Logo Studenta

APUNTE GS

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 2 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 3 
 
GRUPOS SANGUÍNEOS 
 
El conocimiento científico de los grupos sanguíneos constituyó un gran 
avance hacia la dilucidación del mecanismo de algunas enfermedades hereditarias y 
esclarecimiento de maternidades dudosas, pero por sobre todas las cosas fue una 
conquista terapéutica que posibilitó la transfusión de sangre entera sin riesgos. 
La cantidad de sangre que un organismo puede perder sin que peligre la 
vida depende de la velocidad de la hemorragia; lentamente se resisten pérdidas de 
hasta el 30 - 40% de la volemia, pero en las hemorragias rápidas esta cifra se 
reduce al 20%. En los bancos de sangre se extrae aproximadamente un 10% de la 
volemia (500 ml en 30 minutos). 
Las transfusiones de sangre entera están indicadas en las hipovolemias del 
shock traumático o quirúrgico, anemias crónicas, intoxicaciones, hipocoagulabilidad, 
desnutrición, enfermedad hemolítica del recién nacido (EHRN o eritroblastosis fetal) 
y otras afecciones. 
 
Sinopsis histórica 
 
Siglo 17 
 Lower (1665): Realiza transfusiones entre perros con éxito (el antígeno más 
potente no tiene anticuerpos naturales contra él, por lo que la primera 
transfusión nunca provoca accidentes, sí las siguientes). Hay otros anticuerpos 
(naturales) pero son más débiles y existen sólo en el 15% de los animales. 
 Dennis (1667): Transfunde glóbulos rojos de carnero (250 ml) en un joven 
voluntario (humano), provocándole la muerte por aglutinación y hemólisis. 
Siglo 19 
 Blundel (1829): Realiza una transfusión de sangre humana a un receptor 
humano (paciente obstétrica); el resultado fue la muerte del receptor por 
producirse aglutinación, hemólisis, cristaluria y necrosis tubular aguda. 
 Landois (1875): Realiza experimentos de hemaglutinación in-vitro. 
Siglo 20 
 Landsteiner (1900): Logra el descubrimiento de los “grupos sanguíneos” (hoy 
A,B,0). Crea Escuela Alemana de la especialidad, forma discípulos. Premio Nobel 
en 1930. 
 Landsteiner y Decastello (1902): Agregan nuevo grupo, el AB. 
 Luis Agote (1914): Introduce el uso del citrato de sodio 0.3% para la 
conservación de los glóbulos rojos in-vitro. Luego vendrían el ACD (Citrato 
Trisódico + Ácido Cítrico + Dextrosa: los glóbulos rojos a 4°C viven 21 días) y el 
CPDA-1 (Idem + Fosfato + Adenosina: los hematíes viven 35 días). 
 Londres (1921): Nace en esta ciudad el primer “Banco de Sangre”. 
 Landsteiner y Levine (1927): Descubren Sistema MN. 
 Landsteiner y Wiener (1940): Descubren Factor Rh y EHRN. 
 Bernstein (1944): Propone teoría para explicar la transmisión genética 
mendeliana de los antígenos. 
 Coombs (contemporáneo): Elabora Suero Coombs (anticuerpos contra las 
inmunoglobulinas humanas), permitiendo la identificación de los anticuerpos de 
grupos sanguíneos fijados a los glóbulos rojos. 
 Fisher y Race (contemporáneos): Proponen nueva teoría de transmisión genética 
del Rh y nueva nomenclatura para sus antígenos (C-D-E y alelos). 
 Leslie (1991): Comunica la transfusión de sangre grupo B enzimáticamente 
convertida a grupo 0, a individuos grupo 0, sin accidentes pese a haberse 
efectuado en forma reiterada. 
 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 4 
 
 
Generalidades 
 
 Los grupos sanguíneos se transmiten hereditariamente. Para los diferentes 
sistemas, que incluyen genes (alelos) dominantes, codominantes y recesivos, se 
conocen más de 300 antígenos en la superficie del glóbulo rojo. La interacción de 
un enorme número de locus y alelos implica una alta posibilidad de recombinación 
y expresión. Los anticuerpos también son numerosísimos. 
 Actualmente habría más de 500.000 millones de fenotipos posibles y se cree 
que con los aún no descubiertos, esa cifra sea de billones (gran polimorfismo). 
 
Necesidad de conocer a los grupos sanguíneos 
 
 La principal aplicación es la transfusión sanguínea sin riesgos. Pese a que al 
transfundir se inyectan antígenos y anticuerpos, a los fines prácticos sólo interesan 
los antígenos ingresados con los glóbulos rojos, porque los anticuerpos sufren gran 
dilución y resultan inocuos, salvo raras excepciones. 
 Por lo tanto, el accidente más frecuente es que se aglutinen los glóbulos 
rojos de la sangre donada (que están siendo “esperados” por los anticuerpos de 
varios litros de plasma). Raramente los anticuerpos del plasma donado aglutinen 
glóbulos rojos del receptor pues se diluyen y disminuye el título de anticuerpos 
(300ml de plasma con anticuerpos se diluyen en los 5 litros de sangre). 
 El primer fenómeno a producirse es la aglutinación (isohemoaglutinación, 
que ocurre entre 2 individuos de la misma especie; hetero: entre 2 especies). 
 Reacción Inmediata: Es el accidente menos común. En las transfusiones masivas 
de sangre de donante incompatible se producirá (brusca y severamente) rápida 
aglutinación y hemólisis de los glóbulos rojos donados circulantes (hemólisis 
intravascular), porque el título de anticuerpos es alto (IgM - anti AB0 - 
anticuerpos fríos) que se comportan como hemolisinas activando el sistema lítico 
del complemento). 
 Reacción tardía: Es el accidente más frecuente (generalmente hemólisis 
extravascular a cargo del Sistema Mononuclear Fagocítico, especialmente en el 
bazo). Las IgM ó IgG (anticuerpos calientes) unen (aglutinan) dos o más 
glóbulos rojos, que van obstruyendo pequeños vasos y provocando la migración 
de fagos, que los destruyen y liberan hemoglobina a la sangre. Generalmente 
esto sucede con bajos títulos de anticuerpos en plasma (Ejemplo: anti - Rh). 
 Si el hígado trabaja normalmente, la ictericia aparecerá recién cuando se 
hemolizan de 300 a 500 ml de sangre en 24 horas. La bilirrubina aumentada es no 
conjugada (ictericia hemolítica). La hemoglobina libre es captada por la 
haptoglobina (que disminuye en plasma) y el resto de la hemoglobina es eliminada 
por los riñones (daño tubular). 
 
Trasplante de tejidos: Los antígenos de los glóbulos rojos presentes en otras 
células, tienen algún grado de participación en el rechazo de tejidos trasplantados, 
conjuntamente con el complejo HLA (Complejo Mayor de Histocompatibilidad). Los 
antígenos HLA son importantes en los trasplantes. Existen en los glóbulos blancos y 
plaquetas. En la serie roja solamente existen en los eritroblastos y retulocitos, por 
lo que no influye en las transfusiones. 
 
Nomenclatura genética a utilizar 
 
Cromosoma: Filamento de DNA (ácido desoxirribonucleico) + proteínas (histonas) 
suspendido en el carioplasma; existe en número constante y particular para cada 
especie. Los cromosomas se presentan siempre a pares (idénticos en forma y 
tamaño); estos pares correspondientes son denominados cromosomas homólogos. 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 5 
Sobre ellos se asientan los genes, en distintos locus. La partición longitudinal 
(duplicación de los cromosomas) en dos cromátides, asegura que cada una de las 
dos nuevas células reciba la herencia de la célula original. Los cromosomas constan 
de un centrómetro, un brazo corto y un brazo largo. 
Alosoma: Cromosoma sexual (X - Y). Par 23. 
Autosoma: Cromosomas somáticos (no sexuales). Pares 1 al 22. 
Número en humanos: 46 cromosomas (23 pares) 
22 pares de autosomas + XX (mujer) 
22 pares de autosomas + XY (varón) 
Células somáticas: Diploides (2n) 
Ovulos y espermatozoides: Haploides (n) 
 
Gen: Porción de DNA determinante del orden de los aminoácidos en una proteína 
específica, formando parte de los cromosomas y denominados unidades de 
herencia. 
 
Locus o loci: Región del cromosoma ocupado por un gen. 
 
Alelos: Genes alternantes que ocupan un locus determinado en dos cromosomas 
homólogos. 
 
Alelos múltiples: Son un grupo de tres o más genes que pueden ocupar un sólo 
locus y producen fenotipos diferentes. Cualquier célula puede tener dos de ellos (no 
más de dos); cualquier gameto tendrá sólo uno de ellos. Los antígenosde los 
glóbulos rojos humanos se heredan por alelos múltiples (ABO). 
 
Genotipo: Constitución genética de un organismo expresada en símbolos. 
 
Fenotipo: Configuración de un organismo (caracteres que manifiesta) por acción 
de la herencia. 
 
Homocigota: Cuando los alelos son iguales en los cromosomas homólogos. 
 
Heterocigota: Cuando los alelos son diferentes en los cromosomas homólogos. 
 
F1: Filial 1. Primera generación. 
 
F2: Filial 2. Segunda generación. 
 
Dominantes: Genes que se expresan en el fenotipo de un carácter determinado 
tanto en homocigotas como en heterocigotas. 
 
Recesivos: Genes que se expresan solamente en la homocigosis. 
 
Co - dominantes: Genes diferentes de dominancia incompleta; tienen un fenotipo 
intermedio entre los de sus padres (Blanco + Negro = Gris). Pero en F2 pueden 
volver o no a expresarse (Blanco, Negro - Blanco - Negro, Gris). 
 
