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Rodolfo Brühl Day (Coordinador) María Elena Martínez Pablo Meyer José Rodríguez Gómez Labios Lengua Esófago Estómago Páncreas Hígado Vesícula biliar Mesenterio Intestinos CASOS CLÍNICOS El aparato digestivo La cirugía en imágenes, paso a paso Cirugía en la clínica de pequeños animales ¿Cómo navegar por este libro? En el índice podrá ir a cualquier página del interior del libro Ir al índice de contenidosÍNDICE Volver al índice del capítulo| VOLVER Propiedad de: © 2015 Grupo Asís Biomedia S.L. Plaza Antonio Beltrán Martínez, nº 1, planta 8 - letra I (Centro empresarial El Trovador) 50002 Zaragoza - España Esta obra es la traducción del libro: Surgery atlas, a step-by-step guide. The gastrointestinal tract. Clinical cases © 2015 Grupo Asís Biomedia S.L. ISBN edición en inglés: 978-84-16315-14-7 Traducción al español: Llorenç Serrahima Formosa ISBN: 978-84-16315-36-9 Diseño, preimpresión e impresión: Servet editorial - Grupo Asís Biomedia S.L. www.grupoasis.com info@grupoasis.com Reservados todos los derechos. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70/93 272 04 47). Advertencia: La ciencia veterinaria está sometida a constantes cambios evolutivos, del mismo modo que la farmacología y el resto de las ciencias también lo están. Así pues, es responsabilidad ineludible del veterinario clínico, basándose en su experiencia profesional, la determinación y compro- bación de la dosis, el método, el periodo de administración y las contraindicaciones de los tratamientos aplicados a cada paciente. Ni el editor ni el autor asumen responsabilidad alguna por los daños o perjuicios que pudieran generarse a personas, animales o propiedades como consecuencia del uso o la aplicación correcta o incorrecta de los datos que aparecen en esta obra. Cirugía en la clínica de pequeños animales Cirugía en la clínica de pequeños animales El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS 4 Me gustaría agradecer a mi mujer, Sandra, el ser la inspiración y la luz que me ha guiado en todo momento, tanto en la vida como en mi trabajo, mientras hacía lo que más me apasiona de nuestra profesión, la cirugía de pequeños animales. A mi hijo Tadeo y a mi hija Lara que me alegran la vida cada mañana. A mis colegas y coautores que entendieron y transmitieron el concepto del trabajo en equipo. A mis profesores, Dr. R. Leighton, Dr. E. Breznock y D. G. Gourley, que me infundieron la técnica de la asepsia y me enseñaron bien. A mis estudiantes que me vincularon con el concepto de que la cirugía es una disciplina en la que la supervisión constante de los pacientes es lo que da la mejor de las recompensas y es el faro que les iluminará en medio de la tempestad cuando las circunstancias de la intervención sean más espantosas. Rodolfo Brühl Day Nunca podré agradecer lo suficiente al Dr. Rodolfo Brühl Day su apoyo y sus ánimos constan- tes. Le estoy muy agradecido por la gran oportunidad que me ofreció. Mi contribución a este proyecto no habría sido posible sin el apoyo de mi equipo de cirugía. Gracias a mi atento, encantador y servicial Dano, mi más profundo agradecimiento para él. Valoro muchísimo tu apoyo en los momentos difíciles, gracias de corazón. Finalmente, gracias a mi amados pacientes. Su bienestar es la razón de mi existir. Nunca dejaré de agradecer la felicidad de ser una veterinaria. María Elena Martínez Agradecimientos 5 Me resulta difícil agradecer a tanta buena gente que me rodea y me inspira. Algunos están presentes, otros ya se han ido. Quiero empezar dando las gracias por mi formación médica y académica al Dr. Victor “Mussy” Cairoli, a quien aún hoy echo de menos, y al Dr.Rodolfo Brühl Day por su orien- tación humana y científica desde que yo era un estudiante. Sin su ejemplo yo nunca habría seguido esta apasionante senda de la cirugía veterinaria. A la que es como una hermana para mí, la Dra. María Elena Martínez, junto con quien he aprendido, he avanzado y he crecido en el arte de operar a los pequeños animales. A los cuatro fantásticos, Circe, Geronimo y Pampa – que ya nos han dejado – y al vete- rano Mimm. Estuvieron a mi lado a las duras y a las maduras, únicamente a cambio de una palmadita. A mis dos Verónicas, mi hija y mi mujer, sin cuyo amor incondicional nada sería posible. A mis padres, Magda y Pedro, que no solo me trajeron a este mundo sino que me inculcaron el respeto por cualquier ser vivo capaz de andar, volar o nadar por este planeta. Pablo Meyer Nos gustaría agradecer a todos los cirujanos veterinarios y a los propietarios que confiaron en nuestras habilidades, nuestra profesionalidad y nuestra ética del trabajo, motivos por los que nos refirieron o nos confiaron a los pacientes y mascotas que aparecen en las imágenes. Nuestro agradecimiento y gratitud ha de incluir al lector, sin quien esta ópera prima no tendría ningún sentido. Finalmente quisiéramos acabar agradeciendo a Servet Editorial - Grupo Asís Biomedia por su valor al invitar a tres cirujanos del “otro lado del charco” (Sudamérica), así como por la paciencia y la ayuda de la Dra. Nathalie Fernández y su equipo de edición. Su profesionalidad está más allá de lo imaginable cuando se trata de organizar, dirigir y montar lo que ha aca- bado siendo un libro muy atractivo. Los autores 5 Agradecimientos Cirugía en la clínica de pequeños animales El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS 6 Rodolfo Brühl Day (coord.) El Dr. Brühl Day (DVM) se licenció en la Facultad de Ciencias Veterinarias (Universidad de Buenos Aires, Argentina) en 1977, con matrícula de honor (Magna cum Laude) y medalla de oro a la mejor puntuación media de licenciatura. Tras completar la residencia en cirugía de pequeños animales en el Veterinary Medical Teaching Hospital (Universidad de California, Davis) en 1984, obtuvo las certificaciones de Miembro Iniciador de la especialidad de ciru- gía de pequeños animales de la Universidad de Buenos Aires (1998), Especialista en docencia universitaria con orientación a las ciencias veterinarias y biológicas (2000) y Diplomado del Colegio latinoamericano de oftalmólogos veterinarios (2002). Ha sido docente en diversas universidades a lo largo de su extensa carrera (Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Veterinarias, Buenos Aires; Universidad de California, Davis, Facultad de Veterinaria, California, Estados Unidos; Universidad Ross, Facultad de Veterinaria, Saint Kitts, Indias Occidentales). Desde 2008 es Catedrático de cirugía de peque- ños animales, Director del Programa académico de medicina y cirugía de pequeños animales y Veterinario de plantilla de la clínica de pequeños animales de la Universidad de St. George (Facultad de veterinaria, Grenada, Indias Occidentales). El Dr. Brühl Day ha recibido numerosas becas, premios y distinciones, y ha colaborado con numerosas publicaciones en libros, revistas y folletos. También ha participado en cursos y seminarios, y ha recibido diversos cursos CE a lo largo de su carrera. Desde 1995 es miembro del comité editorial de la sección científica de Selecciones Veterinarias de la Editorial InterMé- dica de Buenos Aires (Argentina). María Elena Martínez La Dra. Martínez (DVM) se licenció en la Facultad de Ciencias Veterinarias (Universidad de Buenos Aires, Argentina) en 1991. Como especialista en Cirugía y anestesiología de pequeños animales, ha sido tutora y profesora de la Universidad de Buenos Aires desde 1998 a 2006. En 2002 obtuvo el título de Diplomada en Cirugía de pequeños animales y actualmente es Jefe del Servicio de cirugía de la asignatura de Neurología veterinaria. Ha adquirido expe- riencia en diversos países,como Estados Unidos (Universidad de Misuri), Brasil (Universidad del estado de Santa Catalina) y Colombia (Fundación Universitaria San Martín). Es miembro de Neurolatinvet y miembro fundadora de Neurovet (Asociación Argentina de Neurólogos Veterinarios). Autores 7 Autores / Colaboradores Colaboradores José Rodríguez, DVM, PhD Licenciado en Medicina Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid (España). Tu- tor jefe del Departamento de Patología animal, Universidad de Zaragoza (España). Cirujano veterinario, Hospital Veterinario Valencia Sur (Valencia, España). Sandra Mattoni, DVM Estatus de residente limitado, Medicina intensiva y de urgencias, Universidad de California- Davis (California, EUA). Profesora asistente, Medicina de pequeños animales, Universidad de St. George, Facultad de Veterinaria (Grenada, Indias Occidentales). Directora médica, Centro de Cuidados Intensivos y Emergencias (Buenos Aires, Argentina). Eduardo Durante, BVSc, BVSc(Hons), MedVet, DVSc Profesor, Cirugía de pequeños animales, Universidad Nacional de la Plata (Provincia de Bue- nos Aires, Argentina). Profesor, Cirugía de pequeños animales y Decano asociado sénior, Uni- versidad de St. George, Facultad de Veterinaria (Grenada, Indias Occidentales). Francesca Ivaldi, DVM, MSc Profesora asociada, Cirugía de pequeños animales, Universidad de St. George, Facultad de Veterinaria (Grenada, Indias Occidentales). Pablo Meyer El Dr. Pablo Meyer (DVM) se licenció en la Facultad de Ciencias Veterinarias (Universidad de Buenos Aires, Argentina) en 1986. Desde 2003 es Diplomado en Cirugía de pequeños ani- males y profesor de la asignatura de cirugía y reconstrucción cutáneas. También es cirujano del Servicio de cirugía del Hospital Escuela de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Uni- versidad de Buenos Aires (HEMV-UBA) y profesor del Servicio de oncología. Como autor de diversos trabajos en este campo ha participado en diversas conferencias y ha colaborado en diversas revistas especializadas sobre cirugía y oncología. Cirugía en la clínica de pequeños animales El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS 8 Prólogo Es