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Rev.Col. Anest. 19: 15, 1991 FISIOLOGÍA Y DESARROLLO DEL SISTEMA CARDIOVASCULAR NEONATAL IMPLICACIONES ANESTESIOLOGÍAS Pedro Ibarra Los anestesiólogos que manejan neonatos se enfrentan a un paciente muy especial ya que su sistema cardio- vascular presenta comportamientos ra- dicalmente distintos del de los adultos normales. Deben tenerse en cuenta dos elementos básicos que generan la com- plejidad del manejo de éstos: primero, tienen una extraordinaria labilidad car- diovascular por tener una circulación transicional; y segundo por poseer una reducida reserva cardíaca. Lo primero se refiere a que la circulación del recién nacido oscila fácilmente entre una cir- culación "normal adulta" (sistema en serie) y una circulación de característi- cas fetales (sistema en paralelo). El segundo elemento se refiere a que el neonato tiene una muy reducida capacidad compensadora de eventos que incidan enforma deletérea sobre su gast o cardíaco. Esto se debe al estado de los mecanismos que usualmente permiten al corazón adulto incrementar grandemente su volumen latido y final- mente el GC (factores deter minantes de la reserva funcional cardíaca) están agotados o son pobres en el neonato. Ello limita el margen de seguridad tanto para el manejo médicodel pacien- te como para el uso de agentes anesté- sicos. CIRCULACIÓN NEONATAL TRANSICIONAL El comportamiento de la fisiología cardiovascular neonatal depende bási- camente del funcionamiento de la cir- culación como sistemas en serie o en paralelo los cuales a su vez dependen críticamente de la presencia de corto- circuitos. a. Circulación fetal In útero la circulación fetal funciona como un circuito en paralelo donde ambos ventrículos reciben sangre de un reservorio auricular común (por el fora- men oval) y los propulsan a un receptor vascular común que lo forman arteria pulmonar y la aorta (por el ductus). Es por esto que en esta circulación se debe hablar de gasto cardíaco combinado (GCC) y no de cada ventrículo en parti- cular. (2, 3) En el feto el órgano de oxigenación es la placenta por la que fluye alrededor Médico Anestesiólogo Hospital Militar Central; Instructor de Fisiología Cardiovascular Universidad Javeriana; Profesor Asistente Fisiolog ía Escuela Militar de Medicina. 15 Ibarra, P. del 40% del GCC saturándose la sangre hasta un 80%. Las venas umbilicales drenan en el conducto venoso (del 40 al 60% del flujo placentario) y el resto al hígado y finalmente se mezcla con la sangre que drena de la porción inferior del cuerpo (bajando la Sv0 2 de 80 a 67%). Al llegar a la aurícula derecha la SvO2 desciende aun 62% debido a que confluye el drenaje venoso pulmonar (que representa el 7% del GCC) y el coronario (3% del GCC). Sin embargo, esta saturación es sustancialmente mayor que la que viene por la vena cava superior (SvO2 de 52%). Por esta razón, es importante la disposició n anató mica de la cava inferior con la aur í cula derecha, que por la estructura llamada crista dividens permite que de el flujo de la cava inferior (76% del GCC) una buena parte de esta sangre con mayor saturación (que representa el 34% del GCC), sea derivada hacia la aurícula izquierda a través del foramen oval. De esta forma los lechos coronario y cere- bral son perfundidos por sangre con mayor saturación que el resto del cuer- po. El resto del retorno venoso, el 66% del GCC (21% de la cava superior, 3% del seno coronario y 42% de la cava inferior) es propulsado por el ventrículo derecho y es propulsado hacia la arteria pulmonar. De este 66% del GCC solo una pequeña parte (7% del GCC) pasa al pulmón ya que la resistencia vascular pulmonar es muy alta y la mayor parte (59% del GCC) se deriva a la circulación periférica a través del ductus arterioso hacia la aorta porque la resistencia vascular periférica es baja principal- mente por el lecho placentario. Esta sangre (59% del GCC) más 1 0% del GCC que