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Colombia Médica | http://doi.org/10.25100/cm.v51i4.4361 1
REVISIÓN
El control de daños en el páncreas es simple. No 
complique las cosas
Pancreatic damage control: the pancreas is simple 
don’t complicate it
Carlos A. Ordoñez1,2,3 ,Michael W. Parra4 , Mauricio Millán3,5 , Yaset Caicedo6 
Natalia Padilla6 , Mónica Guzmán-Rodríguez7, Fernando Miñan-Arana8,9 , Alberto 
García1,2,10 , Adolfo González-Hadad2,10,11 , Luis Fernando Pino2,10 , Fernando 
Rodríguez-Holguin1,3 , José Julián Serna1,2,3,10, Alexander Salcedo1,2,3,10, Ricardo 
Ferrada2,11, Rao Ivatury12 
ordonezcarlosa@gmail.com, carlos.ordonez@fvi.org.co
1 Fundación Valle del Lili, Department of Surgery, Division of Trauma and Acute Care Surgery. 
Cali, Colombia.2 Universidad del Valle, Department of Surgery, Division of Trauma and Acute 
Care Surgery. Cali, Colombia.3 Universidad Icesi, Cali, Colombia., 4 Broward General Level I 
Trauma Center, Department of Trauma Critical Care, Fort Lauderdale, FL - USA, 5 Fundación 
Valle del Lili, Department of Surgery, Division of Transplant Surgery, Cali, Colombia.6 
Fundación Valle del Lili, Centro de Investigaciones Clínicas (CIC), Cali, Colombia,7 
Universidad de Chile, Facultad de Medicina, Instituto de Ciencias Biomédicas, Santiago de 
Chile, Chile.8 Universidad Espiritu Santo, Department of Surgery, Guayaquil, Ecuador. 9 
Hospital Dr. Abel Gilbert Ponton, Department of Surgery, Division of Trauma and Acute Care 
Surgery, Guayaquil, Ecuador. 10 Hospital Universitario del Valle, Department of Surgery, 
Division of Trauma and Acute Care Surgery. Cali, Colombia. 11 Centro Médico Imbanaco, Cali, 
Colombia, 12 Professor Emeritus Virginia Commonwealth University, Richmond, VA, USA.
 
Resumen
El trauma pancreático es un tipo de trauma poco común potencialmente fatal que está 
asociado con lesiones de órganos abdominales o vasculares. Usualmente, los signos 
clínicos son tardíos aumentado el riesgo de complicaciones respecto al manejo y al 
pronóstico general. Debido a la baja prevalencia de la lesión del trauma, no existe 
consenso entre los cirujanos alrededor del mundo sobre cómo se debe diagnosticar y 
tratar adecuadamente este desafío quirúrgico. La precisión en el diagnóstico es difícil por 
la localización anatómica y las manifestaciones clínicas tardías. El abordaje quirúrgico ha 
ido cambiando de dirección hacia la preservación del órgano para evitar complicaciones 
secundarias asociada a la perdida de la función exocrina y endocrina, o de potenciales 
complicaciones postquirúrgicas incluyendo las dehiscencias y fistulas. El objetivo de 
este artículo es proponer un algoritmo de manejo del trauma pancreático a través de 
un consenso de expertos. Las lesiones del páncreas pueden ser manejadas con una 
combinación de maniobras hemostáticas, empaquetamiento pancreático, sutura de la 
herida y drenaje quirúrgico cerrado. La pancreatectomía distal con la perdida de tejido vital 
pancreático debe ser evitadas. Los principios generales de la cirugía de control de daños 
deben ser aplicados cuando sea necesario para un manejo quirúrgico definitivo cuando y 
solo cuando la estabilización fisiológica haya sido lograda. En nuestra experiencia, el tejido 
pancreático sano debe preservarse cuando el trauma se asocia de un manejo mediante 
un drenaje quirúrgico cerrado con el objetivo de preservar la función primaria del órgano y 
disminuir a corto y largo tiempo las morbilidades.
