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ANALGESIA SEDACIÑON Y RELAJACIÓN

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976 © 2015. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos
Capítulo 190
Analgesia, sedación y relajación 
muscular en urgencias. 
Secuencia rápida de intubación
J.M. Dueñas Jurado, F.J. Montero Pérez, L. Jiménez Murillo y R. León López
INTRODUCCIÓN
En el ejercicio de la medicina de urgencias y emergencias, el 
dolor es uno de los síntomas que con más frecuencia refieren 
los pacientes. Además de determinar su causa, el médico de 
urgencias debe conocer su manejo terapéutico, para paliarlo 
o yugularlo, en aras del bienestar psicofísico del paciente. En 
el capítulo 109 se trata con detalle el tratamiento del dolor 
oncológico, basado en la denominada «escalera analgésica» 
de la Organización Mundial de la Salud, y aplicable tanto al 
dolor crónico como al agudo, con las matizaciones que supo-
nen la intensidad del dolor, la situación basal del paciente, la 
coexistencia de otras lesiones, la presencia de inestabilidad 
hemodinámica, insuficiencia respiratoria, hepática o renal, 
o trastornos de la coagulación, entre otras.
Por otra parte, y cada vez con mayor frecuencia, el 
médico de urgencias realiza una serie de técnicas y proce-
dimientos que provocan en los pacientes un grado variable 
de dolor y ansiedad (cardioversión eléctrica, reducción de 
fracturas y luxaciones, drenaje pleural, etc.) o que precisan 
su inmovilidad (tomografía computarizada, resonancia mag-
nética). La sedación para procedimientos (SPP) es un tipo 
de sedación denominada consciente o de grado moderado, 
ya que, a diferencia de la sedación profunda (utilizada en 
anestesiología), permite una respuesta coherente del paciente 
después de un estímulo verbal o doloroso, y no requiere 
actuación sobre la vía aérea, la ventilación o la circulación. 
El objetivo de este tipo de sedación es controlar, de una 
manera efectiva y segura, el dolor y la ansiedad, evitar los 
movimientos del paciente en la medida necesaria que per-
mita realizarle el procedimiento y proporcionar un adecuado 
grado de pérdida de memoria del mismo, minimizando de 
esta forma las reacciones psicológicas adversas que están 
asociadas a las intervenciones médicas invasivas.
También se aborda en este capítulo la secuencia rápida 
de intubación, procedimiento de elección para conseguir 
el acceso y el control inmediato de la vía aérea en aque-
llos pacientes que no requieren una intubación inmediata 
(parada cardíaca o respiratoria, respiración agónica, hi-
potensión grave con alteración del estado de conciencia o 
coma profundo con abolición de los reflejos de defensa de 
la vía aérea).
Asimismo, se revisan las indicaciones y el manejo en ur-
gencias de los relajantes musculares, fármacos que bloquean 
el impulso nervioso a nivel de la placa motora, produciendo 
una parálisis muscular. Se han establecido diferentes indica-
ciones para este tipo de sustancias, como la facilitación del 
manejo de la vía aérea, el control de la ventilación alveolar, 
la abolición de los reflejos motores y la relajación del mús-
culo esquelético para la realización de varios procedimientos 
quirúrgicos o técnicas médicas.
SEDACIÓN PARA PROCEDIMIENTOS 
EN URGENCIAS
Los estados de sedación representan un spectrum continuum 
que oscila desde la simple analgesia o sedación ligera, hasta 
la anestesia general. Cualquier fármaco sedante permite 
alcanzar, según la dosis empleada, diferentes niveles de 
sedación (tabla 190.1 y cuadro 190.1).
La SPP consiste en la administración de fármacos 
sedantes o disociativos, con o sin analgesia, para inducir 
un estado en el que el paciente sea capaz de tolerar pro-
cedimientos molestos, con mantenimiento de la función 
cardiorrespiratoria. Es decir, que los fármacos utilizados se 
administren en una dosis que origine una disminución del 
estado de conciencia y que permita al paciente mantener la 
función respiratoria de forma independiente, sin pérdida 
de los reflejos protectores de la vía aérea. La inducción de 
una sedación más profunda es un efecto indeseable de la 
SPP. Si el procedimiento requiere un grado de sedación 
de este tipo, debe ser manejado por un anestesista en un 
quirófano.
