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Teoría y práctica 
de la terapia grupal 
Gerald Corey 
Desclée De Brouwer 
Biblioteca de Psicología 
TEORÍA Y PRACTICA 
DE LA TERAPIA CRUPAL 
BIBLIOTECA DE PSICOLOGÍA 
(Dirigida por José M. Gondra) 
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MOTIVACIÓN Y EMOCIÓN, por Charles N. Cofer. 
PERSONALIDAD Y PSICOTERAPIA, por John Dollard v Neal E. Miller. 
AUTOCONSISTENCIA: UNA TEORÍA DE LA PERSONALIDAD, por Prescott Leky. 
PERSONALIDAD (TEORÍA, DIAGNOSTICO E INVESTIGACIÓN), por Lawrence A. Pervin 
RAZÓN Y EMOCIÓN EN PSICOTERAPIA, por Albert Ellis. 
GENERALIZACIÓN Y TRANSFER EN PSICOTERAPIA, por Goldstein-Kanfer. 
LA PSICOLOGÍA MODERNA. Textos, por José M. Gondra. 
MANUAL DE TERAPIA RACIONAL-EMOTIVA, por A. Ellis y R. Grieger 
EL BEHAVIORISMO Y LOS LIMITES DEL MÉTODO CIENTÍFICO, por B. D. Mackenzie. 
CONDICIONAMIENTO ENCUBIERTO, por Upper-Cautela. 
ENTRENAMIENTO EN RELAJACIÓN PROGRESIVA, por Berstein-Berkovec. 
HISTORIA DE LA MODIFICACIÓN DE LA CONDUCTA, por A. E. Kazdin. 
TERAPIA COGNITIVA DE LA DEPRESIÓN, por A. T. Beck, A. J. Rush y B. F. Shawn. 
LOS MODELOS FACTORIALES-BIOLÓGICOS EN EL ESTUDIO DE LA PERSONALIDAD, por FJ. 
Labrador. 
EL CAMBIO A TRAVÉS DE LA INTERACCIÓN, por S. R. Strong y Ch. D. Claibom. 
EVALUACIÓN NEUROPSICOLOGICA, por M'Jesús Benedet. 
TERAPÉUTICA DEL HOMBRE. EL PROCESO RADICAL DE CAMBIO, por J RofCarballo y J. del Amo. 
LECCIONES SOBRE PSICOANÁLISIS Y PSICOLOGÍA DINÁMICA, por Enrique Freijo. 
COMO AYUDAR AL CAMBIO EN PSICOTERAPIA, por F. Kanfer y A. Goídstein. 
FORMAS BREVES DE CONSEJO, por Irving L Janis. 
PREVENCIÓN Y REDUCCIÓN DEL ESTRÉS, por Donald Meichenbaum y Matt E. Jaremko. 
ENTRENAMIENTO DE LAS HABILIDADES SOCIALES, por Jeffrey A. Kelly. 
MANUAL DE TERAPIA DE PAREJA, por R. P. Liberman, E. G. Wheeler. L A. J. M. de Visser 
PSICOLOGÍA DE LOS CONSTRUCTOS PERSONALES. Psicoterapia y personalidad, por 
Alvin W. Landfield y Larry M. Leitner. 
PSICOTERAPIAS CONTEMPORÁNEAS. Modelos y métodos, por S. Lynn y J. P. Garske. 
LIBERTAD Y DESTINO EN PSICOTERAPIA, por Rollo May 
LA TERAPIA FAMILIAR EN LA PRACTICA CLÍNICA. Vol I. Fundamentos teóricos, por Murray Bowen. 
LA TERAPIA FAMILIAR EN LA PRACTICA CLÍNICA. Vol II. Aplicaciones, por Murray Bowen. 
MÉTODOS DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA CLÍNICA, por Bellack y Hersen. 
CASOS DE TERAPIA DE CONSTRUCTOS PERSONALES, por R. A. Neimeyery G. J. Neimeyer. 
BIOLOGÍA Y PSICOANÁLISIS, por 7. RofCarballo. 
PRACTICA DE LA TERAPIA RACIONAL EMOTIVA, por A. Ellis y W. Dryden. 
APLICACIONES CLÍNICAS DE LA TERAPIA RACIONAL EMOTIVA, por Albert Ellis y MichaeCE. 
Bernard. 
ÁMBITOS DE APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA MOTIVACIONAL, por Luis Mayor y Francisco 
Tortosa. 
MAS ALLÁ DEL COCIENTE INTELECTUAL, por Roben J. Stemberg. 
EXPLORACIÓN DEL DETERIORO ORGÁNICO CEREBRAL, por R. Berg, M. Franzen v 
D. Wedding. 
MANUAL DE TERAPIA RACIONAL-EMOTIVA. Volumen II, por Albert Ellis y Russell M. Grieger. 
EL COMPORTAMIENTO AGRESIVO. Evaluación e intervención, por Amold P. Goídstein y Harold R, 
Keller 
COMO FACILITAR EL SEGUIMIENTO DE LOS TRATAMIENTOS TERAPÉUTICOS. Guía práctica 
para los profesionales de la salud, por Donald Meichenbaum y Dennis C. Turk. 
ENVEJECIMIENTO CEREBRAL, por Gene D. Cohén. 
PSICOLOGÍA SOCIAL SOCIOCOGNITIVA, por Agustín Echebarría Echabe. 
ENTRENAMIENTO COGNITIVO CONDUCTUAL PARA LA RELAJACIÓN, por J. C. Smith. 
EXPLORACIONES EN TERAPIA FAMILIAR Y MATRIMONIAL, por James L. Framo. 
TERAPIA RACIONAL-EMOTIVA CON ALCOHÓLICOS Y TOXICOMANOS, por Mbert Ellis y otros. 
LA EMPATIA Y SU DESARROLLO, por N. Eisenberg y J. Strayer. 
PSICOSOCIOLOGIA DE LA VIOLENCIA EN EL HOGAR, por S. M. Stith. M. B. Williams y K. Rosen. 
PSICOLOGÍA DELDES ARROLLO MORAL, por Lawrence Kohlberg. 
TERAPIA DE RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS, por Thomas J. D'Zurilla. 
UNA NUEVA PERSPECTIVA EN PSICOTERAPIA. Guía para la psicoterapia psicodinámica de tiempo 
limitado, por Hans H. Strupp y Jeffrey L Binder. 
MANUAL DE CASOS DE TERAPIA DE CONDUCTA, por Michel Hersen y Cynthia G. Lasl. 
MANUAL DEL TERAPEUTA PARA LA TERAPIA COGNITIVA CONDUCTUAL EN GRUPOS, por 
Lawrence /. Sank y Carolyn S. Shaffer. 
TRATAMIENTO DEL COMPORTAMIENTO CONTRA EL INSOMNIO PERSISTENTE, por Patrici» 
ENTRENAMIENTO EN MANEJO DE ANSIEDAD, por Richard M. Suinn. 
MANUAL PRACTICO DE EVALUACIÓN DE CONDUCTA, por Aland S. Bellac y Michael Hersen. 
LA SABIDURÍA. Su Naturaleza, orígenes y desarrollo, por Robert J. Stemberg. 
CONDUCTISMO Y POSITIVISMO LÓGICO, por Laurence D. Smith 
ESTRATEGIAS DE ENTREVISTAS PARA TERAPEUTAS, por William H. Cormier y L. Sherilym 
Cormíer. 
PSICOLOGÍA APLICADA AL TRABAJO, por Paul M. Muchinsky. 
MÉTODOS PSICOLÓGICOS EN LA INVESTIGACIÓN Y PRUEBAS CRIMINALES, por David L Raskin. 
TERAPIA COGNITIVA APLICADA A LA CONDUCTA SUICIDA, por A. Freemann y M.A. Reinecke. 
MOTIVACIÓN EN EL DEPORTE Y EL EJERCICIO, por Glyn C. Roberts. 
TERAPIA COGNITIVA CON PAREJAS, por Frank M. Dattilio y Christine A. Padesky. 
DESARROLLO DE LA TEORÍA DEL PENSAMIENTO EN LOS NIÑOS, por Henry M. Wellman. 
PSICOLOGÍA PARA EL DESARROLLO DE LA COOPERACIÓN Y DE LA CREATIVIDAD, por MaiM 
Garaigordobil. 
GERALD COREY 
TEORÍA Y PRACTICA DE 
LA TERAPIA GRUPAL 
BIBLIOTECA DE PSICOLOGÍA 
DESCLÉE DE BROUWER 
Título de la edición original: 
Theory andpractice ofgroup counseling 
© 1995,1990,1985,1981 by Wadsworth, Inc. Belmont, California 94002. 
Tradwciéo por: Jasone Aldekea 
© EDITORIAL DESCLEE DE BROUWER, S.A., 1995 
Henao, 6 48009 BILBAO 
Printed in Spain ISBN: 
84-330-1125-1 Depósito 
Legal: BI-2079-95 
Fotocomposición Zeta, S.L. 
Impresión: Bikaner Gráfica 
£1 autor 
GERALD COREY, licenciado en psicología, y doctorado en la University 
of Southern California, es profesor del departamento de servicios humanos y 
de terapia en la California State University en Fullerton. Psicólogo terapeuta 
diplomado por American Board of Professional Psichology, miembro de la 
American Psichological Association (Psicoterapia) y miembro de la 
Associa-tion for Specialists in Group Work. Desde 1983 hasta 1994 (salvo 
durante un período de dos años) fue el coordinador del Human Services 
Program en la California State University de Fullerton. 
En 1991 recibió el título honorífico de profesor del año de la California 
State University y en 1992 de doctor honorario de letras humanas en la 
National-Louis University. Imparte clases de terapia grupal a estudiantes y a 
graduados y otros cursos sobre grupos experienciales, sobre teoría y práctica 
de la terapia y sobre ética profesional. Juntamente con sus colaboradores, ha 
impartido seminarios en Estados Unidos, Canadá, Alemania, Bélgica, Esco-
cia, México y China, con un interés especial en la formación de la terapia 
grupal. A menudo presenta seminarios para organizaciones profesionales en 
diferentes universidades. Junto con su esposa, Marianne Schneider Corey, y 
otros colaboradores, Gerald dirige grupos residenciales de crecimiento perso-
nal y de formación y todos los veranos supervisa los seminarios de Idyllwild, 
California. En su tiempo libre, le gusta viajar, pasear y montar en bicicleta 
por las montañas y conducir su coche. 