proviene de la sangre de la aorta ascendente (que no va al cerebro y cir- culación coronaria) perfunde la porción inferior del cuerpo, y de ésta una parte pasa por las arterias umbilicales (40% del GCC) a ser oxigenada por la placenta Figura 1. (3, 4) Es necesario anotar la importancia del ducto venoso el cual hace bypass de la circulación hepática. Normalmente como se mencionó un 40 a 60% del flujo de las venas umbilicales se deriva por éste y el resto drena en el hígado donde se extrae una cantidad de oxígeno y por lo tanto se desatura. En experimenta- ción en ovejas fetales se ha demostrado que una compresión parcial del cordón umbilical desencadena una respuesta cardiovascular adaptativa. Se produce una significancia caída del GCC con una redistribución de las resistencias vas- culares. Así, el porcentaje del GCC que reciben el cerebro y el corazón aumenta y el del resto del cuerpo disminuye Además, intervienen las resistencias vasculares de las venas umbilicales pues se produce un aumento del flujo a través del ducto y una reducción hacia el hígado lo que sumado a una reducción 16 Fisiología cardiovascular del retorno del resto del cuerpo permite que la saturación de la sangre que se deriva a la aur ícula izquierda y final- mente al cerebro y corazón sea mayor que la normal y aún con compresiones severas del cordón el aporte de oxígeno (Da02) a estos órganos sea adecuado. (5) En resumen, la circulación fetal es un sistema en paralelo donde el ven- trículo derecho (VD) propulsa el 66% del GCC y el VI el 34%, y donde la resisten- cia vascular pulmonar (RVP) es muy superior a la sistémica (RVS). b. Circulación normal o adulta Al nacer se producen cambios drás- ticos en el sistema cardiovascular del neonato. El punto crítico está en los cambios que se producen a nivel de los corto-circuitos que al cerrarse convier- ten la circulación fetal (en paralelo) en una circulación normal o adulta (en serie). En el intervalo en el que éstos están en proceso de cierre, la circula- ción del neonato se encuentra en un período de circulación inestable (hacia sistema en serie o en para lelo) conocido como circulación transicional. (figura 2) Son dos los principales cambios que desencadenan todos los eventos subsi- guientes en la circulación del neonato. El primero es la evacuación del líquido pulmonar durante el trabajo de parto y el inicio de la respiración al nacer. Esto produce un cambio brusco en la circu- lación pulmonar ya que la aireación y por consiguiente la oxigenación de los pulmones genera una respuesta vaso- dilatadora intensa a través de la gran relajación del músculo liso de los vasos pulmonares y por el efecto vasodilata- dor de la bradiquinina. El resultado, entonces, es de una gran caída de la RVP. (6-8) (ver detalles en revisión Fisiología Cardiovascular del Recién Nacido por los Drs. Díaz y Márquez en este nú mero). El segundo cambio drástico es el aumento de la RVS por la ligadura del cordón umbilical y exclusión del lecho placentario. Es importante recordar el efecto que se produce al modificarse una resistencia en paralelo como es el lecho placentario o por ejemplo, una extremidad. Es evidente que al elimi- narse un lecho en paralelo, la resistencia vascular aumenta tanto mayor sea el lecho ocluido, como ocurre al colocarse un torniquete en una extremidad. Por lo tanto, se hace evidente que la exclusión del lecho placentario, a través del cual cluye el 40% del GCC, produzca un gran aumento de la RVS, como ocurre en un adulto al clampearse la aorta para la colocación de un injerto vascularpor un aneurisma. Este evento de aumento de la RVS genera naturalmente, un aumen- to significativo de la presión arterial, de la presión que deberá generar el ven- trículo izquierdo (VI) y de la PFDVI (Presión de Fin de diastole del Ventrícu- lo Izquierdo). 