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Estadística criminal y acción policial en buenos aires, 1887-1914 
Author(s): Julia Kirk Blackwelder, Lyman L. Johnson and Sibila Seibert 
Source: Desarrollo Económico , Apr. - Jun., 1984, Vol. 24, No. 93 (Apr. - Jun., 1984), pp. 
109-122 
Published by: Instituto de Desarrollo Económico Y Social 
Stable URL: https://www.jstor.org/stable/3466782
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 NOTAS Y COMENTARIOS
 ESTADISTICA CRIMINAL Y ACCION POLICIAL
 EN BUENOS AIRES, 1887-1914
 JULIA KIRK BLACKWELDER y LYMAN L. JOHNSON*
 Durante muchos anios los historiadores
 han estudiado y discutido sobre el impacto
 de la urbanizacion sobre los cambiantes
 niveles y composicion del crimen. Dentro
 de esta irea sumamente amplia de estudio,
 muchos investigadores han tratado de eva-
 luar las reacciones de la policia al cambio
 social. Las investigaciones mis recientes se
 han centrado en los Estados Unidos y en
 Europa occidental. El perfodo posterior
 a 1860, en el que los departamentos de
 policfa de las principales ciudades introdu-
 jeron estadfsticas uniformes sobre arrestos,
 atrajo el interes de muchos investigadores y
 sirvi6 de base para una serie de trabajos
 que trataron de analizar estos temas en
 forma comparadal. Buenos Aires y otras
 grandes ciudades de America Latina no
 han sido estudiadas, a pesar de que hay
 similitudes muy obvias con las ciudades
 de rapida industrializacion en Norteame-
 rica y Europa2. El presente trabajo explora
 las estadisticas policiales de Buenos Aires
 entre 1882 y 1914, consideradas como un
 indicador de cambios en la organizaci6n y
 prioridades de la policia, y comparindolo
 con el caso de las ciudades europeas y
 norteamericanas.
 A partir de 1882 el Departamento de
 Policia de Buenos Aires comenzo a reco-
 lectar sistematicamente los datos sobre
 arrestos y crimenes denunciados a la poli-
 cia y a presentarlos anualmente al Direc-
 tor General de Estadisticas Municipales.
 Las estadisticas policiales aparecen en
 anuarios que fueron publicados con el
 mismo formato desde 1887 hasta 1913.
 Los arrestos por mantenimiento del orden
 sufren una declinaci6n, indice de una me-
 nor preocupaci6n de la policia por los
 desmanes publicos durante ese perfodo,
 lo cual coincide con actitudes similares
 en los Estados Unidos; demuestra tambien
 el uso de la policia como agentes de la
 estabilidad politica.
 Para aquellos crimenes con victimas,
 los registros policiales permiten una compa-
 racion entre los observados (denunciados)
 y los arrestos. Si bien los registros son
 incompletos ya que no todas las victimas
 * Profesores asociados, Departamento de
 Historia, Universidad de North Carolina, Char-
 lotte.
 1 Una coleccion util de ensayos, algunos con
 perspectiva comparada, es la de Hugh D.
 GRAHAM y Ted R. GURR: Violence in Ame-
 rica: Historical and Comparative Perspectives,
 A Report to the National Commission on the
 Causes and Prevention of Violence (Nueva
 York, 1969). Si bien no es especificamente com-
 parativo, el trabajo de Eric H. MONKKONEN:
 Police in Urban America 1869-1920 (Cambridge,
 1981) se basa en estadisticas policiales unifor-
 mes para 23 grandes ciudades de los Estados
 Unidos. Ted GURR y sus colaboradores estudia-
 ron las ciudades de Calcuta, Londres, Estocol-
 mo y Sydney. Sus resultados aparecen en Rogues,
 Rebels, and Reformers: A Political History of
 Urban Crime and Conflict (Beverly Hills, 1976)
 y en The Politics of Crime and Conflict (Be-
 verly Hills, 1977). Louise S. SHELLEY ha
 sintetizado gran parte de la bibliografia mas
 reciente sobre el crimen en las ciudades en
 Crime and Modernization: The Impact of Indus-
 trialization and Urbanization on Crime (Car-
 bondale, 1981).
 2 Hemos publicado recientemente un articulo
 usando los registros policiales de Buenos Aires
 para documentar el impacto de la inmigracion y
 del cambio economico sobre el crimen y la accion
 policial. "Changing Criminal Patterns in Buenos
 Aires, 1890-1914", Journal of Latin American
 Studies, 14,2 (noviembre, 1982), pags. 359-
 379.
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 JULIA KIRK BLACKWELDER Y LYMAN L. JOHNSON
 denuncian sus perdidas o perjuicios, los
 datos de crimenes denunciados manifies-
 tan no solo ser mas completos, sino que
 muestran caracterfsticas de conducta crimi-
 nal bastante distintas respecto de las cifras
 de arrestados. La mayorfa de los estudios
 sobre el crimen y la acci6n policial han
 usado informes sobre arrestos y juicios.
 Analizando las denuncias en la ciudad de
 Buenos Aires se puede suponer que los
 esfuerzos por determinar tendencias o mo-
 vimientos ciclicos en la historia del crimen
 a trav6s de los registros de arresto o judi-
 ciales estdn potencialmente sujetos a serios
 errores3. Las diferencias entre las cifras,
 asi como el desfasaje temporal de arrestos
 y crimenes denunciados indica que la
 "cifra oculta" (es decir, el nismero de
 crfmenes realmente cometidos, en lugar
 de los arrestos o crfmenes denunciados)
 constituye un problema decisivo en el estu-
 dio de la historia del crimen. Ademas, el
 registro de los crimenes denunciados in-
 dica que aquellos cometidos contra perso-
 nas y propiedades van en aumento a me-
 dida que la ciudad crece y que, cada vez
 mas, la policfa pierde efectividad en acla-
 rar los crimenes por medio del arresto.
 Buenos Aires es una ciudad latinoame-
 ricana sumamente adecuada para una
 primera comparaci6n con experiencias en
 los Estados Unidos y en Europa occiden-
 tal. En el perfodo posterior a 1880 Buenos
 Aires asimilo6 un enorme flujo de inmigra-
 ci6n europea que super6 ampliamente a
 la poblacion nativa, transformando a la
 ciudad desde un punto de vista econo-
 mico y cultural. La poblaci6n urbana
 aument6 de poco mis de 250.000 perso-
 nas en 1880 a mis de 1.500.000 en las
 postrimerias de la Primera Guerra Mun-
 dial4. Durante todo este perfodo, los
 inmigrantes constituian la mayor parte
 de la poblaci6n de la ciudad, siendo los
 italianos los que primero predominaron,
 para luego ser los espafioles quienes enca-
 bezaran los contingentes de recien
 llegados5.
 Buenos Aires era a la vez capital poli-
 tica y puerto principal de la naci6n. A tal
 efecto, los trabajadores no calificados o
 semicalificados, como estibadores y alba-
 niles, comprendian el grueso de la mano
 de obra. Los obreros industriales de las
 pequefias fabricas y de la industria del
 transporte formaban una minorfa de cierta
 importancia polftica6. A medida. que la
 inmigraci6n fue cubriendo rdpidamente la
 demanda de un empleo en expansi6n du-
 rante la decada del '80, los servicios publi-
 cos urbanos y el numero de viviendas
 resultaron insuficientes. La clase obrera
 urbana se hacin6 en los conventillos, cerca
 del distrito comercial y financiero del
 centro de la ciudad, donde su presencia
 era muy visible a la elite empresarial y polf-
 tica7. La ciudad comienza a modernizar
 su fuerza policial, imitando las practicas
 europeas y norteamericanas: el manteni-
 miento del orden y de la disciplina pfblica
 en el area centrica se vuelve una prioridad
 evidente.
 Un claro indicador de la respuesta poli-
 cial a estaspresiones fue el espectacular
 aumento de arrestos por ebriedad, que se
 3 La fuente de documentos primaria para este
 estudio es la Municipalidad de la Capital Federal,
 DIRECCION GENERAL DE ESTADISTICA
 MUNICIPAL: Anuario Estad'stico de la Ciudad
 de Buenos Aires, I-XXIV (Buenos Aires, 1892-
 1915).
