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TESIS DOCTORAL 2023 IMPACTO DEL HÍGADO GRASO NO ALCOHÓLICO EN LA INCIDENCIA DE DIABETES TIPO 2: ESTUDIO DE UNA COHORTE DE TRABAJADORES CON PREDIABETES Sergio Fresneda Genovard TESIS DOCTORAL 2023 Programa de Doctorado en Salud Global, Servicios de Salud y Atención Sociosanitaria IMPACTO DEL HÍGADO GRASO NO ALCOHÓLICO EN LA INCIDENCIA DE DIABETES TIPO 2: ESTUDIO DE UNA COHORTE DE TRABAJADORES CON PREDIABETES Sergio Fresneda Genovard Director: Miquel Bennasar Veny Directora: Pilar Fuster Parra Directora: Aina Maria Yáñez Juan Tutor: Miquel Bennasar Veny Doctor por la Universitat de les Illes Balears A mi familia, Dr. Miquel Bennasar Veny, de la Universidad de las Islas Baleares DECLARO: Que la tesis doctoral que lleva por título Impacto del hígado graso no alcohólico en la incidencia de diabetes tipo 2: estudio de una cohorte de trabajadores con prediabetes, presentada por Sergio Fresneda Genovard para la obtención del título de doctor, ha sido dirigida bajo mi supervisión. Y para que quede constancia de ello firmo este documento. Firma Palma de Mallorca, 6 de junio de 2023 Dra. Pilar Fuster Parra, de la Universidad de las Islas Baleares DECLARO: Que la tesis doctoral que lleva por título Impacto del hígado graso no alcohólico en la incidencia de diabetes tipo 2: estudio de una cohorte de trabajadores con prediabetes, presentada por Sergio Fresneda Genovard para la obtención del título de doctor, ha sido dirigida bajo mi supervisión. Y para que quede constancia de ello firmo este documento. Firma Palma de Mallorca, 6 de junio de 2023 Dra. Aina Maria Yáñez Juan, de la Universidad de las Islas Baleares DECLARO: Que la tesis doctoral que lleva por título Impacto del hígado graso no alcohólico en la incidencia de diabetes tipo 2: estudio de una cohorte de trabajadores con prediabetes, presentada por Sergio Fresneda Genovard para la obtención del título de doctor, ha sido dirigida bajo mi supervisión. Y para que quede constancia de ello firmo este documento. Firma Palma de Mallorca, 6 de junio de 2023 AGRADECIMIENTOS Este apartado quizás haya sido el más complicado de esta tesis y con las siguientes palabras quisiera mostrar todo mi agradecimiento a todas aquellas personas que han hecho este proyecto posible, así como todos aquellos que han ofrecido su apoyo y han compartido su tiempo conmigo en este complejo viaje. Quisiera empezar agradeciendo enormemente a mis directores de tesis, Miquel, Aina y Pilar por dedicarme tantísimas horas, por sus constantes consejos, por cuidarme, por ofrecerme una mano siempre que la he necesitado y por el apoyo incomparable que me han dado durante esta travesía, sois un ejemplo de superación y unos referentes a seguir. Miquel, no tengo palabras para agradecerte todo lo que has hecho por mí, te estaré eternamente agradecido por haberme dado la oportunidad de realizar esta tesis desde los inicios del equipo de investigación de Salud Global y haberme brindado tantísimas oportunidades de crecimiento personal y profesional, nunca te has negado a sacar unos minutos de tu tiempo, por tus consejos y recomendaciones y ayuda en la escritura de esta tesis además de otros muchos temas cuando lo he necesitado. Aina, fuiste tú la que me introdujo de pleno en el mundo académico hace ya cinco años, tus sabios consejos y las profundas conversaciones mantenidas a lo largo de este tiempo han sido de vital importancia para guiarme y ayudarme a no perder el norte cuando más perdido estaba, gracias por tratarme como si fuera uno más de la familia, por tantos abrazos y momentos felices compartidos. Finalmente, no me puedo olvidar de Pilar, por el trato siempre amable, por sacar siempre el lado positivo de las cosas y por brindarme ayuda y consejo siempre que lo he necesitado. Quería hacer una especial mención de agradecimiento a Carla, Manuela y Arturo por vuestra indiscutible contribución durante mis primeros pasos en el mundo de la investigación, por la aportación a esta tesis y por ayudarme tantísimo en introducirme en la escritura científica a revisar minuciosamente cada manuscrito logrando que se convirtieran en artículos científicos, por ayudarme a afrontar este gran reto siempre con palabras positivas, por toda la paciencia y por estar siempre ahí para cuando os he necesitado. También muchas gracias a mis compañeros del departamento de Enfermería y Fisioterapia por todas las conversaciones, ánimos y consejos a lo largo de estos años. No me puedo olvidar de Miquel, Mar, Aina G, María, Aina H, Laura, Cristian, Carmen, Marina, Narges, Marian, Ana y Xandra, que más que compañeros de trabajo os habéis convertido en una gran familia que siempre está tanto en los buenos como en los malos momentos. Gracias a mis grandes amigos Pilar, Núria, Úrsula, Javi y Joan. A toda mi familia del teatro con la que he compartido tantísimas horas, canciones y risas encima del escenario (Eva, Marga, Rosa, Santi, Carles, Inma, Àngels, Mónica R, Pedro, Pere, Óscar, Auba, Miguel Ángel, Carlos, Mónica A, Núria R…) os quiero de Tot Cor. Tampoco me puedo olvidar de toda mi gente de Alaró, gracias por acogerme y darme tantísimo cariño desde el primer segundo. Sin duda alguna, todos vosotros sois aquellos quienes me habéis dado infinitos momentos de alegría, por lo que os habéis convertido en un gran motor que da fuerza a mi vida y no tengo palabras para agradecer tantísimos abrazos (y cervezas) recibidos aun estando muy ocupado con la tesis, por mantenerme en movimiento y ayudarme a salir y desconectar cuando más lo necesitaba. En el apartado más personal, me gustaría agradecer a todos los miembros de mi familia Lita, José, Adrián, Aina, Yeya, Antònia, Sito y Maria Antònia por su apoyo, paciencia y ayuda antes y durante este proyecto, por brindarme su amor incondicional y enseñarme los valores del trabajo duro. Por supuesto tampoco me puedo olvidar de los que ya no están, Pepa, Luís, Yayo, Joan, Margalida y Malen por recordarme que vuestra ausencia nunca es total y que puede transformarse en valiosos y maravillosos recuerdos. Gracias Llorenç, mi compañero de viaje, gracias por apoyarme y estar siempre ahí día a día en cada paso para seguir avanzando y poder lograr metas que parecían inalcanzables, por escucharme, aconsejarme y ayudarme a crecer personal y profesionalmente, por tu paciencia, por todo el cariño que me das en momentos de estrés aun cuando no te he dicho nada, por hacer que este camino que es la vida merezca verdaderamente la pena. Y es que tal como dice Robert Waldinger, director del Hardvard Study of Adult Development, la buena vida se construye con buenas relaciones y es por ello por lo que este camino llamado vida se hace mucho más llevadero rodeado de buena compañía, así que quisiera dar las gracias a todos aquellos que acompañáis cada día por ayudarme, apoyarme y darme luz en los días más grises. Nada de esto hubiese sido posible sin vosotros, ¡mil millones de gracias! NOTA PREVIA ACLARATORIA La utilización del masculino como generalizador en el lenguaje escrito responde únicamente a criterios de claridad y fluidez en la redacción y no pretende encubrir conceptos estereotipados concernientes al género. “La creencia en la verdad comienza con la duda hacia todas las verdades creídas hasta entonces.” – Friedrich Nietzsche LISTA DE ARTÍCULOS ORIGINALES La presente tesis se basa encuatro artículos de investigación originales. Todos ellos están publicados en revistas Internacionales. Artículo I: Fresneda S, Abbate M, Busquets-Cortés C, López-González A, Fuster-Parra P, Bennasar-Veny M, et al. Sex and age differences in the association of fatty liver index- defined non-alcoholic fatty liver disease with cardiometabolic risk factors: a cross- sectional study. Biol Sex Differ. 2022;13(1):64. - Link: https://www.doi.org/10.1186/s13293-022-00475-7 - Factor de Impacto JCR: 8,81 (q1/d1. Rank 14/175) - Factor de impacto de los últimos 5 años: 7,348 Artículo II: Bennasar-Veny M, Fresneda S, Lopez-Gonzalez A, Busquets-Cortes C, Aguilo A, Yanez AM. Lifestyle and Progression to Type 2 Diabetes in a Cohort of Workers with Prediabetes. Nutrients. 2020;12(5). - Link: https://www.doi.org/10.3390/nu12051538 - Factor de Impacto JCR: 6,706 (Q1. Rank 15/90) - Factor de impacto de los últimos 5 años: 7,185 Artículo III: Busquets-Cortes C, Bennasar-Veny M, Lopez-Gonzalez AA, Fresneda S, Aguilo A, Yanez A. Fatty liver index and progression to type 2 diabetes: a 5-year longitudinal study in Spanish workers with pre-diabetes. BMJ Open. 2021;11(8). - Link: https://www.doi.org/10.1136/bmjopen-2020-045498 - Factor de Impacto JCR: 3,007 (Q2. Ranj 86/172) - Factor de impacto de los últimos 5 años: 3,587 Artículo IV: Busquets-Cortes C, Bennasar-Veny M, Lopez-Gonzalez AA, Fresneda S, Abbate M, Yanez AM. Utility of Fatty Liver Index to predict reversion to normoglycemia in people with prediabetes. PLoS One. 2021;16(4):e0249221. - Link: https://www.doi.org/10.1371/journal.pone.0249221 - Factor de Impacto JCR: 3,752 (Q2. Rank 29/74) - Factor de impacto de los últimos 5 años: 4,069 LISTA DE ABREVIATURAS AASLD American Association for the Study of Liver Diseases Acetil-CoA Acetilcoenzima A ACV Accidente cerebrovascular ADA American Diabetes Association AF Actividad física ALT Alanina aminotransferasa AMG Alteración del metabolismo de la glucosa AMP Adenosín monofosfato ARG Alteración de la regulación de la glucosa AST Aspartato aminotransferasa CC Circunferencia de cintura CCL2 Ligando-2 de quimioquina CC CEI-IB Comité Ético de Investigación de las Illes Balears CHC Carcinoma hepatocelular DE Desviación estándar DM2 Diabetes tipo 2 DMG Diabetes Mellitus Gestacional DPP Diabetes Prevention Program DPS Diabetes