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GEMA TORRES LUQUE 
RAQUEL HERNÁNDEZ GARCÍA 
(COORDINADORAS) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
ETAPA INFANTIL Y 
MOTRICIDAD 
ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN 
EDUCACIÓN FÍSICA 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
©Copyright: Los Autores 
 
©Copyright: De la presente Edición, Año 2019 WANCEULEN EDITORIAL 
 
Título: ETAPA INFANTIL Y MOTRICIDAD. ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN EDUCACIÓN FÍSICA 
 
Coordinadoras: GEMA TORRES LUQUE y RAQUEL HERNÁNDEZ GARCÍA (COORDINADORAS) 
 
 
Editorial: WANCEULEN EDITORIAL 
Sello Editorial: WANCEULEN EDITORIAL DEPORTIVA 
 
ISBN (Papel): 978-84-17964-11-5 
ISBN (Ebook): 978-84-17964-12-2 
 
DEPÓSITO LEGAL: SE 1077-2019 
 
Impreso en España. 2019 
 
WANCEULEN S.L. 
C/ Cristo del Desamparo y Abandono, 56 - 41006 Sevilla 
Dirección web: www.wanceuleneditorial.com y www.wanceulen.com 
Email: info@wanceuleneditorial.com 
 
Reservados todos los derechos. Queda prohibido reproducir, almacenar en sistemas de recuperación de 
la información y transmitir parte alguna de esta publicación, cualquiera que sea el medio empleado 
(electrónico, mecánico, fotocopia, impresión, grabación, etc.), sin el permiso de los titulares de los 
derechos de propiedad intelectual. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública 
o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo 
excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, 
www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
DEDICATORIA 
 
“A las Lias y Hadas, porque existen” 
 
 
 
ÍNDICE 
 
LA ACTIVIDAD FÍSICA EN EDUCACIÓN INFANTIL: CONCEPTOS, 
BENEFICIOS Y RECOMENDACIONES 
(Daniel Mayorga-Vega y Gema Torres-Luque) ........................................... 9 
 
EVALUACIÓN DE LA MOTRICIDAD EN EDUCACIÓN INFANTIL (Raquel 
Hernández García y Gema Torres Luque) ................................................ 31 
 
LA COLUMNA VERTEBRAL DEL ESCOLAR: CLAVES PARA UN 
DESARROLLO ARMÓNICO (Pilar Sainz de Baranda y María Teresa 
Martínez-Romero) .................................................................................... 49 
 
EDUCACIÓN FÍSICA EN EDUCACIÓN INFANTIL A TRAVÉS DEL COMIC. 
“SALVEMOS EL MUNDO: SUPERPODERES” (Jesús Martínez Martínez 
y Juan Carlos Pastor Vicedo) ..................................................................... 73 
 
LAS FERIAS TEMÁTICAS (Rosario Padial-Ruz y Esther Puga González) ..... 97 
 
PROYECTO DE ACTIVIDAD FÍSICA Y ALIMENTACIÓN. ¡LA PATRULLA 
AL RESCATE DE LOS ALIMENTOS PERDIDOS! (Gema Díaz Quesada) ..... 111 
 
LA EDUCACIÓN POSTURAL EN EL CONTEXTO ESCOLAR: PROGRAMA 
VERTEBRÍN® (Pilar Sainz de Baranda) ..................................................... 131 
 
PROPUESTA DE INTERVENCIÓN DIDÁCTICA: “YOGA Y MEDITACIÓN 
EN EDUCACIÓN INFANTIL” (Aurora de Dios López) ............................... 145 
 
EL CAMBIO EN LA EDUCACIÓN FÍSICA PARA UNA INCLUSIÓN REAL 
DESDE EDUCACIÓN INFANTIL (Olga Rodríguez Ferrán) ......................... 165 
 
DINAMIZANDO LOS RECREOS A TRAVÉS DEL JUEGO PARA LA 
INCLUSIÓN DEL ALUMNADO DE INFANTIL (Olga Rodríguez Ferrán) ..... 185 
 
PROGRAMA EDUCATIVO ISQUIOS: EDUCACIÓN POSTURAL Y 
MEJORA DE LA EXTENSIBILIDAD ISQUIOSURAL (Pilar Sainz de 
Baranda, María Teresa Martínez-Romero, Juanjo Reverte y 
Fernando Santonja) ................................................................................ 201 
 
 
 
ETAPA INFANTIL Y MOTRICIDAD. ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN EDUCACIÓN FÍSICA 
- 9 - 
 
LA ACTIVIDAD FÍSICA EN EDUCACIÓN INFANTIL: 
CONCEPTOS, BENEFICIOS Y RECOMENDACIONES 
 
Daniel Mayorga-Vega y Gema Torres-Luque 
Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal, 
Universidad de Jaén 
 
 
 “La vida es como montar en bicicleta. Para mantener el equilibrio necesitas 
mantenerte en movimiento” Albert Einstein 
 
 
INTRODUCCIÓN 
La comprensión de conceptos relacionados con la actividad física es 
fundamental. Existen multitud de términos afines tales como “actividad 
física”, “ejercicio físico”, “sedentarismo”, “conducta sedentaria”, “juego”, 
“deporte” o “Educación Física”, entre otros, que requieren una clarificación 
conceptual. Por tanto, en primer lugar, este capítulo definirá todos estos 
conceptos relacionados con la actividad física, así como se expondrán sus 
diferencias y semejanzas. Posteriormente, se expondrá un resumen de la 
evidencia científica que existe en la actualidad acerca de la relación de la 
actividad física con la salud en los jóvenes. Por último, se indicarán las 
recomendaciones de actividad física en el alumnado de Educación Infantil, 
así como algunas estrategias para conseguir alcanzar dichas 
recomendaciones. 
 
CONCEPTOS RELACIONADOS CON LA ACTIVIDAD FÍSICA EN 
EDUCACIÓN INFANTIL 
Actividad física, ejercicio físico y conducta sedentaria 
De acuerdo con el concepto más popular, la actividad física es 
definida como “cualquier movimiento corporal producido por los músculos 
esqueléticos (los músculos del aparato locomotor) que conlleva un gasto 
energético (por encima del nivel basal)” (Caspersen, Powell, y Christenson, 
1985, p. 126). El aparato locomotor está formado por el sistema 
osteoarticular (huesos, cartílagos y ligamentos) y sistema muscular 
(músculos y tendones). Para movernos básicamente el sistema nervioso 
GEMA TORRES LUQUE Y RAQUEL HERNÁNDEZ GARCÍA (COORDINADORAS) 
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genera y transmite las órdenes motoras a los músculos, los cuales mediante 
los tendones se unen a los huesos y al contraerse provocan los movimientos 
corporales. Por otro lado, también hace falta aclarar que es eso del gasto 
energético. A grandes rasgos, el gasto energético total, es decir, la cantidad 
de energía diaria que consume el organismo del niño/a representa el 
resultado de la suma del metabolismo basal y el gasto energético por 
actividad. El metabolismo basal es la cantidad energética que necesita el 
cuerpo en estado de reposo para mantener las funciones vitales. El gasto 
energético por actividad es la cantidad de energía que consume el cuerpo 
mediante, principalmente, la actividad física. 
Muy importante para los profesores, padres/madres y demás 
interesados que quieran promocionar la actividad física de los menores, 
cabe destacar que la actividad física también implica un componente de 
voluntad o conducta (Baumgartner, Jackson, Mahar, y Rowe, 2015). Por 
tanto, podemos considerar que la actividad física comprende dos grandes 
componentes: (1) el movimiento per se y (2) la voluntad/ conducta del 
niño/a que permite dicho movimiento (Baumgartner et al., 2015). Todos los 
niños/as realizan actividad física. Sin embargo, la cantidad y modo de 
actividad física que hacen está altamente sujeta a la elección de cada niño/a 
(y, debido a la edad, también altamente a la de sus padres, profesores, y 
demás adultos responsables) y puede variar considerablemente de un 
niño/a a otro, así como de una misma persona a lo largo de la vida (Cliff et 
al., 2016; Torres-Luque et al., 2018). La actividad física comprende un 
espectro muy amplio de conductos y tipos de movimientos. Por ejemplo, 
los niños/as de Educación Infantil pueden realizar actividad física 
desplazándose al colegio en bicicleta, patinete o andando, jugando con sus 
amigos en el recreo, realizan Educación Física, jugando en el parque, 
subiendo escaleras, caminando con la familia o sacando a su mascota, 
bailando o ayudando en las tareas del hogar. 
La actividad física es una conducta compleja que se puede dividir de 
múltiples formas tales como, por ejemplo, en función de la intensidad (por 
ejemplo, sedentaria, ligera, moderada y alta), el carácter voluntario (por 
ejemplo, voluntario u obligatorio), o el contexto donde se practica (por 
ejemplo, escolar o extraescolar; organizado o natural). Por ejemplo, 
tradicionalmente (y así se basan las recomendaciones) la actividad física se 
ha descritoen términos de frecuencia, intensidad, duración, modo y 
contexto. La frecuencia es el número de veces que el niño/a realiza 
actividad física en una unidad de tiempo (por ejemplo, número de días a la 
semana). La intensidad se refiere a la calidad o carga de la actividad (por 
ejemplo, sedentaria, ligera, moderada y vigorosa). La duración es la 
ETAPA INFANTIL Y MOTRICIDAD. ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN EDUCACIÓN FÍSICA 
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cantidad de tiempo realizando actividad física (por ejemplo, 60 minutos de 
la sesión de Educación Física). El modo hace referencia al tipo de actividad 
física (por ejemplo, andar, correr, montar en bicicleta, o nadar). Y el 
contexto hace referencia al lugar (contexto geográfico, por ejemplo, 
escolar o extraescolar; centro deportivo, parque o medio natural), 
momento del día (contexto temporal, por ejemplo, por la mañana o tarde; 
día de escuela o fin de semana) y la compañía (contexto social, por ejemplo, 
individual o en grupo; solo, con amigos, padres, etc.). De todas las 
características anteriores, el contexto es una información especialmente 
útil para comprender el aspecto comportamental de la actividad física y, 
por tanto, poder ayudar a fomentar la actividad física del niño/a 
(Baumgartner et al., 2015). En la Tabla 1.1 se resume las dimensiones de la 
actividad física. 
Tabla 1. Dimensiones de la actividad física 
Dimensión Definición Ejemplos 
Frecuencia Cómo de a menudo Cinco veces a la semana 
Intensidad Cómo de duro o calidad Ligera, media o alta 
Duración Cómo de largo o cantidad Sesión de 60 min 
Modo Qué tipo Andar, correr o nadar 
Contexto 
Contexto geográfico: 
Lugar 
Contexto temporal: 
Momento 
Contexto social: 
Compañía 
En clase de Educación 
Física 
Por la mañana 
Con los compañeros de 
clase 
Adaptado de Baumgartner et al. (2015) 
 
