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20 JUEGOS PARA NIÑOS 
DE PREESCOLAR 
 
 
Autor: Nahum Montagud Rubio. 
 
 
 
CUADERNILLO AÑO 2 - N° 71 
 
 
FEBRERO DE 2023 
 
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20 JUEGOS PARA NIÑOS 
DE PREESCOLAR 
 
 
 
Los niños y niñas que acuden a la guardería quizás son 
demasiado pequeños para según qué cosas, pero desde luego 
nunca se es demasiado joven o mayor para divertirse. 
 
El ocio es un aspecto que aquí encontrarás 20 juegos para 
niños de preescolar para ayudar a los más pequeños a 
divertirse mientas están aprendiendo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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JUEGOS DIVERTIDOS PARA NIÑOS DE PREESCOLAR 
A continuación veremos 20 juegos para niños de preescolar, 
muy divertidos, económicos y fáciles de preparar, que seguro 
que divierte a chicos y, también, a los mayores. 
 
1. SILLAS MUSICALES 
El juego de las sillas musicales ayuda a los niños a resolver, de 
forma pacífica, una situación problemática y, que en cierta 
medida, es injusta, aunque siempre amistosa. El juego es 
sencillo de preparar: se colocan sillas puestas en círculo, 
mirando hacia fuera. La cantidad de sillas que debe haber debe 
ser menor a la cantidad de participantes. Por ejemplo, si son 8 
los niños quienes juegan, deben haber como máximo 7 sillas. 
Se pone a sonar música y, mientras, los niños tienen que dar 
vueltas alrededor de las sillas. Una vez la música deja de 
sonar, todos los niños deben intentar conseguir sentarse. 
El niño o niña que se haya quedado sin silla queda descartado 
y, tras ello, se quita otra silla. Esto se hace hasta que solo queda 
 
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una silla y dos participantes. Quien sea el último en lograr 
tener un sitio, gana el juego. Este juego es ideal para enseñarle 
a los pequeños a cómo encajar la frustración de haber perdido, 
que no pasa nada por no haber conseguido ganar y que, a 
veces, la vida es un poco injusta, pero no por ello es el fin del 
mundo. 
 
2. SIMÓN DICE… 
El juego de Simón dice es ideal para ayudar a los niños a 
prestar atención y tener en cuenta unas instrucciones 
determinadas. El juego es bastante simple, aunque su 
dificultad va incrementando a medida que va progresando el 
juego. Una persona, quien puede ser el maestro o uno de los 
niños, ordena hacer un gesto, que puede ser o muy cotidiana o 
muy alocada. 
Pero, cuidado, los niños deben hacer caso a lo que se dice 
siempre y cuando la instrucción empiece con “Simón 
dice…”. Si el encargado de ordenar las instrucciones empieza 
 
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diciendo la orden sin usar esa muletilla y alguien hace lo que 
ha dicho, queda descartado. 
Por ejemplo, si dice “Simón dice que os toquéis la nariz”, los 
niños tienen que tocarse la nariz, en cambio, si la orden es 
“Dad una patada al aire” y uno de ellos lo hace, ha perdido. 
Pero no únicamente hacer algo cuando no se usa la muletilla se 
penaliza con la desclasificación. 
También no prestar atención y no obedecer cuando se ordena 
un “Simón dice…” implica perder. 
Es ideal para trabajar la movilidad, además de que fomenta 
que los niños estén más callados y pendientes de quien dirige 
la actividad, sin querer perderse ni un solo detalle. 
 
3. ¡REMA EL BOTE! 
La motricidad es un aspecto crucial que debe ser desarrollado 
de forma correcta durante la infancia más temprana. Cuando 
todavía son muy pequeños, van adquiriendo poco a poco 
autoconciencia de sus movimientos. 
 
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Aprender a cómo manejar la motricidad es algo muy 
importante, dado que mediante el movimiento son capaces de 
desplazarse y establecer contacto con el mundo que les rodea, 
además de incrementar su movilidad, que usarán en los 
deportes cuando sean mayores. 
La actividad consiste en poner por parejas a los niños, 
mirándose el uno al otro, poniéndose de rodillas. Es 
preferible que tengan un cojín debajo para que estén 
cómodos. 
El maestro imita los movimientos de una persona que rema, y 
los niños que miran en su dirección deben imitarlo. El otro, 
quien mira hacia la otra dirección, debe decir todo el rato 
‘¡rema el bote, rema el bote!’. Luego se cambian los roles. 
Con esto aprender sincronización, mejoran su movilidad y 
autocontrol, además de que aprender a cómo animar a los 
demás. 
 
