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Carlos Afanador Ruiz, Camilo Duque Naranjo, Constanza Gómez de Ramírez
Historia de la periodoncia: primeros rasgos de definición de un espacio social y conceptual y proceso de
institucionalización en Colombia. parte I. una imagen de la periodoncia...
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia, vol. 3, núm. 11, 2004, pp. 77-103,
Universidad El Bosque
Colombia
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HISTORIA DE LA PERIODONCIA:
Primeros rasgos de definición de un espacio social
y conceptual y proceso de institucionalización en Colombia.
Parte I. Una imagen de la periodoncia a través
de su historia y de su historiografía*
Carlos Afanador Ruiz**, Camilo Duque Naranjo***,
Constanza Gómez de Ramírez****
RESUMEN
La periodoncia es la especialidad de la odontología que
comprende la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y
pronóstico de las enfermedades de los tejidos que rodean y
soportan al diente y sus sustitutos, y el mantenimiento en salud,
función y estética en esas estructuras y tejidos. En Colombia es
una especialidad relativamente joven pero con una trayectoria y
expresión institucional importante. Hasta el presente no se ha
realizado un trabajo sistemático que dé cuenta de los procesos
por los cuales llegó a definirse como un espacio diferenciado y
reconocido en el país. Este trabajo, el primero de una serie, tuvo
por objeto determinar unos primeros rasgos de definición de la
* Este artículo hace parte de una serie que será publicada a partir de los trabajos para
convalidación del título de Especialista en Periodoncia de la Facultad de Odontología:
“Historia de la Periodoncia en Colombia: primeros rasgos de definición de un espacio
conceptual” de Carlos Afanador Ruiz y “Proceso de institucionalización de la periodoncia
en Colombia: un análisis histórico” de Constanza Gómez de Ramírez.
** Odontólogo Universidad Nacional, profesor titular de Periodoncia, Universidad Javeriana.
Miembro Honorario de la Sociedad Colombiana de Periodoncia y de la Regional Bogotá.
*** Odontólogo Universidad Javeriana, instructor asociado Universidad El Bosque,
investigador asociado C.I.E.C. en la Línea de Historia del Colegio Mayor de Nuestra Señora
del Rosario. Miembro Activo de la Sociedad Colombiana de Historia de la Medicina. Director
del trabajo. duquecamilo@unbosque.edu.co
**** Odontóloga, profesora titular de Periodoncia, Pontificia Universidad Javeriana. Miembro
Honorario de la Sociedad Colombiana de Periodoncia.
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia
Vol. III. Nos. 10 y 11. Págs. 77-103
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia – Vol. V • Nos. 10 y 1178
periodoncia en Colombia como un espacio social y conceptual.
Presenta una introducción a una posible imagen de la periodoncia
construida a partir del análisis histórico, imagen que difiere de
la que representan comúnmente los periodoncistas de su propio
quehacer profesional. Para ello, el análisis comprende cinco
elementos: la definición del campo de la periodoncia; un recorrido
por la historiografía “periodontológica” para identificar una
concepción frente al pasado; la historia como imagen de la ciencia;
los prefacios de los libros de texto y la idea de progreso; el hito
fundacional de la periodoncia; y la idea de los precursores. Como
resultado aparece una imagen de la periodoncia como un campo
de conocimientos social e históricamente construido cuyo
desarrollo depende del contexto social e histórico en el cual tiene
lugar y no como una línea continua de progresos y desarrollos
racionales consistentes.
Palabras clave : periodoncia, historia, historia de las ciencias.
ABSTRACT
Periodontics is a dental specialty that comprises prevention,
diagnosis, treatment and prognosis of the surrounding and
supporting dental tissue illnesses, and of the dental substitutes
as well, and the health, function and aesthetics maintenance of
this tissues and structures. In Colombia, is a relatively young
specialty but with an important institutional expression and
background. To the present, it has not been made a systematic
work that accounts the processes for its definition as a differenced
and recognized space in the country. The purpose of this study
was to determine the first traces of the definition of Periodontics
in Colombia as a social and conceptual space. This paper, the
first of a series, is an introduction to an image of periodontics
that differs from that usually represented by peridoncists in its
professional exercise. To held this, the analysis take in five
elements: the work’s boundaries from the definition of
periodontics field; a brief journey through “periodontologic”
historiography to identify a conception of its past; the textbook’s
prefaces and the idea of scientific progress; the myth of foundation
of periodontics as a modern field; and the problem of the father
of modern periodontics. The elements for this analysis have been
Historia de la periodoncia 79
taken from the history of sciences. As a result it appears an image
of periodontics as a social and historical construction and at the
same time as a social space and not as a continuous line of
progress and a rational conquest.
Key words: periodontology, periodontics, history, history of
sciences.
INTRODUCCIÓN
La periodoncia hoy es una especialidad reconocida en Colombia. Cuen-
ta con programas de especialización en muchas de las facultades de
odontología en el país. La Sociedad Colombiana de periodoncia agru-
pa a la mayoría de los odontólogos que se han especializado en esta
rama de la odontología. Tiene diversos mecanismos de legitimación
social. Es incuestionable la presencia de contenidos de periodoncia en
los planes de estudio de pregrado en todas las facultades de odontolo-
gía. Los fundamentos de la periodoncia son básicos en el estudio, la
enseñanza y la práctica de la odontología. Aunque la siguiente afirma-
ción no se ajusta a la realidad de la población colombiana, para mu-
chos autores, con el sustancial descenso en caries dental y el
envejecimiento de la población, se le ha dado mucho énfasis a la tera-
pia periodontal y, por consiguiente, la demanda de información acer-
ca de la periodoncia y de sus servicios estaría en aumento. Las
condiciones sociales del país imponen al desarrollo de la periodoncia
una realidad completamente contradictoria a la enunciada.
La periodoncia ha sido llamada “la conciencia de la odontología”; esto
no implica que ésta sola área sea la depositaria de todo o gran parte del
idealismo, la habilidad, el conocimiento y el profesionalismo de la odon-
tología, pero la periodoncia está presente en las diversas especialida-
des. Desde hace unas décadas se habla de la integralidad en
odontología. Aunque el término y sus intenciones tienen distintas in-
terpretaciones, acepciones y concepciones, si pretendemos ejercer una
odontología integral, en una de estas acepciones, se tiene que aceptar
que la periodoncia es básica, porque tiene relaciones incuestionables
con las demás áreas de la odontología.
La periodoncia como especialización claramente diferenciada puede
parecer joven con relación a otras especialidades. Si utilizamos la reha-Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia – Vol. V • Nos. 10 y 1180
bilitación como ejemplo, con su larga historia de desacuerdos con res-
pecto a la oclusión y preceptos restauradores, al mirar la historia de la
Facultad de Odontología de la Pontificia Universidad Javeriana en sus
inicios, hacia mediados del siglo XX podemos apreciar los ingentes
esfuerzos por dotar sus instalaciones y proveer a los estudiantes de
materiales, equipos e instrumental para desarrollar lo que hoy conoce-
mos como operatoria dental y la restauración, mientras entre los lar-
gos listados y catálogos no encontramos ni un solo instrumento para el
raspaje y el alisado radicular.
