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La Responsabilidad Social un Componente Esencial de la Formación

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Santa Clara University
Scholar Commons
Teacher Education, Preperation, and Advanced
Studies School of Education & Counseling Psychology
1-2016
La Responsabilidad Social, un Componente
Esencial de la Formación en un Programa de
Química Ambiental
Liliana Caycedo Lozano
Diana Marcela Trujillo Suárez
Sara Soledad Garcia
Santa Clara University, sgarcia@scu.edu
Follow this and additional works at: http://scholarcommons.scu.edu/tepas
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Article in Spanish, abstract in English, Spanish, and Portuguese.
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Recommended Citation
Lozano, L. C., Suárez, D. M. T., & García, S. S. (2016). La Responsabilidad Social, un Componente Esencial de la Formación en un
Programa de Química Ambiental. MISIÓN JURÍDICA Revista de Derecho Y Ciencias Sociales, 10(Enero-Junio), 223–231.
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223
LA RESPONSABILIDAD SOCIAL, UN 
COMPONENTE ESENCIAL DE LA FORMACIÓN 
EN UN PROGRAMA DE QUÍMICA AMBIENTAL*
COMMITMENT AND SOCIAL RESPONSIBILITY, 
ESSENTIAL COMPONENTS WHEN TRAINING 
FOR AN ENVIRONMENTAL CHEMISTRY 
PROGRAMME
RESPONSABILIDADE SOCIAL, COMPONENTE 
ESSENCIAL DA FORMAÇÃO EM UM 
PROGRAMA DE QUÍMICA AMBIENTAL
* Artículo de investigación 
a. Magister en Docencia de la Química, UPN; Licenciada en Química, UPN.
b. Bacterióloga y Laboratorista Clínico, UCMC
c. Educational Psychology University of California Santa Barbara CA; M. Ed. Reading and 
Language Development Graduate School of Education University of California at Los 
Angeles, CA
Liliana Caycedo Lozanoa
lcaycedo@unicolmayor.edu.co
Diana Marcela Trujillo Suárezb
diana.trujillo@unicolmayor.edu.co
Sara Soledad Garcíac
sgarcia@scu.edu
Fecha de recepción: 15 de noviembre de 2015
Fecha de revisión: 2 de diciembre de 2015
Fecha de aceptación: 12 de diciembre de 2015
RESUMEN
La complejidad de la situación ambiental actual en Colombia 
requiere de profesionales preparados, de manera integral, para 
superar los efectos de los paradigmas metodológicos tradicionales de 
enseñanza y aprendizaje. El profesional debe tener una comprensión 
conceptual de la naturaleza como un sistema de sistemas, que incluyen 
seres humanos. El futuro del planeta, por necesidad, no sólo se centrará 
en las "buenas prácticas", la educación que se requiere debe tener en 
cuenta la interconexión de todos los sistemas del entorno; así como un 
plan que incluya una visión que armonice el equilibrio entre todos los 
elementos naturales, mediante un enfoque interdisciplinario. 
Lo anterior encaminado a la transformación en el pensamiento 
y un cambio de actitud que logre la inclusión de la responsabilidad 
social en los objetivos educativos dirigidos a todos los sectores 
MISIÓN JURÍDICA
Revista de Derecho y Ciencias Sociales
Bogotá, D.C. (Colombia)
Colaboradores Externos Nacionales 
Núm. 10 Año 2016 
Enero - Junio, pp. 223 - 231
ISSN 1794-600X 
224
LA RESPONSABILIDAD SOCIAL, UN COMPONENTE ESENCIAL DE LA FORMACIÓN EN UN PROGRAMA 
DE QUÍMICA AMBIENTAL
Caycedo L., Trujillo D., Soledad S.
de la sociedad. Estos son los componentes 
esenciales de la pedagogía que, desde la 
educación superior, requiere un paradigma de 
la educación ambiental transformadora. Todos 
estos factores se incluyen en esta investigación, 
que dio como resultado una propuesta para la 
preparación de individuos en un programa de 
Química Ambiental, cuyo objetivo inmediato es 
la construcción del manejo ecológico eficiente 
con una mentalidad basada en la comunidad 
cooperativa, que incluye tanto fuerzas 
ambientales como sistemas holísticos.
