemas se asocia a que el sistema no atiende ni 
reconoce las necesidades de las víctimas. Para las mujeres víctimas de maltrato, la 
denuncia se convierte en un medio para conseguir cambiar su situación, no en un objetivo 
en sí mismo; por lo cual la autora señala que la lógica procesal y judicial del sistema – 
según la cual el objetivo principal es el castigo y condena del maltratador- se convierte en 
un obstáculo para estas mujeres. Adicionalmente la interposición de la denuncia deja a las 
mujeres en una situación de vulnerabilidad, en la cual se ve amenazada tanto su seguridad, 
como su estabilidad económica y emocional (Grauwiler, 2008). A pesar de que dicha 
situación intenta ser atenuada por las medidas de protección dispuestas por la ley 294 de 
1996, no existe una garantía sobre la ejecución de las mismas, debido a que “[s] Si bien 
todas las leyes contra la VCM incluyen medidas de protección, su ejecución en la práctica 
está obstaculizada por la carencia de sistemas de vigilancia, efectivos policiales o casas de 
refugio” 1 (Banco Interamericano de Desarrollo BID, 2014) y por lo mismo permanecer en 
dicha relación en muchas ocasiones es considerada como la opción más segura (Grauwiler, 
2008). La anterior información es confirmada por los resultados del Estudio Sobre 
Tolerancia Social e Institucional a la Violencia Basada en Género en Colombia, según la 
cual un alto porcentaje de las mujeres víctimas de violencia que acudieron a mecanismos 
judiciales para interponer la denuncia, manifestaron que dichas instituciones no les 
resolvieron su problema (MDGF. Programa integral contra violencias de género, 2010) . 
 
Tabla 6. Basada en: MDGF. Programa integral contra violencias de género. (2010). Estudio sobre tolerancia 
social e institucional a la violencia basada e género en Colombia. Bogotá: Fondo de Naciones Unidas y el 
Gobierno de España para el cumplimiento de los objetivos de desarrollo del milenio. 
 
1
 VCM se refiere a violencia contra las mujeres 
Institución 
% Mujeres que manifestaron que 
no resolvieron su problema
Comisaría de Familia 26%
Fiscalía29%
Policía 42%
Alcaldía 49%
Instituto Nacional de Medicina 
Legal
7%
20 
 
Un segundo problema se asocia a la desconfianza de las mujeres respecto al sistema de 
justicia, la cual se halla determinada por dos factores principales. El primero, referente a la 
percepción de éste como un sistema marcado por la ineficiencia y la burocratización, y el 
segundo asociado a la prevalencia de estereotipos de género dentro de las instituciones 
judiciales. (Guzmán & Prieto, 2013). En este último sentido, Barnett (2000) afirma: “las 
practicas del sistema de justicia criminal reflejan precedentes históricos y creencias 
patriarcales, que fallan al servir y proteger a la mujer maltratada” (pág. 350, traducción 
personal). De manera que los anteriores factores no solo aumentan la desconfianza de la 
víctima respecto al sistema de justicia, sino a si mismo se constituyen en un elemento 
clave para que no denuncien (Ferrer, Bosch, & Riera, 2006). 
Por último, es importante señalar que también existen problemas de desconocimiento 
de las víctimas de violencia respecto a sus derechos y los mecanismos legales dispuestos 
para su ejercicio (Banco Interamericano de Desarrollo BID, 2014), lo cual genera que las 
mujeres recurran a otros mecanismos de afrontamiento cuando se ven enfrentadas a 
situaciones de violencia. Esta situación es confirmada por los resultados del estudio 
realizado por Madero y Gómez (2007) en la ciudad de Bogotá, según la cual muchas 
mujeres: 
[D] desconocen sus derechos e ignoran que la violencia conyugal es un delito y que 
dependiendo de la magnitud puede ser castigado. Igualmente, carecen de 
información acerca de las instituciones del Estado, a las que deben acudir para 
denunciar el maltrato intrafamiliar. Así mismo desconocen los procedimientos y 
trámites que deben realizar cuando deciden denunciar al agresor (pág. 96). 
Es por todo lo anterior que es posible afirmar que aun cuando el Estado disponga de 
múltiples de mecanismos para la protección de las mujeres víctimas de violencia, estos 
resultan inútiles ante la desinformación, desconfianza e ineficiencia misma del sistema 
judicial. 
5.1.4 Relación de pareja y proceso de victimización 
El uso y mantenimiento de la violencia dentro de las relaciones de pareja, no solo se 
explica a partir de factores externos propios del contexto social y cultural, sino a su vez se 
relacionan con características propias de las relaciones y los efectos que la violencia tiene 
sobre las víctimas. De manera que es posible identificar tres características centrales 
respecto a los factores internos de las relaciones: por un lado el carácter cíclico de la 
violencia de pareja, y los efectos que ésta tiene sobre las víctimas; y por el otro la 
existencia de un vínculo afectivo entre el agresor y la víctima. 
 
21 
 
5.1.4.1 El ciclo de la violencia 
La teoría del ciclo de la violencia de pareja fue propuesta en el año 1979 por Leonore 
Walker, y establece que el proceso de maltrato en la pareja se comporta de manera cíclica, 
siguiendo tres fases específicas: aumento de la tensión, incidente de agresión y contrición 
amorosa o luna de miel (Walker, 2000). 
 