17 Ibarra, P. Como la RVP disminuyó, el flujo sanguíneo pulmonar (FSP) aumenta, ya que el flujo de laarteria pulmonar tiende a derivarse hacia el hecho pul- monar antes que a través del ductus, debido a que la RVS es mayor que la pulmonar. Así mismo, al ser la RVP menor que la RVS tiende ha haber corto-circuito a través del ductus, es decir, de la aorta a la arteria pulmonar (de izquierda a derecha). Al aumentarse el FSP, el retorno venoso por las venas pulmonares de incrementa tambi én, lo que hace que el volumen de la aurícula izquierda se incremente sustancial- mente. Por lo tanto, los aumentos tanto del volumen auricular así como el de la PFDVI, hacen que la presi ón auricular izquierda (PAI) aumente. Simultánea- mente, se produjo una reducción del retorno venoso por el cierre del lecho placentario lo que reduce la PAD. Como el septum primum del foramen oval funciona como una válvula unidireccio- nal permitiendo flujo únicamente de derecha a izquierda, al aumentarse la PAI y disminuirse la PAD, el foramen oval se cierra e independiza el corazón derecho del izquierdo. Igualmente, el aumento de la PaO2 desencadena el cierre del ductus arte- rioso, al tiempo con la disminución de los niveles de prostaglandinas por la degradación incrementada en el pulmón al aumentarse el FSP. Con el paso de las horas el ductus se va ocluyendo exis- tiendo mientras tanto corto-circuito de I→ D hasta que los 24-96 horas est á fun- cionalmente cerrado, (ver revisión Drs. Díaz y Márquez). Esta independencia de los dos circui - tos (pulmonar y sistémico) hace que el sistema funcione en serie, es decir, que el GC pasa del sistema pulmonar al sistémico y viceversa. De esta forma, se produce entonces una sobrecarga volu- métrica para cada uno de los ventrícu- los ya que cada uno propulsará la totalidad del gasto. Es así como el VI estará sometido a la mayor carga pues aumenta el GC de un 34% a un 100%(vs 66% a 100% del GC para el VD); y también está sometidoa movilizarel GC a mayor resistencia vascular (RVS mayor que la RVP). Como puede inferirse de todo lo anterior el corazón del neonato está sometido a un gran estrés al nacer, que sin embargo, se atenúa en algún grado porque los requerimientos de GC neonatales (400 ml/kg/min- 1) en condiciones normales son menores en un 20% a los fetales (GCC de 500 ml/kg/min). Esto permite compensar un poco los grandes cambios volumétri- cos que se producen al irse cerrando los corto-circuitos. (10) (figura 3). Como se mencionó al principio, la circulación transicional puede oscilar entre el sistema en paralelo y en serie. La posibilidad que funcione uno u otro depende básicamente de la interacción de varios elementos que son: a) el foramen oval, b) el ductus, c) la RVS y d) el miocardio inmaduro del neonato. La persistencia o la reaparición de corto- circuitos atriales o ductales de 18 Fisiología cardiovascular derecha a izquierda se conoce como el Síndrome de Persistencia de Hiperten- sión Pulmonar del Neonato (SPHPN). Son muchas las situaciones o entidades que lo pueden desencadenar (ver tabla 1) y que deben considerarse ya que la aparición de este síndrome tiende a producir un círculo vicioso que empeora el estado del neonato. (11) (figura 4). Los factores que desencadenan y perpetúan este síndrome y que pueden ser corregidos por el anestesiólogo son: 1) la hipotermia; 2) la hipoxemia; y 3) la acidosis. (11) La hipotermia (que se discute exten- samente en este número por la Dra. Patino) produce en esencia un efecto directo de vasoconstricción del lecho pulmonar y aumento del consumo de oxígeno (VO2). Así, se aumenta el estrés sobre el miocardio pues tendrá que someterse a un incremento de la RVP y a aumentar el GC (debe anotarse que el neonato no puede mejorar significati- vamente la extracción de oxígeno aun- que en las alturas es posible que sea un mecanismo compensador). (12) Si este miocardio no logra compensar la situa- ción se produce acidosis y se inicia un circuito deletéreo de retroalimentación positiva. Todo esto conlleva a que la presión del circuito derecho aumente