para mí un gran privilegio escribir el prólogo de esta primera edición de El aparato di- gestivo. Casos clínicos de la serie Cirugía en la clínica de pequeños animales escrita por los doctores Rodolfo Brühl Day, María Elena Martínez, Pablo Meyer y José Rodríguez Gómez. Tengo el honor y el placer de colaborar con el Dr. Rodolfo Brühl Day. Es un perfeccionista, como se podrá comprobar fácilmente en las páginas de este libro. Las imágenes de una calidad increíblemente buena y las descripciones breves y claras de los procedimientos demuestran su experiencia, tanto en el campo de la docencia como en el de la cirugía de los tejidos blandos. La cirugía gastrointestinal abarca procedimientos que se realizan a diario. En muchos casos, realizadas por clínicos sin la suficiente experiencia de campo. Este libro, con sus directrices y fotografías claras, es una herramienta muy útil para los colegas jóvenes que se inician en el campo de la cirugía. Por supuesto, también pueden aprovecharlo los cirujanos más experi- mentados que deseen ampliar sus conocimientos o mejorar técnicas quirúrgicas y mejorar el bienestar de sus pacientes. Con sus casos clínicos bien seleccionados y documentados, este atlas de cirugía es un libro que debe estar presente en cualquier biblioteca veterinaria. Sigue los mismos principios que los otros libros de la serie: es claro, conciso y muy práctico. los procedimientos quirúrgicos se explican y se ilustran con imágenes paso a paso, lo que permite al cirujano entender y “previ- sualizar” lo que se va a encontrar después en el campo quirúrgico. La amplia experiencia y la profesionalidad de los autores se reflejan en la calidad de este li- bro. Espero que su curiosidad científica quede satisfecha con esta nueva obra y que al leerla, aprenda y progrese en este apasionante campo de nuestra profesión. Tomás Guerrero PD, Dr. Med. Vet., Dip. ECVS Profesor de Cirugía de pequeños animales Universidad de St. George, Facultad de Veterinaria (Grenada, Indias Occidentales) 9 Prólogo / Prefacio Este libro tiene dos aspectos fundamentales que merecen ser reconocidos. Por un lado intenta explicar en dos palabras la experiencia quirúrgica acumulada durante muchos años de estar en las trincheras y trabajar codo con codo con veterinarios privados, re- sidentes, internos y estudiantes, y de recibir formación y orientación de cirujanos de renombre mundial, para compartirla. Por otro lado, se ha redactado con la intención de que se convierta en otra fuente de infor- mación que pueda utilizarse junto con otros documentos de anatomía, patología y cirugía de diversos autores, la mayoría de ellos extraordinarias fuentes de conocimiento. Nuestra humilde contribución consiste en la presentación de una serie de casos bien documen- tados que intentan resolver algunas patologías básicas y otras más avanzadas que los residen- tes, los clínicos interesados en la cirugía gastrointestinal y los cirujanos se pueden encontrar a diario. Los datos se presentan de una forma racional, con la revisión de los conceptos y la anatomía allá donde se considera necesario, explicando el procedimiento quirúrgico con más imágenes que palabras, según reza el viejo dicho de que “una imagen vale más que 1000 pala- bras” y explicando la técnica quirúrgica con todo el detalle posible. Esta obra no será solamente de interés para el cirujano, sino para todos aquellos que se estén for- mando como cirujanos o clínicos, gracias a sus conocimientos avanzados y habilidades en el arte de la cirugía. Hemos intentado devolver una parte de nuestra experiencia en forma de habilida- des, trucos, consejos y otros detalles recopilados tras trabajar durante muchos años en este campo tan vasto de la cirugía de pequeños animales, que puedan ayudar a estos cirujanos en la práctica. No siempre hemos dispuesto del monitor de última generación, ni del material de sutura de vanguardia, ni del bisturí eléctrico más moderno, porque nuestras economías y nuestras socie- dades son muy diferentes, si bien todas se parecen a la hora de priorizar el cuidado de los ani- males. Esto significa que seguimos ofreciendo a nuestros pacientes lo mejor de nuestros conoci- mientos y habilidades, tal como lo hace cualquier cirujano veterinario del mundo día tras día. El lector comprobará que al final no todos los casos se resolvieron con éxito. Fueron aquellos en los que intentamos obtener una buena calidad de vida para el tiempo que la enfermedad le dejaba al paciente. Nuestro objetivo era reducir la aprensión a la hora de hacer una operación, a la vez que au- mentábamos el respeto por este arte y por los pacientes. Este libro se hará un lugar en cual- quier biblioteca profesional como elemento de consulta y de ayuda en la cirugía. Si este libro le ayuda de alguna manera a mejorar su habilidad como cirujano a la vez que mejora la asistencia general de sus pacientes, se habrá cumplido nuestro objetivo de compartir conocimientos. Los autores Prefacio El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS 10 Cavidad oral y faringe / GlosectomíaEl aparato digestivo Casos ClíniCos 34 35 Nombre Helga Especie canina Raza Samoyedo Sexo hembra, esterilizada Edad 8 años Reseña Glosectomía Rodolfo Brühl Day, María Elena Martínez, Pablo Meyer ■■ Extirpación parcial o total de la lengua. ■■ Indicada en casos de heridas, neoplasia y/o necrosis. Signos clínicos: dificultades para comer, hemorragias intermitentes por la boca. Dificultad técnica Prevalencia Fig. 4. La preparación quirúrgica también incluye lavar la boca con una solución antiséptica diluida. Fig. 3. Tamaño de la neoplasia, que afecta a casi el 30 % de la longitud de la lengua. Fig. 2. Detalle del tumor que afectaba a la lengua. El tumor ocupaba cerca del 30 % de la lon- gitud de la lengua (ladoizquierdo), dejando cerca del 70 % intacto (figs. 2 y 3). Fig. 1. En estos casos se necesita una exploración detallada con anestesia general. Exploración física Una anestesia breve permitió una explo- ración completa del paciente, incluidos el aspecto de la lesión, su magnitud (fig. 1), la presencia de otros cuadros patológicos y la afectación de los ganglios linfáticos regionales. Preparación quirúrgica Es una intervención limpia-contaminada porque se hace en la cavi- dad oral. Ver tabla I del caso Glosectomía transversa pág. 41 Se preparó el campo quirúrgico con una solución antiséptica de po- vidona iodada 1:10 o de clorhexidina 1:30 diluida en suero fisiológico. Toda la cavidad oral se lavó varias veces (fig. 4), teniendo la precau- ción de taponar la faringe con compresas de gasa enrolladas para evitar la aspiración de líquidos. La exploración física previa a la intervención tiene una importancia capital. Manejo de la obra Contenido “El aparato digestivo. Casos clínicos” se centra en el tubo digestivo del perro y del gato, junto con sus órganos de digestión accesorios. Se divide en cuatro capítulos, que recogen una serie de casos clínicos que afectan a todo el aparato digestivo, desde la boca hasta el ano. Los casos se agrupan en función del segmento afectado: la cavidad oral y la faringe, el segmento torácico del esófago y los órganos digestivos de la cavidad abdominal. El último capítulo repasa algunas técnicas frecuentes que se suelen realizar en pacientes con trastornos gastrointestinales. El planteamiento educativo de este libro proporciona al lector una mejor comprensión de cómo abordar la cirugía gastrointestinal en la clínica. Se tratan los casos más sencillos y los más complejos, abarcando un amplio abanico de situaciones a las que el cirujano veterinario puede enfrentarse a diario. En cada caso los autores incluyen la reseña, la exploración física del paciente, el diagnóstico, la preparación y la técnica quirúrgicas, así como otras consideraciones posquirúrgicas adicionales y consejos, cuando son necesarios. Al principio de cada caso también se incluyen datos sobre la prevalencia y la dificultad técnica, para intentar que el lector sea consciente de qué técnicas son básicas y cuáles requieren una formación más especializada. Un cuadro aporta información sobre la dificultad técnica del procedimiento y la prevalencia del trastorno descrito (de 1 a 5). Al principio de cada caso se detalla la reseña correspondiente. Los signos clínicos se destacan en un cuadro diferente. 11 Abdomen / Neoplasia cecal 161 Fig. 3. La flecha señala un ganglio linfático cólico dilatado. Fig. 2. Invaginación intestinal. Técnica quirúrgica Se hizo una incisión ventral por la línea me- dia, desde el cartílago xifoides hasta el pubis para la laparotomía exploratoria. Una vez abierta la cavidad abdominal, se observaron una invaginación ileocólica y un ganglio linfá- tico cólico dilatado (figs. 2 y 3). Se tomó una muestra del ganglio linfático y se mandó para su análisis histopatológico. Un análisis citológico rápido indicó una po- sible metástasis del mastocitoma extirpado tiempo atrás. Cuando la inversión cecal provoca una obstrucción ileocólica completa, los signos clínicos son agudos: dolor abdominal intenso, depresión, anorexia, vómitos y deshidratación. Una vez se hubieron acabado las pruebas prequirúrgicas y se tenían los resultados, el paciente se estabilizó según el protocolo y se pre- paró para laparotomía exploratoria. Se administraron antibióticos bac- tericidas de amplio espectro. Preparación quirúrgica Rasurado extenso y lavado del área abdominal con jabón de clorhexi- dina al 4 %. La cavidad prepucial se lavó con clorhexidina al 2,5 % diluida a 1:10. El paciente se colocó en decúbito supino para la intervención y se le pulverizó con solución de clorhexidina al 4 %. En circunstancias normales el ciego tiene un número apreciable de ganglios linfáticos distribuidos por toda su longitud. Estos son especialmente numerosos alrededor de la válvula ileocólica, es decir, la