La periodoncia podría anticipar una metodología más universal en lo
que se refiere a problemas dentales. Más que en otras disciplinas
odontológicas, el tiempo es el árbitro final debido a la cronicidad de la
lesión y de los factores variables relacionados, tales como comporta-
miento del paciente, resistencia a la destrucción y edad de aparición.
Todas las conclusiones deberán ser tentativas, y todas las opiniones
sin importar el valor que se les haya dado, estarán sujetas a cambio
(Schluger, et al., 1982).
La enfermedad, a pesar de los nuevos conocimientos, continua siendo
uno de los mayores problemas en la odontología; su prevención y trata-
miento es el mayor problema para los cuidados de salud; a pesar de que
la enfermedad ha sido extensamente estudiada, ningún logro notable se
ha tenido en el entendimiento de sus causas y su patogénesis y propor-
cionalmente poco se ha logrado en la disminución de su epidemiología.
La enfermedad periodontal en Colombia continua presentando tasas
elevadas. Los datos de comienzos de los años ochenta, reportaron que
los Colombianos tenían periodontopatías con algún grado de severidad
en un 94,7% de la población. Hoy en día tiene aún prevalencias muy
altas que oscilan entre el 71 y 90%. A esto se aplicaría aquel corolario
según el cual las enfermedades más estudiadas y conocidas por el hom-
bre son al mismo tiempo las más difundidas. Se han hecho aproximacio-
nes a su prevención y tratamiento y se ha ampliado el conocimiento de
la especificidad bacteriana y de una respuesta específica del huésped,
factores que intervienen en el proceso de la enfermedad.
Pero, en medio de todo panorama que nos da la certeza y la confianza
en la existencia institucional y conceptual de una especialización que
se ha ido ganando un espacio, una demanda y un reconocimiento en la
sociedad, necesariamente hay que preguntarse:
Historia de la periodoncia 81
¿Cómo fue el proceso por el cual se define el espacio social y concep-
tual de la periodoncia en Colombia, antes del proceso de
institucionalización?
El trabajo que se ha iniciado sobre la historia de la periodoncia tiene
dos facetas que quisiéramos resaltar. La primera está relacionada con
el trabajo formal que se está poniendo en consideración, y la segunda
el encuentro de dos imágenes completamente diferentes de la
periodoncia, que han resultado del diálogo intenso entre una forma
tradicional de concebirla bajo una estricta formación académica y cien-
tífica y la imagen que se fue develando a partir de la experiencia de
mirar desde otro punto de vista los documentos históricos y las tradi-
ciones escritas de la odontología con relación a la periodoncia. El pro-
pósito era muy complejo desde un comienzo. Por ello se delimitó con
precisión el objeto inicial de estudio a un tiempo y a un espacio muy
concreto, tal como está formulado estrictamente en la deontología el
trabajo del historiador (Certeau, 1974: 36-41).
En este artículo se tiene, pues, la intención de proyectar con claridad la
segunda imagen que se fue revelando, una imagen viva de la periodoncia
con ambigüedades y contradicciones profundamente ancladas al pasa-
do porque es uno de los llamados y de las funciones que tiene la historia
de las ciencias. Supone un esfuerzo porque en nuestra tradición, como
se ha resaltado muchas veces, una concepción limitada y deformante de
la historia la ha rezagado a un papel de cenicienta de la ciencia.
MATERIALES Y MÉTODOS
La historia de las ciencias es una disciplina relativamente joven en
nuestro país. A pesar de los diferentes intentos por realizar trabajos
sobre la historia de la odontología colombiana, no hay un antecedente
claro y una metodología establecida para la realización de un trabajo
histórico como este que supone la determinación y el análisis de los
espacios sociales y conceptuales de definición de una especialidad que
adquiere luego un carácter institucional, objeto de otro estudio sobre
la historia de la periodoncia ya realizado (Gómez, 2003). Esto supone
que, a la vez que se realizó el trabajo se construyó una metodología. El
marco teórico para esta metodología está fundamentado en los desa-
rrollos de la historia de las ciencias y de los llamados estudios sociales
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia – Vol. V • Nos. 10 y 1182
de las ciencias. El trabajo fue concebido metodológicamente como dos
partes interdependientes pero con objetos de estudio completamente
diferenciados. El primero, Historia de la periodoncia en Colombia: Primeros
rasgos de construcción de un espacio social y conceptual y el segundo, Proceso
de institucionalización de la periodoncia en Colombia. Esta división más que
al objeto de estudio, que para el caso es esencialmente el mismo, supone
la elección del énfasis que se va a poner a los elementos que componen
esa historia. En muchos pasajes se comparte la información y las
metodologías. La primera parte corresponde a una mirada desde el punto
de vista interno de la construcción de los conceptos pero siempre te-
niendo en cuenta el contexto y la perspectiva social y es a esta parte a la
que corresponde principalmente este estudio. La segunda hace énfasis
en los procesos sociales de institucionalización pero siempre teniendo
como referencia los factores internos en la determinación de los espa-
cios que identifican esta especialidad”. Esta fase del estudio se realizó
fundamentalmente sobre fuentes primarias, que fueron los prefacios de
los libros de texto de periodoncia encontrados en las instituciones que
tenían la información documental y las colecciones originales y en fon-
dos y bibliotecas privadas de algunos periodoncistas; documentos na-
cionales que involucren nuestro objeto de estudio, la periodoncia; obras
de periodoncia publicadas en Colombia u obras de odontología que
involucren aspectos sobre nuestro objeto de estudio. Fuentes secunda-
rias sobre la historia de la periodoncia en Colombia y en el mundo.
RESULTADOS
Definiciones de periodoncia
Uno de los problemas más comunes y que con más cuidado se intenta
evitar en los trabajos de historia es lo que se identifica como un anacro-
nismo. Un anacronismo es el traslado de un término, de una cualidad
o una categoría histórica de un momento determinado a otro, en el
cual, cuando menos, resulta totalmente ajeno. El lenguaje cumple una
función muy importante en la definición de un espacio conceptual.