La SPP está contraindicada de forma absoluta cuando 
exista inestabilidad respiratoria o hemodinámica que requie-
ra atención inmediata, y cuando el paciente la rechace de ma-
nera consciente. Otras contraindicaciones son: la falta de 
experiencia en el manejo de la vía aérea, en la reanimación 
cardiopulmonar o en los fármacos utilizados, la ausencia 
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de un equipo de monitorización adecuado, la incapacidad 
para monitorizar al paciente durante la intervención o en el 
período de recuperación, y la alergia a estos fármacos. La 
existencia de un proceso que puede provocar inestabilidad 
(fractura de fémur, neumotórax) no es una contraindicación 
de la SPP.
Procedimiento
Antes
Antes de iniciar el procedimiento debe informarse adecuada-
mente al paciente, o tutor legal, y obtener su consentimiento 
informado, registrándolo obligatoriamente en la historia 
clínica. Asimismo, deben realizarse una anamnesis y una 
exploración física orientadas a investigar la existencia de 
acontecimientos cardiovasculares, respiratorios o del sistema 
nervioso central (SNC) que pudieran desencadenarse por la 
medicación o contraindicarla, las dificultades en el manejo 
de la vía aérea, si fuera necesaria la intubación, etc. Se indaga 
sobre los siguientes antecedentes: problemas previos durante 
la anestesia o la sedación; estridor, ronquidos o síndrome de 
apnea del sueño; alergia a fármacos y medicación de base 
del paciente; patología crónica previa (cardíaca, respiratoria, 
renal, hepática, artritis reumatoide avanzada, etc.); y consumo 
de tabaco, alcohol o sustancias de abuso.
Igualmente, la exploración física debe dedicar especial 
atención a: frecuencias cardíaca y respiratoria, y presión 
arterial; estado de conciencia; peso, sobre todo si tiene 
obesidad que afecte especialmente al cuello y la cara; dis-
morfias faciales; cabeza y cuello (cuello corto, extensión 
limitada, distancia mentón-hioides inferior a 3 cm en el 
adulto, masas cervicales, desviación traqueal, traumatismo o 
enfermedad de la columna cervical); boca (apertura inferior 
a 3 cm en adultos, incisivos prominentes, paladar ojival, 
macroglosia, úvula no visible, hipertrofia amigdalar); y 
mandíbula (micrognatia, retrognatia, trismus, mala oclusión 
muy significativa).
En relación con el período de ayuno previo, si el proce-
dimiento es urgente y no admite dilación, la ingesta reciente 
de alimento no es una contraindicación para la SPP, si bien 
debe valorarse la relación riesgo-beneficio y vigilar la posi-
bilidad de regurgitación y vómito. En los procedimientos que 
admitan demora se recomienda un período de ayuno previo 
para disminuir el riesgo de broncoaspiración, que en adultos 
se estima en 6-8 h, o ayuno desde medianoche para sólidos y 
líquidos espesos, como leche, y de 2-3 h para líquidos claros.
Durante
● Además del médico que realiza el procedimiento, debe 
colaborar un diplomado en enfermería experto en soporte 
vital avanzado, para que pueda ayudar en tareas auxilia-
res, vigilar al paciente e, incluso, registrar los datos de 
la monitorización.
● Monitorización del estado de conciencia, frecuencias 
cardíaca y respiratoria, presión arterial y saturación 
arterial de oxígeno (pulsioximetría). La monitorización 
electrocardiográfica continua es necesaria en los proce-
dimientos en los que puedan provocarse arritmias o en 
pacientes con enfermedad cardiovascular previa.
TABLA 190.1 Continuum de la profundidad de la sedación*
Sedación mínima 
(ansiólisis)
Sedación moderada 
(sedación consciente) Sedación profunda
Anestesia 
general
Conciencia Respuesta normal a 
un estímulo verbal
Respuesta coherente a un 
estímulo verbal o doloroso
Respuesta coherente trasun intenso 
estímulo verbal o doloroso
Sin respuesta
Vía aérea No afectada No se requiere intervención Puede requerir intervención Requiere 
intervención
Ventilación No afectada Adecuada Puede ser inadecuada Inadecuada
Circulación No afectada Normalmente mantenida Normalmente mantenida Puede afectarse
*Debido a que la sedación es un continuum, no siempre es posible predecir la respuesta individual. El médico que pretenda conseguir un nivel 
de sedación determinado debe ser capaz de revertir un nivel de sedación más profundo.
