Logo Studenta

dcart

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

See discussions, stats, and author profiles for this publication at: https://www.researchgate.net/publication/44204605
El Estudio de la Percepción del Riesgo y Salud Ocupacional: Una Mirada Desde
los Paradigmas de Riesgo
Article  in  Ciencia & trabajo · January 2010
Source: OAI
CITATIONS
27
READS
7,424
3 authors, including:
Aldo R Vera Calzaretta
Universidad de Atacama
61 PUBLICATIONS   519 CITATIONS   
SEE PROFILE
All content following this page was uploaded by Aldo R Vera Calzaretta on 06 July 2015.
The user has requested enhancement of the downloaded file.
https://www.researchgate.net/publication/44204605_El_Estudio_de_la_Percepcion_del_Riesgo_y_Salud_Ocupacional_Una_Mirada_Desde_los_Paradigmas_de_Riesgo?enrichId=rgreq-3cd8bbc977c43870383ac1bcdb1f6f05-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ0MjA0NjA1O0FTOjI0ODIzNTc4MDQ3MjgzM0AxNDM2MTk1NDMwMTc0&el=1_x_2&_esc=publicationCoverPdf
https://www.researchgate.net/publication/44204605_El_Estudio_de_la_Percepcion_del_Riesgo_y_Salud_Ocupacional_Una_Mirada_Desde_los_Paradigmas_de_Riesgo?enrichId=rgreq-3cd8bbc977c43870383ac1bcdb1f6f05-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ0MjA0NjA1O0FTOjI0ODIzNTc4MDQ3MjgzM0AxNDM2MTk1NDMwMTc0&el=1_x_3&_esc=publicationCoverPdf
https://www.researchgate.net/?enrichId=rgreq-3cd8bbc977c43870383ac1bcdb1f6f05-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ0MjA0NjA1O0FTOjI0ODIzNTc4MDQ3MjgzM0AxNDM2MTk1NDMwMTc0&el=1_x_1&_esc=publicationCoverPdf
https://www.researchgate.net/profile/Aldo-Vera-Calzaretta?enrichId=rgreq-3cd8bbc977c43870383ac1bcdb1f6f05-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ0MjA0NjA1O0FTOjI0ODIzNTc4MDQ3MjgzM0AxNDM2MTk1NDMwMTc0&el=1_x_4&_esc=publicationCoverPdf
https://www.researchgate.net/profile/Aldo-Vera-Calzaretta?enrichId=rgreq-3cd8bbc977c43870383ac1bcdb1f6f05-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ0MjA0NjA1O0FTOjI0ODIzNTc4MDQ3MjgzM0AxNDM2MTk1NDMwMTc0&el=1_x_5&_esc=publicationCoverPdf
https://www.researchgate.net/institution/Universidad-de-Atacama?enrichId=rgreq-3cd8bbc977c43870383ac1bcdb1f6f05-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ0MjA0NjA1O0FTOjI0ODIzNTc4MDQ3MjgzM0AxNDM2MTk1NDMwMTc0&el=1_x_6&_esc=publicationCoverPdf
https://www.researchgate.net/profile/Aldo-Vera-Calzaretta?enrichId=rgreq-3cd8bbc977c43870383ac1bcdb1f6f05-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ0MjA0NjA1O0FTOjI0ODIzNTc4MDQ3MjgzM0AxNDM2MTk1NDMwMTc0&el=1_x_7&_esc=publicationCoverPdf
https://www.researchgate.net/profile/Aldo-Vera-Calzaretta?enrichId=rgreq-3cd8bbc977c43870383ac1bcdb1f6f05-XXX&enrichSource=Y292ZXJQYWdlOzQ0MjA0NjA1O0FTOjI0ODIzNTc4MDQ3MjgzM0AxNDM2MTk1NDMwMTc0&el=1_x_10&_esc=publicationCoverPdf
Artículo Original
Ciencia & Trabajo | AÑO 12 | NÚMERO 35 | ENERO / MARZO 2010 | www.cienciaytrabajo.cl | 243/250 243
1. iNTROdUCCiÓN
Al estudio del riesgo y de su percepción se han abocado disci-
plinas como la Economía, la Antropología, la Sociología, la 
Psicología, las ciencias ambientales, las ciencias de la salud, por 
referir algunas. Como lo reseña Sjoberg en su artículo “Factors in 
Risk Perception” (Sjoberg 2000) el origen de este ámbito de estudio 
se situaría en la década de los años 60’ en el contexto de la discu-
sión sobre la energía atómica, sus usos y consecuencias. 
Investigadores como Sowby con su artículo “Radiation and Other 
Risks (Sowby 1965) y Starr con “Social Benefit versus Technological 
Risk” (Starr 1969) fueron quienes abrieron la controversia sobre la 
temática en cuestión, siendo este último quien impulsara el debate 
–aún vigente– sobre el riesgo, con la interrogante: ¿Qué está 
dispuesta a pagar nuestra sociedad por la seguridad?
Los desarrollos posteriores respecto al estudio del riesgo tienen un 
incremento exponencial, pasando éste a ocupar un lugar privile-
giado no sólo en el debate académico y en la literatura especiali-
zada sino, también, en diversos ámbitos de aplicación, donde los 
riesgos asociados a los procesos de toma de decisiones juegan un 
rol fundamental (ej. las ciencias políticas, la gestión, los negocios, 
la seguridad industrial, la seguridad personal, el desarrollo social y 
la gerencia social).
Sabido es que la naturaleza del concepto y sus diversas acepciones 
han y están cambiando con el transcurrir del tiempo y la deriva 
histórica de las sociedades. En esta ocasión nuestro afán no es 
aventurarnos en una revisión amplia y acabada de este tema, pues 
Correspondencia / Correspondence
Aldo Vera Calzaretta
Fundación Científica y Tecnológica ACHs/ Escuela de salud Pública 
Universidad de Chile.
Vicuña Mackenna 210 piso 6, Providencia, santiago, Chile.
Tel.: (56-2) 685 3865
e-mail: fctavc@gmail.com / fctavc@achs.cl
Recibido: 15 de diciembre 2009 / Aceptado: 25 de febrero 2010
AbsTRACT
This paper addresses the issue of risk perception which in recent 
decades has led to considerable research, as it is conceived as an 
element that can enhance and improve prevention policies. The 
objective of this paper is to briefly review the state of the methodological 
debate on risk and, in turn, account for existing paradigms and 
theories that dominate thinking about the risk. Finally, we propose a 
scheme that will attempt to rescue those elements that we believe can 
contribute to an overall understanding of risk in the world of work 
and, in particular, in the field of interventions in safety, occupational 
health and the prevention of occupational hazards.
