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Cirugia en la Clinica de Pequen - El Aparato Digestivo

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Rodolfo Brühl Day (Coordinador)
María Elena Martínez
Pablo Meyer
José Rodríguez Gómez
Labios
Lengua
Esófago
Estómago
Páncreas
Hígado
Vesícula biliar
Mesenterio
Intestinos
CASOS CLÍNICOS
El aparato digestivo
La cirugía en imágenes, paso a paso
Cirugía en la clínica de pequeños animales
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Propiedad de:
© 2015 Grupo Asís Biomedia S.L. 
Plaza Antonio Beltrán Martínez, nº 1, planta 8 - letra I 
(Centro empresarial El Trovador) 
50002 Zaragoza - España
Esta obra es la traducción del libro: 
Surgery atlas, a step-by-step guide. The gastrointestinal tract. Clinical cases
© 2015 Grupo Asís Biomedia S.L. 
ISBN edición en inglés: 978-84-16315-14-7
Traducción al español: 
Llorenç Serrahima Formosa
ISBN: 978-84-16315-36-9
Diseño, preimpresión e impresión: 
Servet editorial - Grupo Asís Biomedia S.L. 
www.grupoasis.com
info@grupoasis.com
Reservados todos los derechos.
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta 
obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por 
la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o 
escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70/93 272 04 47).
Advertencia:
La ciencia veterinaria está sometida a constantes cambios evolutivos, del mismo modo que la 
farmacología y el resto de las ciencias también lo están. Así pues, es responsabilidad ineludible 
del veterinario clínico, basándose en su experiencia profesional, la determinación y compro-
bación de la dosis, el método, el periodo de administración y las contraindicaciones de los 
tratamientos aplicados a cada paciente.
Ni el editor ni el autor asumen responsabilidad alguna por los daños o perjuicios que pudieran 
generarse a personas, animales o propiedades como consecuencia del uso o la aplicación 
correcta o incorrecta de los datos que aparecen en esta obra.
Cirugía en la clínica de pequeños animales
Cirugía en la clínica de pequeños animales
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
4
Me gustaría agradecer a mi mujer, Sandra, el ser la inspiración y la luz que me ha guiado en 
todo momento, tanto en la vida como en mi trabajo, mientras hacía lo que más me apasiona 
de nuestra profesión, la cirugía de pequeños animales. 
A mi hijo Tadeo y a mi hija Lara que me alegran la vida cada mañana. 
A mis colegas y coautores que entendieron y transmitieron el concepto del trabajo en equipo.
A mis profesores, Dr. R. Leighton, Dr. E. Breznock y D. G. Gourley, que me infundieron la 
técnica de la asepsia y me enseñaron bien. 
A mis estudiantes que me vincularon con el concepto de que la cirugía es una disciplina en la 
que la supervisión constante de los pacientes es lo que da la mejor de las recompensas y es el 
faro que les iluminará en medio de la tempestad cuando las circunstancias de la intervención 
sean más espantosas. 
Rodolfo Brühl Day
Nunca podré agradecer lo suficiente al Dr. Rodolfo Brühl Day su apoyo y sus ánimos constan-
tes. Le estoy muy agradecido por la gran oportunidad que me ofreció.
Mi contribución a este proyecto no habría sido posible sin el apoyo de mi equipo de cirugía.
Gracias a mi atento, encantador y servicial Dano, mi más profundo agradecimiento para él. 
Valoro muchísimo tu apoyo en los momentos difíciles, gracias de corazón.
Finalmente, gracias a mi amados pacientes. Su bienestar es la razón de mi existir. Nunca dejaré 
de agradecer la felicidad de ser una veterinaria.
María Elena Martínez
Agradecimientos
5
Me resulta difícil agradecer a tanta buena gente que me rodea y me inspira. Algunos están 
presentes, otros ya se han ido. 
Quiero empezar dando las gracias por mi formación médica y académica al Dr. Victor 
“Mussy” Cairoli, a quien aún hoy echo de menos, y al Dr.Rodolfo Brühl Day por su orien-
tación humana y científica desde que yo era un estudiante. Sin su ejemplo yo nunca habría 
seguido esta apasionante senda de la cirugía veterinaria. 
A la que es como una hermana para mí, la Dra. María Elena Martínez, junto con quien he 
aprendido, he avanzado y he crecido en el arte de operar a los pequeños animales. 
A los cuatro fantásticos, Circe, Geronimo y Pampa – que ya nos han dejado – y al vete-
rano Mimm. Estuvieron a mi lado a las duras y a las maduras, únicamente a cambio de una 
palmadita. 
A mis dos Verónicas, mi hija y mi mujer, sin cuyo amor incondicional nada sería posible.
A mis padres, Magda y Pedro, que no solo me trajeron a este mundo sino que me inculcaron 
el respeto por cualquier ser vivo capaz de andar, volar o nadar por este planeta. 
Pablo Meyer
Nos gustaría agradecer a todos los cirujanos veterinarios y a los propietarios que confiaron en 
nuestras habilidades, nuestra profesionalidad y nuestra ética del trabajo, motivos por los que 
nos refirieron o nos confiaron a los pacientes y mascotas que aparecen en las imágenes.
Nuestro agradecimiento y gratitud ha de incluir al lector, sin quien esta ópera prima no tendría 
ningún sentido.
Finalmente quisiéramos acabar agradeciendo a Servet Editorial - Grupo Asís Biomedia por 
su valor al invitar a tres cirujanos del “otro lado del charco” (Sudamérica), así como por la 
paciencia y la ayuda de la Dra. Nathalie Fernández y su equipo de edición. Su profesionalidad 
está más allá de lo imaginable cuando se trata de organizar, dirigir y montar lo que ha aca-
bado siendo un libro muy atractivo.
Los autores
5
Agradecimientos 
Cirugía en la clínica de pequeños animales
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
6
Rodolfo Brühl Day (coord.)
El Dr. Brühl Day (DVM) se licenció en la Facultad de Ciencias Veterinarias (Universidad de 
Buenos Aires, Argentina) en 1977, con matrícula de honor (Magna cum Laude) y medalla de 
oro a la mejor puntuación media de licenciatura. Tras completar la residencia en cirugía de 
pequeños animales en el Veterinary Medical Teaching Hospital (Universidad de California, 
Davis) en 1984, obtuvo las certificaciones de Miembro Iniciador de la especialidad de ciru-
gía de pequeños animales de la Universidad de Buenos Aires (1998), Especialista en docencia 
universitaria con orientación a las ciencias veterinarias y biológicas (2000) y Diplomado del 
Colegio latinoamericano de oftalmólogos veterinarios (2002). 
Ha sido docente en diversas universidades a lo largo de su extensa carrera (Universidad de 
Buenos Aires, Facultad de Ciencias Veterinarias, Buenos Aires; Universidad de California, 
Davis, Facultad de Veterinaria, California, Estados Unidos; Universidad Ross, Facultad de 
Veterinaria, Saint Kitts, Indias Occidentales). Desde 2008 es Catedrático de cirugía de peque-
ños animales, Director del Programa académico de medicina y cirugía de pequeños animales 
y Veterinario de plantilla de la clínica de pequeños animales de la Universidad de St. George 
(Facultad de veterinaria, Grenada, Indias Occidentales).
El Dr. Brühl Day ha recibido numerosas becas, premios y distinciones, y ha colaborado con 
numerosas publicaciones en libros, revistas y folletos. También ha participado en cursos y 
seminarios, y ha recibido diversos cursos CE a lo largo de su carrera. Desde 1995 es miembro 
del comité editorial de la sección científica de Selecciones Veterinarias de la Editorial InterMé-
dica de Buenos Aires (Argentina).
María Elena Martínez
La Dra. Martínez (DVM) se licenció en la Facultad de Ciencias Veterinarias (Universidad de 
Buenos Aires, Argentina) en 1991. Como especialista en Cirugía y anestesiología de pequeños 
animales, ha sido tutora y profesora de la Universidad de Buenos Aires desde 1998 a 2006. 
En 2002 obtuvo el título de Diplomada en Cirugía de pequeños animales y actualmente es 
Jefe del Servicio de cirugía de la asignatura de Neurología veterinaria. Ha adquirido expe-
riencia en diversos países,como Estados Unidos (Universidad de Misuri), Brasil (Universidad 
del estado de Santa Catalina) y Colombia (Fundación Universitaria San Martín). Es miembro 
de Neurolatinvet y miembro fundadora de Neurovet (Asociación Argentina de Neurólogos 
Veterinarios).
Autores
7
Autores / Colaboradores
Colaboradores
José Rodríguez, DVM, PhD
Licenciado en Medicina Veterinaria por la Universidad Complutense de Madrid (España). Tu-
tor jefe del Departamento de Patología animal, Universidad de Zaragoza (España). Cirujano 
veterinario, Hospital Veterinario Valencia Sur (Valencia, España).
Sandra Mattoni, DVM
Estatus de residente limitado, Medicina intensiva y de urgencias, Universidad de California-
Davis (California, EUA). Profesora asistente, Medicina de pequeños animales, Universidad de 
St. George, Facultad de Veterinaria (Grenada, Indias Occidentales). Directora médica, Centro 
de Cuidados Intensivos y Emergencias (Buenos Aires, Argentina).
Eduardo Durante, BVSc, BVSc(Hons), MedVet, DVSc
Profesor, Cirugía de pequeños animales, Universidad Nacional de la Plata (Provincia de Bue-
nos Aires, Argentina). Profesor, Cirugía de pequeños animales y Decano asociado sénior, Uni-
versidad de St. George, Facultad de Veterinaria (Grenada, Indias Occidentales).
Francesca Ivaldi, DVM, MSc
Profesora asociada, Cirugía de pequeños animales, Universidad de St. George, Facultad de 
Veterinaria (Grenada, Indias Occidentales). 
Pablo Meyer
El Dr. Pablo Meyer (DVM) se licenció en la Facultad de Ciencias Veterinarias (Universidad 
de Buenos Aires, Argentina) en 1986. Desde 2003 es Diplomado en Cirugía de pequeños ani-
males y profesor de la asignatura de cirugía y reconstrucción cutáneas. También es cirujano 
del Servicio de cirugía del Hospital Escuela de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Uni-
versidad de Buenos Aires (HEMV-UBA) y profesor del Servicio de oncología. Como autor de 
diversos trabajos en este campo ha participado en diversas conferencias y ha colaborado en 
diversas revistas especializadas sobre cirugía y oncología.