Adaptado de la American Society of Anesthesiologists.
Cuadro 190.1 Escala de Ramsey
Nivel 1
Ansioso y agitado, inquieto
Nivel 2
Cooperador, orientado, tranquilo
Nivel 3
Responde a órdenes
Nivel 4
Responde bruscamente a estímulos (golpe glabelar)
Nivel 5
Responde lentamente a estímulos
Nivel 6
No responde a estímulos
Nivel 2-3: Sedación consciente óptima
Nivel 4: Sedación consciente buena
Nivel 5-6: Sedación excesiva
Limitada en pacientes con bloqueo neuromuscular o trau-
matismo craneoencefálico.
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● Administración de oxígeno de forma continua con gafas 
nasales a 3 l/min.
● Canalización de una vía venosa periférica como medi-
da de precaución ante la aparición de acontecimientos 
indeseables.
Después
● Debe continuarse con la monitorización hasta que de-
saparezcan completamente los efectos de las sustancias 
utilizadas.
● Si se ha administrado un antagonista por vía intraveno-
sa, como flumazenilo o naloxona, debe prolongarse el 
período de observación, por lo menos, hasta después de 
2 h de su retirada, para verificar que no existe resedación. 
Estos antagonistas específicos solo deben utilizarse en 
caso de excesiva sedación con depresión respiratoria.
● En la historia clínica debe registrarse la situación clínica 
del paciente en el momento del alta o derivación.
Fármacos
Deben tenerse en cuenta las siguientes premisas:
● No existe ningún fármaco, solo o en combinación, que 
sea eficaz para todos los pacientes y en todos los proce-
dimientos.
● La administración intravenosa de pequeñas dosis cre-
cientes del fármaco elegido, hasta conseguir el efecto 
deseado, es preferible a una dosis única basada en el 
peso del paciente, ya que esta estrategia facilita la con-
secución del efecto terapéutico deseado para cada caso.
● Antes de administrar otra dosis debe esperarse el tiempo 
suficiente para que la anterior haya alcanzado su efecto 
terapéutico.
● Si se utiliza otra vía de administración, hay que tener en 
cuenta el tiempo requerido para la absorción del fármaco.
● Las complicaciones más frecuentes de la mayoría 
de estos fármacos son la depresión respiratoria y la 
hipotensión.
● La elección del fármaco depende de la familiaridad y 
experiencia personales; los más utilizados son los que 
se citan a continuación.
Midazolam
El midazolam (Dormicum®, ampollas de 5 ml con 5 mg; 
Midazolam Normon®, ampollas de 3 ml con 15 mg) es un 
sedante benzodiacepínico. La dosis inicial es de 0,1 mg/kg, 
por vía intravenosa lenta (1 min), para lo cual se diluye 1 am-
polla de la presentación comercial de 15 mg en 12 ml de 
suero fisiológico (1 ml contiene 1 mg) y se perfunden 7 ml, 
para un paciente de 70 kg. Si se elige la presentación comer-
cial de 5 ml con 5 mg se administran 7 ml, sin necesidad de 
dilución. Si es necesario, se ajusta la dosis, administrando 
la mitad de la dosis inicial, es decir, 0,05 mg/kg (3,5 ml 
de la dilución para un paciente de 70 kg), cada 5-6 min, sin 
sobrepasar la dosis total de 0,4 mg/kg de peso. Para revertir 
la sedación se administra su antagonista específico, fluma-
zenilo (Anexate®, ampollas de 5 y 10 ml con 0,1 mg/ml), 
en dosis inicial de 0,3 mg en bolo intravenoso, que equivale 
a 3 ml de cualquiera de las presentaciones comerciales.
Diazepam
El diazepam (Valium®, ampollas de 2 ml con 10 mg) es una 
benzodiacepina cuya dosis terapéutica es de 0,03-0,1 mg/kg 
por vía intravenosa. Para ello, se diluye 1 ampolla en 8 ml 
de suero fisiológico (1 mg equivale a 1 ml), y se adminis-
tran 2-7 ml.
Etomidato
El etomidato (Hypnomidate®, ampollas de 10 ml con 
20 mg) es un sedante no benzodiacepínico, muy útil so-
bre todo en situaciones de inestabilidad hemodinámica, ya 
que no tiene efecto hipotensor. La dosis terapéutica es de 
0,1-0,3 mg/kg (entre 3,5 ml y 1 ampolla, para un paciente 
de 70 kg), en bolo intravenoso lento.