 4 De lejos, la mejor descripcion del periodo
 es la de James R. SCOBIE: Buenos Aires, Plaza
 to Suburb, 1870-1910 (Nueva York, 1974).
 Vease tambien Gino GERMANI: "Mass Immi-
 gration and Modern.;ation in Argentina", en
 Irving Louis HOROWITZ (ed.): Masses in Latin
 America (Nueva York, 1970), pags. 289-330.
 5 Una fuente indispensable para cualquier
 discusion sobre la inmigracion es Walter F.
 WILCOX (ed.): International Migrations, vol. 1,
 Statistics (Washington, 1929); vease particular-
 Ymente las pags. 539-547 para la Argentina. Para
 un estudio comparativo de inmigraci6n italiana
 a la Argentina y a Estados Unidos vease Herbert
 S. KLEIN: "La integracion de italianos en la
 Argentina y los Estados Unidos: Un analisis
 comparativo", Desarrollo Economico, 21, 81
 (abril-junio, 1981), paigs. 3-28.
 6 Roberto CORTES CONDE y Ezequiel
 GALLO en La formacion de la Argentina mo-
 derna (Buenos Aires, 1967), proporcionan una
 historia general del periodo. Una historia excelen-
 te de la clase obrera urbana es la de Jose PANE-
 TTIERI: Los trabajadores en tiempos de la inmi-
 graci6n masiva en la Argentina 1870-1910
 (Buenos Aires, 1972).
 7 Un complemento util al trabajo de Scobie
 es el de Charles S. SARGENT: The Spatial
 Evolution of Greater Buenos Aires, Argentina,
 1870-1930 (Tempe, Arizona, 1974). Una discu-
 si6n excelente del problema de la vivienda y
 sus implicancias politicas y economicas conco-
 mitantes puede consultarse en Oscar Yujnovsky:
 "Politicas de vivienda en la ciudad de Buenos
 Aires, 1880-1914", Desarrollo Economico, 14,
 54 (julio-setiembre, 1974), pags. 327-372.
 110
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 CRIMINALIDAD Y ACCION POLICIAL EN BUENOS AIRES
 incrementan a principios de los anios '80
 hasta ilegar a un pico de 46.679 en 1887,
 quedando en mas de 40.000 hacia fines de
 la d6cada para luego caer a menos de
 20.000 en 1890. Las tasas de arresto por
 ebriedad expresan esta tendencia en
 forma mas dramatica. En 1885 se regis-
 traron 72 por cada mil habitantes y 104
 por mil en el aiio pico de 1887; luego se
 produce una declinacion general, si bien
 errftica, hasta su punto mas bajo de 14 por
 mil en 1903. El afio pico de la distribucion
 (1887) registra, aproximadamente, un
 arresto por ebriedad por cada 10 residentes
 urbanos, ciertamente una de las tasas
 conocidas mas altas para este tipo de
 delitos8.
 Los arrestos por des6rdenes y altera-
 cion piublica presentan una tendencia algo
 distinta, que no es tan claramente discer-
 nible. En el periodo que va de 1885 a
 1910, el total de arrestos en esta catego-
 rfa global fluctu6 entre limites que van
 desde un minimo de 10.607 en 1903 a
 un maximo de 20.962 en 18869. Lo mas
 tipico de estos arrestos por violaciones
 menores de la ley es que quedaron dentro
 de un margen estrecho entre los 11.000 y
 los 17.000. Las tasas de arrestos por desor-
 denes y alteracion piublica tambi6n eviden-
 cian una tendencia erratica si bien clara-
 mente descendente, que va de 47 arrestos
 por mil habitantes en 1887 a 10 por mil
 en 1910. Estas pautas oscilantes de expan-
 sion y contracci6n de los arrestos parecen
 estar relacionadas tanto con las fluctua-
 ciones ciclicas de la economia cuanto con
 las huelgas y los conflictos politicos; sin
 embargo, estos hechos no siempre produ-
 jeron un mayor numero de arrestos por
 des6rdenes publicos. En 1891, 1895 y
 entre 1910 y 1913 la mayor cantidad de
 huelgas produjo un aumento concomitante
 de arrestos por alteraci6n del orden. Sin
 embargo, la huelga general de 1902 se
 produjo durante un afio en que declina-
 ban dichos arrestos y al comienzo de una
 disminuci6n ininterrumpida de cinco afnos.
 Comparando la policia de Calcuta,
 Londres, Estocolmo y Sydney, Ted Gurr
 y sus colaboradores encontraron que los
 arrestos reflejan las luchas civiles en algu-
 nos casos y en otros no, tal como lo sugie-
 ren las fluctuaciones de arrestos por des6r-
 denes piublicos en Buenos Aires. Estos
 autores encuentran una asociaci6n estrecha
 entre conflicto social y arrestos por alterar
 el orden en Londres, Estocolmo y Calcuta,
 pero no asi en Sydney. De alli concluyen
 que estos arrestos son un indicador muy
 preciso del "alcance con que las elites
 usan las disposiciones de la ley criminal
 para mantener el orden politico" 10. Los
 datos para Buenos Aires sugieren que,
 en el caso de la huelga de 1902, la adminis-
 traci6n dominante se sintio menos amena-
 zada por el espectro de una rebeli6n poli-
 tica que en oportunidades anteriores o
 posteriores. La tendencia conjunta de
 declinacion de arrestos por ebriedad y
 desorden en la via pfblica que se presenta
 en el cuadro 1, atestigua una cada vez
 menor preocupacion de la policia por
 mantener un ambiente urbano bien vigi-
 lado. El modelo mas epis6dico de arrestos
 por disturbios (contrariamente a lo que
 pasa con la ebriedad) indica que la policia
 en general estuvo mis sensibilizada a los
 problemas del orden pfublico en tanto
 tuvieran un contenido politico mas o me-
 nos obvio o potencial y no daba tanta
 importancia a las conductas inadaptadas.
 De todos modos, los arrestos por distur-
 bios no pueden considerarse una respuesta
 precisa a la protesta sociopolitica.
 En un reciente articulo, Eric Monkko-
 nen analiza los arrestos por ebriedad y
 perturbaci6n del orden en 23 ciudades de
 los Estados Unidos11. Utiliza para ello, los
 informes anuales de la policia en el periodo
 1860-1950 que presentan una organiza-
 ci6n y cobertura similar a los registros de
 Buenos Aires. Monkkonen descubre una
 8 En 1893, en Chicago, los arrestos por todo
 tipo de crimenes tenian una relacion de uno por
 cada 11 habitantes de la ciudad. Ray GINGER:
 Altgeld's America: The Lincoln Ideal Versus
 Changing Realities, 2a. ed. (Nueva York, 1973),
 pag. 210. Todas las estadisticas de crimen y arres-
 tos se tomaron del Anuario Estadlstico de la
 Ciudad de Buenos Aires. Las tasas se calcularon a
 partir de Nicolas BESIO MORENO: Buenos
 Aires, puerto del Rib de la Plata, capital de la
 Argentina, Estudi~ critico de su poblacion 1536-
 1936 (Buenos Aires, 1939). Este estudio usa la
 simple interpolacion para llegar a las estimacio-
 nes de poblacion en los afnos donde no hubo
 censos.
 10 The Politics of Crime and Conflict, op. cit.
 11 Eric H. MONKKONEN: "A Disorderly
 People? Urban Order in the Nineteenth and
 Twentieth Centuries", The Journal of American
 History, 68, 3 (diciembre, 1981), pags. 539-
 559.
 1ll
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 JULIA KIRK BLACKWELDER Y LYMAN L. JOHNSON
 fuerte tendencia descendente en la tasa
 conjunta de arrestos por ebriedad y pertur-
 bacion del orden. En los Estados Unidos
 esta tasa cay6 desde un maximo de 74
 arrestos por mil habitantes en 1862 a
 47 por mil en 1863, continuando su des-
 censo en forma mas lenta hasta el final de
 la Segunda Guerra Mundial, donde se
 produce un brusco aumento. Comparando
 los datos de los Estados Unidos para el
 periodo en que existen tambien para Bue-
 nos Aires, vemos que la tasa norteameri-
 cana baja de 38 por mil en 1885 a casi
 22 en 1904, para luego aumentar a 29 por
 mil antes de la Primera Guerra Mundial12.