Pero también es una de las formas de captación de una realidad, es
decir, de delimitación de un campo conceptual para un público espe-
cializado que mediante el lenguaje, también especializado, excluye al
público no iniciado. Un ejemplo muy claro de ello es el proceso que
sufrió la ciencia en Inglaterra en el curso del siglo XIX. En los primeros
Historia de la periodoncia 83
años estaba a disposición de cualquier interesado, quien podía
introducirse en la disciplina prácticamente sin obstáculos: “la línea que
separaba a la ciencia formal de la popular era muy tenue, y grandes
hombres de ciencia eran, a menudo, los propios popularizadores y
divulgadores de sus puntos de vista” (Knight, 1990: 329). Sin embargo,
en el transcurso del siglo, los libros de texto y otros mecanismos sociales
de legitimación fueron excluyendo al público y decantando una forma
de selección cada vez más restrictiva “mientras que la ciencia popular
entraba en un declive propiciado por los propioscientíficos, quienes te-
nían ya suficiente con escribir para ellos mismos como señala Knight
(1990: 330). Otro fenómeno que ilustra bien esta función del lenguaje es
el torrente de críticas que genera entre los científicos el papel de
divulgadores de la ciencia de hombres que han salido de su seno como
es el caso de Carl Sagan o Stephen Jay Gould. En una especie de eufe-
mismo afirma Kight que la reputación del científico entre sus colegas no
se ve aumentada por el hecho de que escriba ciencia popular (1990:
330). Entonces se podría afirmar que no siempre el anacronismo está
exento de una intención con relación al lenguaje. Porque a través de él,
el científico descalifica de entrada los conocimientos producidos en
épocas distintas a la suya porque no están formulados en los términos
vigentes. Este fenómeno de la proclividad a complejizar y especializar
el lenguaje, marcar distinciones y provocar exclusiones, de alguna
manera, es percibido por algunos periodoncistas en trabajos que podrían
considerarse clásicos –porque constituyen algunos de los primeros tex-
tos dedicados exclusivamente al campo de lo que hoy se denomina
acríticamente periodoncia– que representan el momento histórico, en el
cual, las dinámicas sociales se disparan para constituir el objeto social
de la periodoncia y para ello, un vehículo que juega un papel muy im-
portante y que es el objeto de este estudio, el de la definición de la
periodoncia como un campo conceptual. Así por ejemplo, Merrit en su
trabajo de 1930, denunciando la negligencia del odontólogo general que
desdeña los problemas periodontales, propone que otra explicación po-
sible de esta actitud es el misterio que en torno a la “periodontoclasia”
se ha construido. “Esto –señala Merrit– sin duda, se ha incrementado en
los años recientes por la adición a su nomenclatura de muchos términos
nuevos y no familiares, y debido a las divisiones y subdivisiones que se
han hecho de las pocas enfermedades del periodonto hasta el punto de
llegar a constituir una espantosa lista” (Merrit, 1930: 240). Una observa-
ción similar parece hacer Rosa Iusem de Carvel, traductora al español
de la primera edición de la obra de Miller, en el prólogo de la edición en
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia – Vol. V • Nos. 10 y 1184
este idioma, al señalar que “acostumbrados a la diversa, y a veces,
desorientadora profusión de nombres y clasificaciones de los libros y
ensayos europeos y sudamericanos [...] en la actualidad es más perjudi-
cial que beneficioso intentar establecer clasificaciones que no encierran
valor teórico ni práctico, puesto que no poseen un contenido científico
estrictamente probado”. (Carvel de, 1953, prólogo en Miller, 1954: XIX).
En algunos países de habla española se usan los términos periodoncia,
periodontal, periodontitis, y en otros paradoncia, paradencia,
paradenciopatías, paradentosis, etc. En la nota del traductor de la pri-
mera edición de la obra de Irving Glickman, Fermín Carranza hace
una consideración etimológica importante.
Habla sobre el uso del término paradencio, paradentium en Argenti-
na, como una influencia europea pero señala su abandono y reempla-
zo por el término parodontium (parodoncio) por parte de la A.A.P.
(Academia Americana de Periodontología) “por razones etimológicas”.
En Estados Unidos en cambio se utilizaba el término periodontium.
Esta discusión se publicó en la revista Paradentologie, 7: 152, diciembre
de 1953. Estos aspectos se constituyen en claves para determinar la
distribución regional del saber y de sus escuelas. El lenguaje se con-
vierte en una forma muy importante de penetración de una escuela, la
norteamericana en el cono sur del Continente, donde había una escue-
la ya consolidada, cuyo reflejo más claro es la publicación de la obra de
Pucci y numerosos trabajos sobre periodoncia publicados por la im-
prenta de la Universidad de Chile. El autor, Glickman, también hace
énfasis en la indefinición terminológica por la que atraviesa la
periodoncia como disciplina en germinación (Duque y Sánchez, 2005).
La Academia define la palabra para como: preposición inseparable que
significa junto a, a un lado de, y peri como preposición inseparable
que significa alrededor.
Se considera más adecuado el uso de la preposición peri, puesto que
nos referimos a tejidos y enfermedades que rodean el diente y no a los
situados junto, o a un lado1. Este es el término que se utiliza en inglés.
1 En el prólogo del traductor de la tercera edición de la obra de S.C. Miller se hace explícita
la elección del autor del prefijo “peri” en la formación del término “periodontium” para
denominar la región gingivo-alvéolo-dentaria en contra del prefijo “para” utilizado en
algunas regiones de América Latina (paradenciopatías, paradentosis).
Historia de la periodoncia 85
Como observación curiosa el término “periodoncia” no aparece en el
diccionario de la Real Academia de la Lengua ni en el de María Moliner
y en el Webster’s New Encyclopedia Dictionary aparece sólo
“periodontal”.
La periodoncia se puede definir como el estudio de las estructuras de
soporte del diente. No solamente incluye la fisiología normal de esas
estructuras, sino también las desviaciones de lo normal denominadas
patología (Goldman, 1942). En el diccionario Médico Ilustrado Melloni,
por ejemplo, se define la periodoncia como la rama de la odontología
que se ocupa del estudio de los tejidos que rodean al diente y del trata-
miento de sus enfermedades.
En el glosario de términos en periodoncia de la A.A.P, en 1986, se defi-
ne la periodoncia como la rama de la odontología que trata con el diag-
nóstico y el tratamiento de las enfermedades y condiciones de los tejidos
que soportan y rodean al diente y sus implantes sustitutos; y en la
A.A.P. Guidelines for Periodontal Therapy de junio de 1993, se define como
la especialidad de la odontología que comprende la prevención, el diag-
nóstico y el tratamiento de las enfermedades de los tejidos que rodean
y soportan el diente y sus sustitutos y el mantenimiento en salud, fun-
ción y estética de esas estructuras y tejidos.
Los elementos que componen la definición son variables. Esto no sig-
nifica otra cosa que las mismas definiciones de este espacio son histó-
ricamente dinámicas. Entre el glosario de la A.A.P. y el Guidelines
vemos, por ejemplo, el paso de la definición del espacio social que se
ocupa de la periodoncia de una rama de la odontología a una especia-
lidad de la odontología en un lapso no mayor a diez años.
Aunque más adelante nos vamos a referir expresamente a la idea de
progreso en la ciencia, en este aspecto del lenguaje, las definiciones,
nos ilustran con claridad sobre las transformaciones que va teniendo
en el tiempo, sin que esto suponga que entre más cercanos al presente,
los términos de referencia sean más comprensivos. Los conceptos son
también entidades que están sujetas a sus contextos y a un tiempo,
como bien lo señaló Ludwik Fleck cuando afirmaba que incluso el con-
cepto de hecho no era un constructo formal, sino un consenso social-
mente construido (Fleck, 1986: 67-128). Controvierte esto con la posición
de Canguilhem cuando proponía la diferencia entre una rúbrica y un
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia – Vol. V • Nos. 10 y 1186
concepto en el marco de la definición del objeto de la historia de las
ciencias. “Una rúbrica –escribe este último– se infla o se distiende casi
indefinidamente dado que es sólo una etiqueta en lugar de un concep-
to; mientras que un concepto, al encerrar una norma operatoria o
judicatoria no puede variar en su extensión sin rectificar su compren-
sión” (Canguilhem, 1966: 215), porque los conceptos también se
distienden, se amplían y se difuminan en el tiempo. Es el caso de la
diferenciación entre periodoncia y periodontología. Hoy en día, no hay
una diferencia consciente aunque algunos de los textos todavía man-
tengan la denominación de periodontología y la misma Academia Ame-
ricana lo conserve.