desembocadura del íleon en el ciego o colon. El aparato digestivo Casos ClíniCos 144 Fig. 6. Comprobando la permeabilidad del conducto colédoco. El líquido instilado ha de llegar hasta el duodeno sin dificultad. Justo antes de la disección de la vesícula biliar se tiene que compro- bar la permeabilidad del conducto biliar (conducto colédoco). Para ello se introdujo un catéter en la zona incidida de la vesícula biliar, guiándolo hacia el conducto cístico. Presionado cuidadosamente el conducto biliar con los dedos se infundió suero fisiológico y se com- probó que pasara hasta el intestino delgado (fig. 6). La colecistectomía empezó con una pequeña incisión en el pliegue peritoneal localizado entre la vesícula biliar y el hígado. Para evitar cualquier salpicadura de contenido biliar se usaron unas pinzas pe- queñas y delicadas para cerrar la incisión inicial del fundus de la ve- sícula (fig. 7). A través de esa pequeña ventana se hizo una disección roma hasta separar la vesícula biliar del parénquima hepático. Durante la disec- ción se coagularon los vasos que discurrían desde el hígado hasta la vesícula biliar con unas pinzas de coagulación bipolar (fig. 8). Estos pacientes presentan a menudo infecciones biliares mixtas. Las bacterias aisladas con mayor frecuencia de la vesícula biliar son Escherichia coli + Enterobacteria spp. y Enterococcus spp. + Clostridium spp. Ver Coagulación electrotérmica bipolar. En el libro Cirugía sin sangrado págs. 167-169 Fig. 7. Vesícula biliar pinzada que muestra el pliegue peritoneal en la cara ventral. Fig. 8. La vesícula biliar está incrustada en el lóbulo cuadrado del hígado. La disección puede provocar una hemorragia apreciable si no se cierran adecuadamente los vasos procedentes del hígado. También se puede aplicar una disección roma de la vesícula biliar usando bastoncillos estériles con una punta de algodón o una hidrodisección, para crear un plano de separación entre la vesícula biliar y el parénquima hepático. Ver fig. 4 del caso Litiasis de la vesícula biliar pág. 155 Las bandas coloreadas indican la descripción de una técnica quirúrgica. Número de capítulo, tema o patología que se trate. Los cuadros destacan la información de interés y algunos consejos útiles. Las instantáneas describen cada paso breve y claramente. ¿Cómo se maneja este libro? Se ilustran las intervenciones paso a paso, con excelentes fotografías. Se indican claramente las referencias a otras técnicas o explicaciones de este libro, para facilitar la referencia cruzada. Referencias a otras técnicas o explicaciones que aparecen en otros volúmenes de la colección de cirugía en la clínica de pequeños animales. Estas notas advierten del riesgo de la intervención o de algún paso que requiera una atención especial. Pulse sobre la página que desea consultar Índice Neoplasia labial .............................................................................................................................................. 16 Mucocele de la glándula cigomática ................................................. 22 Cuerpo extraño lineal retenido bajo la lengua de un gato ................................................................................................... 28 Traumatismo facial grave .................................................................................................... 34 Acalasia cricofaríngea ................................................................................................................... 44 Glosectomía ................................................................................................................................................................ 48 Glosectomía transversa ........................................................................................................... 54 Glosectomíaen cuña ........................................................................................................................ 60 Casos que afectan a la cavidad oral y a la faringe 15 Cuerpo extraño en el esófago de un perro ....................... 66 Cuerpo extraño lineal en un gato ................................................................ 74 Técnica combinada para extraer un cuerpo extraño ..................................................................................................................................... 78 Megaesófago .......................................................................................................................................................... 82 Hernia de hiato .................................................................................................................................................. 90 Casos que afectan al segmento torácico del esófago 65 SIGUIENTE } Índice 13 Pulse sobre la página que desea consultar Cuerpo extraño en el estómago ................................................................... 98 Síndrome de dilatación-vólvulo gástrico .......................... 102 Piloroplastia Y-U ........................................................................................................................................ 110 Peritonitis química debida a una rotura traumática del páncreas ..................................................................................................... 116 Torsión mesentérica ........................................................................................................................ 122 Cuerpo extraño en el duodeno ........................................................................ 128 Derivación extrahepática ................................................................................................. 135 Múltiples derivaciones extrahepáticas y derivación intrahepática ............................................................................................ 142 Peritonitis biliar debida a una rotura biliar extrahepática ........................................................................................... 150 Mucocele biliar .............................................................................................................................................. 156 Rotura de la vesícula biliar ......................................................................................... 161 Litiasis de la vesícula biliar ....................................................................................... 166 Neoplasia cecal ............................................................................................................................................ 174 Torsión del bazo .......................................................................................................................................... 178 Casos que afectan a los órganos digestivos del abdomen 97 Exploración física de la boca ................................................................................ 182 Colocación de una sonda alimentaria de esofagostomía .................................................................................................................................. 190 Colocación de una sonda alimentaria de yeyunostomía ..................................................................................................................................... 202 Técnicas aplicadas en los trastornos digestivos 181 | ANTERIOR 15 Casos que afectan a la cavidad oral y a la faringe Traumatismo facial grave Acalasia cricofaríngea Glosectomía Glosectomía transversa Glosectomía en cuña Neoplasia labial Mucocele de la glándula cigomática Cuerpo extraño lineal retenido bajo la lengua de un gato Er ic Is se le e/ sh ut te rs to ck .c om ÍNDICE 16 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Exploración física Inicialmente Shara fue operada de una pequeña neoplasia, de cerca de 0,5 cm de diámetro, que se le había detectado junto al ángulo de la comisura labial derecha. El diagnóstico histopatológico fue mela- noma amelanósico. A diferencia de los seres humanos, la mayoría de melanomas cutá- neos del perro son benignos. Sin embargo, los melanomas orales tienden a ser malignos y pueden invadir los tejidos circundantes y el hueso subyacente, además de generar metástasis. Los melanomas orales pueden ir acompañados de sialorrea, halitosis, hemorragia bu- cal, dificultad para comer o caída de la comida de la boca, y dolor oral. Actualmente existe una vacuna contra el melanoma que en algunos países se ha incorporado como componente estándar del trata- miento coadyuvante de los perros con un riesgo elevado de mela- noma. Esta vacuna ofrece su mejor eficacia cuando el tumor prima- rio se ha extirpado por completo. Es después cuando se aplica la vacuna, como terapia de continuación para erradicar las metástasis microscópicas. A causa de la agresividad de este tipo de tumor, se decidió aumentar el margen de seguridad original y crear un colgajo con pedículo vas- cular (también llamado colgajo unido) para cubrir el defecto (fig. 1). Neoplasia labial María Elena Martínez, Rodolfo Brühl Day, Pablo Meyer ■■ Remisión de un caso de melanoma amelanósico localizado en la comisura labial. ■■ Colgajo con pedículo vascular (también llamado colgajo unido). Signos clínicos: incapacidad para retener comida o agua dentro de la boca a causa de la deformación de la comisura labial, provocada por una operación previa. Nombre Shara Especie canina Raza cruce de Terrier Sexo hembra Edad 10 años Reseña Dificultad técnica Prevalencia Fig. 2. Paciente rasurado, lavado y en posición para la intervención. Fig. 1. Paciente tras la primera intervención, que muestra el margen inicial aplicado a causa de la malignidad de los melanomas amelanósicos. Preparación quirúrgica Se preparó el campo quirúrgico (fig. 2) y se rellenó la orofaringe con compresas de gasa estéril para evitar que la sangre o la solución de lavado se introdujesen por el esófago, la tráquea y/o los pulmones. A continuación se empezó a delinear la zona para practicar una extirpa- ción cutánea de espesor total en bloque, que aumentaría el margen de seguridad inicial (fig. 3a). No hay que subestimar nunca la malignidad de un tumor, porque su aspecto macroscópico no siempre es un reflejo fiel del verdadero diagnóstico histopatológico. Cavidad oral y faringe 17 Cavidad oral y faringe / Neoplasia labial | VOLVERÍNDICE Fig. 3b. El área quirúrgica comprometida después de la extirpación. Se observa claramente el interior de la cavidad oral. Fig. 3a. Exéresis de la cicatriz anterior para mejorar el margen de seguridad. Técnica quirúrgica El motivo para utilizar un colgajo fue conseguir una funcionalidad nor- mal de la región (fig. 3b). Si no se hace, la capacidad del paciente para abrir la boca puede quedar significativamente limitada. Para apli- car esta técnica quirúrgica de reconstrucción se tienen que recrear todas las capas anatómicas. a b Es de capital importancia recordar que, aunque esta intervención se clasifique como limpia-contaminada, se deben aplicar reglas de asepsia estrictas. 