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952 L A S E N F E R M E D A D E S I N F E C C I O S A S Y S U T R A N S M I S I Ó N ( Sección 24.8). La sífilis terciaria todavía se puede tratar, generalmente mediante la administración prolongada de antibió- ticos por vía intravenosa, pero el daño neurológico causado pre- viamente por la infección es típicamente irreversible. En el Capítulo 27 se presentaron diversas pruebas de labora- torio usadas para el diagnóstico de la sífilis. No obstante, el sín- toma clínico más importante y simple para diagnosticar la sífilis primaria, es el chancro (Figura 29.38a, b). Los individuos infec- tados solicitan generalmente tratamiento para la sífilis cuando se ven un chancro. La penicilina sigue siendo muy eficaz en la terapia contra la sífilis, y las fases primaria y secundaria de la enfermedad pueden controlarse generalmente con una única inyección de penicilina benzatina G. MINIRREVISIÓN Explique, al menos, una posible razón de la elevada frecuencia de la gonorrea en comparación con la sífilis. Describa la evolución de la gonorrea y de la sífilis en ausencia de tratamiento. ¿Curan los tratamientos estas enfermedades? 29.13 Clamidiasis, herpes y virus del papiloma humano Las STI causadas por Chlamydia (una bacteria) y los virus del herpes y del papiloma humano son muy frecuentes entre los adultos sexualmente activos, y a menudo son más dif íciles de diagnosticar y tratar que la sífilis y la gonorrea. Clamidiasis Varias enfermedades de transmisión sexual se atribuyen a la infección por Chlamydia trachomatis, una bacteria estricta- mente intracelular (Figura 29.39). Este organismo pertenece a un pequeño grupo de bacterias parásitas que forma un filo propio (Chlamydiae) dentro del dominio Bacteria ( Sección 15.15). Debido a que C. trachomatis se tiene que cultivar en células del hospedador (cultivo en tejido), su aislamiento e identificación no son tan sencillos como los de Neisseria gonorrhoeae. infección inicial se presenta en el pene; en la mujer, suele apa- recer en la vagina, el cuello del útero (cérvix) o la región peri- neal. En cerca del 10 % de los casos, la infección es extragenital, normalmente en la boca (Figura 29.38). Durante el embarazo, la espiroqueta se puede transmitir de la madre infectada al feto; la enfermedad adquirida de este modo se llama sífilis congénita. La sífilis es una enfermedad muy compleja, y puede pro- gresar hasta alcanzar fases graves. Siempre comienza con una infección localizada llamada sífilis primaria. En esta fase, T. pallidum se multiplica en el sitio de entrada inicial y se forma una lesión característica llamada chancro entre 2 semanas y 2 meses después de la infección (Figura 29.38a, b). Observados por microscopía, los exudados del chancro sifilítico revelan la presencia de espiroquetas activas móviles (Figura 29.37). En la mayoría de los casos, el chancro se cura espontáneamente y T. pallidum desaparece del lugar. Sin embargo, si la enfermedad no se trata, algunas células pueden desplazarse desde el sitio ini- cial a otras partes del cuerpo, como membranas mucosas, ojos, articulaciones, huesos y sistema nervioso central, donde se mul- tiplica enormemente. A menudo se da una reacción de hiper- sensibilidad a los treponemas, que se revela por el desarrollo de un sarpullido generalizado, que es un síntoma clave de la sífilis secundaria (Figura 29.38c). En ausencia de tratamiento, el desarrollo posterior de la enfer- medad es muy variable. Alrededor de una cuarta parte de los individuos infectados se cura espontáneamente y no presentan más síntomas. Otra cuarta parte no muestra más síntomas, pero permanecen infectados de forma crónica y persistente. Aproxi- madamente la mitad de los pacientes sin tratar desarrolla sífilis terciaria, con síntomas que varían desde infecciones relativa- mente leves de la piel y de los huesos, hasta infecciones graves e incluso mortales del sistema cardiovascular y del sistema nervioso central. Esto puede suceder muchos años después de la infección primaria. El daño en el sistema nervioso puede causar parálisis generalizada u otras patologías nerviosas graves. Los individuos con sífilis terciaria presentan un número relativamente bajo de células de T. pallidum, y la mayoría de los síntomas probable- mente son consecuencia de la inflamación debida a reacciones de hipersensibilidad retardada frente a las espiroquetas de la sífilis Figura 29.38 Sífilis primaria y secundaria. (a) Chancros en el labio y (b) en el pene en casos de sífilis primaria. El chancro es la lesión característica de la sífilis primaria en el lugar de infección por Treponema pallidum. (c) Erupción sifilítica en la parte inferior de la espalda de un paciente con sífilis secundaria. C e n te rs f o r D is e a s e C o n tr o l S . O la n s k y a n d L . W . S h a ff e r C D C /P H IL , R o b e rt S u m p te r (b) (c)(a) https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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