En el texto de Glickman llama la atención, la presenciade dos defi-
niciones del campo de estudio que se propone presentar el autor,
pero más aún, que aparentemente, para ello utiliza dos términos
diferentes, cada uno en uno de los subcapítulos que componen la
introducción:
En las “bases históricas” define a la periodontología como “la ciencia y
estudio de la periodoncia y la enfermedad periodontal” (Glickman,
1964: 21, pie de página) y en el concepto de cuidado periodontal define
periodoncia como la “rama de la odontología que se dedica a la cien-
cia y tratamiento de las enfermedades periodontales” (Glickman, 1964:
24, pie de página).
Decíamos que aparentemente, porque, si lo miramos con cuidado, hay
una clara propuesta de espaciación conceptual o de demarcación. No
se podría explicar como una evolución sintáctica, por la cual se daría la
correspondencia de los términos considerados con los subcapítulos tra-
tados, pero a ello podría estar avocada una primera aproximación. Bajo
esta interpretación no podría explicarse la utilización del término
periodontología para nominar el texto.
En la demarcación, la definición de periodontología que, además es el
objeto del texto, está referida al desarrollo interno, conceptual de este
campo especializado de la odontología profesional considerado por
Glickman como “ciencia y estudio”. El segundo término que en la no-
menclatura de las tendencias de la historia de las ciencias podría asi-
milarse a una externalidad, es decir a una estructura social, comprende
a la periodoncia como a una rama de la odontología que tiene como
Historia de la periodoncia 87
objeto a la periodontología, es decir a “la ciencia y tratamiento de las
enfermedades periodontales”.
Hay que advertir, sin embargo, que de la última definición se ha ex-
cluido el estudio y el periodonto normal, pero ya hemos señalado an-
tes que el rango de elementos presentes en una definición es variable.
Pero no se puede descartar de plano si esto no refleja consciente o in-
conscientemente una actitud deontológico profesional o una crítica a
la manera de percibir una forma de ejercicio profesional especializado.
En la primera reunión de la Academia Americana de Periodontología,
se acordó el término de periodontoclasia para designar a la enferme-
dad y como en la introducción de Glickman, periodontología para la
rama de la odontología que trata las enfermedades de los tejidos de
soporte del diente (McCall, 1964: 3). Una distinción que en el tiempo
ha ido perdiéndose, al menos en Colombia hasta donde se ha podido
determinar.
Revisión historiográfica: una concepción del pasado o el surgimiento
de una periodoncia científica moderna
En nuestro medio y en el mundo existen muy pocos intentos por re-
construir los procesos histórico sociales por medio de los cuales la
periodoncia ocupa hoy el lugar que hemos destacado antes. En el reco-
rrido que se ha hecho hasta el momento, se han podido identificar al-
gunos trabajos historiográficos sobre la periodoncia.
Su aparición, como se ha analizado a través del otro trabajo paralelo
que se ha venido realizando, obedece muchas veces al intento por re-
saltar un momento determinado como ruptura o fundación de la
periodoncia como actividad científica. Ese momento puede variar en-
tre una historia y otra; puede estar asociado a unas circunstancias que
también varían en el tiempo o en la calificación que se les dé desde la
perspectiva en que se esté realizando esa historia; y finalmente, de
manera mucho más diversa, está asociada a precursores o “padres” de
la periodoncia o de ideas que fueron fundamentales para su erección
como actividad científica triunfal. La variedad de precursores obedece
generalmente a los intereses de quién está contando la historia y pue-
den estar relacionados con filiaciones formativas (discípulos que quie-
ren honrar el papel de sus maestros), ideológicas (formación de escuelas
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia – Vol. V • Nos. 10 y 1188
o de formas de concebir la práctica en periodoncia) y nacionales (por
ejemplo la periodoncia norteamericana frente a la periodoncia desa-
rrollada en algunos centros europeos).
Hasta donde se ha podido establecer en esta investigación, no se ha
realizado una historia social de la periodoncia. En algunos textos espe-
cializados sobre periodoncia que se han podido encontrar en las bi-
bliotecas de las facultades de odontología colombianas, se podría
destacar la presencia de capítulos introductorios destinados a la histo-
ria de la especialidad. Es el caso de los textos de Merrit (Merrit, 1930: 1-
17) y de John Oppie McCall (1964: 1-5)2. Hay que señalar, sin embargo,
que además del texto histórico de Merrit presente en el texto de
periodoncia de su autoría, tenemos conocimiento de varios artículos
publicados sobre el tema por el mismo autor3.
El siguiente caso importante de una historiografía especializada en
periodoncia es el de Irving Glickman y el sucesor de la tradición de sus
textos, Fermín A. Carranza. Glickman desde la primera edición de su
texto periodontología clínica, incluye en la introducción el tema de la
historia de la periodoncia bajo diversas modalidades que adelante co-
mentaremos. Luego, Fermín A. Carranza continúa la tradición amplian-
do el contenido del capítulo sobre historia y recientemente ha publicado
un texto exclusivamente destinado a la historia de la periodoncia
(Carranza, 2003).
Hay una serie de tres artículos presentada por Steven I. Gold en la
reunión anual de la American Academy of Periodontology realizada
en Toronto en 1981 y publicada en la Journal of Clinical Periodontology
(Gold, 1985a, 1985b, 1985c). Está el texto de historia de la periodoncia
de Arthur-Jean Held, La Periodoncia desde sus orígenes hasta 1980 (Held,
1989).
Un artículo de A. Bryan Wade, en 1986, sobre la contribución de la
Real Sociedad de Medicina a la periodoncia (Wade, 1986: 443-447) y
2 Este texto fue publicado por primera vez en The New York State Dental Journal , vol.
28, 1962.
3 Merrit, Arthur H., A brief history of periodontology, en Journal of dental Research, vol. 3,
p. CXLIX citado por (Merrit, 1930) y Merrit, Arthur, H. Periodontia: a retrospect and a
forecast, en Dental Cosmos, Vol. 68, p. 347.
Historia de la periodoncia 89
otro de Egon Fox sobre “los antecedentes históricos de la periodoncia”
el cual no se ha podido consultar (Fox, s.f.).
En las historias de la odontología:
Hoffmann-Axthelm, en la segunda parte (“La odontología en la era
industrial”) de su libro History of Dentistry, dedica un pequeño aparte
a las “enfermedades periodontales” (Hoffmann-Athelm, 1981: 315-318).
Lo propio hace Malvin Ring en su Historia Ilustrada de la odontología en
la cual, dentro del “desarrollo de la especialidades odontológicas” de-
dica un párrafo a la periodoncia (Ring, 1984: 291).
Hay una historia de la Academia Americana de Periodoncia que tam-
poco ha sido posible ubicar.
En el libro de Fermín Carranza y Juan Carraro, un colombiano, Oscar
Javier Restrepo (q.e.p.d.), estuvo a cargo del capítulo 20 que trata sobre
“la enseñanza de la periodoncia”, en el cual realizó algunas considera-
ciones históricas y generales sobre la enseñanza de la periodoncia
(Carranza y Carraro, 1978).
