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LA ENSEÑANZA DEL LENGUAJE COMO SABER UNIVERSITARIO: ESTUDIO EPISTEMOLÓGICO, DIDÁCTICO, TEXTUAL DEL CURSO “CONSTRUCCIÓN Y DIDÁCTICA DE LA LENGUA MATERNA” CARLOS ANDRÉS GARZÓN LINA MARIA GRAJALES DIANA MARITZA GUZMÁN UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE PEREIRA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACION LICENCIATURA EN PEDAGOGIA INFANTIL PEREIRA 2010 ENSEÑANZA DEL SABER UNIVERSITARIO: ESTUDIO EPISTEMOLOGICO, DIDACTICO, TEXTUAL DEL CURSO “CONSTRUCCION Y DIDACTICA DE LA LENGUA MATERNA” CARLOS ANDRÉS GARZÓN LINA MARIA GRAJALES DIANA MARITZA GUZMÁN Tesis de grado para optar al título Licenciatura en Pedagogía Infantil. Director (a): MARTHA CECILIA ARBELÁEZ GÓMEZ UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE PEREIRA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACION LICENCIATURA EN PEDAGOGIA INFANTIL PEREIRA 2010 NOTA DE ACEPTACION DEL TRABAJO DE GRADO ENSEÑANZA DEL SABER UNIVERSITARIO: ESTUDIO EPISTEMOLOGICO, DIDACTICO, TEXTUAL DEL CURSO “CONSTRUCCION Y DIDACTICA DE LA LENGUA MATERNA” Sustentado por: CARLOS ANDRÉS GARZÓN LINA MARIA GRAJALES DIANA MARITZA GUZMÁN Los suscritos Director y Jurado del presente trabajo de grado, una vez revisada la versión escrita y presenciado la sustentación oral decidimos otorgar La nota de: _____________________ Para constancia se firma en la ciudad de Pereira hoy _____ de Junio de 2010 El director: Martha Cecilia Arbeláez Jurado: María Victoria Álzate Tabla de contenido Pág. INTRODUCCIÓN 6 JUSTIFICACIÓN 7 ÁMBITO PROBLEMA 8 OBJETIVOS 9 MARCO TEÓRICO 10 Categorías de análisis 10 Las prácticas: practica objetivo y práctica fuente 10 Dimensión textual 12 Dimensión didáctica 13 Dimensión epistemológica 20 Didáctica de la lengua materna 21 Concepción del lenguaje 21 La Perspectiva de Vigotsky 23 La Perspectiva de Mercer 25 METODOLOGÍA 29 Tipo de investigación 29 Unidad de análisis 30 Indicadores 31 Caracterización del curso 36 Instrumentos 37 Procedimientos 37 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN 40 Secuencia didáctica 40 Impresión general del curso 41 El contrato didáctico 42 Problematización 43 Escenificación 46 Enfoque epistemológico del saber 47 Didactización 49 Practicas 51 ANÁLISIS DEL ESTUDIO DE LAS TRES DIMENSIONES 52 Dimensión didáctica 53 Dimensión Textual 62 Dimensión Epistemológica 68 CONCLUSIONES 73 BIBLIOGRAFIA 75 ANEXOS 78 6 1. INTRODUCCIÓN Este proyecto hace parte de un proyecto macro denominado “ENSEÑANZA DEL SABER UNIVERSITARIO: ESTUDIO EPISTEMOLOGICO, DIDACTIO, TEXTUAL”, de los autores Álzate, Gómez y Arbeláez (2009), financiado por la Vicerrectoría de investigaciones y extensión de la UTP. En el presente proyecto se estudia la naturaleza de los saberes enseñados en el programa académico de Licenciatura en Pedagogía Infantil, en el curso Construcción y Didáctica del Lengua Materna, partimos de la importancia de conocer la naturaleza de los saberes y su forma de transmisión, en el cual se pone en juego el rol del docente y su relación con dicho saber, es esta relación la que permite determinar el discurso, los recursos y las intencionalidades para hacer enseñable el curso de construcción y didáctica de la lengua materna. El discurso elaborado por la docente permite identificar aspectos relevantes que se dan en este proceso, como el desarrollo de las temáticas, la metodología utilizada y los enfoques teóricos desde los cuales fundamenta su discurso. Esta investigación busca mostrar que cada saber tiene una naturaleza propia, lo cual implica que la forma como se aborda y se enseña es única, al igual que el discurso que el profesor construye para hacer enseñable este saber. Por esta razón se considera esta investigación como una herramienta útil para todos aquellos que se encuentren involucrados en el proceso educativo universitario. 7 2. JUSTIFICACION La importancia de este proyecto radica en comprender como se trasmite el saber de la construcción y didáctica de la lengua materna, desde su misma naturaleza de conocimiento; de aquí que el discurso del profesor tiene un fin, el cual le permite pasar de un saber sabio a un saber enseñable, para posibilitar el aprendizaje desde contextos de significación que lo favorecen. La forma como el profesor construye ese discurso es el centro de esta investigación, ya que es imprescindible para comprender la naturaleza de la enseñanza de la lengua materna. Podemos decir entonces, que al hablar de un saber nos referimos también a ese saber fuente y objetivo, que no solo se construye en un “laboratorio” o espacio científico sino que también se construye por medio del discurso; lo cual se evidencia a través de la observación desde tres dimensiones: lo textual, lo didáctico y lo epistemológico. El aporte de esta investigación a la educación es mostrar que cada saber tiene una naturaleza propia, lo cual implica que la forma como se aborda y se enseña en este caso la lengua materna es único al igual que el discurso que el profesor construye para hacer enseñable dicho saber. Específicamente, los docentes universitarios se apoyan en saberes especializados y formalizados, que permitan construir un discurso del saber específico que sea enseñable, esta especialización es adquirida a través de una larga formación de alto nivel. De otra parte, lossaberes universitarios exigen autonomía y madurez, ya que no se tratan solo de conocimientos técnicos, a base de modelos, sino que al contrario exigen siempre un terreno de improvisación y de adaptación a situaciones nuevas y únicas que exige al profesional reflexión y sensatez, no solo para que pueda comprender el problema, sino organizar y aclarar también los objetivos deseados, y los medios que utiliza para alcanzarlos, desde los obstáculos y limitaciones que impone la enseñanza en el contexto universitario. 