Cirugía en la clínica de pequeños animales
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
8
Prólogo
Es para mí un gran privilegio escribir el prólogo de esta primera edición de El aparato di-
gestivo. Casos clínicos de la serie Cirugía en la clínica de pequeños animales escrita por los 
doctores Rodolfo Brühl Day, María Elena Martínez, Pablo Meyer y José Rodríguez Gómez. 
Tengo el honor y el placer de colaborar con el Dr. Rodolfo Brühl Day. Es un perfeccionista, 
como se podrá comprobar fácilmente en las páginas de este libro. Las imágenes de una calidad 
increíblemente buena y las descripciones breves y claras de los procedimientos demuestran su 
experiencia, tanto en el campo de la docencia como en el de la cirugía de los tejidos blandos.
La cirugía gastrointestinal abarca procedimientos que se realizan a diario. En muchos casos, 
realizadas por clínicos sin la suficiente experiencia de campo. Este libro, con sus directrices y 
fotografías claras, es una herramienta muy útil para los colegas jóvenes que se inician en el 
campo de la cirugía. Por supuesto, también pueden aprovecharlo los cirujanos más experi-
mentados que deseen ampliar sus conocimientos o mejorar técnicas quirúrgicas y mejorar el 
bienestar de sus pacientes. 
Con sus casos clínicos bien seleccionados y documentados, este atlas de cirugía es un libro 
que debe estar presente en cualquier biblioteca veterinaria. Sigue los mismos principios que 
los otros libros de la serie: es claro, conciso y muy práctico. los procedimientos quirúrgicos se 
explican y se ilustran con imágenes paso a paso, lo que permite al cirujano entender y “previ-
sualizar” lo que se va a encontrar después en el campo quirúrgico.
La amplia experiencia y la profesionalidad de los autores se reflejan en la calidad de este li-
bro. Espero que su curiosidad científica quede satisfecha con esta nueva obra y que al leerla, 
aprenda y progrese en este apasionante campo de nuestra profesión.
Tomás Guerrero
PD, Dr. Med. Vet., Dip. ECVS
Profesor de Cirugía de pequeños animales
Universidad de St. George, Facultad de Veterinaria 
(Grenada, Indias Occidentales)
9
Prólogo / Prefacio
Este libro tiene dos aspectos fundamentales que merecen ser reconocidos.
Por un lado intenta explicar en dos palabras la experiencia quirúrgica acumulada durante 
muchos años de estar en las trincheras y trabajar codo con codo con veterinarios privados, re-
sidentes, internos y estudiantes, y de recibir formación y orientación de cirujanos de renombre 
mundial, para compartirla.
Por otro lado, se ha redactado con la intención de que se convierta en otra fuente de infor-
mación que pueda utilizarse junto con otros documentos de anatomía, patología y cirugía de 
diversos autores, la mayoría de ellos extraordinarias fuentes de conocimiento. 
Nuestra humilde contribución consiste en la presentación de una serie de casos bien documen-
tados que intentan resolver algunas patologías básicas y otras más avanzadas que los residen-
tes, los clínicos interesados en la cirugía gastrointestinal y los cirujanos se pueden encontrar 
a diario. Los datos se presentan de una forma racional, con la revisión de los conceptos y la 
anatomía allá donde se considera necesario, explicando el procedimiento quirúrgico con más 
imágenes que palabras, según reza el viejo dicho de que “una imagen vale más que 1000 pala-
bras” y explicando la técnica quirúrgica con todo el detalle posible.
Esta obra no será solamente de interés para el cirujano, sino para todos aquellos que se estén for-
mando como cirujanos o clínicos, gracias a sus conocimientos avanzados y habilidades en el arte 
de la cirugía. Hemos intentado devolver una parte de nuestra experiencia en forma de habilida-
des, trucos, consejos y otros detalles recopilados tras trabajar durante muchos años en este campo 
tan vasto de la cirugía de pequeños animales, que puedan ayudar a estos cirujanos en la práctica.
No siempre hemos dispuesto del monitor de última generación, ni del material de sutura de 
vanguardia, ni del bisturí eléctrico más moderno, porque nuestras economías y nuestras socie-
dades son muy diferentes, si bien todas se parecen a la hora de priorizar el cuidado de los ani-
males. Esto significa que seguimos ofreciendo a nuestros pacientes lo mejor de nuestros conoci-
mientos y habilidades, tal como lo hace cualquier cirujano veterinario del mundo día tras día.
El lector comprobará que al final no todos los casos se resolvieron con éxito. Fueron aquellos 
en los que intentamos obtener una buena calidad de vida para el tiempo que la enfermedad le 
dejaba al paciente. 
Nuestro objetivo era reducir la aprensión a la hora de hacer una operación, a la vez que au-
mentábamos el respeto por este arte y por los pacientes. Este libro se hará un lugar en cual-
quier biblioteca profesional como elemento de consulta y de ayuda en la cirugía. 
Si este libro le ayuda de alguna manera a mejorar su habilidad como cirujano a la vez que 
mejora la asistencia general de sus pacientes, se habrá cumplido nuestro objetivo de compartir 
conocimientos. 
Los autores
Prefacio
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
10
Cavidad oral y faringe / GlosectomíaEl aparato digestivo Casos ClíniCos
34 35
Nombre Helga
Especie canina
Raza Samoyedo
Sexo hembra, esterilizada
Edad 8 años
Reseña
Glosectomía Rodolfo Brühl Day, María Elena Martínez, Pablo Meyer
■■ Extirpación parcial o total de la lengua.
■■ Indicada en casos de heridas, neoplasia 
y/o necrosis.
Signos clínicos: dificultades para comer, hemorragias 
intermitentes por la boca.
Dificultad técnica
Prevalencia
Fig. 4. La preparación quirúrgica también incluye 
lavar la boca con una solución antiséptica diluida. 
Fig. 3. Tamaño de la neoplasia, que afecta a casi el 
30 % de la longitud de la lengua.
Fig. 2. Detalle del tumor que afectaba a la lengua.
El tumor ocupaba cerca del 30 % de la lon-
gitud de la lengua (ladoizquierdo), dejando 
cerca del 70 % intacto (figs. 2 y 3).
Fig. 1. En estos casos se necesita una exploración 
detallada con anestesia general.
Exploración física
Una anestesia breve permitió una explo-
ración completa del paciente, incluidos el 
aspecto de la lesión, su magnitud (fig. 1), 
la presencia de otros cuadros patológicos 
y la afectación de los ganglios linfáticos 
regionales.
Preparación quirúrgica
Es una intervención limpia-contaminada porque se hace en la cavi-
dad oral.
Ver tabla I del caso 
Glosectomía transversa pág. 41
Se preparó el campo quirúrgico con una solución antiséptica de po-
vidona iodada 1:10 o de clorhexidina 1:30 diluida en suero fisiológico. 
Toda la cavidad oral se lavó varias veces (fig. 4), teniendo la precau-
ción de taponar la faringe con compresas de gasa enrolladas para 
evitar la aspiración de líquidos.
La exploración física previa 
a la intervención tiene una 
importancia capital.
Manejo de la obra
Contenido
“El aparato digestivo. Casos clínicos” se centra en 
el tubo digestivo del perro y del gato, junto con sus 
órganos de digestión accesorios.
Se divide en cuatro capítulos, que recogen una 
serie de casos clínicos que afectan a todo el aparato 
digestivo, desde la boca hasta el ano. Los casos 
se agrupan en función del segmento afectado: la 
cavidad oral y la faringe, el segmento torácico del 
esófago y los órganos digestivos de la cavidad 
abdominal. El último capítulo repasa algunas 
técnicas frecuentes que se suelen realizar en 
pacientes con trastornos gastrointestinales.
El planteamiento educativo de este libro proporciona 
al lector una mejor comprensión de cómo abordar 
la cirugía gastrointestinal en la clínica. Se tratan los 
casos más sencillos y los más complejos, abarcando 
un amplio abanico de situaciones a las que el 
cirujano veterinario puede enfrentarse a diario.
En cada caso los autores incluyen la reseña, la 
exploración física del paciente, el diagnóstico, 
la preparación y la técnica quirúrgicas, así como 
otras consideraciones posquirúrgicas adicionales 
y consejos, cuando son necesarios. Al principio 
de cada caso también se incluyen datos sobre la 
prevalencia y la dificultad técnica, para intentar que 
el lector sea consciente de qué técnicas son básicas y 
cuáles requieren una formación más especializada.
Un cuadro aporta información sobre 
la dificultad técnica del procedimiento 
y la prevalencia del trastorno descrito 
(de 1 a 5).
Al principio de cada 
caso se detalla la reseña 
correspondiente.
Los signos clínicos se 
destacan en un cuadro 
diferente.
11
Abdomen / Neoplasia cecal
161
Fig. 3. La flecha señala un ganglio linfático cólico 
dilatado. 
Fig. 2. Invaginación intestinal.
Técnica quirúrgica
Se hizo una incisión ventral por la línea me-
dia, desde el cartílago xifoides hasta el pubis 
para la laparotomía exploratoria. Una vez 
abierta la cavidad abdominal, se observaron 
una invaginación ileocólica y un ganglio linfá-
tico cólico dilatado (figs. 2 y 3). 
Se tomó una muestra del ganglio linfático y 
se mandó para su análisis histopatológico. 
Un análisis citológico rápido indicó una po-
sible metástasis del mastocitoma extirpado 
tiempo atrás. 
Cuando la inversión cecal provoca una obstrucción 
ileocólica completa, los signos clínicos son agudos: 
dolor abdominal intenso, depresión, anorexia, vómitos 
y deshidratación.
Una vez se hubieron acabado las pruebas prequirúrgicas y se tenían 
los resultados, el paciente se estabilizó según el protocolo y se pre-
paró para laparotomía exploratoria. Se administraron antibióticos bac-
tericidas de amplio espectro.
Preparación quirúrgica
Rasurado extenso y lavado del área abdominal con jabón de clorhexi-
dina al 4 %. La cavidad prepucial se lavó con clorhexidina al 2,5 % 
diluida a 1:10. 
