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415Endocrinología de la reproducción CA P ÍTU LO 1 5 Esta característica se utiliza en la clínica administrando agonis- tas de la GnRH de acción prolongada en el tratamiento de las enfermedades dependientes de esteroides, como la endometriosis, los leiomiomas, el cáncer mamario y el cáncer de próstata. Estos agonistas desorganizan la liberación pulsátil de GnRH, provocan menor secreción de gonadotropinas y, a su vez, reducen la concen- tración sérica de esteroides sexuales ováricos. La liberación pulsátil de GnRH es más frecuente, aunque de menor amplitud, en la fase folicular que durante la fase lútea. La liberación pulsátil más rápida estimula de manera preferente a la LH, mientras que la secreción lenta favorece a la FSH (Wildt, 1981). Por lo tanto, los cambios en la frecuencia con que se libera GnRH repercuten sobre la concentración absoluta y el índice de secreción de las gonadotropinas. A la fecha se cree que la actividad pulsátil constituye una pro- piedad intrínseca de las neuronas con GnRH. Así, quizá otras hor- monas y neurotransmisores tengan efectos moduladores (Clayton, 1981; Yen, 1985). En modelos animales, los estrógenos aumentan la frecuencia con que se libera GnRH y, por lo tanto, aumentan la concentración de LH en relación con la de FSH. Por el contrario, la progesterona reduce la liberación pulsátil de GnRH. La libera- ción lenta de dicha hormona estimula más la secreción de FSH que de LH, de manera que el aumento de progesterona durante la fase lútea explica el estímulo preferencial de FSH que se observa hacia el fi nal de esta fase. Dicha elevación de la FSH es imprescindible para el comienzo del reclutamiento folicular. Péptidos opioides y hormona liberadora de gonadotro- pinas. El tono opioide en el cerebro tiene una función central en el ciclo menstrual al suprimir la liberación hipotalámica de GnRH (Funabashi, 1994). Los estrógenos aumentan la secreción de endorfi nas, lo que incrementa aún más con la adición de pro- gesterona (Cetel, 1985). Por consiguiente, la concentración de endorfi nas se acrecienta durante la fase folicular, alcanza su punto máximo durante la fase lútea y desciende de manera considerable durante la menstruación. Este patrón sugiere que el tono opioide actúa con la progesterona para reducir la frecuencia de la liberación pulsátil de GnRH durante la fase lútea, en comparación con la etapa folicular. Por razones que se desconocen, en el momento de la ovulación se produce una liberación de GnRH por supresión de los opioides (King, 1984). Durante muchos años se pensó que las neuronas con GnRH no expresaban receptores estrogénicos y, por lo tanto, que la retroali- mentación estrogénica en el hipotálamo se realizaba por los efectos sobre las neuronas hipotalámicas con conexiones sinápticas con las neuronas con GnRH. Sin embargo, ahora se sabe que estas células expresan el ERβ y aún no se han identifi cado receptores de proges- terona en ellas. Por lo tanto, en la actualidad se cree que los este- roides ováricos repercuten sobre la actividad neuronal productora de GnRH por mecanismos tanto directos como indirectos, donde los opioides actúan como intermediarios imprescindibles para la retroalimentación negativa. ■ Otros ejes hipotálamo-hipofisarios Dopamina y prolactina Los neurotransmisores más importantes en la neuroendocrinolo- gía de la reproducción son las tres monoaminas: dopamina, nor- adrenalina y serotonina. Las fi bras que contienen dopamina y que regulan la función hipofi saria se originan ante todo en el núcleo plácoda olfatoria y emigran a lo largo del nervio vomeronasal hacia el hipotálamo (fi g. 16-5, pág. 447). El desplazamiento de estas neuronas es regulado por una serie de factores solubles localizados en ubicaciones específi cas a lo largo de su trayecto. Estos factores comprenden moléculas de señalización secretadas como el GABA, moléculas de adherencia y factores de crecimiento (Tobet, 2006; Wierman, 2004). La migración anormal puede ser el resultado de una variedad de defectos genéticos en estas moléculas de señaliza- ción y puede provocar el síndrome de Kallmann, que se discute con más detalle en el capítulo 16 (págs. 447-448). En los primates, los cuerpos celulares productores de GnRH se localizan ante todo dentro del núcleo arqueado. En estas células, la GnRH se transporta a través de los axones a lo largo del trayecto tuberoinfundibular hasta la eminencia media. Después la hormona en cuestión se secreta hacia el sistema porta que desemboca de forma directa en la hipófi sis anterior y estimula la biosíntesis y secreción de gonadotropinas. El número de neuronas con GnRH es muy reducido y existen unos cuantos miles de células dispersas dentro del núcleo arqueado. El origen olfatorio de las neuronas con GnRH y de las células epiteliales nasales, sugiere que existe una relación entre las señales olfatorias y los procesos de reproducción. Ciertos compuestos que son liberados por un individuo y que afectan a otros miembros de la misma especie se conocen como feromonas. Aquellas obtenidas de las secreciones axilares de féminas al término de la fase folicu- lar, aceleran la ocurrencia del pico de LH y acortan el intervalo del ciclo menstrual de las mujeres que tienen contacto con estas sustancias químicas. Las secreciones de mujeres que se encuentran en la fase lútea tienen el efecto inverso. Por lo tanto, quizá las fero- monas constituyen otro de los mecanismos por medio de los cuales las mujeres que conviven de manera considerable a menudo tienen ciclos menstruales sincrónicos (Stern, 1998). Existe un subgrupo de neuronas con GnRH que envían pro- yecciones hacia otras áreas del sistema nervioso central, como el sistema límbico. Estas neuritas no son necesarias para la secreción de gonadotropinas, pero es posible que participen en la regulación de la conducta reproductiva (Nakai, 1978; Silverman, 1987). Secreción pulsátil de la hormona liberadora de gonado- tropinas. En varios experimentos realizados en primates, Knobil (1974) demostró que los gonadotropos hipofi sarios necesitan el aporte pulsátil de GnRH para lograr una secreción sostenida de gonadotropinas. Como se muestra en la figura 15-13, el riego con- tinuo con GnRH reduce con rapidez la secreción de LH y FSH, efecto que se invierte con facilidad volviendo al estímulo pulsátil. 0 0 5 10 15 20 25 30 35 4051015 1 pulso por hora 1 pulso por hora 5 pulsos por hora Días 5 10 15 20 25 30 35 40 0 50 100 150 200 250 300 350 400 F S H ( ng /m l) LH ( ng /m l) FIGURA 15-13. Gráfica de los cambios en la concentración de hor- mona luteinizante (LH) y hormona estimulante del folículo (FSH) que ocurren cuando varía la liberación pulsátil de hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH). (Reimpresa de Knobil, 1980, con autorización.) 15_Chapter_15_Hoffman_4R.indd 41515_Chapter_15_Hoffman_4R.indd 415 06/09/13 21:0906/09/13 21:09
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