Íntimamente relacionado con el concepto anterior, el ejercicio físico es 
comúnmente definido como cualquier actividad física que se caracteriza 
por estar planeada, sistematizada y con el objetivo de mejorar o mantener 
la condición física (Caspersen et al., 1985). Cabe aclarar que la condición 
física es el estado de forma del niño/a para poder realizar actividad física, 
lo cual es un potente marcador de salud en preescolares (Ortega et al., 
2015). Con frecuencia el término “ejercicio físico” es usado como sinónimo 
del término “actividad física”. No obstante, y a pesar de que tienen 
elementos en común, ambos términos no son lo mismo. Por ejemplo, la 
actividad física y ejercicio físico hacen referencia a cualquier movimiento 
del cuerpo producido por el aparato locomotor que conlleva un gasto 
energético. Sin embargo, el ejercicio físico es un subtipo de la actividad 
GEMA TORRES LUQUE Y RAQUEL HERNÁNDEZ GARCÍA (COORDINADORAS) 
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física en el que el movimiento se realiza de forma planeada, estructurada y 
repetida con el objetivo de mejorar o mantener la condición física. Cabe 
destacar que debido a la madurez del niño/a de Educación Infantil este 
objetivo de mejora o mantenimiento de la condición física no es propio del 
niño/a sino del adulto responsable en cada momento (por ejemplo, el 
profesor/a de Educación Física, el monitor/a de la actividad deportiva 
extraescolar o el padre/ madre cuando juega con él o lo lleva al parque para 
que este juegue con la intención de que mejore su salud). Por tanto, la 
actividad física engloba el ejercicio físico, deporte y las actividades 
realizadas como parte de la vida diaria, ocupación, el ocio y el transporte 
activo. Es decir, todo ejercicio físico es actividad física, pero no toda 
actividad física es ejercicio físico. Por ejemplo, las clases de Educación Física, 
deporte extraescolar o la promoción intencional de la actividad física a 
través del juego son claros ejemplos de ejercicio físico. 
Tabla 2. Elementos de la actividad física y ejercicio físico 
Actividad física Ejercicio físico 
Movimiento corporal producido 
por los músculos esqueléticos 
Movimiento corporal producido 
por los músculos esqueléticos 
Conlleva un gasto energético por 
encima del nivel basal 
Conlleva un gasto energético por 
encima del nivel basal 
Relacionado positivamente con la 
condición física saludable 
Relacionado muy positivamente 
con la condición física saludable 
 Movimientos planeados y 
sistematizados 
 Con el objetivo de mejorar o 
mantener la condición física 
Adaptado de Caspersen et al. (1985) 
 
Por otro lado, todas aquellas actividades cotidianas como cuando los 
niños/as se desplazan al colegio en bicicleta, patinete o andando, suben 
escaleras, caminan con la familia o sacan a su mascota, bailan o ayudan en 
las tareas del hogar es actividad física pero normalmente no es ejercicio 
físico. La actividad incidental es la actividad física que es acumulada 
mediante la realización de actividades de la vida diaria (CSEP, 2017). La 
actividad física incidental es normalmente actividad física de intensidad 
ligera como caminar despacio, higiene personal, o jugar con mascotas 
(aunque podría tener momentos de actividad física moderada-vigorosa). 
Excepcionalmente, todas las tareas anteriores pueden ser ejercicio físico 
cuando los adultos fomentan que los niños/as realicen dichas tareas de 
manera más o menos sistemática y con la intención de que estos mejoren 
ETAPA INFANTIL Y MOTRICIDAD. ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN EDUCACIÓN FÍSICA 
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o mantenga su salud, en muchas ocasiones planteándolas como 
alternativas a tareas sedentarias o menos activas. Por ejemplo, el adulto 
también puede enseñar al niño/a a sustituir conductas sedentarias por 
hábitos de actividades incidentales tales como, por ejemplo, caminar o 
montar en bicicleta en vez ir en coche, subir escaleras en vez de coger el 
ascensor o las escaleras mecánicas, bajar del autobús varias paradas antes 
o aparcar más lejos, o ayudar en las tareas de la casa. 
Recientemente, los términos sedentarismo o conducta sedentaria 
están cobrando cada vez mayor protagonismo por el creciente 
reconocimiento que este tiene en relación con la salud. Hoy en día, después 
de realizar un Proyecto de Consenso Terminológico, la Red de Investigación 
sobre Conducta Sedentaria (Tremblay, Aubert, et al., 2017) aún aboga por 
la concepción estandarizada de los términos "sedentario" y "conducta 
sedentaria" como cualquier comportamiento durante el día (es decir, 
excluyendo el tiempo de sueño) caracterizado por un bajo gasto energético 
mientras estamos sentados, reclinados o tumbados. Sin embargo, y siendo 
fiel a la concepción tradicional del término, para muchos autores se debería 
considerar simplemente como "cualquier comportamiento (durante el día) 
caracterizado por un bajo gasto de energía" (Tremblay, Aubert, et al., 2017), 
es decir, independientemente de la postura del niño/a. Aparte de las 
posturas sentadas, reclinadas o tumbada, los niños/as también tienen un 
bajo gasto energético cuando están de pie como, por ejemplo, esperando 
en un cola, pintando/ coloreando, cantando, jugando a videojuegos, juegos 
de construcción o juegos de mesa (Butte et al., 2018). Por otro lado, 
sedentario viene del latín sedentarius “que trabaja sentado”, el cual es 
derivado del término sedēre “estar sentado” (Real Academia Española, 
2014). Por tanto, siguiendo la inclusión de las posturas por argumentos de 
su fiel estricto sentido latino, las posturas de reclinados o tumbado 
tampoco tendría sentido incluirlo. Además, la evidencia científica sobre los 
efectos perjudiciales sobre la salud de la conducta sedentaria medida 
objetivamente generalmente se basa en el concepto tradicional de baja o 
nula movimiento de desplazamiento, independientemente de la postura 
(Stamatakis et al., 2018). Por todas estas razones, para resolver estos 
problemas se ha propuesto una redefinición del concepto como conducta 
estacionaria, es decir, la falta de movimiento ambulatorio (andar/carrera) 
en cualquier postura (Stamatakis et al., 2018). La Figura 1 representa la 
relación entreactividad física, ejercicio físico, conducta sedentaria y sueño. 
 
GEMA TORRES LUQUE Y RAQUEL HERNÁNDEZ GARCÍA (COORDINADORAS) 
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Figura 1. Relación entre actividad física, ejercicio físico, conducta sedentaria y sueño. 
Independientemente de la concepción que adoptemos de conducta 
sedentaria, cabe aclarar varias cuestiones. Por un lado, aunque el 
sedentarismo implica la ausencia de actividad física, ser sedentario es 
diferente a ser físicamente inactivo, es decir, tener un nivel de actividad 
física insuficiente para alcanzar las recomendaciones de actividad física (por 
ejemplo, 60 min diarios de actividad física moderada-vigorosa para niños/as 
de 5 años) (Tremblay et al., 2017; World Health Organization, 2010). 
Independientemente de los niveles de actividad física, largos periodos de 
tiempo sedentario puede tener efectos negativos sobre la salud (Carson et 
al., 2016). Por ejemplo, un niño/as que cumple con las recomendaciones de 
actividad física (es decir, es físicamente activo), en cambio, podría tener 
también un tiempo excesivo de conducta sedentaria. Es decir, un niño/a 
podría ser activo y muy sedentario al mismo tiempo. Se puede ser 
físicamente activo (es decir, cumplir con las recomendaciones de actividad 
física moderada-vigorosa), pero tener una alta cantidad de conducta 
sedentaria. Ser físicamente activo no protege al niño/a de los efectos 
negativos de ser sedentario (Carson et al., 2016). Por otro lado, el 
sedentarismo es específico durante el tiempo en el que estamos despiertos, 
es decir, que no incluye el tiempo de sueño, lo cual es muy saludable. Por 
tanto, no se debe erróneamente reducir las horas del sueño a favor de 
aumentar el tiempo implicado en actividad física. 
 