4. ESCONDITE 
Un clásico pero ideal para hacer que los niños de preescolar 
se lo pasen requetebién. Se trata de un juego ideal para la 
resolución de problemas. 
 
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Uno o varios niños se encargan de pillar mientras que el resto 
tiene que esconderse. El niño a quien le haya tocado buscar a 
los demás tiene que contar del uno al diez. En ese tiempo, los 
niños que se esconden deben buscar buenos lugares para no 
ser encontrados. Esto hace trabajar el cerebro tanto de quien 
pilla como quien tiene que ser pillado. El que pilla debe 
hacer el esfuerzo de pensar a dónde pueden haber ido el resto 
de sus amiguitos, mientras que los otros niños tienen que 
esforzarse para encontrar un buen escondite. 
A medida que vayan jugando más veces, su imaginación será 
cada vez mayor, además de ganar experiencia escondiéndose 
y buscando lugares más innovadores, menos previsibles. 
 
5. JUEGOS CON PARACAÍDAS 
No nos confundamos. Este tipo de juegos no implican la 
salvajada de lanzar a un niño desde un avión y hacer 
paracaidismo. Los juegos con paracaídas son actividades en 
los que se usan mantas grandes en las que los niños pueden 
ponerse debajo. 
 
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Este tipo de actividades son ideales para aprender a trabajar 
en equipo. Los niños se colocan alrededor de un círculo, 
aguantando el paracaídas o una gran sábana en el centro. 
Cuando una pelota, o cualquier otro tipo de objeto lúdico, es 
colocado en el paracaídas, los niños tienen que sincronizarse 
para hacer que el mismo se vaya desplazando por la sábana. 
Si no se sincronizan bien, la pelota puede salirse y, entonces, 
el juego se acaba. 
Este juego es ideal para que los niños aprendan a trabajar 
juntos, a hacer acciones con un objetivo común y, claro está a 
pasárselo bien sin pelearse. Aprenden que para tener éxito, es 
mejor colaborar en equipo. 
 
6. PALABRAS ENCADENADAS 
Este juego está más orientado a niños de cinco años que a 
los más jóvenes. Es simple, y barato. Básicamente los niños 
tienen que ir diciendo palabras y el siguiente tiene que decir 
una que empiece por la sílaba o letra última de la palabra 
anterior. 
 
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Si bien los niños de cinco años es posible que no tengan 
mucho problema con este juego, dado que es necesario tener 
cierta relación con las letras, es mejor usar como criterio la 
última sílaba. 
Por ejemplo: "casa" - "saco" - "comida - "dado"... 
 
7. LEONES DURMIENTES 
El juego de los leones durmientes es ideal para enseñar a los 
más pequeños a mantenerse concentrados aunque hayan 
distracciones. 
Los niños deben estar tumbados y pretender hacer como que 
duermen. Entonces, una persona va caminando entre ellos, 
sea niño o adulto. Esta persona, sin tocar a los leones 
durmientes, debe intentar convencerlos de que abran los ojos. 
Así, los niños que se vayan creyendo lo que se les está 
diciendo y se despierten perderán, siendo el ganador el 
último que todavía esté dormido. 
 
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Este juego fomenta, por un lado, a que el niño que trate de 
despertar a los leones a ser original, imaginando cosas tan 
sorprendentes que obligue a sus compañeros dormidos a 
despertarse. 
Por otro lado, los niños que actúan de leones durmientes 
deben hacer un gran esfuerzo por no abrir los ojos, por muy 
brevemente que abran y cierren los mismos. 
 
8. GALLINITA CIEGA 
La gallinita ciega es otro clásico entre los juegos para niños 
de preescolar y, además, muy fácil de hacer, dado que 
requiere poco material. Basta con una venda o pañuelo y un 
espacio lo suficientemente grande como para que no se tenga 
ningún accidente. 
Uno de los niños tiene que vendarse los ojos con el susodicho 
pañuelo. Una vez no pueda ver, tiene que girar sobre sí 
mismo (preferiblemente con la ayuda de una adulto)para que 
le cueste más orientarse después. El pañuelo no se lo puede 
quitar. 
 