Agradecimientos 
A los grupos especiales de mi vida: 
* Mi grupo familiar 
* Migrupo de amigos 
* Mis colaboradores 
* El grupo de estudiantes de servicios humanos 
* Los miembros de nuestros grupos residenciales 
* El grupo de Brooks/Cole que publica nuestros libros 
Prefacio 
La terapia de grupo es una forma de intervención terapéutica cada vez 
más popular en multitud de entornos. Aunque muchos libros de texto hacen 
referencia a este tema, sólo algunos pocos presentan una visión general de 
los diversos modelos teóricos y describen la aplicación de estos modelos a la 
terapia grupal. La presente obra describe los principales elementos de los 
procesos grupales, incluye los aspectos éticos y profesionales específicamen-
te relacionados con la terapia grupal y presenta una visión general de los 
conceptos y técnicas fundamentales de diez enfoques terapéuticos. El libro 
pretende también integrar todos estos enfoques y anima al lector a elaborar 
un marco de trabajo que le conduzca a su propia síntesis. 
Teoría y Práctica de la Terapia Grupal está escrito en un estilo claro y sen-
cillo con el fin de facilitar a los lectores la comprensión de los conceptos teó-
ricos y su relación con la práctica grupal. Evidentemente, muchos lectores 
estarán familiarizados con el tema y esto les será útil para la comprensión y 
aplicación del material que aquí se presenta. 
Esta cuarta edición actualizada enfatiza las aplicaciones prácticas de los 
modelos teóricos a la terapia grupal. Fundamentalmente se centra en facilitar 
a los lectores la elaboración de su propia síntesis de los diversos aspectos de 
estos enfoques. Incluye también dos capítulos detallados sobre las fases de la 
formación de grupos, aportando una guía para los responsables de la práctica 
psicológica. 
La Primera Parte presenta una visión general de los distintos tipos de gru-
pos y comenta algunos principios generales aplicables al trabajo con la reali- 
12 
dad de la diversidad cultural en los grupos. Incluye también las implicaciones 
éticas y profesionales de la terapia grupal, las fases de la evolución del grupo, 
desde su formación hasta la separación y el seguimiento y algunos aspectos 
básicos sobre la participación y liderazgo de los grupos. En esta nueva edi-
ción, los apartados dedicados a la terapia grupal en el contexto multicultural 
han sido considerablemente actualizados. Existen materiales recientes sobre 
las perspectivas del multiculturalismo, sobre la necesidad de adoptar un enfo-
que multicultural en la terapia grupal, sobre el desafío de una perspectiva 
multicultural y sobre las líneas generales de actuación para los terapeutas que 
prestan sus servicios a poblaciones multiculturales. En este mismo orden, los 
apartados referidos a los aspectos éticos de la terapia en un grupo multicultu-
ral y las habilidades requeridas para llegar a ser un terapeuta efectivo en un 
grupo multicultural han sido también ampliados. El apartado de las implica-
ciones éticas y profesionales para la práctica grupal ha sido reelaborado e 
incluye ahora las revisiones de las líneas éticas de los terapeutas de grupo y 
los principios profesionales para la fase de prácticas de los mismos, ambos 
formulados por la Asociación de Especialistas de Terapia en Grupos (AETG). 
El contenido de las fases de formación de un grupo ha sido revisado, conden-
sando y reorganizando el material. Por último, las referencias y las lecturas 
adicionales han sido actualizadas y ampliadas. 
La Segunda Parte examina diez enfoques teóricos de la terapia de grupos. 
En esta cuarta edición, algunos de los capítulos han sido notablemente modi-
ficados para reflejar las tendencias más recientes y otros, por el contrario, 
sólo han sido revisados. Los capítulos más modificados han sido aquellos 
vinculados a la terapia grupal adleriana, el psicodrama, el enfoque existencial 
de grupos, la terapia cognitivo conductual de grupo, la terapia racional emoti-
va de la conducta y la terapia realista. Estas revisiones se basan en las suge-
rencias que nos han proporcionado los expertos para actualizar los 
comentarios de las diversas teorías en función de las nuevas tendencias, de 
nuevos estudios y de las últimas experiencias de cada enfoque que han sido 
puestas en práctica. 
Los capítulos de la Segunda Parte siguen un modelo organizativo común para que 
los estudiantes puedan comparar y contrastar con facilidad los diversos modelos. 
Cualquier capítulo incluye una introducción teórica del modelo y sus características 
específicas, comenta los conceptos claves del modelo y sus implicaciones para el 
proceso grupal así como los procedimientos y técnicas básicas, define el rol y las 
funciones del terapeuta del grupo y cuando es aplicable, describe las fases del desa-
rrollo de un proceso grupal particular. Hacia el final de cada uno de estos capítulos 
teóricos se introduce una sección de evaluación actualizada destinada fundamen-
talmente a exponer mi valoración personal del enfoque en cuestión. Estos apartados 
de evaluación han sido ampliados, reorganizados y reelaborados siguiendo en cada 
capítulo el siguiente modelo: contribuciones y pilares básicos del enfoque, limitado- 
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL II 
nes y aplicaciones a las poblaciones multiculturales. Esta nueva organización la labor 
de comparación de cada teoría. Los comentarios sobre las aplicaciones 
muiu-culturales de cada teoría también han sido modificados para reflejar las 
tendencias más recientes. En cada capítulo se subraya la necesidad de flexibilidad y 
disposicióo para adaptar las técnicas al nivel cultural del cliente. Al final de la obra 
se añadaí sugerencias para que ios lectores puedan ampliar sus conocimientos sobre 
cada uno de los enfoques teóricos. 
En los dos capítulos de la Tercera Parte he aplicado los diez modelos a un 
único grupo para ilustrar cómo percibirían los terapeutas de las diferentes 
orientaciones un grupo particular y cómo manejarían los temas típicos que 
emergen de los grupos. Estas muestras ilustrativas de la terapia grupal preten-
den contextualizar las perspectivas teóricas y subrayar las diferencias y simi-
litudes existentes entre los enfoques. El último capítulo compara y contrasta 
los diferentes enfoques grupales con respecto a los objetivos de terapia gru-
pal, el rol y las funciones del terapeuta del grupo, el grado de estructuración y 
división de responsabilidad en los grupos, el empleo de técnicas y las contri-
buciones de los distintos enfoques al trabajo grupal en las poblaciones multi-
culturales. El capítulo concluye con una descripción de un "modelo ecléctico 
integrado de la terapia grupal", que combina los conceptos y las técnicas de 
todos los enfoques que se han examinado y que debería animar a los lectores 
a elaborar su propia integración. El modelo I integra perspectivas de "pensa-
miento", "sentimiento" y "conducta", con énfasis variable en cada fase del 
desarrollo del grupo. Con ello trato de mostrar los aspectos de cada teoría que 
introduzco en las diversas fases del grupo así como de establecer una base 
para integrar los diversos enfoques a la práctica de la terapia grupal. Se inclu-
yen algunos consejos para que los lectores puedan elaborar sus propias sínte-
sis de los diversos enfoques grupales. Las revisiones de la Tercera Parte han 
sido menos numerosas. 
Esta obra está dirigida a estudiantes o profesionales implicados en el área 
de servicios sociales. Está indicado especialmente para cualquier estudiante 
matriculado en cursos de "Teoría y Práctica de la Terapia Crupal". La obra 
también es adecuada para cualquier terapeuta involucrado en el trabajo con 
grupos o para cualquier persona interesada en la dirección de diferentes tipos 
de grupos como las enfermeras de centros psiquiátricos, curas, asistentes 
sociales, consultores, orientadores y profesionales de la salud mental que 
dediquen parte de su trabajo a la terapia grupal. 
La cuarta edición del Manual del Estudiante sobre la Teoría y Práctica de 
la Terapia en Grupo puede ser útil para que los estudiantes obtengan el máxi-mo beneficio de este libro y experimenten realmente los procesos y técnicas 
de grupo. El manual incluye preguntas para reflexionar y comentar, sugiere 
actividades que se pueden plantear al grupo clase y a pequeños grupos, ideas 
para ser aplicadas en grupos controlados, esquemas resumen, inventarios. 
14 PREFACIO 
guías de estudio y ejemplos de casos con alternativas abiertas para la práctica 
terapéutica en grupo. El manual también ha sido actualizado e incluye mate-
riales suplementarios nuevos para las diez teorías. Se puede obtener también 
un Manual de Recursos para el Instructor que también ha sido revisado para 
que refleje las modificaciones efectuadas sobre el libro de texto y sobre el 
manual del estudiante. 
Reconocimientos 
Muchas de las revisiones que se han efectuado en esta obra desde su pri-
mera edición en 1981 han surgido en el contexto de los comentarios con estu-
diantes, colegas y profesores que usan el libro. Esos estudiantes y 
profesionales a quienes yo imparto cursos siguen aportándome mucha infor-
mación y la mayoría de mis ideas surgen de los comentarios que ellos hacen. 
El continuo desafío colaborador de mis amigos y colegas (a quienes ofrezco 
clases y seminarios y con quienes co-lidero grupos) mantiene activo mi 
aprendizaje y me proporciona la motivación para seguir ejerciendo, impar-
tiendo clases y escribiendo. Estos amigos y colegas son Patrick Callanan, 
Mary Moline, J. Michael Russell, Veronika Tracy y George Williams, todos 
ellos profesores en la Universidad Estatal de California en Fullerton; deseo 
reconocer especialmente la influencia en mi vida y en mi obra de mi esposa y 
colega Marianne Schneider Corey con quien trabajo regularmente. Su crítica 
y feedback han sido de valor especial al preparar estas revisiones y muchas 
de las ideas de este libro son el producto de nuestras largas discusiones sobre 
la terapia grupal. 
Los comentarios de quienes revisaron la obra antes y después del manus-
crito me han ayudado a modelar el producto final. Las personas que revisaron 
el manuscrito completo de la cuarta edición y me ofrecieron su apoyo y feed-
back crítico fueron J. Ezell de la Universidad de Marymount, Peni na Frankel 
de la Universidad Nacional-Louis, Barbara Herlihy de la Universidad de 
Houston-Clear Lake, Joseph R. Morris de la Universidad de West Virginia y 
David G. Zimpfer de la Universidad de Kent State. 