Actividad 
física Conducta 
sedentaria Ejercicio 
físico 
Sueño 
ETAPA INFANTIL Y MOTRICIDAD. ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN EDUCACIÓN FÍSICA 
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Tabla 3. Perfiles de alumnos según sus niveles de actividad física y 
conducta sedentaria 
 Actividad física 
 Negativo Positivo 
Conducta 
sedentaria 
Negativo Físicamente 
inactivo y alta 
conducta 
sedentaria 
Físicamente activo, 
pero alta conducta 
sedentaria 
Positivo Físicamente 
inactivo, pero baja 
conducta 
sedentaria 
Físicamente activo y 
baja conducta 
sedentaria 
 
Por último, el término conductas del movimiento es un concepto 
global que es usado para abarcar la actividad física de todas las 
intensidades, la conducta sedentaria y sueño, es decir, conceptualizar el 
movimiento como un continuum desde el sueño hasta la actividad física de 
alta intensidad (Tremblay et al., 2016; Tremblay et al., 2017). A modo de 
resumen, la Figura 2 representa la relación de todas las conductas del 
movimiento dentro de las 24 horas de un día. Dentro de las conductas del 
movimiento tenemos dos grades bloques claramente diferenciados, el 
tiempo de sueño y el tiempo en el que estamos despiertos, en el cual el 
niño/a puede realizar actividad física o no. En el tiempo despierto, a su vez, 
en cuanto a la distribución del tiempo se diferencian dos grandes bloques: 
el tiempo en sedentarismo, conductas sedentarias o estacionarias (es decir, 
no realizando actividad física) y el tiempo en actividad física. La actividad 
física total del niño/a puede incluir la actividad física ligera y la actividad 
física moderada-vigorosa, la cual estando última más directamente 
vinculada con la mejora de la salud. Sin embargo, puesto que es inviable 
que un niño/a mantenga una actividad física de intensidad moderada-
vigorosa durante muchas horas en el día, también resulta especialmente 
importante la promoción de actividad física ligera como estrategia para 
reducir la conducta sedentaria por ser el que podemos mantener durante 
más tiempo (representado por flechas). Por otro lado, la conducta 
sedentaria también se podría reducir fácilmente aumentando las horas de 
sueño (representado por las flechas). Tanto la identidad propia e 
independencia de cada constructo particular (representado por los círculos) 
como la gran co-dependencia entre ellos (especialmente entre el sueño, 
conducta sedentaria y actividad física ligera) ha sido contractado 
científicamente en niños/as de Educación Infantil (Carson, Tremblay, y 
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Chastin, 2017). Nótese que el tamaño de los círculos y de las cajas 
superiores no representa la cantidad de tiempo recomendable. 
 
 
Figura 2. Representación de la relación de todas las conductas del movimiento dentro 
de las 24 horas de un día. 
 
Juego y deporte 
El juego motor podría definirse como una tarea motriz o actividad 
física lúdica. El vocablo “juego” etimológicamente proviene de dos términos 
latinos: iocus o jocus donde su significado es ligereza, frivolidad, chanza, 
gracia, pasatiempo, broma, diversión, y ludus, que abarca principalmente la 
propia acción de jugar (Real Academia Española, 2017). Los romanos 
utilizaban el término “ludus” para referirse a situaciones de broma, alegría 
o jolgorio. Los griegos usaban el vocablo “lyo” con estados de liberación, 
ladeándose de las preocupaciones que a ellos les concernían. Actualmente, 
según la Real Academia Española (2017), el juego es la “acción y efecto de 
jugar por entretenimiento”, así como el “ejercicio recreativo o de 
competición sometido a reglas, y en el cual se gana o se pierde”. 
Por otro lado, la palabra deporte, significa, según la Real Academia 
Española (2017) “actividad física, ejercida como juego o competición, cuya 
práctica supone entrenamiento y sujeción a normas”, así como “recreación, 
pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico, por lo común, al aire libre”. 
Su etimología proviene de latín “deportare”, trasladar, transportar, 
buscando ese efecto de distraer la mente. Así, durante mucho tiempo, se 
empleó la palabra deporte para expresar una actividad diferente a la 
habitual, una especie de descanso, que producía un efecto divertido y de 
placer. Además, tenía una asociación con el ejercicio físico al aire libre. Por 
ETAPA INFANTIL Y MOTRICIDAD. ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN EDUCACIÓN FÍSICA 
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lo tanto, el ejercicio físico saludable y el juego formaban parte del 
significado de deporte (Olivera-Betrán y Torrebadella, 2015). 
En la Tabla 4, se pueden apreciar las principales diferencias entre las 
concepciones de juego motor y deporte en la actualidad. 
Tabla 4. Principales diferencias entre Juego y Deporte 
Aspecto Juego motor Deporte 
Implica movimiento SÍ SÍ 
Lúdico, divertido SÍ SÍ 
Presencia de reglas SÍ SÍ 
Reglamento NO SÍ 
Competitivo SÍ SÍ 
Competición fija NO SÍ 
Federado NO SÍ 
Individual/colectivo SÍ SÍ 
Posibilidad de modificar 
participantes SÍ NO 
 
De esta forma, en la concepción de juego y deporte, puede a su vez, 
verse involucrada multitud de sub-clasificaciones en relación al objetivo o 
entorno donde se desarrolle. Esto influye en sus características similares y 
diferenciadoras. Por ejemplo, el deporte recreativo, está a caballo entre 
esa concepción de juego motor y deporte, viéndose influenciado en algunos 
aspectos como tener un reglamento más flexible que las normas que 
indique una federación deportiva. O el deporte escolar, que puede 
considerarse a su vez un híbrido de ambos aspectos, en función de donde y 
cómo se plantee. 
Educación Física, motricidad y psicomotricidad 
Si se quiere comprender la importancia de la Educación Física, hay 
que ir al concepto “educación”, donde la Real Academia Española (2017) la 
define como “crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los 
jóvenes”, así como “instrucción por medio de la acción docente”. Partiendo 
de esta premisa, donde es necesaria la intervención docente, la Educación 
Física se define como “conjunto de disciplinas y ejercicios encaminados a 
lograr el desarrollo y perfección corporales” (Real Academia Española, 
2017). Con lo cual, la Educación Física es la disciplina que se encarga de 
educar a través del movimiento.De esta forma, la Educación Física persigue 
el desarrollo armónico del cuerpo desde un punto de vista holístico e 
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integral de la persona, donde también se ve influenciado por el cultivo y 
desarrollo de actitudes y valores (Gil-Madrona et al., 2008a). 
Por su parte, la motricidad se define como la “capacidad del sistema 
nervioso central de producir la contracción de un músculo” o la “capacidad 
de un cuerpo para moverse o producir movimiento” (Real Academia 
Española, 2017). Mientras que la psicomotricidad queda definida como el 
“conjunto de técnicas que estimulan la coordinación de las funciones 
motrices y psíquicas”. (Real Academia Española, 2017). 
Es cierto, que fue en el siglo XX, cuando el concepto de 
psicomotricidad apareció desde la medicina, para intentar dar respuesta a 
la debilidad motora de algunos enfermos mentales, siendo esta tendencia 
acogida por otros campos de conocimiento como la psicología genética, 
psiquiatría infantil y la pedagogía (Gil-Madrona et al., 2008a, 2008b). 
Partiendo de esta premisa, el concepto psicomotricidad fue dando paso a 
motricidad, como un contenido más general, donde no se encuentra 
presente la anomalía psíquica, para dar paso, al concepto de Educación 
Física, que es educar por medio del movimiento. De hecho, ya en los años 
noventa, se indica como alrededor del concepto de Educación Física han 
intervenido muchos conceptos relacionados con la educación en la etapa 
de Educación Infantil, tales como educación psicomotriz, psicomotricidad 
educativa, educación psicomotora, educación vivenciada, expresión 
dinámica, expresión corporal, educación motriz, motricidad relacional, 
psicocinética, educación por el movimiento, o Educación Física de base, 
entre otros (Pastor-Pradillo, 1994; Gil-Madrona et al., 2008a, 2008b). A 
pesar de que, en décadas anteriores, estos términos o perspectivas 
analíticas han sido útiles para la definición de distintos aspectos, es en 
nuestros días, donde todos los autores se interesan por una perspectiva 
global, integral y conductual, donde el concepto motricidad engloba todos 
ellos. Por lo tanto, en la etapa de Educación Infantil, la Educación Física será 
la encargada de educar desde un punto de vista global, planificado y 
coherente, la motricidad del infante. 
 
BENEFICIOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA PARA LA SALUD EN EL ALUMNADO 
DE EDUCACIÓN INFANTIL 
Históricamente la salud ha sido entendida como la ausencia de la 
enfermedad. En cambio, desde mediados del siglo XX la Organización 
Mundial de la Salud define la salud como el “completo estado del bienestar 
físico, mental y social, y no meramente la ausencia de enfermedad” (World 
ETAPA INFANTIL Y MOTRICIDAD. ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN EDUCACIÓN FÍSICA 
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Health Organization, 1948). Mientras que a principios del siglo XX las 
enfermedades contagiosas eran las principales causas de muerte y 
enfermedad, hoy en día los estilos de vida de las personas son los 
principales factores relacionados con la salud (World Health Organization, 
2014). En las personas adultas los hábitos cómo el tabaquismo, alcohol, 
mala dieta o inactividad física contribuyen considerablemente en los 
problemas de salud (World Health Organization, 2014). Por ejemplo, la 
inactividad física está asociada con enfermedades crónicas no contagiosas 
tales como enfermedades cardiovasculares, diabetes, ictus, cáncer, 
obesidad, y diabetes (World Health Organization, 2010, 2014). La infancia y 
la juventud son periodos de la vida cruciales, ya que el estilo de vida se 
establece durante estos años y puede influir (tanto positiva como 
negativamente) en el comportamiento y el estado de salud de los personas 
cuando lleguen a la edad adulta (Longmuir, Colley, Wherley, y Tremblay, 
2014). Desafortunadamente, en todo el mundo alrededor del 81% de los 
jóvenes son físicamente inactivos, pasando una gran cantidad de tiempo en 
conductas sedentarias, porcentajes muy similares a los que ocurren en 
edades tempranas (Pagels et al., 2011; Basterfield et al., 2014; World Health 
Organization, 2014). Por ello, hoy en día la prevención en los jóvenes de las 
enfermedades hipokinéticas, es decir, las enfermedades debidas 
principalmente a la inactividad física, son reconocidas como una cuestión 
prioritaria de salud pública (International Sport and Culture Association, 
2015; World Health Organization, 2018). 
En la actualidad existe una amplia evidencia científica sobre los 
efectos beneficiosos que la práctica regular de actividad física de los 
niños/as tiene sobre su salud y calidad de vida (Carson et al., 2017; Poitras 
et al., 2016). Concretamente, en niños/as de Educación Infantil (3-6 años), 
la evidencia científica demuestra cómo la práctica regular de actividad física 
está asociado favorablemente con múltiples marcadores de salud física, 
mental y social (Carson et al., 2017; Poitras et al., 2016). Por un lado, más 
actividad física (es decir, mayor duración, intensidad y frecuencia) es mejor 
para la promoción de la salud de los niños/as de Educación Infantil (Carson 
et al., 2017; Poitras et al., 2016). Por ejemplo, aunque se han encontrado 
una relación favorable entre la actividad física de todas las intensidades, en 
general, la actividad física de mayor intensidad (es decir, moderada-
vigorosa o vigorosa), así como la actividad física total, está más 
favorablemente asociada con la salud que la actividad física de menor 
intensidad (es decir, ligera o moderada) (Carson et al., 2017; Poitras et al., 
2016). Por otro lado, en niños/as de Educación Infantil todos los patrones 
(por ejemplo, actividad física esporádica, por bloques o continua), tipos (por 
GEMA TORRES LUQUE Y RAQUEL HERNÁNDEZ GARCÍA (COORDINADORAS) 
- 20 - 
ejemplo, andando, corriendo, bicicleta, o nadando) y contextos (por 
ejemplo, casa, escuela o comunidad; en interior y al aire libre; juego, 
recreativo, deporte o transporte activo) proporcionan beneficios para la 
salud (Poitras et al., 2016). 
Independientemente de los niveles de actividad física, hoy en día 
existe evidencia científica que entre los niños/as la conducta sedentaria es 
un factor de riesgo para la salud y calidad de vida (Carson et al., 2016; 
Poitras et al., 2017). En el alumnado de Educación Infantil, la evidencia 
científica demuestra que una mayor cantidad de tiempo en conductas 
sedentarias se asocia con un mayor riesgo de numerosos indicadores 
desfavorables para la salud física, mental y social (Carson et al., 2016; 
Poitras et al., 2017). Concretamente, en niños/as de Educación Infantil una 
mayor duración y/o frecuencia de conductas sedentarias relacionadas con, 
por ejemplo, el visionado de pantallas (por ejemplo, viendo la televisión, 
jugando a videoconsolas, usando el ordenador o el teléfono), o tumbados 
durante el día (es decir, estando despierto) están asociadas 
desfavorablemente con la salud (Carson et al., 2016; Poitras et al., 2017). 
Por otro lado, es importante no confundir la conducta sedentaria con el 
sueño, el cual esta última en niños/as de Educación Infantil está muy 
positivamente asociado con la salud (Chaput et al., 2016, 2017). 
Por tanto, los niños/as que pasan mucho tiempo siendo sedentarios 
pueden aumentar el riesgo de perder su estado de salud, incluso aquellos 
que cumplen con la recomendación diaria de actividad física (Carson et al., 
2016; Poitras et al., 2017). En este sentido, la evidencia científica demuestra 
que en niños/as de Educación Infantil las combinaciones ideales de 
conducta sedentaria y actividad física están más favorablemente 
relacionadas con la salud (Kuzik et al., 2017; Saunders et al., 2016). Por otro 
lado, aunque el efecto sobre la salud del niño/a de aumentar la actividad 
física ligera es más limitado que el de aumentar la actividad física de 
intensidad moderada-vigorosa (Carson et al., 2017; Poitras et al., 2016), el 
beneficio podría estar más relacionada con el hecho de desplazar esetiempo del día de conductas sedentarias (Tremblay et al., 2016, 2017). Por 
ejemplo, para un niño/a de 5 años que cumple con las recomendaciones de 
sueño (duerme 11 horas, de las 24 horas del día), no sería posible realizar 
actividad física moderada-vigorosa durante todo el día (tal vez en casos 
excepcionales hasta 3 horas). Por tanto, para evitar estar 10 horas en 
conductas sedentarias, la manera más factible sería proponer actividades 
ligeras tales como ayudar a las tareas de la casa o realizar juegos motores 
livianos (por ejemplo, juegos de mesa gigantes, pelota, juegos simbólicos o 
baile en vez de ver la televisión o jugar a las videoconsolas, ordenador o 
ETAPA INFANTIL Y MOTRICIDAD. ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN EDUCACIÓN FÍSICA 
- 21 - 
teléfono) o realizar desplazamientos activos (por ejemplo, ir al colegio 
caminando, en bicicleta o patineta en vez de en coche o carrito; subir 
escaleras en vez de coger el ascensor o las escaleras mecánicas). Por otro 
lado, las combinaciones ideales de conducta sedentaria y sueño están 
también favorablemente asociadas con la salud (Kuzik et al., 2017; Saunders 
et al., 2016). 
En esta línea, en el primer estudio científico que en una misma 
muestra de preescolares estudiaron la asociación entre la composición 
ideal de todos los elementos de las conductas del movimiento (es decir, 
sueño, conducta sedentaria, actividad física ligera y actividad física 
moderada-vigorosa) encontraron que los niños/as con sobrepeso tenían un 
mayor tiempo en conducta sedentaria, y un menor tiempo de sueño y 
actividad física moderada-vigorosa (Carson et al., 2017). El mismo hallazgo 
se ha encontrado en un estudio con escolares de Educación Primaria y 
Secundaria (Carson et al., 2017). En resumen, atendiendo al espectro 
completo de las “conductas del movimiento” en las 24 horas del día 
(Tremblay et al., 2016, 2017), adquirir una combinación ideal de sueño, 
conducta sedentaria, actividad física (y no solamente el cumplimiento de 
las recomendaciones diarias de actividad física) es un importante para la 
salud de los niños/as de Educación Infantil. En la Tabla 5 se resume las 
relaciones del sueño, conducta sedentaria y actividad física con la salud. 
Tabla 5. Relaciones del sueño, conducta sedentaria y actividad física con 
la salud 
Componente Relación con la salud 
Sueño A mayor duración del sueño más beneficios para 
la salud. 
Conducta 
sedentaria 
A menor duración y/o frecuencia de conductas 
sedentarias menos efectos adversos sobre la 
salud, especialmente en aquellas durante el 
visionado de pantallas, sentados durante modos 
de transporte pasivo o tumbado durante el día 
Actividad física 
ligera 
A más actividad física ligera más beneficios para la 
salud, aunque los beneficios son notablemente 
menores que con la actividad física moderada-
vigorosa. Su principal efecto beneficioso es 
contribuir a la reducción de la cantidad de 
conductas sedentarias. 
Actividad física 
moderada-vigorosa 
A más actividad física moderada-vigorosa más 
beneficios para la salud, especialmente la 
actividad física de intensidad vigorosa. 
GEMA TORRES LUQUE Y RAQUEL HERNÁNDEZ GARCÍA (COORDINADORAS) 
- 22 - 
RECOMENDACIONES DE ACTIVIDAD FÍSICA PARA EL ALUMNADO DE 
EDUCACIÓN INFANTIL 
En el apartado anterior hemos visto cómo la evidencia científica 
indica que, para alcanzar un crecimiento y desarrollo saludable, en las 24 
horas del día los niños/as de Educación Infantil deberían alcanzar un 
equilibrio adecuado en sus niveles de actividad física, conductas 
sedentarias y sueño. Concretamente, en general, una mayor cantidad de 
actividad física y sueño, así como una menor cantidad de tiempo en 
conductas sedentarias, están positivamente asociadas con una mejor salud 
del niño/a de Educación Infantil (Tremblay et al., 2016, 2017). En cambio, 
ahora cabe preguntarse “¿Y cuanta actividad física es suficiente?” “¿cuánto 
conducta sedentaria sería demasiado?” “¿Y al menos cuanto deben 
dormir?”. 
En la actualidad existen varias recomendaciones sobre actividad 
física, conducta sedentaria y/o sueño para los niños/as, tanto a nivel 
nacional como, por ejemplo, las recomendaciones del Reino Unido (0-4 
años y 5-17 años) (Department of Health, Physical Activity, Health 
Improvement and Protection, 2011), Australia (0-5 años) (Deparment of 
Health, 2017), o Canadá (0-4 años y 5-17 años) (Tremblay et al., 2016, 2017), 
así como a nivel mundial (5-17 años) (World Health Organization, 2010). En 
el contexto español, en el año 2015 se adoptó las recomendaciones 
canadienses y australianas en su recomendaciones para la población sobre 
actividad física para la salud y reducción del sedentarismo (Ministerio de 
Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; Ministerio de Educación, Cultura y 
Deporte 2015). Por ello, a continuación, se expondrán las recomendaciones 
canadienses que hay en la actualidad. Basado en una evidencia científica 
moderada-alta, las Recomendaciones Canadienses del Movimiento de las 
24 horas para las Edades Tempranas (0-4 años) (Tremblay et al., 2017) y las 
Recomendaciones Canadienses del Movimiento de las 24 horas para las los 
niños/as y Jóvenes (5-17 años) (Tremblay et al., 2016) en una integración 
de la actividad física, conducta sedentaria y sueño realizan 
recomendaciones específicas en función de la edad del niño/a. En la Tabla 
6, se describen las recomendaciones para unas conductas del movimiento 
saludable en las 24 horas del día para los niños/as de 0-6 años. 
 
