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2 3 4 5 Serie GUÍAS DE INTERVENCIÓN Director: Carlos Gallego Elena Garayzábal Heinze María Lens Villaverde 6 7 8 9 10 Prólogo Capítulo 1. Introducción 1.1. Especificidad de las enfermedades raras por microdeleción genética 1.2. El síndrome de Smith-Magenis: definición y descripción 1.3. Rasgos clínicos, cognitivos, conductuales y físicos 1.3.1. Problemas médicos 1.3.2. Características anatómicas y funcionales del cerebro en el SSM 1.3.3. Aspectos cognitivos 1.3.4. Aspectos conductual es 1.3.5. Características Físicas 1.4. Epidemiología Cuadro resumen Caso clínico Preguntas de autoevaluación Capítulo 2. Curso evolutivo 2.1. Etiología y diagnóstico: variables biológicas implicadas 2.2. Características fenotípicas: neuroanatómicas, aspectos médicos y compromiso cognitivo-conductual 2.3. Diagnóstico diferencial 2.4. Fenotipo conductual y cognitivo: variables psicológicas y lingüísticas 2.5. Compromiso evolutivo, social y emocional 2.6. Estado de la cuestión 11 Cuadro resumen Caso clínico Preguntas de autoevaluación Capítulo 3. Evaluación 3.1. Breve introducción al desarrollo del lenguaje y la comunicación 3.2. Claves en el proceso diagnóstico genético 3.3. Instrumentos de evaluación psicolingüística 3.3.1. La entrevista 3.3.2. Observación 3.3.3. Pruebas estandarizadas 3.4. Dificultades de la evaluación 3.5. Baterias test y cuestionarios Cuadro resumen Caso clínico Preguntas de autoevaluación Capítulo 4. Tratamiento 1. Guía para los padres 4. 1. Vivir con un afectado por el síndrome de Smith-Magenis 4.2. Coste económico y social derivado de tener un hijo con síndrome de Smith- Magenis 4.2.I. Tratamiento farmacológico y otros tratamientos 4.2.2. Aspectos educativos 4.2.3. Dependencia 4.3. Coste psicológico para las familias 12 4.4. Técnicas disponibles para la consecución de objetivos: conducta, lenguaje y comunicación 4.5. Material de autoayuda: recomendaciones Cuadro resumen Caso clínico Preguntas de autoevaluación Capítulo S.Tratamiento H.Guía para el terapeuta 5.1. Objetivos del tratamiento 5.2. Estrategias y condiciones generales de la intervención 5.2.I. Aspectos cognitivos, atención yTOC: estrategias psicológicas generales 5.2.2. Aspectos logopédicos: comunicación, lenguaje y habla 5.3. Técnicas y estrategias de intervención logopédica en el SSM 5.3.I. Comienzo de la intervención: SAAC o no SAAC 5.3.2. Tratamiento de los trastornos del habla 5.3.3. Intervención en la lengua como sistema y modo de comunicación 5.4. Técnicas y estrategias de intervención psicológicas 5.4.1. Aspectos generales 5.4.2. Técnicas de modificación de conducta 5.5. Problemas más habituales en la intervención 5.6. Eficacia y seguimiento de la intervención. Atención a la familia 5.7. Descripción de materiales específicos para el tratamiento 5.7.1. Ejercicios miofuncionales y oro faciales 5.7.2. Ejercicios de estimulación auditiva: sonidos y palabras 13 5.7.3. Ejercicios para incrementar las estructuras gramaticales 5.7.4. Ejercicios para incrementar el vocabulario 5.7.5. Ejercicios para incrementar el uso del lenguaje 5.7.6. Ejercicios para la resolución de problemas y razonamiento 5.7.7. Recomendaciones para los problemas de atención e impulsividad 5.7.8. Los recursos electrónicos y otras actividades Cuadro resumen Caso clínico Preguntas de autoevaluación Anexo Claves de respuesta Bibliografía y lectura recomendadas 14 15 Queremos agradecer el entusiasmo mostrado por Yolanda, presidenta de la Asociación Española de Síndrome Smith-Magenis (ASME), que además ha tenido la paciencia de ser lectora de varios de los capítulos y cuyas aportaciones han enriquecido la redacción de este libro. También queremos agradecer a ASME su confianza en nuestro trabajo, su colaboración y el haber facilitado el acceso al estudio de las personas afectadas, muchas gracias a ellos y a sus padres por su inestimable ayuda. Mención especial merecen también Patricia Blanco, investigadora de la Fundación Pública Gallega de Medicina Genómica, que ha hecho posible que los aspectos genéticos sean fácilmente comprensibles. Por último, dar las gracias a José Agüero, psicólogo, sin el cual nunca hubiéramos tenido la oportunidad de conocer el síndrome Smith-Magenis. Esperamos que nuestra experiencia y conocimiento desarrollados en esta guía contribuya a una mayor eficacia en el diagnóstico y tratamiento de las personas que padecen el síndrome Smith-Magenis. A menudo carecemos de información general y organizada sobre las enfermedades raras (ER), especialmente en nuestro país. Nuestro propósito con esta guía es presentar de forma divulgativa y práctica los datos de que se dispone sobre el síndrome de Smith- Magenis, a la vez que aportamos nuestro conocimiento y experiencia clínica con los afectados por este síndrome Para tal fin, desarrollamos la información sobre el síndrome atendiendo a diferentes ámbitos que no sólo tienen que ver con los aspectos logopédicos. Por ello presentamos el síndrome y su problemática de la forma más extensa posible, lo que permitirá ver esta enfermedad de una forma global y facilitará su conocimiento tanto a familiares como a profesionales de diversos ámbitos (logopédico, médico, psicoeducativo, psicológico, entre otros). Adoptamos una perspectiva multidisciplinar que necesariamente debe abarcar diferentes aspectos fuertemente vinculados, unos no se explican completamente sin tener en cuenta los demás. Con este objetivo presentamos información relacionada con la enfermedad cuyas fuentes de procedencia son varias y muy diversas. Del mismo modo, hemos recopilado datos de las familias españolas con hijos o familiares afectados por el síndrome de Smith-Magenis y de nuestra propia experiencia de trabajo, tanto con las familias como con los afectados, bien de evaluación o bien de intervención, lo que nos ha permitido centrarnos en la realidad inmediata de los enfermos y sus familias en España. Esta es la primera obra que engloba información multidimensional e interdisciplinar centrada en este síndrome en nuestro país y en lengua española. Es escasa la bibliografía 16 en español sobre esta enfermedad y, de ella, una parte importante es la publicada por las propias autoras. Recogemos algún artículo de carácter médico muy general también publicado en español. El resto de las referencias científicas están en inglés y son muy técnicas, enfocadas a un lector especializado. Hemos querido minimizar estas carencias o dificultades recopilando y redactando un texto que en su mayoría atiende a las necesidades de las familias, estudiantes o personas no especializadas en el tema y profesionales que en algún momento pueden tener que trabajar, o de hecho trabajan, con personas con el síndrome de Smith-Magenis, incluso sin conocer que su paciente padece este síndrome; no obstante, es justo reconocer que en ocasiones la redacción se vuelve más técnica, especialmente cuando hablamos de aspectos genéticos. El libro se articula en cinco capítulos. En el primer capítulo se presentan las características clínicas generales del síndrome. En el segundo capítulo nos centramos en la descripción de los aspectos cognitivos y lingüísticos que presentan los afectados. En el tercer capítulo la atención está dirigida principalmente a la evaluación de los aspectos neurocognitivos y lingüísticos y las limitaciones que presenta. En los capítulos cuarto y quinto proponemos pautas de intervención fundamentalmente logopédicas, pero también conductuales. Especialmente en el capítulo cuarto desarrollamos aspectos relacionados con el sistema educativo y la ley de dependencia, de especial interés para los padres y familiares del afectado. Por ello, esta obra constituye una fuente bibliográfica lo suficientemente útil tanto para familiares como para profesionales que han de tratar a personas con el síndrome. El hecho de que este síndrome engrose el listado de enfermedades raras constituye un fuerte impedimento para el desarrollo de investigacionesmás profundas y detalladas sobre las mismas. Ello es básicamente debido a que hay una inversión económica escasa en proyectos de investigación relacionados con las ER y también, aunque de forma secundaria, a la dispersión de los afectados en nuestro territorio. Esperamos que este libro ayude a tomar conciencia de la importancia de las ER y que en un futuro no muy lejano proliferen estudios que permitan afinar las características tanto genotípicas, como los factores determinantes de las fenotípicas, del síndrome, y las ER en general, y se mejore considerablemente la calidad de vida de sus enfermos y sus familias. 