Citación: Ordoñez CA, Parra MW, 
Millán M. Caicedo Y, Padilla N, Guzmán 
RM, Millán AF, García A, González 
HA, Pino LF, Rodríguez HF, Serna JJ, 
Salcedo A, Ferrada R, Ivatury R. El 
control de daños en el páncreas es 
simple. No complique las cosas
 Colomb Med (Cali).2020; 51(4) 
e-4054361 http://doi.org/10.25100/
cm.v51i4.4361
Recibido : 01 Jul 2020
Revisado : 14 Sep 2020 
Aceptado : 10 Oct 2020
Publicado: 07 Dic 2020
Palabras clave: 
Control de daños pancreático; sutura; 
drenaje; fístula pancreática; pancre-
atectomía; cavidad peritoneal; amila-
sas; ampolla de vater; nutrición enteral; 
esplenectomía; terapia de heridas con 
presión negativa; enfermedad crítica; 
colesistectomía; quirófano; lapara-
tomía; laceraciones.
Keywords: 
Pancreatic Damage Control; Suture; 
Drainage; Pancreatic Fistula; Pancre-
atectomy; Peritoneal Cavity; Amylases; 
Ampulla of Vater; Enteral Nutrition; 
Splenectomy; Negative-Pressure 
Wound Therapy; Critical Illness; 
Cholecystostomy; Operating Rooms; 
Laparotomy; Lacerations.
 ACCESO ABIERTO
http://doi.org/10.25100/cm.v51i3.4440
https://orcid.org/0000-0003-4495-7405
https://orcid.org/0000-0001-6496-6275
https://orcid.org/0000-0002-5502-5745
https://orcid.org/0000-0002-6128-0128
https://orcid.org/0000-0003-3292-6919
https://orcid.org/0000-0001-8203-6848
https://orcid.org/0000-0002-4096-1434
https://orcid.org/0000-0001-5862-4906
https://orcid.org/0000-0002-1179-2854
https://orcid.org/0000-0002-5326-2317
https://orcid.org/0000-0001-7208-7836
http://doi.org/10.25100/cm.v51i4.4361
http://doi.org/10.25100/cm.v51i4.4361
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El control de daños en el páncreas es simple. No complique las cosas
Abstract
Pancreatic trauma is a rare but potentially lethal injury because often it is associated 
with other abdominal organ or vascular injuries. Usually, it has a late clinical 
presentation which in turn complicates the management and overall prognosis. Due 
to the overall low prevalence of pancreatic injuries, there has been a significant lack of 
consensus among trauma surgeons worldwide on how to appropriately and efficiently 
diagnose and manage them. The accurate diagnosis of these injuries is difficult due 
to its anatomical location and the fact that signs of pancreatic damage are usually 
of delayed presentation. The current surgical trend has been moving towards organ 
preservation in order to avoid complications secondary to exocrine and endocrine 
function loss and/or potential implicit post-operative complications including leaks and 
fistulas. The aim of this paper is to propose a management algorithm of patients with 
pancreatic injuries via an expert consensus. Most pancreatic injuries can be managed 
with a combination of hemostatic maneuvers, pancreatic packing, parenchymal wound 
suturing and closed surgical drainage. Distal pancreatectomies with the inevitable loss 
of significant amounts of healthy pancreatic tissue must be avoided. General principles 
of damage control surgery must be applied when necessary followed by definitive 
surgical management when and only when appropriate physiological stabilization has 
been achieved. It is our experience that viable un-injured pancreatic tissue should be 
left alone when possible in all types of pancreatic injuries accompanied by adequate 
closed surgical drainage with the aim of preserving primary organ function and 
decreasing short and long term morbidity.
Copyright: © 2020 Universidad del 
Valle.
Conflicto de intereses:
Ninguno
Agradecimientos:
Dedicado al doctor Edilberto Gómez, 
(1946-1997). Profesor de cirugía de 
la Universidad del Valle - Colombia. 
Pionero en el manejo del trauma 
pancreático con la preservación de 
su parénquima, evitando resecciones 
radicales y realizando sutura primaria.
Por las ilustraciones y el diseño de 
la portada al Dibujante Anatómico 
Fabián R. Cabrera P. Profesor del 
Departamento de Diseño de la 
Facultad de Artes Integradas de la 
Universidad del Valle.
Autor de correspondencia:
Carlos A. Ordonez, MD, FACS. 