En el número 25 de la revista Universitas Odontológica se presentó una
breve revisión histórica de la periodoncia con algunos datos sobre la
historia de la periodoncia en Colombia (Echeverri, 1994). De esta ma-
nera podemos concluir que no se ha realizado un estudio histórico so-
cial, sistemático, de la periodoncia en nuestro medio ni en el mundo,
hasta el momento. En algunas Actas periodontológicas de la Sociedad
Colombiana de periodoncia se encuentran datos históricos.
Además de estas referencias directamente relacionadas con la historia
de la periodoncia, los prefacios y prólogos de las obras de texto espe-
cializadas están nutridos de elementos históricos, pero ello tendrá su
propio análisis adelante. Otra fuente historiográfica de la periodoncia
puede ser la de los obituarios publicados en diversos medios.
Para cerrar este recorrido historiográficose consideró un artículo que, si
bien no está directamente enunciado como una historia de la periodoncia,
sí involucra el tiempo como elemento histórico y está emparentado de ma-
nera muy cercana al objetivo de este estudio. Se trata del artículo “Changing
concepts in periodontics” de Sigurd P. Ramfjord (1984: 781-785).
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia – Vol. V • Nos. 10 y 1190
La historia como imagen de la ciencia
En términos generales podemos decir que en estos estudios
historiográficos predomina una concepción positivista de la ciencia
según la cual, su situación actual es el resultado de un conjunto orde-
nado y acumulativo de conocimientos verdaderos producto de la in-
vestigación objetiva de la realidad. Precisamente el relato histórico
está cumpliendo la función de resaltar el triunfo de la razón, el surgi-
miento de la ciencia como superación de una tradición empírica,
precientífica, primitiva, atrasada, de especulaciones, denominacio-
nes que alcanza en muchos de estos textos, indiscriminadamente, el
pasado. Para Merrit el tema estaba nutrido de concepciones supersti-
ciosas o fantásticas, descripciones simplistas como los dientes flojos,
el escorbuto de las encías o su sangrado pero “luego vino el cambio”
anunciado por “un hombre que declaró que el escorbuto de las en-
cías era una enfermedad curable y su tratamiento era quirúrgico y no
terapéutico” (Merrit, 1930: 10).
Por su parte refiere McCall que “el estudio de la periodoncia empezó
de manera primitiva hace varios años” y considera a Hipócrates, Celsus,
Albucais, Fauchard y a los egipcios como referentes de la presencia de
concepciones de la enfermedad periodontal entre los primitivos. A
muchos de ellos Merrit los había considerado en un subcapítulo sobre
la inmunidad de las razas prehistóricas.
Gold resalta el esquema de Guerini de dividir su “monumental tarea”
histórica en eras históricas que van desde la antigüedad para “progre-
sar hasta muy cerca del siglo XIX”. Hay que recordar que la obra de
Guerini es de principios del siglo XX. Luego el esquema adoptado por
Egon Fox en un trabajo sobre “los antecedentes históricos de la
periodoncia” a partir de los trabajos clásicos de medicina: un periodo
mágico religioso (40000 a. de C. - 400 a. de C.), un periodo racional (399
a. de C. – 1500 d. de C.) y finalmente el periodo de la medicina científi-
ca (1501 – presente). Steven Gold recomienda ambos esquemas, pero
adopta para la primera parte el trabajo de Guerini y para las otras dos
se decide por presentar los temas y unos antecedentes detallados “de
los problemas actuales tal y cómo evolucionaron en los últimos 150
años”(Gold, 1984: 79). Es decir, lo que hace Gold es marcar claramente
una distinción entre lo antiguo, esto es las referencias a la enfermedad
y al tratamiento periodontal en los mitos, las leyendas y los artefactos
Historia de la periodoncia 91
arqueológicos y lo moderno, el surgimiento de la periodoncia como
ciencia a partir de Riggs.
Las inclinaciones conceptuales de estos artículos son, en la nomencla-
tura de la historia de las ciencias, marcadamente internalistas. Es de-
cir, analizan el proceso histórico de los temas sobre periodoncia como
si fueran una realidad de carácter intelectual, autónoma e indepen-
diente y sin conexión con los elementos sociales y culturales que inter-
vienen en el proceso de la producción de sus conocimientos, de sus
conceptos e incluso, como se señaló antes a través de Fleck, de sus
hechos.
Como se analizará en el otro estudio, por ejemplo, la fundación de la
Academia Americana de Periodontología, un hecho que marca para
muchos el surgimiento de la periodoncia como una “ciencia” especia-
lizada de la odontología, es explicado casi exclusivamente como el re-
sultado de la evolución conceptual del campo de estudio de la
periodoncia. El mismo McCall, uno de los protagonistas de los comien-
zos de la Academia Americana de Periodontología, señala al respecto,
que cuando ésta se organizó, la especialidad ni siquiera tenía un nom-
bre, es decir “no había desarrollado un concepto cognitivo de la pato-
logía y de la etiología de la enfermedad periodontal” (McCall, 1964: 2).
Merrit por su parte presenta las razones por las cuales se dio la espe-
cialización de la periodoncia como resultado de la continuación de la
tradición de los principios dejados por Riggs, su “precursor” (Merrit,
1930: 15).
En el libro de Glickman, desde su primera edición y en las siguientes,
dentro de la introducción, en las consideraciones generales en
periodontología, trata de una manera sintética y episódica unas “bases
históricas de la periodontología” (Glickman, 1967). Esto resulta una
eventualidad porque en la revisión de los textos de periodoncia dispo-
nibles entre 1941 y 2001, sus autores parece que prescinden del interés
histórico, al menos de manera sistemática. Esto coincide con las críti-
cas que muchos historiadores de las ciencias han hecho a los científi-
cos y a las concepciones ahistóricas que estos tienen de sus disciplinas
(Serres, 1991: 9-25).
Así, todos estos intentos no dejan de ser propuestas generales del avance
y progreso de la periodoncia desde un estadio primitivo hasta el triun-
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia – Vol. V • Nos. 10 y 1192
fo de los estadios científicos, siguiendo la proyección positivista del
legado de Comte. Hay que recordar que en el siglo XIX, Augusto Comte
fue uno de los primeros interesados en impulsar la historia de las cien-
cias en el College de France. La teoría Comtiana de la historia de las
ciencias retoma y sistematiza la misma elaboración del concepto de
progreso definiendo su ley (ley de los tres estados) según la cual el positi-
vismo es el estado más alto. En general la historia de las ciencias practica-
da por los científicos estará determinada por la adopción inconsciente o
consciente de estas propuestas positivistas, repitiendo la actitud internalista
desde las perspectivas continuistas y de la búsqueda de precursores.
Como respuesta a esta tendencia, a partir de la década de 1930, se plan-
tea como consecuencia de la influencia de la historiografía marxista,
una nueva perspectiva de carácter externalista, formulada por Boris
Hessen en un trabajo presentado en el II Congreso Internacional de
Historia de las Ciencias, que se realizó en Londres, en 1931. Este traba-
jo utiliza los métodos del materialismo dialéctico e histórico para plan-
tear “cómo, el modo de producción de la vida material condiciona los
procesos social, político y espiritual de la sociedad” (Hessen; 1989). El
externalismo pone énfasis para la comprensión del devenir histórico
de las ciencias en aspectos exteriores a las mismas, tales como las con-
diciones económicas, los conflictos y procesos sociales, las vicisitudes
políticas históricas y las ampliaciones prácticas de los resultados de la
actividad científica.
