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Introducción La intoxicación por monóxido de carbono (CO) es un problema frecuente, aunque muchas veces no diag- nosticado, en las Urgencias Médicas. El conocimiento de las manifestaciones clínicas inducidas por la inha- lación de dicho gas y la posibilidad de cuantificar car- boxihemoglobina son elementos fundamentales en la detección y tratamiento adecuado de dicho cuadro. A continuación exponemos la guía de actuación que aconsejamos para el manejo de estos pacientes. Información básica sobre el tóxico El CO es un gas incoloro, inodoro (no huele a gas, aunque el paciente podría percibir otros olores) y no irri- tante de la vía aérea. Las principales fuentes de monóxi- do de carbono, en nuestro medio, por orden de frecuen- cia son: 1) Combustión incompleta (hay llama o calor, pero quema mal o hay poca ventilación) de calentadores de agua (alimentados por propano, butano, gas natural), hornillos, braseros, barbacoas, chimeneas, estufas (de queroseno, carbón, leña, butano, etc.). 2) Gases de esca- pe de los automóviles en un recinto cerrado (garaje u otros.) 3) Humo de incendios 4) Otros procesos indus- triales o químicos y 5) Absorción cutánea o pulmonar de cloruro de metilo o diclorometano (disolvente de pintu- ras y barnices), ya que se convierte in vivo en CO. Desde un punto de vista fisiopatológico es necesario conocer que el CO se va a unir a la hemoglobina forman- do carboxihemoglobina (COHb), disminuyendo así el por- centaje de oxihemoglobina circulante. Pero este no es el único factor deletéreo de la intoxicación por CO, sino que también existe una toxicidad directa del monóxido a nivel de las citocromooxidasas, proteínas intracelulares, etc. Presentación clínica Los pacientes pueden tener: cefalea (síntoma más frecuente), náuseas, vómitos, diarrea (niños), obnubila- ción, impotencia muscular. Con menos frecuencia es posible objetivar: vértigo, alteraciones visuales, opresión torácica, astenia, coma profundo, convulsiones, colora- ción rosácea de piel y mucosas (poco frecuente), hiper- termia, insuficiencia cardíaca, arritmias, rabdomiolisis, insuficiencia renal y muerte. Aunque no hay consenso ni correlación estricta, se admite que COHb menor del 25% (en el momento final de la exposición) representa- ría una intoxicación leve que cursaría con dolor de cabe- za, manifestaciones digestivas, etc. Entre un 25-50% de COHb sería moderada, añadiéndose a la sintomatología anterior, alteraciones de la consciencia (obnubilación, pérdida de conciencia) y por encima del 50% de COHb, hablaríamos de una intoxicación grave con coma, con- vulsiones, hipertermia, etc. Los pacientes con enferme- dad coronaria pueden desarrollar angina o infarto en el curso de la intoxicación aguda. En la embarazada este gas podría inducir abortos o efectos teratógenos. En la intoxicación aguda por CO se consideran pacientes de alto riesgo a los niños, embarazadas, ancianos y enfer- mos con antecedentes coronarios o de EPOC. 242 Emergencias. Vol. 9, Núm. 4, Julio-Agosto 1997 38 Correspondencia: Dr. A. Dueñas Laita. Servicio de Farmacología Clínica. Unidad Regional de Toxicología Clínica. Hospital Universitario del Río Hortega. c/ Cardenal Torquemada s/n. 47010 Valladolid. emergencias G U Í A D E A C T U A C I Ó N GUÍA DE ACTUACIÓN ANTE LA INTOXICACIÓN AGUDA POR MONÓXIDO DE CARBONO (CO) A. Dueñas Laita, M. Hernández Gajate*, C. García Calvo*, R. Cerda Gómez*, J. C. Martín Escudero**, J. L. Pérez Castrillón** Servicio de Farmacología Clínica, Unidad Regional de Toxicología Clínica, *Servicio de Urgencias, **Servicio