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Día: 13/10/20 Unidad Nro. 2: Clase del día: URQUIZA Y LA ORGANIZACIÓN NACIONAL Hola chic@s: antes de continuar con nuestras clases vamos a recuperar un poco de lo visto anteriormente...Pero primero me presento: Mi nombre es Gisela Silva, soy alumna del 3er año de Historia del Instituto de Formación Docente N° 79 y con ustedes estaré realizando mis Prácticas Docentes. Espero que juntos podamos compartir un espacio de respeto y colaboración. En cuanto a esto último pido de ustedes un esfuercito más en este contexto tan difícil de la pandemia ya que lo virtual hace que no podamos compartir un espacio de contacto más cercano, como se puede compartir en el aula (en vivo y en directo – cara a cara), esto hace que necesitemos de ustedes para poder concretar nuestro proyecto. Espero poder contar con su ayuda y me acompañen en esta trayectoria... ¡seguro que sí! Ahora sí… ¡REPASEMOS! En la provincia de Entre Ríos, había surgido un nuevo líder, el caudillo Justo José de Urquiza, quien asumió como gobernador en 1842. Desde el establecimiento de la Confederación, las provincias habían delegado en el gobierno de Buenos Aires la dirección de los asuntos de política exterior. Cada año, Rosas renunciaba a este rol, pero se trataba de una formalidad, ya que era una ocasión para que, nuevamente, todos los gobernadores reafirmaran esta delegación. Sin embargo, el 1° de mayo de 1851, Urquiza publicó un pronunciamiento que constaba de tres documentos: ● El primero: afirmaba que Entre Ríos asumía su soberanía, que incluía representar a su provincia ante los demás países, lo que le quitaba a Rosas la facultad que le había delegado. Sostenía que era tiempo de afrontar seriamente el problema de la organización nacional y la redacción de una constitución. ● El segundo: aceptaba la renuncia de Rosas al manejo de las relaciones exteriores. ● El tercero: se daba por abolido el lema “Mueran los salvajes unitarios” y se reemplaza por la frase “Mueran los enemigos de la organización Nacional”. La única provincia que aceptó el llamamiento de Urquiza fue Corrientes. Sin embargo, luego Urquiza consiguió los apoyos necesarios para el derrocamiento de Rosas. Este pronunciamiento significó para Urquiza una declaración de guerra contra Rosas, desatándose en 1852, la batalla de Caseros, que determinó la caída de Juan Manuel de Rosas y su posterior exilio en Gran Bretaña. El vencedor, Justo José de Urquiza, jefe del Ejército Grande, conformado por Corrientes, Uruguay y Brasil, quien defendía la causa federal para que se respetara las autonomías provinciales. ¡Ahora avancemos! Luego de la batalla de Caseros, Urquiza designó como gobernador de Buenos Aires a Vicente López y Planes y convocó a una reunión a todos los gobernadores para decidir sobre la organización de un Congreso Constituyente con el objetivo de organizar y unificar el territorio. Algunas acciones de Urquiza, como los fusilamientos sin juicio previo, las confiscaciones de bienes, las continuas órdenes de pago libradas contra el Tesoro de Buenos Aires y la asunción de las relaciones exteriores de la Confederación, preocupaban a los porteños. El problema principal de la provincia era que Buenos Aires se rehusaba a ceder sus privilegios como la Aduana, que le concedía ser la provincia más rica gracias al puerto. La Sala de Representantes de la provincia negó a Vicente López el poder para representar a la provincia en las deliberaciones. El 31 de mayo de 1852, poco tiempo después de Caseros, se celebró en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos (provincia de Buenos Aires) el Acuerdo de San Nicolás. Los porteños se opusieron al acuerdo, no querían ceder sus privilegios aduaneros ni federalizar Buenos Aires y, en septiembre de 1852, un grupo opositor depuso a las autoridades puestas por Urquiza en Buenos Aires. Esta revolución inició la separación de Buenos Aires de la Confederación Argentina. Justo José de Urquiza Juan Manuel de Rosas El acuerdo fijó las bases del futuro Estado federal. Se designó a Urquiza como Director provisorio de la Confederación, con el mando supremo de las fuerzas militares. Se estableció que los diputados del Congreso serían diputados de la Nación y que las unidades políticas pasarían a considerarse provincias del Estado nacional. En noviembre de 1852 el Congreso Constituyente comenzó a sesionar con representantes de todas las provincias excepto Buenos Aires. Este congreso aprobó el proyecto