Thus, this study will broaden the view of risk, combining elements of 
macro theory, integrating elements the micro social. This will enhance 
the perspective of risk prevention in the workplace and organizations. 
Regarding the research practices, we recommend the integrated use of 
qualitative and quantitative methodologies for the purpose of 
improving management as a whole.
Descriptors: RISK, PERCEPTION, OCCUPATIONAL RISKS, RISK 
REDUCTION BEHAVIOR, PSYCHOMETRICS, REVIEW.
REsUMEN
Por medio de este trabajo se aborda la temática de la percepción del 
riesgo el cual en las últimas décadas ha provocado bastante investigación, 
pues se le concibe como un elemento que puede potenciar y mejorar las 
políticas de prevención. El objetivo de este artículo fue abordar breve-
mente cuál es el estado del debate metodológico en torno al riesgo, y a 
su vez, dar cuenta de los paradigmas y teorías existentes que predominan 
en la reflexión sobre el riesgo, por último, se propone un esquema que 
intentará rescatar aquellos elementos que a nuestro parecer pueden con-
tribuir a una comprensión global del riesgo en el mundo del trabajo y, en 
particular, en el ámbito de las intervenciones en seguridad, salud ocupa-
cional y en la prevención de riesgos laborales. 
En conclusión, este trabajo permitirá ampliar la mirada del riesgo, mez-
clando elementos de la teoría macrosocial, realizando una integración a 
su vez con elementos provenientes desde lo microsocial, lo cual 
enriquecerá la perspectiva de la prevención del riesgo en el ámbito labo-
ral y organizacional. En torno a las prácticas investigativas se recomien-
da unir las metodologías cualitativas y cuantitativas con el propósito de 
perfeccionar la gestión en su totalidad. 
(Vera A, Varela L, Macía F, 2010. El Estudio de la Percepción del Riesgo 
y Salud Ocupacional: Una Mirada desde los Paradigmas de Riesgo. 
Cienc Trab. Ene-Mar; 12 (35): 243-250).
Descriptores: PERCEPCIÓN DEL RIESGO, ENFOQUE PSICOMÉTRICO, 
TEORÍA CULTURAL, TEORÍA DE LA SOCIEDAD DEL RIESGO, 
PREVENCIÓN, GESTIÓN DEL RIESGO. 
Aldo Vera Calzaretta1, Leonardo Varela Valenzuela2, Felipe Macía sepúlveda3 
1. Psicólogo. MbA. Fundación Científica y Tecnológica ACHs. Escuela de salud Pública de la Universidad de Chile.
2. Psicólogo. Fundación Científica y Tecnológica ACHs.
3. Licenciado en Psicología. diplomado en Psicología social y de las Organizaciones. Universidad de santiago de Chile.
El Estudio de la Percepción del Riesgo y Salud Ocupacional: 
Una Mirada desde los Paradigmas de Riesgo
sTUdy OF THE PERCEPTiON OF RisK ANd OCCUPATiONAL HEALTH: A ViEW FROM THE PARAdiGMs 
OF RisK
Artículo Original | Vera Aldo
244 243/250 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 12 | NÚMERO 35 | ENERO/ MARZO 2010 | Ciencia & Trabajo
sus complejidades ameritan seguir profundizando e investigando 
de modo sistemático para realizar contribuciones que se sustenten 
en bases reales y contrastables. Por defecto, sólo circunscribiremos 
nuestra reflexión a la descripción de algunos paradigmas y sus 
posibles aplicaciones en el ámbito laboral. Las preguntas que 
orientarán nuestra reflexión, entre otras, serán: ¿Cuáles son estos 
paradigmas? ¿Cuáles son sus alcances? ¿Qué desafíos nos imponen 
para el mundo del trabajo y los ámbitos que los constituyen, a 
nivel preventivo y promocional?
Para responder a éstas se parte de la premisa que las concepciones 
paradigmáticas sobre el riesgo no tienen un carácter “a-histórico”. 
Precisamente, los paradigmas en el sentido planteado por Thomas 
Kuhn (Khun 1971) están cambiando y, por defecto, modulan la 
forma en que éstos son percibidos. No se debe perder de vista que 
los primeros esfuerzos en la conceptualización germinal del riesgo 
se circunscribieron a una esfera de índole eminentemente técnica, 
ligada ésta al desarrollo de la estadística y con un carácter estric-
tamente predictivo (Fischhoff et al. 1978; Wildavsky y Dake 1990). 
Sin embargo, hoy se puede señalar que con el fenómeno de la 
globalización y sus cambios inherentes, con los avances en la 
filosofía de las ciencias y la gran innovación tecnológica nos 
vemos enfrentados a un ámbito de transiciones y contratransi-
ciones en nuestras formas de vivir, conceptualizar e interpretar los 
fenómenos y realidades en las cuales nos insertamos. La noción de 
riesgo es uno de los tantos aspectos que merecen ser atendidos y 
sobre el cual versará el desarrollo de las ideas que se expondrán. 
No obstante, debemos explicitar –para no confundir al lector– que 
las nociones de riesgo y de percepción del riesgo en esta oportu-
nidad no serán desarrolladas en extenso, puesto que asumimos que 
son transversales al conjunto de los paradigmas y de las teorías 
abordadas.
Sólo a modo de ilustración, podemos señalar la distinción entre los 
riesgos tangibles, dentro de una lógica positivista y, los riesgos 
como construcción social amparados por la línea de pensamiento 
de los relativistas culturales. Estos van a señalar que “ningún 
riesgo es un riesgo en sí mismo”, por defecto, cualquier aspecto, 
condición, evento de la realidad podría eventualmente ser un 
riesgo para una persona, grupo, o bien para la sociedad. Luego, 
será entre estos dos extremos epistemológicos y paradigmáticos 
donde tendrá movilidad la reflexión sobre el riesgo como cons-
tructo, concepto, paradigma, teoría o macro teoría. 
Los propósitos del presente artículo, son: a) abordar brevemente 
cuál es el estado del debate metodológico en torno al riesgo; b) dar 
cuenta de los paradigmas y teorías existentes que predominan en 
el ámbito de reflexión sobre el riesgo; c) finalmente, se propone un 
esquema que intentará rescatar aquellos elementos que a nuestro 
parecer pueden contribuir a una comprensión global del riesgo en 
el mundo del trabajo y, en particular, en el ámbito de las interven-
ciones en seguridad, educación, de salud ocupacional y en la 
prevención de los riesgos laborales.
2. ¿EN QUÉ EsTÁ EL dEbATE EN TORNO AL RiEsGO?
