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Estadística criminal y acción policial en buenos aires, 1887-1914 Author(s): Julia Kirk Blackwelder, Lyman L. Johnson and Sibila Seibert Source: Desarrollo Económico , Apr. - Jun., 1984, Vol. 24, No. 93 (Apr. - Jun., 1984), pp. 109-122 Published by: Instituto de Desarrollo Económico Y Social Stable URL: https://www.jstor.org/stable/3466782 JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact support@jstor.org. Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at https://about.jstor.org/terms Instituto de Desarrollo Económico Y Social is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Desarrollo Económico This content downloaded from �������������206.74.99.114 on Sun, 28 Feb 2021 15:48:50 UTC������������� All use subject to https://about.jstor.org/terms https://www.jstor.org/stable/3466782 NOTAS Y COMENTARIOS ESTADISTICA CRIMINAL Y ACCION POLICIAL EN BUENOS AIRES, 1887-1914 JULIA KIRK BLACKWELDER y LYMAN L. JOHNSON* Durante muchos anios los historiadores han estudiado y discutido sobre el impacto de la urbanizacion sobre los cambiantes niveles y composicion del crimen. Dentro de esta irea sumamente amplia de estudio, muchos investigadores han tratado de eva- luar las reacciones de la policia al cambio social. Las investigaciones mis recientes se han centrado en los Estados Unidos y en Europa occidental. El perfodo posterior a 1860, en el que los departamentos de policfa de las principales ciudades introdu- jeron estadfsticas uniformes sobre arrestos, atrajo el interes de muchos investigadores y sirvi6 de base para una serie de trabajos que trataron de analizar estos temas en forma comparadal. Buenos Aires y otras grandes ciudades de America Latina no han sido estudiadas, a pesar de que hay similitudes muy obvias con las ciudades de rapida industrializacion en Norteame- rica y Europa2. El presente trabajo explora las estadisticas policiales de Buenos Aires entre 1882 y 1914, consideradas como un indicador de cambios en la organizaci6n y prioridades de la policia, y comparindolo con el caso de las ciudades europeas y norteamericanas. A partir de 1882 el Departamento de Policia de Buenos Aires comenzo a reco- lectar sistematicamente los datos sobre arrestos y crimenes denunciados a la poli- cia y a presentarlos anualmente al Direc- tor General de Estadisticas Municipales. Las estadisticas policiales aparecen en anuarios que fueron publicados con el mismo formato desde 1887 hasta 1913. Los arrestos por mantenimiento del orden sufren una declinaci6n, indice de una me- nor preocupaci6n de la policia por los desmanes publicos durante ese perfodo, lo cual coincide con actitudes similares en los Estados Unidos; demuestra tambien el uso de la policia como agentes de la estabilidad politica. Para aquellos crimenes con victimas, los registros policiales permiten una compa- racion entre los observados (denunciados) y los arrestos. Si bien los registros son incompletos ya que no todas las victimas * Profesores asociados, Departamento de Historia, Universidad de North Carolina, Char- lotte. 1 Una coleccion util de ensayos, algunos con perspectiva comparada, es la de Hugh D. GRAHAM y Ted R. GURR: Violence in Ame- rica: Historical and Comparative Perspectives, A Report to the National Commission on the Causes and Prevention of Violence (Nueva York, 1969). Si bien no es especificamente com- parativo, el trabajo de Eric H. MONKKONEN: Police in Urban America 1869-1920 (Cambridge, 1981) se basa en estadisticas policiales unifor- mes para 23 grandes ciudades de los Estados Unidos. Ted GURR y sus colaboradores estudia- ron las ciudades de Calcuta, Londres, Estocol- mo y Sydney. Sus resultados aparecen en Rogues, Rebels, and Reformers: A Political History of Urban Crime and Conflict (Beverly Hills, 1976) y en The Politics of Crime and Conflict (Be- verly Hills, 1977). Louise S. SHELLEY ha sintetizado gran parte de la bibliografia mas reciente sobre el crimen en las ciudades en Crime and Modernization: The Impact of Indus- trialization and Urbanization on Crime (Car- bondale, 1981). 2 Hemos publicado recientemente un articulo usando los registros policiales de Buenos Aires para documentar el impacto de la inmigracion y del cambio economico sobre el crimen y la accion policial. "Changing Criminal Patterns in Buenos Aires, 1890-1914", Journal of Latin American Studies, 14,2 (noviembre, 1982), pags. 359- 379. This content downloaded from �������������206.74.99.114 on Sun, 28 Feb 2021 15:48:50 UTC������������� All use subject to https://about.jstor.org/terms JULIA KIRK BLACKWELDER Y LYMAN L. JOHNSON denuncian sus perdidas o perjuicios, los datos de crimenes denunciados manifies- tan no solo ser mas completos, sino que muestran caracterfsticas de conducta crimi- nal bastante distintas respecto de las cifras de arrestados. La mayorfa de los estudios sobre el crimen y la acci6n policial han usado informes sobre arrestos y juicios. Analizando las denuncias en la ciudad de Buenos Aires se puede suponer que los esfuerzos por determinar tendencias o mo- vimientos ciclicos en la historia del crimen a trav6s de los registros de arresto o judi- ciales estdn potencialmente sujetos a serios errores3. Las diferencias entre las cifras, asi como el desfasaje temporal de arrestos y crimenes denunciados indica que la "cifra oculta" (es decir, el nismero de crfmenes realmente cometidos, en lugar de los arrestos o crfmenes denunciados) constituye un problema decisivo en el estu- dio de la historia del crimen. Ademas, el registro de los crimenes denunciados in- dica que aquellos cometidos contra perso- nas y propiedades van en aumento a me- dida que la ciudad crece y que, cada vez mas, la policfa pierde efectividad en acla- rar los crimenes por medio del arresto. Buenos Aires es una ciudad latinoame- ricana sumamente adecuada para una primera comparaci6n con experiencias en los Estados Unidos y en Europa occiden- tal. En el perfodo posterior a 1880 Buenos Aires asimilo6 un enorme flujo de inmigra- ci6n europea que super6 ampliamente a la poblacion nativa, transformando a la ciudad desde un punto de vista econo- mico y cultural. La poblaci6n urbana aument6 de poco mis de 250.000 perso- nas en 1880 a mis de 1.500.000 en las postrimerias de la Primera Guerra Mun- dial4. Durante todo este perfodo, los inmigrantes constituian la mayor parte de la poblaci6n de la ciudad, siendo los italianos los que primero predominaron, para luego ser los espafioles quienes enca- bezaran los contingentes de recien llegados5. Buenos Aires era a la vez capital poli- tica y puerto principal de la naci6n. A tal efecto, los trabajadores no calificados o semicalificados, como estibadores y alba- niles, comprendian el grueso de la mano de obra. Los obreros industriales de las pequefias fabricas y de la industria del transporte formaban una minorfa de cierta importancia polftica6. A medida. que la inmigraci6n fue cubriendo rdpidamente la demanda de un empleo en expansi6n du- rante la decada del '80, los servicios publi- cos urbanos y el numero de viviendas resultaron insuficientes. La clase obrera urbana se hacin6 en los conventillos, cerca del distrito comercial y financiero del centro de la ciudad, donde su presencia era muy visible a la elite empresarial y polf- tica7. La ciudad comienza a modernizar su fuerza policial, imitando las practicas europeas y norteamericanas: el manteni- miento del orden y de la disciplina pfblica en el area centrica se vuelve una prioridad evidente. Un claro indicador de la respuesta poli- cial a estaspresiones fue el espectacular aumento de arrestos por ebriedad, que se 3 La fuente de documentos primaria para este estudio es la Municipalidad de la Capital Federal, DIRECCION GENERAL DE ESTADISTICA MUNICIPAL: Anuario Estad'stico de la Ciudad de Buenos Aires, I-XXIV (Buenos Aires, 1892- 1915). 