Gráfica 3. Ciclo de la violencia de Walker (1979). 
La fase de tensión se caracteriza por un aumento gradual de la misma, en el cual se 
generan actos puntuales – tales como insultos y abuso físico- que dan lugar a roces entre 
la pareja; situación que genera reacciones particulares en cada uno de sus miembros. En 
el caso del maltratador comienzan a aparecer sentimientos de hostilidad e insatisfacción, 
mientras que en el caso de la víctima esta comienza a adaptar su comportamiento a los 
deseos de su maltratador, con el fin de calmarlo y reducir la tensión existente. 
Adicionalmente durante esta fase la víctima tienden a minimizar o justificar los 
comportamientos de su compañero, a través de la autoculpabilización o la asociación con 
estresores particulares (Deza Villanueva, 2012). Los intentos de la víctima por calmar la 
situación tienen resultados positivos durante un tiempo, lo que genera un sentimiento 
irreal de control sobre la situación. Posteriormente dichas acciones resultan inútiles, lo 
que implica que la tensión en la relación continua aumentando, hasta el punto en que 
resulta inaguantable, lo que desencadena la fase de agresión. 
La fase de agresión se caracteriza por “la descarga incontrolable de las tensiones 
acumuladas durante la fase uno” (Walker, 1979, p.59; citado en Walker, 2000), dichas 
descargas corresponden al ejercicio de agresiones físicas o psicológicas contra la víctima. 
Algunos autores han afirmado que esta fase tiene graves efectos sobre la víctima, tales 
como: tensión psicológica severa, aislamiento, sentimientos de impotencia e indefensión, 
depresión, ansiedad, conmoción y temor; que en conjunto dificultan la búsqueda de 
ayuda (Deza Villanueva, 2012). Dichos efectos son especialmente importantes debido a 
Agresión 
Luna de 
Miel 
Tensión 
22 
 
que tienden a generar una disminución permanente de la autoestima de la víctima y a 
aumentar el miedo de la misma, por lo cual cada vez que se repite el ciclo es menos 
probable que se busquen mecanismos de ayuda externa. Esta fase es de breve duración y 
termina cuando el agresor detiene sus conductas violentas. 
La siguiente fase corresponde a la luna de miel y se caracteriza por los actos de 
arrepentimiento y deseo de cambio por parte del maltratador; entre los cuales se incluyen 
no solo comportamientos amorosos, cariñosos, detallistas y amables; sino también las 
suplicas de perdón y las promesas de no volver a agredir a la pareja. Dichos actos 
renuevan la confianza de la víctima en su pareja y la relación, y por lo mismo representan 
un refuerzo para permanecer en la misma. Adicionalmente los comportamientos 
cariñosos del agresor durante esta fase, ayudan a estrechar la relación de dependencia 
entre la víctima y el agresor; y por lo mismo dificultan los procesos de denuncia y 
búsqueda de ayuda de la mujer en las otras fases del ciclo. (Deza Villanueva, 2012). Sin 
embargo después de un lapso de tiempo empezarán a ocurrir nuevos incidentes que dan 
lugar a tensiones en la relación, generando nuevamente el comienzo del ciclo. 
El ciclo de la violencia no solo permite entender el funcionamiento interno de las 
manifestaciones de violencia, sino que también ayuda a explicar algunas de las razones 
por las cuales las mujeres no buscan ayuda y permanecen en relaciones violentas. 
Concretamente cada una de las fases del ciclo tiene efectos particulares sobre la víctima, 
tanto a nivel cognitivo como psicológico, que hacen que con cada repetición del ciclo se 
disminuya más la probabilidad de que la mujer denuncie y busque ayuda externa. 
5.1.4.2 Proceso de escalada y consecuencias asociadas a la violencia 
Adicional a la caracterización de la violencia como un proceso de carácter cíclico, también 
se ha identificado que el fenómeno responde a un comportamiento de escalada según el 
cual las manifestaciones de violencia aumentan en frecuencia e intensidad a través del 
tiempo, implicando un proceso que incluye inicialmente agresiones de tipo psicológico, y 
en etapas posteriores agresiones de tipo físico y sexual (Garzón, 2011). Es importante 
mencionar que el hecho de que la violencia se asocie a un proceso de escalada, no indica 
que en todos los casos se cumplan todas las fases del proceso; por lo cual también es 
importante considerar las razones de las mujeres para no denunciar según el tipo de 
violencia al que se ven expuestas. 
La primera fase se asocia comúnmente a la presencia de agresiones de tipo psicológico, a 
través de las cuales la víctima es desvalorizada, criticada, ignorada y ridiculizada; en 
etapas posteriores este tipo de violencia es reforzada por agresiones verbales. A pesar de 
que este tipo de violencia se presenta de manera sutil, ésta tiene consecuenciasdevastadoras en la salud de la mujer especialmente asociadas a la pérdida de autoestima 
23 
 