Recientemente, en el ámbito de la sociología, Alaszewski 
(Alaszewski 2009) llamó la atención sobre el actual debate en 
torno al estudio del riesgo. El punto de partida de su reflexión es 
la interrogante: ¿Cuál es el futuro del riesgo como objeto de 
estudio en la sociología? Los temas de fondo son, por una parte, si 
la sociología debe abandonar el campo de estudio del riesgo y, por 
otra, cómo a partir de las teorías sociológicas del riesgo éste se 
aborda y se operacionaliza en el desarrollo de la investigación 
empírica. 
Judith Green en su artículo “Is it time for the sociology of health 
to abandon ‘risk’?” (Green 2009) señala lo iluso e impensable que 
sería abandonar el estudio del riesgo, pues por su utilidad sigue 
siendo un tema unificador para una diversidad de ámbitos –como 
el tecnológico, la práctica de las ciencias biomédicas, políticas 
ambientales, económicas, entre otros– y los distintos procesos en 
la toma de decisiones que se coligen con éstos. Green centra su 
análisis en dos niveles: el primero es el nivel empírico, pues consi-
dera la necesidad de establecer, si el riesgo es una forma útil de 
organización de las investigaciones respecto de lo que la gente 
diga o haga en ámbitos claves en torno a la incertidumbre, infor-
tunio o la identidad. No se debe perder de vista que estos conceptos 
referidos son parte esencial en la sociología del riesgo. Seguidamente 
nos advierte que debemos ocuparnos de estar permanentemente 
documentando los hechos desde una perspectiva “emic” (Harris 
1976). En ésta, la idea básica es rescatar la producción teórica de 
los actores en sus niveles locales de actuación, pues sólo ellos están 
facultados para validarlas. De este modo, debemos distinguir si los 
nuevos constructos que surgen desde la Teoría de la Sociedad del 
Riesgo siguen siendo útiles para pensar y afrontarnos con otro tipo 
de preguntas de investigación. 
Por lo tanto, desde la propuesta de Green los desafíos en el estudio 
del riesgo debieran enfocarse desde una perspectiva empírica 
tratando de llegar al objeto de estudio de un modo “neutral”, 
habida cuenta que reconocemos que la neutralidad es impracti-
cable. Su crítica a la investigación sociológica arraigada en una 
visión del riesgo desde una mirada construccionista obedece a que 
ella parte de la premisa que dice relación con la imposición de una 
estructura que observara los fenómenos basada en el principio de 
la circularidad no virtuosa (Green 2009). En términos simples, 
explicitar a un grupo que una investigación es sobre riesgos –inde-
pendientemente de los tipos– tomando como referente el para-
digma de riesgos, implicaría generarlo, conceptualizarlo y re-con-
ceptualizarlo. Esto, a su vez, determinará que sus comportamientos 
y formas de responder vayan en la misma dirección. La limitación 
estaría en que se genera un impedimento para vislumbrar nuevas 
formas de abordar los desafíos que nos impone nuestro entorno 
como investigadores y que, habitualmente, llamaríamos riesgos, 
pero que en la realidad de la diversidad de los fenómenos no lo 
son. 
Como contrapunto, Zinn, a pesar de compartir algunos de los 
planteamientos de Green, va a señalar que este tipo de problemas 
son inherentes a los procesos de investigación (Zinn 2009). Ella 
parte de la premisa que la realidad está socialmente construida, 
jugando el lenguaje y los procesos de comunicación un rol funda-
mental. A su parecer, el debate sobre la distinción de la dualidad 
racional/subjetivo ya estaría superado; en consecuencia, su 
apuesta será la de investigar el riesgo desde miradas distintas. Una 
solución a esto, tal vez, es la emergente triangulación metodoló-
gica. 
Éste es precisamente el contexto en que la investigación en torno 
al riesgo se va a plantear. Las concurrencias de los debates de 
orden epistemológico estarían directamente implicadas con la 
práctica, tanto en el desarrollo de la investigación como en el 
ámbito de las intervenciones. 
Luego de repasar, de modo breve pero ilustrador, algunos aspectos 
asociados al debate sociológico en torno a la investigación del 
Artículo Original | El Estudio de la Percepción del Riesgo y salud Ocupacional: Una Mirada desde los Paradigmas de Riesgo
Ciencia & Trabajo | AÑO 12 | NÚMERO 35 | ENERO / MARZO 2010 | www.cienciaytrabajo.cl | 243/250 245
riesgo, revisaremos algunas de las teorías que han incorporado el 
riesgo como elemento central en su desarrollo. Si bien nuestra 
opción ha sido brindar una mirada desde las ciencias sociales, sería 
una insensatez de nuestra parte desmerecer los aportes de otras 
ciencias y disciplinas en este campo de estudio.
Por otra parte, debemos consignar que este tipo de discusiones no 
son privativas de la sociología. Debates similares se van a encon-
trar en otrasdisciplinas de las ciencias sociales y naturales.
3. APROxiMACiONEs TEÓRiCAs-PARAdiGMÁTiCAs 
EN LA CONCEPCiÓN dEL RiEsGO
3.1. La Sociología y la Teoría de la Sociedad del Riesgo
Uno de los ámbitos de reflexión que ha proliferado con mucha 
fuerza en la sociología contemporánea, es la subdisciplina de la 
sociología del riesgo, cuya máxima expresión se ve reflejada en la 
teoría de la ‘sociedad del riesgo’ (Alaszewski 2009; Beck 1996; 
Beck 2008; Budgen 1992; Ekberg 2007; Green 2009; Zinn 2009). 
Los investigadores coinciden en reconocer como precursores de 
ésta a Ulrich Beck y Anthony Giddens. Por una parte, el primero, 
al plasmar sus ideas en su obra “The Risk Society: Thowards a new 
modernity”, provoca un gran debate trascendiendo su campo 
disciplinar. Por otra parte, Giddens hará lo mismo cuando 
reflexiona entorno al riesgo y la noción de responsabilidad frente 
a éste (Giddens 1999).
En términos generales, en la teoría de la sociedad del riesgo es 
posible diferenciar diversos aspectos. Uno de ellos es la relación del 
riesgo con la temporalidad e historicidad de los fenómenos. Tanto 
la naturaleza como la respuesta a los riesgos deben ser diferen-
ciadas dentro del proceso de evolución que transcurre desde las 
sociedades más primitivas hasta las sociedades modernas (Beck 
1992; Ekberg 2007). 