ETAPA INFANTIL Y MOTRICIDAD. ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN EDUCACIÓN FÍSICA 
- 23 - 
Tabla 6. Recomendaciones diarias sobre actividad física, conducta 
sedentaria y sueño en niños/as de 0-6 años 
Edad Actividad física Conducta 
sedentaria 
Sueño 
< 1 año 
Estar físicamente 
activo durante 
muchas veces en una 
variedad de formas, 
particularmente a 
través de juego 
interactivo. 
Para aquellos que 
todavía no se mueven, 
acumular al menos 30 
min de tiempo boca 
abajo durante el 
tiempo despierto. 
No estar sentado o 
retenido más de 1 h 
seguida. 
No se recomienda 
ver la pantalla. 
14-17 h (0-3 
meses) y 12-16 h 
(4-11 meses) de 
buena calidad, 
incluyendo 
siestas. 
1-2 
años 
Acumular al menos 
180 min a cualquier 
intensidad, 
incluyendo juego 
energético. 
No estar sentado o 
retenido más de 1 h 
seguida. 
No ver la pantalla 
(menos de 1 h para 
niños/as de 2 años). 
11-14 h de buena 
calidad, 
incluyendo 
siestas, con un 
horario regular. 
3-4 
años 
Acumular al menos 
180 min a cualquier 
intensidad, 
incluyendo al menos 
60 min de juego 
energético. 
No estar sentado o 
retenido más de 1 h 
seguida. 
No ver la pantalla 
más de 1 h. 
10-13 h de buena 
calidad, que 
podría incluir 
una siesta, con 
un horario 
regular. 
5-6 
años 
Acumular al menos 60 
min en intensidad 
moderada-vigorosa. 
Incorporar al menos 3 
veces por semana 
actividad física 
vigorosa. 
Varias horas de 
actividades ligeras 
estructuradas y no 
estructuradas. 
No estar sentado 
por largos periodos 
de tiempo. 
No ver la pantalla 
más de 2 h. 
9-11 h por la 
noche, con un 
horario regular. 
Adaptado de Tremblay et al. (2016, 2017) 
GEMA TORRES LUQUE Y RAQUEL HERNÁNDEZ GARCÍA (COORDINADORAS) 
- 24 - 
Además de las recomendaciones específicas para cada edad, las 
Recomendaciones Canadienses del Movimiento de las 24 horas dan una 
serie de pautas generales que también deben ser tenidas muy en cuenta. 
Mientras se preserve el suficiente sueño, compensando el tiempo en 
interior con el de al aire libre, o reemplazar tiempo en conductas 
sedentarias por más actividad física, puede proporcionar más beneficios 
sobre la salud (Tremblay et al., 2016, 2017). Se debe considerar que las 
recomendaciones de actividad física son de mínimos, por lo que “más 
actividad física es mejor” (Tremblay et al., 2016, 2017). En este sentido, 
aunque la Organización Mundial de la Salud (2010) recomienda que los 
niños/as de 5-17 años debieran acumular al menos 60 min diarios deactividad física moderada-vigorosa, igualmente indica que acumular más 
tiempo podría proporcionar beneficios adicionales para la salud. Por el 
contrario, las recomendaciones de conducta sedentaria se deben tomar 
como máximos, por lo que, por ejemplo, ver menos pantalla o nada es 
mejor para la salud (Tremblay et al., 2016, 2017). Por otro lado, para 
aquellos niños que aún no alcancen las recomendaciones se debe seguir un 
ajuste progresivo para alcanzar la recomendación. 
Con lo cual, la promoción de la actividad física, así como reducir la 
conducta sedentaria, es una hazaña constante. Más aún cuando la edad de 
los 0 a 6 años, es un periodo sensible donde se establecen conductas 
saludables, como la actividad física (Peden et al., 2018). En esta hazaña, por 
tanto, son diferentes los actores que pueden tener una influencia positiva. 
Por un lado, padres/madres y cuidadores podría enseñar al niño/a a 
sustituir conductas sedentarias por hábitos de actividades más activas tales 
como caminar o montar en bicicleta en vez ir en coche, subir escaleras en 
vez de coger el ascensor o las escaleras mecánicas, bajar del autobús varias 
paradas antes o aparcar más lejos, o ayudar en las tareas de la casa. Estas 
actividades de la vida diaria tendrán una repercusión positiva con el paso 
del tiempo. Por otro lado, se deberían aumentar los niveles de actividad 
física moderada-vigorosa mediante más tiempo de juego activo fuera de la 
casa como llevándolos al parque, con amigos o jugando con ellos y 
apuntándolos en actividades recreativas activas. En el contexto escolar, los 
profesores de Educación Infantil podría aumentar las horas semanales de 
Educación Física (por ejemplo, 1 h cada día), promocionar la actividad física 
durante los recreos (por ejemplo, mediante dando material, pintando 
rayas, dando equipamientos, etc.), fomentar el transporte activo al colegio 
en colaboración con los padres/madres e incluso con los estudiantes de 
etapas superiores (con charlas informativas y con proyectos como, por 
ejemplo, la creación de parking de bicicletas/ patinetas), favoreciendo el 
ETAPA INFANTIL Y MOTRICIDAD. ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN EDUCACIÓN FÍSICA 
- 25 - 
aprendizaje de otras materias mediante el movimiento (por ejemplo, 
aprendiendo los números en clase saltando entre aros con los números 
dibujados) y realizando descansos activos en clase (levantarse antes de 1 h 
de estar sentados en el aula ordinaria). Los profesores y directores de los 
centros educativos también podrían llevar a cabo medidas para que los 
alumnos pudiesen realizar actividad física en el centro escolar durante su 
tiempo libre, de forma organizada por empresas o asociaciones del sector 
o de forma libre. La participación de las entidades locales también juega un 
papel fundamental, pues la creación de zonas recreativas adecuadas y 
seguras como parques infantiles también es fundamental. Como puede 
verse, las acciones son muy diferentes. En esta obra, se mostrarán 
ejemplos, propuestas y orientaciones que puedan contribuir de una manera 
más concreta a hacer de la Educación Física en Educación Infantil un 
vehículo conductor para el aprendizaje. 
 