 Para Buenos Aires esta tendencia conjunta
 de la tasa de mantenimiento del orden es
 bastante similar, distingui6ndose solamente
 por niveles relativamente mas altos hacia
 mediados de la decada de 1880. La tasa
 de arrestos por estos delitos menores
 puede verse en el cuadro 1. En 1886, la
 CUADRO 1
 Tasas de arrestopor ebriedad y desorden
 en la via publica (a)
 Afio Arrestos/1.000 Anio Arrestos/1.000
 1885 110 1900 43
 1886 147 1901 39
 1887 144 1902 37
 1888 - 1903 25
 1889 109 1904 26
 1890 57 1905 25
 1891 74 1906 24
 1892 66 1907 27
 1893 58 1908 28
 1894 53 1909 27
 1895 47 1910 25
 1896 42 1911 35
 1897 52 1912 33
 1898 50 1913 36
 1899 48
 (a) Las tasas han sido redondeadas al nume-
 ro entero mas proximo.
 Fuentes: Los datos sobre arrestos se han
 obtenido de DIRECCION GENERAL DE ESTA-
 DISTICA MUNICIPAL: Anuario Estadzstico de
 la Ciudad de Buenos Aires, I-XXIV (Buenos
 Aires, 1892-1915). Las tasas se calcularon usando
 las estimaciones de poblacion de Nicolas BESIO
 MORENO: Buenos Aires, puerto del Rib de la
 Plata, capital de la Argentina, Estudio crz'tico
 de su poblacidn 1536-1936 (Buenos Aires, 1939).
 capital argentina tenfa una tasa de 147 por
 mil, es decir casi cinco veces superior a la
 que Monkkonen encuentra en su muestra
 de 23 grandes ciudades norteamericanas.
 Comenzando en este nivel extremadamente
 alto, las tasas para Buenos Aires descienden
 bruscamente hasta 1890, luego fluctuan
 entre 50 y 70 por mil arrestos hacia fines
 del siglo. Despu6s de 1900 cae nuevamente
 a cerca de 25 en 1903, manteni6ndose
 asi hasta 1910. Los tres afnos anteriores a
 la guerra muestran un breve, ascenso de la
 tasa al 35 por mil. Si bien los niveles de
 la decada del '80 para Buenos Aires no se
 parecen en nada a lo que pasaba en la mis-
 ma epoca en los Estados Unidos, existe una
 clara similitud en ambas tendencias y una
 periodicidad cfclica en ambas series. La
 disminuci6n de la tasa de arrestos por de-
 litos menores en Buenos Aires se produce
 durante un perfodo de gran afluencia
 inmigratoria, exacerbaci6n de la militan-
 cia obrera y serios conflictos politicos.
 El mfnimo de 25 por mil arrestos en 1910
 coincide con un perfodo de muchas huelgas
 provocadas en parte por la consigna anar-
 quista de llamado a una huelga general 13.
 Debido al enorme flujo de inmigracion
 que sufrio Buenos Aires durante todo el
 perfodo, se esperaba que la policfa de la
 ciudad usara su poder discrecional de
 arresto para castigar y controlar a tan
 amplia poblacion extranjera. Encontramos
 que los inmigrantes fueron arrestados en
 gran numero durante todo el perfodo,
 constituyendo la mayoria de todos los
 arrestados. En los dos grupos inmigratorios
 mas numerosos encontramos una mayor
 tasa de arrestos para ambos tipos de deli-
 tos que en la poblacion nativa. Sin embar-
 go, los de delitos por perturbaci6n del
 orden aun asf descendieron, a pesar de una
 inmigraci6n cada vez mis numerosa. La
 elite econ6mica y polftica de la ciudad
 temia que la presencia de esta clase baja,
 12 Ibid., pag. 543. Monkkonen muestra sus
 tasas en un scattergram. Las cifras que usamos
 aqui para comparar son estimaciones propias
 de las tasas norteamericanas a partir de dicho
 diagrama. Las curvas de Monkkonen tienen un
 comportamiento menos erratico que las nuestras
 porque utiliza promedios moviles de tres afnos
 en lugar de las tasas anuales.
 13 David ROCK: Politics in Argentina 1890-
 1930: The Rise and Fall of Radicalism (Cambrid-
 ge, 1975), pag. 82:
 112
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 CRIMINALIDAD Y ACCION POLICIAL EN BUENOS AIRES
 extranjera, constituyera una amenaza al
 orden pfublico, pero estos temores no se
 trasladaron a la policfa ni hubo aumentos
 en las 6rdenes de arresto. A pesar de los
 relatos periodisticos del momento y aun
 de las publicaciones pseudocientfficas de
 crimin6logos locales, que caracterizaban a
 los inmigrantes como borrachos y penden-
 cieros, la policifa que vigilaba las calles
 hizo relativamente menos arrestos por
 disturbios cuando el flujo de inmigrantes
 superaba a los 200.000 por anio despues
 de 190514.
 En su estudio sobre el estado de Massa-
 chusetts, Roger Lane encontr6 que los
 arrestos por alteracion del orden aumenta-
 ron hacia fines del siglo XIX, en tanto
 que declinaban los arrestos por crimenes
 mas graves. Lane sugiere que la necesidad
 de orden y puntualidad en los modernos
 lugares de trabajo incentivo a los funcio-
 narios civiles a poner en vigencia nuevas
 y mas severas normas sobre ordenamiento
 de la vida urbana, en tanto que el efecto
 civilizador de 6sta contribuyo a bajar los
 niveles de criminalidad mas graves 15.
 Monkkonen, por otro lado, descubre pau-
 tas diferentes en su estudio de 23 grandes
 ciudades norteamericanas. Segfin este
 autor, hay una tendencia descendente de
 arrestos tanto para disturbios como para
 delitos menores hasta la Primera Guerra
 Mundial, cuando estos filtimos comienzan
 a aumentar16. La disminuci6n de arrestos
 por alterar el orden que Monkkonen docu-
 menta en las ciudades norteamericanas
 tambi6n se produce a pesar del disloque
 social causado por la inmigraci6n, las
 fluctuantes necesidades de mano de obra
 y los cambios en la vivienda y el transporte.
 Si bien los arrestos por alteracion del
 orden en la capital argentina se correspon-
 den con la tendencia documentada por
 Monkkonen en los Estados Unidos, no
 sucede lo mismo con los crimenes contra
 la propiedad y las personas. Los arrestos
 por crimenes graves siguen una curva
 ascendente, fluctuante pero firme en Bue-
 nos Aires, de 1.273 en 1882 a 7.616 en
 1913. Contrariamente a los niveles de
 arrestos por disturbios que tienden a refle-
 jar cambio en las prioridades de la policia,
 los arrestos por delitos mayores exigen
 una denuncia formal y estin sujetos al
 procedimiento judicial. Se los puede consi-
 derar, pues, un indicador mas exacto de la
 conducta criminal real. Los arrestos por
 CUADRO 2
 Tasas de arrestos criminales, 1882-1914
 Afo Arrestos/1.000 Afio
 1882
 1883
 1884
 1885
 1886
 1887
 1888
 1889
 1890
 1891
 1892
 1893
 1894
 1895
 1896
 1897
 1898
 3,92
 3,19
 3,06
 3,15
 3,44
 3,48
 3,97
 3,77
 5,33
 8,40
 6,81
 5,93
 5,00
 7,00
 6,66
 7,88
 7,12
 1899
 1900
 1901
 1902
 1903
 1904
 1905
 1906
 1907
 1908
 1909
 1910
 1911
 1912
 1913
 1914
 Arrestos/1.000
 6,00
 6,15
 6,50
 6,13
 4,86
 4,71
 4,58
 4,65
 4,70
 4,43
 4,37
 4,71
 4,65
 4,81
 4,96
 4,41
 Fuente: Idem cuadro 1.
 delitos mayores son muy distintos a la
 tasa agregada de las demas ordenes de
 arresto. Para el perfodo 1887-1900 fluc-
 tuan ampliamente, con picos de 8,4 por
 mil en 1891 y 7,9 en 1897. Sin embargo,
 despu6s de 1900 se produce una tendencia
 gradual descendente, algo irregular, que
 difiere de la tasa de disturbios solo en los
 ultimos tres anos del perfodo. El comporta-
 miento mucho mas voluble de la tasa de
 arrestos criminales en el periodo anterior
 a 1900 parece ligarse a las condiciones
 economicas locales y los dos picos de
 arrestos coinciden con los afnos de recesion.