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Cuando ya ha parado de dar vueltas, tiene que ir a 
buscar a sus compañeros mientras estos se encuentran 
desperdigados a su alrededor. Los demás niños pueden 
tocarle y llamarle, pero siempre deben evitar que no les 
atrape. 
Si el niño con el pañuelo atrapa a un compañero, debe 
identificarlo con su sentido del tacto. Si lo consigue, se 
cambian los roles. 
 
9. ATRAPAR LA PELOTA 
Para este juego se necesitan pelotas, que pueden ser de 
cualquier tamaño, y que se distribuirán por el espacio. Los 
niños están desperdigados. 
El maestro deberá gritar “¡pelotas!” y decir de que tipo, si son 
grandes o si son pequeñas. Los niños tendrán que ir a por 
aquellas del tamaño que se haya ordenado. El niño que no 
consiga la pelota del tamaño adecuado, queda eliminado. 
 
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El objetivo de esta actividad es trabajar la discriminación 
visual. Un consejo para hacer esta actividad es que las pelotas 
estén bien desperdigadas por el lugar, y que hayan menos 
que participantes, así alguno de los niños se quedará sin, y 
esa es la gracia del juego. 
 
10. JUEGO DEL PAÑUELO 
Para este divertido juego se necesitan pañuelos de varios 
colores. Los niños son divididos en dos grupos: uno con 
pañuelos y el otro sin. Los que no tienen pañuelo tendrán 
que intentar quitárselo a sus compañeros quienes sí lo 
tienen. Los que llevan el pañuelo deben tenerlo colgando y 
bien visible. 
La gracia es que todos los pañuelos hayan sido cogidos por el 
grupo que no los tiene, y así se acaba el juego. El niño que 
tenía pañuelo al principio pero lo ha perdido, queda 
eliminado. 
 
 
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11. ALGUIEN COMO YO 
Este juego, si bien no es tan clásico, es ideal para facilitar un 
buen ambiente de compañerismo en el aula, además 
de facilitar la integración de los chicos y chicas y conocerse 
mejor entre ellos. 
Para hacer esta actividad es necesario que los niños estén en 
una habitación lo suficientemente grande, en donde puedan 
moverse con libertad. El material necesario serán folios y 
lápices para cada niño y niña. 
Es ideal para ser utilizada al principio de curso, cuando se 
acaba de formar el aula y los niños, quienes hasta hacía poco 
solo tenían el contacto de sus padres, se sienten muy 
incómodos al conocer a nueva gente, aunque sea de su misma 
edad. 
El maestro o dinamizador les pedirá que intenten hacer un 
dibujo de algo que les guste mucho, ya sea comida, un lugar, 
un personaje de dibujos animados… Es importante dejarles 
un tiempo para que dibujen todo lo que quieran. 
 
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Acto seguido, deben levantarse y comparar los dibujos del 
resto de sus compañeros, para ver si alguno ha hecho lo 
mismo que ellos. Se trata de ver si hay alguno que comparte 
sus mismos gustos, e intentar hablar sobre ello. 
El adulto deberá estar pendiente de con quienes se juntan los 
niños, para así, pasada la actividad, comente lo que ha visto, 
por ejemplo: “He visto que a Jorge y Pablo les gusta 
Pokémon, ¿cuál os gusta más?” o “A Ana y María les gusta 
bailar, ¿nos lo enseñáis?”. 
 