El paciente se colocó en decúbito supino para la intervención y se le 
pulverizó con solución de clorhexidina al 4 %. 
En circunstancias normales el 
ciego tiene un número apreciable 
de ganglios linfáticos distribuidos 
por toda su longitud. Estos son 
especialmente numerosos alrededor 
de la válvula ileocólica, es decir, la 
desembocadura del íleon en el ciego 
o colon. 
El aparato digestivo Casos ClíniCos
144
Fig. 6. Comprobando la permeabilidad del conducto colédoco. El líquido instilado 
ha de llegar hasta el duodeno sin dificultad. 
Justo antes de la disección de la vesícula biliar se tiene que compro-
bar la permeabilidad del conducto biliar (conducto colédoco). Para 
ello se introdujo un catéter en la zona incidida de la vesícula biliar, 
guiándolo hacia el conducto cístico. Presionado cuidadosamente el 
conducto biliar con los dedos se infundió suero fisiológico y se com-
probó que pasara hasta el intestino delgado (fig. 6).
La colecistectomía empezó con una pequeña incisión en el pliegue 
peritoneal localizado entre la vesícula biliar y el hígado. Para evitar 
cualquier salpicadura de contenido biliar se usaron unas pinzas pe-
queñas y delicadas para cerrar la incisión inicial del fundus de la ve-
sícula (fig. 7).
A través de esa pequeña ventana se hizo una disección roma hasta 
separar la vesícula biliar del parénquima hepático. Durante la disec-
ción se coagularon los vasos que discurrían desde el hígado hasta la 
vesícula biliar con unas pinzas de coagulación bipolar (fig. 8).
Estos pacientes presentan a menudo infecciones biliares 
mixtas. Las bacterias aisladas con mayor frecuencia de la 
vesícula biliar son Escherichia coli + Enterobacteria spp. y 
Enterococcus spp. + Clostridium spp.
Ver Coagulación 
electrotérmica bipolar. 
En el libro Cirugía sin sangrado
págs. 167-169
Fig. 7. Vesícula biliar pinzada que muestra el pliegue peritoneal en la cara ventral. Fig. 8. La vesícula biliar está incrustada en el lóbulo cuadrado del hígado. 
La disección puede provocar una hemorragia apreciable si no se cierran 
adecuadamente los vasos procedentes del hígado.
También se puede aplicar una disección roma de la vesícula 
biliar usando bastoncillos estériles con una punta de algodón o 
una hidrodisección, para crear un plano de separación entre la 
vesícula biliar y el parénquima hepático. 
Ver fig. 4 del caso Litiasis 
de la vesícula biliar pág. 155
Las bandas coloreadas 
indican la descripción de 
una técnica quirúrgica.
Número de capítulo, tema 
o patología que se trate.
Los cuadros destacan la 
información de interés y 
algunos consejos útiles.
Las instantáneas describen 
cada paso breve y claramente.
¿Cómo se maneja este libro?
Se ilustran las intervenciones 
paso a paso, con excelentes 
fotografías.
Se indican claramente las 
referencias a otras técnicas 
o explicaciones de este libro, 
para facilitar la referencia 
cruzada.
Referencias a otras técnicas 
o explicaciones que aparecen 
en otros volúmenes de la 
colección de cirugía en la 
clínica de pequeños animales.
Estas notas advierten del riesgo de 
la intervención o de algún paso que 
requiera una atención especial.
Pulse sobre la página que desea consultar
Índice
Neoplasia labial ..............................................................................................................................................	 16
Mucocele de la glándula cigomática .................................................	 22
Cuerpo extraño lineal retenido 
bajo la lengua de un gato ...................................................................................................	 28
Traumatismo facial grave ....................................................................................................	 34
Acalasia cricofaríngea ...................................................................................................................	 44
Glosectomía ................................................................................................................................................................	 48
Glosectomía transversa ...........................................................................................................	 54
Glosectomíaen cuña ........................................................................................................................	 60
Casos que afectan a la cavidad oral 
y a la faringe 15
Cuerpo extraño en el esófago de un perro .......................	 66
Cuerpo extraño lineal en un gato ................................................................	 74
Técnica combinada para extraer 
un cuerpo extraño .....................................................................................................................................	 78
Megaesófago ..........................................................................................................................................................	 82
Hernia de hiato ..................................................................................................................................................	 90
Casos que afectan al segmento 
torácico del esófago 65
 SIGUIENTE }
Índice
13
Pulse sobre la página que desea consultar
Cuerpo extraño en el estómago ...................................................................	 98
Síndrome de dilatación-vólvulo gástrico ..........................	 102
Piloroplastia Y-U ........................................................................................................................................	 110
Peritonitis química debida a una rotura 
traumática del páncreas .....................................................................................................	 116
Torsión mesentérica ........................................................................................................................	 122
Cuerpo extraño en el duodeno ........................................................................	 128
Derivación extrahepática .................................................................................................	 135
Múltiples derivaciones extrahepáticas 
y derivación intrahepática ............................................................................................	 142
Peritonitis biliar debida a una 
rotura biliar extrahepática ...........................................................................................	 150
Mucocele biliar ..............................................................................................................................................	 156
Rotura de la vesícula biliar .........................................................................................	 161
Litiasis de la vesícula biliar .......................................................................................	 166
Neoplasia cecal ............................................................................................................................................	 174
Torsión del bazo ..........................................................................................................................................	 178
Casos que afectan a los órganos
digestivos del abdomen 97
Exploración física de la boca ................................................................................	 182
Colocación de una sonda alimentaria 
de esofagostomía ..................................................................................................................................	 190
Colocación de una sonda alimentaria 
de yeyunostomía .....................................................................................................................................	 202
Técnicas aplicadas en los 
trastornos digestivos 181
| ANTERIOR
15
Casos que 
afectan a la 
cavidad oral 
y a la faringe
Traumatismo facial grave
Acalasia cricofaríngea
Glosectomía
Glosectomía transversa
Glosectomía en cuña
Neoplasia labial
Mucocele de la glándula cigomática
Cuerpo extraño lineal retenido 
bajo la lengua de un gato
Er
ic
 Is
se
le
e/
sh
ut
te
rs
to
ck
.c
om
ÍNDICE
16
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
| VOLVERÍNDICE
Exploración física
Inicialmente Shara fue operada de una pequeña neoplasia, de cerca 
de 0,5 cm de diámetro, que se le había detectado junto al ángulo de 
la comisura labial derecha. El diagnóstico histopatológico fue mela-
noma amelanósico. 
A diferencia de los seres humanos, la mayoría de melanomas cutá-
neos del perro son benignos. Sin embargo, los melanomas orales 
tienden a ser malignos y pueden invadir los tejidos circundantes y el 
hueso subyacente, además de generar metástasis. Los melanomas 
orales pueden ir acompañados de sialorrea, halitosis, hemorragia bu-
cal, dificultad para comer o caída de la comida de la boca, y dolor oral.
Actualmente existe una vacuna contra el melanoma que en algunos 
países se ha incorporado como componente estándar del trata-
miento coadyuvante de los perros con un riesgo elevado de mela-
noma. Esta vacuna ofrece su mejor eficacia cuando el tumor prima-
rio se ha extirpado por completo. Es después cuando se aplica la 
vacuna, como terapia de continuación para erradicar las metástasis 
microscópicas.
A causa de la agresividad de este tipo de tumor, se decidió aumentar 
el margen de seguridad original y crear un colgajo con pedículo vas-
cular (también llamado colgajo unido) para cubrir el defecto (fig. 1). 
Neoplasia labial María Elena Martínez, Rodolfo Brühl Day, Pablo Meyer
■■ Remisión de un caso de melanoma amelanósico 
localizado en la comisura labial.
■■ Colgajo con pedículo vascular (también llamado 
colgajo unido).
Signos clínicos: incapacidad para retener comida o agua 
dentro de la boca a causa de la deformación de la comisura 
labial, provocada por una operación previa.
Nombre Shara
Especie canina
Raza cruce de Terrier 
Sexo hembra
Edad 10 años
Reseña
Dificultad técnica
Prevalencia
Fig. 2. Paciente rasurado, lavado y en posición para la intervención.
Fig. 1. Paciente tras la primera intervención, que muestra el margen inicial 
aplicado a causa de la malignidad de los melanomas amelanósicos. 
Preparación quirúrgica
Se preparó el campo quirúrgico (fig. 2) y se rellenó la orofaringe con 
compresas de gasa estéril para evitar que la sangre o la solución de 
lavado se introdujesen por el esófago, la tráquea y/o los pulmones. A 
continuación se empezó a delinear la zona para practicar una extirpa-
ción cutánea de espesor total en bloque, que aumentaría el margen 
de seguridad inicial (fig. 3a). 
No hay que subestimar nunca la malignidad de un tumor, 
porque su aspecto macroscópico no siempre es un reflejo 
fiel del verdadero diagnóstico histopatológico.
Cavidad oral y faringe
17
Cavidad oral y faringe / Neoplasia labial
| VOLVERÍNDICE
Fig. 3b. El área quirúrgica comprometida después 
de la extirpación. Se observa claramente el interior 
de la cavidad oral.
Fig. 3a. Exéresis de la cicatriz anterior para mejorar 
el margen de seguridad.
Técnica quirúrgica
El motivo para utilizar un colgajo fue conseguir una funcionalidad nor-
mal de la región (fig. 3b). Si no se hace, la capacidad del paciente 
para abrir la boca puede quedar significativamente limitada. Para apli-
car esta técnica quirúrgica de reconstrucción se tienen que recrear 
todas las capas anatómicas.
a
b
Es de capital importancia recordar que, aunque esta 
intervención se clasifique como limpia-contaminada, 
se deben aplicar reglas de asepsia estrictas.
18
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
| VOLVERÍNDICE
Fig. 4b. Disección cortante y disección roma del 
colgajo, que incluía la capa subcutánea. 
Fig. 4a. Perfilado del colgajo. 
La manipulación de la piel ha de ser muy delicada, para no generar una respuesta inflamatoria 
excesiva o incluso una isquemia, además de para conservar un buen riego sanguíneo y man-
tener la capa subcutánea adherida a la piel. Se necesitó disección roma y disección cortante. 
En este caso la hemostasia se consiguió con un bisturí eléctrico de bajo voltaje.