Prevention Study DSS Determinantes Sociales de la Salud EASD European Association for the Study of Diabetes EASL European Association for the Study of the Liver EASO European Association for the Study of Obesity ECV Enfermedad cardiovascular EH Enfermedad hepática EHET Enfermedad hepática en etapa terminal EHGNA Enfermedad de hígado graso no alcohólico EHNA Esteatohepatitis inflamatoria no alcohólica FH Fibrosis hepática FINDRISC Finnish Diabetes Risk Score FLI Índice de hígado graso FR Factor de riesgo GBA Glucosa basal alterada GGT Gamma-glutamil-transpeptidasa HbA1C Hemoglobina glicosilada HR Hazard ratio HTA Hipertensión Arterial IAM Infarto agudo de miocardio IC Intervalo de confianza IDF Federación Internacional de Diabetes IEC International Expert Committee IL-6 Interleuquina-6 IMC Índice de masa corporal ISAK Estándares Internacionales para la Evaluación Antropométrica ITG Intolerancia a la glucosa NICE Instituto Nacional para la Salud y el Cuidado NSE Nivel socioeconómico OMS Organización Mundial de la Salud OR Odds ratio ORa Odds Ratio ajustada RCV Riesgo cardiovascular RI Resistencia a la insulina RMN Resonancia magnética nuclear ROC Receiver Operating Characteristic RR Riesgo relativo SED Sociedad Española de Diabetes SMet Síndrome metabólico SOP Síndrome de ovario poliquístico SPSS Statistical Package for the Social Sciences TAC Tomografía axial computarizada TG Triglicéridos TNF-α Factor de necrosis tumoral-α TTOG Test de Tolerancia Oral a la Glucosa VLDL Lipoproteína de muy baja densidad LISTA DE FIGURAS Figura 1. Evolución de las etapas de daño hepático .............................................. ...... 12 Figura 2. Relación bidireccional entre la enfermedad de hígado graso no alcohólico y diabetes tipo 2 .............................................................................................................. 21 Figura 3. Número de personas con diabetes en el mundo y por región de la Federación Internacional de Diabetes en 2021-2045 (20-79 años) ................................................. 26 Figura 4. Categorías de riesgo de diabetes tipo 2 según los diferentes organismos internacionales ............................................................................................................. 29 Figura 5. Trayectorias de la glucosa en ayunas y 2h después de la sobrecarga oral de glucosa, sensibilidad a la insulina y función de las células antes del diagnóstico de diabetes tipo 2 .............................................................................................................. 32 Figura 6. Historia natural de la prediabetes y la diabetes ............................................ 34 ÍNDICE RESÚMENES .............................................................................................................1 1.1. RESUMEN EN CASTELLANO ...................................................................................... 1 1.2. RESUM EN CATALÀ .................................................................................................. 3 1.3. ABSTRACT IN ENGLISH ............................................................................................. 5 I. INTRODUCCIÓN .................................................................................................7 1.1. Enfermedad de hígado graso no alcohólico ............................................................... 9 1.1.1. Epidemiología de la enfermedad de hígado graso no alcohólico ......................... 10 1.1.2. Historia natural y progresión de la enfermedad de hígado graso no alcohólico . 11 1.1.3. Factores asociados a la enfermedad de hígado graso no alcohólico ................... 13 1.1.4. Manifestaciones extrahepáticas. Otras enfermedades asociadas a la enfermedad de hígado graso no alcohólico .............................................................................. 18 1.1.5. Técnicas diagnósticas de la enfermedad de hígado graso no alcohólico ............. 21 1.2. Diabetes tipo 2 ...................................................................................................... 25 1.3. Prediabetes ........................................................................................................... 27 1.3.1. Origen de la prediabetes ...................................................................................... 27 1.3.2. Criterios diagnósticos de la prediabetes............................................................... 28 1.3.3. Prevalencia de la prediabetes ............................................................................... 30 1.3.4. Factores de riesgo asociados a la prediabetes ..................................................... 31 1.3.5. Incidencia de diabetes mellitus tipo 2 en personas con prediabetes .................. 33 1.3.6. Factores de riesgo asociados al desarrollo de la diabetes tipo 2 en personas con prediabetes ........................................................................................................... 35 1.3.7. Reversión de personas con prediabetes a la normoglucemia .............................. 46 II. HIPÓTESIS Y OBJETIVOS .................................................................................. 49 2.1. Hipótesis ................................................................................................................. 51 2.2. Objetivos ................................................................................................................53 2.2.1. Objetivo general ........................................................................................................ 53 2.2.2. Objetivos específicos ................................................................................................. 53 III. METODOLOGÍA .............................................................................................. 55 3.1. Diseño y ámbito del estudio .................................................................................... 57 3.2. Población de estudio ............................................................................................... 59 3.3. Diseño metodológico .............................................................................................. 60 3.3.1 Metodología Objetivos Específicos 1 y 2: .................................................................. 60 3.3.2. Metodología Objetivos Específicos 3 y 4: ................................................................. 63 3.3.3. Metodología Objetivo Específico 5: .......................................................................... 65 3.3.4. Metodología Objetivo Específico 6: .......................................................................... 66 3.4. Consideraciones éticas ............................................................................................ 67 IV. RESULTADOS .................................................................................................. 69 4.1. Artículo 1. Sex and age differences in the association of fatty liver index-defined non- alcoholic fatty liver disease with cardiometabolic risk factors: a cross-sectional study.. ................................................................................................................... 72 4.2. Artículo 2. Lifestyle and Progression to Type 2 Diabetes in a Cohort of Workers with Prediabetes. .......................................................................................................... 73 4.3. Artículo 3. Fatty liver index and progression to type 2 diabetes: a 5-year longitudinal study in Spanish workers with pre-diabetes. ........................................................... 74 4.4. Artículo 4. Utility of Fatty Liver Index to predict reversion to normoglycemia in people with prediabetes.................................................................................................... 75 V. DISCUSIÓN ..................................................................................................... 77 5.1. Impacto del sexo y la edad para el desarrollo del hígado graso no alcohólico ............ 79 5.2. Riesgo cardiovascular en presencia de hígado graso no alcohólico y alteraciones cardiometabólicas ................................................................................................. 80 5.3. Identificación temprana y utilización del índice de hígado graso como herramienta de screening en personas con prediabetes .................................................................. 81 5.4. A mejores estilos de vida, mejor perfil antropométrico y mayores beneficios para la salud para la reducción de la conversión a diabetes tipo 2 y favorecer la reversión a normoglucemia en pacientes con prediabetes. ....................................................... 83 5.5. Fortalezas y limitaciones de la tesis ......................................................................... 85 VI. CONCLUSIONES .............................................................................................. 87 VII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ....................................................................... 