produciéndose shunt de derecha a iz- quierda a través del ductus y por aumento de la PFDVD se aumente la PAD abriéndose el foramen oval. Como se ha descrito, la vasculatura pulmonar es especialmente susceptible a los cambios de la Pv02. Cualquier episodio de hipoxemia inducirá un mar - cado aumento de la RVP que desenca- dena en corto-circuito de D→ I. La acidosis tiene un efecto deletéreo dual. Ya sea metabólica o respiratoria induce vasoconstricci ón pulmonar. En el miocardio tiene un efecto inotr ópico negativo aparentemente porque los H + compiten con el Ca++ por la troponina y 19 Ibarra, P. compiten también con las catecolami- nas por los receptores adrenérgicos. Claramente el aumento de la RVP y la reducción del inotropismo generan la aparición de cortocircuito de D→ I.(13, 14) RESERVA CARDIACA NEONATAL La reserva cardíaca es la capacidad adicional del corazón para suplir los requerimientos aumentados de GC. En un sistema adulto est á dada por una reserva diastólica y una reserva sistóli- ca. La diastólica hace referencia a la capacidad de aumentar significativa- mente el llenado ventricular (aumentar la precarga). La sistólica se refiere a la capacidad de aumentar la eyección ventricular por un aumento del inotro- pismo. Ambas permiten que se pueda incrementar el volumen latido(VL)y por lo tanto, el gasto cardíaco. Ver figura 5, (2, 15). En el neonato la posibilidad de aumentar la precarga y el inotropismo para mejorar el VL está limitada en razones que se expondrán adelante, por consecuencia, limita la compensación cardíaca a mejorar el gasto con base en la frecuencia cardíaca (FC) siempre y cuando la volemia sea normal. CARACTERÍSTICAS DEL MIOCARDIO a. Estructura microscópica: (15) Estructura celular global: las célu- las neonatales tienen una forma elip- soide que limita la interacción con las otras células para su unión entre sí por discos intercalares. De esta forma, el sincitio funcional formado por células ramificadas e interdigitadas en el mio- cardio adulto no ocurre y se disminuye la capacidad global de contracción. Citoesqueleto: los miocitos del neo- nato tienen una estructura caótica al compararse a la de un miocito adulto. En el adulto este citoesqueleto organiza las sarcómeras de un extremo a otro de la célula y en paquetes transversos de tal forma que la fuerza que genera la célula es óptimamente empleada. En el miocito neonatal no hay una organiza- ción adecuda de los elementos contrác- tiles, y al contrario en la porción central se localizan estructuras no contráctiles como los núcleos y mitocondrias lo cual genera una carga adicional para la contracción. Miofilamentos: éstos se ubican en una forma desorganizada y no en senti- do paralelo al eje celular y además, por el proceso activo de sarcomerogénesis permite que hayan múltiples interrup- ciones en las tiras de sarcómeras intra- celulares. Mitocondrias: en los miocitos adul- tos las mitocondrias representan el 30% del volumen celular, mientras que en los neonatales el porcentaje es 20 Fisiolog ía cardiovascular menor y se incrementa muy rá pidamen- te con los días. Este fenó meno se debe a que in ú tero, el metabolismo mioc árdico se hace a base de lactato y glucosa y es en gran parte anaer óbico loque permite tolerar los per íodos de hipoxia perinatal. Al nacer, el metabolismo se modifica y se empiezan a usar en mayor porcentaje los ácidos grados (AG) que son el principal sustrato de los miocitos adul- tos. Ademá s, se produce una redistri- bución de las mitocondrias para que se ubiquen junto a las sarcó meras con el objeto de optimizar el uso de los ATPs producidos por é stas. Debe anotarse que el cambio de sustrato de lactato- glucosa a AG es ventajoso puesto que producen mayor cantidad de ATPs por carbono. (16, 17) Sistema tubular T: Como se sabe este sistema T (transverso)es indispen- sable para optimizar la secuencia de despolarizació n y liberació n del Ca++ para la contracció n