4 De lejos, la mejor descripcion del periodo es la de James R. SCOBIE: Buenos Aires, Plaza to Suburb, 1870-1910 (Nueva York, 1974). Vease tambien Gino GERMANI: "Mass Immi- gration and Modern.;ation in Argentina", en Irving Louis HOROWITZ (ed.): Masses in Latin America (Nueva York, 1970), pags. 289-330. 5 Una fuente indispensable para cualquier discusion sobre la inmigracion es Walter F. WILCOX (ed.): International Migrations, vol. 1, Statistics (Washington, 1929); vease particular- Ymente las pags. 539-547 para la Argentina. Para un estudio comparativo de inmigraci6n italiana a la Argentina y a Estados Unidos vease Herbert S. KLEIN: "La integracion de italianos en la Argentina y los Estados Unidos: Un analisis comparativo", Desarrollo Economico, 21, 81 (abril-junio, 1981), paigs. 3-28. 6 Roberto CORTES CONDE y Ezequiel GALLO en La formacion de la Argentina mo- derna (Buenos Aires, 1967), proporcionan una historia general del periodo. Una historia excelen- te de la clase obrera urbana es la de Jose PANE- TTIERI: Los trabajadores en tiempos de la inmi- graci6n masiva en la Argentina 1870-1910 (Buenos Aires, 1972). 7 Un complemento util al trabajo de Scobie es el de Charles S. SARGENT: The Spatial Evolution of Greater Buenos Aires, Argentina, 1870-1930 (Tempe, Arizona, 1974). Una discu- si6n excelente del problema de la vivienda y sus implicancias politicas y economicas conco- mitantes puede consultarse en Oscar Yujnovsky: "Politicas de vivienda en la ciudad de Buenos Aires, 1880-1914", Desarrollo Economico, 14, 54 (julio-setiembre, 1974), pags. 327-372. 110 This content downloaded from �������������206.74.99.114 on Sun, 28 Feb 2021 15:48:50 UTC������������� All use subject to https://about.jstor.org/terms CRIMINALIDAD Y ACCION POLICIAL EN BUENOS AIRES incrementan a principios de los anios '80 hasta ilegar a un pico de 46.679 en 1887, quedando en mas de 40.000 hacia fines de la d6cada para luego caer a menos de 20.000 en 1890. Las tasas de arresto por ebriedad expresan esta tendencia en forma mas dramatica. En 1885 se regis- traron 72 por cada mil habitantes y 104 por mil en el aiio pico de 1887; luego se produce una declinacion general, si bien errftica, hasta su punto mas bajo de 14 por mil en 1903. El afio pico de la distribucion (1887) registra, aproximadamente, un arresto por ebriedad por cada 10 residentes urbanos, ciertamente una de las tasas conocidas mas altas para este tipo de delitos8. Los arrestos por des6rdenes y altera- cion piublica presentan una tendencia algo distinta, que no es tan claramente discer- nible. En el periodo que va de 1885 a 1910, el total de arrestos en esta catego- rfa global fluctu6 entre limites que van desde un minimo de 10.607 en 1903 a un maximo de 20.962 en 18869. Lo mas tipico de estos arrestos por violaciones menores de la ley es que quedaron dentro de un margen estrecho entre los 11.000 y los 17.000. Las tasas de arrestos por desor- denes y alteracion piublica tambi6n eviden- cian una tendencia erratica si bien clara- mente descendente, que va de 47 arrestos por mil habitantes en 1887 a 10 por mil en 1910. Estas pautas oscilantes de expan- sion y contracci6n de los arrestos parecen estar relacionadas tanto con las fluctua- ciones ciclicas de la economia cuanto con las huelgas y los conflictos politicos; sin embargo, estos hechos no siempre produ- jeron un mayor numero de arrestos por des6rdenes publicos. En 1891, 1895 y entre 1910 y 1913 la mayor cantidad de huelgas produjo un aumento concomitante de arrestos por alteraci6n del orden. Sin embargo, la huelga general de 1902 se produjo durante un afio en que declina- ban dichos arrestos y al comienzo de una disminuci6n ininterrumpida de cinco afnos. Comparando la policia de Calcuta, Londres, Estocolmo y Sydney, Ted Gurr y sus colaboradores encontraron que los arrestos reflejan las luchas civiles en algu- nos casos y en otros no, tal como lo sugie- ren las fluctuaciones de arrestos por des6r- denes piublicos en Buenos Aires. Estos autores encuentran una asociaci6n estrecha entre conflicto social y arrestos por alterar el orden en Londres, Estocolmo y Calcuta, pero no asi en Sydney. De alli concluyen que estos arrestos son un indicador muy preciso del "alcance con que las elites usan las disposiciones de la ley criminal para mantener el orden politico" 10. Los datos para Buenos Aires sugieren que, en el caso de la huelga de 1902, la adminis- traci6n dominante se sintio menos amena- zada por el espectro de una rebeli6n poli- tica que en oportunidades anteriores o posteriores. La tendencia conjunta de declinacion de arrestos por ebriedad y desorden en la via pfblica que se presenta en el cuadro 1, atestigua una cada vez menor preocupacion de la policia por mantener un ambiente urbano bien vigi- lado. El modelo mas epis6dico de arrestos por disturbios (contrariamente a lo que pasa con la ebriedad) indica que la policia en general estuvo mis sensibilizada a los problemas del orden pfublico en tanto tuvieran un contenido politico mas o me- nos obvio o potencial y no daba tanta importancia a las conductas inadaptadas. De todos modos, los arrestos por distur- bios no pueden considerarse una respuesta precisa a la protesta sociopolitica. En un reciente articulo, Eric Monkko- nen analiza los arrestos por ebriedad y perturbaci6n del orden en 23 ciudades de los Estados Unidos11. Utiliza para ello, los informes anuales de la policia en el periodo 1860-1950 que presentan una organiza- ci6n y cobertura similar a los registros de Buenos Aires. Monkkonen descubre una 8 En 1893, en Chicago, los arrestos por todo tipo de crimenes tenian una relacion de uno por cada 11 habitantes de la ciudad. Ray GINGER: Altgeld's America: The Lincoln Ideal Versus Changing Realities, 2a. ed. (Nueva York, 1973), pag. 210. Todas las estadisticas de crimen y arres- tos se tomaron del Anuario Estadlstico de la Ciudad de Buenos Aires. Las tasas se calcularon a partir de Nicolas BESIO MORENO: Buenos Aires, puerto del Rib de la Plata, capital de la Argentina, Estudi~ critico de su poblacion 1536- 1936 (Buenos Aires, 1939). Este estudio usa la simple interpolacion para llegar a las estimacio- nes de poblacion en los afnos donde no hubo censos. 10 The Politics of Crime and Conflict, op. cit. 11 Eric H. MONKKONEN: "A Disorderly People? Urban Order in the Nineteenth and Twentieth Centuries", The Journal of American History, 68, 3 (diciembre, 1981), pags. 539- 559. 