17 18 La iniciativa para la redacción de este libro centrado en el síndrome de Smith-Magenis parte de nuestra trayectoria, no sólo investigadora en enfermedades raras por microdeleción genética, sino también por nuestra propia experiencia clínica en la intervención psicológica y logopédica de poblaciones con enfermedades genéticas raras. Con este libro queremos abordar, en primer lugar, las demandas que tienen las familias con enfermos afectados por el síndrome de Smith-Magenis teniendo en cuenta la escasez de bibliografía en español, que dificulta a muchos el acceso a la información de aspectos especialmente relevantes para ellos. En segundo lugar, procuramos atender a las necesidades que desde diferentes ámbitos profesionales existen respecto de información comprehensiva sobre el síndrome. Queremos transmitir el conocimiento que nosotras hemos obtenido y podemos aportar a los padres y profesionales que deben hacer frente a este síndrome a lo largo del proceso de vida del paciente. Las nuevas tecnologías nos permiten acceder a una cantidad casi infinita de información que no siempre es verídica o fiable, o que resulta demasiado técnica y por ello su comprensión sólo está al alcance de unos sectores muy específicos. Desde la perspectiva del profesional, y en la práctica clínica, cuando nos encontramos con pacientes con enfermedades raras en la mayoría de los casos se desconoce prácticamente todo sobre la misma, incluso realizando una exhaustiva búsqueda bibliográfica es difícil encontrar información fiable, real y organizada sobre las mismas y, en menor medida si cabe, casos prácticos que nos ayuden a encauzar la intervención. El vacío de conocimiento es importante. Cuando podemos acceder a información específica por parte de los profesionales, ésta suele ser excesivamente técnica, en lengua inglesa y alejada, la mayoría de las veces, de los intereses inmediatos y prácticos de aquellos que conviven con la enfermedad día a día, poco habituados a la terminología médica y a las implicaciones reales de los estudios en relación con la enfermedad más allá de lo que concierne al ámbito médico. Desde la perspectiva familiar, aquellos que han convivido con la enfermedad antes que ésta fuera diagnosticada han asumido la problemática de su hijo sin más, con las dificultades y el esfuerzo que ello conlleva. Los que por fortuna han sabido de la afectación de su hijo desde edades muy tempranas desconocen cuál será la evolución de su hijo; viven en una constante indecisión y desconocimiento sobre cómo actuar ante determinados fenómenos que pueden ser habituales dentro del cuadro de la enfermedad de su hijo; en muchas ocasiones no recurren adecuadamente a los apoyos de los que disponen. De este modo, nuestro propósito con esta guía es presentar la información de manera 19 organizada atendiendo a diferentes ámbitos que no sólo tienen que ver con los aspectos logopédicos, sino que presentamos el síndrome de Smith-Magenis y su problemática de la forma más extensa posible que permitirá ver esta enfermedad de una forma global y, por tanto, facilitará su conocimiento tanto a familiares como a profesionales del mundo médico, psicoeducativo, psicológico y logopédico. Por tanto, el criterio que adoptaremos en este libro será el de la perspectiva multidisciplinar, que necesariamente debe ofrecer un cuadro comprehensivo de la enfermedad en donde muchos aspectos están estrechamente relacionados y unos no se explican completamente sin tener en cuenta otros. Para tal fin hemos hecho una compilación de diverso tipo de información relacionada con la enfermedad, cuyas fuentes de procedencia son varias, desde la investigación pionera a la más actual; también hemos hecho un esfuerzo de recopilación de datos a través de las familias españolas con hijos o familiares afectados por el síndrome y de nuestra propia experiencia de trabajo con ellos, que nos permite centrarnos en la realidad inmediata de los enfermos con síndrome de Smith-Magenis y sus familias en España. 1.1. Especificidad de las enfermedades raras por microdeleción genética Un síndrome provocado por una microdeleción (o microborradura) se explica como un conjunto de alteraciones que son clínicamente identificables y causadas por una pérdida de 3,5 megabases (Mb); esto es, una pérdida muy pequeña de fragmentos de ADN. Una microdeleción puede contener muchos genes asociados a diferentes enfermedades. Las distintas características observables en la persona son debidas a su dotación genética y a las influencias del medio en el que se desarrolla, es lo que se conoce como fenotipo. Normalmente, las microdeleciones son detectables con absoluta certeza por medio de la técnica FISH (fluorescent in situ hybridization, ver epígrafe 1.2). Los humanos tenemos 23 pares de cromosomas, cada cromosoma tiene dos copias. En el caso del cromosoma 17 también. El cromosoma 17 comprende cerca de 79 millones de pares de bases de ADN y contiene entre 1.200 y 1.500 genes. La mayoría de los pacientes con Síndrome de Smith-Magenis tienen una deleción común de -3.5 Mb en el cromosoma 17, aunque esta deleción también puede ser más larga o más pequeña (< 1.5 a 9 Mb). La región del cromosoma 17 es muy rica en genes, pero no se ha identificado ninguno que dé cuenta de las principales características fenotípicas del síndrome. Se cree que el síndrome de SmithMagenis es una enfermedad de genes contiguos relacionados por proximidad, más que por función. 20 1.2. El síndrome de Smith-Magenis: definición y descripción El síndrome de Smith-Magenis fue descrito por primera vez en 1982 por Smith, McGavran y Waldstein a partir del estudio de dos niños que presentaban una deleción del cromosoma 17 en la región p11.2, fisura palatina y cardiopatía. En 1984, Patil y Barthley describieron un caso de microdeleción en el cromosoma 17 con una afectación clínica mayor, pero sin malformaciones asociadas. En 1986 se describen 9 casos con la misma microdeleción; se constituye un nuevo fenómeno clínico al que se le da el nombre de síndrome de Smith-Magenis en 1988. El síndrome de Smith-Magenis, en adelante SSM (en la bibliografía extranjera se emplean las siglas SMS y se corresponden con Smith-Magenis Syndrome), es un trastorno del neurodesarrollo provocado por la pérdida de material genético en el cromosoma 17, en la región crítica p11.2 (ver figuras 1.1 y 1.2), cuya alteración da como resultado un conjunto de características fenotípicas anormales asociadas a la enfermedad. Cuando se produce una pérdida de material genético se pueden eliminar uno o unos pocos pares de bases en un gen, lo cual puede producirse en cualquier parte del cromosoma. Hasta ahora se sabe que la pérdida de material genético en el SSM parece implicar a 25 genes, entre ellos el RAIL -Retinoic Acid Induced 1- (Vlangos, Yim y cols., 2003). No todos los genes están ausentes en todos los afectados, lo cual podría explicar las diferencias interindividuales que se observan entre los que padecen SSM. El SSM también puede ser producido por mutación del gen RAIL en lugar de por una microdeleción genética. La mutación afecta sólo a un porcentaje pequeño de las personas afectadas por el SSM. Cada vez hay más investigadores que sospechan que el gen RAIL podría ser uno de los genes determinantes de la mayoría de los rasgos físicos, cognitivos y comportamentales de esta enfermedad. Se sabe que el gen RAIL proporciona instruccionespara la fabricación de una proteína que se activa en las células nerviosas del cerebro. Se cree que esta proteína tiene que ver con el desarrollo del sistema nervioso, sin embargo se desconoce su función. Se identifican hasta 12 mutaciones o alteraciones del gen RAIL en el SSM. Los investigadores están tratando de determinar si la microdeleción de genes en la región crítica del cromosoma 17 y variación del estado natural del gen RAIL, caracterizan y determinan los diferentes rasgos (fenotipo) SSM. Varios estudios han intentado establecer esta correlación entre la variabilidad fenotípica y el genotipo. Aunque no hay datos concluyentes, parece ser que los afectados que pre sentan mutaciones en RAIL muestran menos anomalías viscerales y sobrecrecimiento, sin embargo presentan 21 una mayor tendencia a la obesidad en comparación con los que presentan la microdeleción. Se sospecha que otros genes del l7pll.2 serían determinantes para explicar la variabilidad y severidad del fenotipo (Girirajan y cols., 2006). Los genes autosómicos dominantes localizados en la región 17pi1.2 pueden enmascarar alelos recesivos en esta región; este enmascaramiento de alelos recesivos parece contribuir a la variabilidad del fenotipo. De este modo, la estatura baja, otitis, pérdidas auditivas, problemas cardiológicos o renales, hipotonía y retraso motor y lingüístico parecen asociarse a los enfermos con deleción, lo que indica un papel menor del gen RAIL; sin embargo, cuando se producen mutaciones del gen RAIL los afectados tienen menores complicaciones a nivel motor y su funcionamiento general es mayor, pero suelen tender a la obesidad y a un tamaño más grande, mientras que desde el punto de vista del comportamiento muestran conductas de autoabrazo y poliembolocoilamanía; suelen tener calambres musculares y la piel muy seca (Girirajan y cols., 2006; Elsea y Finucane, 2009). El tamaño de la deleción determina también la presencia y ausencia de características fenotípicas. De este modo, las deleciones pequeñas hacen que los afectados manifiesten un fenotipo similar al de la mutación del RAIL, son menos propensos a malformaciones de la arcada dentaria, a tener braquicefalia, problemas del iris o hiperactividad (Patil y Bartley, 1984). Cuando la deleción es mayor o atípica los problemas de conducta se agudizan y la discapacidad intelectual, o trastorno en el desarrollo intelectual (véase epígrafe 1.3.3.), es mayor, al igual que los problemas motores. El SSM no es hereditario y se produce de forma circunstancial en el momento de la concepción. El diagnóstico de esta enfermedad se confirma en la mayoría de los casos citogenéticamente, mediante un cariotipo de alta resolución (superior a 500 bandas) que permite detectar anomalías en el número o en la forma de los cromosomas. La localización citogenética del gen RAIL es en el brazo corto (p) del cromosoma 17 en la posición 11.2, de ahí el nombre de la región crítica para el SSM (l7pll.2). En la figura 1.1 se aporta un esquema de la localización molecular pll.2 en el cromosoma 17. El diagnóstico clínico se confirma también por medio de la técnica de hibridación fluorescente in situ (FISH). Esta técnica permite detectar la presencia o ausencia de cromosomas específicos o de regiones cromosómicas. Por medio de las técnicas de FISH las mutaciones dominantes en el gen RAIL no presentan una deleción identificable en l7p11.2. 