Las siguientes personas revisaron los apartados correspondientes a los 
aspectos multiculturales y proporcionaron comentarios críticos y sugerencias 
útiles sobre formas de incorporar la diversidad cultural a la práctica de la 
terapia grupal: Victoria D. Coleman de la Universidad de Purdue, Farah A. 
Ibrahim de la Universidad de Connecticut, Frederick T. L. Leong de la Uni-
versidad Estatal de Ohio, Noreen Mokuau de la Universidad de Hawaii, 
Zebra Mooman, estudiante de servicios sociales en la Universidad Estatal de 
California, Paul B. Pedersen de la Universidad de Syracuse, Ronnie Priest de 
la Universidad Estatal de Memphis, Derald Wing Sue de la Universidad Esta-
tal de California, Hayward, Sandra Wathen, doctorante en la Universidad de 
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 13 
 
i 
Indiana, Southeast y Julia R.J. Yang de la Universidad Estatal de California. 
Fresno. 
Valoro los comentarios detallados que recibí de personas que revisaron 
capítulos específicos. Muchas personas han contribuido con su experiencia en 
un área específica. Agradezco a los siguientes por su ayuda en la actualiza-
ción de varios capítulos teóricos: 
* Capítulo 6: William Blau, California School de Psicología Profesional 
en Los Angeles y J. Michael Russell de la Universidad Estatal de California, 
FuUerton. 
*Capítulo 7: James Bitter de la Universidad Estatal de California, FuUer-
ton. 
* Capítulo 8: Adam Blatner de la Universidad de Louisville. 
* Capítulo 9; J. Michael Russell de la Universidad Estatal de California, 
FuUerton y Emmy van Deurzen-Smith de Regent's CoUege de Londres. 
* Capítulo 10: David J. Cain fundador de la Asociación Centrada en la 
Persona en Carlsbad, California. 
* Capítulo 13: Amold A. Lazarus de la Universidad de Rutgers y Sheldon 
Rose de la Universidad de Wisconsin-Madison. 
* Capítulo 14: Albert Ellis, presidente del Instituto de Terapia Racional 
Emotiva en New York. 
* Capítulo 15: Robert E. Wubbolding de la Universidad Xavier. 
Este libro es el resultado del esfuerzo realizado por un grupo e incluye la 
combinación de los talentos de multitud de personas pertenecientes a la fami-
lia Brooks/Cole. Agradezco la oportunidad que me han dado para trabajar 
con Claire Verduin, encargada de la sección de psicología y terapia que conti-
núa manteniendo el equilibrio necesario entre el desafío y el apoyo, con Gay 
Bond, asociado editorial que siempre ha sido eficiente y colaborador al intro-
ducir la revisiones, con Fiorella Ljunggren, jefe de los servicios de produc-
ción que controla la producción de nuestros libros, con William Waller, el 
editor que se encarga de asegurar que nuestros libros dispongan de la conci-
sión y claridad suficientes y con Cecile Joyner de la Compañía Cooper que se 
encargó de la producción de nuestro libro con habilidad y eficacia. Aprecio 
también el cuidadoso trabajo que ejecutó Glennda Gilmour en la elaboración 
del índice. Sus talentos, esfuerzos, dedicación y horas extras han contribuido 
obviamente a mejorar la calidad de este texto. Con la ayuda profesional de 
estas personas, la continua revisión de este libro ha sido más motivo de dis-
frute que de molestia. 
Gerald Corey 
índice 
- El autor 7 -Agradecimientos 9 
- Prefacio 11 
PRIMERA PARTE 
REVISIÓN DE ELEMENTOS BÁSICOS DE LOS 
PROCESOS CRUPALES 
1. Introducción del trabajo en grupo 21 
2. Factores éticos y profesionales en la práctica con grupos 49 
3. Liderazgo en el grupo 81 
4. Estadios iniciales en el desarrollo grupal 117 
5. Estadios finales en el desarrollo grupal 147 
18 
SEGUNDA PARTE 
ENFOQUES TEÓRICOS DE LA TERAPIA GRUPAL 
6. El enfoque Psicoanalítico de Grupos 
7. Terapia Grupal Adleriana 
8. Psicodrama 
9. El enfoque existencial de Grupo 
10. El enfoque grupal centrado en la persona 
11. Terapia de la Gestalt 
12. Análisis Transaccional 
13. Terapia conductual de grupo 
14. Terapia racional emotiva 
15. Terapia realista de grupo 
181 
235 
257 
291 
321 
353 
389 
413 
455 
485 
TERCERA PARTE 
APLICACIÓN E INTEGRACIÓN 
16. Ejemplo de un Grupo en Acción: Varias perspectivas 
17. Comparaciones, contrastes e integración 
519 551 
PRIMERA PARTE 
Revisión de elementos básicos 
de los procesos grupales 
1 Introducción del trabajo en grupo 
Hoy en día más que nunca, los profesionales de la salud mental deben 
afrontar el desafío de elaborar nuevas estrategias tanto para la prevención 
como para el tratamiento de problemas psicológicos. Aunque existe la posi-
bilidad de la terapia individual, limitar los servicios a este modelo ha dejado 
de ser práctico, especialmente en estos tiempos caracterizados por las dificul-
tades económicas. Desde mi punto de vista, la terapia de grupo proporciona 
una alternativa para sobrellevar este desafío. Por una parte los grupos permi-
ten a los terapeutas trabajar con más de un cliente al mismo tiempo y por otra 
parte el proceso grupal conlleva ventajas específicas de aprendizaje. La tera-
pia de grupo puede ser el tratamiento seleccionado por muchos sectores de la 
población. Sin embargo, si el trabajo en grupo debe ser efectivo, los terapeu-
tas necesitan una base teórica y deberán encontrar formas de aplicar creativa-
mente estas teorías a la práctica. 
EL AUMENTO EN EL USO DE GRUPOS 
En la medida que mis colegas y yo hemos dirigido talleres y seminarios a 
lo largo de todos los Estados Unidos, hemos encontrado un aumento del inte-
rés por el trabajo en grupos. Los terapeutas profesionales están creando una 
creciente variedad de grupos para satisfacer las necesidades especiales de su 
diversa clientela.De- hecho, los tipos de grupos que pueden diseñarse sólo 
están limitados por la imaginación propia. Este amplio desarrollo no ha con- 
22 INTRODUCCIÓN AL TRABAJO EN GRUPO 
siderado suficientemente la necesidad de la formación y entrenamiento global 
en la teoría y práctica de la terapia de grupo. Este libro trata de proporcionarle 
una base de conocimiento fundamental aplicable a la mayoría de los tipos de 
grupos que usted pueda dirigir. 
Se pueden emplear los grupos tanto con propósitos terapéuticos como 
educativos o para la combinación de ambos. Algunos grupos tratan de ayudar 
a las personas a ejecutar cambios fundamentales en sus formas de pensar, 
sentir y comportarse. Otros grupos, con una orientación más educativa, ense-
ñan a sus miembros habilidades específicas de manejo. En este capítulo 
encontrará una breve revisión de diversos tipos de grupos y las diferencias 
principales entre ellos. 
En el área de los servicios humanos o sociales, se esperará que usted se 
halle preparado para aplicar enfoques grupales a diversos clientes con multi-
tud de propósitos. En un hospital psiquiátrico, por ejemplo, pueden solicitarle 
que diseñe y dirija a grupos de pacientes con diferentes problemas, algunos 
que van a ser dados de alta y reinsertados en la comunidad o para los familia-
res de los pacientes. Es frecuente encontrar en estos hospitales grupos de 
insight, grupos de readapatación o grupos de terapia vocacional/recreativa. 
Si usted trabaja en un centro de salud mental, en un centro terapéutico 
educativo o en hospital de día, se espera que usted desempeñe servicios tera-
péuticos en diferentes modalidades grupales. Probablemente sus clientes pro-
cederán de poblaciones diversas respecto a las variables edad, problemática, 
nivel socioeconómico, nivel educativo, raza o etnia y medio cultural. Los ser-
vicios sociales hacen cada vez mayor uso de los grupos y no es extraño hallar 
agrupaciones de mujeres, grupos de hombres, grupos de hijos de padres alco-
hólicos, grupos de apoyo, grupos educativos de padres, agrupaciones de 
pacientes de cáncer, grupos de personas con trastornos de alimentación, gru-
pos de personas en crisis, grupos de ciudadanos mayores, grupos de personas 
seropositivas, grupos de apoyo a pacientes con SIDA y grupos dirigidos a 
disminuir el abuso de sustancias. El enfoque teórico puede basarse primera-
mente en un sistema simple como es el caso de la terapia realista u otra de las 
muchas formas de terapia conductual. Sin embargo, los terapeutas son paula-
tinamente más partidarios de una posición ecléctica en la medida que extraen 
técnicas procedentes de distintos enfoques. 
En los centros escolares se diseñan grupos especiales para manejar los 
problemas de aprendizaje, vocacionales, personales o sociales de los estu-
diantes. Si usted trabaja en una escuela, le pueden pedir que organice un 
grupo para reducir la ansiedad a los exámenes, un grupo de orientación pro-
fesional, un grupo de autoestima, un grupo de niños procedentes de familias 
monoparentales, un grupo de aprendizaje de habilidades sociales o un grupo 
de crecimiento personal. Los consultores de las escuelas primarias están tra-
bajando con grupos terapéuticos y con grupos educativos. Al nivel de la 
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 23 
enseñanza secundaria, los grupos van dirigidos a ayudar a los estudiantes con 
problemas de readaptación, víctimas de algún abuso o que sufren alguna 
crisis. 
En resumen, se diseñan enfoques de grupo para satisfacer las necesidades 
de cualquier persona. Una de las principales razones del éxito obtenido es 
que el enfoque de grupo es a menudo más efectivo que el enfoque individual. 
Esta efectividad se debe en parte a que los miembros del grupo pueden prac-
ticar nuevas habilidades dentro del mismo grupo y en sus interacciones dia-
rias fuera del mismo. Además, los miembros del grupo se benefician tanto del 
feedback y del insight de los miembros restantes como del terapeuta, los gru-
pos ofrecen también la posibilidad de ejercitar el modelado. Los miembros 
aprenden a manejar sus problemas observando a otras personas con preocu-
paciones similares. Existen también otras razones prácticas que justifican el 
éxito de los grupos como es un menor coste de los honorarios y una mayor 
disponibilidad de los terapeutas y consultores. 