1ll This content downloaded from �������������206.74.99.114 on Sun, 28 Feb 2021 15:48:50 UTC������������� All use subject to https://about.jstor.org/terms JULIA KIRK BLACKWELDER Y LYMAN L. JOHNSON fuerte tendencia descendente en la tasa conjunta de arrestos por ebriedad y pertur- bacion del orden. En los Estados Unidos esta tasa cay6 desde un maximo de 74 arrestos por mil habitantes en 1862 a 47 por mil en 1863, continuando su des- censo en forma mas lenta hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, donde se produce un brusco aumento. Comparando los datos de los Estados Unidos para el periodo en que existen tambien para Bue- nos Aires, vemos que la tasa norteameri- cana baja de 38 por mil en 1885 a casi 22 en 1904, para luego aumentar a 29 por mil antes de la Primera Guerra Mundial12. Para Buenos Aires esta tendencia conjunta de la tasa de mantenimiento del orden es bastante similar, distingui6ndose solamente por niveles relativamente mas altos hacia mediados de la decada de 1880. La tasa de arrestos por estos delitos menores puede verse en el cuadro 1. En 1886, la CUADRO 1 Tasas de arrestopor ebriedad y desorden en la via publica (a) Afio Arrestos/1.000 Anio Arrestos/1.000 1885 110 1900 43 1886 147 1901 39 1887 144 1902 37 1888 - 1903 25 1889 109 1904 26 1890 57 1905 25 1891 74 1906 24 1892 66 1907 27 1893 58 1908 28 1894 53 1909 27 1895 47 1910 25 1896 42 1911 35 1897 52 1912 33 1898 50 1913 36 1899 48 (a) Las tasas han sido redondeadas al nume- ro entero mas proximo. Fuentes: Los datos sobre arrestos se han obtenido de DIRECCION GENERAL DE ESTA- DISTICA MUNICIPAL: Anuario Estadzstico de la Ciudad de Buenos Aires, I-XXIV (Buenos Aires, 1892-1915). Las tasas se calcularon usando las estimaciones de poblacion de Nicolas BESIO MORENO: Buenos Aires, puerto del Rib de la Plata, capital de la Argentina, Estudio crz'tico de su poblacidn 1536-1936 (Buenos Aires, 1939). capital argentina tenfa una tasa de 147 por mil, es decir casi cinco veces superior a la que Monkkonen encuentra en su muestra de 23 grandes ciudades norteamericanas. Comenzando en este nivel extremadamente alto, las tasas para Buenos Aires descienden bruscamente hasta 1890, luego fluctuan entre 50 y 70 por mil arrestos hacia fines del siglo. Despu6s de 1900 cae nuevamente a cerca de 25 en 1903, manteni6ndose asi hasta 1910. Los tres afnos anteriores a la guerra muestran un breve, ascenso de la tasa al 35 por mil. Si bien los niveles de la decada del '80 para Buenos Aires no se parecen en nada a lo que pasaba en la mis- ma epoca en los Estados Unidos, existe una clara similitud en ambas tendencias y una periodicidad cfclica en ambas series. La disminuci6n de la tasa de arrestos por de- litos menores en Buenos Aires se produce durante un perfodo de gran afluencia inmigratoria, exacerbaci6n de la militan- cia obrera y serios conflictos politicos. El mfnimo de 25 por mil arrestos en 1910 coincide con un perfodo de muchas huelgas provocadas en parte por la consigna anar- quista de llamado a una huelga general 13. Debido al enorme flujo de inmigracion que sufrio Buenos Aires durante todo el perfodo, se esperaba que la policfa de la ciudad usara su poder discrecional de arresto para castigar y controlar a tan amplia poblacion extranjera. Encontramos que los inmigrantes fueron arrestados en gran numero durante todo el perfodo, constituyendo la mayoria de todos los arrestados. En los dos grupos inmigratorios mas numerosos encontramos una mayor tasa de arrestos para ambos tipos de deli- tos que en la poblacion nativa. Sin embar- go, los de delitos por perturbaci6n del orden aun asf descendieron, a pesar de una inmigraci6n cada vez mis numerosa. La elite econ6mica y polftica de la ciudad temia que la presencia de esta clase baja, 12 Ibid., pag. 543. Monkkonen muestra sus tasas en un scattergram. Las cifras que usamos aqui para comparar son estimaciones propias de las tasas norteamericanas a partir de dicho diagrama. Las curvas de Monkkonen tienen un comportamiento menos erratico que las nuestras porque utiliza promedios moviles de tres afnos en lugar de las tasas anuales. 13 David ROCK: Politics in Argentina 1890- 1930: The Rise and Fall of Radicalism (Cambrid- ge, 1975), pag. 82: 112 This content downloaded from �������������206.74.99.114 on Sun, 28 Feb 2021 15:48:50 UTC������������� All use subject to https://about.jstor.org/terms CRIMINALIDAD Y ACCION POLICIAL EN BUENOS AIRES extranjera, constituyera una amenaza al orden pfublico, pero estos temores no se trasladaron a la policfa ni hubo aumentos en las 6rdenes de arresto. A pesar de los relatos periodisticos del momento y aun de las publicaciones pseudocientfficas de crimin6logos locales, que caracterizaban a los inmigrantes como borrachos y penden- cieros, la policifa que vigilaba las calles hizo relativamente menos arrestos por disturbios cuando el flujo de inmigrantes superaba a los 200.000 por anio despues de 190514. En su estudio sobre el estado de Massa- chusetts, Roger Lane encontr6 que los arrestos por alteracion del orden aumenta- ron hacia fines del siglo XIX, en tanto que declinaban los arrestos por crimenes mas graves. Lane sugiere que la necesidad de orden y puntualidad en los modernos lugares de trabajo incentivo a los funcio- narios civiles a poner en vigencia nuevas y mas severas normas sobre ordenamiento de la vida urbana, en tanto que el efecto civilizador de 6sta contribuyo a bajar los niveles de criminalidad mas graves 15. Monkkonen, por otro lado, descubre pau- tas diferentes en su estudio de 23 grandes ciudades norteamericanas. Segfin este autor, hay una tendencia descendente de arrestos tanto para disturbios como para delitos menores hasta la Primera Guerra Mundial, cuando estos filtimos comienzan a aumentar16. La disminuci6n de arrestos por alterar el orden que Monkkonen docu- menta en las ciudades norteamericanas tambi6n se produce a pesar del disloque social causado por la inmigraci6n, las fluctuantes necesidades de mano de obra y los cambios en la vivienda y el transporte. Si bien los arrestos por alteracion del orden en la capital argentina se correspon- den con la tendencia documentada por Monkkonen en los Estados Unidos, no sucede lo mismo con los crimenes contra la propiedad y las personas. Los arrestos por crimenes graves siguen una curva ascendente, fluctuante pero firme en Bue- nos Aires, de 1.273 en 1882 a 7.616 en 1913. Contrariamente a los niveles de arrestos por disturbios que tienden a refle- jar cambio en las prioridades de la policia, los arrestos por delitos mayores exigen una denuncia formal y estin sujetos al procedimiento judicial. Se los puede consi- derar, pues, un indicador mas exacto de la conducta criminal real. Los arrestos por CUADRO 2 Tasas de arrestos criminales, 1882-1914 Afo Arrestos/1.000 Afio 1882 1883 1884 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 3,92 3,19 3,06 3,15 3,44 3,48 3,97 3,77 5,33 8,40 6,81 5,93 5,00 7,00 6,66 7,88 7,12 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 Arrestos/1.000 6,00 6,15 6,50 6,13 4,86 4,71 4,58 4,65 4,70 4,43 4,37 4,71 4,65 4,81 4,96 4,41 Fuente: Idem cuadro 1. delitos mayores son muy distintos a la tasa agregada de las demas ordenes de arresto. Para el perfodo 1887-1900 fluc- tuan ampliamente, con picos de 8,4 por mil en 1891 y 7,9 en 1897. Sin embargo, despu6s de 1900 se produce una tendencia gradual descendente, algo irregular, que difiere de la tasa de disturbios solo en los ultimos tres anos del perfodo. El comporta- miento mucho mas voluble de la tasa de arrestos criminales en el periodo anterior a 1900 parece ligarse a las condiciones economicas locales y los dos picos de arrestos coinciden con los afnos de recesion. Tambien hay una correspondencia general entre el movimiento ciclico de las tasas de arresto y la economia en el periodo posterior a 1900, pero ambas se mueven dentro de limites mas estrechos. 