La base del colgajo siempre ha de ser más ancha que el extremo, para garantizar un buen 
riego sanguíneo. La longitud delcolgajo depende de la resistencia intravascular de los va-
sos que lo riegan y de la presión de perfusión. Si esta última desciende por debajo de la 
presión crítica de cierre de las arteriolas del plexo subdérmico, cesa el riego nutritivo de san-
gre y se produce una isquemia en el colgajo. Por eso no es el concepto tradicional de ratio 
anchura/longitud el que dicta la supervivencia del colgajo, sino la presión de perfusión.
Para crear el colgajo se mide la longitud 
desde el extremo más rostral de la herida 
hasta el ángulo de la comisura labial, equi-
valente al tamaño del labio previamente ex-
tirpado. La anchura será el doble de la al-
tura del labio, porque el colgajo tendrá que 
plegarse hacia dentro para recrear un labio 
normal (fig. 4).
a
b
Ver Láser quirúrgico.
En el libro Cirugía sin sangrado
págs. 156-165
Siempre hay que evitar retorcer los vasos para conservar un buen riego sanguíneo. 
Sin embargo es normal que en el colgajo se forme un edema.
19
Cavidad oral y faringe / Neoplasia labial
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Fig. 7. Se colocó un drenaje Penrose de ½’’ para 
reducir el espacio muerto y evitar la acumulación 
de líquidos. El drenaje cumple el principio de que 
no debe salir nunca por la incisión primaria, por eso 
sale por otra, tal como muestra la imagen.
Fig. 6. Se desplazó el colgajo y se plegó 
sobre sí mismo.
Fig. 5. El colgajo, que incluye piel y submucosa, 
se desplazó en dirección oral.
Finalmente se usó hilo de sutura absorbible 
y se colocó un drenaje para drenar los ex-
cesos de líquidos del área quirúrgica (fig. 7).
A continuación se tiró del colgajo hacia 
arriba, para asegurar una buena aposición 
de los bordes y ajustarlo con precisión an-
tes de empezar la sutura (fig. 6). Después, 
el borde inferior del colgajo se plegó en di-
rección medial sobre sí mismo y se suturó al 
borde de la mucosa gingival.
En este caso este colgajo se elevó con la 
capa subcutánea, para maximizar el riego 
de sangre de la piel al incluir el plexo sub-
dérmico. Una vez creado el colgajo, se des-
plazó en dirección oral (fig. 5). 
20
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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Se ha de tener la precaución de 
rasurar el pelo a medida que 
crece. Si no, se le adherirían 
tanto la saliva como la comida, 
produciendo mal olor en la zona.
Fig. 9a. Imagen posquirúrgica que muestra a Shara 
a los 15 días de la intervención. Imagen ventrodorsal 
del punto de salida del drenaje (flecha).
Evolución
La evolución de Shara fue muy buena 
(figs. 9 y 10). El tumor no recidivó ni generó 
metástasis nunca más. La paciente murió 
seis años después por una causa sin rela-
ción con el tumor. 
Fig. 8. Última comprobación antes de quitar los puntos.
Hay que recordar que la cara interna del col-
gajo es en realidad la piel plegada, si bien 
con el tiempo experimentará una metaplasia 
y se convertirá progresivamente en mucosa 
(fig. 8). 
a
21
Cavidad oral y faringe / Neoplasia labial
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Fig. 10b. Shara a los 60 días de la intervención. 
Aspecto externo del colgajo.
Fig. 10a. Shara a los 60 días de la intervención. 
Aspecto externo del colgajo cicatrizado. 
Fig. 9b. Shara a los 15 días de la intervención.
En el examen histopatológico la zona dise-
cada presentaba márgenes limpios sin evi-
dencia de neoplasia recurrente. Aunque fue 
difícil mantener la zona limpia, Shara gozó 
de una buena calidad de vida.
a
b
b
22
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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Fig. 1. Prolapso de la glándula del tercer párpado 
(también llamado “ojo de cereza”). El paciente está 
bajo anestesia general.
Exploración física
Habíamos programado una intervención de reducción y realojamiento 
de la glándula del tercer párpado de Lara. 
En el momento de la exploración no se apreció ninguna otra anomalía 
que el prolapso de la glándula (fig. 1).
Nombre Lara
Especie canina
Raza cruce de Rottweiler
Sexo hembra, esterilizada
Edad 10 años
Reseña
Mucocele de la glándula cigomática Rodolfo Brühl Day, María Elena Martínez, Pablo Meyer
■■ Un mucocele salival o sialocele es una acumulación de saliva 
en el tejido submucoso o subcutáneo, debida a una lesión 
del conducto salival o de la cápsula de la glándula.
Signos clínicos: prolapso crónico de la glándula del tercer párpado 
con ligero estrabismo.
Dificultad técnica
Prevalencia
El mucocele de la glándula cigomática es un tipo muy raro de 
sialocele. La saliva procede de la glándula salival cigomática, 
una de las glándulas salivales principales, de forma ovoide 
e irregular, localizada en el suelo de la órbita, ventral al ojo y 
medial al arco cigomático (fig. 2).
En la mayoría de los casos, en la bibliografía veterinaria se 
menciona un traumatismo como el origen de los sialoceles, 
pero también pueden producirse espontáneamente. 
La glándula salival cigomática tiene varios conductos que 
siguen un recorrido ventral y que desembocan en un pliegue 
de la mucosa lateral al último molar superior. Habitualmente 
se puede identificar su conducto principal en este punto, 
aproximadamente 1 cm caudal a la papila parotídea. 
23
Cavidad oral y faringe / Mucocele de la glándula cigomática
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Fig. 3. Paciente intubado y mucocele localizado en el 
vestíbulo bucal de la cavidad oral (flecha).
Preparación quirúrgica
Tras colocar un catéter intravenoso perifé-
rico, se indujo la anestesia y con el paciente 
a punto de ser intubado se observó un abul-
tamiento indoloro y de superficie irregular en 
el vestíbulo bucal aboral de la cavidad oral. 
La mucosa del abultamiento estaba ligera-
mente edematosa y dañada, por habérsela 
mordido el propio animal (fig. 3).
Fig. 2. Glándulas salivales del perro (se ha retirado el hueso cigomático). Obsérvese la posición de la glándula cigomática en la región orbitaria.
Glándula parótida
Glándula mandibularGlándula sublingual
Glándula cigomática
24
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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Mucocele faríngeo
Técnica quirúrgica
El paciente se intubó por seguridad, para 
que tuviera una vía respiratoria permeable y 
para retener cualquier drenaje que pudiera 
deslizarse hacia la laringe. 
La faringe se puede taponar con compresas 
de gasa para evitar que entren líquidos pro-
cedentes de la orofaringe. 
Un mucocele faríngeo se puede convertir en un caso con riesgo de muerte si crece tanto 
como para obstruir la tráquea (fig. 4). En los casos menos complicados puede provocar 
dificultades de deglución.
Los pacientes con un mucocele faríngeo pueden presentar signos de obstrucción de las 
vías respiratorias superiores.
La técnica de drenaje es similar a la que se usa para un mucocele cigomático (aspiración 
con aguja o incisión con hoja de bisturí no 12).
Habitualmente los mucoceles de la 
glándula cigomática no implican un 
riesgo de muerte, al contrario que los 
de la región orofaríngea, como p. ej. 
los mucoceles faríngeos (fig. 4).
25
Cavidad oral y faringe / Mucocele de la glándula cigomática
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Fig. 4. Mucocele faríngeo. 
Su localización demuestra la posible 
obstrucción de la vía respiratoria.
26
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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A veces la acumulación de líquido dentro de la órbita puede 
hacer que el ojo se desplace hacia adelante, imitando un 
exoftalmos, un estrabismo y/o una inflamación periorbitaria.
Aspiración de un líquido transparente y viscoso, de color amari-
llento ambarino o manchado de sangre, que tiene un aspecto filante 
cuando se deposita sobre un porta a través de una aguja. Suele ser 
diagnóstico (fig. 5). 
Al microscopio, el líquido presenta un recuento celular reducido que 
solamente se eleva en caso de estar infectado. En el caso de Lara, 
la tinción del frotis con un colorante específico de moco, p. ej. ácido 
peryódico de Schiff, confirmó que el líquido era saliva. El diagnóstico 
diferencial también debe incluir un abceso.
La saliva acumulada del paciente procedía de una fuga de una glán-
dula o un conducto salival dañados, que se acumulaba entre los 
tejidos. Habitualmenteno se identifica la causa exacta, pero se ha 
sugerido que algunos perros presentan una predisposición a sufrirlo. 
Los mucoceles suelen detectarse en forma de hinchazones fluc-
tuantes e indoloras del cuello o de la cavidad oral. A menudo se les 
denomina erróneamente quistes salivales, aunque no tengan epitelio 
secretor. El revestimiento interno del mucocele es de tejido inflamato-
rio, secundario a la irritación causada por la saliva sobre los tejidos: en 
respuesta a la saliva, se va formando una cápsula de tejido conjuntivo 
alrededor de ella, en un intento del organismo por encapsular el ma-
terial extraño.
Fig. 5. Muestra de un mucocele en la que se puede apreciar la naturaleza filante 
de la saliva espesa que cuelga de la punta de la jeringa. 
En este caso el tratamiento es similar al que se aplica para el 
drenaje de un abceso retrobulbar próximo al último molar. 
El drenaje del mucocele puede ser el tratamiento inicial de elección, 
pero si recidiva, solo se cura con la extirpación de la glándula salival 
cigomática y el drenaje del mucocele. 
Generalmente se aprecia una zona inflamada. Para incidir el abom-
bamiento se necesita una pinza curvada de hemostasia de Halsted 
y una hoja de bisturí del nº 12 o una jeringa con una aguja 12-14 G. 
Al insertarla en la zona inflamada se consigue un drenaje ventral del 
sialocele. Se puede aplicar el mismo procedimiento si la hinchazón es 
un abceso. En ese caso es esencial usar una aguja de gran calibre 
(16-18 G), a causa de la viscosidad del material a drenar. 
Se puede extirpar la glándula retirando una parte del arco cigomático, 
lo que permite acceder mejor a la órbita, donde está localizada la 
glándula. Tras la intervención se vuelve a fijar el hueso con alambre 
de osteosíntesis. 
