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Biologia de los microorganismos (1607)

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946 L A S E N F E R M E D A D E S I N F E C C I O S A S Y S U T R A N S M I S I Ó N
procedente de una herida purulenta (Figura  29.30a), en un 
medio selectivo y diferencial que contenga un 7,5  % NaCl, 
manitol y rojo fenol, un indicador de pH (agar manitol salado, 
Figura 29.31). La sal inhibe el crecimiento de bacterias no halófi-
las, pero permite el crecimiento de los estafilococos. Además, 
como S. aureus fermenta el manitol, genera acidez y el color del 
medio cambia del rojo al amarillo; otros estafilococos, como S. 
epidermidis, no provocan este cambio de color (Figura 29.31).
En laboratorios clínicos importantes, la reacción en cadena 
de la polimerasa (PCR) se usa para amplificar genes específicos 
de S. aureus a partir de DNA aislado de una muestra clínica, lo 
cual acelera el proceso de diagnosis (los resultados de un cul-
tivo de laboratorio tardan 24 horas). Para identificar específi-
camente cepas de S. aureus resistentes a la meticilina (MRSA), 
existe un medio selectivo y diferencial especial, así como un 
protocolo PCR para identificar el gen mecA, el gen que codifica 
la resistencia a la meticilina en las cepas MRSA. 
Históricamente, las infecciones por S. aureus se han tratado 
con diversos antibióticos de penicilina y cefalosporina. No obs-
tante, el uso generalizado de estos antibióticos durante tantos 
años ha provocado la selección de cepas resistentes que pre-
dominan ahora, especialmente en entornos hospitalarios. Los 
pacientes quirúrgicos, por ejemplo, pueden contraer los esta-
filococos del personal sanitario, que es portador asintomático 
de cepas resistentes. Como consecuencia, la terapia apro-
piada contra S. aureus mediante fármacos antimicrobianos es 
un problema importante en los entornos sanitarios. El antibió-
tico clindamicina y diversos compuestos de tetraciclina se usan 
actualmente para tratar infecciones por MRSA.
Las infecciones por MRSA (Figura 29.30b) son cada vez más 
habituales. Por ejemplo, cada año se describen más de 100.000 
casos de infección por MRSA en los Estados Unidos, pero el 
número de infecciones reales probablemente sea unas diez 
veces superior. Muchos de estos casos son infecciones nosoco-
miales (adquiridas en instalaciones sanitarias) por MRSA, pero 
muchos otros no lo son. Debido a la gravedad potencial de las 
infecciones por MRSA, es importante identificar rápidamente 
las cepas en especímenes clínicos para comenzar un trata-
miento efectivo con la mayor celeridad posible. Retrasar el tra-
tamiento de una infección por MRSA, ya sea por las dudas sobre 
cepas de S. aureus también producen otras proteínas virulentas, 
como hialuronidasa, fibrinolisina, lipasa, ribonucleasa y des-
oxirribonucleasa.
Ciertas cepas de S. aureus causan el síndrome del choque
tóxico (TSS, por el inglés toxic shock syndrome), una conse-
cuencia grave de la infección estafilocócica caracterizada por 
fiebre alta, erupciones cutáneas, vómitos, diarreas y muerte. El 
TSS se observó primero en mujeres y se asoció al uso de tam-
pones de gran absorción. Sin embargo, actualmente se ha detec-
tado TSS tanto en hombres como en mujeres, y suele iniciarse 
por infecciones estafilocócicas postoperatorias. Los síntomas 
de TSS se deben a una exotoxina denominada toxina-1 del sín-
drome del choque tóxico. Esta potente toxina es un superantí-
geno ( Sección 24.9) liberado durante el crecimiento celular 
que atrae una gran cantidad de células T al lugar de la infección. 
Estas células, entonces, provocan una importante respuesta 
inflamatoria que resulta mortal en el 70 % de los casos. El TSS 
también puede estar causado por superantígenos de otros pató-
genos, incluido Streptococcus pyogenes (Sección 29.2).
Diagnóstico y tratamiento
Para diagnosticar una infección por S. aureus mediante un 
cultivo de laboratorio, se cultiva un espécimen, normalmente 
Figura 29.30 Heridas purulentas estafilocócicas. (a) Típica herida
purulenta en una mano. El pus se encuentra justo debajo de la capa 
epidérmica. (b) Absceso en la mano causado por una cepa de Staphylococcus 
aureus resistente a la meticilina (cepa MRSA). Si no se administra un 
tratamiento para heridas purulentas o si se administra penicilina en 
primer lugar, las infecciones por MRSA pueden causar destrucción tisular 
generalizada, como se muestra aquí.
(a)
(b)
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Figura 29.31 Uso de agar manitol salado para aislar estafilococos.
(a) El agar manitol salado (MSA) es selectivo y diferencial para los
estafilococos. La presencia de 7,5 % de NaCl hace selectivo al MSA y el rojo
fenol lo hace diferencial. A la izquierda, Staphylococcus epidermidis; a la
derecha, Staphylococcus aureus. (b) Frotis nasal del autor de mayor edad de
este libro que confirma la observación de que la mayoría de los humanos son
portadores de S. aureus.
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T.
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(a) (b)
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