de Medicina Interna, Hospital Universitario del Río Hortega, Valladolid Intervention Guidelines in acute Carbon Monoxide (CO) Intoxication Tras varios días o incluso semanas (40 días) puede aparecer el denominado síndrome tardío consistente en la aparición de alguna de las siguientes manifestacio- nes: sordera transitoria, deterioro visual, parkinsonis- mo, coma, deterioro mental, desorientación, apatía, fallos de memoria, dificultad para la concentración, labilidad emocional, cefalea, agresividad, agnosia, apra- xia, incontinencia urinaria. Hemos de resaltar en el sín- drome tardío, el predominio de trastornos de las fun- ciones mentales superiores y que en muchas ocasiones es difícil objetivar la organicidad de estos trastornos. Diagnóstico El diagnóstico es fácil cuando el o los pacientes (un grupo familiar o varias personas) indica que se ha expuesto a humos o gases. Sin embargo, recordamos que el CO no huele, siendo por tanto necesario “sos- pecharlo”, cuando acuden a Urgencias pacientes con cuadros polimorfos, parecidos a la gripe pero sin fie- bre (que incluyen cefalea), es invierno y hay calenta- dores de agua en la casa u otras fuentes de CO. La determinación de niveles de carboxihemoglobi- na (COHb) es muy útil para el diagnóstico, pero a la vez es una fuente de errores para el médico, ya que, una COHb alta (superior a 10%) confirma el diagnós- tico. Sin embargo, una COHb normal no descarta el diagnóstico, si ha pasado mucho tiempo desde la exposición y/o se ha aplicado oxigenoterapia normo- bárica antes de la extracción de sangre para el análisis. Desde un punto de vista analítico puede haber, ade- más, elevación de la CK, leucocitosis con desviación a la izquierda y mioglobinuria. En la gasometría arte- rial la PaO2 suele ser normal, no existiendo ninguna causa relacionada directamente con el CO que altere dicha PaO2. Sólo si el enfermo se complica (neumo- nía, aspiración, broncoespasmo, atelectasia, edema pulmonar, etc) es cuando se objetivaría un descenso de la PaO2 u otras alteraciones del equilibrio ácido- base (acidosis metabólica, hipocapnia, etc). Se han descrito también alteraciones del ECG. Protocolo exploratorio En la intoxicación aguda por monóxido de carbono se deberá seguir el siguiente protocolo exploratorio: – Exploración general completa con especial hinca- pié en S. nervioso, A. cardiovascular y respiratorio. – Analítica inicial sangre: 1) Recuento y fórmula 2) Electrolitos, glucosa, CK y CK-MB, LDH, amilasa, SGOT, urea y creatinina, 3) Gases arteriales y cooxime- tría (que nos dará la carboxihemoglobina o COHb), apun- tando el tiempo transcurrido desde el final de la exposi- ción a CO hasta la obtención de la muestra. La COHb deberá ser también solicitada a los familiares de un paciente que hayan estado expuestos a una fuente de CO y estén asintomáticos (pues con frecuencia es también alta y deben ser tratados). Se acepta que niveles de COHb por encima de 3-4% en no fumadores y del 7% en fumado- res, en el contexto del cuadro clínico compatible, son diagnósticos de intoxicación por CO. 4) Sistemático de orina si se sospechan complicaciones renales del cuadro. – Exploraciones complementarias iniciales: radio- grafía AP de tórax y ECG. – En función de la evolución de paciente y sólo si persisten síntomas neurológicos importantes será nece- sario considerar un TAC o Resonancia Magnética. Tratamiento El protocolo de tratamiento de estos pacientes con- sistirá en: – Medidas de soporte vital y reanimación cardio- pulmonar (si fuese preciso). – Suero glucosado al 5% o fisiológico para mante- ner vía. En