Otro de los aspectos es la contraposición entre la modernidad 
primaria-industrial y la modernidad reflexiva de la cual formamos 
parte en la actualidad y que se ha denominado la sociedad del 
riesgo. La primera, se caracteriza por la estabilidad de valores y 
atributos como la seguridad, la previsibilidad y la permanencia de 
las tradiciones heredadas (ej. posición en la clase social, los roles 
de género, matrimonio, familia, estabilidad en el empleo, desa-
rrollo de carrera y la jubilación segura). En cambio, en la segunda 
–la modernidad reflexiva– predominan aspectos como la desinte-
gración y desorientación asociada con los acontecimientos de 
destradicionalización, entendida como el abandono de las viejas 
tradiciones (Beck 1992). En parte, producto de los aspectos seña-
lados, el concepto de riesgo ha tenido cambios en su forma de ser 
visto por la sociedad y por los investigadores (Alaszewski 2009); 
éste es y será un elemento significativo que cruza de manera trans-
versal a toda la reflexión sobre la teoría de la sociedad del riesgo. 
También un aspecto distintivo se caracterizará porque los riesgos 
que acontecen en la sociedad son creados por el hombre y dada la 
complejidad de los mismos sólo pueden ser identificados y cuanti-
ficados mediante tecnicismos. El desafío para la humanidad, 
entonces, es vivir en una sociedad de riesgos incontrolables. Por lo 
tanto, la gestión de la incertidumbre pasa a tener un papel clave 
dentro de esta teoría. Hemos de vivir con la permanente preocupa-
ción debido a la complejidad de los riesgos que nos pueden afectar 
(Beck 1992; Beck 1996; Ekberg 2007).
En consecuencia, el riesgo es entendido de una manera mucho más 
amplia respecto de cómo se le conceptualiza usualmente. Los 
Fuente: Traducido de Ekberg (Ekberg 2007).
Figura 1.
Mapa Conceptual de los seis Parámetros de la sociedad del Riesgo 
de Ekberg.
teóricos de la sociedad del riesgo ampliaron el concepto tradicional 
incluyendo aspectos como la percepción subjetiva del riesgo, la 
comunicación inter-subjetiva del mismo y la experiencia social de 
vivir en un entorno o contexto de riesgo (Beck 2008; Ekberg 
2007). 
Bajo este prisma, Ekberg, basado en los postulados de Beck, en su 
artículo “The Parameters of the Risk Society: A Review and 
Exploration” propone un modelo conceptual que identifica y 
describe seis parámetros propios de la sociedad del riesgo (Ekberg 
2007). 
Como se aprecia en la Figura 1, el primero de los parámetros alude 
a la omnipresencia del riesgo y la emergencia de una conciencia 
de riesgo colectivo (The Omnipresence of Risk). El segundo, hace 
referencia a las diferentes formas de interpretación del riesgo 
(Different Understandings of Risk): éste englobará el desplaza-
miento de los riesgos naturales a los riesgos tecnológicos; la 
permanente tensión entre los riesgos reales y los riesgos cons-
truidos, como también la brecha creciente entre los riesgos actuales 
y los riesgos percibidos; la transformación de invisible a visible de 
los riesgos virtuales; y el cambio en la distribución espacial, 
temporal y demográfica del riesgo que da lugar a riesgos sin fron-
teras. En tercer término, estaría la proliferación de las definiciones 
de riesgo (The Proliferation of Risk Definitions) que van obstaculi-
zando la comunicación eficaz de riesgos. En cuarto lugar, la emer-
gencia de la reflexividad como una respuesta individual e institu-
cional para las cuestiones de riesgo y los eventos de riesgo (The 
Reflexive Orientation to Risk): En quinto lugar, la relación inversa 
entre el riesgo y la confianza (Risk and Trust), esta paradójica 
dualidad cada vez más controvertida es una clara expresión de por 
qué la ciencia y la tecnología, de modo generalizado, son objetos 
de desconfianza para la sociedad. En otros términos, el público ha 
perdido la confianza en el contenido de la ciencia, la conducta de 
los científicos y las instituciones que rigen la ciencia. Finalmente, 
estará como parámetro la política de riesgo (The Politics of Risk), 
que vincula el riesgo con el poder y conocimiento, y con los 
valores políticos de libertad, igualdad, justicia, como también los 
derechos y la democracia (Ekberg 2007).
Artículo Original | Vera Aldo
246 243/250 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 12 | NÚMERO 35 | ENERO / MARZO 2010 | Ciencia & Trabajo
El sentido que el autor desea ilustrar con esta propuesta es que el 
punto de partida de su modelo es el primer parámetro de la 
sociedad del riesgo (Omnipresencia de la sociedad del riesgo). 
Luego, el riesgo tendrá distintas caracterizaciones que estarán en 
consonancia con el desarrollo histórico cultural de las sociedades. 
Cada uno de los parámetros se va añadiendo al anterior, formando 
así un ininteligible engranaje donde el riesgo termina cumpliendo 
roles que en su naturaleza son heterogéneos. La instancia final en 
la que culmina el primer ciclo de este engranaje es la política, 
donde el riesgo es apreciado como una función de poder y actuaría 
como un catalizador para el desarrollo y transformación social. 
Luego, el circulo generará un “loop” que irá repitiendo las etapas, 
secuencialmente, con saltos cualitativos que generarán cambios de 
segundo y tercer orden; y así sucesivamente.
Con su propuesta de mapa conceptual de riesgo, Ekberg, no sólo 
ofrece un marco de referencia para la comprensión de los cambios 
en las sociedades complejas sino, además, abre una ventana para 
poder operacionalizar la Teoría Social del Riesgo y, consecuente-
mente, contrastarla empíricamente.
3.2. La Antropología y la Teoría Cultural del Riesgo
La teoría cultural del riesgo tiene sus inicios en la década de los 
80’, atribuyéndose su origen a los antropólogos Douglas y 
Wyldavsky con la publicación de su libro “Risk and Culture: An 
Essay on the Selection of Technological and Environmental 
Dangers” (Rippl 2002). Posteriormente, las contribuciones en este 
ámbito serán variadas (Marris et al. 1998; Wildavsky 1985; 
Wildavsky y Dake 1990; Wildavsky 1994).
El postulado central de esta teoría es que las personas aprenden 
determinados comportamientos, internalizan creencias, valores y 
se representan las situaciones en función del contexto social y 
cultural en el cual viven (Rippl 2002). Para comprender la cultura 
en el marco del complejo entramado social ha habido varias 
propuestas de autores que se han ocupado de generar referentes 
para la comprensión de la cultura. Por lo tanto, al aproximarnos al 
estudio del riesgo desde esta perspectiva teórica, debemos 
comprender y someter a consideración qué es el riesgo y su 
percepción, cómo, a su vez, los correlatos emocionales de éstos son 
productos de los propios contextos sociales y culturales.Es en este 
entramado sociocultural que los individuos deberán hacer sus 
elecciones respecto de los distintos objetos y sujetos de riesgo. 