Propofol
El propofol (Diprivan®, ampollas de 20 ml, viales de 100 ml 
y jeringas precargadas de 50 ml, al 1% con 10 mg/ml; je-
ringas precargadas y viales de 50 ml al 2% con 20 mg/ml) 
es un hipnótico no benzodiacepínico que se administra en 
dosis inicial de 1,5-2,5 mg/kg, por vía intravenosa. Para 
ello, se administran 10-18 ml de la presentación al 1%, o 
5-9 ml de la del 2%, para un paciente de 70 kg de peso. Si 
es necesario, la dosis puede ajustarse de forma similar a la 
mencionada con el midazolam.
Neurolépticos
Los neurolépticos son otro grupo de fármacos utilizados para 
la sedación (v. cap. 60). Entre las ventajas que aportan se 
encuentran el menor efecto depresor del SNC (droperidol y 
haloperidol), y la gran potenciación de otros fármacos sedan-
tes y opiáceos. Como efectos indeseables presentan: el sín-
drome neuroléptico maligno (0,5-1%) y síntomas Parkinson-
like, que remiten al cesar la administración del fármaco. El 
neuroléptico más utilizado es el haloperidol (Haloperidol 
Esteve®, ampollas con 5 mg) y se administra en dosis de 5 mg 
por vía intravenosa en situaciones de agitación moderada.
RELAJANTES MUSCULARES
Su uso debe estar restringido a médicos con experiencia y 
medios de intubación y ventilación mecánica adecuados. En 
urgencias se utilizan en los pacientes críticos que necesitan 
un exquisito manejo de la compliance respiratoria, cuando la 
sedación y la analgesia son insuficientes. Otras indicaciones 
son: intubación endotraqueal con ventilación mecánica; 
compliance torácica disminuida (síndrome de distrés res-
piratorio del adulto [SDRA]); tos e hipo, a pesar de sedación 
adecuada; presión intracraneal elevada o potencialmente 
elevada; respiraciones inapropiadas e insuprimibles (hiper-
ventilación neurógena, hipercapnia permisiva para evitar ba-
rotrauma en el SDRA, estado asmático y otras condiciones); 
tétanos; estatus epiléptico; envenenamiento con estricnina; 
transporte, procedimientos radiológicos u otros que precisen 
de inmovilización total.
Según su mecanismo de acción, existen dos tipos de 
relajantes musculares: las sustancias despolarizantes (suc-
cinilcolina) y las no despolarizantes (los más utilizados son 
cisatracurio y rocuronio).
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Sustancias despolarizantes
La succinilcolina es la única sustancia despolarizante dis-
ponible. Tiene un inicio de acción rápido (1 min) y una 
duración corta (6-10 min). Se utiliza para intubaciones 
traqueales rápidas, y disminuye el riesgo de aspiración 
gástrica. Los efectos colaterales son clínicamente im-
portantes, y entre ellos destacan el dolor muscular, la 
hipercalcemia y el aumento de las presiones intraocular 
e intragástrica. Su uso se ha asociado a la hipertermia 
maligna, un trastorno hereditario raro pero potencialmente 
letal, con una incidencia de 1:50.000 personas. La dosis 
terapéutica media de succinilcolina (Anectine®, ampollas 
de 2 ml con 100 mg) es de 1 mg/kg, por lo que se admi-
nistran 1,5 ml por vía intravenosa, para un adulto de 70 kg 
de peso.
Sustancias no despolarizantes
Las más utilizadas son cisatracurio y rocuronio:
● Cisatracurio (Nimbex®, ampollas de 2,5, 5 y 
10 ml con 5, 10 y 20 mg, respectivamente; viales de 
30 ml con 150 mg) en dosis inicial de 0,1-0,4 mg/kg 
en bolo intravenoso (5 s), es decir, 7-28 mg para un 
paciente de 70 kg, que equivalen a 3,5-14 ml de la 
presentación en ampollas, o a 1,5-6 ml aproxima-
damente de la presentaciónen viales. Como efectos 
secundarios destacan: bradicardia, hipotensión, flush-
ing, broncoespasmo y exantema cutáneo. Su acción 
comienza 2 min después de la administración y tiene 
una duración de 50 min.