casos graves se aconseja la restricción hidrosalina para prevenir el riesgo de edema cerebral. – Monitorización continua de ECG en pacientes de riesgo (historia de isquemia coronaria o presencia de arritmias). – Repetir COHb venosa (no arterial) cada 4 horas hasta que se normalicen los niveles. – El tratamiento consiste en administrar oxígeno a la más alta concentración posible (100%), de forma continua y lo más precoz posible. Debe mantenerse el O2 al 100% (o lo más cercano al 100%) , hasta que el nivel de COHb sea inferior al 3%; si no funcionase el cooxímetro o no hubiese en el Hospital se deberá mantener el O2 un mínimo 6 horas en casos leves. Para administrar O2 lo más cercano al 100% se utilizará una mascarilla Ventimask al 50% a la que se le taparán los orificios laterales (lo que puede equivaler a un O2 al 70%) y se abrirá al máximo flujo (15-20litros/minu- to) o bien, mucho más correcto todavía, se utilizará una mascarilla con reservorio (sin reinhalación) o una tipo Monagan. Si el paciente precisase intubación con- secuencia de una complicación del proceso, se utiliza- rá O2 al 100% sólo mientras tenga una COHb elevada. En casos graves se utiliza O2 a presión superior a la atmosférica (Cámara de Oxígeno Hiperbárico). Las indicaciones de la oxigenoterapia hiperbárica son con- trovertidas, aunque existe un cierto consenso (mejora- ría el pronóstico y prevendría la aparición del síndro- me tardío) en que se aplique O2 hiperbárico, cuando existe alguno de los siguientes criterios: A. Dueñas Laita et al.-Intoxicación aguda por monóxido de carbono 243 39 244 Emergencias. Vol. 9, Núm. 4, Julio-Agosto 1997 40 – Pacientes con pérdida de conciencia actual o pasada. – Exploración neurológica claramente anormal. – COHb superior a 40%. – Enfermedad coronaria y COHb superior a 20%. – Mujer embarazada con COHb superior a 15%. En la decisión de traslado a una Cámara de Oxíge- no Hiperbárico, además de los supuestos clínicos antes citados, se deberá valorar el tiempo estimado de traslado. Los mejores resultados se obtienen cuando se administra antes de 6 horas. – Tratamiento sintomático de la cefalea, vómitos, etc. – Tratar convencionalmente la acidosis metabólica (con precaución), edema cerebral, síndrome comparti- mental, convulsiones, arritmias si apareciesen. – Los criterios de ingreso en UVI serán los siguien- tes: necesidad de intubación, acidosis metabólica (pH < 7.25), coma (Glasgow < 8), manifestaciones neuro- lógicas o cardíacas (arritmias o isquemia) severas, agi- tación intensa o rabdomiolisis, entre otras. Criterios de alta y seguimiento en consulta externa – Se podrá dar el alta a todos los pacientes que tras el tratamiento no tengan síntomas y su COHb sea inferior al 3%. – Todos los pacientes deberán ser remitidos, para seguimiento ambulatorio (detección del síndrome tar- dío) a una Consulta Externa inmediatamente después del episodio agudo. Bibliografía 1. Desola J. Errores frecuentes en las intoxicaciones agudas por monóxido de carbono. Med Clin (Barc) 1993; 101: 517. 2. Ely EW, Moorehead B, Haponik E. Warehouse workers´ hea- dache: emergency evaluation and management of 30 patients with carbon monoxide poisoning. Am J Med 1995; 98: 145- 155. 3. Myers RAM. Carbon monoxide poisoning. En Haddad, LM y Winchester, JF, editores. Clinical management of poisoning and drug overdosage, 2ª ed. Filadelfia ,Saunders, 1990: 1139- 1152. 4. Nolla Salas J. Gases. En: Marruecos L, Nogué S, Nolla J edi- tores. Toxicología Clínica. Barcelona, Springer-Verlag Ibérica, 1993: 197-218. 5. 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