Enfermedades hereditarias: Generalmente se transmiten por genes recesivos. 
Por ejemplo el gen de la anemia drepanocítica o falciforme (rasgo) es recesivo (a) 
con respecto al gen de sangre dominante normal (A). 
AA = Homocigota normal 
Aa = Heterocigota portador del rasgo 
aa = Homocigota enfermo 
 
Enfermedades hereditarias ligadas al sexo: Los genes comprometidos se 
localizan en el cromosoma X. Por ejemplo: Hemofilia. 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 6 
 
X: Cromosoma normal X: Cromosoma que 
contiene el gen enfermo 
 
Posibilidades: 
XX: Mujer normal 
XY: Hombre normal 
XX: Mujer portadora del rasgo 
XY: Hombre hemofílico 
XX: Mujer hemofílica (muy raro). Debe heredar ambos genes enfermos; uno de un 
padre hemofílico y el otro de una madre portadora. 
 
 
 
Entrecruzamiento de cromosomas y recombinación de genes 
 
 
 
(A) Cromosomas homólogos 
(B) Duplicación de cromosomas cada uno en dos cromátides 
(C) Entrecruzamiento entre un par de cromátides (se intercambian segmentos de 
material genético al azar) 
(D) Primera división meiótica y duplicación de los centrómeros 
(E) Cromosomas resultantes, el entrecruzamiento permitió la recombinación de 
genes. Cuanto más separados estén los genes ene l cromosoma, mayor es la 
posibilidad de entrecruzamiento y recombinación. 
 
Cromosomas donde asientan los locus de algunos de los sistemas de 
grupos sanguíneos 
 
 ABO: Brazo largo del cromosoma 9 MN y Ss: Brazo largo del cromosoma 4 
 Rh y Sc: Brazo corto del cromosoma 1 H y Lw: En el cromosoma 19 
 Fy: Brazo largo del cromosoma 1 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 7 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 8 
 
SISTEMA ABO 
 
Introducción 
 
 El sistema ABO es el primer sistema de grupo sanguíneo humano 
descubierto (Landsteiner 1900). Los cuatro grupos sanguíneos de este sistema, AB, 
A, B y O, están determinados por la presencia o no de dos antígenos, denominados 
A y B en la membrana del eritrocito. 
Los antígenos del sistema ABO no se hallan circunscriptos a los eritrocitos, 
sino que se encuentran también en leucocitos, plaquetas y células de tejidos. 
Asimismo se encuentran sustancias activas de grupo sanguíneos en la mayoría de 
los líquidos orgánicos. Se dice que las personas cuyos líquidos orgánicos contienen 
sustancias de grupo sanguíneo son secretoras; aquellas cuyos líquidos orgánicos no 
contienen sustancias de grupo sanguíneo se denominan no secretoras. 
 Los eritrocitos transportan una rica variedad de antígenos individuales. 
Algunos de ellos, aunque altamente inmunógenos, son tan frecuentes (públicos) o 
tan raros (privados) que rara vez están involucrados en reacciones adversas, 
aunque pueden ser responsables de la inmunoacción sobre un feto o contra células 
transfundidas. 
 Las reacciones severas por transfusiones habitualmente se deben a 
incompatibilidad para los antígenos del sistema ABO. Estos antígenos son 
oligosacáridos y están codificados genéticamente por genes situados en locus 
separados. 
 Un gen H situado en otro locus, codifica la sustancia precursora sobre 
la que actúan los productos de los genes A y B. Estos productos son enzimas que 
actúan como transferasas específicas. El producto del gen H es una enzima que 
produce la sustancia H. Las transferasas de los genes A y B son enzimas que 
convierten la sustancia H, en antígenos A y B. En otras palabras, la sustancia H es 
la base sobre la cual actúan los genes A y B para formar los antígenos A y B. Por lo 
tanto las células del grupo O están dotadas generosamente de sustancia H, 
mientras que en las células A y B la mayor parte del sustrato se utiliza, de manera 
que queda relativamente poca sustancia H. 
 El gen O es un alelo silencioso (no altera la estructura de la sustancia H). De 
los individuos que no heredan el gen H, se dice que pertenecen al fenotipo Bombay 
(hh); estos individuos no producen sustancia H y, como consecuencia los genes A y 
B, si los tienen, no pueden expresarse. 
 
Cadena polisacárida 
precursora 
Fenotipo Antígeno de superficie 
en el glóbulo rojo 
Sustancia H (HH) o 
(Hh) 
A A, H 
 B B, H 
 O H 
 AB A, B, H 
Precursor (hh) Bombay Precursor no modificado 
 
La mayoría de los eritrocitos humanos contiene sustancia H, que se 
encuentra en asociación con los principales grupos sanguíneos en el siguiente orden 
decreciente de concentración: O, A2, A2B, B, A1, A1B. El gen H se hereda 
independientemente de los grupos ABO y del estado secretor. Los genotipos HH y 
Hh son H - positivos, hh es H - negativo (grupo Oh o grupo Bombay). 
 
Bioquímica 
 
 Los antígenos A, B, H del plasma así como los de los hematíes, son 
glucoproteínas y glucolípidos. Otros autores consideran que las sustancias de los 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 9 
grupos sanguíneos son glucolípidos sobre los eritrocitos, pero aparecen como 
glucoproteínas en la forma secretoria que se encuentra en los líquidos orgánicos. 
La especificidad antigénica está determinada por los glúcidos en los 
extremos no reductores del componente hidrato de carbono. 
Los principales determinantes estructurales de la especificidad de los grupos 
H, A y B son los siguientes: 
 H: α - L - fucosa 
 A: α - N - acetilgalactosamina 
 B: α - D - galactosa 
Los productos primarios del gen del locus de grupo sanguíneo son glucosil - 
transferasas, que dirigen el agregado de las unidades de glúcidos adecuadas a los 
sustratos aceptores preformados. Las enzimas son específicas, no sólo para el tipo 
de glúcido agregado, sino también para el sustrato y el tipo de unión. 
 
Precursores 
 
 Existen dos tipos posibles de sustancias para los antígenos A, B, H: Tipo I y 
Tipo II. Ambos constan de azúcares idénticos, pero la unión de los mismos en el 
extremo terminal es diferente. El precursor Tipo I, tiene una galactosa terminal 
unida a una N-acetilglucosamina subterminal por una unión 1 – 3. En el precursor 
Tipo II, este enlace es 1 – 4. 
 
 
Precursor Tipo I Gal N-AcGlc Gal 
R 
Unión 1 – 3 1 1 
 
 3 
3 
 
Superficie del GR 
 
Precursor Tipo II Gal N-AcGlc Gal 
R 
Unión 1 – 4 1 4 1 
 3Sustancia H y antígenos A, B 
 
 La sustancia H se forma por adición de una fucosa a la galactosa terminal. Si 
la cadena es de tipo I, se forma H tipo I y si es de tipo II, la estructura se 
denomina H de tipo II. 
 
 
 Gal N-AcGlc Gal R Gal N-
AcGlc Gal R 
 1 1 
1 4 1 
 2 3 3 
2 3 
 
 Fuc 1 Sustancia H Tipo I Fuc 1 
Sustancia H Tipo II 
 
 
 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 10
 GEN H Enzima 1,2 – fucosiltransferasa 
 
 La especificidad de los antígenos A y B, está determinada por la adición de 
un monosacárido específico a la galactosa terminal de la sustancia H. 
 
Gen Enzima Azúcar añadido 
A 1,3 – N – acetilgalactosaminiltransferasa N – acetilgalactosamina 
B 1,3 – galactosiltransferasa Galactosa 
 
 
 
 N-AcGal Gal N-
AcGlc Gal R 
 
Antígeno A 
 (tipo I) 
 Fuc 
 
 
 
 
 
 Gal Gal N-
AcGlc Gal R 
Antígeno B 
 (tipo I) 
 
 Fuc 
 
 
 
Fenotipo Bombay 
 
 Los individuos que poseen este raro fenotipo, no heredan el gen H (son hh) 
y no son capaces de producir la sustancia H; pueden sí heredar los genes A y B 
pero por su carencia de sustancia H, no pueden producir los antígenos A y B. Los 
hematíes del fenotipo Bombay son aparentemente como los del fenotipo O, pero la 
diferencia es la carencia de la sustancia H en los individuos Bombay. Los hijos de 
estos individuos, pueden expresar cantidades normales de los antígenos A y/o B en 
sus hematíes, siempre que hereden un gen H del otro progenitor; de este modo, 
dos individuos cuyo fenotipo es O en apariencia, pueden tener un descendiente con 
fenotipo A y/o B. 
 
FENOTIPO 
 
GENOTIPO hh HH 
El gen A no se AO A OO 
expresa en el hH 
Heredado de la madre 
padre por ser AO 
Bombay Heredado del padre El hijo expresa el gen A por 
tener sustancia H 
 
Las células con genotipo hh no son aglutinadas por el anti - A, anti - B ni anti 
- H; su suero contiene anti - A, anti - B y anti - H. 
 
 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 11
Transmisión genética 
 
Los grupos sanguíneos ABO se heredan de manera mendeliana simple por 
medio de tres genes A, B, y O. Los genes A y B son codominantes, y el gen O se 
cree que es amorfo, es decir, un gen que no tiene producto que pueda demostrarse. 
Se realiza por sistema de alelomorfos mendelianos. El sistema ABO depende 
de la interacción de: 
 
 El primero tiene 3 alelos A Produce antígeno 
A Co - dominantes 
 B Produce 
antígeno B 
 Dos genes O No produce 
antígeno Silencioso, recesivo 
 
 El segundo tiene 2 alelos H Produce antígeno H 
Dominante 
 h No produce 
antígeno Silencioso, recesivo 
 
 Se explica de esta forma la interacción entre los genes ABO y Hh y permite 
comprender porqué los sujetos genéticamente H son fenotípicamente del grupo A si 
poseen el gen A y carecen del gen B. A la inversa ocurre con el antígeno B. Serán 
del grupo O si han heredado sendos alelos silenciosos en cada cromosoma. Serán 
del grupo AB si poseen el alelo A en un cromosoma y el alelo B en el otro. 
 