Fig. 6a. La aguja se inserta en la zona dilatada, 
aboral al último molar y en dirección dorsomedial. 
a
27
Cavidad oral y faringe / Mucocele de la glándula cigomática
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Consideraciones
Puede que el simple drenaje del mucocele 
cigomático no consiga una remisión per-
manente. El riesgo de recidiva desaparece 
con la extirpación quirúrgica de la glándula 
afectada. 
En los casos en que el sialocele cigomá-
tico causa un exoftalmos también se re-
comienda la extirpación quirúrgica de la 
glándula. 
El prolapso de la glándula del tercer párpado 
del paciente se resolvió mediante la técnica 
del bolsillo de Morgan modificada. En este 
caso el paciente no sufrió ninguna recidiva 
del mucocele de la glándula salival.
Fig. 6c. Jeringa con saliva extraída del mucocele.
Fig. 6b. Detalle de la zona afectada. Obsérvese el líquido “meloso” que llena la jeringa. 
c
b
28
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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Fig. 2. Radiografía de contraste del tubo digestivo. 
Vaciado gástrico lento. Yeyuno afectado. Peristaltismo 
lento del tercio proximal del intestino delgado.
Fig. 2a. Proyección laterolateral.
Fig. 1. Radiografía simple del abdomen. Dilatación 
intestinal leve en el mesogastrio.
Una radiografía simple mostró una dilatación 
intestinal (fig. 1). El diagnóstico se completó 
con un estudio con bario (fig. 2). El vaciado 
gástrico era lento y se observaba material 
de contraste en el esófago y en el tercio pro-
ximal del intestino delgado. 
Exploración física
Este gato se presentó con una historia de 
vómitos durante los últimos seis días. Tole-
raba parcialmente los líquidos, pero al inge-
rir alimentos sólidos el paciente presentaba 
vómitos recurrentes al cabo de 1 a 4 horas. 
La exploración física reveló una evidente 
pérdida de peso. A la palpación abdominal 
manifestaba un malestar abdominal leve. El 
resto de parámetros vitales estaban dentro 
de la normalidad.
El paciente había recibido tratamiento sin-
tomático con antieméticos, analgésicos y 
antibióticos, sin obtener ningún resultado 
satisfactorio. 
Nombre	 Silver
Especie	 felina
Raza	 Común	Europeo		
de	pelo	corto
Sexo		 macho
Edad		 3	años
Reseña
Cuerpo extraño lineal retenido 
bajo la lengua de un gato
Cuerpo extraño lineal retenido 
bajo la lengua
Rodolfo Brühl Day, María Elena Martínez, Pablo Meyer
■■ Laparotomía. Enterotomía. 
■■ Indicadas para algunos tipos de cuerpos 
extraños.
Signos	clínicos:	vómitos,	depresión,	anorexia,	letargo.
Dificultad técnica
Prevalencia
a
29
Cavidad oral y faringe / Cuerpo extraño lineal retenido bajo la lengua
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A los 45 minutos era evidente que una parte 
del intestino delgado contenía un objeto que 
guardaba un parecido con un cuerpo ex-
traño lineal (CEL) (fig. 3).
Fig. 3. Radiografía de contraste del tubo digestivo. 
Imagen radiopaca compatible con un CEL.
Fig. 2b. Proyección ventrodorsal.
b
30
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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Fig. 4. (a) y (b) Apenas se ve un fino hilo bajo la lengua, que rodea el frenillo y está casi incrustado en él (flechas). (c) Al levantarlo con la punta de las tijeras, el hilo se ve bien.
Mientras el paciente se estabilizaba adecuadamente, se hicieron los 
análisis clínicos previos. También se examinó la cavidad oral, como 
parte de la exploración física. Entonces se observó un hilo bajo la 
lengua, que rodeaba el frenillo. 
A causa del dolor y el malestar de las dos últimas horas, se anestesió 
al paciente y se le llevó al quirófano. Allí se cortó el hilo (fig. 4).
Preparación quirúrgica
Se le rasuró el abdomen y se le hizo una preparación quirúrgica es-
tándar. Se lavó la zona con povidona iodada y después se pulverizó 
también con solución de povidona iodada.
En los gatos, si existe la sospecha de que se hayan 
tragado un cuerpo extraño, se ha de examinar siempre 
la boca, abriéndola y mirando sobre todo bajo la lengua. 
A los gatos les gusta jugar con la lana o con los hilos; 
a veces se tragan incluso alguna aguja de coser.
a
b c
31
Cavidad oral y faringe / Cuerpo extraño lineal retenido bajo la lengua
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Fig. 5. La imagen muestra la plicatura intestinal 
provocada por el CEL. No se observa ningún daño 
significativo en la cara mesentérica del intestino 
plegado. 
Fig. 6. Enterotomía. Extracción del CEL del intestino 
delgado. (a-d) Hay que tirar con delicadeza para no 
provocar desgarros en el intestino. 
Técnica quirúrgica
Se realizó una laparotomía por la línea media, desde el xifoides hasta 
el tercio caudal del abdomen, para permitir una buena inspección de 
la cavidad abdominal.
Una vez abierta, se observó el intestino delgado replegado, en un 
intento de desprenderse del CEL a base de movimientos peristálti-
cos (fig. 5). La cara mesentérica no había sufrido ningún traumatismo 
grave, es decir, no había perforación.
Una vez cortado el CEL, la tensión sobre el intestino delgado se re-
lajó, evitando así nuevas lesiones. 
No se observó ninguna otra anomalía significativa. El resto del intes-
tino delgado y los órganos abdominales próximos tampoco habían 
sufrido ningún daño.
a
Tras identificar la porción más distal del intestino delgado plegado, se 
aplicaron gasas húmedas de laparotomía alrededor de la cavidad ab-
dominal abierta, para evitar que al manipular el intestino cayeran po-
sibles salpicaduras del contenido intestinal en la cavidad abdominal. 
A continuación se exteriorizaron las asas intestinales y se envolvie-
ron con más gasas humedecidas para protegerlas mejor. Se realizó 
una enterotomía por la zona más distal del intestino y se extrajo cui-
dadosamente el CEL. A base de tirar y masajear cuidadosamente 
el intestino replegado, se consiguió desprender y extraer el resto del 
CEL (fig. 6).
32
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
| VOLVERÍNDICE
Fig. 6b.
Fig. 6d.
Fig. 6c. 
b
d
c
Es fundamental manipular el 
intestino con delicadeza para 
evitar dañar más la pared 
mesentérica. 
33
| VOLVERÍNDICE
Cavidad oral y faringe / Cuerpo extraño lineal retenido bajo la lengua
Cada punto de sutura del intestino debe incluir también 
la capa submucosa, porque es la de sostén. Tener 
cuidado con el “aspecto del champiñón” que surge 
cuando se incide el intestino y provocaun grado variable 
de eversión mucosa.
Evolución
El curso posquirúrgico discurrió sin com-
plicaciones. Se trató al paciente con anti-
bióticos y analgésicos según protocolo, así 
como líquidos de apoyo. 
Doce horas después de la intervención se 
ofreció al paciente una dieta blanda. Ini-
cialmente la rechazó, pero aceptó una pe-
queña cantidad 12 horas después. No se 
observaron vómitos. Cuarenta y ocho horas 
después de la laparotomía Silver recuperó el 
apetito y empezó a comer como siempre. 
Se le quitaron los puntos de sutura siete 
días después. El dueño no comunicó nin-
guna complicación. 
Fig. 8. Prueba de agua. Resultado negativo.
Fig. 7. Sutura simple interrumpida con aposición.
Tal como está indicado en cualquier intervención de cirugía mayor, 
se realizó un lavado abdominal y una aspiración copiosos antes de 
cerrar el abdomen. Tras comprobar que no quedaba ninguna gasa 
suelta, se cerró la cavidad abdominal de forma rutinaria. 
Tras extraer el CEL, se exploró el lugar de la enterotomía, especial-
mente la pared mesentérica, que estos cuerpos extraños tienden a 
“aserrar” a causa del peristaltismo. Se cerró la enterotomía con una 
sutura simple de puntos sueltos con aposición, con monofilamento 
absorbible de 4/0 (fig. 7). 
Si se considera necesario, se puede recortar la mucosa intestinal una 
vez evertida, para igualar los bordes con la superficie serosa, faci-
litando así la aposición. Si el nivel de albúmina del paciente es de 
2,0 g/dl o menor, es mejor una sutura monofilamento no absorbible 
(nailon o polipropileno). No se recomienda usar catgut crómico.
Finalmente se hizo una prueba con agua, para detectar posibles pun-
tos de fuga, que dio resultado negativo (fig. 8).
34
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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Se extrajo sangre para obtener datos bási-
cos, a la vez que se administraba fluidotera-
pia para estabilizar al paciente. Se le admi-
nistraron antibióticos de amplio espectro, así 
como analgésicos y AINE.
Fig. 2. Desgarro del paladar duro, lado derecho. 
Se aprecia el nervio infraorbitario.
Fig. 1. Paciente anestesiado para su exploración 
física. Se observan los daños en los tejidos blandos 
sobre el labio izquierdo y las laceraciones sobre las 
regiones facial y orbital. 
Exploración física
El paciente se anestesia y se intuba para 
practicar una exploración física exhaustiva 
(fig. 1). Presentaba múltiples fracturas fa-
ciales en los huesos maxilar, nasal, paladar 
duro y mandíbula, y extensos daños en te-
jidos blandos, con exposición del interior de 
la cavidad nasal y hemorragia significativa 
(figs. 2 y 3).
Nombre	 Less
Especie		 canina
Raza		 Pompek	de	Grenada
Sexo			 macho,	entero
Edad		 1,5	años
Reseña
Traumatismo facial grave Rodolfo Brühl Day, Eduardo Durante, Sandra Mattoni
■■ Paciente atropellado.
■■ Reconstrucción facial. Sonda de esofagostomía.
Signos	clínicos:	traumatismo,	atropello	media	hora	
antes,	remisión	de	urgencia.
Dificultad técnica
Prevalencia
35
Cavidad oral y faringe / Traumatismo facial grave
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Fig. 4. Radiografía que muestra la magnitud del 
daño óseo, proyección laterolateral.