14 BLACKWELDER y JOHNSON: "Changing Criminal Patterns", pags. 364-369; WILCOX: Internal Migrations, pag. 546. 15 Roger LANE: "Urbanization and Criminal Violence in the 19th Century: Massachusetts as a Test Case", en Hugh Davis GRAHAM y Ted Robert GURR (eds.): Violence in America; His- torical and Comparative Perspectives, 2 volume- nes, vol. II, pags. 364-365. 16 MONKKONEN, Police in Urban America, pags. 72-76. 113 This content downloaded from �������������206.74.99.114 on Sun, 28 Feb 2021 15:48:50 UTC������������� All use subject to https://about.jstor.org/terms JULIA KIRK BLACKWELDER Y LYMAN L. JOHNSON Los crimin6logos ya saben hace tiempo que el registro de arrestos solo sirve como pobre sustituto a las acciones criminales reales17. El universo de crimenes es, por supuesto, mucho mas amplio que el total de arrestos. El cuadro 3 muestra los totales anuales de delitos contra personas y pro- piedades denunciadas a la policia. Ambascategorfas de ofensas aumentan en forma continua durante este perfodo, pero los delitos contra la propiedad aumentan mas del doble, produciendose una expan- sion diez veces superior. Si bien tanto uno como el otro se corresponden en forma mas o menos paralela, pareciendo reflejar los cambios en las condiciones econ6micas del momento, tienen sin embargo algunas diferencias importantes. Buenos Aires sufre cuatro ciclos economicos de contraccion del crecimiento general y de la prosperidad durante el perfodo anterior a la guerra. Una recesion que comenz6 a fines de la decada del '80 llev6 a una crisis muy gra- ve en 1890, que afecto virtualmente a toda la economia18. Hacia mediados de los afos '90 hay una modesta recuperacion, pero los filtimos tres afnos de la d6cada estan caracterizados por una nueva rece- sion y un alto indice de desempleo19. En los restantes afos antes de la Primera Guerra Mundial la ciudad sufre otras dos contracciones: primero una leve recesion en 1907-1908; luego una declinaci6n mas grave justo antes de la guerra. Como puede verse en el cuadro 3, el registro de ambas formas de delitos graves aumentaron en todos los ciclos descendentes, siendo el delito contra la propiedad el que mas claramente responde a estos aconteci- mientos economicos. Usando datos de arrestos, Monkkonen no encuentra una relacion clara entre el estado de la econo- mia norteamericana y la criminalidad en las 23 grandes ciudades que ha estudiado20. Lo que pas6 en Buenos Aires durante el siglo XIX tambien difiere de la expe- riencia norteamericana en otro aspecto importante. A principios del siglo XIX los crimin61logos de Europa occidental y de los Estados Unidos sostenfan que los delitos contra la propiedad y contra las personas se movian en direcciones opues- tas, es decir que a medida que aumentan los primeros, especialmente los robos, disminuyen los crfmenes violentos. Esta modalidad ha sido confirmada por los estudios de Lane, Monkkonen y otros historiadores norteamericanos, por el tra- bajo de David Jones en Gran Bretafia en el siglo XIX y esta siendo identificada en CUADRO 3 Delitos denunciados contra personas y propiedades Afio Delitos contra Delitos contra personas propiedades 1885 1886 1887 1888 1889 1890 1891 1892 1893 1894 1895 1896 1897 1898 1899 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 629 726 660 s.d. 1.088 1.437 1.561 1.531 1.684 1.499 1.942 2.254 2.779 2.740 2.697 2.874 2.944 2.845 2.574 2.821 2.940 3.237 3.467 3.679 3.877 4.605 4.699 5.162 5.302 3.166 971 1.092 1.054 s.d. 1.406 2.450 2.753 2.779 3.134 2.748 2.305 2.990 4.784 4.770 3.991 3.964 4.710 5.211 4.133 3.887 3.902 3.744 4.494 4.546 4.975 6.023 6.535 7.326 8.724 9.050 Fuente: Idem cuadro 1. 17 GURR et al.: Rogues, Rebels, and Refor- mers, pag. 17. 18 Para la crisis de 1890 v6ase SARGENT: Spatial Evolution, pag. 33; SCOBIE, Buenos Aires, pags. 137-138. 19 Julio GODIO: Historia del movimiento obrero argentino (Buenos Aires, 1973), pag. 170. En 1897 el desempleo llego a 100.000 personas. 20 MONKKONEN: Police in Urban America, pag. 83. Se observa aqui un aumento de "delitos con victimas", durante las crisis de 1893-97 y 1905-08; vease el grafico de arrestos "criminales" en la pag. 73. 114 This content downloaded from �������������206.74.99.114 on Sun, 28 Feb 2021 15:48:50 UTC������������� All use subject to https://about.jstor.org/terms CRIMINALIDAD Y ACCION POLICIAL EN BUENOS AIRES los pafses menos desarrollados de Asia, Africa y America Latina21. No obstante, Gurr y sus colaboradores encuentran que los delitos contra las personas y contra la propiedad siguen lineas independientes y aun opuestas en Calcuta, Londres, Esto- colmo y Sydney22. Tambien en Buenos Aires estos delitos se correlacionan. Un calculo de regresion entre delitos contra la propiedad y contra las personas revela una fuerte asociaci6n entre ambos (indice r de Pearson = . 74). La escalada de delitos graves en Buenos Aires preocup6 a obser- vadores contemporaneos, como M. A. Lancelotti, quien temia que la ciudad se estaba volviendo cada vez menos segura y mas violenta23. El cuadro 4 nos proporciona el nfumero y tasas (por 10.000 habitantes) tanto para asaltos como para homicidios. Tam- bien aquf encontramos nuevamente un movimiento fluctuante sin una tendencia clara. Ambas formas de delitos violentos parecen responder y reflejar la periodici- dad economica que se discuti6 con ante- rioridad. En particular los afnos 1896- 1901 se destacan como periodos violentos en la historia de la ciudad: breve ascenso ciclico en una epoca mais bien estable. Estos registros indican que los afnos '80 fueron significativamente menos violentos que el perfodo posterior, a pesar del hecho de que fueron testigos de una inmigracion masiva, un grave hacinamiento y fuertes conflictos 6tnicos. Con respecto al crimen violento, Buenos Aires resulta ser excepcio- nal frente a la mayorfa de las ciudades occidentales. Roger Lane ha documentado la declinaci6n de muertes violentas en Filadelfia desde fines del siglo XIX hasta principios del siglo XX24. Monkkonen confirma una tendencia similar del homi- cidio en varias ciudades norteamericanas y Ted Gurr y sus colaboradores encuen- tran menor violencia personal en Estocol- mo, Londres y Nueva Gales del Sur. Con- trariamente a lo observado en estas ciuda- des, Buenos Aires no sufre cambios de comportamiento hacia fines del siglo XIX que incidan en