 Tambien hay una correspondencia general
 entre el movimiento ciclico de las tasas
 de arresto y la economia en el periodo
 posterior a 1900, pero ambas se mueven
 dentro de limites mas estrechos.
 14 BLACKWELDER y JOHNSON: "Changing
 Criminal Patterns", pags. 364-369; WILCOX:
 Internal Migrations, pag. 546.
 15 Roger LANE: "Urbanization and Criminal
 Violence in the 19th Century: Massachusetts
 as a Test Case", en Hugh Davis GRAHAM y Ted
 Robert GURR (eds.): Violence in America; His-
 torical and Comparative Perspectives, 2 volume-
 nes, vol. II, pags. 364-365.
 16 MONKKONEN, Police in Urban America,
 pags. 72-76.
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 JULIA KIRK BLACKWELDER Y LYMAN L. JOHNSON
 Los crimin6logos ya saben hace tiempo
 que el registro de arrestos solo sirve como
 pobre sustituto a las acciones criminales
 reales17. El universo de crimenes es, por
 supuesto, mucho mas amplio que el total
 de arrestos. El cuadro 3 muestra los totales
 anuales de delitos contra personas y pro-
 piedades denunciadas a la policia. Ambascategorfas de ofensas aumentan en forma
 continua durante este perfodo, pero los
 delitos contra la propiedad aumentan
 mas del doble, produciendose una expan-
 sion diez veces superior. Si bien tanto uno
 como el otro se corresponden en forma
 mas o menos paralela, pareciendo reflejar
 los cambios en las condiciones econ6micas
 del momento, tienen sin embargo algunas
 diferencias importantes. Buenos Aires sufre
 cuatro ciclos economicos de contraccion
 del crecimiento general y de la prosperidad
 durante el perfodo anterior a la guerra.
 Una recesion que comenz6 a fines de la
 decada del '80 llev6 a una crisis muy gra-
 ve en 1890, que afecto virtualmente a
 toda la economia18. Hacia mediados de
 los afos '90 hay una modesta recuperacion,
 pero los filtimos tres afnos de la d6cada
 estan caracterizados por una nueva rece-
 sion y un alto indice de desempleo19.
 En los restantes afos antes de la Primera
 Guerra Mundial la ciudad sufre otras dos
 contracciones: primero una leve recesion
 en 1907-1908; luego una declinaci6n mas
 grave justo antes de la guerra. Como puede
 verse en el cuadro 3, el registro de ambas
 formas de delitos graves aumentaron en
 todos los ciclos descendentes, siendo el
 delito contra la propiedad el que mas
 claramente responde a estos aconteci-
 mientos economicos. Usando datos de
 arrestos, Monkkonen no encuentra una
 relacion clara entre el estado de la econo-
 mia norteamericana y la criminalidad en
 las 23 grandes ciudades que ha estudiado20.
 Lo que pas6 en Buenos Aires durante
 el siglo XIX tambien difiere de la expe-
 riencia norteamericana en otro aspecto
 importante. A principios del siglo XIX
 los crimin61logos de Europa occidental y
 de los Estados Unidos sostenfan que los
 delitos contra la propiedad y contra las
 personas se movian en direcciones opues-
 tas, es decir que a medida que aumentan
 los primeros, especialmente los robos,
 disminuyen los crfmenes violentos. Esta
 modalidad ha sido confirmada por los
 estudios de Lane, Monkkonen y otros
 historiadores norteamericanos, por el tra-
 bajo de David Jones en Gran Bretafia en
 el siglo XIX y esta siendo identificada en
 CUADRO 3
 Delitos denunciados contra personas
 y propiedades
 Afio Delitos contra Delitos contra
 personas propiedades
 1885
 1886
 1887
 1888
 1889
 1890
 1891
 1892
 1893
 1894
 1895
 1896
 1897
 1898
 1899
 1900
 1901
 1902
 1903
 1904
 1905
 1906
 1907
 1908
 1909
 1910
 1911
 1912
 1913
 1914
 629
 726
 660
 s.d.
 1.088
 1.437
 1.561
 1.531
 1.684
 1.499
 1.942
 2.254
 2.779
 2.740
 2.697
 2.874
 2.944
 2.845
 2.574
 2.821
 2.940
 3.237
 3.467
 3.679
 3.877
 4.605
 4.699
 5.162
 5.302
 3.166
 971
 1.092
 1.054
 s.d.
 1.406
 2.450
 2.753
 2.779
 3.134
 2.748
 2.305
 2.990
 4.784
 4.770
 3.991
 3.964
 4.710
 5.211
 4.133
 3.887
 3.902
 3.744
 4.494
 4.546
 4.975
 6.023
 6.535
 7.326
 8.724
 9.050
 Fuente: Idem cuadro 1.
 17 GURR et al.: Rogues, Rebels, and Refor-
 mers, pag. 17.
 18 Para la crisis de 1890 v6ase SARGENT:
 Spatial Evolution, pag. 33; SCOBIE, Buenos
 Aires, pags. 137-138.
 19 Julio GODIO: Historia del movimiento
 obrero argentino (Buenos Aires, 1973), pag. 170.
 En 1897 el desempleo llego a 100.000 personas.
 20 MONKKONEN: Police in Urban America,
 pag. 83. Se observa aqui un aumento de "delitos
 con victimas", durante las crisis de 1893-97 y
 1905-08; vease el grafico de arrestos "criminales"
 en la pag. 73.
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 CRIMINALIDAD Y ACCION POLICIAL EN BUENOS AIRES
 los pafses menos desarrollados de Asia,
 Africa y America Latina21. No obstante,
 Gurr y sus colaboradores encuentran que
 los delitos contra las personas y contra la
 propiedad siguen lineas independientes y
 aun opuestas en Calcuta, Londres, Esto-
 colmo y Sydney22. Tambien en Buenos
 Aires estos delitos se correlacionan. Un
 calculo de regresion entre delitos contra
 la propiedad y contra las personas revela
 una fuerte asociaci6n entre ambos (indice
 r de Pearson = . 74). La escalada de delitos
 graves en Buenos Aires preocup6 a obser-
 vadores contemporaneos, como M. A.
 Lancelotti, quien temia que la ciudad se
 estaba volviendo cada vez menos segura y
 mas violenta23.
 El cuadro 4 nos proporciona el nfumero
 y tasas (por 10.000 habitantes) tanto
 para asaltos como para homicidios. Tam-
 bien aquf encontramos nuevamente un
 movimiento fluctuante sin una tendencia
 clara. Ambas formas de delitos violentos
 parecen responder y reflejar la periodici-
 dad economica que se discuti6 con ante-
 rioridad. En particular los afnos 1896-
 1901 se destacan como periodos violentos
 en la historia de la ciudad: breve ascenso
 ciclico en una epoca mais bien estable.
 Estos registros indican que los afnos '80
 fueron significativamente menos violentos
 que el perfodo posterior, a pesar del hecho
 de que fueron testigos de una inmigracion
 masiva, un grave hacinamiento y fuertes
 conflictos 6tnicos. Con respecto al crimen
 violento, Buenos Aires resulta ser excepcio-
 nal frente a la mayorfa de las ciudades
 occidentales. Roger Lane ha documentado
 la declinaci6n de muertes violentas en
 Filadelfia desde fines del siglo XIX hasta
 principios del siglo XX24. Monkkonen
 confirma una tendencia similar del homi-
 cidio en varias ciudades norteamericanas
 y Ted Gurr y sus colaboradores encuen-
 tran menor violencia personal en Estocol-
 mo, Londres y Nueva Gales del Sur. Con-
 trariamente a lo observado en estas ciuda-
 des, Buenos Aires no sufre cambios de
 comportamiento hacia fines del siglo XIX
 que incidan en una disminuci6n de la
 violencia personal, si bien una mejora
 global del orden pfiblico esta reflejada en
 una disminucion de los arrestos por viola-
 cion del orden. Gurr y sus colaboradores
 tambien han encontrado, contrariamente
 a la evidencia norteamericana, que "las
 infracciones en el frea de la ebriedad en
 CUADRO 4
 Homicidios y asaltos, 1886-1914
 Homicidios Asaltos (lesiones)
 Ailo
 Numero Incidentes Nfimero Incidentes
 por 10.000 por 10.000
 habitantes habitantes
 1886 32 0,759 671 15,915
 1887 27 0,599 595 13,208
 1888 s.d. s.d. s.d. s.d.