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ETAPA INFANTIL Y MOTRICIDAD. ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN EDUCACIÓN FÍSICA 
- 31 - 
 
EVALUACIÓN DE LA MOTRICIDAD EN EDUCACIÓN 
INFANTIL 
 
Raquel Hernández García1; Gema Torres Luque2 
1Departamento de Educación Física y Deportiva. Universidad de Murcia 
2 Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal. 
Universidad de Jaén 
 
 
"El movimiento es la base del intelecto, y todo aprendizaje en principio es 
aprendizaje motor" 
(Ruiz, 1992) 
 
MOTRICIDAD Y ETAPA INFANTIL CLAVE PARA EL DESARROLLO 
 Es curioso y a la vez contrariado, que a pesar de que en España la 
educación física y motriz recibe un tratamiento escaso en las escuelas 
infantiles (Gómez, López y Sánchez-Alcaraz, 2015; Pons y Arufe, 2016); los 
docentes vinculados con la perspectiva motora del ser humano coinciden 
con la afirmación de Viciana y colaboradores (2018): “la promoción de la 
motricidad en la etapa de educación infantil desde el entorno escolar es 
esencial para el desarrollo integral de los niños”. Y aún más, siendo 
conscientes del alarmante nivel de inactividad física que acusa a la sociedad 
actual, ya identificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como 
el cuarto factor de riesgo de enfermedades (Fort-Vanmeerhaeghe, Román-
Viñas y Font-Lladó, 2016). 
 De hecho, aparecen varios elementos muy aclarados en la 
bibliografía que orientan al especialista a identificar la necesidad de que el 
movimiento y la acción motora sean protagonistas en la etapa infantil del 
individuo, precisamente para optimizar su desarrollo como individuo. Ruiz-
Pérez (1992) destaca que, a pesar de no existir una sola teoría del Desarrollo 
Motor Humano, todas las teorías existentes están diseñadas por diferentes 
investigadores de la Psicología del Desarrollo, y además poseen dos 
características en común: 
- Coinciden con una propuesta progresiva de fases, estadios, pasos o 
etapas sucesivas, diferenciadas por cambios cualitativos y cuantita-
tivos. 
GEMA TORRES LUQUE Y RAQUEL HERNÁNDEZ GARCÍA (COORDINADORAS) 
- 32 - 
- Abogan en citar la participación del componente cognitivo o 
intelectual en el desarrollo motor o psicomotor. 
Centrando la atención en los aspectos citados anteriormente, 
realmente se percibe un ralentizador del desarrollo motor en la sociedad 
actual. En primer lugar, existe un nivel deficitario de AF en los niños de la 
sociedad actual (Hinkley, Salmon, Okely, Crawford y Hesketh, 2012) que 
provoca niños con falta de estímulos motores, y déficit de hábitos de 
movimiento. Y, en segundo lugar, si el desarrollo motor del niño se lleva a 
cabo por una serie de etapas sucesivas y relacionadas, donde el estado de 
una etapa afecta a la siguiente, la etapa infantil es clave, ya que esla base 
sobre la que se generarán las etapas posteriores. Y si la etapa infantil sucede 
sin actividad física y motora, donde las posibilidades de movimiento se 
reducen completamente a silla en el colegio, sofá en casa, y videoconsola o 
“tablets” en los momentos de ocio, las etapas de desarrollo motor que le 
suceden difícilmente podrán llevarse a cabo. Y, en definitiva, ese niño 
inactivo y con falta de habilidad motriz, se convertirá en un adulto 
sedentario y con enormes posibilidades de enfermar. 
Por lo tanto, el fomento y creación de entornos que promuevan la 
estimulación motora, el desarrollo de la motricidad y las posibilidades 
motoras durante la etapa infantil, en el entorno escolar y fuera de él, será 
esencial para la optimización de la motricidad y la competencia motriz del 
individuo en etapas posteriores. La motricidad está muy relacionada con 
todas las áreas de conocimiento de la Educación Infantil, ya que a está edad 
el niño aprende explorando a través de la manipulación de todo lo que 
existe a su alrededor. Y además muestra sus emociones y conocimiento a 
través de expresiones dramáticas y corporales. Por ello la metodología en 
esta etapa debe ser activa, motivadora, globalizadora y mediante 
realización de experiencias significativas para el niño (Moreno, Cascales, 
López, Gutiérrez y Fernández, 2004; Viciana et al., 2017). 
A partir de aquí se plantean las siguientes cuestiones: ¿cuáles son las 
características de la motricidad de los niños durante la etapa infantil? 
¿Cómo desde el entorno escolar se pueden valorar estas características 
para comprobar si el niño está desarrollándose de forma adecuada? ¿Cómo 
de pueden crear entornos adecuados para desarrollar la motricidad en la 
etapa infantil? 
 
 
ETAPA INFANTIL Y MOTRICIDAD. ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN EDUCACIÓN FÍSICA 
- 33 - 
ETAPA INFANTIL Y SUS CARACTERÍSTICAS MOTORAS 
 La etapa infantil engloba desde el nacimiento hasta los 5 años y se 
caracteriza por ser una etapa de cambios continuos en todas las áreas y en 
todos los sentidos que a la vez están interrelacionados (Torres-Luque, 
2015). Pero antes de describir las características motoras de cada fase, 
merece la pena para y observar la figura 1 (extraída de Fort-
Vanmeerhaeghe et al., 2016), donde se puede ver la conexión entre dos 
teorías de desarrollo motor con diferentes fases, pero que ambas 
comienzan con movimientos reflejos y finalizan con Habilidades Motrices 
Específicas (HME). Como se entiende en el gráfico, las primeras fases son 
imprescindibles para construir habilidades más complejas en fases 
posteriores, por lo que a continuación se describen las características de las 
fases de la etapa infantil, por supuesto entendiendo la posibilidad de 
individualidades. 
Fase de movimientos reflejos (0-1 año) 
Desde el nacimiento hasta el primer año el niño se relaciona con el 
medio y reacciona con movimientos reflejos. Estos movimientos se 
caracterizan por ser involuntarios, mecánicos e inconscientes provocados 
por estímulos del medio o del propio organismo del niño. Se producen 
como respuesta rápida y favorecen el conocimiento del cuerpo y sobre todo 
la relación con el entorno. Las funciones principales de estos movimientos 
responden al desarrollo del sistema nervioso, desarrollo motor y como 
consecuencia al desarrollo neuromuscular. 
 
Figura 1: Desarrollo motor. Adaptación de los modelos de Gallahue´s Triangulated 
Hourglass y el Mointai of Motor Development, en Fort-Vanmeerhaeghe et al., (2016). 
GEMA TORRES LUQUE Y RAQUEL HERNÁNDEZ GARCÍA (COORDINADORAS) 
- 34 - 
A su vez, aparecen los movimientos espontáneos y motricidad 
liberada que surgen sin estímulos externos y sin objetivo aparente hasta 
que el desarrollo sensorial está óptimo para recoger información (vista y 
oído). Estos movimientos dan lugar al desarrollo del tono muscular, donde 
el niño toma conciencia con uno mismo, del otro y del mundo, esto sucede 
a partir de los 3-4 meses (tabla 1). 
Durante el primer año de vida y a partir de los 6 meses aparece una 
evolución motriz recalcada, ya que se progresa de movimientos reflejos a 
movimientos voluntarios, como por ejemplo el giro y el gateo. Se debe a la 
maduración, crecimiento y desarrollo de diferentes sistemas coordinados 
estimulados por el entorno y las necesidades del individuo. En la tabla 1 
(Torres-Luque, 2015), se puede observar la evolución del movimiento 
reflejo al voluntario durante el primer año. 
Tabla 1.- Evolución del movimiento reflejo al movimiento voluntario 
durante el primer año de vida (Torres-Luque, 2015). 
Edad 
(meses) 
Conductas motrices 
1-2 Motricidad arcaica. Aparición de reflejos 
3-4 
Madurez cerebral que posibilita el comienzo de 
movimientos. Se puede sentar sin control total de la 
cabeza. Flexiona y extiende extremidades. Comienza a 
desaparecer el reflejo de prensión. 
5-6 Levanta cabeza y el tronco en posición ventral. Se mantiene sentado. Puede girar y manipular las manos. 
7-8 
Tonicidad casi normal. Se mantiene sentado, incluso de 
pie. Pasa objetos de una mano a otra. Comienza a tirar 
objetos. 
9-12 Comienzo de la marcha. Mantiene el equilibrio al agacharse o dar una patada a un objeto 
 