Tras una primera exploración, se hicieron 
radiografías simples de cabeza y tórax. Las 
radiografías de tórax confirmaron los resul-
tados de la exploración física, sin mostrar 
ninguna otra anomalía (figs. 4-6). Además se 
colocó un catéter urinario para controlar la 
producción de orina del paciente.
b
Fig. 3b. Paladar duro fracturado por la mitad, 
imagen frontal. 
Fig. 3a. Huesos nasales y cavidad separados del 
paladar duro fracturado, lado izquierdo. 
a
36
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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Fig. 6. Tórax, proyección laterolateral.
Preparación quirúrgica
Debido a la intensa reacción inflamatoria, se 
decidió que la mejor opción para el paciente 
era establecer un control cuidadoso de la 
reducción gradual de la inflamación antes de 
intentar cualquier corrección quirúrgica.
Hasta entonces se le colocó una sonda de 
esofagostomía para alimentarlo.
Se rasuró ampliamente la zona cervical iz-
quierda y se lavó con jabón de clorhexidina 
al 4 %. A continuación se pulverizó con una 
solución de clorhexidina al 4 % justo antes 
de cubrir la zona con paños, permitiendo un 
tiempo de contacto suficiente. 
a b
Fig. 5a. Fractura de la mandíbula. Fig. 5b. Fracturas en nariz, paladar y mandíbula.
37
Cavidad oral y faringe / Traumatismo facial grave
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Fig. 8b. Colocación de un vendaje alrededor del 
cuello para proteger la sonda de esofagostomía.
Fig. 8a. Vendaje inicial. 
Fig. 7. Sonda alimentaria de esofagostomía puesta 
en su lugar, con una sutura de retención en sandalia 
romana para mantenerla en su sitio.
Técnica quirúrgica
Se colocó una sonda alimentaria de esofa-
gostomía, según la técnica descrita en este 
libro (figs. 7 y 8).
Ver Colocación de una sonda 
alimentaria de esofagostomía
págs. 
190-201
b
a
38
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
| VOLVERÍNDICE
Para conservar la alineación del paladar 
duro fracturado hasta el momento de la in-
tervención se suturó la mucosa dañada con 
monofilamento de nailon 3/0 (fig. 9), lo que 
indirectamente produjo una reducción de las 
fracturas nasales. 
Fig. 9. Tejidos blandos suturados (mucosa labial a 
mucosa gingival) para mantener temporalmente la 
alineación de los huesos rotos hasta la intervención.
La inflamación y el edema de los tejidos 
blandos eran tan intensos que se rechazó la 
idea de poner un bozal para la inmovilización 
(fig. 10). También se tuvo en cuenta el riesgo 
de aspiración en caso de vómito.
Fig. 10. Paciente con collar isabelino 24 horas 
después de su presentación inicial. 
Al cabo de 48 horas, una vez había mejo-
rado la condición del paciente, se realizó la 
intervención para tratar las lesiones de la 
cara y la cabeza (fig. 11).
Fig. 11. El paciente 48 horas después de su ingreso, 
respirando por la boca. Se observan residuos y 
costras alrededor de la boca. La inflamación se 
había reducido, sobre todo alrededor del puente de 
la nariz.
39
Cavidad oral y faringe / Traumatismo facial grave
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Fig. 14. Fase de desbridamiento.
Fig. 13. Paciente en posición para la intervención.
El paciente se preparó y anestesió para ciru-
gía (figs. 12 y 13). Una vez sobre la mesa de 
quirófano, se hizo un desbridamiento inicial 
de las heridas (fig. 14). 
Fig. 12. Intubación orotraqueal e inducción de la 
anestesia.
40
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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Una vez reducidas las fracturas se utilizó un 
taladro para hacer agujeros en cada uno de 
los fragmentos óseos que había que unir, 
para fijarlos en su lugar con alambre de os-
teosíntesis (figs. 16-18).
Fig. 16. Taladrando los orificios por los que ha de 
pasar el alambre.
Fig. 15. Lesión del paladar duro. El hueso roto se 
había dividido prácticamente por la mitad, lo que 
permitía ver el interior de la cavidad nasal.
Se retiró la sutura temporal. Se limpiaron to-
dos los residuos de los tejidos, se retiraron 
los fragmentos óseos y se lavaron ambas 
cavidades (nasal y oral). Tras esto, se em-
pezó con la alineación de los huesos fractu-
rados (fig. 15).
Fig. 17. (a) y (b) Colocación previa de los alambres.
ba
41
Cavidad oral y faringe / Traumatismo facial grave
| VOLVERÍNDICE
Fig. 19. Reparación de la mandíbula.
Los huesos nasales y el paladar duro se re-
pararon en primer lugar, luego la mandíbula 
y los tejidos blandos (fig. 19).
En total se colocaron siete alambres en los 
huesos maxilar y palatino, dos en el cuerpo 
mandibular derecho y uno en el izquierdo. 
Se escogió el alambre en lugar de fijadores 
externos o agujas y adhesivo acrílico por las 
limitaciones económicas del dueño.
Se cerró la mucosa con sutura monofila-
mento absorbible 3/0. Se desbridaron los 
bordes de la lesión del labio y se cerró con 
monofilamento de nailon 3/0 en la piel.
Fig. 18. (a) y (b) Tensando los alambres colocados.
b
a
En este tipo de traumatismo se 
pretende conseguir una buena 
funcionalidady, en la medida de lo 
posible, un buen resultado cosmético.
42
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
| VOLVERÍNDICE
Fig. 20b. Radiografía posquirúrgica, proyección laterolateral. 
Consideraciones
Se preparó una papilla especial con la que se alimentó a Less a tra-
vés de la sonda, en cantidades crecientes, según sus necesidades 
de energía.
Dos semanas después de la intervención se volvieron a hacer radio-
grafías de control (fig. 20). Los huesos estaban cicatrizando bien y 
no se apreciaba tejido necrótico en la boca. Dos días después de la 
intervención se había conseguido una buena funcionalidad y un buen 
resultado cosmético (fig. 21).
Durante el período de cicatrización se ha de ir cambiando el vendaje 
cuando se mancha con la comida o el agua. Para proteger la piel que 
rodea al estoma se puede aplicar aceite mineral o de bebé. También 
se puede emplear una pomada antibiótica.
La sonda alimentaria se retiró dos semanas después de la interven-
ción (fig. 22).
Fig. 21b. Less, dos semanas después de la intervención. Imagen lateral de la nariz.Fig. 21a. Less, dos semanas después de la intervención. Imagen frontal. 
Se aprecia la buena funcionalidad y el buen aspecto cosmético.
Fig. 20a. Radiografía posquirúrgica, proyección dorsoventral.
b
a
ba
43
Cavidad oral y faringe / Traumatismo facial grave
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Evolución
El paciente recibió el alta 36 días después de la visita inicial. Less es-
tuvo hospitalizada tanto tiempo porque el propietario no podía aplicar 
en casa el tratamiento posquirúrgico inmediato ni la dedicación que 
este paciente requería.
Entre otras instrucciones de alta, se le dijo al propietario que no de-
jase que Less masticase comida sólida ni cualquier otro objeto duro 
hasta que los huesos soldasen por completo. 
La consolidación ósea y la cicatrización de las heridas discurrieron sin 
complicaciones, la condición física del paciente mejoró y Less recu-
peró una vida normal. 
Fig. 23. Less se recuperó bien y recibió el alta 36 días después de la visita inicial.
Fig. 22. (a) Retirada de la sonda alimentaria 15 días después de la intervención. (b) Se corta la sutura de retención en sandalia romana y la sonda se extrae 
cuidadosamente. (c) Estoma formado tras la esofagostomía. (d) El estoma esofágico se ha de cubrir temporalmente con un vendaje ligero hasta que cicatrice 
por segunda intención. 
b
d
a
c
44
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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Nombre Brillito
Especie canina
Raza Caniche miniatura
Sexo macho
Edad 6 meses 
Reseña
Acalasia cricofaríngea Rodolfo Brühl Day, María Elena Martínez, Pablo Meyer
■■ Causa de disfagia rara, aunque tratable, en el perro.
■■ Etiología desconocida, se sospecha origen congénito.
■■ Aparece en el cachorro en cuanto se desteta y pasa al 
alimento sólido.
Signos clínicos: disfagia desde el destete sobre el mes de edad.
Dificultad técnica
Prevalencia
Fig. 1. Brillito en la primera visita.
Este paciente venía presentando disfagia desde que tenía un mes, es 
decir, desde el destete (cuando la dieta líquida se sustituye progresi-
vamente por alimento seco). Los propietarios solían dar de comer a 
su cachorro con un biberón con una tetina especialmente adaptada 
que permitía introducirla hasta la faringe. 
La deglución normal consiste en tres fases: orofaríngea, 
esofágica y gastroesofágica. Este trastorno consiste en que 
durante la fase esofágica no se relaja el esfínter esofágico 
superior. 
La acalasia cricofaríngea es una interrupción de la subfase 
cricofaríngea de la fase orofaríngea de la deglución. El bolo de 
comida no pasa de la orofaringe al esófago cervical porque el 
músculo cricofaríngeo no se relaja a la vez que se contraen los 
demás músculos faríngeos.
Antes de intentar cualquier intervención hay que tratar 
adecuadamente una neumonía o una posible malnutrición.
Brillito había sufrido varios episodios de tos cuando la comida se le in-
troducía por las vías respiratorias. El paciente no mostraba salivación 
excesiva y era capaz de tragar su propia saliva. Se sospechó una 
disfagia cricofaríngea junto con otras enfermedades que cursan con 
disfunción de la deglución. 
Una videofluoroscopia mientras tragaba contraste de bario confirmó 
el diagnóstico. El bolo de comida se desplazó hasta el esófago, pero 
se detuvo a la altura del músculo cricofaríngeo. También se evaluó la 
movilidad esofágica, con resultados normales y se hicieron radiogra-
fías para descartar una neumonía por aspiración. 
La solución quirúrgica de este tipo de disfagia es una miectomía 
cricofaríngea. 
Preparación quirúrgica
Aunque también se podría haber optado por un abordaje lateral, en 
este caso se optó por un abordaje por la línea media ventral. 
Se rasuró una amplia zona del cuello desde el ángulo de la mandíbula 
hasta la entrada del tórax. La cara ventral del cuello del paciente se 
preparó con la técnica estándar, con jabón y solución de clorhexidina 
pulverizada sobre la zona. 