18 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Fig. 4b. Disección cortante y disección roma del colgajo, que incluía la capa subcutánea. Fig. 4a. Perfilado del colgajo. La manipulación de la piel ha de ser muy delicada, para no generar una respuesta inflamatoria excesiva o incluso una isquemia, además de para conservar un buen riego sanguíneo y man- tener la capa subcutánea adherida a la piel. Se necesitó disección roma y disección cortante. En este caso la hemostasia se consiguió con un bisturí eléctrico de bajo voltaje. La base del colgajo siempre ha de ser más ancha que el extremo, para garantizar un buen riego sanguíneo. La longitud delcolgajo depende de la resistencia intravascular de los va- sos que lo riegan y de la presión de perfusión. Si esta última desciende por debajo de la presión crítica de cierre de las arteriolas del plexo subdérmico, cesa el riego nutritivo de san- gre y se produce una isquemia en el colgajo. Por eso no es el concepto tradicional de ratio anchura/longitud el que dicta la supervivencia del colgajo, sino la presión de perfusión. Para crear el colgajo se mide la longitud desde el extremo más rostral de la herida hasta el ángulo de la comisura labial, equi- valente al tamaño del labio previamente ex- tirpado. La anchura será el doble de la al- tura del labio, porque el colgajo tendrá que plegarse hacia dentro para recrear un labio normal (fig. 4). a b Ver Láser quirúrgico. En el libro Cirugía sin sangrado págs. 156-165 Siempre hay que evitar retorcer los vasos para conservar un buen riego sanguíneo. Sin embargo es normal que en el colgajo se forme un edema. 19 Cavidad oral y faringe / Neoplasia labial | VOLVERÍNDICE Fig. 7. Se colocó un drenaje Penrose de ½’’ para reducir el espacio muerto y evitar la acumulación de líquidos. El drenaje cumple el principio de que no debe salir nunca por la incisión primaria, por eso sale por otra, tal como muestra la imagen. Fig. 6. Se desplazó el colgajo y se plegó sobre sí mismo. Fig. 5. El colgajo, que incluye piel y submucosa, se desplazó en dirección oral. Finalmente se usó hilo de sutura absorbible y se colocó un drenaje para drenar los ex- cesos de líquidos del área quirúrgica (fig. 7). A continuación se tiró del colgajo hacia arriba, para asegurar una buena aposición de los bordes y ajustarlo con precisión an- tes de empezar la sutura (fig. 6). Después, el borde inferior del colgajo se plegó en di- rección medial sobre sí mismo y se suturó al borde de la mucosa gingival. En este caso este colgajo se elevó con la capa subcutánea, para maximizar el riego de sangre de la piel al incluir el plexo sub- dérmico. Una vez creado el colgajo, se des- plazó en dirección oral (fig. 5). 20 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Se ha de tener la precaución de rasurar el pelo a medida que crece. Si no, se le adherirían tanto la saliva como la comida, produciendo mal olor en la zona. Fig. 9a. Imagen posquirúrgica que muestra a Shara a los 15 días de la intervención. Imagen ventrodorsal del punto de salida del drenaje (flecha). Evolución La evolución de Shara fue muy buena (figs. 9 y 10). El tumor no recidivó ni generó metástasis nunca más. La paciente murió seis años después por una causa sin rela- ción con el tumor. Fig. 8. Última comprobación antes de quitar los puntos. Hay que recordar que la cara interna del col- gajo es en realidad la piel plegada, si bien con el tiempo experimentará una metaplasia y se convertirá progresivamente en mucosa (fig. 8). a 21 Cavidad oral y faringe / Neoplasia labial | VOLVERÍNDICE Fig. 10b. Shara a los 60 días de la intervención. Aspecto externo del colgajo. Fig. 10a. Shara a los 60 días de la intervención. Aspecto externo del colgajo cicatrizado. Fig. 9b. Shara a los 15 días de la intervención. En el examen histopatológico la zona dise- cada presentaba márgenes limpios sin evi- dencia de neoplasia recurrente. Aunque fue difícil mantener la zona limpia, Shara gozó de una buena calidad de vida. a b b 22 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Fig. 1. Prolapso de la glándula del tercer párpado (también llamado “ojo de cereza”). El paciente está bajo anestesia general. Exploración física Habíamos programado una intervención de reducción y realojamiento de la glándula del tercer párpado de Lara. En el momento de la exploración no se apreció ninguna otra anomalía que el prolapso de la glándula (fig. 1). Nombre Lara Especie canina Raza cruce de Rottweiler Sexo hembra, esterilizada Edad 10 años Reseña Mucocele de la glándula cigomática Rodolfo Brühl Day, María Elena Martínez, Pablo Meyer ■■ Un mucocele salival o sialocele es una acumulación de saliva en el tejido submucoso o subcutáneo, debida a una lesión del conducto salival o de la cápsula de la glándula. Signos clínicos: prolapso crónico de la glándula del tercer párpado con ligero estrabismo. Dificultad técnica Prevalencia El mucocele de la glándula cigomática es un tipo muy raro de sialocele. La saliva procede de la glándula salival cigomática, una de las glándulas salivales principales, de forma ovoide e irregular, localizada en el suelo de la órbita, ventral al ojo y medial al arco cigomático (fig. 2). En la mayoría de los casos, en la bibliografía veterinaria se menciona un traumatismo como el origen de los sialoceles, pero también pueden producirse espontáneamente. La glándula salival cigomática tiene varios conductos que siguen un recorrido ventral y que desembocan en un pliegue de la mucosa lateral al último molar superior. Habitualmente se puede identificar su conducto principal en este punto, aproximadamente 1 cm caudal a la papila parotídea. 23 Cavidad oral y faringe / Mucocele de la glándula cigomática | VOLVERÍNDICE Fig. 3. Paciente intubado y mucocele localizado en el vestíbulo bucal de la cavidad oral (flecha). Preparación quirúrgica Tras colocar un catéter intravenoso perifé- rico, se indujo la anestesia y con el paciente a punto de ser intubado se observó un abul- tamiento indoloro y de superficie irregular en el vestíbulo bucal aboral de la cavidad oral. La mucosa del abultamiento estaba ligera- mente edematosa y dañada, por habérsela mordido el propio animal (fig. 3). Fig. 2. Glándulas salivales del perro (se ha retirado el hueso cigomático). Obsérvese la posición de la glándula cigomática en la región orbitaria. Glándula parótida Glándula mandibularGlándula sublingual Glándula cigomática 24 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Mucocele faríngeo Técnica quirúrgica El paciente se intubó por seguridad, para que tuviera una vía respiratoria permeable y para retener cualquier drenaje que pudiera deslizarse hacia la laringe. La faringe se puede taponar con compresas de gasa para evitar que entren líquidos pro- cedentes de la orofaringe. Un mucocele faríngeo se puede convertir en un caso con riesgo de muerte si crece tanto como para obstruir la tráquea (fig. 4). En los casos menos complicados puede provocar dificultades de deglución. Los pacientes con un mucocele faríngeo pueden presentar signos de obstrucción de las vías respiratorias superiores. La técnica de drenaje es similar a la que se usa para un mucocele cigomático (aspiración con aguja o incisión con hoja de bisturí no 12). Habitualmente los mucoceles de la glándula cigomática no implican un riesgo de muerte, al contrario que los de la región orofaríngea, como p. ej. los mucoceles faríngeos (fig. 4). 25 Cavidad oral y faringe / Mucocele de la glándula cigomática | VOLVERÍNDICE Fig. 4. Mucocele faríngeo. Su localización demuestra la posible obstrucción de la vía respiratoria. 