22 FIGURA 1.1. Localización molecular en el cromosoma 17 de la región 11.2 (adaptado de Parker y Parker, 2007). En la figura 1.2 podemos observar, en una imagen simulada por ordenador, la presencia de la señal de hibridación fluorescente en la copia de la izquierda; constituye la región crítica borrada en el SSM que refleja el material cromosómico correspondiente a la región p11.2 del cromosoma 17 que contiene el gen RAIL. Este material cromosómico sí se encuentra presente en la copia de la derecha (no hay ninguna señal, el color es uniforme). La enfermedad de SSM afecta aproximadamente a 1 de cada 25.000 personas, aunque esta cifra se considera infravalorada y hay quienes apuntan a que la prevalencia es mayor, 1115.000 (Laje, Morse y cols., 2010); aun así, la incidencia de aparición es 23 baja y se incluye, por ello, dentro de la clasificación de las enfermedades genéticas raras, de las que se han identificado aproximadamente unas 7.000. Los números relacionados con la incidencia pueden variar, como se verá en el apartado dedicado a la epidemiología (ver epígrafe 1.4.). FIGURA 1.2. Cromosoma 17 delecionado en el brazo corto (p) en el SSM (simulación de la técnica FISH). Además de los aspectos genéticos ya descritos, el SSM presenta unos rasgos comunes entre los pacientes que lo padecen que incluyen discapacidad intelectual, rasgos faciales característicos, problemas conductuales y trastornos del sueño. El SSM se produce independientemente de la raza y el sexo. Se han descrito enfermos por el SSM de 70 años, por lo que la esperanza de vida puede llegar a ser elevada en los pacientes que sufren esta enfermedad. 1.3. Rasgos clínicos, cognitivos, conductuales y físicos En este apartado se van a describir características presentes en mayor o menor grado en las personas con síndrome de Smith-Magenis. Como la propia definición de síndrome indica, existen una serie de señales (detectables en un examen físico) y síntomas (información proporcionada por el enfermo o sus familiares) que juntas caracterizan la 24 enfermedad, esto es, constituyen el cuadro clínico. La presencia de algún signo, señal o síntoma debe alertar al profesional, que buscará características asociadas a esa enfermedad para corroborarla o descartarla. La palabra síndrome se utiliza para aunar características que aparecen juntas, aunque la causa de por qué se producen sea desconocida, como ocurre con las enfermedades raras. Efectivamente existen características comunes a las personas afectadas por el síndrome de Smith-Magenis, algunas tienen un origen conocido y forman parte de la enfermedad, mientras que otras siguen siendo desconocidas y constituyen parte del síndrome. 1.3.1. Problemas médicos a)Alteraciones del sistema circadiano, que provocan la desincronización de los estados del sueño y la vigilia. Los trastornos del sueño suelen ser de los más preocupantes para el entorno de personas que día a día conviven con el SSM. Los problemas de sueño se dan en el 90% de los afectados (en el caso de los afectados en España, el porcentaje es del 93%) y se traducen en ciclos de sueño muy cortos, estados de vigilia durante la noche, dificultades para conciliar el sueño, estado de somnolencia continuo durante el día y necesidad de echar pequeñas cabezadas con frecuencia a lo largo de la jornada. A ello se une que los afectados son extremadamente madrugadores. Se ha observado que muchos de ellos tienen problemas con la fase REM del sueño. Los problemas del sueño en el SSM parecen ser debidos a un mal funcionamiento del ciclo circadiano, que controla los ritmos biológicos (fisiológicos y bioquímicos). El ciclo circadiano tiene una duración de 24 horas y nos permite generar y coordinar procesos fisiológicos rítmicos como el ciclo del sueño y el estado de vigilia. Un trastorno en la actividad del ritmo cicardiano puede suponer una alteración de los procesos que generan, como es el caso del SSM, dado que el tiempo interno y el externo se desincronizan. En términos generales podemos decir que la alternancia entre el día y la noche (tiempo externo) y el ajuste del tiempo interno en los afectados por el SSM no se llega a producir correctamente, esto es, no se sincroniza el reloj biológico con el reloj externo medioambiental y presentan, por tanto, un patrón irregular que les hace dormir de día y estar despiertos durante la noche bajo condiciones concretas (el sueño profundo decrece igual que la fase REM; incrementa el sueño ligero; frecuentes despertares durante la noche; se reduce el tiempo total de sueño) que afectan a la calidad del sueño. El hecho de que el ciclo sueño-vigilia funcioneirregularmente es debido a la inadecuada secreción de la hormona melatonina (producida por la glándula pineal), 25 que se encuentra en el centro del cerebro. En condiciones normales, la melatonina se segrega durante la noche en reacción con la oscuridad. En los pacientes con SSM se ha observado una inversión en su ritmo de secreción (Potocki, Glace y cols., 2000). Segregan melatonina durante el día, y ello conlleva trastornos del sueño por alteración del ritmo circadiano (TSRC). Este patrón suele mejorar con tratamiento farmacológico específico, aunque no todos responden de la misma manera a la medicación. b)Neuropatía periférica. Es un daño del sistema nervioso periférico; más concretamente se trata de un problema con los nervios que llevan información hasta y desde el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal) a otras partes del cuerpo. Las alteraciones en este sistema repercuten habitualmente en una sintomatología relacionada con la sensación de dolor, insensibilidad e incapacidad para el control muscular y pueden afectar a nervios sensoriales, motores o autónomos. La neuropatía periférica es la causante en el SSM de la disminución de la sensibilidad al dolor (por afectación de los nervios sensoriales), de los problemas de deglución y de la falta de control muscular, que afecta a la deambulación y destrezas como abrocharse los botones. c)Disfunción oromotora (DOM). Es la alteración del patrón funcional característico del recién nacido, asociado en el SSM también a la hipotonía. Genera distorsiones funcionales y anatómicas que frecuentemente se asocian a dificultades para la succión, deglución, respiración, cierre labial superior, alteraciones otorrinolaringológicas (especialmente del sistema adenoideo: otitis medias, disfunción tubaria, hipoacusia). La disfunción oromotora provoca alteraciones maxilofaciales en buena medida ocasionadas por una respiración bucal crónica. Uno de los problemas anatómicos más importantes de este tipo de disfunción es la fisura velo-palatina, documentada en un 25% de los casos de enfermos con SSM (ver cuadro 1.2). En edades posteriores la DOM afecta a la masticación y fonoarticulación y provoca ptialismo (secreción abundante de saliva) y sialorrea (flujo excesivo de saliva). d)Problemas dermatológicos que se traducen en dermatitis atópicas o eczemas en la cara y cuello, debido al constante babeo cuando son pequeños, y en las manos, brazos, rodillas y pies en la etapa adolescente y adulta, en que estos eczemas suelen hacerse más secos y generalmente descamativos que les provocan gran picor. En general puede apreciarse unas manos secas y rugosas en ellos. e)Problemas otorrinolaringológicos (ORL). Muchos de estos problemas son causados por la disfunción oromotora. Las dificultades de ORL pueden incluir deficiencias auditivas más o menos importantes y acostumbran a ser recurrentes las otitis medias, que pueden llegar a ser agudas y causar un daño permanente o continuado 26 al oído. Cuando los problemas ORL cursan con deficiencias auditivas, éstas suelen ser leves (promedio de pérdida auditiva de 20 a 40 decibelios) o medias (promedio de pérdida auditiva entre 40 y 70 decibelios) y pueden comprometer más o menos las capacidades de comprensión del lenguaje. Las anomalías laríngeas que pueden presentarse en el SSM en parte se derivan de las DOM, y las más relevantes tienen que ver con las disfagias (deglución atípica), babeo constante, escasa movilidad lingual y labial (con repercusiones en la articulación y fonación) y fisura congénita del paladar (palatognato). f)Problemas oftalmológicos. En el SSM los problemas visuales tienen que ver con la miopía, el estrabismo, la microcórnea y cataratas (asociadas a la microcórnea). Por lo general, la agudeza visual se ve comprometida en la mayoría de los enfermos con SSM. g)Problemas cardiológicos. Aunque tradicionalmente se apunta a que tan sólo el 25% de los afectados tiene problemas cardiológicos (ver cuadro 1.2), éstos parecen ser más habituales de lo que hasta ahora se ha descrito. Los problemas cardiológicos tienen que ver con estenosis aórtica subvalvular que consiste en la obstrucción de la salida del ventrículo izquierdo por debajo de la válvula aórtica. Es un daño congénito que afecta a la estructura del corazón. Algunos de los afectados precisan marcapasos. h)Complicaciones nefrológicas del tracto renal y urinario. Este tipo de complicaciones afecta a una pequeña parte de la población con SSM. En la bibliografía existente relacionada con el síndrome de Smith-Magenis se alude a este tipo de problemas y complicaciones, sin embargo no quedan especificadas en ningún momento qué tipo de complicaciones existen. Sólo un afectado asociado en España presenta algún problema de este tipo que se manifiesta en infecciones urinarias y estenosis de la arteria renal (ver epígrafe 1.4 para epidemiología y prevalencia). i)Problemas endocrinos que se traducen en bajos niveles de tiroxina, hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia. En general hay bajas concentraciones de globulina ligada a la hormona de la tiroxina (TBG), que está producida por la glándula tiroides. El funcionamiento deficitario o desajustes en la producción de tiroxina provoca que el organismo no obtenga suficiente energía y una consecuencia directa es la acumulación de grasa en el organismo, que no se elimina adecuadamente y repercute en el aumento de peso con más facilidad que en aquellas personas que no sufren esta alteración; en general podría decirse que los niveles bajos de tiroxina provocan que el grado de activación general en los enfermos SSM 27 sea bajo ("el organismo está bajo de revoluciones"). Los problemas hormonales descritos en relación con la tiroxina ocasionan anomalías en la función tiroidea (hipotiroidis mo) en algunos afectados, esto explica que de manera reiterada se haga referencia a ellos en la bibliografía como personas gordas o rellenitas; sin embargo, este problema de tiroxina no suele afectar a un porcentaje elevado de ellos, por lo