12. ¡CANTEMOS LOS BUENOS DÍAS! 
Este juego tiene el objetivo de enseñar buenas maneras a los 
niños, ya desde tempranas edades. Los modales son algo que, 
cuanto antes logren adquirir, mucho mejor. Para enseñarles a 
saludar cuando entra en casa o en clase, y también a 
despedirse y pedir permiso para hablar, son fundamentales 
este tipo de actividades ya en su más temprana infancia. 
Es por ello que esta canción es perfecta para que se 
acostumbren a dar los buenos días cuando entran en la 
 
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guardería, haciendo que adquieran la rutina de ser educados 
y cordiales al entrar en un lugar, además de mostrar cariño y 
respeto por sus compañeros. 
Durante los primeros días, el maestro o maestra puede 
encargarse de cantar la canción por completo, cerciorándose 
de que sus alumnos la repiten, pero cuando ya vea que se la 
han aprendido, para hacerlo más dinámico, puede hacer que 
sean ellos quienes la canten. 
La canción es la que sigue: 
Maestra o maestro: ¡Buenos días! Niños ¿Cómo estáis?. 
Niños: Muy bien ¡Muy bien!. 
Niños: Haremos lo posible por hacernos más amigos ¡Buenos 
días!. Maestra ¿Cómo estás?. 
Maestra: Muy bien. 
 
13. MUNDO DE COLORES 
Este juego es básico para que todo niño y niña aprenda los 
nombres de los colores. Para ello necesitamos juguetes, 
 
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pelotas y otros objetos varios, además de cartulinas, cestas y 
lápices de colores. 
Se colocan las cartulinas sobre la mesa y los objetos varios 
desperdigados por la habitación. El maestro dice “¿qué es de 
color verde?” y los niños tienen que buscar y pintar el objeto 
que sea de ese color y se encuentre en la habitación. 
Además, deberán coger el objeto del color en cuestión y 
ponerlo en una de las cestas que se encontrarán en la mesa, 
cada una de las cuales tendrá pegada una cartulina de un 
color diferente. 
 
14. HACIENDO TRABAJAR LOS CINCO SENTIDOS 
Los niños de tan temprana edad deben aprender qué son los 
sentidos, y familiarizarse con cada uno de ellos y para qué les 
sirven. Esta actividad es un poco compleja, dado que se 
necesitará todo tipo de estímulo que implique activar los 
cinco sentidos más prototípicos: gusto, tacto, olfato, vista y 
oído. 
 
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De materiales se puede usar todo tipo de objeto: caramelos de 
diferentes sabores, frascos de diferentes olores, velas 
aromáticas, telas de diferentes colores, cartulinas con 
diferente rugosidad, instrumentos varios… 
A cada sentido se le asigna una estación, que puede ser una 
mesa con un cartelito y los objetos asociados al sentido en 
cuestión: la estación del gusto, la estación del tacto… 
A los niños se les pone vendas y se les hace pasar por cada 
una de las estaciones, manipulando todo tipo de estímulo 
para averiguar qué es y que emoción le evoca. Puede ser una 
sensación agradable, como un caramelo, o algo que no les 
gusta, como un limón. 
Para la estación de la vista, queda claro que los ojos no 
deberán estar vendados. Verán las siluetas de diferentes 
objetos y tendrán que indicar qué son, o también pueden 
asociar un color con una cosa de la habitación. 
 
 
 
 
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15. APRENDER LOS NÚMEROS CON BOLITAS Y 
PALETAS 
Para fomentar las habilidades numéricas de los niños, 
podemos usar bolitas y paletas, un juego que les hará contar y 
adquirirán cierta familiarización con el cálculo. El material 
para hacer esta actividad son paletas de madera, plastilina y 
mesas. En la parte superior de las paletas pondremos un 
número del 1 al 10 y se las daremos a los niños. 
Los niños tendrán que poner en las paletas la cantidad de 
bolas que indica el número que en ellas está escrito. Así 
aprenderán, de una forma más aplicada, la representación 
física de cada valor. 
Una vez se hayan familiarizado con la primera decena, se 
puede intentar hacer con cifras más altas, pero sin olvidar que 
todavía son niños de edades comprendidas entre los 3 y 5 
años. 
 
 
 
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16. MEMORY CON NÚMEROS 
Relacionado con la actividad anterior, tenemos un juego en el 
que se mejoran las capacidades mnemotécnicas y el contar 
números. Aprenden a cómo poner en práctica una capacidad 
cognitiva tan importante como lo es la memoria de forma 
divertida. 
Para hacer esta actividad se necesitarán cartulinas de 
colores, tijeras, rotuladores y una mesa. Dividiremos la 
cartulina por la mitad, poniendo en la parte izquierda 
números de arriba a abajo. 
En la parte derecha dibujaremos la cantidad de objetos que se 
correspondería al número de la fila del otro lado. Por ejemplo, 
un 4 en el lado izquierdo y en el lado derecho cuatro pelotas. 
Luego, se cortan cada pareja de número y objetos, hasta 
formar fichas de dos y tener el memory acabado. Los niños 
tendrán que destapar cada pareja de número y objetos, hasta 
formar las fichas de dos y completar la actividad.19 
Si destapan dos fichas que no son, pasan al siguiente turno. El 
objetivo es conseguir destapar la máxima cantidad de 
parejas de fichas posibles. 
 