 1889 44 0,856 952 18,514
 1890 59 1,120 1.207 22,908
 1891 57 1,103 1.248 24,145
 1892 52 0,945 1.262 22,942
 1893 73 1,252 1.396 23,934
 1894 63 1,022 1.247 20,228
 1895 75 1,154 1.594 24,535
 1896 76 1,113 1.828 26,769
 1897 97 1,355 2.328 32,510
 1898 94 1,255 2.493 33,272
 1899 78 0,997 2.479 31,681
 1900 86 1,054 2.660 32,611
 1901 84 0,999 2.706 32,181
 1902 76 0,859 2.568 29,014
 1903 57 0,617 s.d. s.d.
 1904 56 0,579 2.370 24,502
 1905 66 0,651 2.196 21,664
 1906 71 0,667 2.387 22,437
 1907 98 0,877 2.633 23,549
 1908 82 0,697 2.658 22,593
 1909 102 0,823 2.685 21,666
 1910 118 0,903 3.105 23,763
 1911 113 0,820 3.282 23,802
 1912 123 0,845 3.474 23,859
 1913 104 0,676 3.493 22,704
 1914 196 1,255
 Fuente: Idem cuadro 1.
 21 LANCE: "Urbanization and Criminal Vio-
 lence;", MONKKONEN: Police in Urban Ame-
 rica; David JONES: Crime, Protest, Community
 and Police in Nineteenth-Century Britain (Lon-
 dres, 1982); vease tambien Louise I. SHELLEY:
 Crime and Modernization (Carbondale, Illinois,
 1981), pags. 41-42 para casos recientes en las
 naciones en desarrollo.
 22 The Politics of Crime and Conflicts,
 pags. 621-632. 641-643.
 23 M. A. LANCELOTTI: La criminalidad
 en Buenos Aires (Buenos Aires, 1914), pag. 21.
 4 Roger LANE: Violent Death in the City:
 Suicide, Accident and Murder in Nineteenth-
 Century Philadelphia (Cambridge, Mass.. 1979).
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 116 JULIA KIRK BLACKWELDER Y LYMAN L. JOHNSON
 GRAFICO 1
 Tasas de delitos y arrestos, 1887-1914
 (Incidentes por mil habitantes)
 11,0
 10,0
 9,0
 8,0
 7,0
 6,0
 5,0
 4,0
 3,0
 publico es independiente del crimen vio-
 lento", por lo cual concluye que estos
 arrestosreflejan mais bien cambios en la
 preocupacion oficial o de la policla y no
 tiene nada que ver con los cambios en el
 comportamiento 25.
 El grafico 1 muestra una curva de tasa
 de arrestos con respecto a tasa de delitos
 denunciados. La grave crisis economica
 de 1890 coincidio con un levantamiento
 politico violento de la Union Civica Ra-
 dical y con una epidemia de tifus y vi-
 ruela. El resultado mais visible de estos
 hechos fue una inversion dramatica de la
 inmigracion, ya que la ciudad sufre por
 primera vez el exodo de extranjeros26.
 La reaccion policial a esta combinacion
 de tensiones sociales y violencia politica
 se refleja en la tasa de arrestos criminales.
 Con la determinacion de imponer orden y
 seguridad en la afligida ciudad, la policia
 arresto proporcionalmente a mas gente
 con acusaciones criminales que nunca.
 Esta reaccion de la policia comenzo
 durante 1890 y al anfio siguiente la tasa de
 arresto por delitos graves alcanzo un maxi-
 mo absoluto. Los crimenes conocidos por
 la policia (es, decir los denunciados)
 aumentaron aproximadamente un 75 por
 ciento entre 1889 y 1891, pero los arrestos
 por ofensas criminales aumentaron en mas
 del 120 por ciento. Comparado con la re-
 cesion menos severa del final de la decada,
 2s MONKKONEN: Police in Urban America,
 pags. 76-77; GURR et al.: Rogues, Rebels, and
 Reformers, pags. 37-40; The Politics of Crime
 and Conflict, pags. 621-624.
 26 Rogues, Rebels, and Reformers, pags.
 56-57. En 1891 la Argentina registro un saldo
 negativo de 42.5 7 3 migrantes extranjeros. BESIO
 MORENO; Buenos Aires, Puerto del Rio de la
 Plata, pag. 295.
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 CRIMINALIDAD Y ACCION POLICIAL EN BUENOS AIRES
 los delitos denunciados aumentaron mas
 en terminos absolutos y relativos que en
 1890-91, pero la policia reacciono con
 mucho menor intensidad, si se lo evalua
 por los arrestos. Hacia fines del perfodo
 de preguerra, el aumento durante cinco
 anos de hechos criminales denunciados a
 la policia no habfa provocado un aumen-
 to observable en la tasa de arrestos.
 Un calculo de regresion entre la tasa de
 delitos graves denunciados a la policia con
 la tasa de arrestos, da un coeficiente de
 correlaci6n de 0.71. Si bien ambas tasas
 estan fuertemente relacionadas, el R2 de
 .51 indica que solo la mitad de la varia-
 cion de las denuncias de delitos graves
 en Buenos Aires se corresponde con la
 tasa de arrestos. Las distintas curvas para
 delitos denunciados y arrestos que vemos
 en la ciudad de Buenos Aires refirma la
 poca confiabilidad de utilizar los arrestos
 como fnico indicador de la conducta
 criminal.
 Gracias a que no se han perdido ni los
 registros de arrestos ni de delitos denun-
 ciados en Buenos Aires, tenemos la posibi-
 lidad de analizar algunos elementos de la
 relacion entre actividad criminal (denun-
 cia de delitos contra personas y propieda-
 des) y la reacci6n de la policia (arrestos).
 Se ha rpalizado un calculo de regresion
 entre el total de delitos graves con el
 total de crimenes denunciados, con los
 delitos contra la propiedad y con los deli-
 tos contra personas. Los resultados pueden
 verse en el cuadro 5. La relacion entre
 delitos contra la propiedad y tasa de arres-
 tos es llamativamente evidente. Los cam-
 bios en la tasa de arrestos quedan expli-
 cados tanto por el nivel de denuncia de
 robos y otros delitos contra la propiedad
 como por el total de todos los crimenes
 denunciados a la policia. Los cambios en
 el numero de denuncias por asaltos, homi-
 cidio y otras formas de conducta violenta
 tuvo un impacto mucho menos directo
 sobre la tasa de arrestos. No sabemos si
 esto se debe a que en Buenos Aires la poli-
 cia tuvo menos exito "resolviendo" los
 delitos contra la propiedad (evidenciadas
 en el arresto) que con los crfmenes contra
 personas, pero es obvio que como insti-
 tucion respondi6 mejor al aumento de ata-
 ques contra la propiedad.
 La preponderancia de datos sobre las
 ciudades norteamericanas parecerfa confir-
 mar la hipotesis de Lane, Monkkonen y
 CUADRO 5
 Regresion de las tasas de arrestos criminales
 (1886-1913)
 r de Pearson
 Delitos denunciados contra
 personas .5057
 Delitos denunciados contra
 la propiedad .7177
 Total de crimenes denunciados .7102
 Fuente: Idem cuadro 1.
 otros, de que las ciudades se estaban vol-
 viendo menos violentas y peligrosas hacia
 fines del siglo XIX, en tanto que los regis-
 tros policiales de Buenos Aires demuestran
 que no todas las ciudades en vfas de moder-
 nizacion se conforman a esta regla general.