● Rocuronio (Esmeron®, viales de 5 ml con 50 mg) en 
dosis de 0,6 mg/kg (4 ml para un paciente de 70 kg) por 
vía intravenosa. Tiene la ventaja de tener la más rápida 
velocidad de acción (1 min), una vida media aproxi-
mada de 1 h y la posibilidad de revertir su efecto con 
sugammadex (Bridion®, viales de 2 y 5 ml con 100 mg/
ml) en dosis de 16 mg/kg (11 ml para un paciente de 
70 kg).
SECUENCIA RÁPIDA DE INTUBACIÓN
La secuencia rápida de intubación (SRI) consiste en:
● Administración de fármacos inductores de acción rápida: 
hipnóticos y bloqueadores neuromusculares.
● Aplicación de presión cricoidea.
● A continuación, y en menos de 1 min, laringoscopia e 
intubación orotraqueal.
Es el procedimiento de elección para lograr el acceso y el 
control de la vía aérea en aquellos pacientes en los que la 
intubación suponga un procedimiento invasivo, dado que 
mantienen un estado de conciencia y una situación clínica 
que les hace estar alerta.
La SRI se compone de las siguientes etapas:
● Preinducción, que a su vez incluye la preoxigenación y 
la premedicación.
● Inducción o fase de apnea, durante la que se procede 
a la inducción farmacológica con hipnosis y parálisis 
muscular, seguido del resto de los procedimientos para 
la intubación endotraqueal descritos en el capítulo 2.
Preinducción
Preoxigenación
La inducción debe ir precedida de un período de hiperoxi-
genación del paciente para evitar la hipoxemia, ya que este 
va a sufrir un período de apnea durante la intubación endo-
traqueal, minimizando así la disminución de la saturación 
arterial de oxígeno (SaO2) por debajo del 90% y la hipoxia 
tisular. La ventilación manual con bolsa mascarilla solo 
debe aplicarse ante la presencia de desaturación comprobada 
por pulsioximetría (SaO2 <90%) o hipoventilación, ya que 
puede provocar distensión gástrica, vómitos y aspiración.
Premedicación
Consiste en la administración de fármacos que minimicen 
o eviten los efectos adversos asociados con la intubación, o 
de las sustancias que van a utilizarse en la fase de inducción. 
Los fármacos más utilizados son: lidocaína, opiáceos, atropi-
na y un bloqueador neuromuscular (en dosis desfasciculante). 
Otros fármacos utilizados en esta fase son el midazolam 
(produce amnesia, disminuye la incidencia de mioclonías 
originadas por el etomidato, y los efectos psiquiátricos de 
la ketamina) y los bloqueadores beta, como el esmolol, para 
el control de la respuesta cardiovascular a la laringoscopia.
● La lidocaína (Lidocaina Braun®, miniplascos y am-
pollas de 10 ml al 5%) se administra 3 min antes de 
la intubación, en dosis de 1-2 mg/kg (1,5-2,5 ml), en 
inyección intravenosa lenta (>2 min). Es muy útil para 
la prevención de la broncoconstricción refleja y el larin-
goespasmo provocado por la instrumentación de la vía 
aérea. Tiene especial interés su utilización en pacientes 
con hipertensión intracraneal y con asma grave. Además, 
por su efecto atenuante de la respuesta hemodinámica a 
la intubación, también se utiliza en pacientes con hemo-
rragia cerebral por rotura aneurismática, disección de 
aorta e isquemia miocárdica.
● Los opiáceos se utilizan por su efecto analgésico. El más 
utilizado es el fentanilo (Fentanest®, ampollas de 3 ml 
con 1,5 mg), en dosis de 1 a 2 mg/kg (0,15-0,25 ml), ya 
que es más liposoluble que la morfina, produce menos 
liberación de histamina y origina mayor estabilidad 
hemodinámica.
● La atropina (Atropina Braun®, ampollas de 1 ml con 
0,5 y 1 mg) se utiliza como profilaxis de la bradicardia 
inducida por los efectos vagales que produce la laringos-
copia y por los efectos colinérgicos de la succinilcolina. 
En el adulto está indicada en pacientes con bradicardia 
significativa si se va a utilizar succinilcolina como in-
ductor. Se administra en dosis de 0,02 mg/kg, con un 
máximo de 0,5 mg.