Genotipos 
 
 Personas AB son obligadamente heterocigotas dominantes (genotipo AB) 
 Personas O son obligadamente homocigotas recesivos (genotipo OO) 
 Personas A pueden ser homocigotas (genotipo AA) o heterocigotas (genotipo 
AO) 
 Personas B pueden ser homocigotas (genotipo BB) o heterocigotas (genotipo 
BO) 
 
Mapa genético 
 
Los genes que definen una característica particular están siempre localizados 
en una posición específica del cromosoma llamada locus (loci). Diversos locus 
correspondientes a antígenos sanguíneos ya han sido situados en el mapa genético. 
De una persona que hereda un gen idéntico de cada progenitor se dice que es 
homocigota para el gen en cuestión. Una persona que hereda dos genes diferentes 
se llama heterocigota. Las formas alternativas de un gen que ocupan el mismo 
locus en cromosomas homólogos se llaman alelos. 
La herencia de los genes puede ilustrarse mediante un árbol genealógico. 
Los productos de algunos genes son claramente manifiestos, mientras que otros no 
se expresan. Los caracteres que se manifiestan representan al fenotipo del 
individuo; mientras que el conjunto de todos los genes de dicho individuo 
constituye el genotipo. 
Los genes A, B y O ilustran algunos de estos conceptos. Estos genes son 
alelos localizados sobre el brazo largo del cromosoma 9. Un individuo solamente 
puede poseer dos de estos genes. 
Un gen dominante es el que se expresa tanto en los fenotipos de los 
homocigotas como en los fenotipos de los heterocigotas. Un gen recesivo no se 
expresa en los heterocigotas. El gen O actúa como recesivo. Un individuo con un 
genotipo AO tiene un fenotipo A. De modo similar el gen B es dominante. Cuando 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 12
ambos genes pueden expresarse en el heterocigota se dice que son codominantes. 
El genotipo AB tiene un fenotipo AB. 
 
Aplicación para paternidad dudosa: Por este método no puede afirmarse una 
paternidad, sólo excluirla; hoy ha sido ampliamente reemplazado por los estudios 
genéticos. El valor predictivo para la EXCLUSION es 100% exacto al controlarse el 
sistema ABO, otros antígenos y el antígeno Leucocitario Humano (HLA). 
 
Casos ejemplos 
 
 Ante la combinación de dos genes alelomorfos, cualquier persona tendrá uno 
de los seis genotipos posibles: OO, AO, BO, AA, BB y AB. Entre madre y padre 
existen 21 combinaciones genéticas posibles. 
 
Ejemplo 1: padre AA - madre OB, implica que hay sólo dos genotipos posibles en 
los hijos: AO y AB. 
 
 Padre Madre 
 
 AA OB 
 
 
 
 
 F1 AO AB AO AB 
 
 
Ejemplo 2: padre OA - madre AB, implica que hay sólo cuatro genotipos posibles en 
los hijos. 
 
 Padre Madre 
 
 OA AB 
 
 
 
 
 F1 OA OB AA AB 
 
SubgruposEl fenotipo A puede dividirse en dos subgrupos. Aproximadamente el 80% 
de los individuos del grupo A tienen el fenotipo A1 y el 20% restante el fenotipo A2. 
Entre estos dos subgrupos existen diferencias cualitativas y cuantitativas. Los 
individuos A1 producen antígeno A a partir de todas las cadenas H de tipo II (H1, H2, 
H3, H4). Los individuos A2 producen antígeno A solamente a partir de los 
precursores H1 y H2. Por lo tanto, los individuos A1 presentan más cantidad de 
antígeno A por eritrocito que los individuos A2. 
 Aproximadamente el 3% de los individuos A2 y el 25% de los individuos A2B 
producen un anticuerpo denominado anti A1. Este anticuerpo reacciona con los 
hematíes A1, pero no reacciona con los hematíes A2. Es posible que el anti - A1 
reaccione con el antígeno A que se forma a partir de las cadenas H3 y H4. 
Los hematíes pertenecientes al subgrupo A3, presentan un modelo 
característico de aglutinación cuando reaccionan con el suero anti - A: algunos de 
los hematíes son aglutinados mientras que otros no lo son, es decir, ofrecen una 
imagen de doble población. El fenotipo A3 presenta una frecuencia de 1:1000. 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 13
Subgrupos más raros de A son: Ax, Am, Aend, Ael y AFinn. Recientemente, 
aparece un subgrupo denominado Aint (A intermedio) que comparte ciertos 
caracteres con A1 y A2. El reconocimiento de variantes débiles del grupo A reviste 
importancia cuando se presentan reacciones transfusionales hemolíticas y en la 
práctica forense. Es importante la identificación de los donantes de sangre que 
pertenecen a estos subgrupos A con el objeto de evitar que sean erróneamente 
etiquetados como donantes del grupo sanguíneo O. Si se transfundiera sangre a 
uno de los subgrupos de A indicados a un receptor del grupo O, podría tener lugar 
una reacción transfusional. 
Los subgrupos de B son menos comunes. Entre ellos: B3, Bx, Bm y Bel, pero 
de muy baja frecuencia. 
 
Fenotipo A1 A2 
Frecuencia 80% 20% 
Sustancia precursora H1 
H2 
H3 
H4 
H1 
H2 
Número de sitios antigénicos en el 
eritrocito 
850.000 240.000 
Anticuerpo presente en el suero Anti - B Anti - B 
Anti - A1 
(3%) 
 
Anticuerpos del sistema ABO 
 
 Los anticuerpos anti A y anti B, son producidos por individuos que carecen 
de los antígenos A y B respectivamente, de acuerdo con la regla que un antígeno y 
su anticuerpo correspondiente nunca se encuentran juntos en la sangre de la 
misma persona. Dichos anticuerpos son predominantemente del tipo IgM y también 
(menos frecuentes y de carácter inmunogénico), del tipo IgG. 
Este tipo de anticuerpos, puede ser producido por individuos del grupo O. 
Los anticuerpos del sistema ABH, son denominados "naturales", ya que 
aparecen en las primeras etapas de la vida extrauterina, por exposición a antígenos 
ubicuos presentes en superficies bacterianas y ciertos tipos de alimentos, que 
tienen una composición similar a los antígenos presentes en la membrana de los 
eritrocitos y producen inmunización. Lógicamente, el reconocimiento primitivo de lo 
propio a cargo del sistema inmunológico, hace que los anticuerpos que se 
produzcan no sean de los antígenos correspondientes al mismo individuo. 
El anti A - B perteneciente al grupo O, no es una simple mezcla de anti - A 
y de anti - B sino que es un tercer anticuerpo que presenta reacción cruzada con un 
antígeno presente en los hematíes A y B; este antígeno es denominado complejo A, 
B o antígeno C. 
Los anticuerpos del sistema ABH, pueden reaccionar a la temperatura 
corporal y activar al complemento, causando una rápida destrucción intravascular 
de los hematíes. 
El anti - H puede presentarse como un autoanticuerpo natural en el suero 
de individuos A, A - B o B, o bien como un aloanticuerpo en el plasma de los 
individuos del fenotipo Bombay. En este caso, su rango térmico es elevado lo cual, 
junto con su capacidad para fijar el complemento, hace que el anticuerpo anti - H 
sea clínicamente significativo; por lo tanto, los individuos Bombay, sólo pueden ser 
transfundidos con sangre de otros individuos pertenecientes a dicho fenotipo. 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 14
 
Grupo 
Sanguíneo 
Frecuencia Fenotipo Genotipo Anticuerpos 
AB 4% AB AB (HH o Hh) No presenta 
A 43% A AA o AO (HH o 
Hh) 
Anti - B 
B 9% B BB o BO (HH o 
Hh) 
Anti - A 
O 44% O OO (HH o Hh) Anti - A 
Anti - B 
Oh (Bombay) Muy baja O AA o AO (hh) 
BB o BO (hh) 
AB (hh) 
Según los casos: 
Anti - A 
Anti - B 
Siempre: Anti H 
 
Grupos sanguíneos y enfermedad 
 
 Existen algunos ejemplos sumamente interesantes de la asociación de los 
grupos sanguíneos con enfermedades humanas. Por ejemplo, es más probable que 
las personas del grupo A presenten carcinoma de estómago o anemia perniciosa 
que las del grupo B u O, mientras que los secretores del grupo sanguíneo O son 
más propensos a la úlcera duodenal. No se ha aclarado la base celular de estas 
interesantes observaciones. Si bien ha habido muchas especulaciones acerca de la 
susceptibilidad relativa de personas con diferentes grupos sanguíneos a las 
enfermedades infecciosas comunes como base para la distribución de grupos 
sanguíneos para las diferentes poblaciones, se dispone hasta el momento de 
escasos datos concretos que confirmen esta fascinante hipótesis. Ejemplo de esto 
es que, en estudios recientes realizados, se demostró una relación entre el cambio 
de la expresión de los antígenos ABH en células gastrointestinales y el desarrollo de 
cáncer en este tejido. 
 Las células gastrointestinales normales presentan estructuras 
glicoesfingolipídicas que son propias de los antígenos ABH, las cuales confieren 
propiedades biológicas esenciales, dirigen el recambio y el tráfico transcelular y 
tienen gran importancia para la interacción entre las células durante el desarrollo, 
crecimiento y diferenciación. Está descripto que la glicosilación aberrante es un 
atributo común del crecimiento neoplásico y uno de los principales determinantes 
del fenómeno relacionado con el cáncer, como es el crecimiento invasivo o la 
metástasis. La alteración de los antígenos ABH específicos en células epiteliales de 
aparato digestivo es una evidencia inmunoquímica del compromiso genético que 
acompaña a la transformación neoplásica. 
 