PALABRAS CLAVE
Formación, Química Ambiental, Compromiso, 
Responsabilidad social, Educación Superior. 
ABSTRACT
The complexity of the current environmental 
situation in Colombia requires professionals 
integrally trained with the guidelines of 
transformation aimed at overcoming the effects 
of traditional methodological paradigms of 
teaching and learning. The professional should 
have a conceptual understanding of nature as a 
system of systems, which include human beings. 
The future of the planet needs not to focus only 
on "good practices", such required education is 
to consider the interconnection of all systems of 
the environment; as well as a plan that includes 
a vision that harmonizes the balance between all 
the natural elements through an interdisciplinary 
approach to transform thinking and an attitude 
to achieve the inclusion of social responsibility 
in educational objectives aimed at all sectors of 
society. These are the essential components of 
pedagogy that from higher education requires 
a paradigm of transformative environmental 
education. Therefore, all these factors are 
included in this proposal for the preparation 
of individuals in a program of Environmental 
Chemistry whose immediate objective is the 
construction of efficient ecological management 
with a mentality based on the cooperative 
community, including environmental forces as 
holistic systems.
KEY WORDS
Academic training, environmental chemistry, 
commitment, social responsibility, higher 
education. 
RESUMO 
A complexidade da situação ambiental atual 
na Colômbia exige profissionais treinados de 
forma holística, para superar os efeitos de 
paradigmas metodológicos tradicionais de 
ensino e aprendizagem. O profissional deve ter 
uma compreensão conceitual da natureza como 
um sistema, incluindo os seres humanos. O 
futuro do planeta, por necessidade, não apenas 
se concentrará em "boas práticas"; a educação 
requerida deve levar em conta a interdependência 
entre todos os sistemas do ambiente, como um 
plano com uma visão que promova o equilíbrio 
entre todos os elementos naturais, por meio de 
uma abordagem interdisciplinar.
Visa à mudança de pensamento e atitude que 
gere a inclusão da responsabilidade social em 
objetivos educacionais destinados a todos os 
setores da sociedade. Estes são os componentes 
essenciais da pedagogia, que desde o ensino 
superior exige um paradigma de educação 
ambiental transformadora. Todos estes fatores 
são abordados nesta pesquisa, resultando em uma 
proposta para a preparação de indivíduos em um 
programa de química ambiental, cujo objetivo 
imediato é a construção de uma eficiente gestão 
ecológica, com uma mentalidade baseada na 
comunidade cooperativa, que abrange tanto as 
forças ambientais como os sistemas holísticos.
PALAVRAS-CHAVE
Formação, química ambiental, compromisso, 
responsabilidade social, ensino superior.
INTRODUCCIÓN
Lo ambiental se ha tornado en un espacio en 
el que confluyen profesionales con argumentos 
de formación provenientes de diferentes 
campos del conocimiento, por lo tanto, siendo 
la Química una de las fuentes de esta formación 
y simultáneamente una ciencia natural, cabe 
preguntarse si en nuestro entorno es pertinente 
proponer un programa de formación a nivel de 
educación superior que asuma específicamente la 
conceptualización en Química Ambiental. 
Al tomar como punto inicial al individuo,se 
observa la capacidad ya inherente de aquellas 
actividades implícitas en el marco social en las 
que se desenvuelve. Es así como el ser interactúa 
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ISSN 1794-600X Número 10 Enero - Junio de 2016
con su alrededor y con los diferentes elementos 
que inciden en sus actividades; ejemplo de ello 
es la reacción de la persona ante circunstancias 
que algunas veces, solo por desconocimiento, 
conllevan a la toma de decisiones no acertadas 
que afectan su entorno.
La complejidad de la situación ambiental 
actual, reclama profesionales formados 
holísticamente y con directrices que superen lo 
puramente metodológico y lo conceptual. En este 
orden de ideas, se requieren personas que no se 
centren únicamente en las “buenas prácticas” sino 
que tengan como horizonte la armonización y la 
comprensión de los procesos naturales, factor en 
el que es imprescindible la formación en Química. 
Si el objetivo es formar personas con actitudes, 
y formas de pensar intencionadas y responsables, 
que permitan una relación de equilibrio con 
el medio ambiente, se hace necesario generar 
espacios afectivos, emocionales y conceptuales 
que contribuyan a la formación ambiental 
integrada, dentro de la cual se considere lo 
científico y disciplinar de la química.