Sin embargo se plantea el problema de que incluso los terapeutas con 
mucha experiencia en su profesión carecen de la suficiente teoría y técnicas 
del trabajo grupal. Muchos de estos profesionales se encuentran a sí mismos 
inmersos en el rol de terapeuta de grupo sin la adecuada preparación o prácti-
ca. No es sorprendente pues, que algunos de ellos tengan miedo y no sepan 
por dónde empezar. Aunque este libro no pretende ser el método exclusivo 
para la preparación de profesionales competentes de grupos, su propósito es 
proporcionar alguna base para el manejo de las demandas con que se halla el 
terapeuta de un grupo. 
SOBRE LA PRESENTE OBRA 
Teoría y Práctica de la Terapia Grupal le pondrá en contacto con algunos 
aspectos básicos del liderazgo de grupos y de la participación en los mismos y 
le mostrará su forma de funcionamiento. Los restantes capítulos de la Primera 
Parte tratan sobre los elementos básicos de los procesos y práctica grupales 
que usted necesitará conocer independientemente del tipo de grupos que dirija 
o de la orientación teórica que pueda mantener En el Capítulo 2 se mencionan 
importantes cuestiones éticas y profesionales que inevitablemente hallará 
cuando dirija grupos. Se subrayan los derechos de los miembros del grupo y 
las responsabilidades de los dirigentes. El Capítulo 3 se refiere a los aspectos 
relacionados con el liderazgo de grupos, tales como las características de los 
terapeutas efectivos, los problemas que afrontan, los diferentes estilos de lide-
razgo y algunas habilidades específicas necesarias para el liderazgo efectivo. 
En el Capítulo 4 y 5 se introducen las principales tareas para afrontar un grupo 
en la medida que progresa a través de los diferentes estadios, desde su forma-
ción hasta su finalización, evaluación y seguimiento. Se examinan las caracte- 
24 INTRODUCCIÓN AL TRABAJO EN GRUPO 
rísticas centrales de los estadios que configuran la historia vital del grupo, 
prestando especial atención a las funciones del terapeuta en cada uno de los 
estadios. Estos capítulos se centran también en las funciones de los miembros 
de un grupo y en los posibles problemas asociados a cada estadio de la evolu-
ción del grupo. 
La Segunda Parte del texto está diseñada para proporcionarle una visión 
general de los distintos modelos teóricos que subyacen a la terapia de grupo, 
de tal forma que usted pueda analizar la conexión existente entre la teoría y la 
práctica. Se han seleccionado diez modelos para presentar una perspectiva 
equilibrada. Más concretamente, se ha seleccionado el modelo psicoanalítico 
porque es la teoría a partir de la que se han derivado la mayoría de los enfo-
ques restantes. Incluso aunque considere limitadas algunas de las técnicas 
psi-coanalíticas, puede seguir utilizando conceptos psicoanalíticos en su 
trabajo. El enfoque Adleriano de grupos está incluido porque parece haber 
resurgido el interés por los conceptos y procedimientos adlerianos en las 
terapias de grupo. La inclusión del psicodrama se basa en mi teoría de que los 
métodos orientados a la acción del role-playing pueden integrarse en la 
mayoría de las formas del trabajo grupal. Las terapias orientadas a la relación - 
que incluyen el enfoque existencial , el enfoque centrado en la persona y el 
enfoque Gestalt - son importantes porque subrayan la experimentación de 
sentimientos y reacciones interpersonales en la práctica grupal. Se ha incluido 
el Análisis Transaccional porque proporciona una estructura cognitiva para el 
trabajo en grupos y puede integrarse con muchos otros enfoques. Las terapias 
conductuales y cognitivo-conductuales - terapia conductual, terapia racional 
emotivay terapia realista -refuerzan los métodos de acción y la modificación 
de la conducta. 
Para proporcionarle un marco de trabajo que integre los modelos teóricos, 
estos diez capítulos siguen un mismo índice. Presentan los conceptos clave de 
cada teoría y sus implicaciones para la práctica en grupos, describen el rol y 
las funciones del terapeuta del grupo de acuerdo a cada teoría, comentan la 
forma de aplicar cada teoría a la práctica en grupos y describen las principa-
les técnicas empleadas en cada teoría. Los ejemplos ilustran el uso de estas 
técnicas. Cada capítulo contiene mi evaluación del enfoque descrito - una 
evaluación basada en los aspectos que considero más fuertes y más débiles -y 
una breve descripción de las posibles aplicaciones de estos enfoques a los 
diversos grupos. 
De este texto usted aprenderá sólo algunos aspectos esenciales de las tera-
pias examinadas. El libro no está diseñado para hacer de usted un experto en 
ninguno de los enfoques de grupo. Su objetivo es proporcionarle una visión 
global de las diferencias y similitudes significativas existentes entre estos 
modelos teóricos. Espero motivarle suficientemente para que seleccione algu-
nos enfoques y profundice en ellos mediante lecturas adicionales y para que 
experimente algunos de estos enfoques como-participante. El fin último es 
BAFAEL NüÑEa" 
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 25 
conseguir que el lector logre su propia perspectiva teórica y estilo personal de 
liderazgo de grupo. 
La Tercera Parte se centra en la aplicación práctica de las teorías y princi-
pios expuestos en la Primera y Segunda Partes. Para aumentar el realismo de 
tales aplicaciones, en el Capítulo 16 se sigue a un grupo en acción y se 
comenta cómo aplicar los distintos enfoques teóricos al caso. De este modo 
observará cómo terapeutas con diferentes orientaciones trabajan con el 
mismo grupo y con los mismos temas. Esta perspectiva comparativa demos-
trará también algunas de las técnicas del liderazgo de grupos en acción. El 
Capítulo 17 está diseñado para ayudarle a enlazar los distintos métodos y 
enfoques y para buscar similitudes y diferencias entre ellos. Este capítulo pre-
senta también mi propia versión de un modelo ecléctico integrado para la 
práctica en grupo. 
Le incito a mantener la mente abierta y a leer de forma crítica. Siendo un 
aprendiz activo y planteando cuestiones logrará los cimientos necesarios para 
llegar a ser un terapeuta efectivo. Se ha diseñado un Manual para la Teoría y 
Práctica de la Terapia de Grupo como suplemento a este de tal forma que 
usted pueda experimentar las técnicas que está estudiando. 
REVISIÓN DE LA TERAPIA DE GRUPO 
Este libro versa sobre la terapia de grupo. Existen diversos tipos de grupos 
terapéuticos y la mayoría de ellos comparten las metas, los procedimientos, 
las técnicas y los procesos terapéuticos en los grupos. Sin embargo difieren 
con respecto a los objetivos específicos, el rol del terapeuta, el tipo de perso-
nas que integra el grupo y el énfasis que se concede a los aspectos de preven-
ción, resolución, tratamiento y desarrollo. Para esclarecer estas similitudes y 
diferencias, la descripción de la terapia de grupo de este apartado va seguido 
de breves comentarios sobre la psicoterapia de grupo, los grupos estructura-
dos y los grupos de auto-ayuda. La terapia de grupo persigue objetivos 
pre-\entivos y curativos. Generalmente el grupo terapéutico tiene un centro 
de interés específico que puede ser educativo, vocacional, social o personal. 
El grupo implica un proceso interpersonal que potencia los pensamientos, 
sentimientos y conductas conscientes. A menudo los grupos terapéuticos 
están orientados hacia el problema, su contenido y centro de atención está 
determinado por los miembros , quienes normalmente son individuos con 
buen funcionamiento, que no requieren una reconstrucción extensiva de la 
personalidad y cuyos problemas están relacionados con el desarrollo de tareas 
en su espacio vital. La terapia de grupo se orienta hacia el crecimiento siendo 
su centro de atención el descubrimiento de los recursos internos de los miem-
bros. Los participantes pueden estar padeciendo una crisis situacional y con-
flictos temporales o pueden estar esforzándose por modificar algunas 
/entivos
26 INTRODUCCIÓN AL TRABAJO EN GRUPO 
conductas auto-destructivas. El grupo proporciona la empatia y el apoyo 
necesarios para crear una atmósfera de confianza que conduzca a compartir y 
explorar dichos problemas. A menudo, la terapia de grupo se desarrolla en 
entornos institucionales como escuelas, universidades, centros psicológicos, 
centros de salud mental y otros servicios sociales de base. 
El terapeuta emplea técnicas verbales y no verbales así como ejercicios 
estructurados. Las técnicas más frecuentes son el reflejo (reflejar los mensa-
jes verbales y no verbales de un miembro del grupo),la clarificación (ayudar 
a los miembros a entender con más precisión sus mensajes y sentimientos), el 
role-playing e interpretación (conectar las conductas presentes con decisiones 
adoptadas en el pasado). En el Capítulo 3 se describen con más detalle otras 
técnicas frecuentes en las terapia de grupo. 
El rol del terapeuta consiste fundamentalmente en facilitar la interacción 
de todos los miembros, ayudarles a aprender de los otros, colaborar con ellos 
para establecer metas personales y animarles a convertir sus insights en 
planes concretos que impliquen la ejecución fuera del grupo. Los terapeutas 
interpretan este rol enseñando a los miembros del grupo a centrarse en el 
aquí y ahora y a identificar los problemas que desean examinar en el grupo. 
Metas 
Teóricamente, los miembros deciden por sí mismos las metas específicas 
de su experiencia grupal. Algunas metas generales que comparten los miem-
bros de terapias de grupo son: 
* Aprender a confiar en sí mismo y en los demás. 
* Lograr un auto-conocimiento y desarrollar la sensación de una identidac 
propia única. 
* Reconocer las similitudes de las necesidades y los problemas de los par 
ticipantes y desarrollar una sensación de universalidad. 
* Aumentar la auto-aceptación, la auto-confianza y el respeto a une 
mismo para lograr una nueva imagen propia. 
* Buscar formas alternativas para manejar los aspectos evolutivos norma 
les y resolver ciertos conflictos. 
* Aumentar la auto-dirección, autonomía y responsabilidad hacia um 
mismo y hacia los demás. 
* Ser consciente de las posibilidades propias y actuar en consecuencia. 
* Elaborar planes específicos para modificar algunas conductas y obligar 
se a uno mismo a mantener dichos planes. 
* Aprender habilidades sociales más efectivas. 
* Sensibilizarse ante las necesidades y sentimientos de los otros. 