Los antígenos ABH en secreciones 
El gen secretor 
 
Los antígenos A, B y H se hallan en el plasma, en la saliva, semen y en otros 
líquidos orgánicos. Su presencia en esos líquidos está controlada por el gen 
secretor, Se, que es autosómico dominante, diferente del gen que determina a los 
grupos sanguíneos. Las sustancias A, B y H se hallan en el plasma de todos los 
individuos independientemente que sean secretores o no, pero son mucho más 
abundantes en el plasma de los secretores. El 80% de los individuos caucasoides 
heredan el gen Se y son llamados secretores (genotipos SeSe, homocigotas y Sese, 
heterocigotas). El 20% restante no son secretores (genotipo sese). No se ha 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 15
identificado ningún producto específico del gen Se, aunque se sabe que el gen Se 
regula la formación de la sustancia H en las secreciones y en el plasma. 
 Así, un secretor del grupo A tiene sustancias A y H en sus líquidos 
orgánicos. Los no secretores (sese) no tienen sustancias ABH en sus secreciones. 
Se puede determinar si un individuo es secretor demostrando la presencia 
de sustancias de grupo sanguíneo ABH por ejemplo en su saliva, semen u otros 
líquidos biológicos (caso María Soledad). La determinación de secretores tiene 
escasa importancia tanto clínica como de laboratorio, pero puede ser útil en la 
determinación del grupo sanguíneo ABO de un individuo si el grupo de sus hematíes 
no es concluyente. Si se quieren estudios más profundos, también existen en los 
líquidos orgánicos las sustancias de otros sistemas de grupos sanguíneos. Esto 
tiene mucha utilidad en medicina forense. 
 
Genes heredados H, A, Se H, A, sese (no 
secretor) 
Sustancia de grupo sanguíneo en las 
secrecionesH y A Ninguna 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 16
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 17
SISTEMA RHESUS 
 
Representa otro sistema de antígenos de eritrocitos, que no está 
químicamente caracterizado. En 1940 Landsteiner y Wiener efectuaron 
comunicaciones en el sentido que si inyectaban eritrocitos de mono Rhesus a 
conejos o cobayos, estos animales producían un anticuerpo que, después de su 
absorción, aglutinaban los eritrocitos de un 85% aproximadamente, de personas 
norteamericanas de raza blanca. Denominaron a este anticuerpo anti - Rh (Rhesus) 
y el antígeno que se detectaba recibió el nombre de antígeno Rh. Poco antes de 
esto Levine y Stetson habían encontrado un anticuerpo en el suero de una mujer 
del grupo O, que antes no había sido transfundida, que presentó una reacción 
después de recibir una transfusión de sangre del Grupo O de su marido. Más tarde 
la paciente dio a luz un feto macerado, y estos autores sugirieron que había 
producido un anticuerpo para un antígeno eritrocítico fetal heredado del marido. Al 
parecer los anticuerpos humanos y animales eran idénticos, y por lo tanto se 
aceptó el nombre de anti - Rh para el anticuerpo humano. Más tarde se vio que los 
dos anticuerpos no eran iguales y por tal motivo continuó denominándose anti - Rh 
al anticuerpo humano y se le dio el nombre de anti - LW al anticuerpo animal en 
honor a Landsteiner y Wiener, sus descubridores. 
Los antígenos del sistema Rh son algunas veces responsables de reacciones 
por transfusión menos severas que el ABO. Son proteínas y rara vez se encuentran 
en el medio, de modo que los anticuerpos preformados son raros. Los genes que 
codifican los antígenos del sistema Rh están localizados en el brazo corto del 
cromosoma 1. 
El sistema Rhesus está constituido por unos 40 antígenos distintos, 5 de los 
cuales revisten importancia especial. 
Existen dos nomenclaturas para designar los distintos antígenos del sistema 
Rh: 
a) La de Fisher - Race que se basa en la suposición que se heredan de cada 
progenitor tres genes situados en locus muy próximos o dicho de otra forma, 
tres sitios correspondientes a genes diferentes estrechamente ligados que 
intervienen en la producción de los antígenos Rhesus. Los pares de alelos más 
comunes que pueden ocupar dichos locus, se designan con los signos Dd, Cc y 
Ee; cada gen codifica un antígeno específico dando origen a los antígenos D, C, 
c, E y e a excepción del d (alelo silencioso), del que no se conoce producto. El 
más inmunógeno es el antígeno D; por lo tanto, la presencia o ausencia del 
mismo determina si un individuo es Rh(+) o Rh(-). Dado que D es el antígeno 
Rhesus más potente, anti - D es el anticuerpo que se produce más 
comúnmente. Anti C es relativamente raro y es más común que se produzca 
con anti - D. El término que se utiliza habitualmente de Rh positivo se refiere a 
células que reaccionan con anti - D. 
b) Según Wiener, la terminología se basa en la herencia de un solo gen, 
compuesto por múltiples alelos de un locus único procedente de cada 
progenitor. Cada gen tiene una estructura en mosaico que comprende un 
número variable de antígenos sanguíneos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 18
 
Fisher – Race 
Wiener 
 
3 genes estructuralmente unidos, heredados de cada progenitor. 1 gen Rh, 
heredado de cada progenitor 
 
 
 D * d * alelo silencioso 
R1 * r * 
 C * c * 
 E * e * 
 
 
 
 
 
 c D 
 e 
 
 C R1 
 E Gen en mosaico que 
 codifica múltiples 
factores 
 CROMOSOMA 1 sanguíneos 
CROMOSOMA 1 
 (brazo corto) 
(brazo corto) 
 
 
 
Genes 
F - R Wiene
r 
Antígenos Frecuencia génica 
cde 
Cde 
cdE 
CdE 
cDe 
CDe 
cDE 
CDE 
r 
r’ 
r’’ 
ry 
R0 
R1 
R2 
Rz 
rh 
rh’ 
rh’’ 
rhy 
Rh0 
Rh1 
Rh2 
Rhz 
38% 
1% 
1% 
muy raro 
2% 
40% 
16% 
0,08% 
 
Variantes 
 
Existe una variante débil del antígeno D (en menor importancia C o E), 
denominado Du (Cu o Eu). Se encuentra en algunos individuos, aunque raros, 
en cuyas células faltan algunos (- D -) o todos (---) los antígenos Rh. En estos 
últimos casos, el estado se denomina Rh - nulo. Dichas células tienen un tiempo de 
sobrevida corta y quizás poseen un defecto estructural básico en su membrana. 
Estas células son útiles para el estudio de la anemia hemolítica autoinmune. 
 
Antígeno Du 
 
Es una variante débil del antígeno D, poco frecuente entre los individuos 
caucasoides, pero común entre los individuos de raza negra (22%). 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 19
Los hematíes Du generalmente dan reacciones débiles o negativas con el 
anticuerpo anti - D, siendo detectados gracias a la prueba indirecta de la 
antiglobulina (Coombs). 
Los hematíes Du pueden ser clasificados de acuerdo a tres categorías: 
 
a) Variante Du: Presenta una estructura que consta como mínimo de 4 partes; si 
faltan una o más partes del antígeno, el resto puede tener una expresión débil. Por 
esta razón los individuos que pertenecen a dicha variante, deben ser transfundidos 
con sangre Rh(-). Los centros de transfusión sanguínea efectúan la prueba para el 
factor Du a todos sus donantes Rh(-), ya que la sangre de un Du inyectada a un 
receptor Rh (-) puede producir un este último una sensibilización del mismo al 
antígeno D. 
 
 Antígeno D 
normal 
 
 
 Variante Du. Falta parte del 
antígeno D. 
 
b) Du adquirido: La herencia del gen C en posición trans con relación al gen D (Ej. 
: dCe/DcE), tiene como resultado una expresión débil del antígeno D en los 
hematíes (Du); los individuos que presentan estas características no producen anti 
– D si reciben sangre Rh (+) 
 
GENOTIPO DCe/dce 
GENOTIPO Dce/dCe 
 
 
 C en posición cis con respecto a D C en 
posición trans con respecto a D 
 
 
 Expresión normal del antígeno D 
Fenotipo débil Du 
 
c) Du hereditario: Algunos individuos Du no pueden ser clasificados como Du 
adquirido, ni como variante Du, puesto que si bien poseen el antígeno D completo, 
éste está débilmente expresado 
desconociéndose la causa de este hecho. 
 Antígeno D 
normal 
 
 
 Du hereditario. Menor expresión antigénica 
 
 
Hematíes con delección Rh (-D-) y Rh nulo (---) 
 
 De los hematíes que no poseen los antígenos dependientes de los locus C y 
E, se dice que presentan delección (-D-). El número de lugares antigénicos D está 
aumentado en estos hematíes, y por lo tanto el anti – D de tipo IgG puede 
aglutinarlo. 
 De los individuos que no expresan ninguno de los antígenos del sistema 
Rhesus en sus hematíes, se dice que tienen Rh nulo (---). Los eritrocitos de estos 
individuos tienen alterado el transporte de Na+ y K+. Esto da lugar a una anemia 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 20
hemolítica caracterizada por estomatocitosis, esferocitosis y aumento de la 
fragilidad osmótica. 
 
 Delección de Rh (-D-) Rh nulo (---) 
Morfología de los 
hematíes 
Normal 
 
 
 
 
 
Esferocito 
 
 
 
 Estomatocito 
 
 
 
 
 
Antígeno Rhesus Aumento del número deantígenos D por hematíes 
No se expresan los antígenos 
C, c, E, e ni D 
Supervivencia in vivo e 
in vitro 
Normal Reducida 
 
Anticuerpos del sistema Rhesus 
 
Son extraordinariamente importantes en medicina clínica. Los anticuerpos 
del sistema Rhesus se producen en forma de anticuerpos completos (IgM o 
incluso IgA), o lo que es más común, como anticuerpos incompletos (IgG) 
siendo estimulada su producción por transfusión o por embarazo. No activan al 
complemento debido a que la situación de los antígenos Rhesus en la membrana de 
los hematíes no permite la formación de dobletes de IgG necesarios para la 
activación del mismo. Los anticuerpos del sistema Rh pueden causar reacciones 
transfusionales y enfermedad hemolítica del recién nacido. 
Los anticuerpos completos son anticuerpos salinos porque aglomeran los 
hematíes suspendidos en una solución de NaCl o en un medio con alta 
concentración proteica y también reciben el nombre de anticuerpos bivalentes, 
aglutinantes o inmunes tempranos, porque son los primeros en aparecer; son 
detenidos por la placenta intacta y el papel que desempeñan en la eritroblastosis 
fetal es secundario. 
Los anticuerpos incompletos son también llamados de bloqueo, 
monovalentes, de albúmina, conglutinantes e hiperinmunes; producen 
aglomeración solamente cuando en lugar de una solución salina, se emplea un 
medio adecuado de proteína. Son de aparición tardía, pasan fácilmente a través de 
la placenta intacta y desempeñan un papel muy importante en la eritroblastosis 
fetal. 
Los anticuerpos del tipo IgG se combinan con los sitios del antígeno en la 
superficie del eritrocito pero son demasiado pequeños como para causar 
aglutinación a menos que el estado normal de repulsión entre los eritrocitos (ver 
potencial zeta), se encuentre reducido por descenso de la carga negativa. Esto 
puede lograrse si se trata a las células con ciertas enzimas proteolíticas (por 
ejemplo tripsina, papaína, ficina, etc.) o si se suspenden las células en albúmina 
bovina al 20 o 30%. Esta última actúa elevando la constante dieléctrica del medio 
eritrocítico. 
 El medio estándar para demostrar la presencia de los anticuerpos 
incompletos es la prueba de Coombs. 
 