El propósito del profesional en áreas 
ambientales va enfocado a la toma de decisiones 
eficientes y oportunas ante las situaciones que 
se presenten y, por otro lado, a establecer planes 
de acción que de una manera prospectiva eviten 
más desequilibrios ambientales. En los siguientes 
párrafos se proponen algunas acciones de la 
dinámica de aprendizaje que deben considerarse 
y que muestran la necesidad de la formación en 
Química en nuestro contexto.
DESARROLLO Y DISCUSIÓN
Formación axiológica, el compromiso y 
la responsabilidad social 
Para crear un plan de aprendizaje holístico 
se requiere tomar en cuenta la trascendencia 
de la pedagogía en el desarrollo humano y 
la inseparabilidad del individuo con la vida 
social en los ambientes de desarrollo formal. 
El concepto de la “zona de desarrollo próximo 
o potencial” propone que los individuos 
activos deben ser la unidad y/o el enfoque 
del estudio para dicho desarrollo (Vygotsky, 
1997, 1996) y puede servir como concepto 
holístico del proceso de aprendizaje. Según 
Moll, (1991) este concepto denota el hecho de 
que no existe nada “natural” en los ambientes 
de escolarización; estos ambientes son, sin 
duda, creaciones sociales; están construidos 
socialmente y se pueden cambiar también a 
través de la acción social (Moll,1991, p. 29). 
Igualmente, la teoría vigotskiana nos indica 
que hay que pensar en el grupo de aprendizaje 
como un consenso homogeneizador, es 
imprescindible tomar en cuenta las diferencias 
individuales, las cuales son activamente 
eliminadas para poder desarrollar una meta 
común. La meta y las áreas comunes mantienen 
el trabajo distribuido en un sistema, en 
tanto las relaciones interpersonales de los 
individuos que activamente se integran en el 
equipo de trabajo, regulan naturalmente el 
equilibro. El deseo de los individuos de dejar 
a un lado sus diferencias, sea cuales fueren sus 
semejanzas, es lo más importante en la unidad 
grupal. Según Putnam (1988, citado en Frawley, 
op. cit.) la intersubjetividad, combinada con 
la conciencia al servicio de la resolución de 
problemas requiere del trabajo colectivo, el 
cual retiene la diversidad y las diferencias 
de los individuos; el desarrollo procede a 
través de la diferenciación y del contraste, no 
mediante la reproducción de similitudes.
El axioma principal es que el conocimiento, 
especialmente relacionado con el ambiente 
natural, es construido de modo social y es parte 
de la cultura que no podemos ignorar, pues 
está incrustado en la historia y agudamente 
expone que la dinámica de la práctica, surge 
de la interdependencia de la actividad social 
y los procesos individuales (especialmente el 
lenguaje y pensamiento). De tal forma, nos lleva 
al nivel de la co-construcción de conceptos, 
herramientas y artefactos necesarios para 
lanzar nuevas metas de cambio en nuestro 
modo de darle seguimiento a la exploración de 
nuevos conocimientos ambientales.
John-Steiner (2000), a su vez estudioso de 
Vygotsky, lleva la noción de la “zona de desarrollo 
próximo”, a la esfera emocional, y propone que 
en la interacción con otros más capaces, los 
individuos pueden llegar más allá de su nivel 
existente de desarrollo. El trabajo colaborativo 
requiere una dependencia y apoyo mutuo de 
otras personas con más o con similares niveles de 
conocimiento y experiencia. Es esencial adaptar 
el postulado de John-Steiner (2000), en relación 
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LA RESPONSABILIDAD SOCIAL, UN COMPONENTE ESENCIAL DE LA FORMACIÓN EN UN PROGRAMA 
DE QUÍMICA AMBIENTAL
Caycedo L., Trujillo D., Soledad S.
a que el papel de un líder o facilitador/a se 
integre como participante social, pues su mismo 
desempeño no debe ser confinado a la esfera 
cognitiva. Este proceso requiere las experiencias 
emocionales, ya que el desarrollo de los 
aprendices amplía sus recursos afectivos a través 
de apropiar las consecuencias de las experiencias 
compartidas (John-Steiner, 2000, p. 128). 