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 27 
* Aprender a enfrentarse a los otros directamente con cautela, cuidado y 
honestidad. 
* Superar la mera búsqueda de las expectativas ajenas y aprender a vivir 
con expectativas propias. 
* Clarificar los valores propios y decidir si se modifican y cómo hacerlo. 
Ventajas 
La terapia de grupo cuenta con muchas ventajas a su favor como vehículo 
para ayudar a las personas a ejecutar modificaciones en sus actitudes, opinio-
nes sobre sí mismos y sobre otros, sentimientos y conductas. Una ventaja es 
que los participantes pueden explorar su estilo de relación con los demás y 
aprender habilidades sociales más efectivas. Otra consiste en que los miembros 
pueden comentar las percepciones que tienen de los otros miembros del grupo 
y recibir un valioso feedback sobre cómo están siendo percibidos por ellos. 
La terapia de grupo proporciona la reproducción del mundo cotidiano de 
los participantes de múltiples formas, especialmente si los miembros son 
diversos con respecto a las variables edad, intereses, medio cultural, nivel 
socioeconómico y tipo de problema. Como microcosmo de la sociedad, el 
grupo proporciona una muestra de la realidad porque los conflictos y proble-
mas de los miembros hallados en elgrupo no difieren de los experimentados 
fuera de él. La diversidad que caracteriza a la mayoría de los grupos propor-
ciona a los participantes un feedback inusualmente rico pues pueden verse a 
sí mismos a través de los ojos de una amplia variedad de personas. 
El grupo ofrece comprensión y apoyo lo cual motiva el deseo de los miem-
bros a explorar los problemas con que llegan al grupo. Los participantes gene-
ran la sensación de pertenencia y mediante la cohesión que se produce, 
aprenden formas de comportarse íntimamente, atentamente, etc. En esta atmós-
fera protectora los miembros pueden experimentar conductas alternativas. Pue-
den poner en práctica estas conductas en el seno del grupo, donde reciben el 
ánimo y las sugerencias para aplicar sus aprendizajes en el mundo exterior. 
Finalmente, corresponde a los miembros decidir qué modificaciones dese-
an. Pueden comparar las percepciones de sí mismos con las percepciones de 
los otros y decidir qué hacer con esta información. En esencia, los miembros 
consiguen una idea del tipo de persona que les gustaría llegar a ser y consi-
guen comprender lo que les está impidiendo conseguirlo. 
Valores para Poblaciones Específicas 
La terapia de grupo puede diseñarse para satisfacer las necesidades de 
poblaciones específicas como niños, adolescentes, estudiantes o ancianos. En 
28 INTRODUCCIÓN AL TRABAJO EN GRUPO 
la obra Grupos: Proceso y Práctica (M. Corey & Corey, 1992) se describen 
ejemplos de estos grupos y se ofrecen sugerencias sobre la organización de 
los mismos y las técnicas aplicables para manejar los problemas específicos 
de cada uno de ellos. A continuación se presenta un breve comentario sobre 
el valor de la terapia de grupos para múltiples poblaciones específicas. 
TERAPIA DE GRUPO PARA NIÑOS. La terapia de grupo para niños 
puede perseguir objetivos preventivos o curativos. En las escuelas se sugieren 
terapias de grupo para los niños que muestran conductas o atributos como la 
dificultad para relacionarse con los compañeros, peleas excesivas, explosio-
nes de violencia, cansancio crónico, falta de supervisión en el entorno fami-
liar y apariencia de abandono. Los grupos reducidos pueden proporcionar a 
los niños la oportunidad de expresar sus sentimientos sobre los aspectos ante-
riores o los problemas que de ellos se derivan. Es muy importante identificar 
a niños que estén desarrollando problemas emocionales o conductuales. Si 
estos niños pueden recibir asistencia psicológica en una edad temprana, dis-
ponen de mejores oportunidades para manejar con efectividad las tareas evo-
lutivas con las que deberán enfrentarse posteriormente. 
TERAPIA DE GRUPO PARA ADOLESCENTES. Los años adolescentes 
pueden ser de extremada soledad y no es extraño que un adolescente sienta 
que nadie quiere ayudarle. La adolescencia es también una época de grandes 
preocupaciones y de decisiones importantes que pueden afectar al curso de la 
propia vida. Son parte de esta época las dudas, la dependencia/independencia, 
los conflictos de aceptación/rechazo, las crisis de identidad, la búsqueda de 
seguridad, las presiones de conformismo y la necesidad de aceptación. 
Muchos adolescentes están presionados para que actúen y obtengan éxitos y 
con mucha frecuencia experimentan grandes presiones para satisfacer estas 
expectativas ex temas. 
La terapia de grupo está especialmente indicada para los adolescentes por-
que les proporciona un lugar donde expresar los sentimientos conflictivos, 
explorar sus dudas sobre sí mismos y llegar a comprender que comparten 
estas preocupaciones con sus iguales. El grupo permite a los adolescentes 
cuestionarse abiertamente sus valores y a modificar los que deben ser cam-
biados. En el grupo, los adolescentes pueden aprender a comunicarse con sus 
iguales, pueden beneficiarse del modelo proporcionado por el terapeuta y 
pueden experimentar con la realidad sin riesgos y examinar así sus límites. 
Otro valor específico de la terapia de grupo para los adolescentes es que les 
ofrece la oportunidad de ser instrumentales en el proceso de crecimiento 
mutuo. La interacción grupal posibilita a los participantes expresar sus pro-
blemas y ser escuchados y pueden ayudarse mutuamente en el camino hacia 
la auto-comprensión y la auto-aceptación. 
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 29 
TERAPIAS DE GRUPO PARA ESTUDIANTES. Los grupos de terapia son 
un vehículo valioso para satisfacer las necesidades evolutivas de muchos 
estudiantes que sienten que el instituto o universidad sólo se preocupa de su 
desarrollo intelectual excluyendo su crecimiento emocional o social. Durante 
los años que estuve trabajando como consultor en dos universidades me per-
caté de la necesidad de grupos en los campus. En estas universidades los gru-
pos existentes estaban diseñados para estudiantes relativamente sanos que 
estuvieran experimentando crisis evolutivas. El principal objetivo de estos 
grupos consistió en ofrecer a los participantes una oportunidad para el creci-
miento y una situación donde pudieran manejar sus problemas relacionados 
con sus estudios, con las relaciones hombre/mujer, problemas de identidad, 
planes educativos, sentimientos de aislamiento en un campus impersonal y 
otras preocupaciones vinculadas al hecho de llegar a ser una persona autóno-
ma. 
En la actualidad, muchos consultores de universidades y centros de estu-
dios ofrecen diversas modalidades de grupos estructurados para satisfacer las 
diferentes necesidades de los estudiantes algunos de los cuales son grupos de 
asertividad, grupos para las minorías, grupos de incapacitados físicos, grupos 
para reducción del estrés, grupos de adultos que vuelven a ser estudiantes y 
que se están cuestionando el cambio de su carrera y de su estilo de vida o 
grupos de reducción de la ansiedad a los exámenes. En el siguiente apartado 
se examinarán brevemente estos grupos estructurados. 
TERAPIA DE GRUPO PARA LOS ANCIANOS. Los grupos terapéuticos 
pueden ser muy útiles para los ancianos al igual que para los adolescentes. A 
medida que las personas van envejeciendo experimentan soledad y muchos 
de ellos careciendo de la esperanza de un futuro significativo, se resignan a 
una vida inútil. Como los adolescentes, los ancianos se sienten a menudo 
improductivos, innecesarios y no queridos. Otro problema es que muchos 
ancianos alimentan mitos sobre el envejecimiento que posteriormente se con-
vierten en profecías auto-cumphdas. Un ejemplo de ellos es la falsa idea de 
que los ancianos no pueden cambiar y que una vez jubilados están abocados a 
la depresión. Los grupos terapéuticos pueden ayudar a los ancianos a desafiar 
estos mitos y a manejar los aspectos evolutivos que ellos, como cualquier 
otro grupo de edad, deben encarar de forma tal que mantengan su integridad 
y respeto hacia sí mismos. La situación de grupo puede ayudar a las personas 
a salir de su aislamiento y a ofrecer a los ancianos el coraje necesario para 
encontrar significado en sus vidas, pudiendo disfrutar de una vida completa y 
no limitada a la mera existencia. 
INTRODUCCIÓN AL TRABAJO EN GRUPO 
OTROS TIPOS DE 
GRUPOS Psicoterapia de Grupo 
Una diferencia importante existente entre la psicoterapia de grupo y la tera-
pia de grupo reside en las metas de una y otra. Mientras que la terapia de 
grupo se centra en el crecimiento, desarrollo, potenciación, prevención, 
auto-consciencia y superación de los obstáculos que impiden el crecimiento, la 
psicoterapia de grupo se centra normalmente en el tratamiento y la 
reconstrucción personal. La psicoterapia de grupo es un proceso de reeduca-
ción que incluye tanto la percepción consciente como la inconsciente y ambas 
tanto en el presente como en el pasado. Algunos grupos de psicoterapia se 
diseñan originalmente para corregir trastornos emocionales y conductuales 
que impiden el buen funcionamiento de la persona. La meta puede ser un cam-
bio mayor o menor de la estructura de la personalidad, dependiendo de la 
orientación teórica del terapeutadel grupo. A consecuencia de este tipo de 
meta, la duración de estos grupos suele ser prolongada. Las personas que inte-
gran el grupo pueden estar sufriendo problemas emocionales, conflictos neu-
róticos profundos o estados psicóticos y algunos pueden mostrar conductas 
socialmente desviadas. Por lo tanto, muchos de estos individuos se hallan más 
necesitados de tratamientos terapéuticos que de trabajo evolutivo o preventivo. 
Los terapeutas de los grupos de psicoterapia son normalmente psicólogos 
clínicos, psiquiatras y asistentes sociales. Emplean multitud de modalidades 
verbales (comunes también a los consultores de los grupos) y algunos emple-
an técnicas para inducir la regresión a experiencias tempranas, para hacer sur-
gir dinámicas inconscientes y para ayudar a los miembros a reexperimentar 
situaciones traumáticas de tal forma que se produzca una catarsis. En la 
medida que se reviven estas experiencias en el grupo, los miembros se hacen 
conscientes y logran el insight de las decisiones pasadas que interfieren en su 
funcionamiento cotidiano. El terapeuta ayuda a los miembros del grupo a 
desarrollar una experiencia emocional correctiva y a adoptar nuevas decisio-
nes sobre el mundo, los otros y sobre uno mismo. Una de las principales 
características de la psicoterapia de grupo es el trabajo a través de los asuntos 
inconclusos que tienen sus raíces en el pasado inconsciente. Este centro de 
interés en el material pasado, la dinámica inconsciente, la reconstrucción de 
la personalidad y el desarrollo de nuevos patrones de conducta basados en los 
insights requiere también una duración más prolongada que la terapia grupal. 
