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431Endocrinología de la reproducción CA P ÍTU LO 1 5 eran avasculares. La invasión capilar empieza 48 horas después de la ovulación y alcanza el centro del cuerpo lúteo el cuarto día. Este incremento en la perfusión proporciona a estas células luteínicas acceso a las lipoproteínas de baja densidad (LDL, low-density lipo- proteins) circulantes, que se utilizan para obtener colesterol utili- zado en la biosíntesis de esteroides. El aumento de la irrigación tiene consecuencias clínicas, puesto que el dolor por un cuerpo lúteo hemorrágico es una causa frecuente de valoración en los ser- vicios de urgencias. Como su nombre lo indica, la esteroidogénesis en el cuerpo lúteo se encuentra bajo la infl uencia de la hormona luteinizante proveniente de la hipófi sis anterior. Según sus productos esteroidógenos, se considera que la fase lútea es de dominio progestacional, a diferencia de la preponde- rancia estrogénica de la fase folicular. La hipervascularidad, la hipertrofi a celular y el mayor número de organelos intracelulares transforman al cuerpo lúteo en el tejido esteroidógeno más activo del cuerpo. La mayor producción de pro- gesterona se observa en la mitad de la fase lútea y se calcula que alcanza hasta 40 mg diarios. Se puede suponer con un gran margen de seguridad que la ovulación ha ocurrido cuando la concentración de progesterona es mayor de 3 ng/ml el día 21 del ciclo. Si la can- tidad de progesterona es de 10 a 15 ng/ml, signifi ca que la función lútea es adecuada y no es necesario administrar dicha hormona a una mujer estéril. La progesterona es el esteroide ovárico más abundante durante la fase lútea, pero también se produce estradiol. La concentración de éste desciende de manera transitoria justo después del pico de LH. Esta disminución puede explicar el sangrado escaso que expe- rimentan algunas mujeres a mitad del ciclo. Se desconoce la razón de esta disminución, pero puede ser el resultado de la inhibición directa del crecimiento de las células de la granulosa por el incre- mento de las concentraciones de progesterona (Hoff , 1983). La disminución que se presenta en los niveles de estradiol es seguida de un incremento sostenido hasta alcanzar un máximo durante la fase lútea media. El cuerpo lúteo también produce grandes cantidades del poli- péptido inhibina A. Este fenómeno coincide con un descenso de la FSH circulante durante la fase lútea. Cuando la concentración de inhibina A disminuye al fi nal de esta etapa, la de FSH se eleva de nuevo para empezar la selección del grupo de ovocitos para el siguiente ciclo menstrual. Gonadotropinas y función lútea. La función hormonal están- dar del cuerpo lúteo está sujeta a una cantidad sufi ciente de LH sérica y de células luteínicas con receptores de LH en su superfi cie (Vande Wiele, 1970). Por lo tanto, la expresión de estos recepto- res en las células de la granulosa durante la fase folicular previa es indispensable. Se ha demostrado que la concentración sérica redu- cida de LH se correlaciona con una fase lútea más corta, lo que apoya la importancia de esta hormona para la supervivencia del cuerpo lúteo. La función lútea recibe también la infl uencia de la concen- tración de gonadotropinas durante la fase folicular anterior. Si la secreción de LH o FSH disminuye, la función lútea será defi - ciente (McNeely, 1988; Stouff er, 1980). Al parecer la falta de FSH reduce el número total de células de la granulosa. Además, las células luteínicas en estos ciclos subóptimos tienen un menor número de receptores de LH inducidos por FSH y, por lo tanto, su respuesta al estímulo con LH es menor. oophorus forman uniones intercelulares comunicantes entre ellas y con el ovocito. Se cree que el cumulus que acompaña al ovocito proporciona una superfi cie rugosa y un mayor tamaño para que las fi mbrias lo atrapen con facilidad. Quizá también sea importante la masa celular circundante para la salud del ovocito. Una serie de factores de producción local, como el OMI y el factor de la luteinización, evitan la maduración discordante de los ovocitos y la luteinización. Al parecer el inhibidor de la luteiniza- ción es la endotelina-1. La identidad del OMI aún se está investi- gando (Tedeschi, 1992). Es probable que la activina intrafolicular también ayude a prevenir la luteinización prematura, puesto que suprime la producción de progesterona en las células de la granu- losa (Li, 1992). En fechas recientes se observó que la anfi rregulina, la epirregu- lina y la celulina β (miembros de una familia de factores similares a los de crecimiento epidérmico) sustituyen a los eventos tanto mor- fológicos como bioquímicos desencadenados por la LH, incluida la expansión del cumulus y la maduración del ovocito. Así, estas moléculas forman parte de la secuencia descendente que comienza con la fi jación de hormona luteinizante a su receptor y termina con la ovulación. Con base en la vigilancia ecográfi ca, la expulsión del ovocito dura unos cuantos minutos (Knobil, 1994). No se conoce bien el mecanismo exacto de este proceso, pero se sabe que no participa la elevación de la presión folicular (Espey, 1974). La presencia de enzimas proteolíticas en el folículo, como plasmina y colagenasa, sugiere que éstas provocan el adelgazamiento de la pared folicular (Beers, 1975). El pico preovulatorio de gonadotropinas estimula la expresión del activador de plasminógeno hístico en las células de la granulosa y la teca. Este pico también reduce la expresión del inhibidor del plasminógeno, con lo que aumenta de forma consi- derable la actividad de esta sustancia (Piquette, 1993). Las prostaglandinas (PG) también alcanzan su concentración máxima en el líquido folicular durante el pico preovulatorio de gonadotropinas (Lumsden, 1986). Las PG estimulan la contrac- ción del músculo liso del ovario, contribuyendo de esta manera a la ovulación (Yoshimura, 1987). A las mujeres sometidas a trata- mientos de esterilidad se les recomienda evitar los inhibidores de la sintetasa de prostaglandinas durante el periodo preovulatorio para prevenir el síndrome del folículo luteinizado íntegro (LUFS, lutei- nized unruptured follicle syndrome) (Priddy, 1990; Smith, 1996). Se calcula que la frecuencia de este trastorno es de 4.5% en mujeres con ciclos regulares. Sin embargo, todavía no se sabe si el LUFS se debe considerar como un proceso patológico o sólo un evento esporádico (Kerin, 1983). Fase lútea Después de la ovulación, las células foliculares restantes se diferen- cian formando el cuerpo lúteo, también llamado cuerpo amarillo (Corner, 1956). Este proceso requiere del estímulo de la LH y comprende cambios tanto morfológicos como funcionales cono- cidos como luteinización. Las células de la granulosa proliferan y sufren hipertrofi a para formar células luteinizadas de la granulosa. Lo mismo ocurre en la teca, aunque las células luteinizadas de esta región son más pequeñas (Patton, 1991). La conversión de una célula de la granulosa en una célula luteínica grande constituye un ejemplo notable de diferenciación celular. Durante la formación del cuerpo lúteo, la membrana basal que separa a las células de la granulosa de las de la teca se degenera y permite la vascularización de las células de la granulosa que antes 15_Chapter_15_Hoffman_4R.indd 43115_Chapter_15_Hoffman_4R.indd 431 06/09/13 21:1006/09/13 21:10
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