que es muy habitual encontrar enfermos con SSM delgados o de constitución ancha, pero no obesa. Se suelen documentar trastornos lipídicos en el 50-75% de los pacientes, lo que significa que tienen alterados los niveles normales de grasa corporal. El desorden lípido más común en el SSM es la hiperlipidemia, cuadro clínico caracterizado por niveles elevados de grasas en la sangre, como el colesterol (específicamente del LDL, colesterol "malo") y triglicéridos. Estos trastornos de lípidos están directamente relacionados con la baja producción de la hormona tiroides (hipotiroidismo), descrita arriba; de la misma manera, la hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia provocan problemas de hipertensión que afectan a un porcentaje elevado de enfermos de SSM. j)Alteraciones inmunológicas debido a bajos niveles de inmunoglobulina. Las inmunoglobulinas desempeñan un papel de gran importancia en la respuesta inmunitaria, que protege al organismo de enfermedades e infecciones. En los enfermos de SSM hay un bajo nivel de la proteína 1gG. La disminución de los niveles de IgG está relacionada con la agammaglobulinemia, que es un trastorno en el que se encuentran muy bajos los niveles de proteínas que protegen el sistema inmunitario. Los que están afectados por este trastorno suelen tener infecciones repetitivas: bronquitis, conjuntivitis, otitis medias, neumonías, sinusitis, infecciones de las vías respiratorias altas, asma y enfermedades cutáneas (dermatitis). k)Hipotonía e hiporreflexia. En el SMS hay una disminución del tono muscular permanente, fundamentalmente de las cuatro extremidades, que provoca una pasividad de la actividad muscular y obedece a causas neurológicas; se caracteriza inicialmente por la disminución de los reflejos musculares dinámicos. Estos reflejos sirven para oponerse a los cambios súbitos que afectan a la longitud muscular, pero este dinamismo está inhibido en el SMS por la disminución del tono muscular general. 1)Se han descrito cuadros convulsivos en pacientes conSSM. Las convulsiones se relacionan frecuentemente con contracciones involuntarias y repentinas de un grupo de músculos y pueden conllevar pérdida de consciencia, trastornos del comportamiento, pérdida repentina de memoria, estados de confusión, felicidad o tristeza repentina, temblores de alguna parte del cuerpo. 28 A continuación, en el cuadro 1.1, se presentan las características clínicas más relevantes del síndrome Smith-Magenis agrupadas según la frecuencia media en la que aparecen. Cuadro 1.1. Características clínicas de los enfermos por el SSM (adaptado de Greenberg, Lewis, Potocki et al., 1996) 1.3.2. Características anatómicas y funcionales del cerebro en el SSM No existen muchos estudios que describan el funcionamiento y la caracterización anatómica del cerebro en los enfermos con el síndrome de Smith-Magenis. Los escasos estudios que se centran en ellos son recientes y aún adolecen de explicaciones en profundidad que puedan dar cuenta de la verdadera naturaleza de la enfermedad (Greenberg, Lewis y cols., 1996; Boddaert, De Leersnyder y cols., 2004). 29 Desde el punto de vista anatómico se han utilizado diferentes técnicas (RMI, PET/TC, VDM) que han permitido proporcionar evidencias de la existencia de anomalías cerebrales en el SSM. Por medio de la técnica de VDM (Morfometría Basada en Voxel) se llevan a cabo estudios estructurales que miden la concentración local de sustancia gris (SG) y sustancia blanca (SB). Estos estudios han mostrado que en el SSM hay una menor concentración de materia gris bilateral tanto en el lóbulo de la ínsula como en el núcleo lenticular bilateral, esto es, en los núcleos grises del cerebro (Boddaert, 2004). La técnica PET (Tomografía de Emisión de Positrones) permite el diagnóstico por imágenes en medicina nuclear por medio del análisis y cuantificación in vivo de procesos bioquímicos o fisiológicos a partir de la detección de flujos cerebrales anómalos de sangre. Los estudios realizados con los pacientes con SSM han permitido detectar anomalías del flujo sanguíneo por disminución en las regiones ínsulo-lenticulares, corroborando los estudios de VDM. Los estudios con Resonancia Magnética (RMIMRI) permiten ver mejor los tejidos blandos. Los resultados obtenidos por medio de esta técnica aplicada a pacientes con SSM muestran una dilatación moderada de los ventrículos laterales (Sterzer, Stadler, 2007). ¿Qué nos dicen estos estudios? La región de la ínsula se relaciona funcionalmente con el ritmo cardíaco, el control de la presión arterial y los aspectos somático-motores. El hecho de que de forma consistente las diferentes técnicas empleadas apunten a anomalías en esta región parece dar cuenta de la insensibilidad al dolor que estos enfermos manifiestan (ver epígrafe 1.3.1) y que repercute en aspectos de su conducta como las autolesiones, autoagresividad y poliembolocoilamania, entre otros (ver epígrafe 1.3.3). Las anomalías del núcleo lenticular parecen estar relacionadas con los problemas de atención e hiperactividad. En el SSM estas conductas están muy marcadas en la mayoría de los afectados (ver epígrafe 1.3.3) y tanto las medidas de PET como VDM revelan anomalías tanto anatómicas como funcionales. Entre las funciones del núcleo lenticular se encuentra el control de funciones sensoriales y motoras. El hecho de que se haya observado una dilatación de los ventrículos laterales podría apuntar al hecho de que un alto porcentaje de pacientes con SSM tengan problemas de hipertensión, especialmente debido a alteraciones del líquido cefalorraquídeo que circula en su interior y que transporta sustancias químicas (Sterzer, Stadler, 2007). El líquido cefalorraquídeo distribuye la hormona de la melatonina, lo que podría explicar las alteraciones del ritmo circadiano y la reducción de la actividad dopaminérgica. 30 Es muy importante ampliar la investigación en la comprensión y conocimiento de los genes y vías genéticas implicadas en el desarrollo cerebral, que junto con los genes implicados en las funciones adaptativas y cognitivas permitirán mejorar el diagnóstico de las patologías genéticas en personas con discapacidad intelectual en general y con SSM en particular. 1.3.3. Aspectos cognitivos Hallamos en la bibliografía relacionada con el SSM descripciones sobre los aspectos cognitivos más frecuentes en los afectados por el síndrome. A partir del cociente intelectual (C.I.) cuantifican su inteligencia y sitúan el rango entre una inteligencia límite y una inteligencia severamente comprometida. Garayzábal, Fernández y DíezItza (2010) plantean esta visión en relación con el síndrome de Williams a la luz de las diferentes redefiniciones del concepto de inteligencia; inciden en una nueva concepción basada en capacidades y discapacidades que consiste en tener en cuenta las ayudas específicas necesarias en el desarrollo de las capacidades y del sujeto. Se parte de perfiles específicos y se tiene en cuenta la posible interacción con los aspectos conductuales que pueden incidir sobre los datos obtenidos de sus capacidades cognitivas, por lo que no es posible en la mayoría de los casos intervenir con las pautas generales de aplicación a la hora de hacer las mediciones de las capacidades y el nivel de inteligencia en las diferentes áreas cognitivas. La concepción de discapacidad intelectual, como fue definida en el DSM-IV-TR (APA, 2002) basa su criterio diagnóstico en las capacidades adaptativas del sujeto estudiado; esto es, se considera el desarrollo de aptitudes y capacidades de la persona en su entorno, no se considera únicamente la capacidad intelectual general. Identificar adecuadamente las aptitudes del sujeto permite enfocar una intervención, sabremos cuáles son sus necesidades y cuáles los dominios específicos en los que una carencia previa revela la necesidad de apoyo. La mera cuantificación de la capacidad intelectual es relegada a un segundo plano. Los hallazgos en la medición de la capacidad o de la discapacidad intelectual están comprometidos en función del momento por la salud, el estado de ánimo y de activación (ciclos de sueño) y del contexto socio-familiar; el CI tendrá entonces un valor meramente orientativo que no se puede tener en consideración por sí solo y el cambio en las circunstancias o nuevos acontecimientos exigirían un nuevo análisis y podrían modificar los resultados previamente obtenidos. Aunque de gran ayuda, el CI puede ser prescindible para el tratamiento, ya que no refleja fehacientemente las posibilidades de desarrollo de cada caso; no se trata de una medida dinámica, sino estática, si bien puede proporcionar datos de carácter evolutivo y orientar los apoyos necesarios a los pacientes en los diferentes momentos del curso 31 evolutivo para la adquisición de capacidades y aprendizaje (Garayzábal, Fernández y cols., 2010). El CI es una medida útil siempre y cuando tengamos un control de las circunstancias y de los aspectos emocionales ya mencionados desde un punto de vista de seguimiento de la evolución en un período determinado de tiempo. No obstante, se está volviendo a revisar el término de discapacidad intelectual más centrado en aspectos del desarrollo. En el DSM-5 se introduce el término trastornos en el desarrollo intelectual para referirse a la discapacidad intelectual, dado que bajo la nueva concepción se abarcan cuestiones relacionadas con el neurodesarrollo. Existe una gran variabilidad intersujetos, si bien es cierto que el perfil cognitivo de los afectados por SSM gira en torno al déficit de atención y el habla (Udwin, Webber y cols., 2001). 