y el debilitamiento de sus defensas psicológicas (Deza Villanueva, 2012). Adicionalmente, 
este tipo de violencia tiene dos repercusiones importantes respecto al proceso de 
denuncia: en primer lugar, su carácter sutil hace que las agresiones psicológicas tiendan a 
ser minimizadas y por tanto no sean denunciadas; y en segundo lugar sus efectos sobre la 
víctima disminuyen la probabilidad de posteriores intentos de denuncia. 
Lo anterior se evidencia en los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización por 
Violencia intrafamiliar y Delitos Sexuales (Ministerio del Interior y Seguridad Publica, 2013), 
según la cual únicamente el 27.6% de mujeres víctimas de violencia psicológica realizó la 
denuncia, y del porcentaje restante de mujeres el 34,5% afirmó que la principal razón para 
no denunciar fue que el maltrato no fue algo serio y por tanto no era necesario denunciar 
(ver tabla 7) 
 
Tabla 7. Basada en Ministerio del Interior y Seguridad Publica. (2013). Informe Final " Encuesta Nacional de 
Victimización por Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales. Chile: Adimark GfK. 
En etapas posteriores, la violencia empieza a incluir agresiones de tipo físico y luego 
sexual, que atentan directamente contra la salud de la mujer, dejando secuelas como 
cicatrices e impedimentos físicos. Este tipo de agresiones también tienen efectos sobre el 
equilibrio emocional de la mujer, en la medida en que generan sentimientos de miedo, 
temor, ansiedad, angustia, humillación y desconfianza permanente (Gobierno San Luis 
Potosí, 2006). Dichos sentimientos constituyen un factor inhibidor para la búsqueda de 
ayuda externa por parte de la víctima y por ende de la denuncia respectiva. En este 
sentido, los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización por Violencia intrafamiliar 
y Delitos Sexuales (Ministerio del Interior y Seguridad Publica, 2013), muestran que 
únicamente el 36% de mujeres víctimas de violencia física realizó la denuncia; del 
porcentaje restante de mujeres el 24,5% afirmó que la principal razón para no denunciar 
fue el miedo (ver tabla 8) 
Motivo no denuncia % Mujeres
Porque no fue algo serio y no lo consideré necesario 34,5%
Las cosas mejoraron 12,5%
No creo que denunciar sirva/ había denunciado y no paso nada 11,9%
No sabía que podía denunciar esta situación 9,6%
Me daba vergüenza contar mi situación 7,5%
Tuve miedo 6,2%
Violencia Psicológica - Principal motivo de no denuncia por el ultimo episodio
24 
 
 
Tabla 8. Basada en Ministerio del Interior y Seguridad Publica. (2013). Informe Final " Encuesta Nacional de 
Victimización por Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales. Chile: Adimark GfK. 
En el caso de la violencia sexual, los resultados de la encuesta revelan que cerca del 87,1% 
de las víctimas no denuncian, y la razón principal para dicha decisión se fundamenta en la 
vergüenza que dicha situación les produce (40%) (Ministerio del Interior y Seguridad 
Publica, 2013). Adicionalmente, es importante resaltar que en todos los tipos de violencia 
incluidos en la encuesta, una de las razones importantes para no denunciar es la creencia 
– justificada o no por experiencias previas- de que es inútil denunciar (“no creo que 
denunciar sirva/había denunciado y no paso nada”); lo cual reafirma la necesidad de 
mejorar las garantías y respuestas del sistema de justicia. 
A pesar de que la encuesta mencionada fue realizada en Chile, sus resultados son de gran 
relevancia para el estudio de la problemática, ya que permiten evidenciar algunas de las 
razones que las mujeres tienen para no denunciar según el tipo de violencia. 
Adicionalmente dichos resultados son comparables a los encontrados en la Encuesta 
Nacional de Demografía y Salud (Profamilia, 2010) realizada en Colombia, debido a que 
identifican razones similares para no denunciar (ver sección 3.2) ; sin embargo en el caso 
de ésta última no se diferencian las razones según el tipo de violencia al que se está 
expuesta y por lo mismo la encuesta chilena permite complementar dicha información. 
5.1.4.3 Vinculación afectiva 
Por último es importante resaltar que la violencia de pareja tiene una característica 
particular asociada al contexto en el que surge, es decir una relación de carácter afectivo y 
emocional entre la víctima y el maltratador, que se constituye como un factor clave para 
la decisión y permanencia de las mujeres dentro de dicha relación. Algunos estudios 
afirman que en muchos casos la permanencia de las mujeres en relaciones de maltrato, se 
asocia al amor a la pareja, la esperanza de que la violencia cese y el compromiso con la 
relación (Barnett, 2001). 
Según el estudio de Fanslow y Robinson en Auckland (Nueva Zelanda), en el cual se 
encuestaron un total de 956 mujeres que habían vivido experiencias de maltrato en algún 
Motivo no denuncia % Mujeres
Tuve miedo 24,5%
Las cosas mejoraron 14,3%
Por temor a que no me creyeran, porque no tenía testigos 12,7%
No creo que denunciar sirva/ había denunciado y no paso nada 8,7%
Me daba vergüenza contar mi situación 8,1%
Porque no fue algo serio y no lo consideré necesario 7,5%
No sabía que podía denunciar esta situación 6,4%
Violencia Física - Principal motivo de no denuncia por el ultimo episodio
25 
 