91 1 RESÚMENES 1.1. RESUMEN EN CASTELLANO Introducción: La enfermedad de hígado graso no alcohólico (EHGNA) se define como el incremento de los depósitos de grasa en los hepatocitos. Su prevalencia se sitúa entre el 25% – 30% en población adulta, incrementándose hasta el 69% en pacientes con diabetes tipo 2 (DM2). La EHGNA y la DM2 son afecciones que coexisten con frecuencia y pueden actuar de forma sinérgica provocando eventos cardiovasculares. La prediabetes es el principal factor de riesgo para el desarrollo de DM2, mientras que pocos estudios han evaluado la relación existente entre la EHGNA y la prediabetes. El objetivo general fue profundizar en el conocimiento de la relación entre la EHGNA y la DM2, así como los factores de riesgo sociodemográficos, clínicos, metabólicos y de estilo de vida en población adulta trabajadora que presenta prediabetes. Métodos: Estudio prospectivo de cohortes de una población laboral activa del sector servicios. Se seleccionaron un total de 27.844 trabajadores con prediabetes entre 2012 y 2018. Los criterios de inclusión fueron: edad entre 20 y 65 años, glucosa basal alterada (GBA) entre 100 y 125 mg/dl, que aceptaran participar en el estudio y firmaran el consentimiento informado. Se excluyeron a todos los sujetos con diagnóstico de diabetes, tratamiento con antidiabéticos orales o con glucocorticoides sistémicos, GBA 126 mg/dl o una hemoglobina glicosilada (HbA1c) 6,5% al inicio del estudio. En la evaluación basal se recogieron características sociodemográficas, datos antropométricos, parámetros clínicos y estilos de vida. A los 5 años de seguimiento se evaluó la incidencia de DM2 definida como GBA 126 mg/dl o inicio de tratamiento farmacológico con antidiabéticos orales. Resultados: La prevalencia de EHGNA definida por el índice de hígado graso (FLI) (FLI ≥ 60) fue del 19,1% (IC 95% 18,7% – 19,5%) en general, del 27,9% (IC 95% 23,3% – 28,5%) para los hombres y del 6,8% (IC 95% 6,4% – 7,3%) para las mujeres y aumentó en todos los intervalos de edad. Los hombres presentaron peores perfiles cardiometabólicos y antropométricos. La EHGNA se asocia fuertemente con mayor edad, colesterol HDL, clase social menos favorecida, prediabetes, prehipertensión, hipertensión y hábito 2 tabáquico tanto en hombres como en mujeres, aunque la asociación entre la hipertensión y la EHGNA fue mayor en mujeres que en hombres (OR 4,01 (IC 95% 3,38 – 4,75) vs 2,85 (IC 95% 2,64 – 3,09); p<0,001). A los 5 años de seguimiento, un 36% de los trabajadores con prediabetes revirtieron a normoglucemia, un 41% persistieron en estado prediabético y un 23% progresaron a DM2. El riesgo de DM2 se incrementa con la edad, el índice de masa corporal (IMC), los niveles de triglicéridos y la falta de actividad física (AF). Las tasas de incidencia a 5 años de DM2 según el FLI (<30, 30-60 y 60) fueron del 0,3%, 7,8% y 56,7%, respectivamente. Además, a los 5 años de seguimiento, el 33,7% de los sujetos revirtió a normoglucemia. El modelo de regresión logística ajustado mostró que un FLI <30, realizar AF y consumir frutas y verduras a diario se asociaron de forma independiente con la reversión a normoglucemia. El FLI fue el mejor predictor de reversión. Conclusiones: Una de cada 4 personas con prediabetes progresará a DM2 en 5 años, mientras que la mitad se mantendrá en prediabetes. El FLI es un método eficaz y práctico para estratificar el riesgo de progresión a DM2 en función del grado de esteatosis hepática. El control del IMC y la práctica regular de AF podrían ayudar a prevenir la progresión a DM2. 3 1.2. RESUM EN CATALÀ Introducció: La malaltia de fetge gras no alcohòlic (MFGNA), es defineix com l'increment dels dipòsits de greix en els hepatòcits. La seva prevalença se situa entre el 25% – 30% en població adulta, incrementant-se fins al 69% en pacients amb diabetis tipus 2 (DM2). La MFGNA i la DM2 són afeccions que coexisteixen amb freqüència i poden actuar de manera sinèrgica provocant esdeveniments cardiovasculars. La prediabetis és el principal factor de risc per al desenvolupament de DM2, mentre que pocs estudis han avaluat la relació existent entre la MFGNA i la prediabetis. L'objectiu general és aprofundir en el coneixementde la relació entre la MFGNA i la DM2, això com els factors de risc sociodemogràfics, clínics, metabòlics i d’estil de vida en població adulta treballadora que presenta prediabetis. Mètodes: Estudi prospectiu de cohorts d’una població laboral activa del sector serveis. Es varen seleccionar un total de 27.844 treballadors amb prediabetis entre els anys 2012 i 2018. Els criteris d'inclusió varen ser: edat entre 20 i 65 anys, glucèmia basal alterada (GBA) entre 100 i 125 mg/dl, que acceptessin participar a l'estudi i signessin el consentiment informat. Es varen excloure tots els subjectes amb diagnòstic de diabetis, tractament amb antidiabètics orals o amb glucocorticoides sistèmics, GBA 126 mg/dl o una hemoglobina glicosilada (HbA1c) 6,5% a l'inici de l'estudi. A l'avaluació basal es varen recollir característiques sociodemogràfiques, dades antropomètriques, paràmetres clínics i estils de vida. Als 5 anys de seguiment es va avaluar la incidència de DM2 definida com GBA 126 mg/dl o inici de tractament farmacològic amb antidiabètics orals. Resultats: La prevalença de MFGNA definida per l'índex de fetge gras (FLI) (FLI ≥ 60) va ser del 19,1% (IC 95% 18,7% – 19,5%) en general, del 27,9% (IC 95% 23,3% – 28,5%) per als homes i del 6,8% (IC 95% 6,4% – 7,3%) per a les dones i va augmentar en tots els intervals d'edat. Els homes presentaren pitjors perfils cardiometabòlics i antropomètrics. La MFGNA s'associa fortament amb major edat, colesterol HDL, classe social menys afavorida, prediabetis, prehipertensió, hipertensió i hàbit de fumar tant en homes com en dones, encara que l'associació entre la hipertensió i la MFGNA va ser major en dones que en homes (OR 4,01 (IC 95% 3,38 – 4,75) vs 2,85 (IC 95% 2,64 – 3,09); 4 p<0,001). Als 5 anys de seguiment, un 36% dels treballadors amb prediabetis varen revertir a normoglucèmia, un 41% varen persistir en estat prediabètic i un 23% varen progressar a DM2. El risc de DM2 s'incrementa amb l'edat, l'índex de massa corporal (IMC), els nivells de triglicèrids i la falta d'activitat física (AF). Les taxes d'incidència a 5 anys de DM2 segons el FLI (<30, 30-60 i 60) varen ser del 0,3%, 7,8% i 56,7%, respectivament. A més, als 5 anys de seguiment, el 33,7% de les persones amb prediabetis varen revertir a normoglucèmia. El model de regressió logística ajustat va mostrar que un FLI <30, realitzar AF i consumir fruites i verdures diàriament es varen associar de manera independent amb la reversió a normoglucèmia. El FLI va ser el millor predictor de reversió. Conclusions: Una de cada 4 persones amb prediabetis progressarà a DM2 en 5 anys, mentre que la meitat es mantindrà en prediabetis. El FLI és un mètode eficaç i pràctic per a estratificar el rics de progressió a DM2 en funció del grau de esteatosis hepàtica. El control de l’IMC i la pràctica regular de AF podrien ajudar a prevenir la progressió a DM2. 5 1.3. ABSTRACT IN ENGLISH Introduction: Non-alcoholic fatty liver disease (NAFLD) is defined as the accumulation of fatty deposits in the hepatocytes, not related to significant alcohol intake. Its prevalence is between 25% – 30% in adult population and 69% in patients with type 2 diabetes (T2D). NAFLD and DM2 are conditions that frequently coexist and can act synergistically, leading to cardiovascular events. Prediabetes is considered the main risk factor for the development of T2D, whereas few studies have evaluated the relationship between NAFLD and prediabetes. The main aim of the present doctoral thesis is to investigate the relationship between NAFLD and T2D, as well as the sociodemographic, clinical, metabolic and lifestyle risk factors in a working adults population with prediabetes. Methods: The study population includes a cohort of working adults employed in the service sector, who underwent routine occupational health visits between January 2012 and December 2018. A total of 27,844 workers were selected according to the following inclusion criteria: age between 20 and 65 years, fasting plasma glucose (FPG) between 100 and 125 mg/dl, having agreed to participate in the study and signed the informed consent. Subjects with a diagnosis of diabetes, in treatment with oral antidiabetics or systemic glucocorticoids, with an FPG 126 mg/dL, or a glycated hemoglobin (HbA1c) 6.5% at baseline were excluded from the analyses. Sociodemographic characteristics, anthropometric data, clinical parameters, and lifestyle data were collected. The incidence of T2D, defined as FPG ≥126 mg/dL or initiation of pharmacological treatment with oral antidiabetic drugs, was evaluated at 5 years follow-up. Results: The prevalence of NAFLD defined by fatty liver index (FLI) (FLI ≥60) was 19.1% (95% CI 18.7% – 19.5%) overall, 27.9% (95% CI 23.3% – 28.5%) for men and 6.8% (95% CI 6.4% – 7.3%) for women and increased across age intervals. Men presented worse cardiometabolic and anthropometric profiles than women. NAFLD was strongly associated with older age, HDL-cholesterol, less advantaged social class, prediabetes, prehypertension, hypertension, and smoking in both sexes, although the association between hypertension and NAFLD was higher in women than in men (OR 4.01 [95% CI 3.38 – 4.75] vs. 2.85 [95% CI 2.64 – 3.09]; p<0.001). At 5-year follow-up, 36% of workers 6 with prediabetes reverted to normoglycemia, 41% persisted in the prediabetic state and 23% progressed to T2D. The risk of developing T2D increased with age, body mass index (BMI), triglyceride levels, and lack of physical activity (PA). The 5-year incidence rates of T2D were highest for individuals with FLI ≥60, at 56.7%, whereas for individuals with FLI 30-60 and FLI <30 the incidence rates were of 7.8% and 0.3%, respectively. In addition, 33.7% of subjects reverted to normoglycemia at the 5-year follow-up. The adjusted logistic regression model showed that FLI <30, engaging in regular PA, and consuming fruits and vegetables daily were independently associated with reversion to normoglycemia. FLI was found to be the best predictor of reversion. Conclusions: One in 4 individuals with prediabetes will progress to T2D within at 