para la creación de una constitución inspirada en el libro Bases de Juan Bautista Alberdi. En abril de 1853, la comisión encargada de la redacción de la Constitución Nacional presentó su proyecto, que fue sancionado el 1º de mayo de 1853. Esta Constitución estableció la forma de gobierno: ● Representativa: porque gobiernan los representantes del pueblo. ● Republicana: los representantes son elegidos mediante sufragio y existe división de poderes, distribuido en tres: Ejecutivo, Legislativo bicameral (diputados y senadores) y el Judicial ● Federal: porque los Estados provinciales conservan su autonomía, a pesar de estar reunidos bajo un gobierno en común, el Gobierno Nacional. Además sostendría el culto católico, apostólico y romano, aunque se garantiza la libertad religiosa. También delineó la organización fiscal, los derechos y garantías de los ciudadanos y de los habitantes, y las relaciones entre las provincias y la Nación. A partir de 1852, Buenos Aires y la Confederación funcionaron como Estados separados hasta 1861. La Confederación tenía su capital provisoria en la ciudad de Paraná y se regía bajo la Constitución de 1853. En 1854, el Estado de Buenos Aires dictó su propia Constitución. Como presidente de la Confederación, Urquiza desarrolló un proyecto de país: promovió las primeras colonias de inmigrantes europeos, proyectó una línea de ferrocarril, creó un sistema de correo y comunicaciones entre provincias y mejoró la educación. Sin embargo, no poseía recursos económicos suficientes para organizar el territorio y sostenerlo económicamente. Buenos Aires, en cambio, contaba con una gran fuente de riquezas: la Aduana, a través de ella se realizaban los intercambios comerciales con Gran Bretaña, Francia y otros países. El cobro de impuestos sobre las mercancías era lo que sostenía al gobierno de Buenos Aires. Las relaciones entre la Confederación y la provincia de Buenos Aires se mantuvieron entonces entre los acuerdos comerciales y los tratados de paz, y el conflicto abierto y los enfrentamientos armados. Desde 1859, los conflictos armados, las disputas entre las provincias y la crisis financiera de la Confederación llevaron al enfrentamiento entre ejércitos. Desde Paraná se ordenó la movilización del Ejército Nacional con el fin de someter a Buenos Aires. En octubre de 1859, el ejército de la Confederación, al mando de Urquiza, y el de Buenos Aires, comandado por Bartolomé Mitre, se enfrentaron en los campos de Cepeda, en la provincia de Buenos Aires. Los porteños fueron derrotados y, como consecuencia, debió renunciar Valentín Alsina, el gobernador de la provincia. Se firmó entonces el Pacto de San José de Flores, que establecía la incorporación de Buenos Aires a la Confederación y convocaba a una convención provincial con el fin de que los representantes porteños pudieran proponer reformas a la Constitución nacional, se disponía también la nacionalización de la Aduana de Buenos Aires. En 1860 se juró la reforma constitucional. Esto pareció indicar el cese de hostilidades, sin embargo el Congreso Nacional rechazó a los diputados de Buenos Aires, por lo que el gobierno porteño decidió la ruptura de todos los pactos y treguas vigentes. Las negociaciones diplomáticas fracasaron y desembocó en un nuevo enfrentamiento en septiembre de 1861, cuando Urquiza y Mitre volvieron a enfrentarse en la batalla de Pavón. El ejército de Urquiza abandonó el campo de batalla. La derrota militar, sumadaa la inestable situación económica, llevó al presidente Santiago Derqui a renunciar. Mitre, victorioso, se reunió con Urquiza y acordó una nueva paz. En los meses siguientes, expediciones militares porteñas avanzaron sobre el Interior y provocaron la caída de gobernadores provinciales. De este modo, se afirmó la hegemonía de Buenos Aires en el proceso de unificación nacional. ¡Mientras tanto en Europa! Hacia 1850, el panorama de la economía europea y mundial se alteró profundamente. Los progresos científicos y tecnológicos, el fortalecimiento de los Estados nacionales, la amplia disponibilidad de capitales para invertir, la abundancia de mano de obra barata facilitaba los avances en los transportes y en las comunicaciones dieron origen a una nueva fase en el proceso de transformación social y económica. Esta etapa es la denominada Segunda Revolución Industrial. Bartolomé Mitre Bueno chic@s, hasta acá llegamos en la clase de hoy, a continuación asigno las tareas, las mismas deben ser realizadas sólo con el material abordado, ya que aquí está todo lo necesario para resolverlo. Si surge alguna duda pueden consultarme: Por mail: gise_vero84@live.com.ar Celular: 02932-468767 (Para sus consultas el horario es de lunes a viernes hasta las 2000 hs) Actividades: 1- ¿A qué se denominó Pronunciamiento de Urquiza? 