momento de su vida, el 26.1% de las mujeres que permanecieron en la relación (n=486) lo 
hicieron debido a que amaban al agresor (Fanslow & Robinson, 2010). De igual manera, 
según el estudio realizado por Peterson et al. (2004), uno de las principales barreras de las 
mujeres para no buscar ayuda externa era su deseo de proteger al agresor. Lo que indica 
que la relación afectiva con el maltratador tiene una influencia importante en la decisión 
de la víctima sobre su permanencia en la relación y por lo mismo es considerado un factor 
importante en la decisión sobre la posibilidad de denunciar. 
5.2 Ontología Evolutiva 
La Ontología Evolutiva de Dopfer surge como un intento superar las limitaciones 
existentes en las teorías económicas basadas en un análisis determinista, las cuales no 
solo desconocen el carácter de la economía como sistema complejo, abierto y en 
evolución, sino también los procesos de acción y toma de decisión que llevan a cabo los 
agentes (Dopfer & Potts, 2004). Tomando como base estos aspectos, la Ontología 
Evolutiva propone que la economía corresponde a un proceso de auto-organización y 
coordinación de reglas genéricas, que cambian y se actualizan en el curso de un proceso 
evolutivo (Dopfer & Potts, 2009); lo que indica que el sistema económico es 
conceptualizado a partir de un proceso de evolución de reglas, y que los agentes son 
reconocidos como los actores encargados de crear y portar dichas reglas. Adicionalmente, 
la Ontología Evolutiva reconoce la existencia de tres axiomas que constituyen la base de 
la misma: bimodalidad, asociación y proceso (Dopfer & Potts, 2004) (Dopfer K. , 2005). 
Axioma 1 – Bimodalidad 
Este axioma reconoce que todos los fenómenos reales corresponden a la actualización 
física de una idea. Lo que indica por un lado que todas las ideas y reglas pueden tener 
múltiples actualizaciones, y por el otro que dichas actualizaciones son materializadas por 
una población. 
Axioma 2 - Asociación 
Este axioma afirma la existencia de conexiones y relaciones entre las diferentes ideas y 
actores. Adicionalmente establece que las propiedades de una regla únicamente pueden 
ser reconocidas en las asociaciones que ésta establece, y que dichas propiedades 
corresponden la información; lo que indica que “la creación de una asociación, es la 
creación de información “(Dopfer & Potts, 2004, pág. 206, traducción personal). 
Axioma 3 – Proceso 
Este axioma hace referencia a las actualizaciones como procesos, y por ende reconoce su 
carácter espacial y temporal. 
Los anteriores axiomas no solo constituyenla base principal de la teoría evolutiva, sino a 
su vez permiten entender su carácter generalizable. Esto último indica que aun cuando la 
26 
 
Ontología surge como un modelo explicativo de la economía, ésta puede ser utilizada para 
caracterizar diversos procesos evolutivos de carácter social. Por lo tanto es posible afirmar 
que la Ontología Evolutiva permite la conceptualización de diversos procesos sociales, 
como el resultado de la evolución de reglas genéricas. 
En términos generales las reglas se refieren a aquellas “ideas que permiten organizar 
acciones y recursos, en operaciones” (Dopfer & Potts, 2007, pág. 6). Por su parte, las 
reglas genéricas corresponden a aquellas que son comunicadas socialmente y se clasifican 
en dos tipos. Por un lado las reglas de los sujetos, que incluyen reglas cognitivas y de 
comportamiento, y se encargan de organizar los comportamientos y pensamientos del 
sujeto. Y por el otro las reglas de los objetos, que incluyen reglas de tipo social y técnico, y 
se encargan de organizar las estructuras sociales y materiales. 
 
Tabla 9. Basada en: Dopfer, K., & Potts, J. (2007). The general theory of economic evolution. Routledge. 
De esta manera, la evolución de procesos sociales es entendida como el proceso continuo 
de cambio, interacción y coordinación de los distintos tipos de reglas genéricas. Sin 
embargo para que dicho proceso tenga lugar, es necesaria la existencia de un conjunto de 
operaciones y portadores de reglas, que se encarguen de materializar dicho proceso. 
En este sentido, Dopfer y Potts (2007) identifican algunos puntos claves relacionados con 
el proceso evolutivo y los factores involucrados dentro del mismo (reglas, agentes y 
operaciones). Por un lado, establecen que las reglas pueden tener distintos portadores, y 
por lo mismo una misma regla podrá ser adoptada de distinta manera y con diferentes 
propósitos. Adicionalmente, afirman que esta variedad de posibilidades, es precisamente 
lo que constituye el curso normal de la trayectoria de una regla. Por otro lado, establecen 
una distinción entre los posibles portadores de una regla, correspondientes a agentes y 
agencias, donde los primeros se refieren a individuos particulares, mientras que los 
segundos se refieren organizaciones conformadas por un conjunto de portadores que 
actúan como un todo coordinado. Pese a las diferencias existentes entre los tipos de 
portadores, ambos se caracterizan por tener dos propiedades básicas: la primera 
Reglas 
Cognitivas
Reglas 
Comportamentales
Reglas Sociales Reglas Técnicas
Reglas de 
pensamiento 
para modelar 
el mundo .
Describen las 
posibles acciones 
del agente.
Organizan los 
agentes dentro 
de las 
organizaciones 
sociales.
Organizan 
objetos 
físicos.
Reglas Genéricas
Reglas del sujeto Reglas de los objetos
27 
 