Los prefacios y el “progreso” de la periodoncia
La imagen de la periodoncia más generalizada y de la cual se parte, se
puede apreciar fielmente en la tradición que proyectan los prefacios
de las distintas ediciones de los libros de texto que abarcan de manera
sistemática y exclusiva al periodonto y sus afecciones, porque como ha
señalado Thomas S. Kuhn, en ellos han aprendido los periodoncistas
generación tras generación a practicar su especialidad dentro de la pro-
fesión (Kuhn, 1982). A partir del análisis de los mismos, son muchos
los elementos que pueden inferirse con relación a la definición de un
espacio social y conceptual de la periodoncia. Algunos de ellos son
objeto de estudio desde el punto de vista del proceso de
institucionalización según la distinción metodológica que se hizo para
la división del trabajo desde un principio. En este artículo nos vamos a
concentrar fundamentalmente en una idea que se encuentra relaciona-
Historia de la periodoncia 93
da directamente con los contenidos conceptuales de la periodoncia o
que en los prefacios está generalmente referida a ellos. Es la continua
evocación a una noción de progreso.Efectivamente en ellos aparece
como constante que se resalta edición tras edición, traducción tras tra-
ducción: la idea del continuo progreso de la ciencia, en este caso de la
periodoncia y el triunfo positivo de la razón.
En el prefacio de la tercera edición de la obra de Miller, éste señala la
fundación de la periodontología como una ciencia en 1914 y refiere
citando a Johnson, que “la afirmación, antes corriente, de que la ‘pio-
rrea no es curable’, ha sido suplantada por la advertencia de que decla-
rar lisa y llanamente que la piorrea no es curable, y darse por satisfecho
con esa aseveración, es una inexactitud que pone de manifiesto la cra-
sa ignorancia de quien eso asegura” (Jonson, 1935: 304-306 cit por Miller,
1953: XI). “Semejante evolución –continúa aseverando Miller– no es el
resultado de ningún medicamento ni de ningún procedimiento nuevo
o milagroso, sino que es la consecuencia lógica del paulatino desarro-
llo y del perfeccionamiento creciente de las técnicas fundamentales a
lo largo de los años” (Miller, 1953: XI).
En el prólogo de la misma obra, John Oppie McCall también afirma
sobre la enfermedad, que “grandes, empero, habían sido los progresos
tendientes a asentar el dominio que sobre ella hoy se posee. En la ac-
tualidad es unánimemente aceptado que se trata de una afección cura-
ble” (McCall, 1953: prólogo en Miller, 1953: XV) para terminar declarando
abiertamente que su obra “resume esos progresos” (McCall, 1953: pró-
logo en Miller, 1953: XVI). Lo mismo hacen Genco, Goldman y Cohen
en el curso de las ediciones del libro identificado como de Goldman4
cuando afirman en el prefacio de una de ellas, que “en conclusión, los
destacados desarrollos en el entendimiento de la enfermedad
periodontal y su terapéutica alcanzados durante las últimas dos déca-
das han sido incluidos en este texto” (Genco, Goldman, Cohen, 1980:
XII). Carranza por su parte, presentando la obra de Glickman afirma,
que “la edición actual incorpora los avances que han tenido lugar en la
periodoncia en años recientes” (Carranza, 1986: XIII). Lo secunda su
maestro cuando refiere que “la afirmación de la periodoncia como es-
4 Se trata de la edición revisada, publicada en 1990, de la sexta edición del texto terapia
periodontal de Goldman y Cohen publicada en 1980.
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia – Vol. V • Nos. 10 y 1194
pecialidad y el permanente desarrollo de la habilidad del práctico ge-
neral para superar los problemas periodontales son actividades inde-
pendientes que se apoyan una en otra para que haya un continuo
estímulo y progreso” (Glickman, prólogo a la primera edición).
Por ejemplo, en la obra El Paradencio, su patología y tratamiento, de Fran-
cisco M. Pucci, importante por ser uno de los primeros textos dedica-
dos a la periodoncia publicado en América Latina, específicamente en
Montevideo, en 1940, presa del espíritu optimista del positivismo, se
señala que tiene por finalidad llenar la deficiencia de bibliografía que
existe “sobre el estudio de la patología y terapia del periodoncio” que
“abarca problemas infinitamente mayores por su magnitud y comple-
jidad” que aquellos relacionados con la caries y la prótesis y que “el
escepticismo que reina con respecto a la paradentosis en la colectivi-
dad odontológica infiltrándose en el pueblo, no es más que fruto del
desconocimiento del vasto problema en todos sus múltiples aspectos”
(Pucci, 1940: 5).
Oppie McCall en su libro de Principios de periodoncia utiliza las pala-
bras de Gerard H. Leatherman, secretario de la Federación Dental
Internacional, para llamar la atención sobre el “sorprendente pro-
greso que ha hecho la periodoncia en el breve lapso de cincuenta
años”, tiempo que le parece “increíblemente corto para la génesis y
maduración de una rama de la odontología tan compleja” (McCall,
1964: 1).
David C. Vandersall, en el prefacio al Simposio sobre Parodoncia: una
década de revisión, publicado en las Clínicas odontológicas de
Norteamérica, en 1980 refiere que “desde que la Periodoncia fue cons-
tituida como especialidad odontológica en 1914 nuestros conocimien-
tos y ejercicio de la periodontología clínica han aumentado
considerablemente... al pasar de un arte mecánico empírico a una dis-
ciplina clínica moderna basada en hechos científicos comprobados” y
en el mismo sentido concluye McCall que “los avances hechos a través
de los años por medio de un intenso estudio han permitido alcanzar
un mejor entendimiento de los principios fundamentales de la
periodontología (McCall, 1964: VII).
Goldman a su vez, en un estilo más moderado señala que “la fisiología
del periodonto ha sido investigada solamente hace pocos años, fue a
Historia de la periodoncia 95
fines de 1921, que Gottlieb describió la fisiología del epitelio de unión
a la encía. Desde ese entonces mucho trabajo se ha hecho por Orban,
Kronfeld, Schour, Boyle y otros [...] Se han establecido dos causas de
enfermedad peridontal: una condición local supuestamente causada
por factores locales y otra, una atrofia del hueso alveolar debida a una
causa desconocida. Se ha tenido mucho progreso, pero hay mucho tra-
bajo por hacer” (Goldman, 1942: 5).
Fermín Carranza (h) en el prólogo a la traducción y adaptación de la
sexta edición en inglés de la obra Periodontología clínica de Glickman se-
ñala que la “edición actual incorpora los avances que han tenido lugar
en la Periodoncia en los años recientes” (Carranza 1986: XIII). No puede
haber una muestra más contundente de la apología al progreso. Lla-
man la atención, sin embargo, las profundas diferencias que existen
entre unos y otros autores sobre el inicio de esta vertiginosa carrera
hacia el éxito de la humanidad y los destinos tan disímiles que tiene su
expresión como evidencia empírica. Las conferencias, los congresos,
los eventos se contagian con frecuencia del mismo optimismo y la evi-
dencia clínica (de casos exitosos libres del error) fundamenta su exis-
tencia. De ello, no queda más que un sentimiento, la realidad de las
condiciones periodontales y del desarrollo científico y tecnológico aza-
roso e incierto de la periodoncia han quedado por fuera de estas exal-
taciones triunfales. ¡Qué distante está esta imagen triunfal que se
renueva permanentemente a través de todos estos discursos, de la rea-
lidad del desarrollo científico y de la salud periodontal de nuestras
poblaciones! ¿Cuántas veces más tendremos que seguir presenciando
esta declaración de éxitos y progresos a espaldas de la realidad?
