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P A T Ó G E N O S E U C A R I O T A S : E N F E R M E D A D E S F Ú N G I C A S Y P A R A S I T A R I A S . . . 1009 U N ID A D 6 del hongo. La reexposición a los mismos hongos, tanto si crecen en el hospedador como en el ambiente, puede provocar síntomas alérgicos. Por ejemplo, Aspergillus spp. (Figura 32.2a), un saprófito fácil de encontrar de forma natural en el mantillo, produce alér- genos potentes que desencadenan ataques de asma u otras reac- ciones de hipersensibilidad en los individuos sensibles. Las enfermedades por hongos pueden deberse a la produc- ción de micotoxinas, un grupo grande y diverso de exotoxinas fúngicas. Los ejemplos de micotoxinas que se conocen mejor son las aflatoxinas (Figura 32.2b) producidas por Aspergillus flavus, una especie que suele crecer en los alimentos secos almacenados inadecuadamente, como los cereales. Las afla- toxinas son muy tóxicas y carcinógenas, e inducen tumores en algunos animales, en especial en los pájaros que se alimentan de grano contaminado. Aunque se sabe que las aflatoxinas dañan el hígado humano y producen, por ejemplo, cirrosis e incluso cáncer hepático, los adultos no se ven afectados gravemente por una exposición baja a la aflatoxina. Sin embargo, la exposición crónica de los niños provoca daños hepáticos graves, además de otros efectos sobre la salud. El mecanismo que acaba produciendo la enfermedad micó- tica pasa por la infección real del hospedador. El crecimiento de un hongo tanto dentro como fuera del cuerpo se denomina micosis y su gravedad oscila entre una infección superficial y una infección con riesgo de muerte. Las hay de tres clases (Tabla 32.1). Las micosis superficiales se producen cuando el hongo infecta solo las capas superficiales de la piel, el pelo o las uñas (véase la Figura 32.3). Las micosis subcutáneas aparecen cuando se infectan las capas más profundas de la piel (véase la Figura 32.4) y generalmente las producen unos hongos dife- rentes a los de las infecciones superficiales (Tabla 32.1). Las micosis sistémicas son la categoría más grave de micosis. Se caracterizan por el crecimiento del hongo en los órganos inter- nos del cuerpo (véase la Figura 32.5) y pueden ser infecciones primarias o bien secundarias. Una infección primaria se pro- duce cuando un individuo sano y normal queda infectado por el hongo patógeno; no son frecuentes. En cambio, una infección secundaria se produce en un hospedador con predisposición, debida a un tratamiento con antibióticos o a una inmunodepre- sión, que lo hace más vulnerable a la infección. Las micosis superficiales y subcutáneas se suelen tratar con facilidad con fármacos tópicos, como el tolnaftato (de aplica- ción tópica), diferentes fármacos azólicos (de aplicación tópica u oral) y griseofulvina, un fármaco relativamente poco tóxico muchos hongos patógenos son dimórficos, esto es, pueden exis- tir tanto en forma de levadura como en forma filamentosa. En Histoplasma, por ejemplo, las células cultivadas en el labora- torio forman hifas y micelios, o sea, están en forma de moho (Figura 32.1a). En cambio, cuando Histoplasma genera una histoplasmosis, las células crecen en el hospedador en forma de levadura (véase la Figura 32.5a). En la forma de moho se producen esporas, ya sean esporas asexuales (conidios) o bien esporas sexuales ( secciones 17.9 y 17.10). Cuando se culti- van los hongos filamentosos de una infección, la morfología de estas estructuras portadoras de esporas suele ser la clave prin- cipal para emitir un diagnóstico. Además de la microscopia, existe una gran variedad de herramientas clínicas, molecula- res e inmunológicas, para diagnosticar las infecciones fúngicas (Figura 32.1c). La Tabla 32.1 recoge algunos de los principales hongos patógenos y los tipos de infecciones que ocasionan. Tipos de enfermedades micóticas y tratamiento Los hongos provocan enfermedades a través de tres mecanis- mos principales: respuestas inmunitarias inadecuadas, pro- ducción de toxinas, y micosis. Algunos hongos disparan una respuesta inmunitaria que provoca reacciones alérgicas (hiper- sensibilidad) después de la exposición a determinados antígenos Tabla 32.1 Principales enfermedades por hongos patógenosa Clase y enfermedad Organismo causal Lugar Micosis superficiales Pie del atleta Epidermophyton, Trichophyton Entre los dedos, piel Tiña inguinal Trichophyton, Epidermophyton Región genital Tiña Microsporum, Trichophyton Cuero cabelludo, cara Micosis subcutáneas Esporotricosis Sporothrix schenckii Brazos, manos Cromoblastomicosis Phialophora verrucosa, otros hongos Piernas, pies, manos Micosis sistémicas Aspergilosis Aspergillus sppb Pulmones Blastomicosis Blastomyces dermatitidis Pulmones, piel Candidiasis Candida albicansc Cavidad oral, tubo digestivo, vagina Coccidioidomicosis Coccidioides immitisc Pulmones Paracoccidioidomicosis Paracoccidioides brasiliensis Piel Criptococosis Criptococcus neoformansc Pulmones, meninges Histoplasmosis Histoplasma capsulatumc Pulmones Neumonía neumocística Pneumocystis jiroveci c Pulmones aLos síntomas de muchas de estas enfermedades se muestran en las Figuras 32.3 a 32.5. bAspergillus también causa alergias, toxemias e infecciones limitadas. cPatógeno oportunista implicado con frecuencia en la patogenia del VIH/sida. Figura 32.2. Aspergillus y aflatoxina. (a) Micelios y conidios de una especie de Aspergillus. (b) Estructura de la aflatoxina B1, una toxina del grupo de compuestos relacionados producidos por Aspergillus flavus. (a) (b) C D C /P H IL O O O O O OCH3 https://booksmedicos.org booksmedicos.org Botón1:
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