5 years of follow-up. FLI is an effective and practical method to stratify the risk of progression to T2D based on the degree of hepatic steatosis. BMI control and regular PA practice could prevent progression to T2D. I. INTRODUCCIÓN Introducción 9 1.1. ENFERMEDAD DE HÍGADO GRASO NO ALCOHÓLICO Mientras que las principales tasas de mortalidad han disminuido, las defunciones secundarias a enfermedad hepática (EH) han aumentado en más del 400% desde 1970 (1). Además, se estima que el número de nuevos casos y muerte por cáncer de hígado podría incrementarse hasta en un 55% para el año 2040 como consecuencia del crecimiento y envejecimiento de la población (2). La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) se trata del componente hepático de un grupo de condiciones asociadas a la disfunción metabólica (3) y se considera un problema de salud pública ya que su prevalencia durante las últimas décadas se ha visto incrementada exponencialmente(4). Este problema se suma de forma paralela al incremento de entornos predominantemente obesogénicos caracterizados por el aumento global de la ingesta de alimentos, al aumento del ingreso per cápita, al predominio de un estilo de vida sedentario, el aumento del índice de masa corporal (IMC) y la disminución del gasto energético de los individuos (5-8). La EHGNA supone un grave problema de salud pública ya que no se cuentan con estrategias ni guías de actuación efectivas incluso durante estadios avanzados de la enfermedad (9), contribuyendo a un diagnóstico y un manejo tardío de la patología (10). La European Association for the Study of theLiver (EASL), la European Association for the Study of Diabetes (EASD) y la European Association for the Study of Obesity (EASO) han definido la EHGNA como la presencia de esteatosis hepática en ≥5% de los hepatocitos en asociación con factores de riesgo (FR) metabólicos (especialmente obesidad y diabetes tipo 2 (DM2)), en ausencia de consumo excesivo de alcohol (≥30g/día en hombres y ≥20g/día para mujeres), en ausencia de etiologías de enfermedades hepáticas competidoras, como es el caso de la hepatitis viral crónica, el uso de medicamentos que conducen a una esteatosis como la amiodarona, el metotrexato, el tamoxifeno o los corticoesteroides, y otras enfermedades hepáticas crónicas, como la hepatitis autoinmune, la hemocromatosis, la enfermedad de Wilson o el elevado consumo de alcohol (6, 11, 12). Sergio Fresneda Genovard – Tesis doctoral 10 Principalmente, la EHGNA se caracteriza por el depósito de grasa en los hepatocitos que, a través de la esteatohepatitis inflamatoria no alcohólica (EHNA), puede progresar a fibrosis, cirrosis, carcinoma hepatocelular (CHC) e incluso alcanzar la muerte, ya que el CHC se trata del sexto cáncer más común y la cuarta causa principal de mortalidad relacionada con cáncer en todo el mundo (13-15). Es importante destacar que la EHGNA y su impacto económico en los sistemas sanitarios probablemente aumente durante las próximas décadas (8), como consecuencia del impacto en la morbilidad, la mortalidad y la utilización de la atención médica a nivel mundial (5, 16-19). La EHGNA, y en particular la fibrosis de la EHNA, se asocia con un exceso de mortalidad por todas las causas y también con la mortalidad relacionada con el hígado en la población general (5). Además, debido a la creciente prevalencia de obesidad y DM2 en todo el mundo, se prevé que la EHGNA se convierta en la indicación más común para llevar a cabo el trasplante de hígado en un futuro próximo, lo que representa una carga significativa de la enfermedad sobre los sistemas de salud (20, 21). 1.1.1. EPIDEMIOLOGÍA DE LA ENFERMEDAD DE HÍGADO GRASO NO ALCOHÓLICO Si bien la EH relacionada con el alcohol ha dominado el panorama como la principal etiología de EH, la EHGNA se reconoce cada vez más como la causa más importante de EH avanzada (4, 22). La prevalencia mundial de la EHGNA es considerablemente más alta de la estimación realizada en 2015 y sigue aumentando a un ritmo alarmante. A nivel mundial, mientras que se creía que la EHGNA se trataba de la causa más común de EH afectando aproximadamente al 25,24% (intervalo de confianza (IC) 95% 22,10 – 28,65) de la población adulta con amplias variaciones entre las diferentes poblaciones (6, 23), el último metaanálisis publicado en 2022 ha evidenciado que la prevalencia general de la EHGNA en todo el mundo se ha visto incrementada hasta alcanzar el 37,8% (IC 95% 32,4% – 43,3%) (24) de la población mundial. Además, la prevalencia general de la EHGNA es significativamente mayor en los hombres que en las mujeres (39,7%; IC 95% 36,6% – 42,8% frente al 25,6%; IC 95% 22,3% – 28,8%; p<0,001) y la incidencia global de la EHGNA se ha estimado en 46,9 casos/1.000 personas-año (IC 95% 36,4 – 57,5); 70,8 casos/1.000 personas/año (IC 95% Introducción 11 48,7 – 92,8) en hombres y 29,6 casos/1.000 personas-año (IC 95% 20,2 – 38,9) en mujeres (p<0,001). Dependiendo del área geográfica, esta prevalencia puede oscilar desde el 13% en África (6) hasta el 42% en la región del Sureste Asiático (25). Esto se debe a diversos factores relacionados como son la influencia de la genética, los patrones de distribución de la grasa corporal, el nivel socioeconómico (NSE) de los diferentes países y/o la ingesta calórica general de la población (26). La EHGNA está fuertemente asociada con la epidemia de obesidad (27), especialmente con la obesidad visceral y la resistencia a la insulina (RI), presentando tasas de prevalencia que alcanzan el 57 – 98% entre la población con obesidad y el 69% entre aquellas personas con diabetes (28-30). En 2016, la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que más de 650 millones de personas en todo el mundo tenían obesidad (≥30 kg/m2), el triple de la prevalencia de obesidad en 1975 (31). De tal modo, se espera que dichas prevalencias continúen aumentando en paralelo como consecuencia de la adopción de unos estilos de vida sedentarios y al aumento del consumo de dietas altas en grasas y alimentos de baja calidad nutricional (32). Por otro lado, el número de casos de obesidad infantil sigue aumentando, y es que a pesar de que el incremento parece haberse ralentizado en muchos países con altos ingresos, la elevación del IMC entre niños y adolescentes ha ido acelerándose principalmente en la región asiática (33). Esto supone que aquellas personas que presentaron obesidad de inicio durante la infancia tienen un mayor riesgo de desarrollar eventos relacionados con el hígado y otras comorbilidades vinculadas con el síndrome metabólico (SMet) durante la vida frente aquellos que desarrollan obesidad en la edad adulta (34). 1.1.2. HISTORIA NATURAL Y PROGRESIÓN DE LA ENFERMEDAD DE HÍGADO GRASO NO ALCOHÓLICO La EHGNA es un término general para una amplia gama de hallazgos clínico- patológicos que incluyen esteatosis blanda o esteatosis con inflamación no específica, EHNA, fibrosis, cirrosis, CHC y enfermedad hepática en etapa terminal (EHET) (13, 35). La EHGNA es una afección altamente heterogénea con tasas variables de progresión y Sergio Fresneda Genovard – Tesis doctoral 12 resultados clínicos que podrían estar impulsados por diversos mecanismos predominantes para el desarrollo de la patología (36). En la mayoría de los pacientes, la EH es estable o lentamente progresiva y no resulta en cirrosis o muerte relacionada con el hígado (37). Sin embargo, las personas con EHGNA, antes de sufrir una muerte relacionada con el hígado, presentan un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV), cáncer no hepático y mortalidad frente a la población general sin EHGNA (38-40). A pesar de ello, el CHC es la principal causa de muerte por muerte relacionada con la obesidad en los Estados Unidos y hasta el 22% de estos casos pueden atribuirse a la EHGNA (41). Aunque la EHGNA es muy común, un pequeño subgrupo de estas personas puede llegar a desarrollar EHNA, tratándose de un tipo más progresivo de EH (42, 43). La EHNA se define histológicamente por la presencia de EH con evidencia de daño hepatocítico donde la peculiaridad histológica más importante asociada con la mortalidad en la EHNA es la elevada presencia de fibrosis vinculada con la fibrosis hepática (FH) (39, 44). A pesar de que los primeros estudios sugirieron que la EHGNA era una enfermedad benigna con muy baja probabilidad de progresar a formas más avanzadas (45), estudios más recientes han determinado que, aunque progrese más lentamente que la EHNA, podría no ser tan benigna como se creía inicialmente (46). Si bien la fibrosis Severidad del daño Fuente: Elaboración propia Figura 1. Evolución de las etapas de daño hepático. Introducción 13 puede desarrollarse en hígados afectados por EHGNA o EHNA, la progresión de la fibrosis ocurre a un ritmo más rápido en personas con EHNA (47-49). Tal y como se demostró en un metaanálisis que comparó biopsias de personas con EHGNA y EHNA encontrándose que aquellos pacientes con EHGNA y fibrosis en estadio 0, progresaron a fibrosis en estadio 1 en 14,3 años (IC 95% 9,1 – 50,0) en comparación con aquellos con EHNA que progresó en 7,1 años (IC 95% 4,8 – 14,3) (50), lo que posiblemente sea debido a la necroinflamación (51, 52). La EHGNA, impulsada por su elevada prevalencia en la población general, es ahora la segunda causa principal de EHET y la segunda causa más común de cáncer primario de hígado entre los adultos que esperan un trasplante de hígadoen Estados Unidos (53). De forma parecida sucede en Europa, donde la EHGNA representa el 8,4% de los trasplantes anuales y, entre todas las personas que recibieron un trasplante de hígado, el CHC se encontró en mayor medida en aquellos pacientes con EHGNA que sin EHGNA (39,1% vs 28,9%, p> 0,001) (54). Por otro lado, la EHNA ha sido reconocida como una de las principales causas de cirrosis en adultos en los Estados Unidos (11, 22, 44) ya que se ha estimado que la progresión a cirrosis y EHET ocurre en el 25% y 7% de los pacientes con EHNA, respectivamente (37, 55). Además, diferentes modelos teóricos han estimado que el número de pacientes con fibrosis avanzada relacionada con la EHNA probablemente se duplique para 2030, lo que se traduce en 800.000 muertes relacionadas con el hígado (8). Todo ello hace que la cirrosis relacionada con la EHNA sea actualmente la segunda indicación para la realización de trasplantes hepáticos en los Estados Unidos (20, 56). 