una disminuci6n de la violencia personal, si bien una mejora global del orden pfiblico esta reflejada en una disminucion de los arrestos por viola- cion del orden. Gurr y sus colaboradores tambien han encontrado, contrariamente a la evidencia norteamericana, que "las infracciones en el frea de la ebriedad en CUADRO 4 Homicidios y asaltos, 1886-1914 Homicidios Asaltos (lesiones) Ailo Numero Incidentes Nfimero Incidentes por 10.000 por 10.000 habitantes habitantes 1886 32 0,759 671 15,915 1887 27 0,599 595 13,208 1888 s.d. s.d. s.d. s.d. 1889 44 0,856 952 18,514 1890 59 1,120 1.207 22,908 1891 57 1,103 1.248 24,145 1892 52 0,945 1.262 22,942 1893 73 1,252 1.396 23,934 1894 63 1,022 1.247 20,228 1895 75 1,154 1.594 24,535 1896 76 1,113 1.828 26,769 1897 97 1,355 2.328 32,510 1898 94 1,255 2.493 33,272 1899 78 0,997 2.479 31,681 1900 86 1,054 2.660 32,611 1901 84 0,999 2.706 32,181 1902 76 0,859 2.568 29,014 1903 57 0,617 s.d. s.d. 1904 56 0,579 2.370 24,502 1905 66 0,651 2.196 21,664 1906 71 0,667 2.387 22,437 1907 98 0,877 2.633 23,549 1908 82 0,697 2.658 22,593 1909 102 0,823 2.685 21,666 1910 118 0,903 3.105 23,763 1911 113 0,820 3.282 23,802 1912 123 0,845 3.474 23,859 1913 104 0,676 3.493 22,704 1914 196 1,255 Fuente: Idem cuadro 1. 21 LANCE: "Urbanization and Criminal Vio- lence;", MONKKONEN: Police in Urban Ame- rica; David JONES: Crime, Protest, Community and Police in Nineteenth-Century Britain (Lon- dres, 1982); vease tambien Louise I. SHELLEY: Crime and Modernization (Carbondale, Illinois, 1981), pags. 41-42 para casos recientes en las naciones en desarrollo. 22 The Politics of Crime and Conflicts, pags. 621-632. 641-643. 23 M. A. LANCELOTTI: La criminalidad en Buenos Aires (Buenos Aires, 1914), pag. 21. 4 Roger LANE: Violent Death in the City: Suicide, Accident and Murder in Nineteenth- Century Philadelphia (Cambridge, Mass.. 1979). 115 This content downloaded from �������������206.74.99.114 on Sun, 28 Feb 2021 15:48:50 UTC������������� All use subject to https://about.jstor.org/terms 116 JULIA KIRK BLACKWELDER Y LYMAN L. JOHNSON GRAFICO 1 Tasas de delitos y arrestos, 1887-1914 (Incidentes por mil habitantes) 11,0 10,0 9,0 8,0 7,0 6,0 5,0 4,0 3,0 publico es independiente del crimen vio- lento", por lo cual concluye que estos arrestosreflejan mais bien cambios en la preocupacion oficial o de la policla y no tiene nada que ver con los cambios en el comportamiento 25. El grafico 1 muestra una curva de tasa de arrestos con respecto a tasa de delitos denunciados. La grave crisis economica de 1890 coincidio con un levantamiento politico violento de la Union Civica Ra- dical y con una epidemia de tifus y vi- ruela. El resultado mais visible de estos hechos fue una inversion dramatica de la inmigracion, ya que la ciudad sufre por primera vez el exodo de extranjeros26. La reaccion policial a esta combinacion de tensiones sociales y violencia politica se refleja en la tasa de arrestos criminales. Con la determinacion de imponer orden y seguridad en la afligida ciudad, la policia arresto proporcionalmente a mas gente con acusaciones criminales que nunca. Esta reaccion de la policia comenzo durante 1890 y al anfio siguiente la tasa de arresto por delitos graves alcanzo un maxi- mo absoluto. Los crimenes conocidos por la policia (es, decir los denunciados) aumentaron aproximadamente un 75 por ciento entre 1889 y 1891, pero los arrestos por ofensas criminales aumentaron en mas del 120 por ciento. Comparado con la re- cesion menos severa del final de la decada, 2s MONKKONEN: Police in Urban America, pags. 76-77; GURR et al.: Rogues, Rebels, and Reformers, pags. 37-40; The Politics of Crime and Conflict, pags. 621-624. 26 Rogues, Rebels, and Reformers, pags. 56-57. En 1891 la Argentina registro un saldo negativo de 42.5 7 3 migrantes extranjeros. BESIO MORENO; Buenos Aires, Puerto del Rio de la Plata, pag. 295. This content downloaded from �������������206.74.99.114 on Sun, 28 Feb 2021 15:48:50 UTC������������� All use subject to https://about.jstor.org/terms CRIMINALIDAD Y ACCION POLICIAL EN BUENOS AIRES los delitos denunciados aumentaron mas en terminos absolutos y relativos que en 1890-91, pero la policia reacciono con mucho menor intensidad, si se lo evalua por los arrestos. Hacia fines del perfodo de preguerra, el aumento durante cinco anos de hechos criminales denunciados a la policia no habfa provocado un aumen- to observable en la tasa de arrestos. Un calculo de regresion entre la tasa de delitos graves denunciados a la policia con la tasa de arrestos, da un coeficiente de correlaci6n de 0.71. Si bien ambas tasas estan fuertemente relacionadas, el R2 de .51 indica que solo la mitad de la varia- cion de las denuncias de delitos graves en Buenos Aires se corresponde con la tasa de arrestos. Las distintas curvas para delitos denunciados y arrestos que vemos en la ciudad de Buenos Aires refirma la poca confiabilidad de utilizar los arrestos como fnico indicador de la conducta criminal. Gracias a que no se han perdido ni los registros de arrestos ni de delitos denun- ciados en Buenos Aires, tenemos la posibi- lidad de analizar algunos elementos de la relacion entre actividad criminal (denun- cia de delitos contra personas y propieda- des) y la reacci6n de la policia (arrestos). Se ha rpalizado un calculo de regresion entre el total de delitos graves con el total de crimenes denunciados, con los delitos contra la propiedad y con los deli- tos contra personas. Los resultados pueden verse en el cuadro 5. La relacion entre delitos contra la propiedad y tasa de arres- tos es llamativamente evidente. Los cam- bios en la tasa de arrestos quedan expli- cados tanto por el nivel de denuncia de robos y otros delitos contra la propiedad como por el total de todos los crimenes denunciados a la policia. Los cambios en el numero de denuncias por asaltos, homi- cidio y otras formas de conducta violenta tuvo un impacto mucho menos directo sobre la tasa de arrestos. No sabemos si esto se debe a que en Buenos Aires la poli- cia tuvo menos exito "resolviendo" los delitos contra la propiedad (evidenciadas en el arresto) que con los crfmenes contra personas, pero es obvio que como insti- tucion respondi6 mejor al aumento de ata- ques contra la propiedad. La preponderancia de datos sobre las ciudades norteamericanas parecerfa confir- mar la hipotesis de Lane, Monkkonen y CUADRO 5 Regresion de las tasas de arrestos criminales (1886-1913) r de Pearson Delitos denunciados contra personas .5057 Delitos denunciados contra la propiedad .7177 Total de crimenes denunciados .7102 Fuente: Idem cuadro 1. otros, de que las ciudades se estaban vol- viendo menos violentas y peligrosas hacia fines del siglo XIX, en tanto que los regis- tros policiales de Buenos Aires demuestran que no todas las ciudades en vfas de moder- nizacion se conforman a esta regla general. ,Por qu6 Buenos Aires no la sigue? Como deciamos antes, las contracciones ciclicas de la economfa urbana y, con menos im- portancia el conflicto politico, explican las olas periodicas de crimenes en el corto plazo a que estaba sometida la ciudad. La tendencia ascendente en