Otra de las ideas centrales que propone 
Vera John-Steiner (2000) sobre el proceso de 
colaboración, es que el comportamiento de los 
participantes es un sistema, en lugar de una 
colección de características. También se debe 
tomar en cuenta lo que dicha autora postula 
respecto a los sistemas adoptivos de los seres 
humanos. Ella expone que los seres humanos 
cambian de estados sociales y físicos que 
son modificables y modificados, y concluye 
afirmando que los participantes dedicados a 
la creatividad y al cambio social (a través del 
proceso educativo), cuando se constituyen 
en asociaciones de trabajo, pueden sostener 
y desarrollar recursos emocionales muy 
distintos de los que se necesitan y emplean 
cuando se trabaja individualmente (John-
Steiner 2000, p. 130). 
Los grupos de campo que salen a estudiar el 
ambiente deben tomar en cuenta las relaciones 
conceptuales, que están conectadas por una red 
de símbolos de la naturaleza, en donde el ser 
humano es parte de esa misma red. Esto debe 
hacerse por un reflejo grupal que es esencial 
para reconocer una existencia de la realidad 
objetiva, independiente del entendimiento 
cognoscitivo sobre la importancia de cómo 
debemos reconocernos como parte de la 
misma naturaleza ambiental. Los signos 
ambientales conllevan a un significado de 
reflejo, generalizado en todos los aspectos de 
la naturaleza, que nos convoca al campo para 
estudiar el concepto de una química ambiental. 
Ese reflejo de la naturaleza no es individual, 
sino común a todos los hablantes, y socialmente 
inteligible. Se puede decir que consiste en 
un sistema estable de generalizaciones y 
una abstracción de características esenciales 
generadas a través de los años por la historia, la 
cultura y las experiencias cotidianas. 
Para reiterar, la meta principal de un estudio 
de investigación en este campo puede elevar 
la conciencia y desde la perspectiva de los 
participantes en un trabajo de colaboración, se 
puede hacer un continuo reflejo grupal de la 
concepción de lo que constituye lo relacionado 
con los aspectos vygotskianos, en función 
del desarrollo del proceso educativo de la 
investigación que se enfoca en la naturaleza y 
que, como axioma central, considera a los seres 
humanos como parte de esa misma naturaleza 
ambiental. Según Silvestri y Blanck (1993), en 
sus interpretaciones de las conexiones entre 
Bajtín y Vygotsky, “el reflejo es un proceso 
activo y no un acto pasivo”. 
Las actividades de un aprendizaje participativo 
deben ser impulsadas por la visión de la naturaleza 
como parte del conocimiento y así se establece 
un esfuerzo de conciencia colectiva en los grupos 
de trabajo. Los participantes, a todos los niveles, 
deben evaluar activamente sus propios procesos 
de aprendizaje; procesos basados en la definicióndel ser humano como capaz de reflexionar y 
crear un ambiente en donde la realidad humana 
hace parte de la misma naturaleza y utiliza 
herramientas que le son exclusivas. Entre ellas 
los signos, que funcionan como mediadores en 
la relación del hombre con la realidad y el medio 
ambiente, que se contamina continuamente.
Se requiere que esos signos no existan en 
una conciencia vacía, sino que se incorporen 
en una ética ambiental activa, que conlleva 
a una posición participativa y que asume 
posiciones, conservadora, que propicia la 
permanencia de los diferentes elementos del 
sistema natural y holística, con la intención 
de asumir el sistema como un todo y no como 
una suma de partes, tres características que 
conllevan al equilibrio del hombre dentro de 
la naturaleza. La conclusión de esta reflexión 
acerca del proceso de colaboración grupal, es 
la concientización de grupos en el alcance de 
un entendimiento de equilibrio ecológico, para 
lo cual es fundamental la participación real y 
efectiva de la población en general. 
En la educación ambiental, debemos 
considerar las interpretaciones vygotskianas 
de la inteligencia sociocultural, que forman la 
base teórica de nuestros esfuerzos educativos 
y tienen significados que enlazan con el nuevo 
concepto de inteligencia ecológica. Dicha 
educación también está guiada por el hecho 
de que todos necesitamos, como gestores 
ambientales, llegar a desarrollar la inteligencia 
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ISSN 1794-600X Número 10 Enero - Junio de 2016
ecológica para la sustentabilidad de nuestro 
mundo. Esta es una meta sumamente compleja, 
pero a la vez esencial para la sobrevivencia de 
la naturaleza, que nos incluye como humanidad.