1.3.4. Aspectos conductuales El fenotipo conductual de las personas con SSM presenta un patrón de comportamientos difíciles que suelen agudizarse con la edad (ver cuadro 1.2). Cuadro 1.2. Características del desarrollo y comportamentales del SSM (adaptado de Greenberg, Lewis, Potocki et al., 1996) En el trabajo de Udwin y colaboradores (2001) los casos presentados mostraban 32 discapacidad de leve a severa en el aprendizaje y los niveles de logro y laconducta adaptativa eran muy bajos, aunque se observaron diferencias significativas con el aumento de la edad. Se observó que los adultos obtenían un CI más alto, a pesar de que eran más dependientes de los cuidadores para las actividades de la vida diaria. Otras características comunes entre los afectados por SSM con implicaciones de especial relevancia para el trabajo diario con ellos tienen que ver con la falta de concentración, la impulsividad, la bús queda o llamada de atención, aspectos todos ellos típicos de las psicopatologías concomitantes. En un estudio realizado con 18 afectados por el síndrome se observó que entre el 50% y el 100% de los pacientes eran descritos como hiperactivos, inquietos, impulsivos y distraídos; entre el 70% y 100% mostraron comportamientos de hostilidad, estallidos de mal genio y agresión hacia las personas y la propiedad, dato que concuerda perfectamente con la información aportada por los padres y maestros (Webber, 1999). A continuación resaltamos las conductas más inadaptativas y problemáticas que suelen darse en la mayoría de los afectados. a)Trastornos de la atención con o sin hiperactividad (ver cuadro 1.3). b)Frecuentes rabietas y berrinches, que invariablemente obedecen a cambios de rutina, poca atención hacia el adulto, cambio de expectativas. c)Búsqueda de atención, especialmente por parte del adulto, del que necesitan constantemente refuerzo social positivo. d)Impulsividad, no son capaces de planificar, organizar y controlar sus actos y tareas porque no tienen la habilidad de utilizar la información a su alcance para poder llevarlas a cabo, por lo que resulta en conductas inapropiadas que provocan una frustración final. La impulsividad les lleva a cambiar constantemente de actividad, dada la baja tolerancia a la monotonía que manifiestan. e)Actitud desafiante y desobediente, que con frecuencia persigue la atención por parte de los demás, especialmente adultos. Si no encuentran esa atención, el resultado son rabietas y conductas autolesivas, también cuando están sobrepasados por la tarea que se les demanda. f)Actitudes agresivas y destructivas para con los demás. Suelen ser la consecuencia de cambios de rutinas y la falta de atención por parte del adulto. g)Actitudes autolesivas, se resumen principalmente en las siguientes: morderse, 33 pegarse, arañarse, pellizcarse, golpearse la cabeza, arrancarse las uñas e inserción de objetos extraños en los orificios corporales (poliembolocoilamanía). h)Conductas estereotipadas típicas del SSM: autoabrazos, aleteos de manos, palmadas y frotamiento de manos cuando están alterados y sobreexcitados. Cuadro 1.3. Características del desarrollo y comportamentales del SSM (adaptado de Greenberg, Lewis, Potocki et al., 1996) Parece que la reducción de la actividad dopaminérgica podría explicar muchos de estos trastornos de conducta, especialmente los relacionados con la falta de concentración, la impulsividad, la hiperactividad y la falta de motivación en estas personas. Bajo muchos de los problemas conductuales subyacen los trastornos del sueño descritos anteriormente (ver epígrafe 1.1). La falta de sueño y los desórdenes del ritmo 34 circadiano podrían actuar como predictores de muchos de los trastornos de conducta presentes en el SSM, como la irritabilidad, inatención, impulsividad, etc. 1.3.5. Características físicas Entre la población afectada por el SSM parece que se distinguen una serie de rasgos físicos característicos que son compartidos por un porcentaj e elevado de ellos. Estos rasgos afectan tanto a la cara, como a otras zonas corporales como brazos y pies (ver cuadro 1.4.): Cuadro 1.4. Características físicas de los enfermos por el SSM (adaptado de Greenberg, Lewis, Potocki et al., 1996) a)Braquicefalia. Produce un cráneo aplanado, ancho y alargado desde una perspectiva lateral, pero corto en la base del cráneo en la zona occipital (figura 1.3). La braquicefalia puede producir alteraciones ortodóncicas y del aparato oromotor, alteraciones oculares y retrasos en el desarrollo psicomotor y cognitivo. 35 FIGURA 1.3. Características craneales del SSM. b)Hipoplasia media facial o secuencia malformativa de la línea media facial. Se define como expresión fenotípica de un defecto primario o intrínseco estructural producido por un error en la morfogénesis, el cual produce una serie de malformaciones secundarias (Lobo y Rivera, 2007). La afección resultante puede ser de un órgano o de una región más extensa de un área de desarrollo, en el caso del SSM provoca que el labio superior esté elevado, evertido (con forma de "tienda de campaña") y suele haber prognatismo mandibular. Las consecuencias físicas de la braquicefalia y la hipoplasia son una frente prominente, zona media de la cara hundida o aplastada y como resultado el puente nasal suele ser ancho y la nariz chata (ver figura 1.4). Ambas anomalías cráneo- faciales producen una inclinación anormal del ojo (pliegues palpebrales). La inclinación palpebral es una característica en el síndrome de Down, por ello al nacer las personas con SSM pueden recibir un diagnóstico diferencial erróneo condicionado por esta inclinación anormal del ojo. Además, o como consecuencia de los problemas cráneofaciales, la implantación del pabellón auricular suele ser más baja que para el resto de la población, y en algunos casos esta baja posición de la oreja es la causante de problemas auditivos. 36 FIGURA 1.4. Características faciales del SSM. c) Braquidactilia. Los afectados por el SSM se caracterizan por tener las manos y los pies anchos y los dedos de ambas extremidades muy cortos. Se presenta como rasgo que forma parte del síndrome (figura 1.5.). 37 FIGURA 1.5. Manos anchas y dedos cortos de un afectado por SSM. d)Estatura corta. Suele referirse en la bibliografía a otra característica física dominante en el SSM, la estatura corta de los afectados. Sin embargo, como ya se comentó más arriba (ver epígrafe 1.2), esta característica física parece asociarse a los enfermos con deleción, no con mutación de RA11. e)Pies planos. Pueden dificultar la deambulación y en algunos casos provocar dolor (ver figura 1.6). 38 FIGURA 1.6. Pies de un afectado por SSM. 1.4. Epidemiología La epidemiología se encarga del estudio de la distribución de las enfermedades en las poblaciones y de los factores que determinan la frecuencia y distribución de las enfermedades en poblaciones humanas. Dentro de la epidemiología cabe distinguir dos conceptos que son confusos pero que aportan información claramente diferenciada, son la prevalencia y la incidencia. Cuando nos referimos a prevalencia hablamos de la proporción de personas que presentan una característica determinada, en nues tro caso una enfermedad determinada en un momento determinado; esto es, cuantificamos la proporción de personas que presentan la enfermedad en un período de tiempo concreto, nos permite identificar su frecuencia y alude a los casos existentes con esta afectación. Al hablar de incidencia se aporta la medida del número de casos nuevos de la enfermedad en un momento determinado. Redundamos en estas definiciones porque a partir de ellas podemos comprender determinado tipo de información que se presenta confusa en la bibliografía al respecto del SSM. 39 Es frecuente cuando encontramos información relacionada con el síndrome Smith- Magenis que se aporten diferentes cifras relacionadas con la incidencia de esta enfermedad; así, por ejemplo, vemos que los datos de incidencia que proporciona Orphanet (portal de información de Enfermedades Raras y Medicamentos Huérfanos, vinculado al Instituto Nacional de Sanidad y de Investigación Médica de Francia) para el síndrome están en torno a 1 cada 100.000 afectados. Si vemos la estimación proporcionada en Genetics Home Reference y National Center for Biotechnology Information-Gene Reviews, la incidencia sería de 1 de cada 25.000, aunque concluyen que un dato más real se acercaría a 1 de cada 15.000. Un estudio reciente (Truong, Dudding y cols.,2010) habla ya de una incidencia de 1 de cada 11.274, por lo que resulta fácil concluir que hay una infraestimación de la enfermedad, dado que la tendencia de las cifras apunta a un aumento de la incidencia. Independientemente de las cifras aportadas, lo que sí parece claro entre la comunidad científica y no científica es que hay muchos casos que no están diagnosticados y que de facto existen, por lo que se trata de un síndrome infradiagnosticado. De ahí que sea muy importante su detección y diagnóstico, y la creación de bases de datos que proporcionen información sobre los casos ya existentes. Las bases de datos con registros de los pacientes suponen una fuerte herramienta que permite la investigación clínica en el campo de las enfermedades raras, que repercutirá en el plan de salud, cuidados y apoyos profesionales especializados para los pacientes. A partir de los registros en las bases de datos específicas éstos se pueden ordenar por el tipo de enfermedad y su epidemiología, lo que nos permitirá saber con bastante más certeza la prevalencia de la enferme dad en el conjunto de la sociedad y en el conjunto de las enfermedades raras y no raras. Qué bases de datos existen y qué información proporcionan. En España disponemos de ciertas bases de datos, aunque su fiabilidad es cuestionable cuando nos movemos en el ámbito de las enfermedades raras. Si consultamos los datos disponibles en el Instituto Nacional de Estadística (INE) sólo conseguimos saber que la prevalencia de personas con discapacidad intelectual en España es de 738.900. No se especifican cuáles son los diferentes tipos de enfermedades y síndromes que cursan con discapacidad. En el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, se encuentra el Instituto de Investigación de Enfermedades Raras, algunas de cuyas funciones consiste en identificar la magnitud de dichas enfermedades, estableciendo un sistema de información que permita conocer su base epidemiológica. Pues bien, sorprende el hecho de que