el largo plazo, con respecto a los delitos graves, se explica tanto por factores demograficos como de conducta. Como Buenos Aires siguio reci- biendo contingentes importantes de inmi- grantes europeos, asi como de migrantes del interior del pais durante el perfodo de preguerra, en la poblacion urbana pre- dominaban numericamente los hombres jovenes27. Es precisamente esta poblacion la que, segfin historiadores del crimen y crimin6logos, es identificada en todo el mundo como la mas factible de cometer acciones criminales. De hecho, Buenos Aires estuvo plagada durante todo este tiempo por delincuentes juveniles, cuya tasa aumento hacia fines del siglo. Usando los registros policiales de la epoca, encon- tramos que el porcentaje de delitos totales cometidos por delincuentes por debajo de 30 ainos aumento desde un 65 por ciento en los anos '80 hasta un 71 por ciento al comienzo de la Primera Guerra 27 WILCOX: International Migrations, pag. 540. Usando los datos de Wilcox, vemos que el 69 por ciento de todos los inmigrantes a la Argentina en el periodo 1881-1910 tenfan menos de 31 anos. 117 This content downloaded from �������������206.74.99.114 on Sun, 28 Feb 2021 15:48:50 UTC������������� All use subject to https://about.jstor.org/terms JULIA KIRK BLACKWELDER Y LYMAN L. JOHNSON Mundial. La preocupacion oficial por la delincuencia juvenil llevo a la policia a hacer una redada entre las bandas de jove- nes en 1906 y a una reforma de la colonia penal para adolescentes en 190928. Si bien hay un incremento real de la tasa decrime- nes cometidos por varones de menos de 16 afnos de edad, el aumento del numero de delitos cometidos por todos los adoles- centes y adultos j6venes se debe primor- dialmente al aumento de esta cohorte, resultado de la inmigracion. Entre los cen- sos de 1887 y 1909, los homlres entre 10 y 30 afnos aumentaron desde un 35 a un 41 por ciento del total de la poblaci6n urbana. Los cambios en el plantel policial, en su capacitacion y equipamiento tambi6n fueron factores que influyeron tanto sobre la actividad criminal como sobre el nivel de arrestos. Durante el perfodo conside- rado, la poblacion de la ciudad crecio mas del 250 por ciento, en tanto que la policia lo hizo en menos del 20 por cien- to 29. A pesar de que siempre hubo preocu- paci6n oficial por el nivel de delitos urba- nos y disturbios, esto no conllev6 a un presupuesto mucho mayor o a una rapida expansion del plantel policial. Sin embargo, se hicieron esfuerzos por profesionalizar a la policia a traves de un mejor entrena- miento. Esta reforma progres6 en forma discontinua, ya que siempre estuvo inhi- bida por falta de presupuesto. El primer esfuerzo por fundar una academia de poli- cia, por ejemplo, se abandono en 1889, apenas tres anios despu6s de su creacion, debido a recursos fiscales insuficientes30. El reclutamiento de policias fue escaso durante todo el perfodo de preguerra por los bajos salarios. A fines de la d6cada de 1880, la ciudad se vioobligada a buscar los agentes de policia en el interior del pais, donde los sueldos eran mis bajos, y asi pudieron cubrir las 80 vacantes que en Buenos Aires no encontraban intere- sados. El cuadro 6 es de alguna manera la me- dida de la eficiencia de la policia, es de- cir, el nfimero de arrestos por agente en casos de delitos por desordenes y ofensas criminales. El cuadro podria encubrir algu- nos cambios ciclicos de las tasas, ya que no pudo loeali7torse una serie completa de inte- grantes del cuerpo policial. Sin embargo, la tendencia general surge con claridad. Los arrestos por agente en casos de ebrie- CUADRO 6 Arrestos por agente debidos a alteracion del orden y delitos criminales en algunos anios, 1893-1910 (a) Arrestos A*io Plantel policial Alterac. Por Crimi- Por d/orden agente nales agente 1893 5.003 33.837 6,76 3.456 0,691 1894 5.091 32.595 6,40 3.083 0,606 1895 4.623 30.816 6,67 3.898 0,843 1896 4.660 28.581 6,13 4.546 0,976 1899 5.218 37.886 7,26 4.698 0,900 1900 5.218 34.746 6,66 5.020 0,962 1902 5.220 32.885 6,30 5.424 1,039 1903 4.487 23.165 5,16 4.493 1,001 1904 4.915 24.765 5,04 4.558 0,927 1906 5.144 25.831 5,02 4.951 0,962 1907 5.469 30.020 5,49 5.259 0,962 1909 5.794 33.963 5,86 5.374 0,930 1910 5.912 33.03T 5,59 6.156 1,041 (a) Estos son los funicos aifos para los que se pudieron encontrar datos sobre numero de agen- tes policiales. Fuente: Los datos de arrestos provienen , la misma fuente del cuadro 1. El niumero de agentes policiales se obtuvo de DEPARTAMEN- TO NACIONAL DE ESTADISTICA: Anuario Estadistico (Buenos Aires, 1894-1912). dad y desorden en la via publica fueron descendiendo paulatinamente, con una excepcion importante: la de 1899, afno de la recesion. Sin embargo, la serie de arrestos criminales es bastante diferente. Los arrestos criminales por agente aumen- tan casi un 50 por ciento entre 1893 y 28 La acci6n de la policia respecto de la de- lincuencia juvenil es descripta por Ram6n COR- TES CONDE: Historia de la policia de la ciudad de Buenos Aires, 2 tomos (Buenos Aires, 1936), II, pag. 232. Los cambios en el reformatorio de Marcos Paz son mencionados por Roberto LEVILLIER: "Crimenes en la ciudad de Buenos Aires", Censo General de la Poblaci6n, Edificios, profesiones e industrias de la ciudad (Buenos Aires, 1910), III, pag. 402. 29 Los datos sobre la composicion de la poli- cia se encuentran en DEPARTAMENTO NACIO- NAL DE ESTADISTICA: Anuario Estadzistico (Buenos Aires, 1894-1912). 30 CORTES CONDE: Historia de la policia, pag. 191. 118 This content downloaded from �������������206.74.99.114 on Sun, 28 Feb 2021 15:48:50 UTC������������� All use subject to https://about.jstor.org/terms CRIMINALIDAD Y ACCION POLICIAL EN BUENOS AIRES 1896 y luego fluctuian dentro de margenes muy estrechos hasta 1910. Pareceria que la preocupacion oficial por el crimen y el aumento en el nfumero de delitos denun- ciados no s6lo no promovio una expansion del plantel policial, sino que tampoco pro- dujo un aumento notable de la eficacia de la policia, como lo demuestran los arrestos por agente. El cuadro 7 compara los arrestos y el numero de policias para Buenos Aires con dos ciudades norteamericanas: New Haven y Boston. En 1880, Buenos Aires registra casi tres veces mas arrestos por mil habitantes que New Haven o Boston. Esto se debe, en parte, a la gran diferencia de planteles policiales, medidos como agentes por cada 10.000 habitantes. Bue- nos Aires tenia un cuerpo policial relati- vamente mas numeroso y de mayor expe- riencia; por lo tanto el nivel de arrestos era mis alto. Sin embargo, cuando estas ciudades se comparan en cuanto a arrestos por agente, vemos que los portenios hacian muchos menos arrestos que sus colegas en las ciudades norteamericanas. En 1890 se registra un cambio impor- tante. El cuerpo policial sigui6 siendo relativamente mas grande en Buenos Aires, CUADRO 7 Policia y arrestos Buenos Aires, New Haven y Boston, 1880-1903 Arrestos Plantel Arrestos (por (por por 1.000 10.000 agente hab.) hab.) 1880 Buenos Aires 156 76 20 New Haven 63 14 46 Boston 69 20 34 1890 Buenos Aires 62 38 16 New Haven 76 12 63 Boston 89 18 49 1903 Buenos Aires 30 49 