1.1.3. FACTORES ASOCIADOS A LA ENFERMEDAD DE HÍGADO GRASO NO ALCOHÓLICO La patogenia de la EHGNA se explicó inicialmente como un modelo de "doble impacto" (57). El "primer golpe", fuertemente influenciado por la hiperinsulinemia y la RI, promueve la acumulación de lípidos en los hepatocitos. Esta etapa inicial de acumulación de triglicéridos (TG) hepáticos hace que el hígado sea más vulnerable a los muchos factores que constituyen el "segundo golpe" y originen una lesión hepatocelular sostenida, reconocida como EHNA y fibrosis. Hoy en día, dicho modelo se ha vuelto obsoleto y ha dado lugar a una hipótesis más compleja de "golpes múltiples" que Sergio Fresneda Genovard – Tesis doctoral 14 considera la interacción de múltiples factores responsables de la lesión tisular y la progresión de la enfermedad (58). Tales elementos incluyen disfunción del tejido adiposo, RI, factores de dieta y estilo de vida, desequilibrios de la microbiota, así como factores genéticos y estrés oxidativo (58, 59). Inflamación y disfunción del tejido adiposo La función principal del tejido adiposo es almacenar ácidos grasos, principalmente como depósitos de grasa subcutáneos, y cuando su capacidad alcanza sus límites, el exceso de grasa se almacena de forma intraabdominal como grasa visceral y en el hígado, para posteriormente liberarlos a través de la lipólisis en ayunas (60). No se sabe con certeza qué inicia exactamente la inflamación del tejido adiposo en la obesidad, pero se cree que tienen un papel importante la hipoxia y la muerte de los adipocitos que se expanden rápidamente (61). Los adipocitos bajo inflamación secretan citoquinas y quimioquinas, particularmente factor de necrosis tumoral-α (TNF- α), interleuquina-6 (IL-6) y ligando-2 de quimioquina CC (CCL2) (61, 62). Las citocinas proinflamatorias IL-6 y TNF-α aumentan en la obesidad y disminuyen después de la pérdida de peso al mismo tiempo que inducen un estado de RI en los adipocitos, lo que estimula la lipólisis de TG y la liberación de ácidos grasos a la circulación (63). Simultáneamente, los adipocitos extrahepáticos se ven comprometidos en su capacidad natural para secretar adiponectina, una adipocina antiinflamatoria que facilita la distribución normal de lípidos a los adipocitos para su almacenamiento (64). La adiponectina circulante regula la β-oxidación de grasas hepáticas a través de la proteína quinasa activada por adenosín monofosfato (AMP) y la señalización de acetilcoenzima A (acetil-CoA) carboxilasa (65). Estas anormalidades acentúan la pérdida de grasa de los adipocitos y promueven la acumulación de grasa ectópica además de incrementar la grasa visceral, promoviendo una mayor RI, EHGNA y su progresión a EHNA y cirrosis (61, 66). Introducción 15 Resistencia a la insulina La RI se caracteriza no solo por un aumento de los niveles de insulina circulante, sino también por un aumento de la gluconeogénesis hepática, una menor captación de glucosa por parte del músculo y una mayor liberación de ácidos grasos libres y citocinas inflamatorias de los tejidos adiposos periféricos, que son los factores clave que promueven la acumulación de grasa hepática y la progresión de la EH (67), provocando una liberación compensatoria de insulina (68). Los estudios han destacado el hecho de que la RI es un rasgo característico de la EHGNA (69) y es causada por una variedad de factores, incluidos los mediadores solubles procedentes de las células inmunitarias y/o el tejido adiposo, como el TNF-α y la IL-6 (70). Por otro lado, los sujetos resistentes a la insulina con EHGNA muestran una sensibilidad a la insulina reducida, no solo a nivel del músculo, sino también a nivel del hígado y el tejido adiposo (69, 71), lo que puede conducir a una mayor alteración metabólica compleja de lípidos y glucosa (72). Influencia de los estilos de vida La presencia de unos adecuados estilos de vida es determinante para evitar la fisiopatología de la EHGNA y su progresión a estadios más avanzados (73). En referencia a la alimentación, las grasas saturadas y los azúcares simples son los responsables del mayor riesgo de EHGNA (74). De todos modos, influye tanto la cantidad de ingesta calórica como la calidad de los alimentos ingeridos e incluso se ha comprobado que comer de forma rápida, en comparación con comer lentamente, supone un riesgo elevado de desarrollar EHGNA en hombres (Odds ratio (OR) 4,48; IC 95% 1,09 – 18,5; p=0,038), pero no en mujeres (75). En otro estudio, donde los participantes tuvieron que comer fast food dos veces al día durante 4 semanas, se incrementó significativamente el peso corporal, los niveles séricos de alanina aminotransferasa (ALT) y el contenido de grasa hepática de 1,1 ± 1,9% basal a 2,8 ± 4,8% al finalizar el estudio, lo que supone un altísimo riesgo de EHGNA (76). Sergio Fresneda Genovard – Tesis doctoral 16 Los hidratos de carbono simples se han asociado a una mayor probabilidad de desarrollar EHGNA e inflamación hepática a través de la lipogénesis hepática (77), del mismo modo, también se ha encontrado que un alto consumo de fructosa se ha asociado directamente con la EHGNA (78). Además, los ácidos grasos saturados de cadena larga que se producen en el hígado a partir de los azúcares procedentes de la dieta demuestran una tendencia mucho mayor a inducir RI, EHNA e inflamación en comparación con las grasas poliinsaturadas (79), mientras que se ha visto como las grasas monoinsaturadas, muy presenten en la dieta mediterránea, son protectoras de la EGHNA, disminuyen la RI y promueven la pérdida de peso (80, 81). Por otro lado, la inactividad física y una conducta sedentaria se asociaron con una mayor EHGNA en diversos estudios (82, 83). Las personas con EHGNA tienden a caminar menos y presentan conductas más sedentarias frente a personas sanas (82). En un estudio con pacientes con EHGNA se observó que a medida que aumenta el tiempo de sedestación, se incrementaron las OR entre los grupos de personas que pasaban sentados entre 5–9 h/día y 10 h/día frente aquellas personas que estaban en sedestación <5 h/día 1,04 (IC 95% 1,02 – 1,07) y 1,09 (IC 95% 1,06 – 1,11), respectivamente (p <0,001) (83). Estas diferencias se pudieron observar incluso entre aquellos pacientes con IMC <23 kg/m2 y, además, se evidenció como una actividad mínima se asociaba con una disminución del riesgo de EHGNA un 6% en comparación con el grupo inactivo (83). Del mismo modo, la obesidad también aumenta el riesgo de CHC en poblaciones que ya tienen un alto riesgo de CHC, como las que tienen cirrosis(6). En este sentido, un metanálisis determinó que el aumento del IMC se asoció con la aparición de cáncer primario de hígado (Hazard ratio (HR) 1,69; IC 95% 1,50 – 1,90) y a un aumento de la mortalidad relacionada con el cáncer de hígado (HR 1,61; IC 95%: 1,14 – 2,27) (84). En población vulnerable o envejecida,cuando existe una elevada inactividad física, se incrementa el riesgo de sarcopenia que también se ha asociado con un mayor riesgo de EHGNA y EH progresiva, independientemente de la obesidad y la RI (85). Asimismo, la RI puede conducir a la pérdida de masa muscular y al aumento de la Introducción 17 cantidad de grasa muscular, que se correlaciona con el contenido de grasa del hígado, participando en la progresión de la EHNGA (86). Desequilibrios en la microbiota El trastorno de la flora intestinal, en particular el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado, ocurre hasta en un 75% de pacientes con EH crónica (59). La composición de la microbiota intestinal es un factor muy individualizado y es bien conocido que regula la homeostasis del tracto gastrointestinal, el metabolismo y el sistema inmunitario de las personas (87). El aumento de la permeabilidad intestinal y el crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado se encuentran con frecuencia en la EHGNA y parecen correlacionarse con la gravedad de la enfermedad (59). Según la evidencia de estudios relevantes, la microbiota intestinal puede contribuir a la patogenia de la EHGNA a través de varios mecanismos entre los que se encuentran: (1) una mayor producción y absorción de ácidos grasos de cadena corta en el intestino; (2) alteración del metabolismo de la colina en la dieta por parte de la microbiota; (3) alteración del metabolismo de los ácidos biliares por parte de la microbiota; (4) aumento de la entrega de etanol derivado de la microbiota al hígado; (5) alteraciones de la permeabilidad intestinal y liberación de endotoxinas; e (6) interacción entre la dieta específica y la microbiota (59, 88). Factores genéticos La EHGNA se explica principalmente por factores ambientales. Sin embargo, estudios epidemiológicos evidencian un fuerte componente genético de la susceptibilidad de la EHGNA que pueden influir en la respuesta a la ingesta calórica excesiva a largo plazo, el estrés oxidativo o la producción y actividad de citoquinas, y son determinantes para la progresión de la enfermedad (89, 90). Así como los polimorfismos genéticos implicados en la señalización