 
 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 21
Anemia hemolítica aloinmunitaria 
 La anemia hemolítica inducida por inmunización de un individuo con 
antígenos eritrocitarios de otro, se conoce como anemia aloinmunitaria. Los 
antígenos de las células del donador no están presentes en los eritrocitos del 
receptor y, por lo tanto, se reconocen como extraños por el sistema inmunitario. En 
consecuencia se generan anticuerpos contra los eritrocitos del donante. 
 Este tipo de destrucción inmunológica es característico de las reacciones 
transfusionales y de la enfermedad hemolítica del recién nacido. 
 
Enfermedad hemolítica del recién nacido 
Consideraciones generales 
 
 Es una enfermedad aloinmunitaria de los recién nacidos que lleva a la 
destrucción eritrocitaria durante la vida fetal y neonatal causada por 
incompatibilidad materno – fetal de grupos sanguíneos, debido a los anticuerpos 
para los antígenos de los eritrocitos que pasan de la madre al feto durante el 
desarrollo intrauterino. 
 En el 95% de los niños, la especificidad del anticuerpo se dirige contra los 
sistemas ABO y Rh. Aunque se han descripto diferentes anticuerpos, 
aproximadamente el 95% de los enfermos tienen anticuerpos IgG para el antígeno 
Rh0 (D). Esto anteriormente causaba la enfermedad en uno de cada 180 recién 
nacidos caucásicos. 
 
Fisiopatología y Patogenia inmunológica 
 
 Para que ocurra EHRN deben reunirse cuatro condiciones: 
1. La madre debe haberse expuesto a antígenos eritrocitarios que ella no posee. 
2. La madre debe producir anticuerpos contra los antígenos extraños. 
3. El anticuerpo de la madre debe ser capaz de cruzar la placenta y entrar en la 
circulación del feto. 
4. El feto debe poseer el antígeno que provocó la sensibilización de la madre. 
 
La madre puede haberse expuesto a los antígenos eritrocitarios extraños 
por: 
 embarazos anteriores, incluyendo abortos, 
 transfusiones previas 
 por la inyección de los productos de la sangre. 
La mayoría de los enfermos tienen anticuerpos IgG anti - Rh0 (D) producidos 
por una madre negativa al antígeno Rh0 (D) en respuesta a la sensibilización al 
mismo. Normalmente la placenta no permite el paso libre de eritrocitos de la 
circulación fetal a la materna, pero puede producirse en pequeñas cantidades. 
Asimismo, durante el nacimiento pueden pasar algunos eritrocitos a la sangre de la 
madre. El riesgo de sensibilización crece con el volumen de sangre. Si el sangrado 
materno – fetal es suficiente para estimular la producción de anticuerpos maternos, 
los subsiguientes embarazos implican riesgo de desarrollar EHRN. 
Durante la inmunización, la madre puede producir tres clases de 
inmunoglobulinas: IgG, IgM e IgA, pero sólo la IgG puede atravesar la placenta y 
causar EHRN. La IgG específica se transporta por un mecanismo activo a través de 
la placenta y por medio de su porción Fc causa la destrucción de la membrana de 
los eritrocitos fetales que poseen el antígeno Rh0 (D). 
Hay una tendencia general de la enfermedad hemolítica a respetar el primer 
niño, pero se vuelve más intensa con los niños subsiguientes. Obviamente, los 
niños sin Rh no son afectados. El fenotipo actual de Rh del lactante determina la 
gravedad de la enfermedad; por ejemplo los lactantes Rh0 (D) con el antígeno 
E están más gravemente afectados que los lactantes Rh0 (D), con el antígeno C. 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 22
Se ha sugerido pero no confirmado, que los factores genéticos influyen también 
sobre la respuesta de la madre al antígeno Rh0 (D). 
 
Características clínicas 
 
Las características clínicas son la anemia y la ictericia presentes cuando nace 
el niño o durante las primeras 24 horas y puede desarrollar complicaciones como 
resultado de esa anemia e ictericia. La más grave de las complicaciones es la 
insuficiencia cardíaca. 
Algunos lactantes fallecen in útero por hidropesía y maceración. Los que 
sobreviven están gravemente afectados y sólo viven hasta el tercer día 
presentando signos de daños al sistema nervioso central, debido al depósito de 
bilirrubina no conjugada en los ganglios basales. 
La sangre periférica muestra reticulocitos y eritroblastos circulantes, de 
donde derivó el antiguo nombre (ya no empleado) de eritroblastosis fetal. 
Para compensar la anemia, ocurre hematopoyesis extramedular en hígado y 
bazo, los cuales crecen anormalmente. Debido a la hemólisis, la bilirrubina libre (sin 
conjugar) aumenta, pero en el feto esta bilirrubina atraviesa la placenta y es 
excretada por la madre. Luego del nacimiento, el recién nacido debe conjugar y 
excretar la bilirrubina por sí mismo. En el neonato la concentración de albúmina 
para transportar la bilirrubina y la glucuronidasa hepática para conjugarla están en 
bajas concentraciones. Por lo tanto, pueden acumularse cantidades considerables 
de bilirrubina libre tóxica. Esta bilirrubina es soluble en lípidos y puede entrar con 
facilidad a las células de los tejidos por la naturaleza lipídica de las membranas. 
Este tipo de bilirrubina tiene mucha afinidad por los ganglios basales del sistema 
nervioso central y su exceso, puede provocar kernicterus, forma irreversible de 
lesión cerebral. 
Aproximadamente el 17% de las mujeres Rh negativas generan anticuerpos 
contra las células Rh positivas después del nacimiento de un hijo ABO compatible 
Rh positivo. 
En la incompatibilidad Rh, la hemoglobina de la sangre de cordón puede 
estar en el límite inferior normal al nacer (14 g/dl) y el niño no padece ictericia. 
Pero la hemólisis significativa que ocurre en las primeras 24 horas de vida 
extrauterina produce anemia grave, palidez, ictericia, hepato – esplenomegalia en 
los casos más graves, acompañado de insuficiencia cardíaca, edema y daño 
cerebral irreversible.La mayor parte de las incompatibilidades ABO ocurre en los lactantes grupo 
A o grupo B, con madre de grupo O. Esta produce suficiente IgG anti A y anti B, sin 
estimulación antigénica fetal, que pueden cruzar la barrera placentaria para destruir 
a los glóbulos rojos del feto. Contrariamente a lo que ocurre en la EHRN por Rh, en 
la EHRN por ABO desde el primer hijo puede afectarse debido a la sensibilización 
previa de la madre a sustancias análogas a los antígenos ABO, presentes en los 
alimentos y en el medio ambiente. La incompatibilidad ABO no es tan grave como la 
incompatibilidad Rh. Veinticuatro a 48 horas después del nacimiento, el niño está 
ictérico, la anemia es leve, la palidez es poco común, la hepato – esplenomegalia es 
poco notable, si la hay y el kernicterus es poco frecuente. 
 
Diagnóstico inmunológico 
 
El diagnóstico inmunológico se basa en las pruebas del padre, de la madre y 
del feto. Las pruebas rutinarias efectuadas en la madre incluyen la determinación 
del grupo sanguíneo del sistema ABH, tipificación Rh y una prueba de escrutinio de 
anticuerpos contra los eritrocitos para detectar anticuerpos anti - Rh IgG e IgM. 
Los anticuerpos deben ser titulados con métodos enzimáticos y con albúmina. 
Estas pruebas pueden tener que ser llevadas a cabo con cierta frecuencia en las 
madres con alto riesgo. 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 23
El grupo ABH y el subtipo Rh del padre deben ser determinados, ya que es 
importante conocer si es homocigota para el antígeno estimulante, el cual es el Rh0 
(D) la mayor parte de las veces. 
Los niveles de anticuerpos maternos anti - Rh son medidos en la actualidad 
y esto ha mejorado el tratamiento global con la disponibilidad de la amniocentesis. 
La misma está indicada en los siguientes casos: 
1. Cuando son primigrávidas con anticuerpos anti – Rh. 
2. Si la cifra de anticuerpos maternos en el suero llega a 1,5 µg/ml antes de las 35 
semanas de gestación. 
3. Para las mujeres previamente afectadas por otro embarazo si el valor de los 
anticuerpos maternos en el suero llega a 1 µg/ml antes de las 35 semanas de 
gestación. 
Debe examinarse el líquido amniótico para los anticuerpos anti - Rh y los 
pigmentos sanguíneos, ya que éstos, se correlacionan positivamente con los 
valores posteriores de hemoglobina del cordón umbilical, la gravedad de los 
síntomas y la supervivencia. Un nivel de anticuerpos en el líquido amniótico inferior 
a 0,2 µg/ml se halló asociado con un nivel de hemoglobina de la sangre del cordón 
umbilical superior a 110 g/l y con una enfermedad leve o moderada. Un nivel de 
anticuerpos del líquido amniótico por arriba de 0,6 µg/ml se encontró asociado con 
un nivel de hemoglobina en la sangre del cordón umbilical inferior a 80 g/l y 
enfermedad sintomática grave. 
Se requieren todas las pruebas serológicas en los eritrocitos del lactante y 
en el suero de la sangre del cordón umbilical. Una prueba indirecta con 
antiglobulina indica que hay anticuerpos sobre los eritrocitos, pero la intensidad de 
la reacción no es una indicación directa de la gravedad del padecimiento ni una 
indicación automática para su tratamiento. No se requiere ningún tratamiento en 
aproximadamente 40% de lactantes con una prueba directa positiva de 
antiglobulina. El nivel de hemoglobina de la sangre del cordón constituye la mejor 
guía para determinar la gravedad del padecimiento, indicando enfermedad grave 
los valores bajos (menores de 80 g/l). 
 