Se colocó al paciente en decúbito supino con una pequeña toalla en-
rollada bajo el cuello para arquearlo hacia arriba. Se fijó la mandíbula 
a la mesa de quirófano con cinta adhesiva para evitar que se girase la 
cabeza del paciente durante la intervención. 
45
Cavidad oral y faringe / Acalasia cricofaríngea
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Fig. 4. Esófago (flecha amarilla) y nervio laríngeo 
recurrente izquierdo por debajo (flecha blanca).
Fig. 3. Puntos de retención en el borde del cartílago 
tiroideo.
Se veía la tráquea y la laringe. Esta última se 
rotó a mano 180 grados sujetando el borde 
dorsal del cartílago tiroides. Para conservar 
esta rotación se colocaron puntos de reten-
ción en el borde del cartílago tiroides, como 
se aprecia en la fig. 3.
En la fig. 4 se observa el esófago dorsal a 
la tráquea (flecha amarilla). Se introdujo un 
estetoscopio esofágico en el esófago para 
que el cirujano pudiese palparlo fácilmente y 
usarlo como referencia anatómica. Se tuvo 
cuidado de proteger los nervios laríngeos re-
currentes que discurren dorsolaterales a la 
tráquea. 
Fig. 2. Disección roma de los músculos 
esternohioideos para acceder a la tráquea 
y la laringe. 
Técnica quirúrgica
Se incidió la piel por la línea media ventral, 
empezando craneal a la laringe y termi-
nando a pocos centímetros de la entrada 
del tórax. A este nivel el tejido subcutáneo 
es delgado y se suele incidir junto con la 
piel. Se hizo una disección roma de ambos 
músculos esternohioideos (fig. 2).
En el momento de girar la laringe 
es mejor que el manguito de 
la sonda endotraqueal esté 
desinflado, para evitar que dañe 
la tráquea.
También se recomienda colocar 
una sonda orogástrica o un 
estetoscopio esofágico para 
facilitar la identificación del 
esófago en todo momento 
durante la intervención.
Caudal
Craneal
46
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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Fig. 7. Disección roma del músculo cricofaríngeo 
y de la porción caudal del tirofaríngeo.
La disección del músculo cricofaríngeo y la 
porción caudal del tirofaríngeo deben ser 
delicadas para no perforar el esófago, que 
está situado justo debajo (fig. 7).
En la figura 6 se aprecian claramente 
los músculos músculos cricofaríngeo y 
tirofaríngeo.
Fig. 6. Músculos tirofaríngeos y esófago.
Fig. 5. La flecha señala el músculo cricofaríngeo.
El asistente mantuvo la laringe en rotación 
colocando un retractor delicado (como un 
retractor de Miller-Senn) y tirando de los 
puntos de retención en dirección lateral, 
ofreciendo así una posición adecuada para 
que el cirujano pudiera disecar el músculo 
cricofaríngeo (fig. 5).
47
Cavidad oral y faringe / Acalasia cricofaríngea
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Diagnóstico
El tejido escindido se mandó para su examen histopatológico, para continuar con el diagnós-
tico de una posible afección neuromuscular. El análisis reveló que el tejido muscular era normal. 
Evolución y consideraciones
Los pacientes sometidos a esta intervención deben permanecer hospitalizados durante 24 ho-
ras después de la misma, hasta quepuedan consumir alimentos, o durante 72 horas si el 
esófago se ha incidido involuntariamente durante la disección de los músculos. Este intervalo 
de tiempo permite la cicatrización inicial del punto de perforación.
En este caso, el paciente necesitó dos semanas hasta que pudo deglutir alimento sólido sin 
problemas. La evolución fue lenta pero siempre favorable.
Los pacientes con acalasia cricofaríngea parecen clínicamente sanos, salvo los que sufren una 
neumonía por aspiración secundaria o emaciación, pese a tener un apetito voraz. Los signos 
clínicos pueden ser atragantamientos, náuseas, expulsión forzada del bolo alimentario y regur-
gitación inmediatamente después de la deglución.
Esta patología tiene un buen pronóstico de curación con la miectomía de los músculos crico-
faríngeo y tirofaríngeo que constituyen el esfínter esofágico superior.
Se rotó la faringe hacia el lado opuesto y 
se repitió el procedimiento al otro lado del 
rafe (fig. 9). Se extirpó una cinta delgada de 
músculo a cada lado para evitar que el pro-
blema recidivara.
Fig. 9. Miectomía del lado opuesto del rafe medio.
Fig. 8. Miectomía de los músculos cricofaríngeo 
y tirofaríngeo.
La miectomía de los músculos cricofaríngeo 
y tirofaríngeo se hace a nivel de la inserción 
de ambos en el rafe medio (fig. 8). 
Caudal
Craneal
La miectomía del cricofaríngeo 
está CONTRAINDICADA en otras 
formas de disfagia faríngea 
porque puede aumentar la 
probabilidad de sufrir una 
aspiración de la comida.
48
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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Nombre Helga
Especie canina
Raza Samoyedo
Sexo hembra, esterilizada
Edad 8 años
Reseña
Glosectomía Rodolfo Brühl Day, María Elena Martínez, Pablo Meyer
■■ Extirpación parcial o total de la lengua.
■■ Indicada en casos de heridas, neoplasia 
y/o necrosis.
Signos clínicos: dificultades para comer, hemorragias 
intermitentes por la boca.
Dificultad técnica
Prevalencia
Fig. 2. Detalle del tumor que afectaba a la lengua.
El tumor ocupaba cerca del 30 % de la lon-
gitud de la lengua (lado izquierdo), dejando 
cerca del 70 % intacto (figs. 2 y 3).
Fig. 1. En estos casos se necesita una exploración 
detallada con anestesia general.
Exploración física
Una anestesia breve permitió una explo-
ración completa del paciente, incluidos el 
aspecto de la lesión, su magnitud (fig. 1), 
la presencia de otros cuadros patológicos 
y la afectación de los ganglios linfáticos 
regionales.
49
Cavidad oral y faringe / Glosectomía
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Fig. 4. La preparación quirúrgica también incluye 
lavar la boca con una solución antiséptica diluida. 
Fig. 3. Tamaño de la neoplasia, que afecta a casi el 
30 % de la longitud de la lengua.
Preparación quirúrgica
Es una intervención limpia-contaminada porque se hace en la cavi-
dad oral.
Ver tabla I del caso 
Glosectomía transversa pág. 55
Se preparó el campo quirúrgico con una solución antiséptica de po-
vidona iodada 1:10 o de clorhexidina 1:30 diluida en suero fisiológico. 
Toda la cavidad oral se lavó varias veces (fig. 4), teniendo la precau-
ción de taponar la faringe con compresas de gasa enrolladas para 
evitar la aspiración de líquidos.
La exploración física previa 
a la intervención tiene una 
importancia capital.
50
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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Fig. 8. Se deben colocar puntos de retención a ambos lados de la lengua.Fig. 7. Los puntos puestos previamente ayudarán a mantener cualquier 
hemorragia excesiva bajo control. 
Fig. 6. Se establece un margen de 2 cm (amarillo) aboral a la incisión propuesta (rojo).
Fig. 5. Paciente en decúbito lateral, sobre el lado opuesto al de la intervención.
Técnica quirúrgica
Se colocó un abrebocas y se fijó a los caninos del lado opuesto a 
la neoplasia. El paciente se colocó en decúbito lateral sobre el lado 
opuesto al de la intervención (fig. 5). Se elevó ligeramente el hocico 
colocando una toalla enrollada debajo. Se puso una gasa estéril bajo 
la lengua y se usó otra impregnada en un antiséptico diluido para lim-
piar toda la boca otra vez, para completar la preparación del campo 
quirúrgico.
Tras poner paños de campo adicionales o gasas alrededor de la len-
gua, se estableció un margen de aproximadamente 2 cm (fig. 6).
Se colocaron puntos verticales de colchonero aproximadamente 
1 cm aborales a la línea de incisión propuesta. Su función principal es 
ayudar en la hemostasia (fig. 7). Previamente se pusieron unos pun-
tos de sutura de un lado al otro. 
Para ayudar con la manipulación de la lengua se recomienda poner 
puntos de retención a ambos lados (fig. 8). Los puntos de retención 
se mantuvieron en su sitio poniendo una pinza de hemostasia en los 
extremos. Estas suturas actúan como asas y ayudan con la manipu-
lación de la lengua.
Con la mucosa oral el bisturí eléctrico se ha de usar 
con precaución porque puede provocar una reacción 
inflamatoria bastante importante. Como método alternativo 
de hemostasia se recomienda aplicar un coagulador bipolar.
Ver Coagulación 
electrotérmica bipolar. 
En el libro Cirugía sin sangrado
págs. 167-169
51
Cavidad oral y faringe / Glosectomía
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Es esencial observar las superficies dorsal y ventral de la lengua para 
estar seguro de que las suturas están situadas correctamente. La fi-
gura 9 muestra la fracción de la lengua a extirpar.
Se hizo una incisión con un bisturí, aproximadamente 0,5 cm aboral a 
la linea de sutura previamente colocada (fig. 10).
Una vez extirpada la sección de la lengua afectada, se unieron los 
bordes de la incisión con puntos simples o con una sutura continua lo 
suficientemente tensa (fig. 11). Los bordes de la herida se suturaron 
con puntos simples sueltos con monofilamento de nailon (fig. 12).
Fig. 12. Los bordes de la herida se suturan con monofilamento de nilon 3/0.
Fig. 11. Es esencial una buena aposición de los bordes para que cicatrice bien.Fig. 10. Incisión inicial.
Fig. 9. Cantidad de lengua a extirpar.
a b
52
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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Fig. 15. Los trabones sirven para evitar 
autotraumatismos. 
Fig. 14. El vendaje alrededor del cuello ayuda a 
mantener la sonda alimentaria en su sitio.
La sonda alimentaria se mantuvo en su sitio 
con un vendaje alrededor del cuello (fig. 14). 
En la abertura de la sonda se ha de poner 
un tapón. Para usarla, se ha de aclarar con 
agua corriente antes y después de alimentar 
al paciente, para evitar obstrucciones. 
Fig. 13. La esofagostomía es vital.