Fase de movimientos rudimentarios (1-2 años) 
 A la vez que van desapareciendo los movimientos reflejos debido al 
estadio de inhibición refleja, comienzan a ser protagonistas del desarrollo 
los movimientos voluntarios, los cuales responden siempre a una intención. 
Se caracterizan por mostrarse incontrolados y poco refinados, debido a 
inmadurez del sistema neuromuscular y el control motor (estadio de 
precontrol). La primera manifestación y más significativa es la aparición de 
la necesidad de la marcha, presentada como recurso principal para explorar 
y manipular el entorno. Esto conlleva como consecuencia que la fase de 
ETAPA INFANTIL Y MOTRICIDAD. ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN EDUCACIÓN FÍSICA 
- 35 - 
movimientos rudimentarios se caracterice por acciones motoras globales 
cargadas de intencionalidad, que provocaran el inicio de ejecuciones con 
esencia de las futuras Habilidades Motrices Básicas (HMB): 
- Dominio de la marcha 
- Subir escaleras gateando 
- Mayor precisión en la prensión manual 
- Subir escaleras de pie 
- Inicio a correr y saltar muy imprecisos 
- Acciones de lanzamiento con mayor presencia 
Fase de Habilidades Motrices Básicas (2-7 años) 
 Esta fase comprende de 5 años, desde los 2 a los 7 años de edad del 
niño. Sin embargo, esta fase posee 3 estadios de desarrollo: estadio inicial, 
estadio elemental y el estadio maduro. Los teóricos de la educación la 
consideran la etapa crucial en la adquisición del proceso madurativo, donde 
el desarrollo motriz al final de esta fase debe caracterizarse por un dominio 
de las HMB tanto de locomoción, manipulación y estabilización. Ya que se 
han de construir las destrezas que permitan participar posteriormente en 
diferentes deportes. Por otro lado, deben dominarse con fluidez, tanto que 
el niño debe ser capaz de usar uno o varios patrones motores para alcanzar 
una meta determinada. De hecho, cambiar de un patrón a otro cuando la 
situación lo exija, como por ejemplo cambiar de un patrón de marcha a uno 
de carrera, es muestra de un adecuado desarrollo motor. Estos cinco años 
transforman al bebé en un “pequeño adulto”. 
La etapa infantil corresponde con los estadios inicial (2-3 años) y 
elemental (4-5 años). En los citados estadios el niño experimenta un cambio 
brusco motrizmente hablando, tanto en aspectos cualitativos como 
cuantitativos. A continuación, se describen las características principales de 
cada estadio. 
- Estadio Inicial (2-3 años): En esta tiene lugar la aparición de un gran 
número de patrones motores diferentes, tanto posturales, 
locomotores como manipulativos, lo que permite una adaptación al 
entorno. Los patrones de movimiento tienen un nivel de habilidad 
todavía bajo, lo que lleva al niño a realizar varios intentos para 
alcanzar la meta.De hecho, resultan torpes y poco fluidos, y en 
algunas ocasiones sus movimientos se convierten en parecido 
gracioso. Y desde el punto de vista del aprendizaje, este es un período 
arduo pues requiere un sin fin de repeticiones cuyo éxito no siempre 
está garantizado. A veces, pone en juego su integridad física con 
GEMA TORRES LUQUE Y RAQUEL HERNÁNDEZ GARCÍA (COORDINADORAS) 
- 36 - 
caídas y golpes, y será necesario gestionar su frustración para que 
continúe intentándolo, pues es necesario para su dominio. Ya que los 
progresos en el dominio voluntario sobre esos patrones de 
movimiento y las HMB, les permite conseguir objetivos que 
satisfacen su motivación exploratoria. Algunas características de un 
desarrollo adecuado son: 
 
o Mejora su equilibrio dinámico, donde muestra dominio de la 
marcha y la carrera. 
o Modera diferentes velocidades, y comienza a detenerse con 
cierta estabilidad (gestiona la deceleración). 
o Comienza a mostrar mayor dominio con un lado que con otro 
(lateralidad). 
o Inhibe movimientos involuntarios, y comienza a desarrollar la 
dependencia segmentaria, como, por ejemplo: movimientos 
sólo con un brazo. 
 
- Estadio elemental (4-5 años): Durante este estadio mejoran la fluidez 
rítmica y la integración de los movimientos temporales y espaciales. 
Ya que dominan primeramente su cuerpo, para poder situarlo en el 
espacio y controlar los elementos externos. Aunque permanecen 
elementos inútiles y sin cinesias en algunos movimientos, permiten 
que la precisión resulte bastante estable. La realización de HMB está 
restringida a las situaciones concretas de aprendizaje previo, lo que 
limita la respuesta con esos patrones a diferentes situaciones. Por 
ello, se considera necesario la estimulación con diversas situaciones 
de aprendizaje para desarrollar cada patrón. De lo contrario 
difícilmente se podrá pasar al siguiente estadio. Es en este estadio 
donde se definen los movimientos más relacionados con el rol sexual. 
 
Algunas características de un desarrollo adecuado son: 
 
o Concienciación de su cuerpo muy avanzada, y comienzan a ser 
conscientes de elementos externos y sus características. 
o Salta adecuadamente, en diferentes direcciones y alturas, ya 
que se ha producido una maduración del sistema nervioso y 
crecimiento del sistema músculo-esquelético. 
o Comienza su equilibrio estático, también a un apoyo. 
o Comienza a dominar diferentes superficies para el juego, 
desarrollando su equilibrio, e incluso en varias posiciones 
(cuadrupedia, reptando, etc). 
ETAPA INFANTIL Y MOTRICIDAD. ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN EDUCACIÓN FÍSICA 
- 37 - 
o Domina la motricidad gruesa principalmente las HMB de 
locomoción, las de manipulación y estabilización las ejecutan 
con menor precisión. 
o La motricidad fina precisa todavía estructuras psico-motoras 
más avanzadas. 
Tras comprobar los numerosos cambios y aprendizajes que deben 
experimentar los niños en la etapa infantil, bajo los estadios inicial y 
elemental de los movimientos fundamentales, se comprende la necesidad 
vital de provocar estimulación motora en el niño entre los 2 y los 5 años, ya 
que le permitirá: 
- La adquisición de patrones motores básicos que serán asimilados 
para toda la vida. 
- Obtener una maduración neurológica y corporal adecuada para su 
desarrollo en etapas futuras. 
- Ser autónomo motrizmente. 
- Incrementar su coordinación dinámica general. 
- Desarrollar aprendizajes prácticos exitosos. 
- Potenciar su motivación a la práctica. 
Y ante todo lo expuesto, surge la necesidad de conocer en qué 
medida los alumnos poseen las características motoras citadas en función 
de la fase o estadio en la que se encuentre. Para ello, a continuación, se 
exponen diferentes pruebas o test de valoración de la motricidad en la 
etapa infantil. 
 
EVALUACIÓN DE LA MOTRICIDAD EN LA ETAPA INFANTIL 
 Especial atención merece la evaluación del alumno de infantil 
(Torres-Luque, 2015), ya que permitirá al docente conocer el estado real del 
grupo y a su vez preparar estrategias más acertadas para el desarrollo de la 
motricidad. Es decir, sino el docente de la etapa infantil desconoce el nivel 
de motricidad de sus alumnos, difícilmente podrá disponer de 
proyectos/tareas adecuados para estimular la motricidad del grupo. Por 
ello, es interesante conocer diferentes herramientas que ayuden a extraer 
información válida y fiable sobre el estado de desarrollo motriz de los 
alumnos. 
 
GEMA TORRES LUQUE Y RAQUEL HERNÁNDEZ GARCÍA (COORDINADORAS) 
- 38 - 
 Existe numerosas pruebas/baterías para valorar la psicomotricidad, 
el desarrollo motor y las condiciones motoras del niño. Sin embargo, este 
capítulo se centrará en aquellas que poseen más relación con el campo 
pedagógico de la educación infantil, especialmente el relacionado con el 
desarrollo motor y el movimiento. 
 Antes de comenzar a desarrollar herramientas por fases de desarrollo 
motor, se expone una primera batería que valorará desde una perspectiva 
global al niño, llamad Prueba de Tamizaje del Desarrollo de Denver (DDST) 
(Yorulmaz et al., 2018). Se trata del instrumento más utilizado para 
examinar los progresos en desarrollo de niños del nacimiento a los 6 años 
de edad, mostrando 4 niveles de desarrollo: motoras, motoras finas-
adaptativas, lenguaje y personales-sociales (figura 2). No obstante, se podrá 
fija la atención en las dos primeras: desarrollo motor, y desarrollo motor 
fino-adaptativo. Para administrar la prueba es la siguiente: 
1º. El examinador traza una línea (línea de edad) sobre la hoja de la prueba 
que una la edad del niño en ambas escalas. 
2º. Colocar en la parte superior de la línea trazada el nombre del 
examinador con la fecha de la evaluación. 
3º. Debe evaluar todas aquellas tareas que sean atravesadas por la línea 
de edad o bien que estén ligeramente atrás de ésta si antes no han sido 
evaluadas. 
ETAPA INFANTIL Y MOTRICIDAD. ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN EDUCACIÓN FÍSICA 
- 39 - 
Figura 2: Prueba de cribado de Denver (DDST-II). 
 