 
 
Tipificación Rh de la 
madre 
Antecedente
s 
Anticuerpos 
maternos 
anormales 
Investigaciones serológicas 
Rho (D) positiva Normales Nulos A. No se necesitan más 
pruebas 
 Sugestivos 
de 
enfermedad 
hemolítica 
Nulos B. Pruebas como en D. 
 Normales o 
sugestivos 
de 
enfermedad 
hemolítica 
Presentes C. Pruebas como en F. 
Rho (D) negativa Normales Nulos D. Prueba de anticuerpos: 
 A las 34 semanas de 
gestación 
 Durante el parto 
 A los 10 días del puerperio 
 12 semanas después del 
parto si el bebé es Rh 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 24
positivo 
 Sugestivos 
de 
enfermedad 
hemolítica 
Nulos E. Prueba de anticuerpos: 
 Cada mes desde las 28 
semanas del embarazo 
 A los 10 días del puerperio 
 12 semanas después del 
parto si el bebé es Rh 
positivo 
 Normales o 
sugestivos 
de 
enfermedad 
hemolítica 
Presentes F. Titulación de anticuerpos: 
 A intervalos de un mes 
 Durante el parto 
 A los 10 días del puerperio 
 Pruebas al padre y al hijo 
 
 
Diagnóstico diferencial 
 
La distinción principal que debe ser hecha es con la ictericia funcional del 
recién nacido, que no se presenta dentro de las primeras 24 horas después del 
parto (ocurre a los 2 – 3 días posteriores) y no tiene anormalidades serológicas 
asociadas. 
 
Tratamiento 
 
La transfusión es el tratamiento de elección en los lactantes gravemente 
afectados, empleando sangre compatible con los anticuerpos maternos que 
provocan la enfermedad. Con los enfermos diagnosticados mediante amniocentesis 
que no han progresado más de las 34 semanas de embarazo, la transfusión 
intrauterina se practica introduciendo los eritrocitos transfundidos en el interior de 
la cavidad peritoneal del feto. Esto sólo debe practicarse en centros hospitalarios 
especializados. Después de 34 semanas, los lactantes gravemente afectados son 
tratados mediante la inducción prematura del parto en la madre, para evitar más 
daño por la mayor cantidad de anticuerpos IgG maternos que normalmente se 
transfieren a los fetos durante las últimas semanas de embarazo. La transfusión de 
intercambio sanguíneo se hace después del parto con sangre compatible que 
reemplaza el 90% de la sangre del lactante. 
La transfusión de intercambio suprime la producción de los anticuerpos 
autólogos IgG e IgA, pero estimula la síntesis de los anticuerpos IgM. 
La prevención es posible en la actualidad en las mujeres Rh negativas (sin 
antígeno Rh) con una tasa de éxitos superior al 95%. Se funda en la observación 
que la administración pasiva de anticuerpos IgG anti – D inyectados antes de las 72 
horas después de la exposición a los eritrocitos con Rh0 (D), previene la 
sensibilización y la producción de anticuerpos. Se administran estos anticuerpos a 
las madres sin Rh en la cantidad de 100 µg de anticuerpos anti - D (2 ml) por vía 
IM (intramuscular), antes de que transcurran 60 horas después del parto. Los 
anticuerpos anti – D terapéuticos son gammaglobulinas inmunizantes 
Anti - Rh0 (D) humana. Este agente biológico se administra 24 horas después del 
parto y puede ser de utilidad administrarlo hasta 1 - 2 semanas después si su 
inyección rápida no es posible. Las mujeres sin Rh deben recibir 50 µg de 
anticuerpos IgG anti - D después de un aborto terapéutico o espontáneo. 
Los anticuerpos IgG anti - D terapéuticos se preparan a partir de plasma de 
madres inmunizadas con un título alto persistente, de hombres con anticuerpos anti 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 25
– Rh espontáneos o de donadores hombres voluntarios inmunizados contra 
eritrocitos con Rh0 (D). 
 
Transfusión de sangre 
 
La única indicación para la transfusión de sangre completa es la hemorragia, 
ya sea posterior a trauma, durante algún tratamiento quirúrgico o asociado a 
sangrado gastrointestinal masivo u otro sangrado. La tipificación sistemática de los 
tipos sanguíneos y la compatibilidad cruzada entre la sangre del donador y la del 
receptor son practicadas antes de la administración de cualquier producto derivado 
de la sangre que contenga eritrocitos. 
Los eritrocitos empaquetados se administran para restaurar la masa 
eritrocítica en los enfermos con anemias crónicas sin hipovolemia. Las ventajas de 
esta administración en lugar de la sangre total, incluyen las siguientes: 
 Más capacidad portadora de oxígeno con menor volumen. 
 Capacidad para fraccionar la sangre total en sus múltiples componentes 
reduciendo la administración concomitante de sodio, potasio, ácido láctico y 
anticuerpos deldonador. 
Las transfusiones de sangre no deben ser efectuadas como sustituto para 
una investigación completa de un enfermo con anemia, ni para evitar la corrección 
de anormalidades específicas, por ejemplo la deficiencia de vitamina B12 o 
deficiencia de hierro. 
Las indicaciones especiales para la transfusión de sangre son: 
 El requerimiento de sangre reciente en algunos pacientes con enfermedad 
hepática grave. 
 Coagulación intravascular diseminada. 
 Hemorragia refractaria a todo tratamiento. 
 Transfusión intrauterina. 
 Transfusión de intercambio en la enfermedad hemolítica del recién nacido. 
 Transfusión autóloga en los enfermos con grupos sanguíneos o anticuerpos muy 
raros y que están sujetos a tratamiento quirúrgico electivo. 
 
Autotransfusión 
 
La mayor parte de los riesgos de la transfusión sanguínea como la 
incompatibilidad, la aloinmunización, la inmunosupresión y la transmisión de 
enfermedades infecciosas desaparecen con la autotransfusión, a la vez que ayuda a 
mantener el abastecimiento del banco de sangre. 
Autodonación y predepósito: Se utiliza en cirugías programables que suelan 
necesitar transfusión, autodonando el paciente aproximadamente una vez por 
semana si lo tolera, mientras recibe suplementos de hierro. Se pueden conseguir 
hasta 6 unidades. Una variante de la misma es la hemodilución normovolémica en 
la que se extrae el paciente 24-48 horas antes de la intervención, una o dos 
unidades de sangre sustituyendo su volumen por soluciones coloides o cristaloides; 
con ello se mejora la microcirculación y se reduce la pérdida de hematíes en un 
volumen dado de hemorragia intraoperatoria. 
 
Reacciones de las transfusiones de sangre 
 
Son debidas a mecanismos no inmunitarios y debidas a mecanismos 
inmunitarios. Las primeras incluyen las anormalidades hemodinámicas debidas a la 
sobrecarga líquida, trastornos hemostáticos por transfusiones masivas, organismos 
infectantes en la sangre del donador (especialmente el antígeno HBs de la hepatitis 
y HIV del síndrome de inmunodeficiencia adquirida) y otras complicaciones 
incluyendo embolia y tromboflebitis. 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 26
 Las reacciones inmunitarias incluyen las reacciones alérgicas, la 
incompatibilidad de los eritrocitos, las incompatibilidades asociadas con los 
leucocitos, las plaquetas y las reacciones de los aloanticuerpos. 
Las reacciones más graves con hemólisis intravascular, usualmente son 
debidas a incompatibilidad ABH (ABO). El enfermo presenta fiebre, malestar, 
escalofríos y dolor de espalda poco tiempo después que comienza la transfusión, 
pudiendo entrar en choque. La insuficiencia renal aguda es el riesgo más grande. 
La causa más común de hemólisis extravascular es la incompatibilidad del 
antígeno Rh con los anticuerpos anti Rh0 (D) (anti – Rh). Los síntomas y signos son 
menos intensos y su comienzo puede ser más tardío. La insuficiencia renal aguda 
es menos común. Las reacciones retardadas de la transfusión por incompatibilidad 
Rh pueden no ser evidentes durante 4 - 14 días después de la transfusión. 
Las reacciones a los leucocitos y las plaquetas implican anticuerpos para el 
sistema HLA y otros aloantígenos de la membrana celular. Estas reacciones 
producen fiebre y escalofríos, pero habitualmente no causan otras complicaciones 
graves. Debe emplearse sangre especialmente preparada como eritrocitos pobres 
en leucocitos o congelados y lavados, cuando se transfunda a enfermos que están 
sensibilizados a estos antígenos. 
Los anticuerpos para las inmunoglobulinas séricas del hombre son hallados 
en ciertos enfermos y los anticuerpos anti - IgA son de importancia en medicina. 
Los enfermos con deficiencia selectiva de IgA o (rara vez) 
hipogammaglobulinemia, pueden elaborar anticuerpos anti - IgA. Estos anticuerpos 
incluyen diversas especificidades que reaccionan con la clase IgA, las subclases IgA 
y los alotipos IgA de anticuerpos. La exposición posterior de dicho enfermo 
sensibilizado a la sangre o productos de la misma que contengan IgA, puede 
producir reacción urticarial o hasta una reacción anafiláctica mortal. 
 