26 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE A veces la acumulación de líquido dentro de la órbita puede hacer que el ojo se desplace hacia adelante, imitando un exoftalmos, un estrabismo y/o una inflamación periorbitaria. Aspiración de un líquido transparente y viscoso, de color amari- llento ambarino o manchado de sangre, que tiene un aspecto filante cuando se deposita sobre un porta a través de una aguja. Suele ser diagnóstico (fig. 5). Al microscopio, el líquido presenta un recuento celular reducido que solamente se eleva en caso de estar infectado. En el caso de Lara, la tinción del frotis con un colorante específico de moco, p. ej. ácido peryódico de Schiff, confirmó que el líquido era saliva. El diagnóstico diferencial también debe incluir un abceso. La saliva acumulada del paciente procedía de una fuga de una glán- dula o un conducto salival dañados, que se acumulaba entre los tejidos. Habitualmenteno se identifica la causa exacta, pero se ha sugerido que algunos perros presentan una predisposición a sufrirlo. Los mucoceles suelen detectarse en forma de hinchazones fluc- tuantes e indoloras del cuello o de la cavidad oral. A menudo se les denomina erróneamente quistes salivales, aunque no tengan epitelio secretor. El revestimiento interno del mucocele es de tejido inflamato- rio, secundario a la irritación causada por la saliva sobre los tejidos: en respuesta a la saliva, se va formando una cápsula de tejido conjuntivo alrededor de ella, en un intento del organismo por encapsular el ma- terial extraño. Fig. 5. Muestra de un mucocele en la que se puede apreciar la naturaleza filante de la saliva espesa que cuelga de la punta de la jeringa. En este caso el tratamiento es similar al que se aplica para el drenaje de un abceso retrobulbar próximo al último molar. El drenaje del mucocele puede ser el tratamiento inicial de elección, pero si recidiva, solo se cura con la extirpación de la glándula salival cigomática y el drenaje del mucocele. Generalmente se aprecia una zona inflamada. Para incidir el abom- bamiento se necesita una pinza curvada de hemostasia de Halsted y una hoja de bisturí del nº 12 o una jeringa con una aguja 12-14 G. Al insertarla en la zona inflamada se consigue un drenaje ventral del sialocele. Se puede aplicar el mismo procedimiento si la hinchazón es un abceso. En ese caso es esencial usar una aguja de gran calibre (16-18 G), a causa de la viscosidad del material a drenar. Se puede extirpar la glándula retirando una parte del arco cigomático, lo que permite acceder mejor a la órbita, donde está localizada la glándula. Tras la intervención se vuelve a fijar el hueso con alambre de osteosíntesis. Fig. 6a. La aguja se inserta en la zona dilatada, aboral al último molar y en dirección dorsomedial. a 27 Cavidad oral y faringe / Mucocele de la glándula cigomática | VOLVERÍNDICE Consideraciones Puede que el simple drenaje del mucocele cigomático no consiga una remisión per- manente. El riesgo de recidiva desaparece con la extirpación quirúrgica de la glándula afectada. En los casos en que el sialocele cigomá- tico causa un exoftalmos también se re- comienda la extirpación quirúrgica de la glándula. El prolapso de la glándula del tercer párpado del paciente se resolvió mediante la técnica del bolsillo de Morgan modificada. En este caso el paciente no sufrió ninguna recidiva del mucocele de la glándula salival. Fig. 6c. Jeringa con saliva extraída del mucocele. Fig. 6b. Detalle de la zona afectada. Obsérvese el líquido “meloso” que llena la jeringa. c b 28 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Fig. 2. Radiografía de contraste del tubo digestivo. Vaciado gástrico lento. Yeyuno afectado. Peristaltismo lento del tercio proximal del intestino delgado. Fig. 2a. Proyección laterolateral. Fig. 1. Radiografía simple del abdomen. Dilatación intestinal leve en el mesogastrio. Una radiografía simple mostró una dilatación intestinal (fig. 1). El diagnóstico se completó con un estudio con bario (fig. 2). El vaciado gástrico era lento y se observaba material de contraste en el esófago y en el tercio pro- ximal del intestino delgado. Exploración física Este gato se presentó con una historia de vómitos durante los últimos seis días. Tole- raba parcialmente los líquidos, pero al inge- rir alimentos sólidos el paciente presentaba vómitos recurrentes al cabo de 1 a 4 horas. La exploración física reveló una evidente pérdida de peso. A la palpación abdominal manifestaba un malestar abdominal leve. El resto de parámetros vitales estaban dentro de la normalidad. El paciente había recibido tratamiento sin- tomático con antieméticos, analgésicos y antibióticos, sin obtener ningún resultado satisfactorio. Nombre Silver Especie felina Raza Común Europeo de pelo corto Sexo macho Edad 3 años Reseña Cuerpo extraño lineal retenido bajo la lengua de un gato Cuerpo extraño lineal retenido bajo la lengua Rodolfo Brühl Day, María Elena Martínez, Pablo Meyer ■■ Laparotomía. Enterotomía. ■■ Indicadas para algunos tipos de cuerpos extraños. Signos clínicos: vómitos, depresión, anorexia, letargo. Dificultad técnica Prevalencia a 29 Cavidad oral y faringe / Cuerpo extraño lineal retenido bajo la lengua | VOLVERÍNDICE A los 45 minutos era evidente que una parte del intestino delgado contenía un objeto que guardaba un parecido con un cuerpo ex- traño lineal (CEL) (fig. 3). Fig. 3. Radiografía de contraste del tubo digestivo. Imagen radiopaca compatible con un CEL. Fig. 2b. Proyección ventrodorsal. b 30 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Fig. 4. (a) y (b) Apenas se ve un fino hilo bajo la lengua, que rodea el frenillo y está casi incrustado en él (flechas). (c) Al levantarlo con la punta de las tijeras, el hilo se ve bien. Mientras el paciente se estabilizaba adecuadamente, se hicieron los análisis clínicos previos. También se examinó la cavidad oral, como parte de la exploración física. Entonces se observó un hilo bajo la lengua, que rodeaba el frenillo. A causa del dolor y el malestar de las dos últimas horas, se anestesió al paciente y se le llevó al quirófano. Allí se cortó el hilo (fig. 4). Preparación quirúrgica Se le rasuró el abdomen y se le hizo una preparación quirúrgica es- tándar. Se lavó la zona con povidona iodada y después se pulverizó también con solución de povidona iodada. En los gatos, si existe la sospecha de que se hayan tragado un cuerpo extraño, se ha de examinar siempre la boca, abriéndola y mirando sobre todo bajo la lengua. A los gatos les gusta jugar con la lana o con los hilos; a veces se tragan incluso alguna aguja de coser. a b c 31 Cavidad oral y faringe / Cuerpo extraño lineal retenido bajo la lengua | VOLVERÍNDICE Fig. 5. La imagen muestra la plicatura intestinal provocada por el CEL. No se observa ningún daño significativo en la cara mesentérica del intestino plegado. Fig. 6. Enterotomía. Extracción del CEL del intestino delgado. (a-d) Hay que tirar con delicadeza para no provocar desgarros en el intestino. Técnica quirúrgica Se realizó una laparotomía por la línea media, desde el xifoides hasta el tercio caudal del abdomen, para permitir una buena inspección de la cavidad abdominal. Una vez abierta, se observó el intestino delgado replegado, en un intento de desprenderse del CEL a base de movimientos peristálti- cos (fig. 5). La cara mesentérica no había sufrido ningún traumatismo grave, es decir, no había perforación. Una vez cortado el CEL, la tensión sobre el intestino delgado se re- lajó, evitando así nuevas lesiones. No se observó ninguna otra anomalía significativa. El resto del intes- tino delgado y los órganos abdominales próximos tampoco habían sufrido ningún daño. a Tras identificar la porción más distal del intestino delgado plegado, se aplicaron gasas húmedas de laparotomía alrededor de la cavidad ab- dominal abierta, para evitar que al manipular el intestino cayeran po- sibles salpicaduras del contenido intestinal en la cavidad abdominal. A continuación se exteriorizaron las asas intestinales y se envolvie- ron con más gasas humedecidas para protegerlas mejor. Se realizó una enterotomía por la zona más distal del intestino y se extrajo cui- dadosamente el CEL. A base de tirar y masajear cuidadosamente el intestino replegado, se consiguió desprender y extraer el resto del CEL (fig. 6). 32 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Fig. 6b. Fig. 6d. Fig. 6c. b d c Es fundamental manipular el intestino con delicadeza para evitar dañar más la pared mesentérica. 33 | VOLVERÍNDICE Cavidad oral y faringe / Cuerpo extraño lineal retenido bajo la lengua Cada punto de sutura del intestino debe incluir también la capa submucosa, porque es la de sostén. Tener cuidado con el “aspecto del champiñón” que surge cuando se incide el intestino y provocaun grado variable de eversión mucosa. Evolución El curso posquirúrgico discurrió sin com- plicaciones. Se trató al paciente con anti- bióticos y analgésicos según protocolo, así como líquidos de apoyo. Doce horas después de la intervención se ofreció al paciente una dieta blanda. Ini- cialmente la rechazó, pero aceptó una pe- queña cantidad 12 horas después. No se observaron vómitos. Cuarenta y ocho horas después de la laparotomía Silver recuperó el apetito y empezó a comer como siempre. Se le quitaron los puntos de sutura siete días después. El dueño no comunicó nin- guna complicación. Fig. 8. Prueba de agua. Resultado negativo. Fig. 7. Sutura simple interrumpida con aposición. Tal como está indicado en cualquier intervención de cirugía mayor, se realizó un lavado abdominal y una aspiración copiosos antes de cerrar el abdomen. Tras comprobar que no quedaba ninguna gasa suelta, se cerró la cavidad abdominal de forma rutinaria. Tras extraer el CEL, se exploró el lugar de la enterotomía, especial- mente la pared mesentérica, que estos cuerpos extraños tienden a “aserrar” a causa del peristaltismo. Se cerró la enterotomía con una sutura simple de puntos sueltos con aposición, con monofilamento absorbible de 4/0 (fig. 7). Si se considera necesario, se puede recortar la mucosa intestinal una vez evertida, para igualar los bordes con la superficie serosa, faci- litando así la aposición. Si el nivel de albúmina del paciente es de 2,0 g/dl o menor, es mejor una sutura monofilamento no absorbible (nailon o polipropileno). No se recomienda usar catgut crómico. Finalmente se hizo una prueba con agua, para detectar posibles pun- tos de fuga, que dio resultado negativo (fig. 8). 