corresponde a su capacidad de portar y utilizar reglas; y la segunda referente a la 
posibilidad de crear, adoptar y retener nuevas reglas (Dopfer & Potts, 2007). 
Dado lo anterior, es posible afirmar que la Ontología Evolutiva entiende los agentes como 
los actores encargados de los procesos de modificación y actualización de las reglas, sin 
embargo ésta no se limita al proceso realizado a nivel individual, sino que busca entender 
los procesos evolutivos dentro del sistema social en su totalidad. Por lo cual la Ontología 
propone la consideración de tres perspectivas diferentes- micro, meso y macro- que en 
su conjunto explican y constituyen la trayectoria de una regla; que corresponde al 
proceso en que una nueva regla es creada, adoptada y retenida por una población de 
portadores. De esta manera, la perspectiva micro hace referencia al proceso individual de 
adopción, selección y retención de reglas por pate de un portador; la perspectiva meso se 
enfoca en los procesos de actualización de reglas llevados a cabo por una población de 
portadores, y la perspectiva macro hace referencia a la forma que dicha regla altera la 
estructura y funcionamiento del sistema, es decir se enfoca en sus consecuencias 
agregadas. (Dopfer, Foster, & Potts, 2004) 
5.2.1 Perspectiva Micro 
Esta perspectiva se enfoca en la forma en que los agentes portan y usan las reglas. Dentro 
de ésta, cada agente es entendido como el complejo de dos estructuras: la estructura 
interna, basada en los procesos y capacidades cognitivas del agente; y la estructura 
externa, construida a partir del ambiente externo y las interacciones con otros agentes 
(Dopfer, Foster, & Potts, 2004). La interacción de estas estructuras es lo que genera las 
posibilidades de creación, aplicación y trasformación de reglas. Específicamente dichas 
posibilidades corresponden a los problemas con que el individuo se enfrenta en el 
contexto, y cuya resolución estará determinada en gran medida por la previa creación y 
adopción selectiva de determinadas reglas. Es importante mencionar que el proceso 
evolutivo desde una perspectiva micro, tiene como objetivo fundamental la adaptación 
del individuo a las condiciones del ambiente, y por lo mismo estas constituyen un aspecto 
fundamental durante todo el proceso. Adicionalmente el proceso evolutivo comprende 
tres etapas, asociadas a los procesos de variación, selección y retención de reglas de 
decisión, que realiza el individuo. 
5.2.1.1 Variación 
El proceso evolutivo a nivel individual comienza con la fase de variación. La fase de 
variación corresponde a la creación o modificación de reglas que realiza el agente, a partir 
de las cuales no solo transforman su base de conocimiento, sino también su estructura 
interna (procesos cognitivos). Este proceso depende tanto de la habilidad creativa e 
imaginativa del individuo para generar novedad (Dopfer K. , 2005), como del 
28 
 
conocimiento previo del agente, el cual limitará la variedad de opciones que el individuo 
genere (Campbell, 1987). Respecto a este último punto, Campbell (1987) vendrá a 
identificar diez niveles diferentes de conocimiento, a partir de los cuales el individuo no 
solo puede entender su entorno y actuar dentro de éste, sino también generar nuevas 
reglas de decisión. A continuación se presentan los diferentes niveles identificados por 
Campbell: 
 
Gráfica 4. Niveles de Conocimiento. Basada en: Campbell, D. (1987). Evolutionary Epistemology. In G. 
Radnitzky, & W. W. Bartley, Evolutionary Epistemology, Rationality, and Sociology of Knowledge (pp. 47-89). 
LaSalle: Open Court. 
29 
 