Riesgos del tratamiento transfusional 
 
En la práctica diaria un 2-5% de los pacientes transfundidos presentan una 
reacción transfusional clínicamente significativa, siendo excepcionalmente mortal. 
Las reacciones transfusionales se dividen en agudas o inmediatas y en diferidas: 
A) Reacciones transfusionales agudas: Suceden en las primeras horas de la 
transfusión, sobre todo en los primeros minutos. Su valoración y manejo compete 
al médico responsable del paciente. A veces son difíciles de diagnosticar y hay que 
tener un elevado índice de sospecha. Ante cualquier síntoma brusco que presente el 
paciente mientras se le está transfundiendo se debe detener la transfusión e 
investigar una posible reacción. Los principales tipos son: 
1. Reacciones hemolíticas. Pueden ser tanto agudas como diferidas y el 
mecanismo puede ser intra o extravascular. Una reacción hemolítica intravascular 
es una emergencia médica, siendo una causa importante de la mortalidad asociada 
a la transfusión. El mecanismo suele ser inmunológico y el motivo más frecuente es 
la transfusión de sangre incompatible, casi siempre por errores en la identificación 
del paciente o de la sangre. Otras causas de hemólisis aguda no mediada 
inmunológicamente son la contaminación bacteriana, la mezcla con fluidos no 
compatibles, excesiva presión en la infusión o un calentamiento excesivo de la 
unidad. El síndrome de hemólisis intravascular se inicia clínicamente con fiebre, 
desasosiego, escalofríos, dolor lumbar, disnea, hipotensión, hemoglobinuria, 
presencia de Hb libre en plasma, etc.; suele producir shock, fracaso renal, 
agravamiento de la anemia y coagulopatía de consumo. Las reacciones hemolíticas 
extravasculares agudas o diferidas son poco llamativas clínicamente, detectándose 
por datos de laboratorio, fundamentalmente anemización o pobres rendimientos 
transfusionales e hiperbilirrubinemia indirecta. 
2. Reacciones febriles no hemolíticas. Consisten en fiebre y temblores sin datos 
de hemólisis o sepsis, y son la causa más frecuente de reacción transfusional. Son 
más frecuentes en pacientes politransfundidos y están mediadas por aloanticuerpos 
contra antígenos leucoplaquetarios. 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 27
3. Reacciones alérgicas simples. Son bastante frecuentes y se deben a 
hipersensibilidad a proteínas plasmáticas. Consisten en erupción cutánea, prurito o 
urticaria; a veces pueden ser graves, con broncoespasmo o edema angioneurótico. 
4. Shock anafiláctico. Raro, pero puede ser mortal; aparece instantes después de 
haber iniciado la transfusión. Ocurre en pacientes con déficit de IgA o en pacientes 
con sensibilización previa a proteínas plasmáticas. 
5. Contaminación bacteriana. Rara, suele estar en relación con plaquetas o 
hemoderivados que se hayan tenido a temperatura ambiente. Es grave y suele 
conducir a shock séptico, siendo los microorganismos gramnegativos los más 
frecuentemente involucrados, sobre todo Pseudomonas, E. coli y Citrobacter. Ante 
su sospecha hay que realizar cultivos bacterianos del paciente y de la bolsa de 
sangre. Suele requerir soporte intensivo y antibióticoterapia. 
6. Sobrecarga de volumen. La transfusión rápida en pacientes ancianos o con 
enfermedades cardiovasculares que presentan anemia pero que tienen un volumen 
plasmático normal, puede producir sobrecarga de volumen e insuficiencia cardiaca. 
Se previene con transfusiones lentas o premedicación con diuréticos. 
7. Edema pulmonar no cardiogénico. Cuadro de origen desconocido y aparente 
naturaleza idiosincrásica, que aparece debido a la formación de agregados 
leucocitarios (leucoaglutininas) que se depositan en el pulmón. En caso de 
transfusión masiva se ha postulado el papel de los microagregados de leucocitos, 
plaquetas y fibrina que se infunden con la sangre almacenada. Requiere soporte 
intensivo y tratamiento con corticoides. 
8.Transfusión masiva. Término aplicado cuando se transfunden volúmenes de 
sangre próximos a la volemia del paciente en lapso corto de tiempo. Hay que vigilar 
posibles trombopenias y coagulopatías dilucionales que sólo requerirán reposición 
específica en casos graves o con sangrado significativo. La toxicidad por citrato y la 
hipocalcemia son raros, pero pueden ocurrir con la transfusión de grandes 
volúmenes de sangre en poco tiempo, sobre todo en pacientes con disfunción 
hepática; si aparecen se puede administrar 10 ml de gluconato cálcico al 10% por 
cada litro de sangre infundido. Otros posibles efectos a tener en cuenta son la 
hiperkalemia, hipotermia; y el distrés respiratorio, que se discute se pueda prevenir 
usando filtros para microagregados. 
B) Reacciones transfusionales diferidas. Son efectos transfusionales adversos 
que aparecen desde varios días hasta varios meses después de la transfusión. Si se 
sospecha su existencia debe comunicarse al banco de sangre. 
1. Mecanismo inmunológico. 
a) Hemólisis diferida. Suele ser debida a una respuesta anamnésica del paciente 
frente a antígenos eritrocitarios, o bien por transfusión de sangre en el límite de 
conservación. Suele ser asintomática, detectándose por descenso de la cifra de Hb 
días después de la transfusión. 
b) Enfermedad injerto contra huésped. Ocasionada por linfocitos viables, 
inmunocompetentes, transfundidos en algún hemoderivado a un receptor 
gravemente inmunocomprometido, como ocurre en los receptores de transplante 
medular o en pacientes con linfopenias importantes. Se debe prevenir solicitando 
en estos casos hemoderivados radiados. 
c) Aloinmunización. Se produce una sensibilización del receptor frente a 
antígenos eritrocitarios, leucoplaquetarios o plasmáticos, que pueden crear 
problemas en siguientes transfusiones: reacciones hemolíticas y dificultad en 
encontrar sangre compatible, refractariedad a plaquetas y reacciones alérgicas o 
anafilácticas. La aloinmunización contra leucocitos y plaquetas puede prevenirse 
usando filtros desleucotizadores. 
d) Púrpura transfusional. Trombopenia grave y autolimitada que aparece una 
semana después de una transfusión. Es rara y se debe a sensibilización frente al 
antígeno plaquetario PL A1. 
2. Transmisión de enfermedades infecciosas. Son responsables de gran parte 
de la morbimortalidad significativa asociada a la transfusión sanguínea. Todos los 
hemoderivados, a excepción de la albúmina y de las inmunoglobulinas, pueden ser 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 28
transmisores. El riesgo está directamente relacionado con el número de unidades 
de diferente donante transfundidas o utilizadas en la preparación de un 
hemoderivado. 
a) Hepatitis. Es la complicación infecciosa más frecuente, puede ser grave y de 
evolución tórpida. Debe investigarse cualquier signo de disfunción hepática 
aparecido hasta 6 meses después de una transfusión. Aunque la incidencia ha 
disminuido desde la introducción de pruebas que detectan anticuerpos contra el 
VHC, sigue existiendo un porcentaje de casos que no se detectan en los estudios 
serológicos (por estar en «período ventana»). Actualmente la causa más frecuente 
es la hepatitis C, aunque siguen detectándose casos de hepatitis B. La hepatitis A 
es rara y el papel de posibles hepatitis no A, no B y no C es insignificante. 
b) SIDA. Actualmente es casi excepcional pero todavía puede detectarse algún 
caso (en «período ventana»). 
c) Infección por citomegalovirus (CMV). Es uno de los agentes infecciosos más 
frecuentemente transmitidos por transfusión, al reactivarse el virus que suele estar 
latente en los leucocitos de algunos donantes. Tiene importancia en pacientes 
inmunosuprimidos como neonatos o receptores de transplantes. Se puede prevenir 
usando sangre CMV negativa, filtros desleucocitadores y en algunos casos 
inmunoglobulina anti - CMV. 
d) Otros. Excepcionalmente paludismo, mal de Chagas, lúes, etc. 
C) Sobrecarga de hierro. Puede aparecer en pacientes crónicamente 
transfundidos. Se puede prevenir con quelantes del hierro. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 29
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 30
Rol del laboratorio 
 
 El bioquímico hematólogo es el encargado de efectuar las pruebas que 
aseguren el éxito de la transfusión. Las más comunes son: 
 Grupo Sanguíneo (A, B, 0) 
 Factor (Rh) 
 Pruebas de Compatibilidad Cruzada 
 Prueba de Coombs 
 Detección de otros grupos, subgrupos, antígenos, anticuerpos y factores 
 Además, debe investigarse la inexistencia de agentes etiológicos de varias 
enfermedades transmisibles como: 
 HIV (SIDA). El temor a esta infección dio origen a la autotransfusión: que 
consiste en preparar 1.500 ml de sangre propia, extraída 3 semanas antes de 
una cirugía invasiva. 
 HBSAg (hepatitis B, también C y E) 
 Tripanosoma cruci (serología para Chagas) 
 Toxoplasma gondii (serología para toxoplasmosis) 
 Brucella abortus (serología para brucelosis) 
Treponema pallidum (serología para sífilis) y otras. 
 