 ,Por qu6 Buenos Aires no la sigue? Como
 deciamos antes, las contracciones ciclicas
 de la economfa urbana y, con menos im-
 portancia el conflicto politico, explican
 las olas periodicas de crimenes en el corto
 plazo a que estaba sometida la ciudad.
 La tendencia ascendente en el largo plazo,
 con respecto a los delitos graves, se explica
 tanto por factores demograficos como de
 conducta. Como Buenos Aires siguio reci-
 biendo contingentes importantes de inmi-
 grantes europeos, asi como de migrantes
 del interior del pais durante el perfodo
 de preguerra, en la poblacion urbana pre-
 dominaban numericamente los hombres
 jovenes27. Es precisamente esta poblacion
 la que, segfin historiadores del crimen y
 crimin6logos, es identificada en todo el
 mundo como la mas factible de cometer
 acciones criminales. De hecho, Buenos
 Aires estuvo plagada durante todo este
 tiempo por delincuentes juveniles, cuya
 tasa aumento hacia fines del siglo. Usando
 los registros policiales de la epoca, encon-
 tramos que el porcentaje de delitos totales
 cometidos por delincuentes por debajo
 de 30 ainos aumento desde un 65 por
 ciento en los anos '80 hasta un 71 por
 ciento al comienzo de la Primera Guerra
 27 WILCOX: International Migrations, pag.
 540. Usando los datos de Wilcox, vemos que el
 69 por ciento de todos los inmigrantes a la
 Argentina en el periodo 1881-1910 tenfan menos
 de 31 anos.
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 JULIA KIRK BLACKWELDER Y LYMAN L. JOHNSON
 Mundial. La preocupacion oficial por la
 delincuencia juvenil llevo a la policia a
 hacer una redada entre las bandas de jove-
 nes en 1906 y a una reforma de la colonia
 penal para adolescentes en 190928. Si bien
 hay un incremento real de la tasa decrime-
 nes cometidos por varones de menos de
 16 afnos de edad, el aumento del numero
 de delitos cometidos por todos los adoles-
 centes y adultos j6venes se debe primor-
 dialmente al aumento de esta cohorte,
 resultado de la inmigracion. Entre los cen-
 sos de 1887 y 1909, los homlres entre
 10 y 30 afnos aumentaron desde un 35 a
 un 41 por ciento del total de la poblaci6n
 urbana.
 Los cambios en el plantel policial, en
 su capacitacion y equipamiento tambi6n
 fueron factores que influyeron tanto sobre
 la actividad criminal como sobre el nivel
 de arrestos. Durante el perfodo conside-
 rado, la poblacion de la ciudad crecio
 mas del 250 por ciento, en tanto que la
 policia lo hizo en menos del 20 por cien-
 to 29. A pesar de que siempre hubo preocu-
 paci6n oficial por el nivel de delitos urba-
 nos y disturbios, esto no conllev6 a un
 presupuesto mucho mayor o a una rapida
 expansion del plantel policial. Sin embargo,
 se hicieron esfuerzos por profesionalizar
 a la policia a traves de un mejor entrena-
 miento. Esta reforma progres6 en forma
 discontinua, ya que siempre estuvo inhi-
 bida por falta de presupuesto. El primer
 esfuerzo por fundar una academia de poli-
 cia, por ejemplo, se abandono en 1889,
 apenas tres anios despu6s de su creacion,
 debido a recursos fiscales insuficientes30.
 El reclutamiento de policias fue escaso
 durante todo el perfodo de preguerra por
 los bajos salarios. A fines de la d6cada de
 1880, la ciudad se vioobligada a buscar
 los agentes de policia en el interior del
 pais, donde los sueldos eran mis bajos,
 y asi pudieron cubrir las 80 vacantes que
 en Buenos Aires no encontraban intere-
 sados.
 El cuadro 6 es de alguna manera la me-
 dida de la eficiencia de la policia, es de-
 cir, el nfimero de arrestos por agente en
 casos de delitos por desordenes y ofensas
 criminales. El cuadro podria encubrir algu-
 nos cambios ciclicos de las tasas, ya que no
 pudo loeali7torse una serie completa de inte-
 grantes del cuerpo policial. Sin embargo,
 la tendencia general surge con claridad.
 Los arrestos por agente en casos de ebrie-
 CUADRO 6
 Arrestos por agente debidos a alteracion
 del orden y delitos criminales
 en algunos anios, 1893-1910 (a)
 Arrestos
 A*io Plantel
 policial Alterac. Por Crimi- Por
 d/orden agente nales agente
 1893 5.003 33.837 6,76 3.456 0,691
 1894 5.091 32.595 6,40 3.083 0,606
 1895 4.623 30.816 6,67 3.898 0,843
 1896 4.660 28.581 6,13 4.546 0,976
 1899 5.218 37.886 7,26 4.698 0,900
 1900 5.218 34.746 6,66 5.020 0,962
 1902 5.220 32.885 6,30 5.424 1,039
 1903 4.487 23.165 5,16 4.493 1,001
 1904 4.915 24.765 5,04 4.558 0,927
 1906 5.144 25.831 5,02 4.951 0,962
 1907 5.469 30.020 5,49 5.259 0,962
 1909 5.794 33.963 5,86 5.374 0,930
 1910 5.912 33.03T 5,59 6.156 1,041
 (a) Estos son los funicos aifos para los que se
 pudieron encontrar datos sobre numero de agen-
 tes policiales.
 Fuente: Los datos de arrestos provienen ,
 la misma fuente del cuadro 1. El niumero de
 agentes policiales se obtuvo de DEPARTAMEN-
 TO NACIONAL DE ESTADISTICA: Anuario
 Estadistico (Buenos Aires, 1894-1912).
 dad y desorden en la via publica fueron
 descendiendo paulatinamente, con una
 excepcion importante: la de 1899, afno
 de la recesion. Sin embargo, la serie de
 arrestos criminales es bastante diferente.
 Los arrestos criminales por agente aumen-
 tan casi un 50 por ciento entre 1893 y
 28 La acci6n de la policia respecto de la de-
 lincuencia juvenil es descripta por Ram6n COR-
 TES CONDE: Historia de la policia de la ciudad
 de Buenos Aires, 2 tomos (Buenos Aires, 1936),
 II, pag. 232. Los cambios en el reformatorio
 de Marcos Paz son mencionados por Roberto
 LEVILLIER: "Crimenes en la ciudad de Buenos
 Aires", Censo General de la Poblaci6n, Edificios,
 profesiones e industrias de la ciudad (Buenos
 Aires, 1910), III, pag. 402.
 29 Los datos sobre la composicion de la poli-
 cia se encuentran en DEPARTAMENTO NACIO-
 NAL DE ESTADISTICA: Anuario Estadzistico
 (Buenos Aires, 1894-1912).
 30 CORTES CONDE: Historia de la policia,
 pag. 191.
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 CRIMINALIDAD Y ACCION POLICIAL EN BUENOS AIRES
 1896 y luego fluctuian dentro de margenes
 muy estrechos hasta 1910. Pareceria que
 la preocupacion oficial por el crimen y el
 aumento en el nfumero de delitos denun-
 ciados no s6lo no promovio una expansion
 del plantel policial, sino que tampoco pro-
 dujo un aumento notable de la eficacia
 de la policia, como lo demuestran los
 arrestos por agente.
 El cuadro 7 compara los arrestos y el
 numero de policias para Buenos Aires
 con dos ciudades norteamericanas: New
 Haven y Boston. En 1880, Buenos Aires
 registra casi tres veces mas arrestos por mil
 habitantes que New Haven o Boston.
 Esto se debe, en parte, a la gran diferencia
 de planteles policiales, medidos como
 agentes por cada 10.000 habitantes. Bue-
 nos Aires tenia un cuerpo policial relati-
 vamente mas numeroso y de mayor expe-
 riencia; por lo tanto el nivel de arrestos
 era mis alto. Sin embargo, cuando estas
 ciudades se comparan en cuanto a arrestos
 por agente, vemos que los portenios hacian
 muchos menos arrestos que sus colegas
 en las ciudades norteamericanas.