Grupos Estructurados 
Los grupos estructurados, o grupos caracterizados por un tema central, 
parecen estar adquiriendo mucha popularidad. Cuando mis colegas y yo 
30 
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 31 
hemos dirigido seminarios, hemos encontrado profesionales muy creativos 
para la organización de grupos de tiempo limitado que versan sobre un tema 
concreto o dirigidos a una población en particular. Estos trabajadores de gru-
pos perciben necesidades en la comunidad y dirigen estas necesidades 
mediante la creación de grupos. Tales grupos persiguen diversos propósitos: 
impartir información, compartir experiencias comunes, enseñar a resolver 
problemas, ofrecer apoyo y enseñar a las personas a establecer sus propios 
sistemas de apoyo fuera del entorno grupal. 
Es obvio que los grupos estructurados, en oposición a la terapia de grupos 
o a los grupos de crecimiento personal, están asentándose en multitud de 
entornos. Parecen tener una buena acogida en los centros públicos y en los 
centros escolares. Muchas universidades y centros de estudios ofrecen una 
variedad de grupos especiales dirigidos a una población en particular además 
de los grupos no estructurados de crecimiento personal y las terapias de 
grupo. Por ejemplo, los grupos estructurados ofertados por el Centro de Ser-
vicios Psicológicos de la Universidad de Texas en Austin incluyen los 
siguientes: Transiciones de la mitad de la vida: valores y decisiones vitales; 
Control sobre el propio estilo de vida y "estilo de trabajo", manejo del estrés; 
Entrenamiento en el manejo de la depresión; Manejo de relaciones/Finaliza-
ción de relaciones; Estrategias para construir la auto-confianza de mujeres 
graduadas; Aprender a manejar la ansiedad para hablar en público; Desarrollo 
de conductas asertivas; Perfeccionismo: La espada de dos filos; Estudiantes 
con un familiar alcohólico y algunos otros. 
Otro ejemplo son los programas de terapia de grupo disponibles para los 
estudiantes de la Universidad Estatal de Colorado. Hay grupos terapéuticos 
para descendientes de un miembro alcohólico e incluso grupos educativos y de 
apoyo para estos clientes. Este centro terapéutico ofrece también un grupo para 
el manejo de la ansiedad, un grupo para personas con desajustes relacionados 
con la alimentación, un grupo para los aspectos familiares, un grupo para estu-
diantes con edad no tradicional, un grupo para los problemas relaciónales, un 
grupo de auto-estima, un grupo para mujeres adultas víctimas de algún abuso 
sexual durante la niñez y un grupo de identidad personal para mujeres. 
La lista anterior le proporciona una idea aproximada del abanico de temas 
que se tratan en los grupos estructurados. Estos grupos ayudan a las personas 
a desarrollar habilidades específicas, a comprender ciertos temas o a superar 
transiciones vitales difíciles. Aunque los temas varían obviamente en razón 
de los intereses del terapeuta y de la clientela del grupo, tales grupos compar-
ten el común denominador de aumentar en sus miembros la conciencia de 
algunos problemas vitales y proporcionarles los instrumentos para manejarlos 
de la forma más adecuada. Normalmente, las sesiones suelen ser de unas dos 
horas semanales y los grupos tienden a ser de tiempo limitado. Pueden durar 
unas cuatro o cinco semanas o como mucho un semestre. 
32 INTRODUCCIÓN AL TRABAJO EN GRUPO 
Para la configuración del grupo normalmente se pide a los miembros que 
completen un cuestionario relacionado con su capacidad para manejar el área 
particular de interés. Se introducen ejercicios estructurados y tareas para casa 
como formas para enseñar destrezas nuevas a los miembros del grupo. Al 
finalizar las sesiones se emplea a menudo otro cuestionario para evaluar los 
progresos de los miembros. Se establecen también contratos como forma de 
mostrar a los miembros las metas específicas que guiarán su participación en 
el grupo y para motivarles a poner en práctica las nuevas destrezas fuera del 
grupo. 
Muchos grupos estructurados se basan en el modelo de teoría del aprendi-
zaje y emplean procedimientos conductuales. En el Capítulo 13 encontrará 
descripciones detalladas de tales grupos, incluidos los grupos de entrena-
miento en habilidades sociales y entrenamiento en asertividad, grupos de 
manejo del estrés, grupos de auto-dirección y grupos de terapia multimodal. 
Grupos de Auto-ayuda 
En los últimos 20 años se ha producido una gran explosión de grupos de 
auto-ayuda que permiten a las personas con un problema o apuro común 
crear un sistema de apoyo que les proteja del estrés psicológico y les propor-
cione el incentivo suficiente para iniciar un cambio en sus vidas. Estos gru-
pos satisfacen en ciertas poblaciones una necesidad crítica que no ofrecen los 
profesionales de los centros de salud mental. Los miembros comparten expe-
riencias, se dan apoyo emocional y social mutuamente, aprenden unos de 
otros, ofrecen sugerencias a los miembros nuevos y proporcionan alguna 
dirección a las personas desesperanzadas. Normalmente los grupos de 
auto-ayuda se reúnen en el entorno comunitario como las escuelas o las 
iglesias. La esencia del proceso de auto-ayuda consiste en que los miembros 
se apoyen mutuamente asumiendo responsabilidades personales y actuando 
con el propósito de resolver sus problemas en vez de transferir la 
responsabilidad o la culpa del problema a otras personas (Borkman, 1991). 
Los dos términos grupo de auto-ayuda y grupo de apoyo se emplean indis-
tintamente. Los grupos de auto-ayuda tienden a enfatizar su autonomía y los 
recursos internos del grupo (Katz, 1981). En muchos grupos de auto-ayuda la 
intención original consintió en emplear un terapeuta como modelo que 
demostrara la universalidad de la necesidad de los otros para ayudarse mutua-
mente. Los grupos de apoyo, por el contrario están iniciados a menudo por un 
profesional o por una organización. Para facilitar la descripción, 
categoriza-ción y comparación de los grupos de auto-ayuda, Schubert y 
Borkman (1991) han creado una tipología que facilita el reconocimiento de 
las similitudes y diferencias en la estructura organizativa de estos grupos. 
Los autores describen los siguientes diez grupos de auto-ayuda: 
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 33 
1. En la calle: un grupo de personas afectadas por una encarcelamiento. 
2. Familiaresque adoptan niños en cualquier lugar: un grupo que reúne a 
quienes desean adoptar niños o ya lo han hecho. 
3. Problemas coronarios: un grupo de individuos antes o después de 
haberse sometido a cirugía coronaria. 
4. Trastornos de la alimentación: un grupo guiado por personas con pro-
blemas de control o pérdida de peso. 
5. Estaciones: un grupo de personas que han perdido a un ser querido por 
suicidio. 
6. Asociación de enfermos mentales: un grupo de sujetos afectados por 
alguna enfermedad mental que pretenden educar al público. 
7. Nuevos comienzos: un grupo de personas separadas o divorciadas de 
un cónyuge o amante. 
8. Alcanzar la recuperación: un grupo de mujeres que sufren cáncer de 
mama. 
9. Alcohólicos anónimos: un grupo de personas que tratan de superar sus 
problemas por abuso de alcohol. 
10. Centro de asesoramiento educacional de padres: un grupo de padres de 
niños con necesidades especiales. Esta lista es sólo un ejemplo de la 
diversidad de grupos destinados a compartir un problema común. 
ACTITUDES HACIA LOS GRUPOS DE AUYO-AYUDA, ¿Cuál es la 
acti-nad de los profesionales de la salud mental hacia los grupos de 
auto-ayuda?. Riordan y Beggs (1987) estudiaron el crecimiento de los grupos 
de auto-ayuda y recomiendan a los profesionales algunas formas para emplear 
estos grupos de manera adjunta a sus prácticas. A juzgar por la revisión de la 
literatura que han efectuado, es evidente que los grupos de auto-ayuda están 
desempeñando un rol importante en este sentido. Según Meissen, Masón y 
Gleason (1991), dada la reducción de los servicios tradicionales de salud 
mental al mismo tiempo que el crecimiento del movimiento de consumidores, 
es probable que los grupos de auto-ayuda llegen a ser tan importantes para el 
sistema de salud mental como los Alcohólicos Anónimos lo fueron en el área 
del abuso de sustancias. 
Meissen y sus colegas (1991) examinaron las actitudes de estudiantes gra-
duados en trabajos sociales y en psicología clínica hacia los grupos de 
auto-ayuda. Encontraron que casi el 40% de los estudiantes había tenido 
alguna experiencia con estos grupos. Estos mostraban actitudes más positivas 
que los estudiantes que carecían de experiencia alguna. Algunas 
investigaciones concluyen que los profesionales futuros estarán más 
dispuestos a colaborar con los grupos de auto-ayuda. Meissen y sus colegas 
mantienen que la práctica profesional es imprescindible en relación a la 
auto-ayuda. Añaden que será 
34 INTRODUCCIÓN AL TRABAJO EN GRUPO 
importante prevenir la influencia profesional no intencionada de los grupos 
de auto-ayuda. En su opinión, los estudiantes deberían aprender a respetar el 
rasgo distintivo de la auto-ayuda y de la autonomía e independencia de tales 
grupos así como los roles profesionales apropiados. 
DIFERENCIAS ENTRE GRUPO DE AUTO-AYUDA Y GRUPO 
TERAPÉUTICO. Los grupos de auto-ayuda y los grupos terapéuticos tienen 
algunas similitudes. Lakin (1985) señala que ambos valoran positivamente la 
expresión y puesta en común de emociones. Este énfasis se basa en la presun-
ción de que las personas expresan muy pocos sentimientos y pensamientos y 
que las actitudes y conductas maladaptativas se originan a partir de estos sen-
timientos estancados. Ambos tipos de grupos fortalecen el apoyo, subrayan el 
valor de la afiliación y persiguen el cambio conductual. 