En la literatura de educación ambiental se 
propone el concepto de inteligencia ecológica y a 
partir de ahí surge el concepto de alfabetización 
ecológica propuesto por David Orr (1992). Éste 
sostiene que la inteligencia se puede representar 
de modo más apropiado como, esencialmente, 
cultural por naturaleza. Esto nos lleva al aspecto 
ecológico de la inteligencia propuesto por Gregory 
Bateson, Humberto Maturana y Francisco Varela 
(Bowers, 1995, p. 112). El término “ecosistema” es 
un concepto moderno que define “la comunidad 
de organismos y su entorno ambiental físico en 
interacción, como una unidad ecológica” (Garcia, 
2005). Los supuestos de la ciencia de la ecología 
cuentan con dos nuevos conceptos: la comunidad 
y la red. Esto es un modo de ver la comunidad 
ecológica como un ensamblaje de organismos, 
conectados en un todo funcional por sus relaciones 
mutuas. Entonces, tenemos que desarrollar un modo 
diferente de cómo vernos y de cómo considerar el 
concepto de la inteligencia ecológica; para esto, se 
tienen en cuenta las definiciones de alfabetismo 
ecológico según David Orr (1992,2011). 
Según la última premisa de Orr (2011), la 
educación es relevante para el desafío de construir 
una sociedad sustentable que puede enriquecer 
la competencia del aprendiz con los sistemas 
naturales, por lo cual es necesario asumir un 
significado naturalista de crecimiento, cuidado 
y una nueva actitud para formar la base de una 
conciencia colectiva que permita mantener y/o 
mejorar los ambientes naturales. Un aspecto 
importante, es la sostenibilidad de las comunidades 
de aprendizaje y las consecuentes habilidades 
que permiten establecer conexiones que nutren 
relaciones profundas entre grupos a fin de alcanzar 
metas comunes (Clarke, 2012, p 62-63). Estas 
son consideraciones de gran importancia en la 
epistemología para mantener el equilibrio ecológico.
Educación ambiental. El reto de 
superar las buenas prácticas 
La responsabilidad en la formación ambiental, 
involucra diferentes enfoques desde múltiples 
campos. Así se unen en un solo marco conceptual 
y axiológico componentes epistemológicos, 
sociales, pedagógicos y didácticos, entre otros. 
Por lo anterior, es prioritario que las 
estrategias didácticas aproximen a los individuos 
hacia una apropiación de la temática y el manejo 
ambiental, contando simultáneamente con un 
marco teórico ambiental geográfico y social 
propio, que desde el conocimiento del contexto 
particular permita asumir la responsabilidad 
social, ligada al proceso de formación en las 
actitudes y buenas prácticas ambientales. 
A este respecto P. Vega y P. Álvarez 
(2005), señalan que la educación ambiental 
se ha centrado en el objetivo de promover la 
participación ciudadana de una manera global, 
buscando, por un lado, la gestión racional de 
los recursos y, por el otro, la generación de 
actitudes hacia el cuidado de la Naturaleza. 
De igual manera, los autores plantean que 
se requiere profundizar en las formas de 
razonamiento que implican el ser aunado 
con el hacer, en la búsqueda de estructurar 
el conocimiento, tanto de la relación 
hombre-naturaleza como de una sociedad 
ecológicamente equilibrada y sostenible. 
Lo anterior implica que el mantenimiento 
del ambiente no depende solo de la 
alfabetización en este tema, mediante 
campañas masivas acerca del manejo y 
minimización de los residuos, sino que se 
hace indispensable acompañar este tipo 
de comportamientos y estrategias con el 
conocimiento de los procesos que afecten y 
alteren las reacciones químicas que subyacen 
a los equilibrios ecológicos de la naturaleza. En 
este sentido, y retomando lo planteado por el 
Ministerio de Educación Nacional (1998) en la 
serie Lineamientos curriculares: 
Los científicos y tecnólogos comparten una buena 
cantidad de actitudes y creencias con respecto a 
la naturaleza del mundo y lo que se puede saber 
de él. Los científicos presuponen que las cosas y 
los eventos del mundo ocurren de manera tal que 
un estudio cuidadoso, sistemático e imaginativo 
de su acontecer permitirá identificar patrones 
fijos de comportamiento que vuelven al mundo 
comprensible y explicable (…). 