La teoría cultural concibe el riesgo de una forma concreta en la 
sociedad moderna: el riesgo de la cultura será equiparado con tipos 
de amenazas que coaccionan tanto la individualidad como a los 
grupos dentro de una sociedad; que una persona de manera indi-
vidual o un grupo de personas vivan un determinado fenómeno 
como un riesgo dependerá de múltiples causas, todas ellas relacio-
nadas con su posición sociocultural. Douglas (Douglas y Wildavsky 
1982) argumenta que no hay un acuerdo único para la evaluación 
de potenciales amenazas globales, pues diferentes grupos y sus 
visiones sobre la naturaleza de la amenaza van a competir; un 
ejemplo de esto es el calentamiento global, percibido por distintos 
grupos y sociedades que habitan en el planeta de diferente manera, 
evaluando diversamente las consecuencias de éste en tanto poten-
cial riesgo para su sobrevivencia. 
En un intento por seguir comprendiendo y explicando los compor-
tamientos y actitudes que las personas tienen o escenifican ante el 
riesgo, la perspectiva cultural ha añadido nuevas dimensiones a 
dicho concepto. Así, se plantea que las creencias y valores compar-
tidos por determinados grupos (sociales y culturales) influyen en la 
selección de lo que se considera o no como riesgo, de tal manera 
que las personas de estos grupos se preocupan especialmente de 
aquellos acontecimientos que podrían afectar o poner en peligro 
sus sistemas de creencias o valores, su manera de entender y de 
vivir las relaciones sociales. Cada grupo social selecciona (inadver-
tidamente) los riesgos que “quiere” temer, con la finalidad de dar 
coherencia a su forma de vivir y a sus propios valores e ignora el 
resto de los posibles riesgos que pueden ser relevantes para otros 
grupos sociales. 
3.3. La Psicología Sociocognitiva y el Paradigma 
Psicométrico del Riesgo
En el ámbito de la psicología, la psicología social cognitiva será el 
soporte para el desarrollo del paradigma psicométrico del riesgo. 
Su origen se atribuye a Fischhof y colaboradores (Sjöberg 2000), 
cuando a fines de la década de los 70’ publican su artículo “How 
Safe Is Safe Enough? A Psychometric Study of Attitudes Towards 
Technological Risks and Benefits” (Fischhoff et al. 1978). Estos 
autores –frente a las observaciones de los economistas en torno a 
patrones aceptables de transacciones de riesgo/beneficio– deciden 
explorar si esos mismos patrones se presentan al usar técnicas 
alternativas, ajenas a la economía. Así, aplicando los procedi-
mientos del campo de la psicometría para dar cuenta de la percep-
ción de riesgo, el margen de riesgo aceptable, y su beneficio 
percibido, logran instalar y fundar el paradigma psicométrico del 
riesgo.
Luego se desarrollarán distintos tipos de estudios sobre el riesgo, 
donde el nodo articulador de éstos será los procesos cognitivos 
frente al riesgo. A modo de ilustración podemos señalar algunos 
estudios que se ocupan de esclarecer cuáles son los procesos cogni-
tivos en juego en el ámbito de la toma de decisiones (Beroggi y 
Wallace 1994). Otro ejemplo son aquellos estudios que se ocupan 
de esclarecer cómo operan los mapas cognitivos de las personas al 
percibir el riesgo frente a distintas amenazas, en contraposición al 
estudio sólo de la percepción de riesgo. Un aspecto relevante en 
esta área es que los mapas cognitivos permitirían dar cuenta de por 
qué diferentes personas que perciben una misma amenaza 
ponderan el riesgo de modo diferente (Siegrist et al. 2005). 
Podemos decir entonces que, desde el paradigma psicométrico del 
riesgo, el interés va a estar centrado en cuáles son los mecanismos 
y procesos cognitivos que subyacen a la percepción del mismo. La 
psicología social cognitiva hará grandes contribuciones al estudiar 
aspectos como los sesgos cognitivos, los mecanismos de afronta-
miento de problemas, los procesos de toma de decisiones, las 
atribuciones de causalidad frente a situaciones de adversidad, o a 
situaciones que se deben anticipar. Todos aspectos con amplia 
aplicación a diversos ámbitos del quehacer social. 
Desde el sentido común parece evidente que frente a aquellas 
situaciones de riesgo y de no riesgo debemos estar permanente-
mente resolviendo problemas y tomando decisiones. En otros 
términos, estaríamos en procesos permanentes de negociación. 
A nivel de procesos cognitivos, Kahneman y Tversky han plan-
teado que para resolver problemas, los seres humanos utilizamos 
principalmente dos tipos de reglas: los algoritmos y los heurísticos. 
También hay evidencia de que las personas tomamos decisiones 
adecuadas en situaciones sencillas; pero, por otro lado, se dan 
situaciones en que las personas tienden a tener un exceso de 
confianza en sus juicios y cometen errores en situaciones que les 
parecen sencillas (Carretero 1984). 
En la misma línea, Slovic y cols. (Slovic et al. 2004) señalan que 
los seres humanos utilizan dos mecanismos para comprender el 
riesgo: el sistema analítico y el sistema experiencial. El primero 
Artículo Original | El Estudio de la Percepción del Riesgo y salud Ocupacional: Una Mirada desde los Paradigmas de Riesgo
Ciencia & Trabajo | AÑO 12 | NÚMERO 35 | ENERO / MARZO 2010 | www.cienciaytrabajo.cl | 243/250 247
opera sobre la base de la aplicación de algoritmos y reglas, permi-
tiendo estimar el riesgo bajo parámetros lógicos. Éste método 
requiere un control de la conciencia y como proceso es más lento. En 
cambio, el segundo se caracteriza por ser intuitivo, rápido, no muy 
accesible a la conciencia y relativamente automático (Tabla 1). Este 
último, permitió en gran parte la supervivencia de la raza a lo largo 
de la historia y aún está presente, siendo un puente entre la evalua-
ción de las experiencias y las emociones. Además, cabe señalar que 
ambos sistemas poseen relaciones muy complejas entre sí. Sobre este 
tema se ha demostrado que el razonamiento analítico no puede ser 
efectivo al menos que esté guiado por emociones y afectos; por 
consecuencia, para el campo de la gestión del riesgo y planes de 
prevención no se puede esperar que sólo usando números, gráficos o 
cálculos monetarios –enfoque cuantitativo- se logren los cambios 
esperados, a menos que éstos estén apoyados por implicancias 
emocionales (Slovic et al. 2004).