A pesar de estas similitudes entre los grupos de auto-ayuda y los grupos 
terapéuticos, existen también algunas diferencias críticas (Riordan & Beggs, 
1988). Una de las principales diferencias se refiere a las metas del grupo. 
Como se ha señalado anteriormente, los grupos de auto-ayuda tienen por 
núcleo un único tema como la adicción, el cáncer o la obesidad mientras que 
los grupos terapéuticos tienen metas más globales como mejorar la salud 
mental general o mejorar el funcionamiento interpersonal (Riordan & Beggs, 
1987). Además, los grupos de auto-ayuda emplean la auto-comprensión, el 
refuerzo y el feedback de los miembros (Lakin, 1985). 
Otra diferencia entre los grupos de auto-ayuda y los grupos terapéuticos se 
refiere a la naturaleza de los problemas que se exploran en los grupos. En el 
estudio dirigido por Meissen y sus asociados (1991), los estudiantes gradua-
dos en asistencia social o en psicología clínica percibían los siguientes pro-
blemas como apropiados para los grupos de auto-ayuda: adicción, 
dependencia del alcohol, relaciones parentales, control de peso y duelo por 
pérdida de un ser querido. Casi la mitad de estos estudiantes pensaba que la 
enfermedad mental y los problemas serios relacionados con la salud mental 
eran inapropiados para los grupos de auto-ayuda. En menor grado, la depre-
sión crónica y los aspectos relacionados con el suicidio también se considera-
ban inadecuados. 
Otra diferencia entre los dos tipos de grupos implica el tipo de liderazgo 
aplicado en cada uno de ellos. Los grupos de auto-ayuda están dirigidos nor-
malmente por individuos que luchan por los mismos problemas que los 
miembros del grupo. En la mayoría de los grupos de auto-ayuda el liderazgo 
emerge y no se designa. En un estudio, se solicitó a los participantes que 
identificaran los roles profesionales apropiados para los terapeutas que traba-
jan con los grupos de auto-ayuda (Meissen et al., 1991). Estos roles fueron: 
consultor, facilitador, iniciador, investigador, fuente de los miembros, tera-
peuta, miembro y terapeuta del grupo. Hay diferentes opiniones en relación al 
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 3S 
-iodo y grado de participación de los profesionales en los grupos de 
auto--;.uda. 
Como hemos observado, en los grupos terapéuticos se presupone que el 
grupo representa un microcosmos social. Estos grupos tratan de reflejar de 
alguna forma todas las dimensiones del entorno social de los miembros. El 
íactor terapéutico que favorece el cambio de los participantes es el proceso 
grupal como muestra de los conflictos interpersonales que los miembros 
deben enfrentar en su acontecer diario. Por contraste, los grupos de 
auto-ayuda no son microcosmos sociales. La interacción de los miembros 
dentro del grupo no se percibe como el principal catalizador del cambio, y se 
hace más hincapié en proporcionar un clima de aceptación y apoyo en el seno 
del grupo. El grupo llega a ser un medio para ayudar a las personas a 
modificar sus creencias, actitudes y sentimientos sobre sí mismos. Los 
grupos de auto-a\'uda fortalecen una identidad común basada en una 
situación común de la vida ordinaria más que la mayoría del resto de los 
grupos. 
Otra diferencia entre los grupos de auto-ayuda y los grupos terapéuticos está 
vinculada a factores políticos. Los grupos de auto-ayuda han llegado a ser cada 
• ez más políticos como se demuestra a través de algunos movimientos organi-
zados por mujeres. Por ejemplo, muchos grupos de auto-estima y 
concien-:iación de mujeres luchan por un cambio personal y sociopolítico 
(Enns, 1992). Otras poblaciones, como las minorías étnicas y raciales y los 
gays y lesbianas que se sienten oprimidos social y políticamente, usan los 
grupos con estos fines Lakin, 1985). Así pues, los grupos de auto-ayuda se 
centran en las causas extemas de los problemas de sus miembros y en el 
desarrollo de estrategias para el manejo de las barreras ambientales. Los 
grupos terapéuticos tienden a focalizar su atención en los cambios que pueden 
ejecutarse dentro del individuo ncluso aunque algunos factores ambientales no 
se modifiquen. 
Riordan y Beggs (1987, 1988) mantienen que los terapeutas deben ser 
conscientes de las diferencias existentes entre los grupos de auto-ayuda y los 
grupos terapéuticos de forma que puedan evaluar las posibles ventajas de 
cada tipo para los diferentes clientes. Los autores sugieren que aunque los 
grupos de auto-ayuda han sido fuente de valiosa ayuda para miles de perso-
nas, no son los más adecuados para cualquiera. Por lo tanto, al sugerir uno de 
estos grupos, es importante examinar las expectativas del clientey los posi-
bles beneficios y riesgos que pueden derivarse de su participación. 
EL FUTURO DE LOS GRUPOS DE AUTO-AYUDA. Parece que las perso-
nas están cada vez más interesadas en reunirse para buscar vías de ayuda 
mutua. Aunque los grupos terapéuticos dirigidos por profesionales desempe-
ñan aún un rol vital, quizá es un síntoma saludable que las personas traten de 
buscar otros métodos. Muchos grupos de auto-ayuda tienen una función espe-
cífica que no siempre puede satisfacerse en los grupos terapéuticos o psicote- 
36 INTRODUCCIÓN AL TRABAJO EN GRUPO 
rapéuticos dirigidos por profesionales. El reto consiste en enseñar a los futu-
ros profesionales a colaborar con los grupos de auto-ayuda. 
Además de reconocer la necesidad de enseñar a los futuros profesionales 
los enfoques de auto-ayuda, los terapeutas están cada vez más interesados en 
la investigación del área de la auto-ayuda. Al referirse a los logros en la 
investigación de los grupos de auto-ayuda, Borkman (1991) manifiesta que 
los instrumentos de medida son más sofisticados y así es posible recoger una 
información más valida. Borkman señala también que cada vez es mayor el 
número de estudiantes que investigan sobre los grupos de auto-ayuda y que 
estas investigaciones se están institucionalizando. Evidentemente, tanto los 
grupos de auto-ayuda como los grupos terapéuticos contribuyen de forma 
diferente en nuestra sociedad. 
TERAPIA DE GRUPO EN UN CONTEXTO MULTICULTURAL 
Esta obra asume que para que una terapia de grupo sea efectiya debe 
tomar en consideración el ambiente cultural de los miembros y del terapeuta. 
El pluralismo como estado ideal donde se reconozce, respeta y potencia la 
realidad de la diversidad. En este orden, el trabajo en grupos multiculturales 
implica estrategias que cultivan el entendimiento y el aprecio a la diversidad 
en las áreas de cultura, etnia, raza, sexo, clase social, religión y estilo de vida. 
El grupo, con todas las distintas perspectivas de cada uno de los miembros y 
del terapeuta, es un espacio natural para dar a conocer y potenciar el pluralis-
mo. 
Los terapeutas, además de comprender las similitudes y diferencias cultu-
rales de los clientes, deben potenciar el reto a la perspectiva tradicional de la 
estructura, metas, técnicas y prácticas de grupo. Un paso fundamental de los 
terapeutas consiste en reexaminar las presunciones subyacentes a todas las 
principales teorías en relación a su adecuación a los contextos multicultura-
les. Es probable que los terapeutas grupales deban revisar sus teorías y técni-
cas si pretenden servir mejor a los individuos de diferentes entornos 
culturales. Entre los Capítulos 6 y 15, analizo los puntos fuertes y limitacio-
nes de las diez principales teorías desde una perspectiva multicultural. En las 
siguientes páginas se exponen los principios generales para una terapia efectiva 
de grupos multiculturales. 
Multiculturalismo: Algunas Deñniciones e Implicaciones 
En el consejo psicológico multicultural dos o más personas con diferentes 
formas de percibir su entorno social tratan de trabajar conjuntamente a través 
de una relación de ayuda (Pedersen, 1994). El término multicultural hace 
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 37 
referencia a la complejidad cultural en lo que atañe a la prestación de servi-
cios. Otros términos usados en la práctica grupal de los contextos multicultu-
rales incluyen raza, etnia, minorías y cultura. Pedersen define estos términos 
como sigue: Etnia implica una herencia sociocultural compartida de religión, 
historia o ancestros comunes. Cultura definida en general, incluye raza, etnia. 
orientación afectiva, clase, religión, sexo y edad. Minoría identifica a un 
grupo que ha recibido un tratamiento desigual por motivos de discriminación 
colectiva. El consejo psicológico multicultural trata de integrar los grupos 
minoritarios étnicos y raciales (afroamericanos, asiático-americanos, 
hispa-nos. americanos nativos y etnias blancas) y a otras poblaciones con 
necesidades específicas como mujeres, gays y lesbianas, disminuidos físicos 
y ancianos. 
Según Pedersen (1991) La perspectiva multicultural pretende proporcionar 
en marco de trabajo conceptual que reconozca la compleja diversidad de una 
sociedad pluralista y sugiere vías de problemática compartida que unen a todas 
bs personas independientemente de sus diferencias. Esta perspectiva incluye la 
dimensión tínica de la persona y el modo en que esta persona comparte temas 
con otras personas diferentes a ella. Tal punto de vista respeta las necesidades y 
puntos fuertes de poblaciones de clientela diversas y reconoce las experiencias 
de estos clientes. El mero conocimiento de ciertos grupos culturales no es sufi-
ciente, es importante comprender también la variabilidad intragrupal. Cada 
mdividuo debe ser percibido en referencia a su grupo cultural, al grado en que 
se haya aculturizado y al nivel de desarrollo de la identidad racial. 
Pedersen (1994) subraya la importancia de entender tanto las diferencias 
del grupo como las individuales para interpretar la conducta con exactitud. 
Independientemente de que los terapeutas presten atención a las variables 
culturales o las ignoren, la cultura seguirá influyendo sobre la conducta de los 
miembros del grupo y del terapeuta así como sobre el proceso grupal. Los 
terapeutas que ignoren la cultura proporcionarán servicios menos efectivos. 