los datos de que disponen sean los registros que los propios tutores de los afectados cumplimentan y les hacen llegar; para ello hay que incorporarse como paciente y éste queda registrado. Evidentemente, esto significa que 40 del paciente que no se registra no consta información. En mayo del año 2011, el número de pacientes registrados con SSM en el ICIII era de 6. En un documento del año 2006 editado por la Consejería de Salud de Andalucía se llevó a cabo un estudio sobre enfermedades raras en esta Comunidad. En el mismo documento se ve reflejada la epidemiología de las mismas. El SSM no está presente. Así pues, a falta de estudios y de bases de datos fiables, no queda más remedio que acudir a los datos que nos proporcionan desde las asociaciones. El dato que desde ASME (Asociación Smith-Magenis España) se nos proporciona es sorprendente: sabemos que en España, y por comunidades, la prevalencia del síndrome es: -Comunidad Andaluza: 9* + 2** -Comunidad de Madrid: 9* + 3** -Comunidad de Galicia: 6* + 4** -Comunidad Cántabra: 2 -Comunidad del País Vasco: 8 -Comunidad Catalana: 5 -Comunidad de Extremadura: 3 -Comunidad de Castilla-La Mancha: 1 -Comunidad Valenciana: 3 -Comunidad de Murcia: 2* + 1** -Comunidad de Castilla y León: 1 -Comunidad Asturiana: 1 Pacientes asociados a ASME. ** Pacientes diagnosticados, pero no asociados. La prevalencia en España es de 60 personas afectadas por el síndrome de Smith- Magenis (datos actualizados con fecha mayo de 2013); sin embargo, es con toda probabilidad bastante mayor de los datos que proporcionamos en este momento. Es interesante destacar que de los 51 miembros asociados a ASME, 28 son varones y 23 mujeres. Resaltamos este hecho pues hay estudios que inciden en las diferencias 41 inherentes al SSM por el género de los afectados y que afectarían al fenotipo. Edelman, Girirajan y colaboradores (2007) observaron en un estudio con 105 casos analizados que las mujeres con SSM presentaban un porcentaje considerablemente mayor de miopía, problemas alimenticios y problemas de lenguaje y comunicación respecto de los hombres. Cuadro resumen El síndrome de Smith-Magenis es una anomalía congénita múltiple y está incluida dentro de las enfermedades genéticas raras. La enfermedad está asociada a una pérdida genética de la banda cromosómica 17p11.2. Su epidemiología es de 1/15.000 nacidos vivos, pero con toda seguridad podremos decir que está subestimada por estar i nfrad i agnosti cada. Fue identificado por primera vez en 1982 por Smith, McGavran y Waldstein a partir del estudio de dos niños que presentaban una deleción del cromosoma 17 en la región p11.2, fisura palatina y cardiopatía. En 1984, Patil y Barthley describieron un caso de microdeleción en el cromosoma 17 con una afectación clínica mayor, pero sin malformaciones asociadas. En 1986 se describen 9 casos con la misma microdeleción y se constituye un nuevo fenómeno clínico al que se le da el nombre de síndrome de Smith-Magenis en 1988. El SSM se produce independientemente de la raza y el sexo y se detecta por medio de la técnica FISH (Hibridación Fluorescente In Situ). El SSM presenta unos rasgos comunes entre los pacientes que lo padecen, entre ellos destacan la discapacidad intelectual, rasgos faciales característicos, problemas conductuales y trastornos del sueño. El SSM es una anomalía congénita múltiple dado que, aparte de la enfermedad genética, se le asocian una serie de condiciones clínicas médicas que afectan a diferentes sistemas como el circadiano, sistema nervioso periférico (neuropatía periférica), sistema metabólico, sistema inmunológico, además de presentar problemas de tipo nefrológico, otorrinolaringológico, dermatológico, oftalmológico y cardiológico. Es frecuente encontrar en las descripciones del síndrome de SmithMagenis un perfil fenotípico neurocognitivo en el que las habilidades de memoria a largo plazo, razonamiento y cierre visual destacan como relativamente preservadas, mientras que las habilidades en memoria a corto plazo y procesamiento secuencia) serían aspectos de dificultad para los afectados. Por lo que respecta al lenguaje, parece que los aspectos más formales del lenguaje tendrían un grado de competencia relativamente bueno, a excepción de los casos con disfunción oromotora (DOM), en que las dificultades para la articulación son evidentes, no es así con la construcción formal de palabras y frases, en las que no 42 suelen presentar dificultades. En lo que se refiere a los aspectos de contenido y uso del lenguaje, los aspectos más funcionales del lenguaje, y que determinan el uso y manejo real que las personas hacen de su lengua, parecen estar bastante más afectados. El fenotipo conductual de las personas con SSM cursa con un patrón comportamental dificil que suele agudizarse con la edad y repercute en gran medida en un funcionamiento social poco adecuado, dado el perfil conductual conflictivo, en el que rabietas y autoagresiones pueden llegar a ser una tónica constante. El fenotipo conductual limita el establecimiento y la conservación de relaciones sociales adecuadas y duraderas; no obstante, tienden a buscar al otro, fundamentalmente al adulto. El grado de discapacidad intelectual es variable, de severo a límite (a pesar de ser éste un criterio que tiende al desuso), y ello repercutirá en una mayor o menor afectación cognitivo-conductual, al igual que la causa genética, microdeleción (será relevante el tamaño de la deleción) o mutación del gen RAI/, que parece determinar ciertas características particulares entre los afectados. Caso clínico El caso clínico que aportamos en este capítulo es un testimonio de una madre con una hija afectada por el SSM. Creemos que es lo suficientemente informativo para recogerlo en este momento, dado que reúne las principales preocupaciones y problemas que se han mencionado a lo largo del capítulo. Todos los nombres de los casos que se presentan en los diferentes capítulos han sido cambiados para preservarel derecho a la intimidad ateniéndonos a la ley de protección de datos. Al quedarme embarazada y saber que tenía dentro una niña no tenía ninguna duda de cuál sería su nombre, María. Me parecía que sería una personita con mucha personalidad y mucha fuerza, con un futuro brillante y una familia que la querría muchísimo. En algo no me confundí, porque su familia la quiere a rabiar y cada día que pasa nos cala de forma más profunda, pero en lo referente a su futuro... Cuando María nació nos comunicaron que tenía "algo"; pasaron 2 años hasta que después de dar muchas vueltas, hacer pruebas, vivir horas de angustia, se nos comunicó que ese "algo" se llamaba síndrome de SmithMagenis. En un principio todo tu esfuerzo está volcado en saber qué enfermedad 43 sufre tu hijo, pero cuando le ponen nombre a lo que padece, todo cambia. Buscas como loca toda la información posible al respecto, que en este caso es muy escasa, ya que el SSM está considerado como una enfermedad rara (de baja frecuencia); quieres que algún médico te cuente cosas sobre ello, que te digan cómo será su vida a partir de ese momento; pero tienes la mala suerte de que nadie sabe decirte nada, no hay casos sobre los que basarse, nadie sabe de lo que están hablando. ¿SSM? ¿Qué es eso? Tienes que armarte de valor e ir explicando a los médicos, a tu familia, amigos... que tu hija sufre una enfermedad genética debida "a la falta de un pequeño fragmento en el cromosoma 17" y que eso lleva a que María sufra continuas rabietas, cambios de comportamiento muy bruscos, lo mismo te come a besos que te pega tortas y mordiscos; que tenga un sueño totalmente irregular, para ella el día comienza a las 5 de la madrugada, y la noche es intranquila con sueños cortos y muchos despertares; que se autoagreda hasta el punto de sangrar al morderse los dedos, que tengas que escuchar a sus compañeros de clase decir "María no habla", que veas que sus manos y pies son más cortos y anchos de lo normal, y que su físico poco a poco va cambiando mostrando que es diferente. Que tengas que mentalizarte de que tarde o temprano tendrás que sacarla de su escuela y llevarla a un colegio de Educación Especial, y que los estudios en el colegio inglés y todas las expectativas de futuro para tu hija se tendrán que quedar en sueños o vivirlas en un posible segundo hijo. A pesar de todas estas contrariedades, mi hija es lo mejor de mundo y, aunque hay veces que la mandaría de vacaciones a un lugar remoto, o que le taparía la boca porque me llama constantemente y me vuelve loca y que no me quedan fuerzas para sacarla adelante, voy a hacer todo lo posible para que desarrolle al máximo sus capacidades (conocimientos, habilidades, aptitudes, etc.) para que sea la personita más feliz y, sobre todo, para que su futuro y el de los demás niños como ella (que son los niños con más encanto que conozco) puedan disfrutar de una niñez, juventud y de una vida adulta lo más "normal posible", sin tener que depender de nadie y sin tener que sentirse aislados del mundo en el que nos ha tocado vivir. Preguntas de autoevaluación 1.El síndrome de Smith-Magenis es una enfermedad rara porque: 44 2.El síndrome de Smith-Magenis se describe como una anomalía congénita múltiple dado que: 3.Las anomalías en el sistema circadiano en el síndrome de Smith-Magenis están relacionadas con: 4.Una de las características conductuales más disruptiva en el síndrome de Smith- Magenis es: 5.Una de las características físicas más frecuente en los afectados por el síndrome de Smith-Magenis es: 45 46 47 El síndrome Smith-Magenis está causado por una cromosomopatía cuyo curso evolutivo está determinado por la etiología del mismo, una microdeleción genética, alteración de material genético en el cromosoma 17 en la región p11.2. Una alteración genética, ya sea la falta de uno o más genes o que éstos se encuentren alterados, determinará el desarrollo de las características anatomo-fisiológicas de cada caso, aunque no debemos olvidar que hay otros factores que determinan el desarrollo del sujeto, intervenciones, terapias, factores ambientales, educación... (figura 2.1). FIGURA 2.1. La microdeleción determina el desarrollo del SSM. Dado que la alteración genética no es idéntica en cada caso de SSM, cabe esperar que no todas las características que describiremos a continuación estén presentes en todos los casos y que por ello exista diferente grado de afectación del síndrome; cada caso es único y con unas características propias. 