6 New Haven 45 15 30 Boston 58 21 28 Fuentes: Idem cuadro 6. Para New Haven y Boston, Eric MON KKONEN: Historical Methods, 12,2 (primavera, 1979), p. 63. pero los arrestos por agente disminuyeron afin mas. Esta disminucion es mas aun llamativa si se la compara con un aumento de cerca del 30 por ciento de arrestos por agente en New Haven y Boston. La direc- ci6n general de estos cambios se hace evi- dente en los calculos de 1903. La ventaja en lo que respecta al plantel de policias en Buenos Aires se fue haciendo mayor en el intervalo de 13 afnos. Ademis, con- tinu6 descendiendo comparativamente el nfimero de arrestos por mil habitantes en Buenos Aires. Ambos datos estan relacio- nados en el nivel bastante bajo de arrestos por agente. Las ciudades norteamericanas en 1903 registran 5 veces mas arrestos por agente policial que en Buenos Aires. Tomando en cuenta todo el periodo, vemos una disminucion sustancial y cons- tante de los arrestos por agente en Buenos Aires, a pesar de que los planteles policia- les se mantuvieron significativamente mas altos que los de las otras dos ciudades que hemos comparado. Los arrestos por mil en Buenos Aires eran tres veces mayores que en las dos ciudades norteamericanas en 1880, mientras que 1903 estaban por debajo. A principios de esta epoca, Buenos Aires era una ciudad fuertemente vigi- lada por la policia que mantenia niveles muy altos de arrestos. Solo el bajo nfime- ro de arrestos por agente impiden que estas tasas alcancen niveles verdaderamente extraordinarios. A partir de este nivel de 1880, la tasa de arrestos cae en forma abrupta, en tanto que los arrestos por agente disminuye de modo algo menos drastico. Con un analisis muy preliminar de los datos de New Haven y Boston, Monkko- nen sugiere que el tamaiio de la ciudad puede haber tenido algcun impacto sobre la eficacia de la policia, medida con estas estadisticas. Al principio del perfodo, Boston tenia aproximadamente 360.000 habitantes y era considerablemente mas grande que Buenos Aires (286.700). Si bien Boston tambien recibi6 un influjo constante de inmigraci6n europea hasta la Primera Guerra Mundial, Buenos Aires, la ciudad inmigratoria por excelencia, muy pronto supero a Boston y en 1900 tenia casi el doble de su poblacion: 924.482 contra 550.000. Aunque Buenos Aires absorbi6 una corriente inmigratoria mucho mayor, compuesta por grupos culturales muy distintos, arroja una tasa de arrestos 119 This content downloaded from �������������206.74.99.114 on Sun, 28 Feb 2021 15:48:50 UTC������������� All use subject to https://about.jstor.org/terms JULIA KIRK BLACKWELDER Y LYMAN L. JOHNSON mucho menor en 1903. La capital argen- tina tenfa un cuerpo policial sustancial- mente mas numeroso que Boston, pero una tasa de arrestos mucho menor, ya que sus agentes, en promedio, s6olo arrestaban la quinta parte de lo que lo hacfan sus colegas contemporaneos de Boston. ,C6mo puede explicarse esta anomalfa? Se podria asumir que las diferencias cul- turales deben jugar un rol importante en determinar la percepci6n piublica de la ley y del orden, asi como tambi6n la tole- rancia para arrestos y otras formas de disci- plina impuestas por el gobierno. Sin embar- go, en esta etapa de las investigaciones comparadas sobre crimen y acci6n policial, invocar a la cultura es tan poco satisfac- torio como invocar la voluntad de Dios. No obstante, hay otra area mas concreta que potencialmente podria investigarse y que tal vez proporcione algunas respuestas. Distintas sociedades tienen distintos plante- les policiales y tambi6n adjudican a su per- sonal a distintas labores polfticas, burocra- ticas y judiciales. Si bienla policfa de Bue- nos Aires tenfa, al igual que la de Boston y de otras ciudades, un conjunto de ante- cedentes organizativos similares (las guar- dias nocturnas por ejemplo), se comenza- ron a desarrollar lineas en franca contra- dicci6n con la modernizaci6n de la poli- cia en ciudades de Europa occidental y los Estados Unidos. Hacia 1890, la fuerza policial de la capital argentina habfa des- arrollado una organizacion y una mision mas bien militar, lo cual se hace evidente por el nombramiento casi constante de integrantes del ej6rcito y de la milicia como jefes de policfa31. Sin embargo, mis im- portante todavfa es que la policfa de Bue- nos Aires tuvo unidades especiales de infanterfa y caballerfa hasta el final de la Primera Guerra Mundial destinadas primor- dialmente a tareas de guarnici6n: guardias en edificios piublicos, revista de tropas, custodia de funcionarios nacionales y mu- nicipales. Hay datos indicativos de que cerca del 25 por ciento del cuerpo de po- licfa estaba dedicado a estas funciones32. Aun aquellos policias que debian patrullar Buenos Aires tendfan a operar de este modo. La seguridad de la comisarfa y la protecci6n de los pocos recursos policia- les recibfan un nivel de prioridad mayor que el mantenimiento del orden piublico y el inter6s por resolver crfmenes mas graves. Que las cosas se desarrollaran de este modo tiene importantes razones histo- ricas. En primer lugar, durante el largo perfodo de conflicto politico que prece- di6 a la federalizaci6n de la ciudad de Buenos Aires y su establecimiento como capital de la Naci6n, la policia de la ciudad habia sido un factor armado de importan- cia en este conflicto militar entre grupos polfticos regionales. Los alzamientos polf- ticos de la Union Cfvica Radical en 1890 y 1905 profundizaron aun mas la ingeren- cia de la policfa en la polftica y la organi- zacion militar33. En el conflicto de 1890 murieron 24 agentes de policfa y en 1905 otros 8, cuando los radicales eligieron co- mo objetivos militares a las comisarfas. Si miramos estos hechos en perspectiva, vemos que el 47 por ciento de todas las muertes policiales en el periodo 1884- 1914 se produjeron durante estos dos conflictos politicos34. En segundo lugar, la violencia obrera y las huelgas contribuyeron a reforzar estas caracterfsticas impuestas por los eventos politicos. El nfmero de huelgas en esta regi6n aumento lentamente hasta el siglo XX. Luego creci6 con rapidez hasta un pico en 1907, cuando participaron 31 Ibid., passim. 32 Ibid., pag. 143. Cortes Conde informa so- bre la distribucion del cuerpo policial para 1917. El 26 por ciento fue asignado a la Guardia de Seguridad: 643 agentes en la policia montada, 1.012 en la infanteria. 33 Vease ROCK: Politics in Argentina, pags. 42-45. 