cardí aca. En el miocito neonatal este sistema est á pobremente desarrollado pero se com- pensa pues la relaci ón superficie/volu- men de é ste es alta por su pequeñ o tamaño. Ret ículo sarcoplá smico: Es indis- pensable en el proceso del fenó meno de liberación de Ca++, inducida para lograr el acople exitació n- contracción del mio- cardio. En el neonato este RS está mal desarrollado por lo que el pool activo de Ca++ necesario para la contracción, depende en mayor parte del Ca++ que penetre a la cé lula por el sarcolema. Esta situació n permite que el inotropis- mo de estos miocitos sea más suscepti - ble a las modificaciones d e el influjo de Ca++. (18 - 23) Ret ículo endoplá smico: este orga- nelo es el responsable de la síntesis de proteí nas. El miocardio del neonato crece por dos mecanismos, por hiper - plasia y por hipertrofia. La capacidad hiperplá sica cesa a los 4 meses de vida, mientras que la capacidad hipertr ófica persiste toda la vida. Seg ú n reportes recientes esta capacidad puede estar mediada por una hormona denominada miotrofina liberada por estímulosaa adrenérgicos y por angiotensina. Como es l ó gico ambos procesos requieren de un aumento de la s íntesis de proteínas por lo que la proporción de este retículo está aumentada en el miocito neona- tal. (24) Proteínas contráctiles: la meromio- sina pesada tiene una capacidad ATP- ásica (lisis de ATPs) que depende del subtipo de isoenzima con que esté conformada. Los tres subtipos son la V1, V2, y V3 que tienen una capacidad decrecente ATPásica. También hay dos subtipos de tropomiosina con diferente ciné tica la α y la β (la primera con mayor velocidad de reacció n). Aparen- temente el neonato tiene una mayor cantidad de meromiosina pesada tipo V1 y tropomiosina tipo a para lograr así funcionar a FC má s altas que las de los adultos. Debe anotarse, sin embargo, que éste es un mecanismo adaptativo no ventajoso pues la eficiencia energé- tica es menor con estos subtipos con lo cual se disminuye el tiempo de genera- ción de fuerza de cada enlace formado. Sarcolema: la respuesta adrenérgi- ca del neonato es diferente a la del miocardio adulto dado que la distribu- ción de receptores adrenérgicos difiere sustancialmente. El sarcolema del neo- nato tiene una gran cantidad de recep- toresa(escasos en el miocardio adulto), que aparentemente median la respuesta hipertr ófica del miocito neonatal. Los receptores β est á n distribuidos en menor cantidad que en el miocito adulto. Según ciertos investigadores se debe a la mala inervación simpática del tejido miocár- dico y mejora con la maduración de ésta. Tambi én la respuesta a l estí mulo está disminuida y mejora al parecer con la maduración del retículo sarco- plásmico que amplifica la disponibilidad de Ca++ para el aparato contr áctil. (25 - 27) 21 Ibarra, P. Vesículas de depósito: el miocito del neonato tiene la particularidad de tener unos depósitos de glicógeno aumentados lo que les permite tolerar por mayor tiempo situaciones isquémi- cas. Sin embargo, estos depósitos en conjunto con el retículo endoplásmico, los núcleos y las mitocondrias confor- man un alto porcentaje de elementos no-contráctiles (70% en el neonato vs 40% en el miocito adulto) que inciden negativamente sobre la capacidad con- tráctil del miocito y además, conforman un tejido relativamente rígido que dis- minuye la distensibilidad ventricular. b. Estructura macroscópica: Por la carga de trabajo diferencial en el feto se produce un crecimiento mayor del VD que del VI por lo que al nacer pueden observarse incluso dos ápices, uno por cada ventr ículo. Los cambios abruptos de las cargas a que se somete cada ventrículo modifica rápidamente esta relación, produciéndose al cabo de 4 meses la relación normal de masa ventricular izquierda a derecha de 2:1. Este crecimiento se da por hiperplasia (en menor grado y hasta el 4o. mes) y por hipertrofia. A partir del 4o. mes todo el crecimiento ventricular