2.1. Etiología y diagnóstico: variables biológicas implicadas La causa del síndrome Smith-Magenis, una alteración en el brazo corto del cromosoma 17 en la banda pll.2, es detectable mediante la técnica FISH, análisis molecular o mediante la técnica array - microarrays de hibridación genómica comparada - (ver capítulo 3, apartado 3.2). El 90% de los pacientes con SSM carecen en uno de sus dos cromosomas 17 de una pequeña porción de material genético en la banda p11.2 que afecta siempre el gen RAIL (Retinoic Acid-Induced l), teniendo el 70% de los pacientes lo que se denomina la deleción común, que abarca una extensión de 3.5 Megabases 48 (Mb). Habrá de tenerse en cuenta que existen casos de pacientes con una sintomatología similar a la del SSM o que son difícilmente distinguibles de éstos, cuyos resultados son normales, según la prueba FISH, para la región 17pi1.2 (no hay deleción) y secuenciación del gen RAIL (no hay mutación); puede que en estos casos se trate de personas con alteraciones de material genético en otras regiones cromosómicas específicas (por ejemplo: deleción lp36, deleción 22q11.2) y que conllevan un fenotipo similar (Vieira, Rodríguez y cols., 2011). Un análisis citogenético molecular por medio de la moderna técnica de array de hibridación genómica comparada (aCGH o CGH-arrays) permite la identificación de todas estas alteraciones a través de una única prueba (ver capítulo 3, apartado 3.2.). El SSM es un síndrome que está presente de igual modo en todos los grupos étnicos, en ambos sexos y en todas las clases sociales con una incidencia de 1/25.000-1/15.000 (Greenberg, Guzzetta y cols., 1991). Respecto a las causas o a la heredabilidad del síndrome señalamos que prácticamente en todos los casos de SSM la deleción o mutación del gen RAIL en el cromosoma l7pll.2 suceden de novo (es decir, no se heredan de un progenitor); por ello, cuando en una consulta de consejo genético se lleva a cabo el análisis cromosómico parental y éste no presenta alteraciones, el riesgo de recurrencia para hermanos es mínimo. Pero si los padres tienen mosaicismo es difícil determinar las posibilidades de tener descendencia con alguna alteración cromosómica que conlleve la presencia de un síndrome; en el caso del SSM, sí se han descrito casos de mosaicismo en los padres, por lo que a la hora de tener un segundo hijo, el genetista habrá de valorar la posibilidad de realizar el diagnóstico genético de preimplantación o el diagnóstico prenatal. 2.2. Características fenotípicas: neuroanatómicas, aspectos médicos y compromiso cognitivo-conductual Las características fenotípicas en el síndrome Smith-Magenis no sólo están determinadas por el tamaño de la microdeleción y los genes implicados en la misma - mayor deleción no implica mayor gravedad de los síntomas-, también lo está por el tipo de afectación de algunos de esos genes. Aunque no están claros los rasgos debidos a muchos de los genes implicados en el fenotipo del síndrome SmithMagenis, actualmente sí se conocen datos de la implicación del gen RAIL, y de las diferencias existentes en función de que este gen haya sido delecionado o mutado, la expresión del síndrome SSM será diferente; así lo corroboran diversas investigaciones (Girirajan, Vlangos y cols., 2006; Edelman, Girirajan y cols., 2007; Boone, Reiter y cols., 2011). En sendos estudios con pacientes con SSM - Edelman (2007) y Girirajan (2006) - se realizaron análisis moleculares en los que se diferenciaron los casos en los que estaba 49 presente la delecióndel gen RAIL (ausencia del gen) de aquellos que mostraban la mutación del mismo gen (el gen está presente pero sufre alguna modificación); además se llevó a cabo un análisis fenotípico en el que se valoraban las características de cada uno de los casos. Los resultados permitieron discriminar el fenotipo en pacientes con deleción o mutación, siendo más frecuente en aquellos que tenían la deleción RAIL, una estatura corta, problemas renales y cardíacos, pérdida auditiva con otitis crónica y retraso motor y del habla. En los cuadros 2.1 y 2.2 se recogen a modo de resumen las características fenotípicas más frecuentes en caso de deleción del gen RAIL o de la mutación del mismo. Cuadro 2.1. Características esqueléticas y craneo faciales en el SSM en función de la presencia de deleción o mutación RAII (adaptado de Elsea y Girirajan, 2008) A día de hoy todavía se desconoce el papel funcional o fisiológico de la alteración genética en el síndrome Smith-Magenis, pero se cree que el cambio del gen RAI1 sería el responsable de los trastornos del ritmo circadiano y del metabolismo lipídico (Boone, Reiter y cols., 2011). En el cuadro 2.3 se recoge el porcentaje de aparición de algunas de las características clínicas de mayor incidencia en función de la deleción o la mutación del gen RAIL. Podemos detectar también diferencias, aunque no tan claras, en cuanto al comportamiento y capacidad cognitiva (cuadro 2.4). Los estudios de Edelman (2007) y Colley (1990) aportan además la presencia de diferencias significativas entre hombres y mujeres, siendo ellas las que, independientemente del genotipo, son más propensas a la frustración con la comunicación y a padecer trastornos alimenticios. 50 Cuadro 2.2. Características otorrinolaringológicas y oftalmológicas en el SSM según la deleción o mutación RAII (adaptado de Elsea y Girirajan, 2008) Cuadro 2.3. Características fisiológicas en el SSM en función de la presencia de deleción o mutación RAII (adaptado de Elsea y Girirajan, 2008) Cuadro 2.4. Características neurológicas y comportamentales en el SSM en función de la presencia de deleción o mutación RAII (adaptado de Elsea y Girirajan, 2008) Las alteraciones del sueño son muy importantes y están presentes en casi todos los casos de SSM (con mutación o deleción RAIL). Esto supone un gran impacto negativo - interfiere en el comportamiento y estado de ánimo - no sólo para el paciente, sino para todos los miembros de la unidad familiar. 51 Un niño pequeño sano tiene un ritmo de sueño-vigilia ultradiano que se habitúa poco a poco a un ritmo circadiano de sueño-vigilia. En los niños con síndrome Smith-Magenis esto no sucede y continúan despertándose varias veces por la noche; es frecuente la eneuresis nocturna. Padecen una inversión del ritmo circadiano en la secreción de melatonina, están somnolientos durante el día y no duermen durante la noche, es frecuente que se despierten varias veces en este período y en torno a las 5 de la mañana están completamente despiertos. Cuadro 2.5. Características fenotípicas en el SSM para la población española La producción de melatonina ocurre en los períodos de oscuridad y es inhibida con la luz. La producción de melatonina a lo largo del día es similar a una campana de Gauss que habitualmente entre las 12 de la noche y las 3 de la madrugada tiene su punto más alto. Pero en las personas con SSM esto no sucede así, la secreción de melatonina comienza al amanecer y tiene su pico máximo en torno al mediodía, lo que provoca sueño diurno y la necesidad de dormir pequeñas siestas, especialmente en las horas centrales del día. En la valoración de una muestra española con 19 afectados por el SSM (cuadro 2.5) se han hallado datos similares a las medias referidas en la bibliografía actual (Osorio, Garayzábal, Lens y Sampaio, 2013). 2.3. Diagnóstico diferencial Desde hace relativamente poco tiempo se ha despertado un gran interés por la 52 comparación entre síndromes genéticos con el fin de entender mejor las relaciones entre genes, cerebro y cognición conducentes a una intervención más idónea y ajustada al perfil específico de cada síndrome. Pero las enfermedades raras han sido identificadas y descritas fundamentalmente desde la genética y se ha restringido de algún modo la proyección de conocimiento a otros ámbitos, se desconoce la funcionalidad de muchos de los genes que ocasionan estas enfermedades y la importancia que tienen para el desempeño funcional en el día a día del paciente. El síndrome Smith-Magenis tiene un fenotipo característico y una afectación genética concreta del cromosoma 17 en la citobanda pll.2. Las alteraciones no sólo en el mismo cromosoma, sino en la misma citobanda, pueden ser la causa otros síndromes genotípica y fenotípicamente diferentes (cuadro 2.6); por ejemplo, si lo que sucede es una replicación del gen RAIL, resultará otro síndrome (Síndrome de Potocki-Lupski). Asimismo, como también se observa en otros síndromes del neurodesarrollo causados por microdeleción, las características de los pacientes pueden ser muy variables y no todos, especialmente a edades tempranas, presentan síntomas claramente relacionados con el síndrome. La mayoría de las características del fenotipo de los afectados por SSM se cree que tienen su causa en el gen RAI1 -haploinsuficiencia del gen RAI1-, mientras que la alteración de otros genes dentro de la banda l7pll.2 serían los responsables de la variabilidad y gravedad de los síntomas en esta población. Cuadro 2.6. Diagnóstico diferencial: otros síndromes consecuencia de alteraciones genéticas en 17p11.2 diferentes de SSM El SSM cursa con discapacidad intelectual, retraso en el habla y en las competencias lingüísticas, características faciales diferenciales (pueden pasar inadvertidas en la primera infancia), importantes alteraciones del sueño (ritmo circadiano de la melatonina invertido), trastornos de conducta y, especialmente llamativas, conductas autolesivas. Los niños y adultos con SSM mantienen normalmente un buen contacto visual y se observa la presencia de sonrisa social (Smith, Dykens y cols., 1998), éstas deben ser características que deben tenerse en cuenta en el diagnóstico diferencial con los trastornos del espectro autista; algunos casos sí cumplen los criterios diagnósticos para el trastorno autista. 