El hito fundacional de la periodoncia: “un papel para la historia”
Parodiando el título del primer capítulo de la obra de Thomas S. Kuhn,
podemos evidenciar con claridad a través de los prefacios y algunos
capítulos introductorios sobre la historia de la periodoncia, el “papel
para la historia” decisivo que cumplen los libros de texto en el proceso
de institucionalización de esta especialidad odontológica (Kuhn, 1986:
cap. 1).
Quizás el más reconocido y representativo ejemplo de este fenómeno
es el capítulo de la obra de Irving Glickman, el cual además se consti-
tuye en iniciador de una tradición de historia de la periodoncia recogi-
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia – Vol. V • Nos. 10 y 1196
da y fomentada por su discípulo y traductor de la obra, Fermín Alber-
to Carranza Jr.
Sin embargo, este no es un caso aislado y particular. Como veremos a
continuación, varios textos de periodoncia presentan de manera
introductoria, historias de la periodoncia, perspectivas históricas, ba-
ses históricas, apuntes para la historia de la periodoncia, etc. Pero, ade-
más, los prólogos y los prefacios están generalmente enriquecidos con
apuntes históricos.
En ellos, en general, la historia cumple una función muy específica.
Están marcando el inicio de la periodoncia o de la periodontología como
actividad científica frente a una periodoncia empírica, primitiva o
inexistente de un pasado siempre móvil, flexible. No hay una coinci-
dencia en la ubicación de este punto límite o momento fundacional de
la periodonciamoderna científica. Las estrategias para proponer ese
momento de fundación o de ruptura son principalmente de dos tipos:
El señalamiento de la fundación de la periodoncia como actividad co-
lectiva, es decir, auque se admiten algunos antecedentes y precursores
(el caso de Riggs, de Young, de Carr, de Adair, Rehwinkel u otros) y de
sus sucesores inmediatos, la periodoncia como especialidad se funda
con la organización de la Academia Americana de Periodontología, en
1914.
La aparición de la periodoncia como actividad científica, es decir apo-
yada en los fundamentos científicos modernos, a partir de los aportes
de un personaje canónico que por esta investidura histórica es procla-
mado precursor, padre o fundador.
Respecto al primer tipo de demarcación, hay que señalar a su vez dos
formas discursivas. La primera por la cual se presenta el fenómeno de
institucionalización o simplemente de fundación de la Academia Ame-
ricana de Periodontología dentro de una larga historia de la periodoncia
y de la enfermedad periodontal que se divide en dos: un antes, primi-
tivo, empírico o arcaico y un después científico, racional, sistemático.
Una constante en todo el recorrido, es la presentación de la presencia
de la misma enfermedad periodontal desde tiempos inmemoriales.
Merrit por ejemplo, en su “historia” dentro de un subcapítulo titulado
“Inmunidad de las razas prehistóricas” en la que está desvirtuando
Historia de la periodoncia 97
esta aparente idea común, presenta desde los chinos, pasando por
Hipócrates, Celso, Plinio y otros, diversos datos deslumbrantes o re-
pugnantes como el uso de la orina o el arsénico en el tratamiento de las
enfermedades de las encías para destacar la existencia “de las más ex-
trañas supersticiones no sólo entre el público en general sino también
entre los más educados e instruidos” (Merrit, 1930: 4). ¿Será que consi-
dera a Plinio o a Hipócrates individuos prehistóricos, parientes cerca-
nos del Australopithecus afarensis o del Homo habilis? Los
antecedentes y personajes de los siglos XVIII y XIX no salen mejor libra-
dos. “Muchos de los remedios eran del más absurdo y fantástico carác-
ter, pero su error real fue pensar que el tratamiento era terapéutico en
lugar de quirúrgico, error que persiste en las mentes de no pocos, in-
cluso en el presente” (Merrit, 1930: 9).
Con esto sentencia el pasado y abre el telón de la ciencia moderna:
“Luego vino el cambio [...] un hombre declaró que el escorbuto de las
encías es una enfermedad curable y su tratamiento debía ser quirúrgi-
co y no terapéutico”. Es el preámbulo para presentar la figura de Riggs
quien verdaderamente debe ser llamado el “padre de la
periodontología” (Merrit, 1930: 12). El historiador de la odontología
Malvin Ring parece acoger la misma idea de distinción entre cirugía y
terapéutica como uno de los indicadores de demarcación, señalando
también a Riggs como gran artífice de este comienzo y luego a Hartzell
(Ring, 1989: 303).
Después de la muerte de Riggs y sus sucesores inmediatos, la
periodoncia habría pasado por un estado de “especulación y
empirismo” hasta que la periodoncia como “producto del presente”
tuvo su origen en la formación de la Academia Americana de
Periodontología (Merrit, 1930: 16).
John Oppie McCall, uno de los fundadores de la Academia Americana
de Periodontología, en un pequeño libro de 83 páginas, impreso en 1964,
no puede abstenerse de presentar también su versión: “La periodoncia
vista en una perspectiva histórica”, versión reimpresa de un artículo que
había aparecido dos años antes en la revista The New York Dental Journal
(vol. 28, 1962). Con un recorrido similar al de Merrit y otros (Hipócrates,
Celsus, Albucasis, Fauchard, Hunter, etc.) concluye que “el estudio de
la periodoncia empezó de manera primitiva hace varios años” hasta la
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia – Vol. V • Nos. 10 y 1198
aparición de la Academia Americana de Periodontología, en 1914: “an-
tes [...] la periodoncia ni siquiera tenía nombre, es decir, no había desa-
rrollado un concepto cognitivo de la patología y la etiología de la
enfermedad periodontal” (McCall, 1964: 2).
La historia se presenta como un indicador del proceso de
institucionalización de la especialización, sobre todo en aquellos lla-
mados a forjar el camino, es decir, en los primeros, y simultáneamente,
este proceso significa el triunfo de la razón sobre el empirismo y la igno-
rancia, el triunfo de una periodoncia científica sobre una primitiva. In-
cluso en el caso de la obra de Glickman se puede decir que el texto llega
a constituir la iniciación de una tradición que alcanza su punto más alto
en la publicación de una historia de la periodoncia por parte de quien
fuera su discípulo y continuador de su obra y conservador de su figura
canónica, Fermín Alberto Carranza como se señaló antes.
John Oppie McCall por ejemplo, señala que “cuanto he dicho acerca
del surgimiento de la periodoncia como una especialidad de la odon-
tología, tiende a destacar el hecho de que [...] el dominio sobre la afec-
ciones periodónticas es, desde todos los puntos de vista, un hecho
consumado” (McCall, 1953: prólogo en Miller, 1953: XV). En otra direc-
ción, Harald Löe atribuye al nacimiento de la escuela escandinava de
investigación periodontal el surgimiento de la periodontología moderna
y más específicamente a la publicación de la disertación “La bolsa
periodontal” por Jens Waerhaug, en 1952 (Löe, 1986 en Lindhe, 1986:
prólogo).