34 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Se extrajo sangre para obtener datos bási- cos, a la vez que se administraba fluidotera- pia para estabilizar al paciente. Se le admi- nistraron antibióticos de amplio espectro, así como analgésicos y AINE. Fig. 2. Desgarro del paladar duro, lado derecho. Se aprecia el nervio infraorbitario. Fig. 1. Paciente anestesiado para su exploración física. Se observan los daños en los tejidos blandos sobre el labio izquierdo y las laceraciones sobre las regiones facial y orbital. Exploración física El paciente se anestesia y se intuba para practicar una exploración física exhaustiva (fig. 1). Presentaba múltiples fracturas fa- ciales en los huesos maxilar, nasal, paladar duro y mandíbula, y extensos daños en te- jidos blandos, con exposición del interior de la cavidad nasal y hemorragia significativa (figs. 2 y 3). Nombre Less Especie canina Raza Pompek de Grenada Sexo macho, entero Edad 1,5 años Reseña Traumatismo facial grave Rodolfo Brühl Day, Eduardo Durante, Sandra Mattoni ■■ Paciente atropellado. ■■ Reconstrucción facial. Sonda de esofagostomía. Signos clínicos: traumatismo, atropello media hora antes, remisión de urgencia. Dificultad técnica Prevalencia 35 Cavidad oral y faringe / Traumatismo facial grave | VOLVERÍNDICE Fig. 4. Radiografía que muestra la magnitud del daño óseo, proyección laterolateral. Tras una primera exploración, se hicieron radiografías simples de cabeza y tórax. Las radiografías de tórax confirmaron los resul- tados de la exploración física, sin mostrar ninguna otra anomalía (figs. 4-6). Además se colocó un catéter urinario para controlar la producción de orina del paciente. b Fig. 3b. Paladar duro fracturado por la mitad, imagen frontal. Fig. 3a. Huesos nasales y cavidad separados del paladar duro fracturado, lado izquierdo. a 36 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Fig. 6. Tórax, proyección laterolateral. Preparación quirúrgica Debido a la intensa reacción inflamatoria, se decidió que la mejor opción para el paciente era establecer un control cuidadoso de la reducción gradual de la inflamación antes de intentar cualquier corrección quirúrgica. Hasta entonces se le colocó una sonda de esofagostomía para alimentarlo. Se rasuró ampliamente la zona cervical iz- quierda y se lavó con jabón de clorhexidina al 4 %. A continuación se pulverizó con una solución de clorhexidina al 4 % justo antes de cubrir la zona con paños, permitiendo un tiempo de contacto suficiente. a b Fig. 5a. Fractura de la mandíbula. Fig. 5b. Fracturas en nariz, paladar y mandíbula. 37 Cavidad oral y faringe / Traumatismo facial grave | VOLVERÍNDICE Fig. 8b. Colocación de un vendaje alrededor del cuello para proteger la sonda de esofagostomía. Fig. 8a. Vendaje inicial. Fig. 7. Sonda alimentaria de esofagostomía puesta en su lugar, con una sutura de retención en sandalia romana para mantenerla en su sitio. Técnica quirúrgica Se colocó una sonda alimentaria de esofa- gostomía, según la técnica descrita en este libro (figs. 7 y 8). Ver Colocación de una sonda alimentaria de esofagostomía págs. 190-201 b a 38 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Para conservar la alineación del paladar duro fracturado hasta el momento de la in- tervención se suturó la mucosa dañada con monofilamento de nailon 3/0 (fig. 9), lo que indirectamente produjo una reducción de las fracturas nasales. Fig. 9. Tejidos blandos suturados (mucosa labial a mucosa gingival) para mantener temporalmente la alineación de los huesos rotos hasta la intervención. La inflamación y el edema de los tejidos blandos eran tan intensos que se rechazó la idea de poner un bozal para la inmovilización (fig. 10). También se tuvo en cuenta el riesgo de aspiración en caso de vómito. Fig. 10. Paciente con collar isabelino 24 horas después de su presentación inicial. Al cabo de 48 horas, una vez había mejo- rado la condición del paciente, se realizó la intervención para tratar las lesiones de la cara y la cabeza (fig. 11). Fig. 11. El paciente 48 horas después de su ingreso, respirando por la boca. Se observan residuos y costras alrededor de la boca. La inflamación se había reducido, sobre todo alrededor del puente de la nariz. 39 Cavidad oral y faringe / Traumatismo facial grave | VOLVERÍNDICE Fig. 14. Fase de desbridamiento. Fig. 13. Paciente en posición para la intervención. El paciente se preparó y anestesió para ciru- gía (figs. 12 y 13). Una vez sobre la mesa de quirófano, se hizo un desbridamiento inicial de las heridas (fig. 14). Fig. 12. Intubación orotraqueal e inducción de la anestesia. 40 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Una vez reducidas las fracturas se utilizó un taladro para hacer agujeros en cada uno de los fragmentos óseos que había que unir, para fijarlos en su lugar con alambre de os- teosíntesis (figs. 16-18). Fig. 16. Taladrando los orificios por los que ha de pasar el alambre. Fig. 15. Lesión del paladar duro. El hueso roto se había dividido prácticamente por la mitad, lo que permitía ver el interior de la cavidad nasal. Se retiró la sutura temporal. Se limpiaron to- dos los residuos de los tejidos, se retiraron los fragmentos óseos y se lavaron ambas cavidades (nasal y oral). Tras esto, se em- pezó con la alineación de los huesos fractu- rados (fig. 15). Fig. 17. (a) y (b) Colocación previa de los alambres. ba 41 Cavidad oral y faringe / Traumatismo facial grave | VOLVERÍNDICE Fig. 19. Reparación de la mandíbula. Los huesos nasales y el paladar duro se re- pararon en primer lugar, luego la mandíbula y los tejidos blandos (fig. 19). En total se colocaron siete alambres en los huesos maxilar y palatino, dos en el cuerpo mandibular derecho y uno en el izquierdo. Se escogió el alambre en lugar de fijadores externos o agujas y adhesivo acrílico por las limitaciones económicas del dueño. Se cerró la mucosa con sutura monofila- mento absorbible 3/0. Se desbridaron los bordes de la lesión del labio y se cerró con monofilamento de nailon 3/0 en la piel. Fig. 18. (a) y (b) Tensando los alambres colocados. b a En este tipo de traumatismo se pretende conseguir una buena funcionalidady, en la medida de lo posible, un buen resultado cosmético. 42 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Fig. 20b. Radiografía posquirúrgica, proyección laterolateral. Consideraciones Se preparó una papilla especial con la que se alimentó a Less a tra- vés de la sonda, en cantidades crecientes, según sus necesidades de energía. Dos semanas después de la intervención se volvieron a hacer radio- grafías de control (fig. 20). Los huesos estaban cicatrizando bien y no se apreciaba tejido necrótico en la boca. Dos días después de la intervención se había conseguido una buena funcionalidad y un buen resultado cosmético (fig. 21). Durante el período de cicatrización se ha de ir cambiando el vendaje cuando se mancha con la comida o el agua. Para proteger la piel que rodea al estoma se puede aplicar aceite mineral o de bebé. También se puede emplear una pomada antibiótica. La sonda alimentaria se retiró dos semanas después de la interven- ción (fig. 22). Fig. 21b. Less, dos semanas después de la intervención. Imagen lateral de la nariz.Fig. 21a. Less, dos semanas después de la intervención. Imagen frontal. Se aprecia la buena funcionalidad y el buen aspecto cosmético. Fig. 20a. Radiografía posquirúrgica, proyección dorsoventral. b a ba 43 Cavidad oral y faringe / Traumatismo facial grave | VOLVERÍNDICE Evolución El paciente recibió el alta 36 días después de la visita inicial. Less es- tuvo hospitalizada tanto tiempo porque el propietario no podía aplicar en casa el tratamiento posquirúrgico inmediato ni la dedicación que este paciente requería. Entre otras instrucciones de alta, se le dijo al propietario que no de- jase que Less masticase comida sólida ni cualquier otro objeto duro hasta que los huesos soldasen por completo. La consolidación ósea y la cicatrización de las heridas discurrieron sin complicaciones, la condición física del paciente mejoró y Less recu- peró una vida normal. Fig. 23. Less se recuperó bien y recibió el alta 36 días después de la visita inicial. Fig. 22. (a) Retirada de la sonda alimentaria 15 días después de la intervención. (b) Se corta la sutura de retención en sandalia romana y la sonda se extrae cuidadosamente. (c) Estoma formado tras la esofagostomía. (d) El estoma esofágico se ha de cubrir temporalmente con un vendaje ligero hasta que cicatrice por segunda intención. b d a c 44 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Nombre Brillito Especie canina Raza Caniche miniatura Sexo macho Edad 6 meses Reseña Acalasia cricofaríngea Rodolfo Brühl Day, María Elena Martínez, Pablo Meyer ■■ Causa de disfagia rara, aunque tratable, en el perro. ■■ Etiología desconocida, se sospecha origen congénito. ■■ Aparece en el cachorro en cuanto se desteta y pasa al alimento sólido. Signos clínicos: disfagia desde el destete sobre el mes de edad. Dificultad técnica Prevalencia Fig. 1. Brillito en la primera visita. Este paciente venía presentando disfagia desde que tenía un mes, es decir, desde el destete (cuando la dieta líquida se sustituye progresi- vamente por alimento seco). Los propietarios solían dar de comer a su cachorro con un biberón con una tetina especialmente adaptada que permitía introducirla hasta la faringe. La deglución normal consiste en tres fases: orofaríngea, esofágica y gastroesofágica. Este trastorno consiste en que durante la fase esofágica no se relaja el esfínter esofágico superior. La acalasia cricofaríngea es una interrupción de la subfase cricofaríngea de la fase orofaríngea de la deglución. El bolo de comida no pasa de la orofaringe al esófago cervical porque el músculo cricofaríngeo no se relaja a la vez que se contraen los demás músculos faríngeos. Antes de intentar cualquier intervención hay que tratar adecuadamente una neumonía o una posible malnutrición. Brillito había sufrido varios episodios de tos cuando la comida se le in- troducía por las vías respiratorias. El paciente no mostraba salivación excesiva y era capaz de tragar su propia saliva. Se sospechó una disfagia cricofaríngea junto con otras enfermedades que cursan con disfunción de la deglución. Una videofluoroscopia mientras tragaba contraste de bario confirmó el diagnóstico. El bolo de comida se desplazó hasta el esófago, pero se detuvo a la altura del músculo cricofaríngeo. También se evaluó la movilidad esofágica, con resultados normales y se hicieron radiogra- fías para descartar una neumonía por aspiración. La solución quirúrgica de este tipo de disfagia es una miectomía cricofaríngea. Preparación quirúrgica Aunque también se podría haber optado por un abordaje lateral, en este caso se optó por un abordaje por la línea media ventral. Se rasuró una amplia zona del cuello desde el ángulo de la mandíbula hasta la entrada del tórax. La cara ventral del cuello del paciente se preparó con la técnica estándar, con jabón y solución de clorhexidina pulverizada sobre la zona. Se colocó al paciente en decúbito supino con una pequeña toalla en- rollada bajo el cuello para arquearlo hacia arriba. Se fijó la mandíbula a la mesa de quirófano con cinta adhesiva para evitar que se girase la cabeza del paciente durante la intervención. 