 En 1890 se registra un cambio impor-
 tante. El cuerpo policial sigui6 siendo
 relativamente mas grande en Buenos Aires,
 CUADRO 7
 Policia y arrestos Buenos Aires,
 New Haven y Boston, 1880-1903
 Arrestos Plantel Arrestos
 (por (por por
 1.000 10.000 agente
 hab.) hab.)
 1880
 Buenos Aires 156 76 20
 New Haven 63 14 46
 Boston 69 20 34
 1890
 Buenos Aires 62 38 16
 New Haven 76 12 63
 Boston 89 18 49
 1903
 Buenos Aires 30 49 6
 New Haven 45 15 30
 Boston 58 21 28
 Fuentes: Idem cuadro 6. Para New Haven y
 Boston, Eric MON KKONEN: Historical Methods,
 12,2 (primavera, 1979), p. 63.
 pero los arrestos por agente disminuyeron
 afin mas. Esta disminucion es mas aun
 llamativa si se la compara con un aumento
 de cerca del 30 por ciento de arrestos por
 agente en New Haven y Boston. La direc-
 ci6n general de estos cambios se hace evi-
 dente en los calculos de 1903. La ventaja
 en lo que respecta al plantel de policias
 en Buenos Aires se fue haciendo mayor
 en el intervalo de 13 afnos. Ademis, con-
 tinu6 descendiendo comparativamente el
 nfimero de arrestos por mil habitantes en
 Buenos Aires. Ambos datos estan relacio-
 nados en el nivel bastante bajo de arrestos
 por agente. Las ciudades norteamericanas
 en 1903 registran 5 veces mas arrestos
 por agente policial que en Buenos Aires.
 Tomando en cuenta todo el periodo,
 vemos una disminucion sustancial y cons-
 tante de los arrestos por agente en Buenos
 Aires, a pesar de que los planteles policia-
 les se mantuvieron significativamente mas
 altos que los de las otras dos ciudades que
 hemos comparado. Los arrestos por mil en
 Buenos Aires eran tres veces mayores que
 en las dos ciudades norteamericanas en
 1880, mientras que 1903 estaban por
 debajo. A principios de esta epoca, Buenos
 Aires era una ciudad fuertemente vigi-
 lada por la policia que mantenia niveles
 muy altos de arrestos. Solo el bajo nfime-
 ro de arrestos por agente impiden que
 estas tasas alcancen niveles verdaderamente
 extraordinarios. A partir de este nivel de
 1880, la tasa de arrestos cae en forma
 abrupta, en tanto que los arrestos por
 agente disminuye de modo algo menos
 drastico.
 Con un analisis muy preliminar de los
 datos de New Haven y Boston, Monkko-
 nen sugiere que el tamaiio de la ciudad
 puede haber tenido algcun impacto sobre la
 eficacia de la policia, medida con estas
 estadisticas. Al principio del perfodo,
 Boston tenia aproximadamente 360.000
 habitantes y era considerablemente mas
 grande que Buenos Aires (286.700). Si
 bien Boston tambien recibi6 un influjo
 constante de inmigraci6n europea hasta la
 Primera Guerra Mundial, Buenos Aires, la
 ciudad inmigratoria por excelencia, muy
 pronto supero a Boston y en 1900 tenia
 casi el doble de su poblacion: 924.482
 contra 550.000. Aunque Buenos Aires
 absorbi6 una corriente inmigratoria mucho
 mayor, compuesta por grupos culturales
 muy distintos, arroja una tasa de arrestos
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 JULIA KIRK BLACKWELDER Y LYMAN L. JOHNSON
 mucho menor en 1903. La capital argen-
 tina tenfa un cuerpo policial sustancial-
 mente mas numeroso que Boston, pero
 una tasa de arrestos mucho menor, ya que
 sus agentes, en promedio, s6olo arrestaban
 la quinta parte de lo que lo hacfan sus
 colegas contemporaneos de Boston.
 ,C6mo puede explicarse esta anomalfa?
 Se podria asumir que las diferencias cul-
 turales deben jugar un rol importante en
 determinar la percepci6n piublica de la
 ley y del orden, asi como tambi6n la tole-
 rancia para arrestos y otras formas de disci-
 plina impuestas por el gobierno. Sin embar-
 go, en esta etapa de las investigaciones
 comparadas sobre crimen y acci6n policial,
 invocar a la cultura es tan poco satisfac-
 torio como invocar la voluntad de Dios.
 No obstante, hay otra area mas concreta
 que potencialmente podria investigarse y
 que tal vez proporcione algunas respuestas.
 Distintas sociedades tienen distintos plante-
 les policiales y tambi6n adjudican a su per-
 sonal a distintas labores polfticas, burocra-
 ticas y judiciales. Si bienla policfa de Bue-
 nos Aires tenfa, al igual que la de Boston
 y de otras ciudades, un conjunto de ante-
 cedentes organizativos similares (las guar-
 dias nocturnas por ejemplo), se comenza-
 ron a desarrollar lineas en franca contra-
 dicci6n con la modernizaci6n de la poli-
 cia en ciudades de Europa occidental y los
 Estados Unidos. Hacia 1890, la fuerza
 policial de la capital argentina habfa des-
 arrollado una organizacion y una mision
 mas bien militar, lo cual se hace evidente
 por el nombramiento casi constante de
 integrantes del ej6rcito y de la milicia como
 jefes de policfa31. Sin embargo, mis im-
 portante todavfa es que la policfa de Bue-
 nos Aires tuvo unidades especiales de
 infanterfa y caballerfa hasta el final de la
 Primera Guerra Mundial destinadas primor-
 dialmente a tareas de guarnici6n: guardias
 en edificios piublicos, revista de tropas,
 custodia de funcionarios nacionales y mu-
 nicipales. Hay datos indicativos de que
 cerca del 25 por ciento del cuerpo de po-
 licfa estaba dedicado a estas funciones32.
 Aun aquellos policias que debian patrullar
 Buenos Aires tendfan a operar de este
 modo. La seguridad de la comisarfa y la
 protecci6n de los pocos recursos policia-
 les recibfan un nivel de prioridad mayor
 que el mantenimiento del orden piublico
 y el inter6s por resolver crfmenes mas
 graves.
 Que las cosas se desarrollaran de este
 modo tiene importantes razones histo-
 ricas. En primer lugar, durante el largo
 perfodo de conflicto politico que prece-
 di6 a la federalizaci6n de la ciudad de
 Buenos Aires y su establecimiento como
 capital de la Naci6n, la policia de la ciudad
 habia sido un factor armado de importan-
 cia en este conflicto militar entre grupos
 polfticos regionales. Los alzamientos polf-
 ticos de la Union Cfvica Radical en 1890
 y 1905 profundizaron aun mas la ingeren-
 cia de la policfa en la polftica y la organi-
 zacion militar33. En el conflicto de 1890
 murieron 24 agentes de policfa y en 1905
 otros 8, cuando los radicales eligieron co-
 mo objetivos militares a las comisarfas.
 Si miramos estos hechos en perspectiva,
 vemos que el 47 por ciento de todas las
 muertes policiales en el periodo 1884-
 1914 se produjeron durante estos dos
 conflictos politicos34.
 En segundo lugar, la violencia obrera
 y las huelgas contribuyeron a reforzar
 estas caracterfsticas impuestas por los
 eventos politicos. El nfmero de huelgas
 en esta regi6n aumento lentamente hasta
 el siglo XX. Luego creci6 con rapidez
 hasta un pico en 1907, cuando participaron
 31 Ibid., passim.
 32 Ibid., pag. 143. Cortes Conde informa so-
 bre la distribucion del cuerpo policial para 1917.
 El 26 por ciento fue asignado a la Guardia de
 Seguridad: 643 agentes en la policia montada,
 1.012 en la infanteria.
 33 Vease ROCK: Politics in Argentina, pags.
 42-45.
 34 Las muertes de policias en cumplimiento
 del deber se resumen en CORTES CONDE:
 Historia de la policia, pags. 466-490. Vease la
 siguiente tabla de distribucion de policias muer-
 tos entre 1884 y 1936.