En estos pacientes hay que poner una 
sonda de esofagostomía antes de que se 
despierten de la anestesia. Se hace para que 
puedan alimentarse mientras se les reeduca 
para comer y beber. Para esto se puede uti-
lizar una sonda de goma roja 20 French, una 
de plástico blando de calidad médica K10 o 
un catéter de Silastic® (fig. 13). 
También se recomienda colocar un collar 
isabelino. Los trabones sirven para evitar 
que el animal se rasque (fig. 15).
Ver Colocación de una 
sonda alimentaria de 
esofagostomía
págs. 
190-201
53
Cavidad oral y faringe / Glosectomía
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Fig. 17. Después se pueden usar bebederos 
de porcino para enseñar al paciente a beber.
Diagnóstico
El diagnóstico histopatológico fue carcinoma de células escamosas.
Consideraciones
Se enseñó a Helga a beber con un bebedero especial, diseñado en 
realidad para el ganado porcino (fig. 17). Al presionar la tetina del be-
bedero hacia arriba con la boca, sale agua. Se tiene que ajustar la 
altura del bebedero para que le sea fácil tragar el agua, evitando así 
posibles problemas de aspiración.
Cuando la extirpación es más corta de lo que se ha descrito aquí, los 
pacientes aprenden a beber bien con su lengua más corta poco des-
pués de la intervención. A veces vale la pena mencionar el tema de la 
aspiración a los propietarios, como parte de su formación.
Fig. 16. Resultado posquirúrgico. (a) Imagen lateral. 
(b) Imagen oral.
a
b
54
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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Fig. 1b. Punta de la lengua dividida(cara dorsal).
Fig. 1a. Úlcera observada en la cara ventral 
de la lengua.
Exploración física
En la primera visita se observó una úlcera en 
la cara medial de la lengua. La punta de la 
lengua tenía una forma extraña (fig. 1). El pa-
ciente presentaba hemorragias intermiten-
tes, ptialismo y halitosis, que le provocaban 
malestar.
Nombre	 	Rex
Especie		 canina
Raza		 cruce	de	Pastor	Alemán
Sexo			 macho,	entero
Edad		 8	años	
Reseña
Glosectomía transversa Rodolfo Brühl Day, María Elena Martínez, Pablo Meyer, Francesca Ivaldi
■■ Indicada en casos de neoplasia rostral de la lengua.
■■ Tratamiento definitivo si no hay metástasis.
Signos	clínicos:	hemorragia	intermitente,	ptialismo	y	halitosis.
Dificultad técnica
Prevalencia
a
b
55
Cavidad oral y faringe / Glosectomía transversa
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Preparación quirúrgica
El paciente se preparó para la anestesia según el protocolo estándar.
Se colocó en decúbito prono con la cabeza sujeta a la mesa de qui-
rófano con cinta adhesiva, para limitar el movimiento. Se le aplicó un 
abrebocas para mantener la boca abierta (fig. 2).
La cavidad oral se lavó con una solución diluida de clorhexidina (1:9), 
para reducir posibles contaminantes. Aunque la lengua apuntaba ha-
cia abajo, la faringe se taponó con compresas de gasa, para evitar 
aspiraciones durante el lavado de la boca. 
Fig. 2. Paciente en decúbito prono, en posición para 
la intervención.
La cabeza de Rex se cubrió por completo con paños de campo, 
igual que para cualquier cirugía aséptica, como una forma más de 
minimizar la contaminación.
Todas	las	operaciones	orales	se	consideran	limpias-
contaminadas	(tabla	I)	porque	hay	una	interrupción	de	la	
mucosa	del	tubo	digestivo.	Es	habitual	que	haya	contaminación	
y	la	tasa	de	infecciones	es	del	orden	de	un	10	%.
Tabla I. Clasificación de las heridas quirúrgicas.
Clase I Limpia
Una herida quirúrgica sin infectar en la que no se observa inflamación y no accede a los tractos 
respiratorio, alimentario, genital ni urinario no infectado. Además, las heridas limpias se cierran 
por primera intención y si es necesario se drenan con drenaje cerrado. Las heridas quirúrgicas por 
incisión posteriores a un traumatismo (romo) no penetrante que cumplan estos criterios también 
se incluyen en esta clase. 
Clase II Limpia-contaminada
Una herida quirúrgica en la que se ha accedido a los tractos respiratorio, alimentario, genital o 
urinario en condiciones controladas y sin ninguna infección inusual. Concretamente se incluyen 
en esta categoría las operaciones de los conductos biliares, el apéndice, la vagina y la orofaringe, 
siempre que no haya pruebas de infección ni se produzca una transgresión de la técnica estéril. 
Clase III Contaminada
Heridas abiertas, accidentales y recientes. Además, se incluyen aquí las operaciones con 
transgresiones significativas de la técnica estéril (p. ej. masaje cardiaco abierto) o grandes 
salpicaduras del tubo digestivo e incisiones en las que se encuentra una inflamación aguda no 
purulenta.
Clase IV Sucia-infectada
Heridas traumáticas antiguas con tejidos desvitalizados y las que afectan a una infección clínica 
existente o a una perforación de una víscera. Esta definición sugiere que los microorganismos 
que provocan la infección posquirúrgica estaban presentes en el campo quirúrgico antes de la 
operación.
Adaptado de Simmons BP (1982) (Guideline for prevention of surgical wound infections. Infect Control; 3:185-196) and Garner JS (1986) (CDC guideline for 
prevention of surgical wound infections, 1985. Sustituye a la Guideline for prevention of surgical wound infections publicada en 1982. Infect Control; 7(3):193-200).
56
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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Fig. 4b. También se usa un bisturí eléctrico para 
conseguir una hemostasia meticulosa.
Fig. 4a. Se hace una incisión transversal por la 
superficie de la lengua con una hoja de bisturí.
Fig. 3. Aplicación de las pinzas de Doyen para la 
hemostasia.
A continuación se hizo una incisión transver-
sal (fig. 4a). Se usó un bisturí eléctrico para 
seguir cortando los tejidos a extirpar (fig. 4b). 
Técnica quirúrgica
Para conseguir una oclusión inocua de los 
vasos sanguíneos sin provocar una lesión 
de aplastamiento de la lengua se aplican 
pinzas intestinales de Doyen (fig. 3). 
a
b
Ver Láser quirúrgico. 
En el libro Cirugía sin sangrado
págs. 156-165
57
Cavidad oral y faringe / Glosectomía transversa
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Fig. 5. Lengua tras extirpar la punta.
Fig. 4c. Corte de la lengua para extirpar la zona 
afectada.
Finalmente, una vez conseguida la hemos-
tasia, se extirpó la punta de la lengua con un 
bisturí (figs. 4c y 5).
c
58
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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Fig. 7a. Sutura acabada. Imagen dorsal.
Fig. 6b. La sutura abarca las caras dorsal y ventral 
de la lengua.
Fig. 6a. Cierre de la lengua.
El cierre empezó con una sutura simple 
continua, con hilo monofilamento absorbible 
3/0, uniendo las superficies dorsal y ventral 
de la porción residual de la lengua (fig. 6). El 
patrón de sutura también mantiene la he-
mostasia en caso de exudación. Las figu-
ras 7 y 8 muestran la sutura acabada.
a
a
b
59
Cavidad oral y faringe / Glosectomía transversa
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Diagnóstico
El diagnóstico fue hemangioma lingual. 
Evolución y consideraciones
El paciente se recuperó sin complicaciones y transcurridos seis meses no se había detectado 
ninguna recidiva.
Los factores pronósticos asociados significativamente a un aumento de la supervivencia son: 
tumor de pequeño tamaño, ausencia de signos clínicos avanzados de una masa oral (p. ej. 
disfagia, disnea) y ausencia de metástasis en el momento del diagnóstico. 
Los perros con una neoplasia limitada a la lengua pueden tener un resultado mejor. Las lesio-
nes rostrales suelen ir asociadas a un mejor pronóstico gracias a que se ven antes. Son más 
adecuadas para un tratamiento quirúrgico y, salvo que haya pruebas evidentes de metástasis, 
es más probable que se trate de tumores benignos de crecimiento lento. Cabe esperar que las 
lesiones aborales produzcan metástasis en un momento más precoz del curso de la enferme-
dad, porque tienen un mayor riego sanguíneo y linfático, y posiblemente porque el diagnóstico 
suele ser más tardío.
Fig. 8. Detalle de la sutura.
Fig. 7b. Sutura acabada. Imagen ventral.
b
60
El aparato digestivo CASOS CLÍNICOS
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Técnica quirúrgica
Una vez observados la posición, el aspecto y el tamaño de la lesión 
(figs. 1 y 2), se creó un defecto triangular en la punta de la lengua 
mientras se mantenía la hemostasia con ayuda de las pinzas intesti-
nales de Doyen (fig. 3).
Fig. 1. Observación de la tumoración en la punta de la lengua.
Nombre	 Leo
Especie		 canina
Raza		 mestizo
Sexo			 macho,	castrado
Edad		 7	años	
Reseña
Glosectomía en cuña Rodolfo Brühl Day, María Elena Martínez, Pablo Meyer
■■ Las mismas indicaciones que la glosectomía 
transversa.
■■ Resultado cosmético mejor.
Signos	clínicos:	gotas	de	sangre	por	la	boca,	anorexia	
aparente,	halitosis.
Dificultad técnica
Prevalencia
Exploración física
La exploración física reveló un paciente en buen estado general. No 
se observaron signos anómalos, salvo una pequeña tumoración en 
la punta de la lengua. Según los propietarios, a veces Leo no quería 
comer a pesar de parecer hambriento. 
Los exámenes iniciales consistieron en un recuento celular completo, 
perfil bioquímico y una ecografía de la masa. También se hicieron 
otras pruebas diagnósticas bajo anestesia general, como radiografías 
de la faringe y del tórax, así como una exploración detallada. 
Los resultados de los análisis de hematológicos de rutina y los de 
bioquímica fueron irrelevantes. La radiografía de tórax no detectó nin-
guna metástasis. Se decidió la extirpación quirúrgica de la lesión.
Cuando	las	lesiones	de	la	lengua	son	pequeñas,	la	
hemorragia	de	la	boca	puede	pasar	desapercibida	a	los	
dueños,	porque	los	pacientes	a	veces	se	tragan	la

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