de insulina que se relacionan con la FH (91). Estudios realizados con gemelos han demostrado un fuerte componente hereditario (aproximadamente el 50%) tanto para el contenido de grasa hepática como para la FH (92). Asimismo, diversos son los estudios de asociación genómica que han Sergio Fresneda Genovard – Tesis doctoral 18 identificado numerosos genes implicados en la EHGNA, a pesar de que han sido dos los más repetidos: la fosfolipasa 3 similar a la patatina, expresada en el hígado y el tejido adiposo, y el miembro 2 de la superfamilia transmembrana 6, expresado en el hígado (93, 94). Estrés oxidativo y sobrecarga de hierro En el contexto de un incremento de ácidos grasos hacia los hepatocitos, puede generar un estrés oxidativo y atribuirse a niveles elevados de especies reactivas de oxígeno/nitrógeno y peroxidación lipídica que se generan durante el metabolismo de ácidos grasos libres (95). Existen estudios que respaldan la idea de que el estrés oxidativo puede ser una causa principal de la acumulación de grasa en el hígado y de lesión hepática posterior, haciendo que las especies reactivas de oxígeno puedan desempeñar un papel en el desarrollo de la FH (96). Los mecanismos de estrés oxidativo más descritos en la EHGNA incluyen la disfunción mitocondrial, el estrés del retículo endoplásmico y la sobrecarga de hierro, que también se han relacionado con la RI, la obesidad y la DM2 (97). De igual forma, se ha detectado un aumento leve de la acumulación de hierro en el hígado en aproximadamente la mitad de los pacientes con EHGNA, pudiendo influir en la progresión de la patología hacia una lesión hepática más avanzada (98). Del mismo modo, el exceso de hierro, además de estar descrito como un marcador temprano de RI (99), se asocia con el estrés oxidativo y la producción de especies reactivas de oxígeno, citocinas proinflamatorias y profibróticas, que pueden potenciar el desarrollo de EHNA (100). 1.1.4. MANIFESTACIONES EXTRAHEPÁTICAS. OTRAS ENFERMEDADES ASOCIADAS A LA ENFERMEDAD DE HÍGADO GRASO NO ALCOHÓLICO Además de la morbimortalidad relacionada con la EHGNA, también se asocian varias manifestaciones extrahepáticas aumentando el impacto de la enfermedad, como son: DM2, SMet, ECV, enfermedad coronaria, enfermedad cerebrovascular, enfermedad renal crónica, osteoartritis, cáncer, síndrome de ovario poliquístico (SOP), síndrome de apnea obstructiva del sueño o cálculos biliares (27). A pesar de ello, debido al enfoque de la presente tesis doctoral, únicamente se profundizará en la ECV, SMet y DM2. Introducción 19 Enfermedad cardiovascular Clínicamente, los pacientes con EHGNA tienden a presentar obesidad, con RI y/o DM2, dislipemia, hipertrigliceridemia e hipertensión arterial (HTA), todos ellos FR de ECV (6, 22). Dados los FR comunes entre la EHGNA y las ECV, la muerte relacionada con el corazón es una de las principales causas de fallecimiento entre los pacientes con EHGNA (101, 102). Un estudio de largo seguimiento (33 años) en pacientes con EHGNA comprobada por biopsia, en comparación con la población sana de referencia, presentaron un mayor riesgo de ECV (HR 1,55; IC 95% 1,11 – 2,15) así como un mayor riesgo de CHC (HR 6,55; IC 95% 2,14 – 20,03), enfermedades infecciosas (HR 2,71; IC 95% 1,02 – 7,26) y cirrosis (HR 3,2; IC 95% 1,05 – 9,81). Asimismo, los pacientes con fibrosis en estadio 3-4, independientemente de presentar EHNA, tuvieron una mayor mortalidad global (HR 3,3; IC 95% 2,27 – 4,76) y por ECV (HR 4,36; IC 95% 2,29 – 8,28) (44). Estos hallazgos van en consonancia con los encontrados en un metanálisis con más de 34.000 personas donde se mostró que, durante un seguimiento medio de 6,4 años, los pacientes con EHGNA presentaron un mayor riesgo de ECV mortal y no mortal que aquellos sin la patología (OR 1,64; IC 95% 1,26 – 2,13) y que a medida que avanzaba la EHGNA, el riesgo de ECV también aumentó (OR 2,58; IC 95% 1,78 – 3,75) (103). Síndrome metabólico La EHGNA se reconoce cada vez más como el componente principal de la manifestación hepática del SMet (11, 22, 28) ya que se ha confirmado la estrecha asociación bidireccional con componentes del SMet (4). Se ha demostrado que, en comparación con los pacientes sin SMet, los pacientes que presentan SMet son más propensos a desarrollar EHGNA y EHNA, independientemente de la DM2 (6, 104). La relación entre EHGNA y SMet puede explicarse debido a la obesidad abdominal y la RI (105). Una revisión de Lonardo et al. indicó que la EHGNA precede a varios componentes del SMet mediados por la RI (106). La dislipemia tiene una prevalencia global del 69% en pacientes con EHGNA y del 72% en pacientes con EHNA, mientras que la hipertrigliceridemia presenta una prevalencia global del 41% en EHGNA y del 83% en EHNA (6). La dislipemia en la EHGNA está relacionada con una mayor captación hepática de ácidos grasos libres, una mayor Sergio Fresneda Genovard – Tesis doctoral 20 secreción hepática de lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) y TG, y una eliminación no controlada de lipoproteínas de la circulación sanguínea (107). Esta desregulación del metabolismo es una manifestación de lipotoxicidad, inflamación y disfunción mitocondrial por la acumulación de grasa hepática, que también aumenta la dislipemia (108). La prevalencia de HTA a nivel mundial en pacientes con EHGNA y EHNA es del 39% y 68%, respectivamente (6). La EHGNA y la HTA presentan una relación bidireccional donde la EHGNA puede influir en el desarrollo de la HTA y, al mismo tiempo, la HTA puede predisponer a una EH más grave, contribuyendo en gran medida en el aumento del riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) y cardiopatía isquémicaen población con EHGNA (109). Un estudio transversal con pacientes con HTA y EHGNA en tratamiento con fármacos inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina o bloqueantes de los receptores de angiotensina observó, mediante biopsia hepática, un grado de fibrosis menos avanzada frente al grupo de pacientes sin tratamiento (110). Curiosamente, un reciente metanálisis determinó que la RI y la activación del sistema regina-angiotensina- aldosterona podría ser el nexo entre la EHGNA con la HTA de nueva aparición y con que la HTA está relacionada con la EHGNA y su progresión a estadios más avanzados de fibrosis (111). Diabetes tipo 2 La prevalencia global de DM2 en EHGNA y EHNA es del 23% y el 44%, respectivamente (6). Por otro lado, aproximadamente el 70% de los pacientes con DM2 presentan EHGNA (103) y, cuando su perfil metabólico empeora, tienden a presentar un mayor riesgo de EHNA, además de tener un riesgo hasta cuatro veces mayor de desarrollar complicaciones graves como cirrosis, insuficiencia hepática y CHC (112-114). Un estudio con un seguimiento de 14 años realizado en sujetos con EHGNA con niveles elevados de transaminasas séricas, mostró como la prevalencia de DM2 se incrementó de un 8,5% al inicio del estudio hasta alcanzar el 80% al finalizar el mismo (37). Una vez presentes tanto la DM2 como la EHGNA, se ha sugerido que la EH se convierte en un factor independiente de la progresión de la EHGNA a fibrosis avanzada Introducción 21 (52, 115) debido a que los pacientes con DM2 presentan EHGNA más grave y una mayor prevalencia de EHNA y fibrosis en comparación con aquellas personas sin DM2 (116). Sin embargo, cada vez está más claro que el vínculo entre la EHGNA y la DM2 es más complejo de lo que se creía anteriormente (117-119). Un reciente metanálisis no logró determinar si la EHGNA aumenta causalmente el riesgo de diabetes o si es un marcador de otros FR compartidos (120). La EHGNA y la DM2 comparten múltiples FR cardiometabólicos y vías fisiopatológicas (proinflamatorias y profibróticas). Además, la creciente evidencia epidemiológica sugiere que existe una relación bidireccional entre la EHGNA y la DM2 y que la EHGNA puede preceder y/o promover el desarrollo de la DM2 (30, 112, 117-119). 1.1.5. TÉCNICAS DIAGNÓSTICAS DE LA ENFERMEDAD DE HÍGADO GRASO NO ALCOHÓLICO La gran mayoría de los pacientes con EHGNA son asintomáticos hasta que se desarrolla una EH avanzada, aunque algunos pacientes pueden manifestar fatiga y debilidad inespecíficas o un dolor vago abdominal en hipocondrio derecho, dispepsia y hepatoesplenomegalia (12). El diagnóstico de la EHGNA se basa en las siguientes claves: a) características histopatológicas de las cuales la presencia del daño en el hígado graso es esencial; b) exclusión rigurosa del alcohol como causa de la enfermedad; c) exploraciones apropiadas para excluir otras formas de EH crónica (121). DM2 EHGNA La diabetes promueve: riesgo de esteatohepatitis riesgo de cirrosis riesgo de carcinoma hepatocelular La EHGNA promueve: Empeora la resistencia a la insulina el riesgo de dislipemia aterogénica el riesgo de DM2 y dificulta su manejo el riesgo de enfermedad cardiovascular Fuente: Elaboración propia Figura 2. Relación bidireccional entre la enfermedad de hígado graso no alcohólico y diabetes tipo 2 Sergio Fresneda Genovard – Tesis doctoral 22 A la gran mayoría de pacientes se les diagnostica de EHGNA después de realizar pruebas de función hepática por otros motivos médicos. Por lo general, los resultados muestran niveles anormalmente elevados de aspartato aminotransferasa (AST), ALT, gamma-glutamil-transpeptidasa (GGT) y, puntualmente, niveles elevados de fosfatasa alcalina en presencia de SMet (122). Aunque los niveles elevados de enzimas hepáticas no están directamente relacionados con la gravedad de la EH, es probable que una prueba de función hepática que persista en la anormalidad pueda predecir la EHGNA (123, 124). 