hasta el ta- maño adulto se produce por hipertrofia, capacidad adaptativa que aparece desde temprano en el feto y perdura toda la vida. (28 - 31) La inervación del corazón del neona- to es otro factor que incide sobre sus respuestas. Se ha demostrado que el sistema parasimpático empieza y ter- mina su desarrollo antes que el simpá- tico. Esto permite que al estimularse el sistema nervioso aut ónomo (SNA) se produzca una respuesta de predominio vagal con su concomitante respuesta bradicardizante y levemente depresora. También la inervación de la vasculatura periférica es inmadura e impide un adecuado control de la RVS para modi- ficar la PA y GC, lo cual se evidencia por el fenómeno del arlequín, donde un hemicuerpo puede estar vasoconstre- ñido y el otro vasodilatado. (25. 26, 32) c. Cracterísticas electrofisiológicas: (33, 34) El potencial de acción del neonato difiere del adulto en varios puntos. La duración de éste es menor que la del adulto, la despolarización (fase 0) de- pende más de corrientes de Na + y Ca++ lentas que de Na++ rápidas y el voltaje de reposo Emv (voltaje de reposo) es menos negativo (- 78mV) que la de las adultas (-90mV). A medida que la célula va madurando se prolonga el PA pues aparecen en mayor cantidad las co- rrientes rectificadoras de K+ y se pro- longa la repolarización; aumentan las corrientes rápi das de Na+, y se aumen- ta la actividad de la bomba Na+-K+- ATPasa dependiente, por lo que se negativiza el Emv. Estas características permiten comprender porque el neona- to puede sostener FC altas (además de las proteínas contráctiles) y porque es más resistente a la acción de los gli- cósidos cardíacos. La inervación tiene un efecto especial sobre la arritmogé- nesis del neonato pues se ha observado como la estimulación vagal puede pro- ducir acortamiento de los per íodos re- fractarios del tejido auricular y por lo tanto aumentar la probabilidad de la aparición de arritmias supraventricu- lares. (35) DETERMINANTES DE LA FUNCIÓN CARDIACA EN EL NEONATO Los determinantes de la función cardíaca neonatal al igual que en el adulto, son cuatro: la precarga, la post- carga, el inotropismo y la frecuencia card i aca. (36 39) Precarga. Este determinante es co- nocido como la Ley de Frank-Starling; en la que a mayor volumen ventricular (por lo tanto mayor presión) se propulsa una mayor cantidad de sangre. M ú lti - ples estudios han encontrado que la respuesta de aumento del VL (volumen 22 Fisiología cardiovascular latido), al aumentar la precarga es muy pobre en el neonato, limit á ndose a un rango de presiones auriculares de O a 4 mmHg e inclusive observándose reduc- ciones del VL a presiones de 7mmHg. (Figura 6). Sin embargo, trabajos muy recientes han demostrado que esta limitación de la respuesta al aumento de precarga se debe a un incremento de la postcarga. Cuando se controló la postcarga y se aumentó la precarga se demostró un aumento del VL hasta una presión de 10 mmHg; pero al no contro- larse la postcarga se observó cómo con cada aumento de la precarga se produjo un aumento de la postcarga que inclu- sive produjo disminución del VL al llegar la precarga a una presión de 7mmHg. En conclusión, el mecanismo de la precarga funciona adecuadamente en el neonato pero los aumentosde la postcarga producidos porel aumentode la presión auricular (al aumentar el volumen de fin de diastole y por lo tanto el volumen latido) contarrestan el efec- to benéfico del mecanismo de la precar- ga. Así, es claro que la respuesta favorable a los aumentos de precarga se limitan a un estrecho rango de presio- nes auriculares y su incremento no beneficia pues no mejora el VL. Esclaro también que se debe evitar que la precarga caiga pues sí repercute en una disminución del volumen latido. Postcarga. (39- 41) Seha demostrado como una postcarga que el ventrículo izquierdo adulto tolera adecuadamente, induce una gran disminución del VI del corazón del neonato. Por las