Fuente: Traducido de slovic et al. (slovic et al. 2004)
Tabla 1.
Comparación entre el sistema Experiencial y Analítico.
Sistema Experiencial Sistema Analítico
1. Holístico 1. Analítico
2. Afectivo: Orientación Placer-dolor 2. Lógico: Orientación racional
3. Conexiones asociacionistas 3. Conexiones lógicas
4. Comportamiento mediado por 4. Comportamiento mediado por
 “vibraciones” de experiencias evaluaciones conscientes de los 
 pasadas acontecimientos.
5. Realidad codificada en imágenes 5. Realidad codificada en símbolos
 concretas, metáforas y narrativas abstractos, palabras y números.
6. Procedimiento más rápido: 6. Procesamiento más lento:
 orientado hacia la acción inmediata orientado hacia la acción retrasada
7. Validez de auto evidencia: 7. Requiere justificación mediante
 creer en lo vivido lógica y evidencia
El modelo psicométrico se sustenta en una concepción conductual 
-cognitiva, donde los riesgos y su percepción están en función de los 
atributos de los peligros. Así, este paradigma se concentra en las 
percepciones individuales del riesgo más que en aspectos del 
ambiente social y cultural como componentes del contexto donde se 
da la percepción del riesgo (Sjöberg 2000). Técnicamente, este 
enfoque supone que con un buen diseño de investigación e instru-
mentos de medición adecuados estos factores podrían ser cuantifi-
cados y cualificados.
Según Almaguer esta perspectiva paradigmática del riesgo va a 
perseguir objetivos como (Almaguer 2008): “Traducir los conceptos 
teóricos a indicadores mediante la operacionalización de constructos; 
Aportar una lógica que posibilitala construcción de técnicas que 
evalúan rasgos psicológicos, psicosociales o ambientales de los 
sujetos; facilitar la articulación entre el discurso teórico y la aplica-
ción práctica de los fenómenos psicológicos”. (Página 8)
4. PROPUEsTA dE UN EsQUEMA dE ANÁLisis dE LA 
PREVENCiÓN dE RiEsGOs LAbORALEs EN FUNCiÓN 
dE LA iNTEGRACiÓN dE diFERENTEs MiRAdAs 
PARAdiGMÁTiCAs
En los apartados precedentes hemos revisado brevemente tres aproxi-
maciones teóricas que se han ocupado de abordar el riesgo y su 
percepción, ya sea como sujeto u objeto de estudio. A continuación, 
proponemos un esquema que permita diferenciar distintos niveles de 
análisis del riesgo y de su percepción, llegando a una integración de 
estos niveles y, por defecto, cómo éstos podrían tener implicancias 
para la comprensión de las prácticas en el ámbito de la prevención 
de los riesgos laborales.
Como punto de partida, queremos explicitar aquellos supuestos que 
nos llevaron a plantear el desafío de desarrollar este monográfico, 
tanto por nuestro acercamiento conceptual al tema como por nuestra 
propia experiencia y lo recabado en conversaciones con expertos en 
la materia.
El primero de los supuestos del cual partimos -y podríamos decir que 
nace básicamente de nuestra intuición- es que las prácticas en el 
ámbito de la prevención de riesgos laborales adolecen, aunque no 
completamente, de marcos de referencias conceptuales que sean 
explícitos e integradores a diferentes niveles de análisis. Aquí, 
entonces, ofrecemos una breve reseña de dichos marcos concep-
tuales.
El segundo supuesto, es que los referentes conceptuales sobre los 
cuales se basan los distintos programas de prevención de riesgo 
laboral se han focalizado especialmente en microteorías o teorías de 
alcance medio, sin considerar las miradas de las teorías macroso-
ciales. 
El tercer supuesto es que, al realizar una lectura desde macroteorías, 
es decir, teorías que intentan explicar el funcionamiento de la 
sociedad o bien de sistemas sociales complejos amplios, es posible 
distinguir como incluirán a los distintos subsistemas que los consti-
tuyen o micro sistemas –también complejos–, siendo uno de ellos las 
organizaciones del mundo del trabajo. Las características de estos 
van a influir en los subsistemas, siendo uno de éstos las organiza-
ciones del mundo del trabajo.
El cuarto supuesto, muy relacionado al anterior, se basa en la 
evidencia que sugiere que el funcionamiento y los atributos de los 
sistemas sociales traspasar los límites de los subsistemas que los 
constituyen; de este modo, las teorías macrosociales generan un 
encuadre de cómo están funcionando las sociedades y, en conse-
cuencia, asumimos que este tipo de funcionamiento a nivel societal 
y cultural permeará los límites de los subsistemas que lo constituyen. 
Dicho de otro modo, las formas de organización social en una 
sociedad y su cultura van a permear las formas de organización 
social y cultural a nivel de las microorganizaciones. 
Sobre la base de los supuestos señalados es que queremos evaluar y 
describir cuáles son los alcances que nos ofrecen los distintos niveles 
de análisis que se desprenden de las teorías y paradigmas revisados. 
Para este efecto se propone el siguiente esquema comprensivo (ver 
Figura 2). Un primer nivel de análisis que debemos tener en consi-
deración, corresponderá con los planteamientos de las teorías 
macrosociales, a saber, teoría social del riesgo y la teoría cultural 
del riesgo. El desafío que se nos plantea, es saber, qué elementos 
de estas macroteorías podrían estar presentes en las organizaciones 
laborales y, a su vez, si estos son considerados en las prácticas de 
la prevención de riesgo, la gestión del riesgo, la comunicación del 
riesgo. Por lo tanto, no basta sólo precisar que estamos expuestos 
al riesgo, y por defecto, que en las organizaciones deben estar 
presentes los elementos de seguridad para prevenir éste. El desafío 
está en añadir a los actuales modelos de intervención factores 
personales –como el manejo de la incertidumbre, la incontrolabi-
lidad de los riesgos–, en tanto construcciones sociales que pueden 
impactar en los índices de accidentabilidad de una organización. 
Un claro ejemplo, es la distinción entre organizaciones con 
concepciones culturales del riesgo y su prevención y aquellas 
donde la comprensión e intervención del riesgo se reduce al 
ámbito sólo del comportamiento. 
Artículo Original | Vera Aldo
248 243/250 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 12 | NÚMERO 35 | ENERO / MARZO 2010 | Ciencia & Trabajo
Un segundo nivel de análisis, estará dado por el nivel microsocial, a 
saber, el análisis del riesgo y su percepción en cada uno de los 
contextos y subsistemas que forman parte de este gran sistema social. 