1.1.5.1. BIOPSIA HEPÁTICA La biopsia hepática se trata del gold standard para el diagnóstico de la EHGNA y la determinación del estadio en el que se encuentra la EH (125, 126). Sin embargo, realizar dicha técnica en todos los pacientes con sospecha de EHGNA se considera un tema controvertido por razones éticas, prácticas, de seguridad y económicas (127, 128), ya que según la American Association for the Study of Liver Diseases (AASLD) (11), la biopsia hepática debe restringirse únicamente a los pacientes que más se beneficiarían del diagnóstico. Por otro lado, se recomienda la biopsia hepática en todos los sujetos de cirugía bariátrica y como punto final en todos los ensayos clínicos (121, 129). Al realizar una evaluación histológica, es posible determinar el estadio de la enfermedad y así distinguir entre EHNA, lesiones con o sin potencial de progresión y fibrosis (125). 1.1.5.2. TÉCNICAS DE IMAGEN PARA EL DIAGNÓSTICO DE HÍGADO GRASO La biopsia hepática se trata de una herramienta invasiva que puede conducir a complicaciones graves. Esto, sumado a su costo relativamente alto, hace que las técnicas de imagen, repetibles e idealmente más baratas para la evaluación de la fibrosis, sean de alto interés (121). Las pruebas no invasivas se utilizan cada vez más para mejorar el diagnóstico y el pronóstico de enfermedades hepáticas crónicas de todas las etiologías (121). Es importante destacar que las medidas diagnósticas de fibrosis en la EH crónica deben tener una baja variabilidad entre aquellos quienes las realizan para permitir una comparación a lo largo del tiempo, ya que la fibrosis es un proceso dinámico que puede retroceder (130). Introducción 23 Ultrasonografía La ultrasonografía se trata del método diagnóstico más utilizado para la detección de EH debido a que se trata de un método simple, con un bajo coste económico, muy segura y con alta accesibilidad para la población ya que los signos de la enfermedad son evaluados mediante análisis visual por parte de un profesional altamente entrenado en dicha técnica (131, 132). La precisión de la ecografía en la EH es fiable cuando el porcentaje de grasa hepática es >20% aunque no aporta información sobre el grado de fibrosis y su precisión disminuye en aquellos casos con esteatosis leve (131, 133). Resonancia magnética nuclear Estudios que comparan la precisión de las diversas técnicas de imagen demuestran que la resonancia magnética nuclear (RMN) es significativamente superior a la ecografía y la tomografía axial computarizada (TAC) (134, 135). Las ventajas de usar técnicas de RMN son diversas y es que tienen una alta sensibilidad y especificidad para detectar esteatosis cuando la grasa hepática es incluso inferior del 5% (135, 136). Asimismo, la evaluación de la esteatosis se realiza de manera objetiva mediante un índice cuantitativo altamente reproducible denominado “fracción de grasa por densidad protónica” que se define como la cantidad de grasa hepática resultante de dividir la cantidad de protones unidos a la grasa por la cantidad de todos los protones en el hígado (137). Elastografía hepática Para detectar EHNA y fibrosis no se puede realizar con precisión mediante técnicas ecográficas o de RMN convirtiendo la biopsia del tejido hepático en el único método fiable para tal fin (125, 133). Sin embargo, la elastografía ecográfica hepática, mediante la medición de la rigidez del hígado, se está convirtiendo en un método válido para el diagnóstico de la fibrosis (138). La elastografía incluye medición de ondas de corte y elastografía transitoria, las cuales han demostrado una elevada sensibilidad para diferenciar la gravedad de la Sergio Fresneda Genovard – Tesis doctoral 24 fibrosis en estadios leves a más avanzados. Sin embargo, la rigidez hepática no se correlaciona con el grado de inflamación, por lo que no resulta de utilidad para la evaluaciónde aquellos pacientes con EHNA sin fibrosis (139-141). 1.1.5.3. TÉCNICAS DE CRIBADO PARA EL DIAGNÓSTICO DE HÍGADO GRASO Índice de Hígado Graso Para lograr diagnosticar la EHGNA en sus etapas iniciales y con costos de salud reducidos, se han estado utilizado biomarcadores clínicos y de laboratorio en diversos modelos predictivos (126, 142-144). En 2006, Bedogni et al., a través de la combinación de diversas mediciones de rutina en la práctica clínica como son TG, GGT, circunferencia de cintura (CC) e IMC (145, 146), desarrollaron un algoritmo para una predicción simple y precisa de la EH en la población general llamado “Índice de Hígado Graso” (FLI de sus siglas en inglés, Fatty Liver Index)(145). El FLI es una herramienta de detección no invasiva para el diagnóstico de EHGNA que ha sido validada a través de ecografías hepáticas y resultados de RMN (147) y que además se ha comprobado que logra demostrar la asociación con RI, SMet y DM2 (144, 148). Los valores del FLI varían de 0 a 100, donde puntuaciones <30 descartan la existencia de esteatosis con una sensibilidad del 80% y una especificidad del 64%, los valores de FLI entre 30 y 59 indican un riesgo indeterminado e intermedio de EHGNA, por lo que el hígado graso no podría confirmarse ni descartarse, mientras que los valores de FLI 60 detecta con precisión la EH con una sensibilidad del 61% y una especificidad del 86% (145). El FLI se calcula a través de la siguiente formula descrita por Bedogni et al. (145): 𝐹𝑎𝑡𝑡𝑦 𝐿𝑖𝑣𝑒𝑟 𝐼𝑛𝑑𝑒𝑥 (𝐹𝐿𝐼) = 𝑒0.953𝑦 (1 + 𝑒0.953𝑦) 𝑥100 donde y = ln (TG) + 0.139 × IMC + 0.718 × ln (GGT) + 0.053 × CC – 15.745 Introducción 25 Aquí, TG se expresan como mg/dl; el IMC se expresa en kg/m2; GGT se expresa como U/l; y CC se mide en cm. En el caso de grandes estudios poblacionales el FLI se utiliza como una alternativa para la evaluación el grado de esteatosis (144, 145), ya que el algoritmo ha sido validado como un sistema de puntuación de riesgo en la identificación de EHGNA en la población general, presentando un área bajo la curva (AUC) de 0,84 (133). 1.2. DIABETES TIPO 2 La diabetes tipo 2 se trata de un trastorno metabólico multifactorial crónico considerado un problema de salud pública mundial cuya prevalencia ha aumentado constantemente durante las últimas décadas y, actualmente, es una de las principales causas de morbimortalidad en población adulta (149, 150). A pesar de que aproximadamente el 50% de las personas con diabetes en todo el mundo no están diagnosticadas (151), la Federación Internacional de Diabetes (IDF) en 2021 situó la prevalencia mundial de la diabetes en 537 millones de personas y prevé que para 2045 esa cifra aumente hasta alcanzar los 783 millones de personas (152). Consecuencia directa de los cambios de estilo de vida y en los cambios demográficos que nos llevan hacia un envejecimiento de la población. La DM2 se trata del tipo más común de diabetes y es una afección altamente relacionada con los estilos de vida que puede retrasarse, prevenirse e incluso revertirse mediante intervenciones apropiadas (153, 154). Además, se trata de una patología de etiología multigénica que está asociada con la obesidad y la RI (155). Al mismo tiempo, la DM2 es una enfermedad asintomática (156) que se asocia con enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades dentales, incremento de las hospitalizaciones y prolongación de las estancias hospitalarias (157), y una disminución de la calidad de vida y esperanza de vida reducida (158). Asimismo, la DM2 tiene un enorme impacto económico en los sistemas de salud y en las personas y sus familias, por lo que es conveniente trabajar desde la salud pública para evitar y reducir la huella que la DM2 produce en la sociedad (159). Sergio Fresneda Genovard – Tesis doctoral 26 Figura 3. Número de personas con diabetes en el mundo y por región de la IDF en 2021 – 2045 (20-79 años) (152). La DM2 está precedida por una fase latente y asintomática llamada “prediabetes”, “hiperglucemia intermedia” o “disglicemia” que es definida como un estado intermedio de hiperglucemia en el que los individuos presentan umbrales de glucosa en sangre superiores a lo normal pero inferiores a los niveles establecidos para el diagnóstico de la DM2 (160). Esta afección incluye los trastornos disglicémicos de la glucosa en ayunas y glucemia posprandial llamados glucosa basal alterada (GBA) e intolerancia a la glucosa (ITG), respectivamente (161). La prediabetes se puede identificar de forma sencilla y es potencialmente modificable a través de medidas simples y rentables que nos brindan una forma efectiva de combatir la carga de atención sanitaria de la diabetes (160). Introducción 27 1.3. PREDIABETES 1.3.1. ORIGEN DE LA PREDIABETES El primer informe sobre criterios diagnósticos de diabetes mellitus fue publicado por la OMS en 1965 (162). Los términos originales utilizados para clasificar a aquellas personas que presentaban una glucosa plasmática entre el rango de normalidad y diabetes fueron “diabetes limítrofe” y “diabetes química” (163). Aunque no describieron ningún tipo de medida para el manejo de esta condición de salud, en 1979 se mencionó por primera vez el concepto de ITG con la intención de evitar el estigma que conlleva la palabra diabetes, ya que la ITG lograba identificar personas con alto riesgo de desarrollar DM2 y ECV, pero que a su vez era posible la reversión a la condición de normalidad glucémica ya que la prediabetes no conduce inevitablemente a la DM2 (164). Por otro lado, no fue hasta el año 1999 que se introdujo el término GBA para explicar la disglucemia plasmática en ayunas (12). Sin embargo, todas estas situaciones, aisladas o conjuntamente, no deben considerarse entidades clínicas por sí mismas, sino FR elevados para el desarrollo de DM2 y de sufrir complicaciones y ECV (157, 165). Los conceptos de ITG y GBA se han incluido indistintamente bajo las condiciones de hiperglucemia no diabética, alteración de la regulación de la glucosa (ARG) y/o alteración del metabolismo de la glucosa (AMG) (12). A pesar de ello, se recomienda que el término prediabetes se utilice para abordar los trastornos de AMG cuando se comunica a la población general (166). La prediabetes fue reconocida como un importante problema de atención sanitaria a finales de los años 90 y principios de los 2.000 tras la publicación de diversos estudios de prevención de la DM2 (167, 168). La American Diabetes Association (ADA) en su declaración de 2003, utilizó el término prediabetes para incluir los estados de hiperglucemia, ITG y GBA, que ya habían sido definidos hasta el momento por los comités de expertos de la OMS y la ADA (169). Por otro lado, y teniendo en cuenta la elevación glucémica continua y que la progresión a DM2 puede prolongarse en el tiempo, junto a las a las complicaciones vasculares que se desarrollan previo diagnóstico de la DM2, la prediabetes es un estadio Sergio Fresneda Genovard – Tesis doctoral 28 preclínico que ofrece una oportunidad de identificar sujetos a riesgo y poder así, reducir la incidencia y su impacto de la enfermedad (170). 