Division of Trauma and Acute Care 
Surgery, Department of Surgery. 
Fundación Valle del Lili. Cali, Colombia; 
Division of Trauma and Acute Care 
Surgery, Department of Surgery, 
Universidad del Valle, Cali, Colombia; 
Universidad Icesi, Cali, Colombia. 
Email: ordonezcarlosa@gmail.com, 
carlos.ordonez@fvi.org.co Contribución del estudio
1) ¿Por qué se realizó este estudio?
Es la iniciativa para consolidar la experiencia del grupo de cirugía de Trauma y Emergencias, 
respecto al manejo innovador del trauma pancreático.2) ¿Cuáles fueron los resultados más relevantes del estudio?
La mayoría de lesiones pancreáticas pueden ser manejadas con una combinación de maniobras 
hemostáticas, empaquetamiento pancreático, sutura de la herida y drenaje quirúrgico cerrado.
3¿Qué aportan estos resultados?
El manejo del trauma pancreático con el uso de sutura preserva el tejido de páncreas, evitando el 
riesgo de complicaciones endocrinas y/o exocrinas asociadas a corto y largo plazo.
http://doi.org/10.25100/cm.v51i3.4440
https://co.creativecommons.org/
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El control de daños en el páncreas es simple. No complique las cosas
Introducción
El trauma del páncreas es una lesión poco frecuente y potencialmente fatal, por estar asociado 
al daño de órganos adyacentes o estructuras vasculares, junto con manifestaciones tardías que 
complican el manejo y pronóstico del paciente 1. La experiencia reportada en el manejo de este 
tipo de trauma es poca y esto ha dificultado crear un consenso entre los cirujanos de trauma 
alrededor del mundo sobre cómo se debe diagnosticar y manejar apropiadamente el trauma 
pancreático 2,3. Las decisiones quirúrgicas de este tipo lesiones depende del compromiso del 
conducto pancreático 3,4. El diagnóstico preciso del trauma pancreático es un desafío por 
su ubicación retroperitoneal y por presentar signos de manera tardía que sugieran daño 
pancreático 5,6. Las recomendaciones clásicas para el manejo de las lesiones según la American 
Association for the Surgery of Trauma AAST grado III que se encuentra en la mitad distal 
del páncreas es realizar pancreatectomía distal y para las lesiones AAST grado IV y V se 
recomienda realizar una pancreato-duodenectomía 3,4. Sin embargo, existe una reciente 
tendencia del abordaje quirúrgico más conservador, buscando la preservación del tejido 
sano con el propósito de evitar complicaciones graves debido a la pérdida parcial o completa 
de parénquima pancreático, su repercusión endocrina o exocrina, y las complicaciones 
postoperatorias como dehiscencias y fistulas 7,9. El objetivo de este artículo es proponer un 
algoritmo de manejo para pacientes con heridas pancreáticas diagnosticadas durante cirugía, 
mediante un consenso de expertos.
El presente artículo es un consenso del grupo de cirugía de trauma y emergencias de Cali, 
Colombia conformado por expertos de Hospital Universitario Fundación Valle del Lili y el 
Hospital Universitario del Valle “Evaristo García”, con la Universidad del Valle y la Universidad 
Icesi, en colaboración con la Asociación Colombiana de Cirugía y la Sociedad Panamericana 
de Trauma, en conjunto con especialistas internacionales de EE.UU, que reúne la experiencia 
de los últimos 30 años en el manejo del trauma, cirugía general y cuidado crítico
Epidemiología
Las heridas pancreáticas están presentes alrededor del 0.2% de todos los casos de trauma y 
en el 3% de los casos de trauma abdominal. El principal mecanismo de trauma pancreático 
en el mundo es el trauma cerrado causado por accidentes de tránsito 2. En un estudio de 
cohorte multicéntrico en Japón entre el 2014 y 2017, se encontró 743 pacientes con trauma 
pancreático (2.4% de todos los casos de trauma abdominal), 52.5% tenían heridas abdominales 
concomitantes, principalmente en hígado (15.7%) y heridas vasculares (15.5%) 10. De estos 
pacientes, 305 (41%) recibieron manejo no operatorio, 70 (9.4%) pacientes se sometieron 
a resección pancreática y 31 (4.1%) recibieron cirugía de control de daños. La mortalidad 
global fue de 14% y las variables asociadas a mayor riesgo de muerte fueron el grado de 
clasificación de la lesión, edad avanzada y la coexistencia de lesiones abdominales severas 10. 