diferentes cargas de trabajo in útero, el ventrículo derecho tolera mejor un aumento de postcarga que el ventr ículo izquierdo. Se esperar ía que al ser el VI más susceptible al aumento de la postcarga y el que se somete a un aumentode ésta al nacer se produjera disfunción ventri- cular izquierda. Sinembargo, interviene un factor de gran significancia en el neonato y es el de la interdependencia ventricular a través del septum. Como ambos ventr ículos tienen una distensi- bilidad disminuida lo que ocurre en uno incide grandemente en el otro (como con falla ventricular derecha en un adulto con hipertensión pulmo nar. Como al nacer la RVP disminuye, la fracción eyectada del ventr ículo dere- cho aumenta y el volumen de fin de diastole del VD cae. Esto permite que por interdependencia el llenado del ventr ículo izquierdo aumente y se mejo- re el VL izquierdo (mejor precarga) para compensar el problema del aumento de la RVS producido al nacer. El VL limita la funcionabilidad de este mecanismo. Inotropismo. (15) Se ha demostrado que la dP/dt (método para evaluar la contactilidad cardíaca o ino tropismo) del miocardio neonatal es mayor que la dP/dt in útero y a su vez es mayor que semanas después,sugieriendo que el inotropismo cardíaco aumenta al nacer y se estabiliza luego a valores norma - les. Tambi én se ha demostrado que la respuesta inotr ó pica a la infusi ón de isoproterenol (agonista (β1 y β2 puro) se atenúa en el recién nacido y se incre- menta con el paso de los días. La impli - cación de estos hallazgos es muy impor- tante, pues indica que el neonato agota la respuesta inotr ópica para aumentar al má ximo posible el volumen latido 23 Ibarra, P. generando un gran estímulo inotr ópico que impide una mejor ía significativa del VI a partir de la reserva sistó lica. Esto implica que en el per íodo neonatal más inmediato, el miocardio neonatal res - ponde muy pobremente a la administra- c ión de agentes inotrópicos. Es impor - tante mencionar que la mayor parte de esta respuesta inotr ópica es mediada por catecolaminas circulantes y no por eferencias simp áticas sobre el mio - cardio. Frecuencia cardíaca. (41, 42) Traba- jos de larga data han demostrado que modificando la FC con la colocación de un marcapaso auricular no produce aumentos del GC resultante puesto que al aumentarse la FC el llenado ventricu- lar se reduce y por lo tanto el VL. Sin embargo si el l lenado ventricular se mantiene gracias a una relajación rápi- da (mediada por la cin ética de las prote ínas contráctiles) y aun retorno venoso adecuado (como el de las venas pulmonares al nacer); un incrementode la FC puede producir con un VL estable un considerable aumento del GC neo - natal. En conclusión, el miocardio neonatal es muy susceptible a los aumentosde la postcarga que es un factor pobremente controlado por el neonato. Así mismo, la respuesta de la precarga está limitada por los aumentos concomitantes de la postcarga lo que anula su beneficio; y el inotropismo está virtualmente uti l izado al máximo lo que permite poco aumento de él. Queda entonces la frecuencia cardiaca como principal mecanismo disponible para aumentar el gasto car- díaco neonatal en condiciones normales. CONSIDERACIONES ANESTESIOLOGÍAS Con los conceptos anteriormente expuestos, es claro que se debe consi- derar indispensable el mantener la estabil idad de la circulación transicio- nal neonatal como sistema en serie. Como principales elementos a tener en cuenta están: el control de la tempera - tura, la oxigenación y el equ il ibrio ácido-básico, ya que todos estos fac - tores pueden l levar a la aparició n del SPHNP. Adem ás es indispensable con- siderar la patolog ía del neonato que lo llevó a requerir anestesia puestoque en casi todos los casos interactúa con los factores previamente mencionados y favorecen la ocurrencia de los corto - circuitos de Derecha a Izquierda, los cuales generan un gran deterioro del neonato con la aparición