Precisamente, esa búsqueda de patrones fijos 
le confiere un nuevo carácter al marco teórico 
de la Educación Ambiental, en atención a que 
se hace prioritario “entender” las rutas para la 
conservación de los equilibrios fisicoquímicos 
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LA RESPONSABILIDAD SOCIAL, UN COMPONENTE ESENCIAL DE LA FORMACIÓN EN UN PROGRAMA 
DE QUÍMICA AMBIENTAL
Caycedo L., Trujillo D., Soledad S.
naturales que suceden en nuestro planeta. 
Esta comprensión permitirá que los individuos 
formados en esta temática no solo propendan 
por la minimización de materias primas, 
para procesos industrializados altamente 
contaminantes, y de residuos, sino que además 
cuenten con significados y argumentos 
sobre el porqué de la conveniencia de dichos 
comportamientos. En otras palabras, una 
educación ambiental requiere una formación 
conceptual en los procesos y en los mecanismos 
que están implícitos en la conservación del 
medio ambiente. Es decir, debe superar la 
sensibilización como moda y se le debe conferir 
a ésta todo un marco científico, social y cultural. 
Esta situación es analizada por los autores 
García M. et al (2014), quienes realizaron una 
investigación centrada en la relación de las 
actitudes hacia la ciencia y la tecnología con 
la problemática socio ambiental. Al respecto, 
afirman que: 
Las tendencias actuales de la Educación en 
Ciencias y la Educación Ambiental promueven 
la generación de actitudes favorables hacia la 
ciencia y la tecnología (C y T) y fomentan una 
responsabilidad social hacia el ambiente para un 
futuro sustentable. En este contexto, la educación 
debe encontrar alternativas para conocer y 
transformar creencias, conocimientos, actitudes, 
valores y en general las costumbres que tengan 
como resultado cambios sociales y culturales 
benéficos para la sociedad y el ambiente (Garcia 
M et al. 2014 pp. 268).
Así, la preservación del ambiente se encuentra 
conceptual y metodológicamente ligada a la 
comprensión de los cambios que constantemente 
ocurren en él y que no se pueden detener, debido 
a que de ellos mismos depende la producción 
energética y la sostenibilidad del entorno. 
El cuidadode la naturaleza como sistema, 
dependerá en buena parte del conocimiento 
de las alteraciones físico-químicas que en 
ella sucedan y a partir de las cuales, día a día, 
se generan grandes cantidades de productos 
industriales necesarios para el sostenimiento 
de la economía de los diferentes países, así 
como niveles importantísimos de energía sin 
los cuales sería imposible concebir la “vida 
moderna”. La minimización en la producción 
de residuos es solo una arista de la situación 
ambiental, en la que todos, como seres 
sociales, tenemos una gran responsabilidad. 
Sin embargo, el problema de los equilibrios a 
nivel de la naturaleza implica que aumente la 
formación de personas en el ámbito conceptual 
específico de esos procesos. 
Como consecuencia de lo anterior, el grupo 
de investigación denominado “Planificación en 
Gestión Ambiental Eficiente”, de la Universidad 
Colegio Mayor de Cundinamarca, realizó un 
estudio de factibilidad en el país, acerca de la 
oferta de programas en Química Ambiental, en 
el que se evidencia la pertinencia de formación 
a nivel tecnológico de personas en el área de 
Química Ambiental, en nuestro caso para la Región 
Andina; por lo cual se propone la construcción de 
un modelo para su implementación. Caycedo, L y 
Trujillo, D. (2014). 
Como se observa en la siguiente tabla, la Región 
Andina presenta la mayor oferta en programas de 
Educación Ambiental y el área de Ecología:
Tabla 1: Oferta en programas de Educación Ambiental 
y el área de Ecología
Gestión Ambiental: 
24.6%
Especialización en 
Gestión Ambiental con 
una participación de 
18.2%
Maestría en Ciencias 
Ambientales con un 
13.6%
Tecnología en Sistemas 
de Gestión Ambiental 
representada por un 
12.3%.