Las diversas pruebas de laboratorio que deben tomarse en cuenta en la 
investigación de alguna reacción sospechosa debida a la transfusión se enumeran a 
continuación: 
 
Pruebas para detectar hemólisis: 
 
 Valor de hemoglobina en plasma aumentado 
 Hemoglobinuria 
 Valor de haptoglobina en plasma reducido 
 Methemalbuminemia 
 Hiperbilirrubinemia 
 
Pruebas para la coagulación intravascular diseminada 
 
 Reducción del número de plaquetas 
 Valor de fibrinógeno bajo 
 Presencia de los productos de degradación del fibrinógeno 
 
Estudios serológicos 
 
Eritrocitos 
 
 Nueva tipificación de los eritrocitos del donador y del receptor 
 Prueba directa con la antiglobulina sobre los eritrocitos del enfermo 
 Prueba indirecta con la antiglobulina 
 Pruebas cruzadas: 
1. Eritrocitos del enfermo más plasma del donador 
2. Eritrocitos del donador más plasma del enfermo 
 
 
Leucocitos y plaquetas 
 
 Tipificación de los HLA del enfermo y del donador 
 Anticuerpos citotóxicos (específicos anti - HLA e inespecíficos) 
 
 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 31
Anticuerpos antiinmunoglobulinas: 
 
 Anticuerpos anti – IgA y anti – IgG 
 
Otras: 
 
 Medición de la función renal 
 Estudios del complemento 
 Hemocultivo (en medio aerobio y anaerobio) 
 
La prevención de las reacciones a las transfusiones de sangre total 
depende de los procedimientos adecuados de los bancos de sangre. No obstante, a 
pesar de todas las precauciones, las reacciones no hemolíticas ocurren en un 
promedio del 45% de los enfermos transfundidos. 
La primera etapa en el tratamiento de un enfermo con probable reacción a la 
transfusión, es detener la misma, evaluar al paciente, y si la reacción es muy 
intensa, administrar antihistamínicos, corticosteroides o agentes vasopresores, 
dependiendo del tipo de la reacción. Se debe hacer el máximo esfuerzo tendiente a 
mantener un volumen circulante efectivo y una eliminación de orina adecuada. 
Puede requerirse hemodiálisis para la insuficiencia renal grave. 
 
Sensibilización – aglutinación 
 
 La interacción antígeno – anticuerpo puede ser detectada por diversas 
técnicas serológicas. Las más utilizadas tienen como resultado la hemólisis o la 
aglutinación de los hematíes. 
 Se produce hemólisis si se activa la secuencia completa del complemento 
después de la interacción antígeno – anticuerpo. La aglutinación de los glóbulos 
rojos es el indicador de la reacción antígeno – anticuerpo más comúnmente usado. 
 
Sensibilización: Proceso por el cual el anticuerpo se une al antígeno en la 
superficie del eritrocito. 
 
 
Aglutinación: Tiene lugar cuando el anticuerpo 
fijado se une a los hematíes adyacentes formando 
grumos. Para que la sensibilización produzca 
aglutinación visible es preciso que la porción Fab del 
anticuerpo pueda unirse a los hematíes adyacentes,para lo cual éstos deben estar lo suficientemente 
próximos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La sensibilización por IgG no produce 
aglutinación debido a que la molécula de 
anticuerpo es pequeña para cubrir la distancia 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 32
entre los glóbulos rojos. La molécula de IgM puede causar aglutinación con 
facilidad. 
 Para que tenga lugar la aglutinación deben ser vencidas las fuerzas de 
repulsión que normalmente mantiene separados a los eritrocitos. 
 
Teoría del potencial Zeta 
 
 Existen varias teorías para explicar por qué los hematíes no aglutinan en 
condiciones normales. La teoría del potencial Zeta, es la más aceptada. 
 La superficie de los glóbulos rojos tiene carga eléctrica negativa debido a las 
moléculas de ácido siálico de la membrana. Cuando los hematíes están en 
suspensión en soluciones que contienen iones libres, los cationes son atraídos por 
las cargas negativas de la superficie del glóbulo rojo, de modo que se forma una 
nube iónica positiva alrededor de los 
glóbulos rojos que, por estar constituida 
por cargas eléctricas del mismo signo, 
creará una repulsión entre los 
eritrocitos. Esta repulsión se conoce con el nombre de potencial Zeta. 
 El potencial Zeta puede ser alterado por la variación de la carga de los 
hematíes, o por la variación en la concentración de cationes libres en el medio de 
suspensión. Los cambios indicados pueden afectar a la sensibilización y a la 
aglutinación. 
 Si se disminuye la densidad de la nube de cationes, los anticuerpos pueden 
acercarse más fácilmente a la superficie de los hematíes, favoreciendo así a la 
sensibilización de los mismos. 
 La reducción del potencial Zeta permite un mayor acercamiento entre los 
hematíes, con lo cual se facilita la aglutinación. 
 
 1 – àcido siálico separado mediante 
enzimas 
 
Las enzimas separan algo de las 
cargas negativas de los glóbulos rojos, lo 
cual da lugar a una nube de cationes más 
pequeña. La densidad de la nube 
disminuye, y consecuentemente, el 
potencial Zeta también. 
 
 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 33
2 – Introducción de albúmina bipolar 
 
La albúmina dispersa a algunas de las cargas positivas situadas alrededor 
de los glóbulos rojos, por lo tanto, habrá menos cationes rodeando a los 
hematíes y el potencial Zeta 
disminuirá. 
 
Ejemplo: 
 
Si se mezclan los eritrocitos que contienen el antígeno A con suero que 
contenga anti - A, tiene lugar la interacción del antígeno con el anticuerpo. Primero 
el anticuerpo se combina con el antígeno; luego se produce la aglutinación de las 
células. No se producirá aglutinación visible si la distancia entre las células 
individuales es mayor que la longitud del anticuerpo adherente. Los eritrocitos 
tienen carga negativa y dado que las cargas iguales se rechazan, están separados 
normalmente entre sí. Cuando están suspendidos en solución fisiológica, los iones 
Na+ y Cl- forman una doble capa eléctrica alrededor de cada célula. Los iones Na+ 
con carga positiva son atraídos por la carga negativa de la célula y forman la capa 
interna, y los iones Cl- con carga negativa forman la capa externa. Esto reduce la 
fuerza de repulsión entre las células individuales. El potencial eléctrico que se 
desarrolla entre la carga negativa de las células y las capas iónicas es lo que se 
conoce con el nombre de potencial Zeta, y debe ser superado para que se produzca 
la aglutinación. El potencial Zeta es de magnitud suficiente como para mantener un 
espacio de aproximadamente 1.000 Å entre los eritrocitos. El anticuerpo IgM tiene 
alrededor de 1.000 Å de longitud y, por lo tanto, puede aglutinar a los eritrocitos 
suspendidos en solución fisiológica. 
Los anticuerpos anti - A y anti - B que se producen naturalmente son del tipo IgM y, 
en consecuencia pueden ser clasificados como anticuerpos "salinos", porque pueden 
demostrar su acción en un medio salino. Los anticuerpos anti - A y anti - B 
inmunes, al contrario de los naturales, pueden ser del tipo IgG y, por lo tanto, 
requieren otros métodos para demostrar su presencia (Coombs). 
 
Factores que influyen sobre la sensibilización de los hematíes 
 
1. Proporción relativa del antígeno y del anticuerpo. 
2. pH del medio donde se produce la reacción. 
3. Temperatura. 
4. Potencial iónico del medio. 
 
1. Proporción relativa del antígeno y del anticuerpo 
 
Es más probable que se produzca la sensibilización cuando el anticuerpo se 
halla en concentración elevada. Esto puede lograrse aumentando la proporción de 
suero (que contiene el anticuerpo) en relación con los hematíes (que contienen el 
antígeno). 
 
2. pH del medio donde se produce la reacción 
 
El punto isoeléctrico de la mayoría de los anticuerpos es aproximadamente 
7,5. A un pH inferior al punto isoeléctrico el anticuerpo tiene carga positiva. Esto 
facilita su unión con los eritrocitos (carga negativa). Por esta razón el pH óptimo 
para la sensibilización está entre 6,5 y 7,5. 
 
3. Temperatura 
 
Las reacciones antígeno – anticuerpo son exotérmicas; por lo tanto, a 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 34
temperaturas más bajas la velocidad de reacción disminuye y existe menor grado 
de fijación de anticuerpo. Para acelerar la reacción, las pruebas de rutina se 
realizan a 37 °C 
 4 °C 
 
Cantidad de 
anticuerpo 37 °C 
fijado 
 
 
 
 tiempo 
 
 
La temperatura también puede afectar la accesibilidad del antígeno situado 
en la membrana del glóbulo rojo. Algunos anticuerpos del tipo IgM se fijan a sus 
correspondientes antígenos a temperaturas inferiores a 37 °C. Dichos anticuerpos 
se denominan anticuerpos fríos. 
Esta influencia de la temperatura se explica porque dependiendo de la 
misma, se producen cambios de configuración en el antígeno. 
A temperaturas más bajas, quedan expuestos más lugares antigénicos 
permitiendo un aumento de la fijación de IgM al glóbulo rojo. La mayoría de estos 
anticuerpos no tienen significación clínica alguna. Con objeto de evitar la 
interferencia de estos anticuerpos, las pruebas de compatibilidad pretransfusionales 
se efectúan a 37 °C, temperatura que permite detectar además a los anticuerpos 
clínicamente significativos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Efecto de 
la 
temperatura 
 Anticuerpos fríos 
 
 
 
 
 
4. Potencial iónico del medio 
 
Cuando los hematíes están en suspensión salina de bajo potencial iónico, la 
nube de cationes que rodea a los hematíes es menos densa que si éstos están 
suspendidos en suero isotónico normal. La concentración disminuida de cationes 
alrededor de los glóbulos rojos permite a las moléculas de anticuerpo tener más 
Coppo & Baez: Grupos sanguíneos 
 35
fácil acceso a los lugares antigénicos de la membrana eritrocitaria, aumentando así 
la tasa de sensibilización. 
 
Factores que influyen sobre la aglutinación de los eritrocitos 
 
1. Potencial iónico del medio 
2. Presencia de albúmina en el medio 
3. Tratamiento enzimático de los eritrocitos 
4. Temperatura 
5. Densidad del antígeno 
6. Agrupación y movilidad de los antígenos 
7. Características del anticuerpo 
 
 La aglutinación se produce cuando los hematíes están lo bastante próximos 
para permitir a una molécula de anticuerpo hacer de puente entre células 
adyacentes. Este proceso puede estar afectado por varios factores entre los que se 
incluyen las propiedades del medio utilizado para la suspensión globular y las 
características del antígeno y del anticuerpo. 
 
1. Potencial iónico del medio 
 
Si bien la sensibilización aumenta cuando los glóbulos rojos están en 
suspensión salina de bajo potencial iónico, la aglutinación de estos glóbulos rojos 
sensibilizados

Continuar navegando