45 Cavidad oral y faringe / Acalasia cricofaríngea | VOLVERÍNDICE Fig. 4. Esófago (flecha amarilla) y nervio laríngeo recurrente izquierdo por debajo (flecha blanca). Fig. 3. Puntos de retención en el borde del cartílago tiroideo. Se veía la tráquea y la laringe. Esta última se rotó a mano 180 grados sujetando el borde dorsal del cartílago tiroides. Para conservar esta rotación se colocaron puntos de reten- ción en el borde del cartílago tiroides, como se aprecia en la fig. 3. En la fig. 4 se observa el esófago dorsal a la tráquea (flecha amarilla). Se introdujo un estetoscopio esofágico en el esófago para que el cirujano pudiese palparlo fácilmente y usarlo como referencia anatómica. Se tuvo cuidado de proteger los nervios laríngeos re- currentes que discurren dorsolaterales a la tráquea. Fig. 2. Disección roma de los músculos esternohioideos para acceder a la tráquea y la laringe. Técnica quirúrgica Se incidió la piel por la línea media ventral, empezando craneal a la laringe y termi- nando a pocos centímetros de la entrada del tórax. A este nivel el tejido subcutáneo es delgado y se suele incidir junto con la piel. Se hizo una disección roma de ambos músculos esternohioideos (fig. 2). En el momento de girar la laringe es mejor que el manguito de la sonda endotraqueal esté desinflado, para evitar que dañe la tráquea. También se recomienda colocar una sonda orogástrica o un estetoscopio esofágico para facilitar la identificación del esófago en todo momento durante la intervención. Caudal Craneal 46 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Fig. 7. Disección roma del músculo cricofaríngeo y de la porción caudal del tirofaríngeo. La disección del músculo cricofaríngeo y la porción caudal del tirofaríngeo deben ser delicadas para no perforar el esófago, que está situado justo debajo (fig. 7). En la figura 6 se aprecian claramente los músculos músculos cricofaríngeo y tirofaríngeo. Fig. 6. Músculos tirofaríngeos y esófago. Fig. 5. La flecha señala el músculo cricofaríngeo. El asistente mantuvo la laringe en rotación colocando un retractor delicado (como un retractor de Miller-Senn) y tirando de los puntos de retención en dirección lateral, ofreciendo así una posición adecuada para que el cirujano pudiera disecar el músculo cricofaríngeo (fig. 5). 47 Cavidad oral y faringe / Acalasia cricofaríngea | VOLVERÍNDICE Diagnóstico El tejido escindido se mandó para su examen histopatológico, para continuar con el diagnós- tico de una posible afección neuromuscular. El análisis reveló que el tejido muscular era normal. Evolución y consideraciones Los pacientes sometidos a esta intervención deben permanecer hospitalizados durante 24 ho- ras después de la misma, hasta quepuedan consumir alimentos, o durante 72 horas si el esófago se ha incidido involuntariamente durante la disección de los músculos. Este intervalo de tiempo permite la cicatrización inicial del punto de perforación. En este caso, el paciente necesitó dos semanas hasta que pudo deglutir alimento sólido sin problemas. La evolución fue lenta pero siempre favorable. Los pacientes con acalasia cricofaríngea parecen clínicamente sanos, salvo los que sufren una neumonía por aspiración secundaria o emaciación, pese a tener un apetito voraz. Los signos clínicos pueden ser atragantamientos, náuseas, expulsión forzada del bolo alimentario y regur- gitación inmediatamente después de la deglución. Esta patología tiene un buen pronóstico de curación con la miectomía de los músculos crico- faríngeo y tirofaríngeo que constituyen el esfínter esofágico superior. Se rotó la faringe hacia el lado opuesto y se repitió el procedimiento al otro lado del rafe (fig. 9). Se extirpó una cinta delgada de músculo a cada lado para evitar que el pro- blema recidivara. Fig. 9. Miectomía del lado opuesto del rafe medio. Fig. 8. Miectomía de los músculos cricofaríngeo y tirofaríngeo. La miectomía de los músculos cricofaríngeo y tirofaríngeo se hace a nivel de la inserción de ambos en el rafe medio (fig. 8). Caudal Craneal La miectomía del cricofaríngeo está CONTRAINDICADA en otras formas de disfagia faríngea porque puede aumentar la probabilidad de sufrir una aspiración de la comida. 48 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Nombre Helga Especie canina Raza Samoyedo Sexo hembra, esterilizada Edad 8 años Reseña Glosectomía Rodolfo Brühl Day, María Elena Martínez, Pablo Meyer ■■ Extirpación parcial o total de la lengua. ■■ Indicada en casos de heridas, neoplasia y/o necrosis. Signos clínicos: dificultades para comer, hemorragias intermitentes por la boca. Dificultad técnica Prevalencia Fig. 2. Detalle del tumor que afectaba a la lengua. El tumor ocupaba cerca del 30 % de la lon- gitud de la lengua (lado izquierdo), dejando cerca del 70 % intacto (figs. 2 y 3). Fig. 1. En estos casos se necesita una exploración detallada con anestesia general. Exploración física Una anestesia breve permitió una explo- ración completa del paciente, incluidos el aspecto de la lesión, su magnitud (fig. 1), la presencia de otros cuadros patológicos y la afectación de los ganglios linfáticos regionales. 49 Cavidad oral y faringe / Glosectomía | VOLVERÍNDICE Fig. 4. La preparación quirúrgica también incluye lavar la boca con una solución antiséptica diluida. Fig. 3. Tamaño de la neoplasia, que afecta a casi el 30 % de la longitud de la lengua. Preparación quirúrgica Es una intervención limpia-contaminada porque se hace en la cavi- dad oral. Ver tabla I del caso Glosectomía transversa pág. 55 Se preparó el campo quirúrgico con una solución antiséptica de po- vidona iodada 1:10 o de clorhexidina 1:30 diluida en suero fisiológico. Toda la cavidad oral se lavó varias veces (fig. 4), teniendo la precau- ción de taponar la faringe con compresas de gasa enrolladas para evitar la aspiración de líquidos. La exploración física previa a la intervención tiene una importancia capital. 50 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Fig. 8. Se deben colocar puntos de retención a ambos lados de la lengua.Fig. 7. Los puntos puestos previamente ayudarán a mantener cualquier hemorragia excesiva bajo control. Fig. 6. Se establece un margen de 2 cm (amarillo) aboral a la incisión propuesta (rojo). Fig. 5. Paciente en decúbito lateral, sobre el lado opuesto al de la intervención. Técnica quirúrgica Se colocó un abrebocas y se fijó a los caninos del lado opuesto a la neoplasia. El paciente se colocó en decúbito lateral sobre el lado opuesto al de la intervención (fig. 5). Se elevó ligeramente el hocico colocando una toalla enrollada debajo. Se puso una gasa estéril bajo la lengua y se usó otra impregnada en un antiséptico diluido para lim- piar toda la boca otra vez, para completar la preparación del campo quirúrgico. Tras poner paños de campo adicionales o gasas alrededor de la len- gua, se estableció un margen de aproximadamente 2 cm (fig. 6). Se colocaron puntos verticales de colchonero aproximadamente 1 cm aborales a la línea de incisión propuesta. Su función principal es ayudar en la hemostasia (fig. 7). Previamente se pusieron unos pun- tos de sutura de un lado al otro. Para ayudar con la manipulación de la lengua se recomienda poner puntos de retención a ambos lados (fig. 8). Los puntos de retención se mantuvieron en su sitio poniendo una pinza de hemostasia en los extremos. Estas suturas actúan como asas y ayudan con la manipu- lación de la lengua. Con la mucosa oral el bisturí eléctrico se ha de usar con precaución porque puede provocar una reacción inflamatoria bastante importante. Como método alternativo de hemostasia se recomienda aplicar un coagulador bipolar. Ver Coagulación electrotérmica bipolar. En el libro Cirugía sin sangrado págs. 167-169 51 Cavidad oral y faringe / Glosectomía | VOLVERÍNDICE Es esencial observar las superficies dorsal y ventral de la lengua para estar seguro de que las suturas están situadas correctamente. La fi- gura 9 muestra la fracción de la lengua a extirpar. Se hizo una incisión con un bisturí, aproximadamente 0,5 cm aboral a la linea de sutura previamente colocada (fig. 10). Una vez extirpada la sección de la lengua afectada, se unieron los bordes de la incisión con puntos simples o con una sutura continua lo suficientemente tensa (fig. 11). Los bordes de la herida se suturaron con puntos simples sueltos con monofilamento de nailon (fig. 12). Fig. 12. Los bordes de la herida se suturan con monofilamento de nilon 3/0. Fig. 11. Es esencial una buena aposición de los bordes para que cicatrice bien.Fig. 10. Incisión inicial. Fig. 9. Cantidad de lengua a extirpar. a b 52 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Fig. 15. Los trabones sirven para evitar autotraumatismos. Fig. 