Fuente: Bases de datos de SNIES Sistema Nacional de 
Información de Educación Superior, 2014.
De otra parte, los programas de posgrado 
relacionados con Química Ambiental, 
tienen baja participación en la oferta de las 
Universidades colombianas, representados por 
la Maestría en Química Ambiental con un 0.64% 
de la Universidad Industrial de Santander (UIS), 
y la Especialización en Química Ambiental 
con un 1.9%, ofertada por la Universidad 
de Pamplona y la Universidad Industrial de 
Santander. (Caycedo, L y Trujillo, D. 2014).
229
ISSN 1794-600X Número 10 Enero - Junio de 2016
La Responsabilidad de Formación en 
Química desde la Visión Ambiental 
La enseñanza y el aprendizaje de las ciencias 
en la educación superior implican un proceso que 
asume el conocimiento en constante cambio. Así, 
los conceptos y las teorías científicas plantean a los 
educadores universitarios una serie de problemas 
y desafíos relacionados con la didáctica. 
La comunicación de los conceptos propios 
de las ciencias depende del lenguaje inherente a 
estas temáticas; este aspecto es muy importante 
desde la didáctica de las ciencias ya que en las 
aulas se construyen códigos semánticos entre lo 
establecido por las comunidades científicas y lo 
que los estudiantes deben conocer y aprender de 
un área específica dentro de su formación general. 
De acuerdo con Ortiz, E (2009), quien a su 
vez cita a Andreiv (1984), la psicodidáctica en 
el proceso enseñanza-aprendizaje se interpreta 
como una dinámica influenciada y direccionada 
por varias causas y principios, entre los que se 
señalan los siguientes: 
Principio de la concatenación universal de los 
fenómenos;
Principio del historicismo.
Principio de la unidad de lo histórico y lo 
lógico;
Principio de la ascensión de lo abstracto a lo 
concreto;
Principio de la bifurcación de la unidad y 
conocimiento de las partes contradictorias 
del objeto;
Principio de la unidad del análisis y la síntesis 
(p: 3).
Estos postulados retoman el contexto 
histórico y cultural, el lenguaje y el manejo 
conceptual del objeto de conocimiento. Así, en 
la formación superior disciplinar juega un papel 
muy importante la apropiación de conceptos 
científicos específicos, provenientes de diferentes 
Grafico 1: Relación programas ambientales-Región Andina
Fuente: Bases de datos de SNIES Sistema Nacional de Información de 
Educación Superior, 2014.
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LA RESPONSABILIDAD SOCIAL, UN COMPONENTE ESENCIAL DE LA FORMACIÓN EN UN PROGRAMA 
DE QUÍMICA AMBIENTAL
Caycedo L., Trujillo D., Soledad S.
campos del saber y el lenguaje que subyace a esos 
conceptos y que tendrá una marcada influencia en 
la vida laboral específica de cada individuo. 
En este orden de ideas, la pedagogía y la 
didáctica en carreras que asumen la formación de 
profesionales en áreas ambientales, tienen un reto 
grande desde lo epistemológico y lo disciplinar, 
ya que la formación de estos individuos utiliza 
el lenguaje científico de diferentes ciencias en 
su campo de profesionalización. Por lo tanto, se 
requiere tener una perspectiva en la educación de 
estos profesionales que no se centre únicamente 
en el “buen actuar”, sino que mediante la dialéctica 
y el aprendizaje de meta-conceptos logre 
armonizar y comprender los procesos naturales 
con una mirada holística, desde los diferentes 
campos del conocimiento.
Desde la química, específicamente, el manejo 
de compuestos, las reacciones intervinientes, 
los mecanismos de reacción y las mejores rutas 
de eliminación y reutilización de residuos, son 
temáticas que hacen necesaria la revisión, tanto 
del lenguaje particular de esta ciencia, como de 
los conceptos básicos y transversales que están 
implícitos en ella desde una óptica ambiental. 
La química como ciencia, posee un 
consolidado de teorías y conceptos con 
un lenguaje propio que, a su vez, es usado 
cotidianamente por profesionales que no 
cuentan con formación en esa área del 
conocimiento, como es el caso de las personas 
que eligen carreras de la disciplina ambiental. 