1.3.2. CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE LA PREDIABETES Los criterios para el diagnóstico de la prediabetes se basan en parámetros bioquímicos donde se incluyen, como mínimo, una de las siguientes condiciones: GBA, ITG y/o alteración de la hemoglobina glicosilada (HbA1c) (171-173). Diversos estudios epidemiológicos han evidenciado una falta de concordancia entre la HbA1c y las pruebas basadas en la glucosa (GBA, ITG) para un adecuado diagnóstico de la prediabetes (174- 177). Por ello, la Sociedad Española de Diabetes (SED) recomienda realizar cribados oportunistas para la detección precoz de aquellos pacientes con riesgo de desarrollar DM2 mediante la escala validada Finnish Diabetes RiskScore (FINDRISC) (178, 179), ya que se trata de una herramienta de cribado especialmente diseñada para valorar el riesgo individual de desarrollar DM2 en un plazo de 10 años. El hecho de que algunos individuos presenten GBA o ITG aisladas, apunta a que existen diferentes mecanismos fisiopatológicos que provocan las alteraciones en la homeostasis de la glucosa (180). Los individuos con GBA aislada tienen mayor resistencia hepática a la acción de la insulina, mientras que aquellos con ITG aislada tienen un aumento a la resistencia periférica, predominantemente en el tejido muscular, y una sensibilidad hepática a la acción de la insulina normal o ligeramente disminuida. Aquellas personas con anormalidades en ambos parámetros tienen un aumento de la resistencia a la acción de la insulina en el hígado y tejido muscular, lo que le confiere el doble de probabilidades de progresar a DM2 en comparación con tener solo una anormalidad (181). En la actualidad existen discrepancias entre los principales organismos internacionales para alcanzar un consenso estandarizado sobre los criterios diagnósticos de prediabetes en función de la GBA y de la HbA1c (171, 179). La ADA definió la prediabetes como una GBA de 100 a 125 mg/dL (182), mientras que el National Institute for Health and Care Excellence (NICE), el International Expert Committee (IEC), la SED y la OMS definieron la prediabetes como una GBA de 110 a 125 mg/dL (161, 171, 179, 183). En 2003, la ADA tomó la decisión de reducir su límite inferior a 100 mg/dL con la Introducción 29 intención de mejorar su sensibilidad y especificidad para predecir la DM2 (184). En cuanto al nivel de HbA1c, la ADA recomienda un punto de corte de 5,7% a 6,4%, mientras que las guías NICE, SED y IEC recomiendan unos puntos de corte de 6,0% a 6,4% (185). Por otro lado, la OMS no recomienda tener en cuenta valores de HbA1c por debajo de 6,5%, ya que considera que no existen suficientes evidencias como para poder interpretarla adecuadamente (186). Mientras que los criterios de la OMS tienen la tasa de falsos positivos más baja para la progresión a DM2, los criterios de la ADA presentan las tasas de falsos negativos más baja y la sensibilidad más alta (187, 188). En particular, según los criterios de la ADA, un tercio de la población mundial tiene prediabetes, aunque muchos de ellos solo tienen un bajo riesgo de morbilidad y mortalidad (189, 190). La definición de las diferentes categorías de riesgo se refleja en la Figura 4. Figura 4. Categorías de riesgo de diabetes tipo 2 según los diferentes organismos internacionales. Tal como se puede observar, la decisión del panel de expertos de la OMS de mantener sus valores de HbA1c a 6,0%, y no bajarlos a 5,7% como la ADA, va en línea con las opiniones de otras guías europeas como la NICE y pretende evitar el sobrediagnóstico y la innecesaria medicalización de un FR que no se trata de una enfermedad (161). Tal como ha mostrado un estudio publicado en el Reino Unido, si se aplicaran los criterios ADA (HbA1c 5,7% - 6,4%), más de la mitad (50,6%) de los adultos mayores de 40 años y con sobrepeso (Índice de Masa Corporal (IMC) >25 kg/m2) serían diagnosticados de prediabetes (191). ADA 100 – 125 mg/dl 140 – 199 mg/dl 5,7 – 6,4% NICE 110 – 125 mg/dl (6,1 – 6,9 mmol/l) No aceptada 5,7 – 6,4% SED 110 – 125 mg/dl (6,1 – 6,9 mmol/l) 140 – 199 mg/dl (7,8 – 11,0 mmol/l) 5,7 – 6,4% IEC 110 – 125 mg/dl (6,1 – 6,9 mmol/l) 140 – 199 mg/dl (7,8 – 11,0 mmol/l) 5,7 – 6,4% OMS 110 – 125 mg/dl (6,1 – 6,9 mmol/l) 140 – 199 mg/dl (7,8 – 11,0 mmol/l) No aceptada Test Glucosa Basal Alterada Test de Intolerancia a la Glucosa HbA1c (5,6 – 6,9 mmol/l) (7,8 – 11,0 mmol/l) (39 – 47 mmol/l) (6,1 – 6,9 mmol/l) (6,1 – 6,9 mmol/l) (6,1 – 6,9 mmol/l) (6,1 – 6,9 mmol/l) (7,8 – 11,0 mmol/l) (7,8 – 11,0 mmol/l) (7,8 – 11,0 mmol/l) (42 – 47 mmol/l) (42 – 47 mmol/l) (42 – 47 mmol/l) o o o o o o o o o o Sergio Fresneda Genovard – Tesis doctoral 30 1.3.3. PREVALENCIA DE LA PREDIABETES Según apunta el último informe publicado por la IDF en 2021, la ITG afecta a 541 millones de personas a nivel mundial y, se prevé que alcance los 622,7 millones en 2030 y los 730,3 millones para el año 2045 (152). La prediabetes, al tratarse de una afección asintomática, se diagnostica a través de exámenes de detección o de manera oportunista cuando se le realizan pruebas para detectar otras afecciones (160). Este factor, además de las diferencias entre los criterios diagnósticos, hace que la prevalencia de prediabetes se haya reportado de forma altamente variable en diferentes estudios, situando su prevalencia entre el 27% y el 49% de la población mundial (189). Además, cabe destacar que la prevalencia de la prediabetes es variable en función de diversos factores como son las diferentes metodologías y estrategias de detección de riesgo adoptadas por las organizaciones sanitarias, la edad, el género, las disparidades étnicas, el NSE o lugar de residencia, donde hasta el 72,2% de la población con prediabetes vive en países de ingresos bajos y medios (151, 160). Dentro de los primeros estudios más robustos que abarcaron la epidemiología de la DM2 y la prediabetes en la región europea, encontramos el estudio DECODE (Diabetes Epidemiology: Collaborative Analysis of Diagnostic Criteria in Europe), llevado a cabo en 1998 (192). Dicho estudio concluyó que la prevalencia de prediabetes en Europa fue de moderada a baja en comparación con otros informes mundiales y que la ITG es más común que la GBA en la mayoría de las poblaciones europeas. Así, la ITG es más común en hombres excepto en el grupo de edad de mayores de 70 años. Mientras que la prevalencia de GBA aumenta con la edad, la ITG se estabiliza a edades medias (40-50 años), menos en las mujeres que aumenta progresivamente hasta los 70 años (193). Más recientemente, una revisión sistemática con metaanálisis determinó que la prevalencia de personas que presentan una alteración en la regulación de la glucosa en Europa se situó en el 22,3% de la población, donde las estimaciones medias de prevalencia fueron del 11,4% para la ITG, del 8,4% para la GBA (110-125 mg/dL) y el 2,5% para la combinación de ambas (194). De tal modo, se evidenció cómo los criterios diagnósticos que utilizaron los diversos países tuvieron un efecto significativo en la prevalencia de la ITG. Además, la prevalencia aumentó a medida que incrementaba la edad de la población, pero no observaron diferencias estadísticamente significativas Introducción 31 según género, a pesar de que las estimaciones de ITG fueron más altas en hombres que en mujeres. En lo que respecta a España, el estudio poblacional Di@bet.es publicado en 2012, situó la prevalencia de la prediabetes en un 14,8% del total de la población española, las estimaciones medias fueron del 9,2% para la ITG, del 3,4% para la GBA considerando el rango de 110-125 mg/dL, y el 2,2 para la combinación de ambas (195). 1.3.4. FACTORES DE RIESGO ASOCIADOS A LA PREDIABETES Los principales FR que caracterizan la prediabetes coinciden en mayor o menor medida con los mismos factores que los de la DM2, es decir, que la mayoría de las personas con prediabetes tienen diversos FR y/o comorbilidades relacionadas que son habituales en la diabetes (182, 196). Entre los FR no modificables cabe destacar los antecedentes familiares de DM2 y la edad avanzada, mientras que entre los FR modificables se encuentran la obesidad, especialmente la obesidad abdominal, la HTA, la dislipemia, la hipertrigliceridemia, los niveles bajos de colesterol HDL, la inactividad física y presentar un patrón dietético poco saludable, entre otros (196-198). Además, se ha observado que los cambios fisiopatológicos, como la disminución en la secreción de la insulina endógena y el aumento de la RI, afecciones propias de
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