 Relacionadas Atentados Accidentes Total
 con la politicos
 vigilancia
 N? % N? % N? %
 1884-1914
 25 37,0 34 50,0 9 13,0 68
 1915-1936
 48 45,7 6 5,7 51 48,6 105
 1884-1936
 73 42,2 40 23,1 60 34,7 173
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 CRIMINALIDAD Y ACCION POLICIAL EN BUENOS AIRES
 mas de 150.000 obreros35. Entonces se
 despleg6 a la policia de Buenos Aires para
 controlar y a veces aun para romper las
 huelgas. Esta mision exigia el mismo tipo
 de disposiciones que los problemas poli-
 ticos ya apuntados, es decir, mantener
 acuartelado un gran numero de policfas
 en o cerca de las comisarias fortificadas,
 creacion de fuerzas de reserva antihuelguis-
 tas y guardias permanentes en los edificios
 publicos36.
 Es muy dificil, casi dirfamos imposible,
 evaluar las consecuencias a largo plazo
 de estos primeros indicios de organizacion
 del cuerpo policial como patrulleros de la
 ciudad de Buenos Aires. El impacto a corto
 plazo que produjo en dicho momento es
 obvio. Por tener que circunscribir a un im-
 portante contingente de agentes a las comi-
 sarias y unidades de guardia especiales
 (tanto de infanterfa como de caballeria),
 la policfa de Buenos Aires no pudo actuar
 en forma efectiva para cumplir con la
 demanda publica de una lucha mas condu-
 cente y eficiente contra el crimen. Esta
 falacia organizativa se complicaba aun mas
 por la expansi6n espacial de la ciudad, que
 hacia muy dificil el trabajo de vigilancia
 y de investigacion del crimen, a pesar de
 que se abrieron comisarias en los nuevos
 suburbios.
 Por ultimo, cabe destacar que el plantel
 policial dedicado efectivamente a la vigi-
 lancia y a la investigaci6n criminal estuvo
 limitado despues de 1900 por la prolife-
 raci6n de tareas relacionadas con el bienes-
 tar social y la salud publica. Para las ciuda-
 des norteamericanas, Monkkonen conclu-
 ye que el desarrollo de una burocracia
 policial en dicho periodo redujo la propor-
 ci6n de agentes destinados a patrullar la
 ciudad, disminuyendo por lo tanto los
 arrestos por desordenes publicos. Otro
 aspecto del mismo proceso de profesio-
 nalizacion en los Estados Unidos fue la
 disposicion de adjudicar mas agentes a la
 tarea de resolver los crimenes. De esta
 manera se aumentaba la proporcion de
 crimenes con victimas que desembocaban
 en arrestos. Juntamente con estos cambios,
 los departamentos de policia de las grandes
 ciudades de los Estados Unidos dejaron
 de asumir su tradicional responsabilidad en
 la localizacion de ninos perdidos, en el
 alojamiento de gente sin domicilio y, en
 algunos casos, la provision de alimentos
 para los vagabundos37.
 El cuerpo policial de Buenos Aires dife-
 ria en dos aspectos importantes de su
 contraparte norteamericana. Si bien la pro-
 fesionalizaci6n de la policfa portefna siguio
 pautas similares (creacion de la academia
 de policia, oficina de detectives, introduc-
 ci6n de bicicletas y automoviles y el au-
 mento de la burocracia), la no ampliacion
 del plantel destinado a estas nuevas tareas
 hizo declinar, necesariamente, el n(umero
 de arrestos por mantenimiento del orden
 y hechos criminales. Esta falta de personal
 fue mas aguda, por supuesto, debido a las
 funciones de guarnici6n que apuntaramos
 antes. Ademas, se le asignaron a la policfa de
 Buenos Aires nuevas responsabilidades en
 el area del bienestar social en tanto que,
 en la misma epoca, las fuerzas norteame-
 ricanas delegaban esta carga a otras institu-
 ciones. Despu6s de 1905, comenzaron a
 dar alojamiento a nifios perdidos y abando-
 nados, jurisdicci6n que fue ampliada en
 1910 con la creaci6n tde un hogar perma-
 nente administrado por la policfa38. En
 el mismo perfodo la policfa asumio la labor
 de citar a aquellos que no cumplian con
 las leyes de empleo de mujeres y ninios,
 con los c6digos de vivienda y con el mal-
 trato de animales. Las acciones policiales
 en estas areas aumentaron en consecuencia
 de 2.878 casos en 1905 a 10.975 en
 191439.
 El caso de Buenos Aires es importante
 porque, contrariamente a lo que dice la
 35 Para datos sobre huelgas vease Sergio
 BAGU: Evolucidn historica de la estratificacion
 social en la Argentina (Buenos Aires, 1969),
 pag. 96; y PANETTIERI: Los trabajadores,
 pag. 122.
 36 Durante epocas de crisis o de violencia
 popular, la policia utilizaba hombres armados
 como fuerza de reserva para enfrentar a huel-
 guistas o rebeldes politicos. CORTES CONDE:
 Historia de la policia, pag. 228.
 37 MONKKONEN: Police in Urban America
 dedica un capitulo a los cambios que se produ-
 jeron en la responsabilidad tradicional sobre el
 bienestar social, "Tramps and Children: the
 Decline of Police Welfare", pags. 86-128.
 38 Ibid., pags. 228 y 264.
 39 La actividad de la policia en estas areas
 esta resumida en el anuario de la Municipalidad
 de la Capital, Anuario Estad'stico, afnos XIV-
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 JULIA KIRK BLACKWELDER Y LYMAN L. JOHNSON
 bibliografia actual sobre el crimen urbano
 y la organizacion policial, la moderniza-
 cion no "civilizo" a la ciudad. Los arrestos
 por mantenimiento del orden disminuye-
 ron entre 1885 y 1914, pero el cambio se
 relaciona tan estrechamente con las priori-
 dades policiales y el menor niumero de
 policias, como con posibles cambios de
 comportamiento. El aumento de delitos
 graves es un factor adicional que confirma
 que la policia fue cada vez menos efectiva
 en su poder de control sobre actos indivi-
 duales violentos. A pesar de mostrar seiia-
 les externas de modernizacion, el departa-
 mento de policia estaba recayendo, en
 realidad, en modalidades mas antiguas,
 donde debia asumir el papel de protector
 militar de los edificios puiblicos. En lugar
 de 'limitar las funciones" que Monkkonen
 observa en las practicas policiales de los
 Estados Unidos, la policia de Buenos
 Aires amplio el area de sus responsabilida-
 des incluyendo otros servicios sociales.
 La creacion de reparticiones asociadas a la
 policia podrfa haber reemplazado parcial-
 mente los arrestos por mantenimiento
 del orden como metodo de control social.
 El aumento de delitos graves puede haber
 estado asociado a la menor presencia de
 patrulleros, presencia visible que desalien-
 ta el crimen, como tambien a una menor
 eficiencia de la policia para resolver los
 hechos delictivos.
 Traducido por Sibila Seibert
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	Contents
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	122
	Issue Table of Contents
	Desarrollo Economico, Vol. 24, No. 93 (Apr. - Jun., 1984), pp. 1-158
	Front Matter [pp. 1-2]
	La dinámica del mercado laboral urbano en la Argentina, 1976-1981 [pp. 3-40]
	El "salario social" en la Argentina [pp. 41-70]
	Indexación, shock externo y nivel de actividad: notas sobre el caso brasileño [pp. 71-84]
	Conflictos institucionales durante el primer gobierno radical: 1916-1922 [pp. 85-108]
	Notas y Comentarios
	Estadística criminal y acción policial en buenos aires, 1887-1914 [pp. 109-122]
	De la Alianza para el Progreso a la magia del mercado. Política económica de los Estados Unidos hacia América Latina [pp. 123-137]
	In Memoriam
	Joan Robinson 1903-1983 [p. 138]
	El tratamiento de la depreciación en un sistema sraffiano [pp. 139-146]
	Critica de Libros
	Review: untitled [pp. 147-150]
	Review: untitled [pp. 150-152]
	Informaciones [pp. 153-154]
	Reseñas Bibliograficas [pp. 155-157]
	Back Matter [pp. 158-158]

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