A pesar de la importancia del conocimiento dentro del proceso de variación, es 
importante mencionar que la creación de una nueva regla no solo depende del proceso 
mismo de generación de la idea, sino a su vez la utilidad que esta represente para la 
resolución de problemas reales (Dopfer & Potts, 2007); y por lo tanto las variaciones en 
las reglas de los agentes también están determinadas por las condiciones y exigencias del 
ambiente. El conjunto de opciones resultantes de la fase de variación, vendrán a constituir 
el repertorio de reglas del individuo; y será a partir de este último que tendrán lugar las 
posteriores fases del proceso evolutivo. 
5.2.1.2 Selección 
La siguiente fase del proceso evolutivo en el nivel Micro, corresponde al proceso de 
selección que realiza el individuo. En términos generales, el proceso de selección involucra 
la interacción entre los individuos y el ambiente (Darden & Cain, 1989) y corresponde a la 
elección o eliminación de determinadas características, debido a su adecuación a las 
necesidades impuestas por el ambiente; lo cual implica que la selección de las 
características dependerá de la adaptación de las mismas al medio. Para el caso de la 
Ontología Evolutiva, dichas características están asociadas a las reglas genéricas 
resultantes del proceso de variación, lo que indica que la interacción entre las variaciones 
- que constituyen el repertorio de reglas genéricas del individuo-y el ambiente tiene como 
resultado la adopción diferencial de las diferentes reglas, y por lo mismo el crecimiento 
desigual de las poblaciones de portadores (Dopfer & Potts, 2007). 
Según Dopfer y Potts (2007) la adopción de una regla depende de tres condiciones 
principales. En primer lugar, la adopción de las reglas está determinada por los beneficios 
(esperados) que las mismas representen cuando interactúan con el ambiente, es decir, 
“las reglas son adoptadas por el agente cuando éste espera que la nueva regla contribuya 
positivamente a sus capacidades genéricas y sus resultados operacionales” (Dopfer y Potts, 
2007,pág. 40; traducción personal).En segundo lugar, la selección de una regla está sujeta 
a su interación con un conjunto de reglas preexistentes, las cuales actuan como el 
ambiente de selección de la misma; lo que indica que la adopcion de la nueva regla 
dependerá de que ésta logre encajar en la estructura de reglas preexitentes. Finalmente, 
los autores afirman que la viabilidad operacional de la regla también constituye un 
elemento clave para su adopcion, debido a que éste establece la posibilidad de su uso 
efectivo en el entorno. El conjunto de los tres componentes identificados anteriormente, 
determinará si una nueva regla es seleccionada por el agente o eliminada dentro de sus 
opciones. 
Ahora bien, la adopcion concreta de una nueva regla tiene lugar dentro de dos dominios 
ambientales (Dopfer K. , 2005).Por un lado el dominio interno, que corresponde a la 
30 
 
adopción de la regla como una decisión del individuo y en el cual estan involucrados 
procesos de aprendizaje y acomodación de la regla a estructuras de conocimiento. Y por el 
otro, el dominio externo, referente a la adopción materializada y externalizada de la regla, 
en la cual se ven involucrados otros individuos como posibles y reales adoptantes de dicha 
regla. El proceso adopcion podra ocurrir cada vez que el individuo se enfrente a una 
situación problemática, ante la cual tendra la posibilidad de elegir una regla genérica 
dentro del repertorio de reglas que posee o de generar nuevas reglas, con el fin de 
responder a dicha problemática. 
5.2.1.3 Retención 
La selección reiterada de una misma regla – debido a sus beneficios asociados-, genera la 
modificación de las estructuras de conocimiento del agente, y por lo mismo su disposición 
para la aplicación de determinadas reglas. Dicha disposición se genera mediante procesos 
de aprendizaje y memoria, cuyo resultado es la retención de una nueva regla para su uso 
continuo (Dopfer & Potts, 2007). Concretamente el proceso de retención se manifiesta 
mediante la adquisición de hábitos y rutinas, a partir de los cuales se sistematiza el uso de 
una regla previamente seleccionada. (Dopfer K. , 2005) 
Las anteriores fases constituyen lo que se conoce como la trayectoria micro, en la cual se 
describe el proceso de variación, selección y retención de reglas para un único agente. Sin 
embargo cuando consideramos que los agentes hacen parte de un contexto social más 
amplio, en el cual es posible identificar poblaciones de agentes portadores de una misma 
regla, entonces estas micro trayectorias únicamente constituirán una pequeña parte del 
proceso evolutivo de dichas reglas; y por lo mismo se hace necesario la caracterización del 
proceso evolutivo dentro de las poblaciones como conjunto. Dicho proceso caracterizado 
en la perspectiva Meso. 
5.2.2 Perspectiva Meso 
Como se mencionó anteriormente, la Ontología Evolutiva no solo se enfoca en la 
evolución de reglas a nivel del individuo, sino que busca entender el proceso de evolución 
de reglas a nivel poblacional y la manera en que éstas vendrán a afectar la estructura del 
sistema en su conjunto. Es precisamente bajo este referente que surge la perspectiva 
meso, no solo como el eje central de cambio del proceso evolutivo, sino a su vez como la 
conexión entre la perspectiva micro y la perspectiva macro (Dopfer, Foster, & Potts, 2004). 
La perspectiva meso constituye el estudio de la trayectoria de los portadores de una regla, 
es decir que se enfoca en la manera en que una nueva población de portadores surge y se 
estabiliza, como resultado de procesos de adopción y actualización de una regla genérica 
(Dopfer & Potts, 2007). La trayectoria meso puede ser caracterizada como el resultado de 
un proceso de tres fases: la primera correspondiente a la creación de la regla, la segunda 
31 
 