Dos Perspectivas sobre el Multiculturalismo 
En el área multicultural existen dos enfoques para entender y trabajar con 
ia diversidad de las poblaciones de clientes: (1) la perspectiva universal o 
transcultural, basada en la premisa de que las dimensiones humanas básicas 
son importantes independientemente de la cultura (Fukuyama, 1990), (2) el 
enfoque centrado que aboga por la necesidad de profundizar el conocimiento 
de las culturas específicas (Locke, 1990). 
El enfoque universal del consejo multicultural examina las similitudes de 
!a experiencia de personas de color y propone modelos transculturales para 
formar terapeutas multiculturales efectivos. Fukuyama (1990) sugiere progra-
mas de formación que incluyan: 
38 INTRODUCCIÓN AL TRABAJO EN GRUPO 
* la comprensión del concepto de cultura como el todo que afecta al indi-
viduo, la sociedad y el proceso terapéutico. 
* una visión general de la cultura que incluye el sexo, el estilo de vida, la 
edad, la etnia y la raza. 
* información sobre todas las formas de opresión como racismo, sexismc 
y homofobia. 
* examinar la importancia de los roles sexuales 
* facilitar el desarrollo de la identidad individual como miembro de una 
cultural. 
* facilitar la comprensión de la perspectiva del mundo propio y el modc 
en que esto se relaciona con la familia y el propio entorno cultural. 
Según Fukuyama, el exceso de énfasis en las diferencias que separan a ur 
grupo cultural de otro favorece la creación de estereotipos. Manifiesta que 
sus estudiantes han sido capaces de adaptar los conceptos universales inclui-
dos en el curso de la terapia multicultural y aplicar estas nociones a multituc 
de situaciones terapéuticas. 
Locke (1990), por contraste, defiende una perspectiva provincial como 
requisito filosófico adecuado para una terapia multicultural. En sus esfuerzo; 
por elaborar un enfoque universal o general, asegura que los terapeutas deber 
adquirir una pericia cultural sobre aquellos grupos específicos cuyas pobla 
clones van a encontrar. Este enfoque se asienta sobre tres principios: 
1. La voluntad de los terapeutas por examinar sus creencias y actitudes; 
raciales en la medida que están relacionadas con individuos o grupo; 
específicos, culturalmente distintos. 
2. La voluntad de comentar los aspectos específicos racialmente relevan 
tes a un nivel institucional. 
• 3. La voluntad de observar a los clientes como individuos y como miem 
bros de un grupo. 
La Necesidad de un Enfoque Multicultural en el Trabajo Crupal 
Los clientes de los grupos que usted dirige llegarán con sus valores, creencías y acciones específicas que están influenciados por su cultura, raza ( 
etnia, sexo, religión, experiencia histórica con la cultura dominante, nive 
socioeconómico, educación, perspectiva política, estilo de vida y región geo 
gráfica. D.W. Sue (1992) nos recuerda que la composición de la población d( 
los Estados Unidos se está modificando con mucha rapidez y que los tera 
peutas se verán enfrentados a la elección de los caminos que han de tomar. E 
camino más transitado es el del monoculturalismo y etnocentrismo que ofre 
ce cierta seguridad y confort. La otra vía es el multiculturalismo que recono 
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL J9 
:e y valora la diversidad. Esta vía proporciona una imagen de la sociedad 
como mosaico cultural y no como recipiente de fundición. Proporciona las 
bases para que los terapeutas desarrollen las estructuras, paradigmas, políti-
cas y prácticas nuevas que den respuesta a todos los grupos de la sociedad. 
La cambiante demografía de norteamérica obliga a los terapeutas a asumir 
ana postura proactiva con respecto a la diversidad cultural. Según 
Cosma-Diaz (1992), estos cambios demográficos modificarán las realidades 
socioló-gicas, políticas y económicas de las personas de color. El pluralismo 
se . nvertirá en el cianotipo de la sociedad norteamericana. Esta realidad 
con-ducirá a la flexibilidad y al aumento de las posibilidades de la práctica 
psico-terapéutica. 
No es posible aplicar los principios de una sociedad monocultura! a una 
multicultural. Los terapeutas deberán adoptar una perspectiva multicultural 
por las siguientes razones: porque nuestras percepciones del mundo se apren-
den dentro de un contexto y una cultura, porque las personas procedentes de 
diferentes medios culturales perciben el mundo de forma distinta y porque la 
terapia requiere una comprensión exacta y profunda del mundo de cada 
clien-le (Pedersen, 1991). Éticamente estamos destinados a adquirir el 
conocimiento y las destrezas necesarias para trabajar con efectividad en 
situaciones multiculturales (Ibrahim & Arredondo, 1990). 
El tópico de la diversidad cultural en la terapia de grupo está recibiendo 
progresivamente más atención en la literatura psicológica. Por ejemplo, el 
lema central del Journal for Specialists in Group Work del mes de Noviembre 
de 1992 se dedica por entero a la terapia de grupo con poblaciones 
multicul-airales. Los artículos versan sobre el modo en que los terapeutas 
pueden ser sensibles a la diversidad de los clientes y pueden adaptar las 
orientaciones teóricas, las técnicas y los estilos para hacerlas coincidir con la 
visión del mundo y las necesidades de los clientes. El reto de un grupo 
consiste en adaptarse a las necesidades y creencias de cada miembro. El grado 
en que se satisfaga este reto determina el grado de efectividad del grupo para 
ayudar a la diversidad de los clientes (DeLucia, Coleman & Jenset-Scott, 
1992). 
En un artículo sobre la terapia de grupo con clientes asiáticos, Yu y Gregg 
< 1993) manifiestan que la conciencia y la sensibilidad cultural deberían ser 
parte de cualquier experiencia grupal. El contenido que deberán establecer las 
personas que trabajen con grupos durante los años 90 y el próximo siglo se 
referirá a los problemas específicos transportados por clientes procedentes de 
diversos entornos. 
Los Desafíos y Recompensas de una Perspectiva Multicultural 
La literatura correspondiente a la terapia multicultural señala que los clien-
tes procedentes de minorías y etnias hacen un uso limitado de los servicios de 
40 INTRODUCCIÓN AL TRABAJO EN GRUPO 
salud mental y los servicios sociales (Atkinson, Morten & Sue, 1993; Chu & 
Sue, 1994; Ho, 1984; Lee, Juan & Hom, 1984; Leong, 1992; Mokuau, 1985; 
Pedersen, 1994; D.W. Sue, 1992). Existen diversas razones que explican este 
uso limitado e inapropiado de los servicios terapéuticos existentes. Una expli-
cación del hecho se refiere al fracaso de los profesionales de la salud mental 
para evaluar, observar y encauzar los aspectos culturales. En algunos momen-
tos los consultores pueden pasar por alto realidades culturales. Además, los 
valores culturales de los clientes pueden inhibir la utilización de los servicios 
porque en algunas culturas se emplean más los procesos terapéuticos informa-
les que los recursos formales. Algunos clientes mantienen valores que les 
alientan a resolver por sí mismos sus propios problemas y hacerlo, dicen, es 
muestra de mayor madurez que solicitar ayuda de otras personas (Ho, 1984). 
Otras explicaciones del fenómeno de la escasa asistencia de las minorías a los 
servicios incluyen la falta de conocimientos de los servicios existentes, las 
dificultades del lenguaje, la inaccesibilidad geográfica o comunitaria y los 
conflictos entre el sistema de valores del cliente y los valores que subyacen a 
los enfoques terapéuticos occidentales contemporáneos (Mokuau, 1985). 
Como este patrón de escasa utilización no se modificará a corto plazo, parece 
importante examinar la naturaleza y efectividad de los mecanismos de ayuda 
utilizados por los diversos grupos culturales en Norteamérica. 
Los terapeutas que hacen referencia a la terapia multicultural aseguran a 
menudo que muchos enfoques no logran satisfacer las complejas necesidades 
de los clientes procedentes de diversas minorías y etnias debido a las percep-
ciones esteriotipadas y estrechas de dichas necesidades. Los asiático-america-
nos, afroamericanos, hispanos, americanos nativos y otros miembros de 
grupos minoritarios abandonan las terapias significativamente antes que los 
clientes euro-americanos. Esta tendencia está ocasionada frecuentemente por 
barreras culturales como las dificultades del lenguaje, los valores de clase y 
valores culturales que impiden la formación de una buena relación terapéuti-
ca (Atkinson et al., 1993; Mokuau, 1987; Pedersen, 1994; D.W. Sue & Sue, 
1990). 
Si usted espera acoger diversidad en sus grupos, como es el caso en la 
mayoría de los entornos laborales, le será importante aceptar el reto de modi-
ficar sus estrategias para satisfacer las necesidades específicas de las pobla-
ciones especiales. La Asociación Americana de Psicología ha elaborado 
Consejos para Profesionales de los Servicios Psicológicos que atienden a 
Poblaciones Diversas Étnica, Lingüística y Culturalmente (1993). Estas 
reglas subestiman la responsabilidad de los terapeutas por conocer los valores 
culturales de sus clientes antes de prestar un servicio de salud mental. Ellos 
subrayan la importancia de disponer de un marco de trabajo sociocultural 
donde pueden incluirse los diversos valores, estilos interactivos y expectati-
vas culturales. Una práctica multicultural efectiva requiere tanto el conoci- 
TEORÍA Y PRACTICA DE LA TERAPIA CRUPAL 41 
miento como las habilidades necesarias. Este mismo aspecto se profundizara 
en el Capítulo 3. 
Aunque es irreal esperar que usted adquiera un conocimiento profundo de 
todos los medios culturales, es factible disponer de una idea comprensiva de 
algunos principios generales para trabajar satisfactoriamente en la diversidad 
cultural. Aunque mantenga los principios de sus propios valores debería evi-
tar la presunción de superioridad que le conduce a imponerlos como justifica-
ción para excluir a algunos clientes de sus terapias. Si usted es capaz de 
apreciar diferencias culturales y no las asocia con superioridad o inferioridad, 
la diversidad puede evidentemente, aumentar las percepciones que los miem-
bros de su grupo adquieren sobre los problemas, incrementar sus recursos 
psicológicos y generar la sensación de comunidad. 
Pedersen (1994) asegura que la adopción de una perspectiva multicultural 
le permite a uno pensar en la diversidad sin establecer categorías de "correc-
to" o "falso". Cuando los argumentos de dos personas se basan en presuncio-
nes culturales diferentes, pueden discrepar sin que uno de ellos tenga la razón 
y el otro se halle equivocado. Dependiendo de la perspectiva cultural desde la 
que

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