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518 Endocrinología de la reproducción, esterilidad y menopausia SECCIÓ N 2 claro que la HSG es una herramienta poderosa para la valoración de la cavidad uterina. La HSG también permite defi nir las anomalías congénitas del útero (fig. 19-8). El útero con forma de Y en la HSG corresponde a un tabique uterino o a un útero bicorne. En estos casos, se debe valorar el contorno externo del fondo uterino con resonancia mag- nética, ecografía de alta resolución o laparoscopia. Si el contorno del fondo es uniforme, concuerda con el diagnóstico de tabique uterino. Esta es una distinción importante, puesto que el tabique se puede extraer mientras que el útero bicorne no se trata. En general, las alteraciones uterinas no causan esterilidad, pero pueden estar vinculadas con aborto o pérdida fetal posterior, lo cual crea un dilema en el tratamiento. De acuerdo con esto, quizá sea razonable tratar de modo quirúrgico algunas anomalías uterinas en un esfuerzo por mejorar el resultado. Sin embargo, la pareja debe ser cuidado- samente asesorada en cuanto a que la concepción por sí misma es poco probable que se afecte. En el capítulo 18 se plantea un aná- lisis de los efectos de las alteraciones congénitas en la fecundidad. Ecografía. La ecografía pélvica transvaginal también es útil para defi nir la anatomía uterina, en especial durante la fase lútea, cuando el endometrio engrosado actúa como medio de contraste para el miometrio. Aunque todavía no se utiliza de manera extensa, los ecógrafos tridimensionales han mejorado el potencial de discri- minación de la ecografía (fig. 19-9). Asimismo, la administración de solución salina en la cavidad endometrial durante la obtención de la ecografía en la fase folicular constituye otro método para lograr un contraste entre la cavidad y las paredes uterinas. Esta técnica ha recibido numerosos nombres, como ecografía con solución salina (SIS, saline infusion sonogra- phy), histeroecografía o ecohisterografía. En el capítulo 2 (pág. 35), se describen los detalles de esta técnica. Se ha publicado que la eco- grafía con solución salina tiene sensibilidad de 75% y especifi cidad >90%. Sus valores predictivos positivo y negativo son de 50 y 95%, respectivamente, que es mucho mayor que el valor predictivo negativo de la HSG (Soares, 2000). Además, la SIS es más sensible que la HSG para defi nir si un defecto cavitario corresponde a un leiomioma pediculado o a un pólipo (fi gs. 8-9, pág. 228 y 8-10, pág. 229). Quizá lo más importante es que la SIS ayuda a defi nir la porción del leiomioma submucoso que se encuentra dentro de la cavidad, puesto que sólo los que tienen un componente intramural <50% se deben operar por medio de histeroscopia. ciones tubarias, en especial el espasmo cornual, en ocasiones dan la impresión errónea de una obstrucción proximal de las trompas de Falopio (resultado positivo falso). Es mucho menos frecuente encontrar resultados negativos falsos cuando dicha trompa parece permeable en la HSG, pero luego se descubre que está obstruida. Muchas de las causas de los trastornos tubarios repercuten en ambas trompas de Falopio y, por consiguiente, en clínica es raro atender problemas unilaterales. La presencia de obstrucción uni- lateral con una trompa de Falopio contralateral normal suele ser consecutiva al paso de colorante por la menor resistencia durante la HSG, pero antes de iniciar el tratamiento se debe llevar a cabo laparoscopia con aplicación de solución con colorante para confi r- mar el diagnóstico. La HSG no es confi able para identifi car adherencias peritu- barias o pélvicas, aunque la formación de celdillas con colorante alrededor de las trompas de Falopio las sugiere. Por tanto, la HSG tiene gran valor predictivo de permeabilidad tubaria, pero es menos efi caz para pronosticar una función tubaria normal o la presencia de adherencias pélvicas. Se ha publicado que las tasas de embarazo aumentan después de la HSG y se dice que la razón es el arrastre de los detritos intratubarios con la presión del medio de contraste. No obstante, estas publicaciones se basan en valoracio- nes con colorantes oleosos en lugar de aquellos con base en agua, que son los preferidos hoy día. Patología uterina. La HSG también permite analizar el con- torno de la cavidad uterina. Un pólipo, un leiomioma o una adhe- rencia dentro de la cavidad bloquea la difusión del colorante, lo cual genera un “defecto” intrauterino en la opacidad del colorante en la radiografía (fig. 19-7). Se pueden obtener positivos falsos debido a coágulos sanguíneos, tapones de moco o desprendimiento del endometrio durante la colocación del catéter intrauterino, pero la HSG ha identifi cado con precisión los datos patológicos intra- uterinos. En un estudio de >300 mujeres en quienes la histeros- copia se utilizó como parámetro, se determinó que la HSG fue 98% sensible y 35% específi ca, con un valor predictivo positivo del 70% y un valor predictivo negativo de 8%. La mayoría de los diagnósticos erróneos se debió a la incapacidad para diferenciar pólipos de leiomiomas submucosos. Este es un problema mínimo, debido a que estas pacientes tendrán valoraciones posteriores y tra- tamiento si fuera el caso (Preutthipan, 2003; Randolph, 1986). Otros estudios no han mostrado resultados tan notables, pero es A B Leiomioma submucoso Pólipo endometrial FIGURA 19-7. Aspecto de un leiomioma y pólipos endometriales en la histerosalpingografía (HSG). A. Durante la HSG un leiomioma submucoso genera un defecto de llenado de base amplia. B. Un pólipo endometrial crea un defecto más irregular. (Cortesía de la Dra. Diane Twickler.) 19_Chapter_19_Hoffman_4R.indd 51819_Chapter_19_Hoffman_4R.indd 518 06/09/13 21:1406/09/13 21:14
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