Al respecto, una mirada, como lo hemos señalado previamente, la 
ofrece el paradigma psicométrico. El paradigma psicométrico es sin 
duda la mirada que ha tenido más éxito dentro de las organizaciones, 
producto que ha sabido operacionalizar el riesgo de una manera 
concreta y medible, con indicadores confiables, lo que ha permitido 
llevar a cabo un sin número de investigaciones y poder hablar de 
progreso dentro de la gestión del riesgo. Precisamente de aquí se 
desprenden las intervenciones y todas las evaluaciones que habitual-
mente se llevan a cabo en la práctica, ya sea a través de la educación, 
promoción y de la prevención. Un ejemplo, han sido todas las tradi-
ciones en gestión del riesgo y comunicación del riesgo. En este nivel 
se recomienda indagar e investigar acerca de cómo integrar los 
aspectos que se desprenden las macro teorías a aspecto de las micro-
teorías. Una pregunta de fondo sería: Si las organizaciones laborales 
son sistemas abiertos, ¿en el ámbito de la prevención de accidentes y 
de enfermedades profesionales a nivel microsocial podemos incor-
porar miradas de las teorías macrosociales? ¿Cuál podría ser el rol de 
las propuestas macroteóricas en la prevención de accidentes laborales 
y enfermedades profesionales? 
Un tercer nivel de análisis se dará al interior del ámbito microso-
cial y sus distintos sub niveles de análisis: el organizacional 
propiamente tal, el grupal, y el individual, los cuales tienen corre-
lato con los niveles antes descritos. Si queremos explicar el riesgo 
debemos tener en consideración que éste tiene siempre correlatos 
en la cultura organizacional. No obstante, como las organizaciones 
laborales son sistemas abiertos a la información externa, sus 
culturas son permeadas por las culturas nacionales y las culturas 
globales, sobre todo gracias al fenómeno de la globalización, por 
lo que las practicas de la prevención de riesgos necesariamente 
deben tomar en cuenta elementos de lo macrosocial. Esto nos 
invita a precisar y esclarecer cómo es el proceso a través del cual 
lo macrosocial se integra con lo microsocial. Una pregunta que nos 
debemos plantear sobre lo anterior en futuras investigaciones 
empíricas es, cómo la cultura impacta las prácticas de la preven-
ción en las organizaciones de trabajo o laborales, pues, su 
respuesta es una pieza clave en la comprensión de la percepción 
del riesgo y donde, sin duda, existe un gran vacío.
Cabe señalar que se reconoce que el paradigma psicométrico es el 
modelo dominante con un gran aporte al área de la investigación 
y práctica. Por lo tanto, el esquema acá propuesto no posee como 
finalidad sustituirlo, sino más bien dar la mirada integradora y 
Figura 2.
Propuesta de esquema para el análisis del riesgo.
ORGANiZACÍON LAbORAL
Organización - Cultura
Primer
Nivel
Segundo
Nivel
Tercer
Nivel
R
I
E
S
G
O
y
P
E
R
C
E
P
C
I
Ó
N
D
E
L
R
I
E
S
G
O
Promoción
Prevención
Educación
Grupo
individuo
1o nivel
2o nivel
3o nivel
MACRO-SOCIAL
MiCRO-sOCiAL
Teoría Psicométrica
Riesgo Percepción del Riesgo
Teoría
sociedad
Riesgo
Teoría
Culturalista
Artículo Original | El Estudio de la Percepción del Riesgo y salud Ocupacional: Una Mirada desde los Paradigmas de Riesgo
Ciencia & Trabajo |AÑO 12 | NÚMERO 35 | ENERO / MARZO 2010 | www.cienciaytrabajo.cl | 243/250 249
reflexiva desde otros campos de estudios y proponer una mixtura 
que contribuya a complementarlo y potenciar una comprensión 
global del riesgo y su percepción.
CONCLUsiÓN
A partir de la revisión realizada se desprende la importancia de 
articular las miradas macrosociales con las miradas microsociales 
y a su vez, integrar las múltiples teorías de alcance medio con las 
miradas individuales respecto de la percepción del riesgo. Esta 
necesidad de articulación surge a partir del debate que existe en 
torno de la noción de la gestión de riesgo, tal como lo hemos 
desarrollado anteriormente. 
Cuando se habla del riesgo y su percepción, se dejan pasar muchos 
aspectos que resultan de importancia para comprender el fenó-
meno: por ejemplo, es común pensar que el riesgo sólo tiene que 
ver con lo objetivable, pero es necesario considerar la tradición que 
remarca también aquellos riesgos más intangibles. También se 
deben resaltar las explicaciones que nos entregan ciertos para-
digmas sobre el comportamiento riesgoso, y tener presente que 
siempre las medidas o instrumentos que se utilizan para evaluar 
estos aspectos son incapaces de abarcar la complejidad del ser 
humano enfrentado al trabajo y que evalúa los riesgos, incerti-
dumbres, etc. desde su propio razonamiento.
Por otra parte, uno de los desafíos para la salud ocupacional en 
términos generales es desarrollar buenos ceños de la efectividad de 
las intervenciones que ocurren en el ámbito de la prevención en 
las empresas. Tenemos la convicción de que en la medida de que 
conozcamos los mecanismos que subyacen y refuerzan la conducta 
preventiva vamos a poder desarrollar mejores acciones. Estudios 
realizados en sistemas educacionales han demostrado que la 
implementación de programas exitosos de prevención planteaban 
un vínculo entre las metas o misiones de la organización –en este 
caso la escuela o distrito–, el apoyo constante de los directores de 
escuela, y un equilibrio general de apoyo de los nuevos adminis-
tradores (Gager y Elias 1997); estos factores son especialmente 
relevantes cuando hablamos de variables o dimensiones que tienen 
que ver con lo humano e intangible.
Dentro de las organizaciones y de la gestión de la prevención de 
riesgos es indispensable tener en cuenta el carácter dual de la 
percepción del riesgo, que integra principalmente el factor socio-
cultural e individual. Que la intervención en los procesos de 
prevención de riesgo debe realizarse desde la cultura de una orga-
nización y para que esta prevención sea parte de la identidad de la 
organización. 
En este sentido, el liderazgo de las intervenciones debe ser activo 
y estimulante en cuanto a seguir las recomendaciones de los 
encargados directos de la prevención. En la misma línea, las inter-
venciones deben ser claras y sin ambigüedades, explicitando el 
interés organizacional de evitar accidentes laborales. No es gratuito 
que, más allá de todo lo que se ha investigado, las intervenciones 
más exitosas son las que han estado al alero de la gestión del 
riesgo (Risk Management) y de la comunicación del riesgo (Risk 
Comunication); por lo tanto, nuestro propósito no es manifestar 
cómo hay que hacer las cosas, sino ampliar la mirada para decir si 
lo que planteamos tiene asidero o no.