En una revisión retrospectiva de casos de trauma pancreático penetrante atendidos en 
Cali (Colombia) entre el año 2000 y 2013, se identificaron 28 pacientes, de los cuales 26 
presentaron herida por proyectil de arma de fuego, con una mediana de severidad anatómica 
por el Penetrating Abdominal Trauma Index de 50 (IQR: 34.5-67.5), con una mediana de 
5 lesiones asociadas, casos que resaltan por su complejidad. De los 28 pacientes, 6 (21.4%) 
pacientes presentaron herida pancreática AAST grado I, 9 (32.0%) AAST grado II, 5 (18%) 
AAST grado III, 5 (218%) AAST grado IV y 3 (10.0%) AAST grado V. El 83% de los pacientes 
recibieron manejo con cirugía de control de daños y abdomen abierto, a 12 (42.9%) pacientes 
se les realizó reparación mediante sutura simple, 8 (28.6%) pancreatectomía distal y a ningún 
paciente se le realizó pancreato-duodenectomía 11.
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https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/tools/article-previewer/articles/instance/2343297/#B2
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El control de daños en el páncreas es simple. No complique las cosas
Manejo inicial y diagnóstico
El manejo inicial debe ser dirigido hacia la estabilización de acuerdo a las guías del Advanced 
Trauma Life Support y los principios de la resuscitación de control de daños. Al momento 
del arribo del paciente, la elección entre la exploración quirúrgica inmediata o estudios de 
imagenología adicionales depende del estado hemodinámico del paciente. Si el paciente está 
hemodinámicamente estable o con respuesta hemodinámica transitoria, una tomografía 
computarizada corporal total debe ser realizada para determinar la extensión de la lesión 
pancreática y determinar algún otro hallazgo significativo. Los signos de lesión pancreática 
en la tomografía son edema, hematoma peripancreático, edema retroperitoneal y laceración 
del cuerpo del páncreas 5,12. Sin embargo, los pacientes con signos de irritación peritoneal, 
inestabilidad hemodinámica (presión arterial sistólica menor a 90 mm Hg a pesar de esfuerzos 
de resuscitación) deben ser trasladados de inmediato al quirófano y el diagnóstico de la lesión 
pancreática se hará mediante la exploración quirúrgica. Es necesario hacer una adecuada 
exposición del mesenterio y una inspección directa detallada del páncreas para poder realizar 
una evaluación del grado de la lesión según la clasificacion de la AAST 13,14 (Tabla 1).
Tratamiento quirúrgico
Durante la laparotomía exploradora, el cirujano debe controlar las fuentes de sangrado seguido 
de las fuentes de contaminación. Solo después, se debe realizar una inspección del páncreas 
para estadificar el grado de la lesión. Si el paciente presenta inestabilidad hemodinámica 
durante o antes de la operación con una presión arterial sistólica sostenida igual o menor a 70 
mmHg, se debería realizar maniobras de resucitación de control de daños, se debe considerar 
y posicionar un balón de resucitación de oclusión aortica (REBOA) en zona I como adyuvante 
a las conductas de reanimación 15,16. el manejo específicode las lesiones pancreáticas sigue 
siendo controversial 8. Desde abordajes radicales como pancreato-duodenectomía en caso de 
lesiones AAST grado V 17, hasta postura como la que presentamos en este artículo de buscar 
la preservación del parénquima pancreático siempre, dejando la resección como el último 
recurso 17. La apropiada estatificación de la lesión pancreática del cuerpo y la cola del páncreas 
puede ser hecha realizando la maniobra de Mattox con liberación de los ligamentos frénico 
esplénico, con previa apertura de la transcavidad de los epiplones para movilizar en bloque el 
cuerpo y la cola del páncreas junto con el bazo. Lesiones en la cabeza o el proceso uncinado 
requieren la maniobra de Cattel Brash con extensión de la maniobra de Kocher con el objetivo 
de tener el control del complejo pancreatoduodenal.