En este sentido, Johnstone (1982,1991) citado 
por Gagalovski (2003), establece que la mayoría 
de los conceptos de la química no son fácilmente 
percibidos. Así, por ejemplo, cuando se habla de 
elemento y compuesto no son ideas que se retoman 
de manera sencilla por los estudiantes, dada la 
dificultad que para representarse en la estructura 
mental conlleva este tipo de abstracciones.
Una situación semejante, y un tanto más 
compleja, ocurre con el aprendizaje de conceptos 
tales como electrón, reacción química o molécula, 
ya que estos no tienen ninguna asociación 
sensorial que facilite la representación y su 
consecuente aprendizaje. Es por esta razón que el 
lenguaje científico, en general, y de la química en 
particular, implica un trabajo didáctico específico, 
que logre el uso de términos particulares en 
contextos de disciplinas de índole ambiental. 
Eschenhaguen (2009), plantea que para la 
construcción de una concepción de ambiente, 
se hace necesario en un primer momento 
comprender la relación entre sociedad y 
conocimiento, seguido del reconocimiento de la 
complejidad del problema ambiental, el cual no 
puede ser abordado desde la fragmentación del 
saber. De acuerdo con lo anterior, es necesario 
considerar dentro de los fundamentos didácticos 
de la educación ambiental, la diversidad de 
conceptos que son usados en el lenguaje propio 
y la importancia que tiene la comprensión de los 
mismos, respetando su connotación de conceptos 
científicos y contextualizándolos dentro del 
marco teórico y semántico ambiental, para evitar 
la fragmentación del conocimiento y para hacer 
uso de un lenguaje con sentido intencional.
Los temas ambientales están relacionados 
con metaconceptos de las ciencias y, de manera 
especial, de la química; las leyes ponderales 
y los principios termodinámicos, son dos 
ejemplos de esta situación. Por lo anterior, es 
pertinente un trabajo de formación desde la 
didáctica que permita que las personas que 
ingresen a dichos programas construyan un 
marco conceptual en torno a esos significados. 
Un marco que incida directamente en su forma 
de actuar y sentir lo ambiental, para que con 
su futura vinculación laboral contribuyan al 
sistema social colombiano en mejorade nuestro 
medio ambiente (Caycedo, L y Trujillo, D. 2014).
En la propuesta de formación identificada 
por las autoras, se señala que esta alternativa se 
propone desde una concepción epistemológica 
de corte sistémico, en la que el diseño curricular 
subyace a la necesidad de atender los sistemas 
ambientales desde la formación de estudiantes 
en lo metodológico, afectivo, actitudinal y social, 
alrededor de lo conceptual, con la finalidad de 
explicar los equilibrios en los sistemas naturales y 
con la premisa de no afectarlos.
 Así mismo, la preservación del ambiente 
como un sistema, requiere de una concepción 
pedagógica y didáctica que forme personas con 
valores, maneras de actuar y pensar intencionadas 
y responsables; que propendan a su vez por una 
relación armónica y en equilibrio con el entorno. 
231
ISSN 1794-600X Número 10 Enero - Junio de 2016
La educación ambiental ha de retomar 
la formación en actitudes, conceptos y 
comportamientos desde las diferentes disciplinas 
y ciencias que en ella confluyen. 
Los equilibrios y desequilibrios de los sistemas 
naturales, se han de comprender como procesos 
químicos que desde su conocimiento plantean 
alternativas de mitigación de la contaminación, 
los cuales permiten “entender” nuestro sistema 
natural como complejo, que cambia, se adapta 
continuamente y por tanto se le debe prestar 
atención y comprender.
En el contexto colombiano y específicamente 
en el de la Región Andina, es pertinente proponer 
Programas de Formación en Química Ambiental 
en el ámbito de Educación Superior, con el fin de 
generar profesionales que propongan alternativas 
para el manejo de los problemas ambientales, 
desde la comprensión de las reacciones asociadas 
a estos procesos. 
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CONCLUSIÓN
	Santa Clara University
	Scholar Commons
	1-2016
	La Responsabilidad Social, un Componente Esencial de la Formación en un Programa de Química Ambiental
	Liliana Caycedo Lozano
	Diana Marcela Trujillo Suárez
	Sara Soledad Garcia
	Recommended Citation
	tmp.1470173916.pdf.h2MLn

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