53 Cuadro 2.7. Diagnóstico diferencial del Síndrome de Smith-Magenis vs síndromes con características similares 54 55 Existen casos en los que un fenotipo puede sugerir que una persona está afectada por el SSM y la prueba genética no revela alteración en la citobanda 17p11.2 o no existe mutación ni deleción de RAIL. El conocimiento profesional es lo que nos permite diferenciarlo de otros síndromes con otras afectaciones genéticas (cuadro 2.7). En la muestra española valorada, la edad media de diagnóstico es de 6 años y 2 meses y se ha informado de diversos diagnósticos erróneos previos al de SSM, como son el síndrome de Down, retraso generalizado del desarrollo, autismo atípico, hipoacusia, síndrome de Williams-Beuren y retraso mental. 2.4. Fenotipo conductual y cognitivo: variables psicológicas y lingüísticas El fenotipo conductual tiene que ver con las características comportamentales y cognitivas asociadas a síndromes genéticos y ayudan a la identificación de genes que 56 influyen en el desarrollo de habilidades sociales y cognitivas (Skuse y Slator, 2008). Los genes implican características estructurales o bioquímicas sobre el sistema nervioso central y sobre el funcionamiento cognitivo y conductual: función ejecutiva, razonamiento, habilidades visoespaciales, atención, memoria auditiva, memoria visual, razonamiento verbal, aptitudes sociales... En algunos síndromes el fenotipo conductual conlleva una serie de conductas que pueden resultar patológicas e incluso constituir un trastorno psiquiátrico. El SSM presenta un fenotipo conductual típico, aspectos cognitivos y de interacción social que lo caracterizan. El déficit cognitivo, el comportamiento, la combinación de comportamientosy el desarrollo del lenguaje nos pueden hacer sospechar sobre la presencia del síndrome y facilitar su diagnóstico. Está documentado en la bibliografía el déficit intelectual (cuadro 2.8); el diagnóstico del SSM presenta frecuente comorbilidad, como parte de su fenotipo conductual, con el diagnóstico de determinados trastornos psiquiátricos: Cuadro 2.8. Capacidad cognitiva en los afectados por SSM (adaptado de Van Balkom, 2012) -Trastorno negativista desafiante. -Trastorno obsesivo compulsivo (TOC). -Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). El perfil conductual del afectado por SSM se caracteriza por llevar a cabo comportamientos que incluyen conductas autoagresivas desde edades tempranas (en torno a los 2 años) y son características a edades avanzadas la onicotilomania (manos y pies) y la poliembolocoilomanía, aparentemente en ausencia de dolor (Finucane, Dirrigl y cols., 2001). En un estudio más reciente (Edelman, Girirajan y cols., 2007) se encontró que aquellos casos afectados por la mutación RAI1 eran más propensos a las conductas descritas y el autoabrazo, ampliamente descrito en la bibliografía sobre el SSM, estaría 57 más relacionado con la mutación del mismo gen. La evolución a lo largo del ciclo vital de los problemas de conducta conlleva normalmente su agravamiento, que coincide normalmente con la llegada de la pubertad; el trastorno del sueño y el grado de discapacidad correlacionan también con la presencia o el empeoramiento de la sintomatología en relación con las conductas disruptivas. El perfil cognitivo del afectado por SSM cursa con discapacidad intelectual con diferente grado de afectación, ya que se describen relativamente buenas habilidades lingüísticas y buena capacidad de integración de la información, pero con un marcado déficit de atención y comportamiento hiperactivo que se evidencia en la interacción a lo largo de las evaluaciones realizadas; además, tienen dificultad para adaptarse a las nuevas situaciones (Martin, Wolters y cols., 2006). Las conductas agresivas y autoagresivas, las estereotipias, la falta de atención, la hiperactividad, la baja tolerancia a la frustración, el comportamiento inflexible y colérico que se describe en otros estudios, y son corroborados por los padres de los afectados: "tantas veces como yo quiera", "si hoy haces algo que le satisface debes hacerlo siempre", "las situaciones, actos o cosas agradables son motivo de obsesión", dan clara cuenta de los trastornos psiquiátricos comórbidos para el síndrome. A pesar de ello, y aun cuando estas conductas están presentes o aunque su discurso esté repleto de palabrotas o insultos, la personalidad de los afectados por el SSM resulta atrayente, encantadora y tienen buen sentido del humor (83% para la población española). Los estudios que valoraron el perfil cognitivo en niños y adultos con SSM identifican problemas atencionales, distractibilidad e impulsividad, y dificultades de memoria a corto plazo (Dykens, Finucane y cols., 1997; Dykens y Smith, 1998; Udwin, Webber y cols., 2001; Webber, 1999). Tienen buena memoria a largo plazo, y desde edades tempranas son destrezas relativas el cierre perceptual, las habilidades gestálticas y la percepción espacial (Gropman, Duncan y cols., 2006; Sarimski, 2004; Udwin, Webber y cols., 2001; Wolters, Gropman y cols., 2009). En un estudio reciente con una muestra española de afectados por el SSM compuesta por 9 niños (5 varones y 4 mujeres) con edades comprendidas entre los 7 y los 11 años y genéticamente diagnosticados con el Síndrome de Smith-Magenis por medio de la prueba FISH (sin diferenciar los casos de mutación o deleción) se valoró el funcionamiento cognitivo y psicolingüístico de los participantes (Garayzábal, Lens y cols., 2011). El funcionamiento cognitivo general - WISCIV-, proporcionó puntuaciones para el índice comprensión verbal que se encontraban en un intervalo entre 45 y 75, con una media de 59,50 (D.T.=10,52), el índice razonamiento perceptivo se situaba entre 45 y 72, la media es de 57,80 (D.T.=10,74), el índice memoria de trabajo se encontraba entre 50 y 61, con una media de 52,7 (D.T.=3,80), y el índice de velocidad de procesamiento variaba entre 50 y 85, la media era de 59,70 (D.T.=9,87). La puntuación del cociente de inteligencia (CI) total obtenido por la muestra estuvo comprendida entre 41 y 62, con una media de 58 48,90 (D.T.=6,64). Los resultados de este estudio son congruentes con los observados en otros trabajos (Rijk-van Andel, Catsman-Berrevoets, y cols., 1991; Moncla, Livet, y cols., 1991; Udwin, Webber y cols., 2001) y proporciona evidencias de que no existen diferencias en cuanto al CI de los afectados por SSM por causas culturales en cuanto a las capacidades intelectuales. La velocidad de procesamiento requiere de capacidades de atención visual, atención sostenida y de estrategias para resolver las tareas; lo que nos dicen los resultados es que este índice es bajo en los enfermos con SSM. La memoria de trabajo exige competencias tales como capacidad atencional, memoria auditiva primaria y habilidades de secuenciación y manipulación mental de la información, todas ellas funciones necesarias para la resolución de problemas, el aprendizaje y la adquisición y desarrollo de distintas competencias. Estas competencias son claramente deficitarias en la población con SSM. El hecho de que la velocidad de procesamiento y la memoria de trabajo estén comprometidas en el SSM tiene una clara repercusión negativa en el desarrollo de las habilidades lingüísticas, logros educativos y su desempeño en la vida cotidiana (ver cuadro 2.9). Por lo que respecta al índice de comprensión verbal, se constata la capacidad que poseen para integrar información, que parece constituir una relativa habilidad en este grupo poblacional. Cuadro 2.9. WISC-1V: factores de inteligencia y rasgos aptitudinales generales que evalúa el test 59 Los resultados del estudio (Garayzábal, Lens y cols., 2011) mostraron un importante retraso en todos los dominios cognitivos en los niños con síndrome de Smith-Magenis en relación con la población normalizada. Pero la relativa heterogeneidad del perfil cognitivo y psicolingüístico revela que es posible destacar algunos puntos fuertes y frágiles (cuadro 2.10) a pesar del carácter generalizado de la afectación cognitiva en estas personas. Cuadro 2.10. Nivel cognitivo en los afectados por SSM (Garayzábal, Lens y cols., 2011) 60 De igual modo, en el estudio previo llevado a cabo por Udwin y cols., (2001) se resaltaron además como puntos fuertes del perfil cognitivo en el SSM la memoria a largo plazo y las habilidades computacionales (aritmética, cálculo), y como puntos débiles la coordinación visomotora y el procesamiento secuencial (cuadro 2.11). También se advirtieron dificultades en el funcionamiento adaptivo como actividades de la vida cotidiana y de las capacidades motoras; se destacaron los aspectos de socialización y comunicación (Madduri, Peters y cols., 2006; Taylor y Oliver, 2008). Cuadro 2.11. Nivel cognitivo en los afectados por SSM (Udwin,Webber y cols., 2001; Madduri, Peters y cols., 2006;Taylor y Oliver, 2008) Por lo que respecta a las características psicolingüísticas del SSM, el estudio de Garayzábal, Lens y cols. (2011) muestra que, mientras el perfil cognitivo general medido con las escalas Weschler de inteligencia es más homogéneo entre los niños evaluados, los resultados de la evaluación psicolingüística son mucho más heterogéneos, el patrón de respuestas es mucho más variable y disperso. La comparación entre pruebas con estímulos visuales y auditivos muestra que hay una mejor ejecución en las medidas visuales. En tareas de corte psicolingüístico, y de forma consistente los datos del índice de comprensión verbal, el dominio Representativo Viso-Motor parece perfilarse como un dominio fuerte en esta población en comparación con otros dominios. Se requieren habilidades concretas para completar o integrar estímulos, así como capacidad para organizar la información
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