14. El vendaje alrededor del cuello ayuda a mantener la sonda alimentaria en su sitio. La sonda alimentaria se mantuvo en su sitio con un vendaje alrededor del cuello (fig. 14). En la abertura de la sonda se ha de poner un tapón. Para usarla, se ha de aclarar con agua corriente antes y después de alimentar al paciente, para evitar obstrucciones. Fig. 13. La esofagostomía es vital. En estos pacientes hay que poner una sonda de esofagostomía antes de que se despierten de la anestesia. Se hace para que puedan alimentarse mientras se les reeduca para comer y beber. Para esto se puede uti- lizar una sonda de goma roja 20 French, una de plástico blando de calidad médica K10 o un catéter de Silastic® (fig. 13). También se recomienda colocar un collar isabelino. Los trabones sirven para evitar que el animal se rasque (fig. 15). Ver Colocación de una sonda alimentaria de esofagostomía págs. 190-201 53 Cavidad oral y faringe / Glosectomía | VOLVERÍNDICE Fig. 17. Después se pueden usar bebederos de porcino para enseñar al paciente a beber. Diagnóstico El diagnóstico histopatológico fue carcinoma de células escamosas. Consideraciones Se enseñó a Helga a beber con un bebedero especial, diseñado en realidad para el ganado porcino (fig. 17). Al presionar la tetina del be- bedero hacia arriba con la boca, sale agua. Se tiene que ajustar la altura del bebedero para que le sea fácil tragar el agua, evitando así posibles problemas de aspiración. Cuando la extirpación es más corta de lo que se ha descrito aquí, los pacientes aprenden a beber bien con su lengua más corta poco des- pués de la intervención. A veces vale la pena mencionar el tema de la aspiración a los propietarios, como parte de su formación. Fig. 16. Resultado posquirúrgico. (a) Imagen lateral. (b) Imagen oral. a b 54 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Fig. 1b. Punta de la lengua dividida(cara dorsal). Fig. 1a. Úlcera observada en la cara ventral de la lengua. Exploración física En la primera visita se observó una úlcera en la cara medial de la lengua. La punta de la lengua tenía una forma extraña (fig. 1). El pa- ciente presentaba hemorragias intermiten- tes, ptialismo y halitosis, que le provocaban malestar. Nombre Rex Especie canina Raza cruce de Pastor Alemán Sexo macho, entero Edad 8 años Reseña Glosectomía transversa Rodolfo Brühl Day, María Elena Martínez, Pablo Meyer, Francesca Ivaldi ■■ Indicada en casos de neoplasia rostral de la lengua. ■■ Tratamiento definitivo si no hay metástasis. Signos clínicos: hemorragia intermitente, ptialismo y halitosis. Dificultad técnica Prevalencia a b 55 Cavidad oral y faringe / Glosectomía transversa | VOLVERÍNDICE Preparación quirúrgica El paciente se preparó para la anestesia según el protocolo estándar. Se colocó en decúbito prono con la cabeza sujeta a la mesa de qui- rófano con cinta adhesiva, para limitar el movimiento. Se le aplicó un abrebocas para mantener la boca abierta (fig. 2). La cavidad oral se lavó con una solución diluida de clorhexidina (1:9), para reducir posibles contaminantes. Aunque la lengua apuntaba ha- cia abajo, la faringe se taponó con compresas de gasa, para evitar aspiraciones durante el lavado de la boca. Fig. 2. Paciente en decúbito prono, en posición para la intervención. La cabeza de Rex se cubrió por completo con paños de campo, igual que para cualquier cirugía aséptica, como una forma más de minimizar la contaminación. Todas las operaciones orales se consideran limpias- contaminadas (tabla I) porque hay una interrupción de la mucosa del tubo digestivo. Es habitual que haya contaminación y la tasa de infecciones es del orden de un 10 %. Tabla I. Clasificación de las heridas quirúrgicas. Clase I Limpia Una herida quirúrgica sin infectar en la que no se observa inflamación y no accede a los tractos respiratorio, alimentario, genital ni urinario no infectado. Además, las heridas limpias se cierran por primera intención y si es necesario se drenan con drenaje cerrado. Las heridas quirúrgicas por incisión posteriores a un traumatismo (romo) no penetrante que cumplan estos criterios también se incluyen en esta clase. Clase II Limpia-contaminada Una herida quirúrgica en la que se ha accedido a los tractos respiratorio, alimentario, genital o urinario en condiciones controladas y sin ninguna infección inusual. Concretamente se incluyen en esta categoría las operaciones de los conductos biliares, el apéndice, la vagina y la orofaringe, siempre que no haya pruebas de infección ni se produzca una transgresión de la técnica estéril. Clase III Contaminada Heridas abiertas, accidentales y recientes. Además, se incluyen aquí las operaciones con transgresiones significativas de la técnica estéril (p. ej. masaje cardiaco abierto) o grandes salpicaduras del tubo digestivo e incisiones en las que se encuentra una inflamación aguda no purulenta. Clase IV Sucia-infectada Heridas traumáticas antiguas con tejidos desvitalizados y las que afectan a una infección clínica existente o a una perforación de una víscera. Esta definición sugiere que los microorganismos que provocan la infección posquirúrgica estaban presentes en el campo quirúrgico antes de la operación. Adaptado de Simmons BP (1982) (Guideline for prevention of surgical wound infections. Infect Control; 3:185-196) and Garner JS (1986) (CDC guideline for prevention of surgical wound infections, 1985. Sustituye a la Guideline for prevention of surgical wound infections publicada en 1982. Infect Control; 7(3):193-200). 56 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Fig. 4b. También se usa un bisturí eléctrico para conseguir una hemostasia meticulosa. Fig. 4a. Se hace una incisión transversal por la superficie de la lengua con una hoja de bisturí. Fig. 3. Aplicación de las pinzas de Doyen para la hemostasia. A continuación se hizo una incisión transver- sal (fig. 4a). Se usó un bisturí eléctrico para seguir cortando los tejidos a extirpar (fig. 4b). Técnica quirúrgica Para conseguir una oclusión inocua de los vasos sanguíneos sin provocar una lesión de aplastamiento de la lengua se aplican pinzas intestinales de Doyen (fig. 3). a b Ver Láser quirúrgico. En el libro Cirugía sin sangrado págs. 156-165 57 Cavidad oral y faringe / Glosectomía transversa | VOLVERÍNDICE Fig. 5. Lengua tras extirpar la punta. Fig. 4c. Corte de la lengua para extirpar la zona afectada. Finalmente, una vez conseguida la hemos- tasia, se extirpó la punta de la lengua con un bisturí (figs. 4c y 5). c 58 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Fig. 7a. Sutura acabada. Imagen dorsal. Fig. 6b. La sutura abarca las caras dorsal y ventral de la lengua. Fig. 6a. Cierre de la lengua. El cierre empezó con una sutura simple continua, con hilo monofilamento absorbible 3/0, uniendo las superficies dorsal y ventral de la porción residual de la lengua (fig. 6). El patrón de sutura también mantiene la he- mostasia en caso de exudación. Las figu- ras 7 y 8 muestran la sutura acabada. a a b 59 Cavidad oral y faringe / Glosectomía transversa | VOLVERÍNDICE Diagnóstico El diagnóstico fue hemangioma lingual. Evolución y consideraciones El paciente se recuperó sin complicaciones y transcurridos seis meses no se había detectado ninguna recidiva. Los factores pronósticos asociados significativamente a un aumento de la supervivencia son: tumor de pequeño tamaño, ausencia de signos clínicos avanzados de una masa oral (p. ej. disfagia, disnea) y ausencia de metástasis en el momento del diagnóstico. Los perros con una neoplasia limitada a la lengua pueden tener un resultado mejor. Las lesio- nes rostrales suelen ir asociadas a un mejor pronóstico gracias a que se ven antes. Son más adecuadas para un tratamiento quirúrgico y, salvo que haya pruebas evidentes de metástasis, es más probable que se trate de tumores benignos de crecimiento lento. Cabe esperar que las lesiones aborales produzcan metástasis en un momento más precoz del curso de la enferme- dad, porque tienen un mayor riego sanguíneo y linfático, y posiblemente porque el diagnóstico suele ser más tardío. Fig. 8. Detalle de la sutura. Fig. 7b. Sutura acabada. Imagen ventral. b 60 El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS | VOLVERÍNDICE Técnica quirúrgica Una vez observados la posición, el aspecto y el tamaño de la lesión (figs. 1 y 2), se creó un defecto triangular en la punta de la lengua mientras se mantenía la hemostasia con ayuda de las pinzas intesti- nales de Doyen (fig. 3). Fig. 1. Observación de la tumoración en la punta de la lengua. Nombre Leo Especie canina Raza mestizo Sexo macho, castrado Edad 7 años Reseña Glosectomía en cuña Rodolfo Brühl Day, María Elena Martínez, Pablo Meyer ■■ Las mismas indicaciones que la glosectomía transversa. ■■ Resultado cosmético mejor. Signos clínicos: gotas de sangre por la boca, anorexia aparente, halitosis. Dificultad técnica Prevalencia Exploración física La exploración física reveló un paciente en buen estado general. No se observaron signos anómalos, salvo una pequeña tumoración en la punta de la lengua. Según los propietarios, a veces Leo no quería comer a pesar de parecer hambriento. Los exámenes iniciales consistieron en un recuento celular completo, perfil bioquímico y una ecografía de la masa. También se hicieron otras pruebas diagnósticas bajo anestesia general, como radiografías de la faringe y del tórax, así como una exploración detallada. Los resultados de los análisis de hematológicos de rutina y los de bioquímica fueron irrelevantes. La radiografía de tórax no detectó nin- guna metástasis. Se decidió la extirpación quirúrgica de la lesión. Cuando las lesiones de la lengua son pequeñas, la hemorragia de la boca puede pasar desapercibida a los dueños, porque los pacientes a veces se tragan la
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