17. MONTAR EL CUERPO HUMANO 
Para que ya a tempranas edades se familiaricen con las partes 
del cuerpo humano tenemos esta interesante actividad. 
El material necesario es cartón, tijeras y pegamento o algo que 
sirva para pegar. La idea es montar un cuerpo humano de 
dibujo, más o menos a tamaño real, en el que los niños 
colocarán diferentes partes. Estas partes deben ser acorde a 
su nivel de conocimiento, es decir, partes básicas como la 
boca, las orejas, la cabeza, los brazos… 
Mientras arman cada parte, el coordinador de la actividad irá 
indicando para qué sirve cada parte o, para despertar el 
interés de los niños, preguntarse si saben para qué sirve y que 
se lo muestren al resto de sus compañeros. 
 
 
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18. LA BÚSQUEDA DEL TESORO PERDIDO 
Este juego es similar al del escondite. Los niños siempre 
sienten curiosidad por descubrir cosas, y qué objeto más 
sorprendente para descubrir que un auténtico tesoro pirata. 
El adulto deberá preparar, con rollos de papel higiénico, cajas, 
fichas de cartulina y objetos varios, el sarcófago de un tesoro 
que esconderá por algún lugar del aula o del patio. A lo largo 
del espacio el coordinador de la actividad colocará en unas 
cartulinas las instrucciones (preferiblemente en forma de 
dibujos más que por escrito) de donde se encuentra la 
siguiente cartulina. 
Cada cartulina llevará a otra hasta llegar a donde se 
encuentra el tesoro perdido. 
La clave de esto es que los niños aprendan a colaborar juntos, 
descifrando los jeroglíficos que el adulto ha dibujado en los 
papeles, para que, haciendo uso de su inteligencia y 
poniéndose de acuerdo en lo que significan, acaben logrando 
encontrar el tesoro. 
 
 
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19. ABECEDARIO EN FICHAS 
Los niños de 3 a 5 años todavía no saben leer. Eso ya lo 
empezarán a dominar a partir de los 6 años, cuando hagan su 
primer año en la educación primaria. Sin embargo, deben 
familiarizarse con las letras del abecedario, y esta actividad 
es ideal para ello. 
Como material, necesitamos cartulinas de diferentes colores, 
tijeras, rotuladores y lápices. La actividad debe hacerse en 
una habitación mesa. Se hacen fichas cortando las cartulinas y 
en cada una de ellas se colocan las letras del abecedario, 
mientras que en la otra mitad se colocan dibujos de animales, 
comida o cosas en general que empiecen por esa letra. 
La gracia es que cada niño tiene su turno para coger una 
ficha, decir el nombre del animal o cosa que viene 
representado e intentar pensar por cuál letra empieza. Así 
tomarán consciencia fonológica de los sonidos de su idioma y 
las letras que los representan. 
 
 
 
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20. SOY UNA TAZA 
Muy simple, pero a la vez muy dinámico. Se trata de cantar 
la retahíla de "soy una taza". Lo ideal de esta cancioncilla es 
que se puede hacer que los niños se muevan mientras la 
cantan, haciendo los gestos como si fueran una taza, haciendo 
figuras con su cuerpo. 
Los niños pueden intentar coordinarse mientras imitan los 
gestos del maestro o adulto encargado de la actividad. Luego, 
cuando los han aprendido, se le pide a uno de ellos que 
intente dirigir al resto, y así sucesivamente... Simplemente 
debemos conocer la letra de la canción: 
Soy una taza, una tetera, una cuchara, un tenedor. 
Soy un cuchillo, un plato hondo, un plato llano, un 
cucharón. 
Soy un salero, azucarero, la batidora, una olla exprés chu, 
chu, chu. 
 
 
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