● La dosis desfasciculadora del bloqueador neuromuscular 
consiste en la administración inicial de una dosis subpa-
ralizante de un relajante no despolarizante. El fármaco de 
elección es el rocuronio (Esmeron®, viales de 5 ml con 
50 mg) en dosis de 0,06 mg/kg (0,5 ml para un paciente 
de 70 kg) por vía intravenosa.
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TABLA 190.2 Características principales de los agentes inductores utilizados en la secuencia rápida 
de intubación (SRI)
Fármaco Dosis de inducción 
intravenosa
Tiempo de inicio 
de la acción
Indicaciones Contraindicaciones**/
Efectos secundarios
Etomidato 0,3 mg/kg 30 s De elección 
en pacientes 
hemodinámicamente 
inestables con 
aumento de la PIC
Insuficiencia suprarrenal
Mioclonías. Trismus. Dar 
con precaución si shock 
séptico en tratamiento con 
corticoides
Náuseas y vómitos
Tiopental 5-7 mg/kg 15 s (inconsciencia) 
30-90 s (apnea)
Pacientes con 
aumento de PIC y 
hemodinámicamente 
estables
Inestabilidad hemodinámica
Porfiria
Ketamina* 0,5-2 mg/kg 
(dosis baja si 
se utiliza con 
benzodiacepina o 
tiopental)
30 s Shock hipovolémico
Broncoespasmo
Aumento de la PIC
Patología coronaria y vascular 
grave
Pacientes psiquiátricos
Propofol 1-2,5 mg/kg 40 s TCE en pacientes 
hemodinámicamente 
estables
Adaptación a la 
ventilación mecánica
Inestabilidad hemodinámica
Hipovolemia
Alergia al huevo
Midazolam 0,1-0,4 mg/kg 120 s Excelente hipnótico 
postintubación como 
coadyuvante
Hipovolemia
Rocuronio 
(dosis de 
desfasciculación)
0,06 mg/kg 120 s Aumento de la PIC
Aumento de la presión 
intraocular
–
Rocuronio 0,6-1 mg/kg (dosis 
máxima: 1,2 mg/kg)
60-90 s (duración, 
20 min)
Agente no 
despolarizante, 
acción intermedia
–
Succinilcolina 1,5 mg/kg (evitar 
dosis repetidas)
30 -60 s (duración 
6-10 min)
Agente despolarizante, 
corta acción
Insuficiencia renal
Hiperpotasemia
Antecedentes de hipertermia 
maligna
Uso previo de relajantes 
musculares
Enfermedad neuromuscular
Sección medular
Traumatismo muscular grave
Grandes quemados
Bradicardia extrema
Alergia
Déficit de colinesterasa
Utilizar con precaución si 
HTIC o HTIO
Asociar atropina si hay 
bradicardia
HTIC: hipertensión intracraneal; HTIO: hipertensión intraocular; PIC: presión intracraneal; TCE: traumatismo craneoencefálico.
*Salvo la ketamina, el resto de los inductores no poseen efecto analgésico.
**En negrita, las contraindicaciones.
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Inducción (hipnosis y parálisis muscular)
● El rocuronio es el bloqueador neuromuscular de elección, 
ya que es el relajante muscular comercializado no despola-
rizante de mayor rapidez de acción, y además es el único 
que tiene un fármaco que revierte sus efectos (sugamma-
dex). Se administra siempre a continuación del hipnótico.
● La succinilcolina es un relajante muscular despolarizante 
de acción rápida, y es el único de este tipo que se utiliza 
en la SRI. Se administra siempre a continuación del 
hipnótico. Su principal desventaja es el gran número de 
efectos secundarios que presenta.
En la tabla 190.2 se exponen las principales características 
de los fármacos inductores más utilizados en la SRI.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
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http://www.update-software.com/
	Capítulo 190 - Analgesia, sedación y relajación muscular en urgencias. Secuencia rápida de intubación
	Introducción
	Sedación para procedimientos en urgencias
	Procedimiento
	Antes
	Durante
	Después
	Fármacos
	Midazolam
	Diazepam
	Etomidato
	Propofol
	Neurolépticos
	Relajantes musculares
	Sustancias despolarizantes
	Sustancias no despolarizantes
	Secuencia rápida de intubación
	Preinducción
	Preoxigenación
	Premedicación
	Inducción (hipnosis y parálisis muscular)
	Bibliografía recomendada

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