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SISTEMA ÓSEO Tejido óseo: El tejido óseo está compuesto por células óseas u osteocitos, sustancia fundamental, fibrillas colágenas, una sustancia cementante y diversas sales. La sustancia fundamental y las fibrillas colágenas constituyen la sustancia intercelular, denominada osteoide. Las fibrillas pertenecen a la parte orgánica del hueso y las sales a la parte inorgánica. Entre las sales más importantes se deben mencionar fosfato de calcio, fosfato de magnesio y carbonato de calcio. Además se hallan compuestos de calcio, potasio y sodio con cloro y flúor. Las sales proveen la dureza y la resistencia características del tejido; cuando éstas disminuyen el hueso se descalcifica y puede doblarse. No sólo las sales son responsables de la resistencia de los huesos; también lo son los componentes orgánicos. Cuando éstos son insuficientes, la elasticidad del hueso se pierde y los huesos no pueden soportar peso porque se tornan frágiles. La proporción de sales inorgánicas y fibrillas colágenas varía en el transcurso de la vida y en el anciano los huesos pierden elasticidad, es decir que pierden su flexibilidad y resistencia a los impactos, pudiendo fracturarse. Todos los huesos poseen periostio, una capa delgada de tejido conectivo fibroso que cubre la superficie externa. Si observamos un corte veremos una capa superficial de hueso compacto denso que rodea a un hueso esponjoso menos denso. En el cuerpo del hueso (diáfisis) se encuentra la cavidad medular que contiene médula ósea amarilla (adiposa) y en sus extremos (epífisis) se aloja la médula ósea roja, encargada de la producción de células sanguíneas como los glóbulos rojos y las plaquetas. Los huesos largos del esqueleto presentan un área cartilaginosa interpuesta (metáfisis o placa epifisaria) que permite el crecimiento del hueso en longitud hasta su osificación definitiva. 1 Esqueleto humano: Los huesos y cartílagos del cuerpo que conforman el sistema esquelético, proveen el sostén para los músculos y protegen a los órganos internos. Hay dos divisiones anatómicas del esqueleto: Esqueleto axial: formado por el cráneo, las vértebras, el esternón, las costillas, el sacro y el hueso coxal. Esqueleto apendicular: que incluye la clavícula y la escápula de la cintura escapular, los huesos coxales de la cintura pelviana y los huesos de los miembros superior e inferior. 2 Clasificación de los huesos: Los huesos se clasifican de acuerdo con sus formas en: Huesos largos: son tubulares y se encuentran en las extremidades. Huesos cortos: son cuboideos y están en el carpo y el tarso. Huesos planos: tienen funciones protectoras como los huesos del neurocráneo, escápula o coxal. Huesos irregulares: como las vértebras o huesos de la cara. Huesos sesamoideos: se desarrollan en determinados tendones relacionados con las articulaciones. Los huesos presentan diversas estructuras como las apófisis, salientes óseas que sirven de punto de fijación para los ligamentos y tendones; otras apófisis específicas se denominan cóndilos, tubérculos, espinas, crestas y trocánteres. 3 SISTEMA ARTICULAR Tejido cartilaginoso: El tejido cartilaginoso es elástico ante la compresión y la flexión. Es rígido y está formado por células y sustancia intercelular. El tipo de sustancia intercelular es diferente para cada clase de tejido cartilaginoso y se clasifica en hialino, elástico y fibroso. Como células fijas, las del cartílago o condrocitos son ricas en agua, glucógeno y lípidos. Tienen aspecto henchido, forma esférica y un núcleo también esférico. La sustancia intercelular, muy hidratada (hasta 70% de agua), constituye el fundamento de la función de 4 sostén del cartílago. Es casi avascular, sin nervios y contiene fibras o fibrillas en una sustancia fundamental con proteoglicanos, glucoproteínas, lípidos y electrolitos. Cartílago hialino: De aspecto azulado, soporta cargas a nivel de las superficies articulares a las cuales recubre (articular), está presente en la unión entre diáfisis y epífisis de los huesos (de crecimiento), en las costillas (costal) y en el aparato respiratorio. Con el paso del tiempo pierde agua y se producen depósitos de calcio. Cartílago elástico: Se ve amarillento y tiene menos fibras colágenas, se encuentra en la oreja y nariz. Cartílago fibroso (fibrocartílago): Posee menos células y más fibras de colágeno, se encuentra en el disco intervertebral, los meniscos de la rodilla y la sínfisis pubiana Articulaciones: Determinan la unión de dos o más huesos destinadas a cumplir con la actividad motriz o postura junto con la musculatura esquelética. Se pueden clasificar desde un punto de vista funcional y otro morfológico de acuerdo al material que une los huesos. Podemos clasificarlas en fibrosas, cartilaginosas y sinoviales. Articulaciones fibrosas: Se caracterizan por no poseer prácticamente movimiento. Se pueden encontrar en las suturas del cráneo, las sindesmosis que constituye un ligamento interóseo en el antebrazo o la pierna y las gonfosis en la unión alvéolo dentario. 5 Articulaciones cartilaginosas: Poseen cierto grado de movimiento y están unidas por medio de cartílago hialino o fibrocartílago. En las primarias o sincondrosis los huesos están unidos por cartílago hialino que permite el crecimiento en los primeros años de vida (placa epifisaria). En las cartilaginosas secundarias se encuentra un fibrocartílago que aporta resistencia y capacidad de absorción de fuerzas como los cartílagos costales, la sínfisis pubiana o los discos intervertebrales. 6 Articulaciones sinoviales: Son aquellas que otorgan libertad de movimiento entre los huesos que unen y están adaptadas para la locomoción. Los huesos están unidos por una cápsula articular fibrosa externa y una sinovial interna que delimita una cavidad articular y que contiene una pequeña cantidad de líquido lubricante (sinovial); dentro de la cápsula las superficies de los huesos se encuentran revestidos por una capa de cartílago hialino (articular). Se encuentran reforzadas por ligamentos accesorios que pueden estar separados (extrínsecos) o ser refuerzos de la cápsula (intrínsecos). Algunas articulaciones presentan en su interior fibrocartílagos o meniscos, destinados a adaptar superficies articulares incongruentes. Existen seis tipos de articulaciones sinoviales de acuerdo con la forma de las superficies articulares y/o el movimiento que permiten: -Planas o artrodias: Uniaxiales, permiten movimientos de deslizamiento. -Trocoides o en pivote: Uniaxiales, permiten movimientos de pronación y supinación. -Trocleares, en bisagra o gínglimo: Uniaxiales, permiten movimientos de flexión y extensión. -Condílea o elipsoidea: Biaxiales, permiten movimientos de flexión y extensión, abducción y aducción. -En silla de montar: Biaxiales, permiten movimientos de flexión, extensión y rotación. -Enartrosis o esferoideas: Multiaxiales, presenta movimientos universales en todo sentido. 7 8
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