de cianosis, acidemia y eventualmente falla card ía- ca, eventos que compl ican enorme- mente el acto anestésico, especialmen- te porque t ienden a perpetuarse en forma aguda si no se interviene rápida- mente. Por tanto debe prevenirse su aparición. Desde el punto de vista de funci ón card íaca, es notable observar como en e l pac iente normal , l a s in tervencio- nes que se puedan hacer para mejorar su GC son limitadas. Sin embargo, si su estado es anormal son m últiples. La situación más frecuente está en torno a la reanimación del recién nacido enfer - mo. Con frecuencia, los neonatos con dif icultades en el nacimiento por cual- quier causa presentan estados hipovo - lémicos que no son rápidamente detec - tados. Una pobre comprensión de la fisio- log ía neonatal l leva a la idea simplista de que con solo aumentar la FC se mejora el GC. Como se describi ó, en presencia de un l lenado ventricular disminuido, el aumento de la FC no beneficia el GC. As í tambi én, puede ocurrir que con el concepto de que la respuesta a la precarga es nula en el neonato, se incurre en restricciones importantes de volemia durante un acto anestésico desencadenando importan - tes caídas del gasto card íaco, así como favoreciendo cortocircuitos D→ I a trav é s del ductus al caerse la PA. Otra situaci ó n que puede ocurrir con cierta frecuencia es la reposición insuficiente o excesiva 24 Fisiología cardiovascular de sangre lo que por déficit de hemato- crito (con hipovolemia corregida) lleva a acidemia, puesto que aunque el GC sea adecuado, como la extracción A- v de 02 no puede incrementarse en un neonato y el GC no puede aumentarse significa- tivamente, la caída de aporte de 02 (DO2) lleva a la aparición de acidosis. También un hematocrito aumentado genera una mayor resistencia al flujo produciéndose una caída del GC. Otras situaciones clínicas frecuentes son la hipoglicemia e hipocalcemia. La hipoglicemia además de afectar la activi - dad del SNC disminuye de una forma no muy clara el inotropismo cardíaco y la viabilidad miocárdica, pues se produce un efecto inotr ópico negativo e isque- mia subendocárdicas a pesar que el miocardio pueda consumir lactato (que es el principal sustrato en el neonato) o AG durante episodios hipoglicémicos. La hipocalcemia también se asocia a una reducción del inotropismo, sin- embargo, tampoco se ha podidodemos- trar la razón directa de su efecto. (2,43) Con todos los elementos discutidos se puede apreciar que es de importancia crítica la monitoria de la mayor can- tidad de variable posibles; obviamen- te directamente relacionadas con el estado y patologías asociadas del neo- nato y la magnitud de la cirugía a prac- ticarse. Estas ser á n: variables meta- bó licas como: La T°, la PaO2, el pH, pCO2 y HCO3=, glicemia y Ca++ ioniza- do. Desde el punto de vista hemodiná- mico serán necesarias la PA, la FC, la PVC y la PAI e idealmente el GC. (Ver revisiones de Anestesia para Niños con Cardiópata en Cirugía no Cardíaca del Dr. Michelsen; y Anestesia para Cirugía Cardíaca Pediátrica del Dr. Pinilla en esta edición). Como se ha visto, la respuesta car- diovascular del neonato es muy diferen- te de la del adulto y solo con un manejo minucioso puede intervenirse su sis- tema cardiovascular y lograrse un ma- nejo anestésico favorable. BIBLIOGRAFÍA 1. Hickey P; Crone R. Cardiovascular Physiology and Pharmacology in Children Normal and Diseased Pedialnc Cardiovascular System. Ch 1 5 in A Practice of Anesthesia in Infants and Children ed by Ryan J, Todres P; Cole C et al; 1986. 2. Crone R; Hickey P; Wessel D. Development of the Cardiovascular System Ch 37 in Textbook of Critical Care 2nd Ed Shoemaker W; 1989 3 Fisiopatología de los Shunts cap en Fisiopato-logia 2da. Ed por Smith Thier; 1 986 4. Berne R; Levy M. Special Circulations Ch 1 1 in Cardiovascular Physiology 4th ed; 1983. 5. YenHo S, Annalisa A; Moscoso G. 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