asociada al proceso de adopción de esta por un conjunto de portadores y por último el 
proceso de retención, asociado a la estabilización de la población de portadores dentro 
del sistema (Dopfer & Potts, 2007). 
5.2.2.1 Creación 
El proceso creación de una nueva regla surge en primera medida a nivel de un agente y 
continua con la posterior selección y retención de dicha regla por parte del mismo; éste 
proceso constituye la base para la posible adopción de una regla por otros agentes y por 
ende el surgimiento de una población de portadores. Sin embargo para que dicha regla 
trascienda el nivel individual, es necesario que tenga determinadas características que 
permitan su adopción por parte de otros individuos y su comunicación de manera 
genérica (Dopfer & Potts, 2007); y es precisamente con este objetivo que se da el proceso 
de creación en la perspectiva meso. 
En la perspectiva meso, el proceso de creación se asocia a un acto de emprendimiento e 
innovación, en el cual un agente introduce nuevo conocimiento al sistema (Dopfer, Foster, 
& Potts, 2004). Dicho conocimiento se asocia con dos contribuciones principales: por un 
lado el descubrimiento de nuevas oportunidades de aplicación de la regla, y por el otro la 
creación y organización de reglas genéricas necesarias para que la nueva regla sea viable 
(Dopfer & Potts, 2007). Este proceso de emprendimiento es el que permite que la regla 
trascienda la frontera del individuo y se instale dentro del dominio público, para su posible 
adopción. 
5.2.2.2 Selección 
Según Dopfer y Potts (2007), el proceso de selección en la perspectiva meso, corresponde 
a la adopción de una regla genérica por un conjunto agentes, lo cual permite el 
surgimiento de una nueva población de portadores. Este proceso no solo implica la 
adopción de la regla por posibles portadores, sino también la adaptación de la misma a 
diferentes ambientes (Dopfer, Foster, & Potts, 2004). 
Específicamente, el proceso consiste en que la regla genérica creada por el agente 
emprendedor – en la fase de creación- se convierte en objeto de prueba y evaluación por 
otros agentes con el fin de comprobar su utilidad; lo cual es realizado mediante procesos 
de adopción y experimentación. Es importante mencionar que la adopción de la regla por 
parte de cada uno los individuos a su vez implica variaciones sobre la misma regla, que 
serán seleccionadas y retenidas de manera diferencial dependiendo de la utilidad que 
éstas representen (Dopfer & Potts, 2007); de manera que el resultado individual de dicho 
proceso, consistirá en la normalización de comportamientos respecto a dicha regla 
(Dopfer, Foster, & Potts, 2004). Ahora bien, cuando analizamos la población en su 
32 
 
conjunto será posible observar que dichos procesos de experimentación darán lugar al 
crecimiento de la población de portadores de la regla (Dopfer & Potts, 2007). 
5.2.2.3 Retención 
La fase final de la trayectoria meso consiste en la retención de la regla, atreves de su uso 
continuo por parte de la población de portadores; de manera que ésta se constituye en 
una población relativamente estable (Dopfer & Potts, 2007). El proceso de retención y 
replicación de la regla es reforzado a través de mecanismos de reparación y 
mantenimiento de la misma; y son precisamente estos aspectos los que permiten su 
carácter relativamente estable. De lo contrario los constantes procesos de interacción 
entre los agentes yde creación de conocimiento, impedirían cualquier intento de 
estabilización de las poblaciones de portadores (Dopfer, Foster, & Potts, 2004). 
La estabilización de la población de portadores de una regla se logra mediante la 
institucionalización o normalización de la misma dentro del sistema (Dopfer K. , 2005); es 
decir mediante la replicación de la regla por parte de la población de portadores y el 
mantenimiento de las estructuras necesarias para dicho proceso (Dopfer & Potts, 2007). 
De manera que “las reglas cognitivas y comportamentales serán normalizadas en hábitos y 
rutinas, y las reglas sociales y técnicas se convertirán en dominantes y estándares” (Dopfer 
& Potts, 2007, pág. 50, traducción personal). 
En consecuencia, el proceso de retención en la trayectoria meso corresponde a la 
retención de una regla genérica como institución, es decir como una población de 
portadores relativamente estable (Dopfer & Potts, 2007). Y es precisamente esta 
población de portadores -como conjunto- la que vendrá a involucrarse en procesos de 
coordinación con otras poblaciones, a nivel del sistema. 
5.2.3 Perspectiva Macro 
A pesar de que las anteriores perspectivas se enfocan en la manera en que individuos o 
poblaciones adoptan una misma regla, la Ontología Evolutiva reconoce que dichos 
procesos tienen lugar dentro de un contexto social en el cual existen otras reglas y 
poblaciones de portadores; y es precisamente bajo éste foco que surge la perspectiva 
macro, como el estudio de las consecuencias agregadas en el sistema (Dopfer, Foster, & 
Potts, 2004). Concretamente la perspectiva macro se enfoca en los procesos de cambio y 
coordinación en la estructura de las unidades meso como una totalidad. El proceso de 
coordinación en la perspectiva macro tiene lugar en dos niveles: un nivel profundo 
correspondiente al ajuste entre las diferentes reglas, y un nivel superficial asociado a la 
coordinación entre las diferentes poblaciones de portadores; de manera que el equilibrio 
del sistema dependerá de la coordinación en ambos niveles (Dopfer & Potts, 2007). Al 
igual que en las otras perspectivas, el proceso de coordinación comprende tres procesos: 
33 
 