Los tres territorios anatómicos que se deben evaluar de manera secuencial en el trauma 
pancreático son:
•	 Conducto pancreático
•	 Vasos mesentéricos superiores
•	 Ampolla de Vatter
Todas las lesiones pancreáticas pueden ser clasificadas de acuerdo con los criterios de la 
Grado Descripción
I Contusión menor sin lesión del conducto o laceración superficial sin lesión del conducto pancreático
II Contusión mayor o laceración sin lesión del conducto o pérdida del tejido
III Transección distal o lesión del parénquima con lesión del conducto
IV Transección proximal o lesión que compromete la ampolla y/o el conducto
V Disrupción masiva de la cabeza del páncreas y lesión del duodeno
Tabla 1. Clasificación de la AAST del trauma pancreático25.
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El control de daños en el páncreas es simple. No complique las cosas
Sociedad Americana de Cirugía de Trauma. El manejo quirúrgico de estas lesiones se realizará 
de acuerdo con el grado de lesión pancreática (Figura 1).
•	 AAST Grado I: hemostasia con o sin drenaje quirúrgico
•	 AAST Grado II: Maniobras simples para lograr la hemostasia. Si el sangrado no cede, 
realizar reparación de la lesión realizando una sutura con monofilamento no absorbible 
3-0 (sutura continua o simple dependiendo de la habilidad del cirujano) con o sin drenaje 
quirúrgico (Figura 2).
•	 AAST Grado III: Hemostasia y pancreatectomía distal con o sin esplenectomía, si la 
lesión de la cola tiene una significante destrucción. Para las demás lesiones proximales y 
distales a la izquierda de los vasos mesentéricos se les realiza sutura continua cruzada con 
monofilamento 3-0 en los bordes de la herida, con ligadura proximal y distal del conducto, 
y drenaje quirúrgico cerrado.
Todas las lesiones pancreáticas leves a moderadas (AAST grado I-III) podrían requerir 
la implementación de cirugía de control de daños realizando un empaquetamiento 
peripancreático, ya que generalmente la lesión del páncreas está asociada a lesiones de 
vasculares, de vísceras huecas o de órganos sólidos (Figuras 3 y  4).
•	 AAST Grado IV: Hemostasia mediante sutura continúa cruzada con monofilamento no 
absorbible 3-0 de los bordes del área pancreática lesionada, ligadura de ambas porciones 
Figura 1. Algoritmo de manejo del trauma pancreático mediante cirugía de control de daños
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El control de daños en el páncreas es simple. No complique las cosas
proximal y distal del conducto pancreático, empaquetar el páncreas y completar la cirugía 
de control de daños dejando el abdomen abierto y colocando un sistema de presión 
negativa. Entre 24 y 48 horas después, el paciente debe haber logrado la resucitación 
metabólica y los componentes del rombo de la muerte (acidosis, hipotermia, coagulopatía 
e hipocalcemía) haber sido corregidos en la unidad de cuidados intensivos. Luego, debe 
ser llevado a salas de cirugía nuevamente para desempaquetamiento, lavado y drenaje 
quirúrgico cerrado (Figura 5).
•	 AAST Grado V: Tener en cuenta que estos pacientes se encuentran gravemente enfermos 
y la mortalidad es alta. Por lo tanto, la cirugía de control de daños es una obligación, 
realizando un abordaje quirúrgico por etapas 18. El principal objetivo es aislar el complejo 
pancreatoduodenal, haciendo sutura continua cruzada con monofilamento no absorbible 
3-0 en el parénquima pancreático lesionado para el control del sangrado y ligar los 
cabos proximales y distales del conducto pancreático. Empaquetar el páncreas, ligadura 
de la primera y/o segunda porción del duodeno con grapas mecánicas, colocar sonda 
nasogástrica y colecistostomía o drenaje biliar para controlar las secreciones gástricas y 
biliares. Finalmente, completar la cirugía de control de daños y dejar el abdomen abierto, 
con drenaje y sistema de presión negativa (Figura 6).