Creemos que dentro de los avances producidos en torno al riesgo 
es importante rescatar las intervenciones exitosas, reforzarlas y 
mejorarlas. Un ejemplo de esto son los progresos respecto de la 
comunicación del riesgo, los cuales han tomado en cuenta los 
factores culturales. Dentro de éstos destacamos el trabajo hecho en 
EE.UU., donde la “Risk Comunication” ha resaltado la autonomía 
como un valor existente dentro de la cultura de los trabajadores en 
dicha nación. Otra variable a tener en cuenta es que no todas las 
organizaciones y rubros son los mismos, los riesgos y enferme-
dades laborales de las distintas organizaciones varían y, por tanto, 
la prevención debe adaptarse a cada lugar de trabajo. 
Consideramos que no basta con saber cómo se mide la percepción 
del riesgo si no conocemos cómo ésta impacta en el comporta-
miento de los propios trabajadores. Para modificar las conductas 
asociadas a estas percepciones se debe conocer la cultura organi-
zacional del nicho a intervenir.
En conclusión, en la práctica tanto investigativa como de prevención 
es vital aunar las miradas cuantitativas y cualitativas con el fin de 
mejorar la gestión del riesgo en su conjunto, tal como nos demuestra 
Marris (Marris et al. 1998), quien mezcló ambas formas de investiga-
ción encontrando correlaciones bajas entre los prejuicios y las 
percepciones de riesgo, pero cada uno de los sesgos se asociaban con 
la preocupación acerca de los tipos de riesgos. Se sugiere que una 
mezcla de metodologías de investigación cualitativa y cuantitativa 
puede generar una mejor información detallada sobre quién podría 
defender su visión del mundo y en qué circunstancias. 
Con todo queda a discreción del lector que aspectos considera rele-
vantes de integrar en la práctica de la prevención de riesgos 
labores.
Artículo Original | Vera Aldo
250 243/250 | www.cienciaytrabajo.cl | AÑO 12 | NÚMERO 35 | ENERO / MARZO 2010 | Ciencia & Trabajo
Alaszewski A. 2009. The future of risk in social science theory and research. 
Health Risk soc. 11(6): 487-492.
————.Aaron y Karl dake. 1990. Theories of risk perception: who fears what and 
why?. American Academy of Arts and sciences (daedalus). 119(4) (1990): 
41–60
beck U. 1992. From industrial society to the risk society: questions of survival, 
social structure and ecological enlightenment. Theory Cult soc. 9(1): 
97-123.
————.1996. World risk society as cosmopolitan society?: ecological questions 
in a framework of manufactured uncertainties. Theory Cult soc. 13(4): 
1-32.
————.2008. World at risk: the new task of critical theory. development and 
society 37(1): 1.
beroggi GE, Wallace WA. 1994. Operational risk management: a new paradigm 
for decision making. iEEE Transactions on systems, Man, & Cybernetics. 
24(10): 1450-1457.
budgen Pj. Why risk analysis? in: Proceedings of the Risk Analysis Methods and 
Tools, iEE Colloquium on, 1992. 2/1-2/4.
douglas M, Wildavsky A. 1982. Riesgo y cultura: un ensayo sobre la selección 
de los tecnológicos y los peligros ambientales, berkeley, California 
University Press.
Ekberg M. 2007. The parameters of the risk society: a review and exploration. 
Curr sociol. 55(3): 343-366.
Fischhoff b, slovic P, Lichtenstein s, Read s, Combs b. 1978. How safe is safe 
enough?: a psychometric study of attitudes towards technological risks 
and benefits. Policy sci. 9(2): 127-152.
Gager Pj, Elias Mj. 1997. implementing prevention programs in high-risk envi-
ronments: Application of the resiliency paradigm. Am j Orthopsychiatry. 
67(3): 363-373.
Giddens A. 1999. Risk and responsibility. Mod Law Rev. 62(1): 1-10.
Green J. 2009. Is it time for the sociology of health to abandon 'risk'?. Health 
Risk soc. 11(6): 493-508.
Harris M. 1976. History and significance of the EMiC/ETiC distinction. Annual 
Review of Anthropology 5(1): 329-350.
Khun T, ed. 1971. La estructura de las revoluciones científicas. Fondo de Cultura 
Económica. 
Marris C, Langford IH, O'Riordan T. 1998. A Quantitative Test of the Cultural 
Theory of Risk Perceptions: Comparison with the Psychometric Paradigm. 
Risk Analysis 18(5): 635-647.
Rippl s. 2002. Cultural theory and risk perception: a proposal for a better measu-
rement. journal of Risk Research 5(2): 147 - 165.
siegrist M, Keller C, Kiers HAL. 2005. A New Look at the Psychometric Paradigm 
of Perception of Hazards. Risk Analysis 25(1): 211-222.
sjoberg L. 2000. Factors in Risk Perception. Risk Analysis 20(1): 1-12.
slovic P, Finucane ML, Peters E, MacGregor dG. 2004. Risk as Analysis and Risk 
as Feelings: some Thoughts about Affect, Reason, Risk, and Rationality. Risk 
Analysis 24(2): 311-322.
sowby Fd. 1965.Radiation and Other Risks. [Article]. Health Physics september 
11(9): 879-887.
starr C. 1969. social benefit versus Technological Risk. science 165(3899): 
1232-1238.
————. 1994. Why self-interest means less outside of a social context: cultural 
contributions to a theory of rational choices. j Theor Polit. 6(2): 131-159.
Wildavsky A. 1985. A cultural theory of expenditure growth and (Un)balanced 
budgets. j Public Econ 28(3): 349-357.
Wildavsky A, dake K. 1990. Theories of Risk Perception: Who Fears What and 
Why? daedalus [serial online]Available from: Platinum Periodicals Accessed 
March 22, 2010(document id: 1612822 119:41).
Wildavsky A. 1994. Why self-interest Means Less Outside of a social Context: 
Cultural Contributions to a Theory of Rational Choices. journal of 
Theoretical Politics 6(2): 131-159.
Zinn jO. 2009. The sociology of risk and uncertainty: A response to judith 
Green's 'Is it time for the sociology of health to abandon "risk"?'. Health, 
Risk & society 11(6): 509-526.
REFERENCiAs
View publication stats
https://www.researchgate.net/publication/44204605

Continuar navegando