des-coordinación, re-coordinación, y coordinación continua de la nueva trayectoria meso 
dentro del sistema existente (Dopfer & Potts, 2007). 
El proceso comienza con la des-coordinación del sistema, es decir con el surgimiento de 
una nueva trayectoria meso y las alteraciones que ésta genera en el sistema. En el nivel 
superficial dichas alteraciones se asocian principalmente con cambios en las asociaciones 
entre las poblaciones de portadores, los cuales se manifiestan en la aparición y extinción 
de oportunidades y asociaciones entre poblaciones. En el nivel profundo las alteraciones 
se relacionan con cambios en la lógica existente sobre las asociaciones entre las reglas, es 
decir alteraciones en “las estructuras de aquello que se sabía que era factible, verdadero 
o razonable” (Dopper & Potts, 2007, pág.68, traducción personal). 
 De manera paralela se da el proceso de re-coordinación del sistema, a partir del cual se 
intentan ajustar y auto-organizar las poblaciones meso existentes y la nueva población. El 
proceso de re-coordinación genera cambios tanto en la forma en que piensan y actúan los 
agentes, como en la estructura misma del sistema. En el nivel superficial este proceso 
tendrá como resultado cambios en la frecuencia de las poblaciones, mientras que en el 
nivel profundo tendrá como resultado una nueva estructura de asociaciones entre las 
reglas, que incluirá a la nueva regla (Dopfer & Potts, 2007). 
La etapa final de la trayectoria está marcada por el proceso continuo de coordinación, a 
través del cual se intenta mantener el orden y equilibrio del sistema. A nivel de la de 
estructura superficial, esta etapa involucrará la estabilización de las poblaciones de 
portadores; y a nivel superficial implicará el “proceso continuo de normalización y 
retención de la (nueva) estructura de asociaciones entre las reglas y la continua 
estabilización e incorporación de esas asociaciones” (Dopper & Potts, 2007, pág.70, 
traducción personal). 
5.3 Modelos de Simulación por Agentes 
En términos generales, los modelos de simulación hacen referencia a herramientas de 
experimentación que constituyen una abstracción de la realidad, lo que indica que no solo 
permiten entender las dinámicas, las relaciones y el comportamiento de un sistema, sino a 
su vez la modificación y experimentación con el mismo (Lozares, 2004). En el caso de los 
modelos de simulación por agentes, estos se caracterizan por dos razones adicionales: por 
un lado reconocen la existencia de diferencias entre los agentes y su capacidad para 
actuar y tomar decisiones, y por el otro, reconocen que las estructuras sociales emergen 
como resultado la interacción entre los individuos y con el medio (García, 2011); y es 
precisamente debido a éstas características que la simulación basada en agentes 
constituye una de las principales herramientas para el análisis de fenómenos y procesos 
sociales. 
34 
 
A diferencia de los modelos de simulación tradicionales, cuyo objetivo es la 
representación del sistema como conjunto, los modelos de simulación por agentes 
intentan explicar el comportamiento del sistema a partir de las estructuras subyacentes 
que generan dicho comportamiento; y es por lo mismo que estos se enfocan en la 
caracterización particular de los agentes que constituyen el sistema (García, 2011).Los 
agentes son caracterizados no solo por determinados atributos, reglas de 
comportamiento, recursos y motivaciones; sino también por su capacidad de adaptarse a 
las condiciones del entorno y las interacciones en que se vean involucrados (Macal & 
North, 2009). 
Es por todo lo anterior que la simulación basada en agentes permite capturar y 
representar la complejidad asociada a problemáticas sociales, y por lo mismo se convierte 
en una herramienta útil para al análisis de las mismas. En el caso de los problemas de 
denuncia en violencia de pareja, el uso de la simulación basada en agentes no solo 
permite generar distinciones particulares respecto a las víctimas y sus decisiones, sino 
también permite representar la relación e influencia existente entre las características del 
entorno y las decisiones de denuncia de las víctimas -es decir la forma en que dichas 
decisiones se modifican y seleccionan como resultado de factores contextuales-; lo que 
hace que los modelos de simulación por agentes se constituyan en una herramienta 
apropiada para el análisis de la problemática y el posterior diseño de mecanismos de 
intervención. 
 
 
 
 
 
 
 
 
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6. El problema de la denuncia desde la perspectiva evolutiva 
6.1 Aspectos generales 
A pesar de que la Ontología Evolutiva establece la existencia de tres perspectivas, a partir 
de las cuales se da el proceso de evolución a nivel social, este trabajo únicamente se 
enfocará en la consideración de la perspectiva micro, es decir el proceso individual. Lo 
anterior debido a que por un lado esta funciona como la base central del proceso 
evolutivo y por ende su conceptualización resulta de gran relevancia, y por el otro debido 
a que la consideración de las otras perspectivas se sale de los alcances de este proyecto. 
El proceso evolutivo comienza cuando una mujer se ve enfrentada a actos de violencia por 
parte de su pareja. Dicha situación constituye en evento estresante en la vida de la mujer 
y por lo mismo ésta implementará determinadas estrategias de afrontamiento con el fin 
de reducir o controlar dicha situación (González, 2007). Según Frieze y Bookwala (1996; 
citado en González 2007) es posible distinguir dos tipos de estrategias de afrontamiento: 
por un lado estrategias dirigidas a la emoción, con las cuales se busca disminuir la 
reacción y el impacto emocional que la situación tiene

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