34 Las muertes de policias en cumplimiento del deber se resumen en CORTES CONDE: Historia de la policia, pags. 466-490. Vease la siguiente tabla de distribucion de policias muer- tos entre 1884 y 1936. Relacionadas Atentados Accidentes Total con la politicos vigilancia N? % N? % N? % 1884-1914 25 37,0 34 50,0 9 13,0 68 1915-1936 48 45,7 6 5,7 51 48,6 105 1884-1936 73 42,2 40 23,1 60 34,7 173 120 This content downloaded from �������������206.74.99.114 on Sun, 28 Feb 2021 15:48:50 UTC������������� All use subject to https://about.jstor.org/terms CRIMINALIDAD Y ACCION POLICIAL EN BUENOS AIRES mas de 150.000 obreros35. Entonces se despleg6 a la policia de Buenos Aires para controlar y a veces aun para romper las huelgas. Esta mision exigia el mismo tipo de disposiciones que los problemas poli- ticos ya apuntados, es decir, mantener acuartelado un gran numero de policfas en o cerca de las comisarias fortificadas, creacion de fuerzas de reserva antihuelguis- tas y guardias permanentes en los edificios publicos36. Es muy dificil, casi dirfamos imposible, evaluar las consecuencias a largo plazo de estos primeros indicios de organizacion del cuerpo policial como patrulleros de la ciudad de Buenos Aires. El impacto a corto plazo que produjo en dicho momento es obvio. Por tener que circunscribir a un im- portante contingente de agentes a las comi- sarias y unidades de guardia especiales (tanto de infanterfa como de caballeria), la policfa de Buenos Aires no pudo actuar en forma efectiva para cumplir con la demanda publica de una lucha mas condu- cente y eficiente contra el crimen. Esta falacia organizativa se complicaba aun mas por la expansi6n espacial de la ciudad, que hacia muy dificil el trabajo de vigilancia y de investigacion del crimen, a pesar de que se abrieron comisarias en los nuevos suburbios. Por ultimo, cabe destacar que el plantel policial dedicado efectivamente a la vigi- lancia y a la investigaci6n criminal estuvo limitado despues de 1900 por la prolife- raci6n de tareas relacionadas con el bienes- tar social y la salud publica. Para las ciuda- des norteamericanas, Monkkonen conclu- ye que el desarrollo de una burocracia policial en dicho periodo redujo la propor- ci6n de agentes destinados a patrullar la ciudad, disminuyendo por lo tanto los arrestos por desordenes publicos. Otro aspecto del mismo proceso de profesio- nalizacion en los Estados Unidos fue la disposicion de adjudicar mas agentes a la tarea de resolver los crimenes. De esta manera se aumentaba la proporcion de crimenes con victimas que desembocaban en arrestos. Juntamente con estos cambios, los departamentos de policia de las grandes ciudades de los Estados Unidos dejaron de asumir su tradicional responsabilidad en la localizacion de ninos perdidos, en el alojamiento de gente sin domicilio y, en algunos casos, la provision de alimentos para los vagabundos37. El cuerpo policial de Buenos Aires dife- ria en dos aspectos importantes de su contraparte norteamericana. Si bien la pro- fesionalizaci6n de la policfa portefna siguio pautas similares (creacion de la academia de policia, oficina de detectives, introduc- ci6n de bicicletas y automoviles y el au- mento de la burocracia), la no ampliacion del plantel destinado a estas nuevas tareas hizo declinar, necesariamente, el n(umero de arrestos por mantenimiento del orden y hechos criminales. Esta falta de personal fue mas aguda, por supuesto, debido a las funciones de guarnici6n que apuntaramos antes. Ademas, se le asignaron a la policfa de Buenos Aires nuevas responsabilidades en el area del bienestar social en tanto que, en la misma epoca, las fuerzas norteame- ricanas delegaban esta carga a otras institu- ciones. Despu6s de 1905, comenzaron a dar alojamiento a nifios perdidos y abando- nados, jurisdicci6n que fue ampliada en 1910 con la creaci6n tde un hogar perma- nente administrado por la policfa38. En el mismo perfodo la policfa asumio la labor de citar a aquellos que no cumplian con las leyes de empleo de mujeres y ninios, con los c6digos de vivienda y con el mal- trato de animales. Las acciones policiales en estas areas aumentaron en consecuencia de 2.878 casos en 1905 a 10.975 en 191439. El caso de Buenos Aires es importante porque, contrariamente a lo que dice la 35 Para datos sobre huelgas vease Sergio BAGU: Evolucidn historica de la estratificacion social en la Argentina (Buenos Aires, 1969), pag. 96; y PANETTIERI: Los trabajadores, pag. 122. 36 Durante epocas de crisis o de violencia popular, la policia utilizaba hombres armados como fuerza de reserva para enfrentar a huel- guistas o rebeldes politicos. CORTES CONDE: Historia de la policia, pag. 228. 37 MONKKONEN: Police in Urban America dedica un capitulo a los cambios que se produ- jeron en la responsabilidad tradicional sobre el bienestar social, "Tramps and Children: the Decline of Police Welfare", pags. 86-128. 38 Ibid., pags. 228 y 264. 39 La actividad de la policia en estas areas esta resumida en el anuario de la Municipalidad de la Capital, Anuario Estad'stico, afnos XIV- XXIV.121 This content downloaded from �������������206.74.99.114 on Sun, 28 Feb 2021 15:48:50 UTC������������� All use subject to https://about.jstor.org/terms JULIA KIRK BLACKWELDER Y LYMAN L. JOHNSON bibliografia actual sobre el crimen urbano y la organizacion policial, la moderniza- cion no "civilizo" a la ciudad. Los arrestos por mantenimiento del orden disminuye- ron entre 1885 y 1914, pero el cambio se relaciona tan estrechamente con las priori- dades policiales y el menor niumero de policias, como con posibles cambios de comportamiento. El aumento de delitos graves es un factor adicional que confirma que la policia fue cada vez menos efectiva en su poder de control sobre actos indivi- duales violentos. A pesar de mostrar seiia- les externas de modernizacion, el departa- mento de policia estaba recayendo, en realidad, en modalidades mas antiguas, donde debia asumir el papel de protector militar de los edificios puiblicos. En lugar de 'limitar las funciones" que Monkkonen observa en las practicas policiales de los Estados Unidos, la policia de Buenos Aires amplio el area de sus responsabilida- des incluyendo otros servicios sociales. La creacion de reparticiones asociadas a la policia podrfa haber reemplazado parcial- mente los arrestos por mantenimiento del orden como metodo de control social. El aumento de delitos graves puede haber estado asociado a la menor presencia de patrulleros, presencia visible que desalien- ta el crimen, como tambien a una menor eficiencia de la policia para resolver los hechos delictivos. Traducido por Sibila Seibert 122 This content downloaded from �������������206.74.99.114 on Sun, 28 Feb 2021 15:48:50 UTC������������� All use subject to https://about.jstor.org/terms Contents [109] 110 111 112 113 114 115 116 117 118 119 120 121 122 Issue Table of Contents Desarrollo Economico, Vol. 24, No. 93 (Apr. - Jun., 1984), pp. 1-158 Front Matter [pp. 1-2] La dinámica del mercado laboral urbano en la Argentina, 1976-1981 [pp. 3-40] El "salario social" en la Argentina [pp. 41-70] Indexación, shock externo y nivel de actividad: notas sobre el caso brasileño [pp. 71-84] Conflictos institucionales durante el primer gobierno radical: 1916-1922 [pp. 85-108] Notas y Comentarios Estadística criminal y acción policial en buenos aires, 1887-1914 [pp. 109-122] De la Alianza para el Progreso a la magia del mercado. Política económica de los Estados Unidos hacia América Latina [pp. 123-137] In Memoriam Joan Robinson 1903-1983 [p. 138] El tratamiento de la depreciación en un sistema sraffiano [pp. 139-146] Critica de Libros Review: untitled [pp. 147-150] Review: untitled [pp. 150-152] Informaciones [pp. 153-154] Reseñas Bibliograficas [pp. 155-157] Back Matter [pp. 158-158]
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