2- Observa el mapa y define por qué Buenos Aires tenía la hegemonía económica y por qué las provincias del Litoral se enfrentaron al gobierno porteño. 3- Con respecto a la Constitución Nacional sancionada allá por 1853, ¿cuál fue la forma de gobierno y división de poderes?, ¿es igual a la forma actual? Justifique 4- ¿Cuáles fueron las causas de la batalla de Pavón?, ¿Qué consecuencias tuvo este enfrentamiento para la organización nacional? Fecha de entrega: 27/10 Veamos el rol de la mujer en el período rosista MANUELITA ROSAS (1817-1898) mailto:gise_vero84@live.com.ar UNA ESTRELLA FEDERAL Manuelita tenía 21 años cuando su madre Encarnación Ezcurra murió y la relación con su célebre padre, don Juan Manuel de Rosas, empezó a hacerse muy cercana. Ella era la más ferviente admiradora del gobernador y le gustaba serle útil. Él la celaba y quería tenerla siempre cerca, por lo que Manuelita incluso le prometió que no iba a casarse. Lo cierto es que la “señorita Manuelita” se fue convirtiendo en una activa colaboradora de Rosas y en la anfitriona perfecta. Funcionaba como una intermediaria entre el pueblo y el Jefe Supremo, atendiendo a las muchas personas que cada día se agolpaban a las puertas de la casa en que vivían para demostrar su fidelidad al Restaurador, solicitar favores o pedirle que intercediera ante su “Tatita”. En la casa también se había instalado Pepa Ezcurra, tía de Manuelita y hermana de Encarnación, supuestamente para cuidar a su sobrina. Aunque no fue eso lo único que hizo: Pepa ocupó el lugar que había tenido su hermana y se transformó en la confidente e informante de Rosas. Siguió también cultivando las buenas relaciones que Encarnación Ezcurra había establecido con “los pobres, negros y pardos” y que tanto favorecían al gobernador. La cercanía entre Pepa y su cuñado generó un sinnúmero de chismes en la sociedad porteña. Se rumoreaba incluso que ella había armado una red de espionaje para detectar adversarios al régimen y que ejercía el poder desde las sombras. Todas estas cuestiones hicieron que Pepa se ganase fama de “mala”, lo que rápidamente contrastó con la reputación de “buena” que se fue ganando su sobrina (incluso entre los unitarios), por la amabilidad y paciencia con las que escuchaba y leía cada día los cientos de pedidos que le hacían. Manuelita muchas veces lograba que Juan Manuel de Rosas devolviera bienes confiscados, reviera alguna de sus medidas o perdonara a condenados, lo que reforzó su aura de bondad y la influencia que tenía en su padre. Aunque sus dulces palabras no siempre eran suficientes, tal como pasó cuando le pidió por la vida de Camila O’Gorman y él desoyó sus súplicas y pedidos y dio la orden de que la ejecutasen. El amor del padre era tan egoísta y posesivo, que se la pasó espantando a los numerosos admiradores que Manuelita tenía y rechazó, por lo menos, cuatro pedidos de mano. También se opuso a su noviazgo con Máximo Terrero, pese a que era el hijo de un íntimo amigo. Estaba claro que no quería que su hija se casara y no le importó dejarla “solterona”. Sin embargo, a los 36 años, luego de que Rosas fue vencido y tuvieron que partir al destierro en Inglaterra, la dulce y paciente Manuelita se rebeló y contrajo matrimonio con Terrero. Juan Manuel consideró que su hija había roto su promesa y lo había traicionado, por lo que ni siquiera asistió al casamiento. Tiempo después la perdonó y murió en sus brazos. Manuelita falleció en Londres, en 1898. ● Luego de leer el texto que hace referencia a Manuelita de Rosas, por Felipe Pigna en su obra “Mujeres Insolentes”, observa la imagen y destaca la importancia que tuvo su figura durante del gobierno de Juan Manuel de Rosas y qué simbología puedes identificar en el cuadro. Desarrolla. (Recordá cual fue el color con que se identificaba los Federales). Extracto de: Mujeres insolentes de la historia – Felipe Pigna. Recuerden que los espero para evacuar cualquier duda y/o hacer consultas. ¡¡¡Hasta pronto!!! Pueden consultarme: Por mail: gise_vero84@live.com.ar Celular: 02932-468767 (Para sus consultas el horario es de lunes a viernes hasta las 2000 hs) mailto:gise_vero84@live.com.ar
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