Entre 24 y 48 horas después de que el paciente se encuentre en mejor estado metabólico 
y corregido los efectos del rombo de la muerte en la unidad de cuidados intensivos, el 
paciente es llevado a salas de cirugía para desempaquetar, lavado abdominal, posible 
pancreatoduodenectomía (operación de Whipple) y drenaje quirúrgico cerrado 6,19. Las 
indicaciones del procedimiento de Whipple para trauma incluyen: lesión de la cabeza del 
páncreas, principalmente el conducto pancreático, avulsión de la ampolla de Váter y/o 
destrucción de la segunda porción del duodeno 17. Si esas indicaciones no están presentes 
asegure el control del sangrado, realice un drenaje quirúrgico y cierre definitivo de la pared 
abdominal. Por el contrario, si están presentes nosotros recomendamos que solicite asistencia 
a un cirujano de trasplantes o con experiencia en cirugía hepatobiliar para asistir en la 
reconstrucción de la lesión AAST grado V. Este procedimiento requiere el restablecimiento de 
Figura 2. Técnica de sutura continúa cruzada
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El control de daños en el páncreas es simple. No complique las cosas
la continuidad intestinal con una anastomosis biliar-entérica y una anastomosis pancreático-
entérica. Como es el título de este artículo, en nuestra experiencia: la anastomosis pancreática 
es innecesaria, prolongada y conlleva a significantes complicaciones posteriores.
Complicaciones
La incidencia generalde fistulas pancreáticas están entren el 8.1% y 33% en pacientes que 
son sometidos a pancreatectomía distal por causa traumática 11,20-22. Es por esto que nosotros 
proponemos el concepto de suturar los bordes del parénquima pancreático lesionado para 
asegurar la hemostasis y disminuir la incidencia de dehiscencia pancreática. Sin olvidar que 
el drenaje cerrado se debe realizar en cualquier tipo de lesión. Adicionalmente, la sutura del 
parénquima pancreático busca preservar el tejido potencialmente sano que podría mantener 
la función endocrina y exocrina. La experiencia de los cirujanos de trauma de Cali demuestra 
que el uso de suturas pancreáticas se asoció con una menor incidencia de fistulas 11. Si una 
fistula pancreática no progresa, el drenaje cerrado es el tratamiento de elección 13. La gran 
Figura 3. Reparación quirúrgica de lesiones pancreáticas AAST grado III a la 
izquierda y distales a los vasos mesentéricos superiores.
Figura 4. Reparación quirúrgica de lesiones pancreáticas AAST grado III a la 
izquierda y proximales a los vasos mesentéricos superiores
Figura 5. Reparación quirúrgica de lesiones pancreáticas AAST grado IV a la 
derecha de los vasos mesentéricos superiores
Figura 6. Reparación quirúrgica de lesiones pancreáticas AAST grado V
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El control de daños en el páncreas es simple. No complique las cosas
mayoría de fístulas pancreáticas menores son autolimitadas y son manejadas fácilmente con 
colocación de drenaje cerrado. El dren debe ser retirado cuando: el paciente ha reiniciado la 
alimentación enteral total, el líquido drenado sea mínimo y la concentración de la amilasa en 
el dren sea menor que la de la sangre.
Conclusión
Las lesiones pancreáticas más comunes son AAST grado I-III y son manejadas con una 
combinación de maniobras hemostáticas, empaquetamiento, sutura del parénquima lesionado 
y drenaje cerrado. La pancreatectomía distal con o sin esplenectomía debe ser evitado si es 
posible. Los principios de la Cirugía de Control deben ser aplicados cuando sea necesario, 
seguido de un manejo quirúrgico definitivo cuando únicamente la estabilización fisiológica 
se haya logrado en la unidad de cuidados intensivos 23,24. El abordaje quirúrgico general de 
las lesiones pancreáticas a la fecha ha sido realizar resecciones del tejido pancreático para 
lesiones moderadas y complejas con anastomosis pancreatoentericas en casos severos. Sin 
embargo, en nuestra experiencia el tejido pancreático no lesionado debe ser mantenido en lo 
posible en todos los tipos de lesiones pancreáticas (simple, moderada o compleja) asociado a 
un adecuado drenaje quirúrgico cerrado con el objetivo de preservar la función primaria del 
órgano y disminuir la morbilidad a corto y mediano plazo.
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