GEMA TORRES LUQUE Y RAQUEL HERNÁNDEZ GARCÍA (COORDINADORAS) 
- 40 - 
1º. Procede a evaluar las tareas seleccionadas, dependiendo del resultado 
coloca cualquiera de las siguientes claves sobre la marca del 50% de la 
población de referencia: 
a. P (pasó) si el niño realiza la tarea. 
b. F (falló) si el niño no realiza una tarea que la hace el 90% de la 
población de referencia. 
c. NO (nueva oportunidad) si el niño no realiza la prueba, pero 
aún tiene tiempo para desarrollarla (la línea de edad queda por 
detrás del 90% de la población de referencia). 
d. R (rehusó), el niño por alguna situación no colaboró para la 
evaluación, automáticamente se convierta en una NO porque 
hay que evaluar en la siguiente visita. 
Una prueba se considera como ANORMAL cuando hay uno o más 
sectores con dos o más fallos y DUDOSA cuando hay dos o más sectores con 
un solo fallo. Es importante hacer hincapié que aquellos niños que no 
realizan una tarea y su edad se encuentran, entre el 75º y 90º percentil, son 
niños en riesgo y es urgente la implementación de una intervención con 
actividades acordes a su edad que favorezcan el desarrollo. 
Valoración motriz en la Fase de movimientos reflejos (0-1 año) 
 Quizás parezca exagerado llevar un control del desarrollo motor del 
niño en su primer año de vida. Sin embargo, si se consideran los índices de 
desarrollo motor como estándares y se utiliza la observación, el profesional 
podrá obtener una detección precoz de trastornos del desarrollo. La 
detección precoz de los trastornos del desarrollo de los niños tiene por 
objeto dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o 
permanentes que presentan, y disminuir su impacto sobre el 
funcionamiento del niño y de la familia. Por ello, para esta fase se podrá 
comprobar a través de los ítems de la tabla 1 y de la figura 2 referentes a 
los meses de desarrollo, si los alumnos están llevando a cabo un desarrollo 
adecuado.Valoración motriz en la Fase de Movimientos Rudimentarios (1-2 años) 
 En esta etapa se deberá continuar con la observación del individuo, 
para observar aspectos cualitativos del movimiento, donde los patrones 
motores con mayor significación motora serán: 
- Dominio de la marcha hacía delante, y comienza a caminar hacía 
atrás. 
ETAPA INFANTIL Y MOTRICIDAD. ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN EDUCACIÓN FÍSICA 
- 41 - 
- Dominio subir escaleras gateando, y comienzo a subirlas de pie. 
- Mayor precisión en la prensión manual, y el lanzamiento pasa a ser 
protagonista en sus movimientos. 
- Golpea con el pie objetos y sobre todo balones. 
- Agacharse y levantarse con postura erguida y equilibrada. 
- Comienzan a aguantar el equilibrio a un pie. 
- Comienzan a pedalear en un triciclo. 
Para comprobar si el desarrollo del niño es adecuado en esta etapa, 
se deben utilizar tareas o juegos que incluyan la ejecución de los 
movimientos citados en el párrafo anterior, y anotar si los sujetos ejecutan 
o no cada uno de los patrones motores requeridos. En el caso de que los 
ejecuten, el docente deberá continuar la estimulación motora con tareas 
más complejas, que resulten un reto realizable para el alumno. En el caso 
contrario, si no desarrollan alguno de los movimientos requeridos se 
deberán desarrollar tareas que estimulen la necesidad de realizarlos. Y así, 
con la práctica frecuente se producirá la asimilación de estos patrones 
motores básicos. 
Valoración motriz en la Fase de Habilidades Motrices Básicas (2-7 años) 
 En esta fase, que a su vez se divide en tres estadios de desarrollo, y 
son los dos primeros los que acontecen a la Etapa Infantil (estadio inicial y 
estadio elemental), es importante realizar valoraciones motoras 
cualitativas, pero también cuantitativas. Es decir, como el alumno a partir 
del estadio elemental comienza a desarrollar, madurar y crecer su sistema 
nervioso y musculo-esquelético, será necesario no sólo conocer si es capaz 
de saltar o no, sino también de cuánto salta. Para ello, a continuación, se 
describen diferentes test de movimiento o condicionales, clasificados por 
test cualitativos y test cuantitativos. 
- Test cualitativos para la Etapa Infantil: se trata de test de observación 
que persiguen detectar los déficits del movimiento, a través de la 
observación de las compensaciones. Una compensación es una 
manifestación del movimiento errónea, que se aleja del movimiento 
adecuado. Por ejemplo, en un test de ponerse de “cuclillas” si el niño 
se pone de puntillas para bajar, se trata de un error en el movimiento 
porque debería tener todo el pie apoyado en el suelo, por lo tanto, 
una compensación. Esa compensación indica que puede haber un 
déficit de movilidad, fuerza, estabilidad en su funcionalidad, o que lo 
ha aprendido mal, y por ello lo hace así. A continuación, se describen 
3 test funcionales que responden a patrones motores básicos de 
caminar, correr y saltar, ampliamente relacionados con las HMB que 
GEMA TORRES LUQUE Y RAQUEL HERNÁNDEZ GARCÍA (COORDINADORAS) 
- 42 - 
deben desarrollar los niños en la etapa infantil. A través de estos test 
se podrá comprobar si dominan de forma adecuada los patrones 
básicos de movimiento como deberían. Además, el dominio, de estos 
movimientos están directamente relacionados con las HMB de 
locomoción y estabilización. Ya que, si poseen déficit en patrones 
motores básicos, es posible que también los manifiesten en las HBM 
que se desarrollen en etapas posteriores. Por lo que el número de 
compensaciones observadas podrá indicar la calidad de ejecución 
motora, siendo alta calidad de ejecución si no se observan 
compensaciones, y baja calidad de ejecución cuanto mayor sea el 
número de compensaciones observadas. Se recomienda que, a la 
hora de realizar los test, se graben en cámara de video, a ser posible 
desde 3 planos (frontal anterior, frontal posterior y lateral) y se 
analicen posteriormente, con una planilla de datos. En la tabla 2, se 
pueden observar los test funcionales. 
Tabla 2.- Descripción Test Funcionales para la Etapa Infantil. 
Test Descripción Compensaciones a observar 
OverHead Squat Test 
(posición de cuclillas) 
 
 
El sujeto asume la posición 
inicial colocando sus pies 
aproximadamente a la altura 
de los hombros y los pies 
alineados hacía el frente (con 
la referencia del segundo 
dedo del pie). Además, eleva 
sus brazos hacia arriba con 
los hombros flexionados y 
abducidos, y los codos 
extendidos. A continuación, 
se indica al individuo que 
descienda hasta donde 
pueda, sin perder la posición 
de los brazos. Después 
vuelve a la posición inicial. Se 
realizaron tres repeticiones. 
La orden verbal es la 
siguiente: “Cuando te diga 
preparado, listo ya, baja el 
culo al suelo todo lo que 
puedas, sin caerte”. Además, 
se podrá hacer una ejecución 
por parte del observador 
para que el niño se haga una 
imagen visual modelo. 
- Pies rotan 
externamente 
- Levanta talones 
- Pies pronan/supinan 
- Rodillas valgo/varo 
- Pelvis a retroversión 
- Aparece inclinación 
lateral de la pelvis 
- Exceso de Cifosis 
- Brazos caen delante 
de la línea de los pies. 
ETAPA INFANTIL Y MOTRICIDAD. ESTRATEGIAS PARA SU DESARROLLO EN EDUCACIÓN FÍSICA 
- 43 - 
Test Descripción Compensaciones a observar 
Hurdle Step Test 
(“pasar valla”) 
 
 
El sujeto asume la posición 
inicial colocando los pies 
juntos y brazos cruzados 
sobre el pecho. A 
continuación, se le pide que 
mantenga una postura 
erguida, que levante una 
rodilla (flexión de cadera y 
rodilla) todo lo que pueda 
manteniendo la postura. La 
pierna en movimiento es 
entonces devuelta a la 
posición inicial. Se realizaron 
tres repeticiones con cada 
pierna. La orden verbal sería: 
“Cuando te diga preparado, 
listo ya, sube tu pierna 
derecha hacía arriba y 
aguanta hasta que te diga 
baja sin caerte”. Además, se 
podrá hacer una ejecución 
por parte del observador 
para que el niño se haga una 
imagen visual modelo. 
- Pie de apoyo rota 
externamente 
- Levanta talones 
- Pie apoyo 
pronan/supinan 
- Rodilla apoyo 
valgo/varo 
- Cadera en el aire 
rota externa o 
internamente 
- Pelvis a retroversión 
- Aparece inclinación 
lateral de la pelvis 
- Exceso de Cifosis 
- Existe inclinación 
lateral de tronco 
- Aparece una rotación 
de tronco 
 
Forward Step Down Test 
(“Bajar un escalón”) 
 
 
El alumno se coloca de pie 
sobre una caja de 20 cm de 
altura, con los brazos 
cruzados sobre el pecho. A 
continuación, se les pidió 
que se agacharan sobre una 
pierna lo más lejos posible 
doblando la rodilla en la 
pierna que soportaba el peso 
hasta que el talón de la otra 
extremidad tocó el suelo, 
manteniendo su equilibrio y 
volviendo a la posición 
inicial. Se realizaron tres 
repeticiones con cada 
pierna. La orden verbal sería: 
“Cuando te diga preparado, 
listo ya, intenta tocar con el 
talón de la pierna derecha el 
suelo, y vuelve arriba, sin 
caerte”. Además, se podrá 
hacer una ejecución por 
- Pie de apoyo rota 
externamente 
- Levanta talones 
- Pie apoyo 
pronan/supinan 
- Rodilla apoyo 
valgo/varo 
- Cadera en el aire rota 
externa o 
internamente 
- Pelvis a retroversión 
- Aparece inclinación 
lateral de la pelvis 
- Exceso de Cifosis 
- Existe inclinación 
lateral de tronco. 
- Aparece una rotación 
de tronco. 
 
GEMA TORRES LUQUE Y RAQUEL HERNÁNDEZ GARCÍA (COORDINADORAS) 
- 44 - 
Test Descripción Compensaciones a observar 
parte del observador para 
que el niño se haga una 
imagen visual modelo. 
Caminar en línea recta 
 
 
Pida al alumno que camine 
en línea recta hacía delante y 
hacía atrás, con un pie 
inmediatamente delante del 
otro (del talón a los dedos de 
los pies), con los brazos hacia 
abajo a los lados. 
Manténgase lo 
suficientemente cerca del 
paciente para atraparlos si se 
caen. 
- ancho de la base, 
- el desplazamiento de 
la pelvis 
- la flexión de la rodilla. 
 
- Test cuantitativos para la Etapa Infantil: Se trata de herramientas de

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