Idea de los precursores
Ya hemos mencionado algunos de los precursores que van proponien-
do los distintos historiadores de la periodoncia o los autores de los
prólogos o de los textos en sus prefacios. Miller dedica su libro a Paul
R. Stillman y John Oppie McCall, quienes considera que echaron “las
bases y promovieron el desarrollo de la moderna ciencia de la
periodoncia”.
En el prefacio a la primera edición textualmente afirma Miller que “el
campo de la periodontología se ha extendido rápidamente y ese desa-
rrollo se debe en parte a los precursores que, partiendo de los principios
biológicos fundamentales, lograron establecer procedimientos clínicos
Historia de la periodoncia 99
de máxima solidez, merced a una capacidad que superaba la simple ha-
bilidad manual” (Miller, 1938: prefacio a la primera edición, XIII).
Además de considerar a Riggs como el verdadero padre de la
periodoncia, Merrit señala a “Adair como uno de los faros más lumi-
nosos de la historia temprana de la periodoncia” (Merrit, 1930: 15).
Henry Goldman, quien escribió el texto Periodontal Therapy con Walter
Cohen, en 1959, es considerado por sus sucesores como “el padre de la
periodoncia moderna”. Argumentan que “sus mayores esfuerzos en la
educación dental, como el establecimiento del único Colegio Dental
Privado en los Estados Unidos desde la II Guerra Mundial y su perma-
nente actividad docente a todos los niveles han hecho de él una leyen-
da en su propio tiempo” (Genco, Goldman, Cohen, 1990: XI).
Harald Löe en el prólogo a la periodontología clínica de Jan Lindhe
refiere la “memoria de Jens Waerhaug, padre de la periodoncia mo-
derna” quien “develó los misterios que rodeaban a las enfermedades
periodontales” (Löe, 1986 en Lindhe, 1986: prólogo).
Sigmund P. Ramfjord utiliza a R. W. Bunting y su idea de que “la
piorrea es definitivamente una enfermedad que se puede prevenir y
la gran mayoría de los casos que no están afectados de manera deses-
perada pueden detenerse, cicatrizarse las lesiones y controlarlas per-
manentemente por medio de un tratamiento simple y racional” como
el precursor de la filosofía de Michigan en el tratamiento de la enfer-
medad periodontal y en la concepción de la periodoncia. Aquí hay
apenas algunos ejemplos que se pueden multiplicar en la medida en
que revisamos los textos pero es suficiente ilustración para este espa-
cio. En síntesis el dilema de la paternidad histórica de la periodoncia
es muy complejo. La promiscuidad de sus ideas, el entusiasmo de
sus seguidores, la enorme cantidad de criterios y la variabilidaddel
momento en que se establece ese hecho, hacen de ello un problema
de bizantina solución.
DISCUSIÓN
El álgido debate sobre la imagen arrogante de la ciencia, apostando
indefectiblemente a la idea de progreso, que se ha librado en diferen-
Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia – Vol. V • Nos. 10 y 11100
tes disciplinas y con relación a distintos momentos en la historia de las
ciencias y en el campo específico de los llamados estudios sociales de
las ciencias, se traslada y se aplica de manera fiel al campo de la
periodoncia, a su historia. En un artículo publicado recientemente en
la Revista Científica de la Universidad El Bosque (Duque, 2004) se dis-
cutió teóricamente las implicaciones y matices de la idea de progreso y
las distintas imágenes de la ciencia a través de la historiografía. Pero
además, existe una abundante bibliografía al respecto. Ante la realidad
del desarrollo de la periodoncia y de las condiciones de salud periodontal
de nuestras poblaciones y ante la proclividad de los profesionales y “cien-
tíficos” a proclamar el paso triunfal del progreso, es necesario denunciar
la existencia de una imagen que no es más que una pobre representa-
ción, una construcción social impregnada de vanidades e intereses. Este
trabajo es apenas un punto de introducción a la historia de la periodoncia,
empresa que se ha venido construyendo y de la cual hay una serie de
resultados que serán puestos en consideración en un futuro próximo.
Por ello está construido principalmente a partir de fuentes secundarias,
aunque para el caso, los prefacios y algunos intentos historiográficos
deben ser considerados como fuentes primarias. Por otro lado, apenas
se hace una relación historiográfica de la periodoncia con la reseña de
algunos de estos trabajos pero un balance historiográfico está por reali-
zarse. Esto será materia de otro artículo.
CONCLUSIONES
1. A pesar del gran desarrollo social de la periodoncia, de la expresión
institucional alcanzada en el campo de la odontología y de su
dinámica gnoseológica, la imagen del progreso que intentan
transmitir los discursos legitimadores de este campo difiere mucho
de un consenso, de resultados concretos visibles y eficaces
expresados en la salud periodontal de las distintas poblaciones y
específicamente de la población colombiana.
2. Los conceptos son construcciones sociales como ha afirmado
enfáticamente Ludwik Fleck. La definición de la periodoncia y de
su objeto no escapa al tiempo y a los diferentes contextos en los
cuales se expresa. Las definiciones y el objeto de la periodoncia
muestran una variación considerable no siempre en un sentido
racional. A través de este trabajo se ha podido apreciar, por ejemplo,
la erosión de la diferencia entre el objeto de la periodoncia y la
Historia de la periodoncia 101
práctica social, definición que estuvo presente para los
periodoncistas a mediados del siglo XX. Dentro de la periodoncia,
entonces, encajan múltiples concepciones y formas de conceptuar y
por lo tanto no existe una periodoncia en genérico. Hacia delante,
será muy importante, entonces, encontrar la definición de
periodoncia o las periodoncias que históricamente se han
desarrollado en el país.
3. La historiografía de la periodoncia como la de muchos otros campos
da cuenta de una historia profundamente interesada, como ha
afirmado Isabel Stengers (Stengers, 1991: 337). Sirve como punto de
demarcación para el surgimiento de la periodoncia como ciencia
moderna, pero este punto es completamente variable, dependiendo
de quién cuenta la historia. Con ese propósito, el de afirmar unos
intereses, unas formas de acción, unas concepciones teóricas o
prácticas se erigen diversas estrategias: versiones espontáneas de la
historia, episódicas, positivas; se propone y se exalta una noción de
progreso; se levantan personajes canónicos y padres de la
especialidad y se construye una imagen aséptica de la actividad
científica, libre de errores, exitosa y progresiva.
4. Aunque en diversas fuentes se atribuye el proceso de
institucionalización de la periodoncia al progreso o avance
conceptual o cognoscitivo, a través de esta historia se puede apreciar
que este proceso es completamente ajeno al avance racional y en
cambio está imbricado profundamente de condiciones sociales. Esto
abre una perspectiva compleja y novedosa de estudio de la historia
de la periodoncia y de su historiografía. Así mismo, lo que podría
denominarse la historia interna de la profesión requiere de un
análisis y un estudio sistemático y riguroso. Estos campos se
desarrollarán en futuros trabajos.
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