8 3. AMBITO PROBLEMA El lenguaje en la Licenciatura en pedagogía infantil, además de ser un núcleo que hace parte de la malla curricular, es considerado como un eje fundamental para la comprensión y re-construcción del conocimiento por parte de los estudiantes. Ahora bien, este saber no se aprende en abstracto, sino que requiere de procesos de enseñanza sistemáticos y organizados que le permitan al estudiante comprender sus implicaciones, como se dijo para su propio aprendizaje, pero también para su posterior enseñanza, entendida como práctica objetivo. Por ello se considera la necesidad de conocer, analizar e interpretar la naturaleza de la enseñanza de la Construcción y Didáctica de la Lengua Materna, desde la siguiente perspectiva: Todos los saberes enseñados en la universidad tienen su propia naturaleza, cuando se habla de la naturaleza de un saber se está haciendo referencia al para que y por qué de su enseñanza. Cada saber tiene unas características propias que permiten evidenciar que pasa detrás de lo que hace el profesor, cómo presenta el saber, cómo conjuga la teoría y la práctica, porqué se enseña de una determinada manera, qué restricciones se presentan, por ejemplo (la diferencia entre una clase de cinco horas y otra de tres, y cómo se enfrenta a un público numeroso y heterogéneo), todas estas inquietudes se sintetizan a través de los siguientes interrogantes ¿Cuáles son los supuestos epistemológicos cuando el profesor presenta el saber de construcción y didáctica?, ¿cómo comunica lo que sabe desde la didactización? y ¿cómo transforma lo que sabe desde la problematización?. Estas preguntas pueden encontrar sus respuestas a través del análisis de la información, la cual ayuda a identificar qué tipo de práctica se plantea en esta asignatura; qué las caracteriza en relación con el saber y con las estudiantes a las que se enseña, permitiendo reflexionar y entender los saberes, y en consecuencia develar los procesos de didactización. En este contexto se plantea la siguiente pregunta: ¿Cuál es la naturaleza de la enseñanza de la lengua materna de cuarto semestre, en la Universidad Tecnológica de Pereira en la Facultad de educación en el programa de Licenciatura Pedagogía Infantil? 9 4. OBJETIVOS 4.1 objetivo general: • Analizar y comprender la naturaleza de la enseñanza de la lengua materna, en la Universidad Tecnológica de Pereira, en la Facultad de educación en el programa de Licenciatura Pedagogía Infantil, a través de un estudio de las dimensiones epistemológica, didáctica y textual, con el fin de identificar el discurso desde el cual se aborda la naturaleza de este conocimiento. 4.2 objetivos específicos: • Describir el proceso de enseñanza del saber de la didáctica de la lengua materna de la Universidad Tecnológica de Pereira desde el punto de vista de las limitaciones y exigencias didácticas que contribuyen o no a la producción de un saber coherente que los estudiantes puedan volver a apropiar. • Analizar la relación entre el saber de la didáctica de la lengua materna, que se presenta como texto y textualidad y su saber enseñado. • Comprender desde un punto de vista "epistemológico" las modalidades de presentación de la validez del saber enseñado en la didáctica de la lengua materna. • Indagar desde un punto de vista "didáctico" como el saber de la didáctica de la lengua materna en la universidad está marcado por limitaciones pormenorizadas de la práctica del profesor universitario y de los estudiantes. 10 5. MARCO TEORICO Para indagar acerca de la naturaleza de la enseñanza del lenguaje materna, se abordará en primer lugar, lo que para este proyecto son la práctica fuente y objetivo, las categorías textual, didáctica y epistemológica y por último el sentido del saber desde la manifestación, la designación y la significación. Este apartado se retoma del proyecto macro denominado “ENSEÑANZA DEL SABER UNIVERSITARIO: ESTUDIO EPISTEMOLOGICO, DIDACTIO, TEXTUAL”, de los autores Álzate, Gómez y Arbeláez (2009). En segundo lugar, se abordará lo que se entiende por lenguaje en el contexto del curso “Construcción y didáctica de la lengua materna”, retomando esencialmente el documento de Arbeláez y Henao (2010), el artículo de Arbeláez (2008) sobre perspectivas constructivistas y las principales fuentes teóricas del curso, expresadas en el syllabus. 5.1 Categorías de análisis 5.1.1 Las prácticas: practica objetivo y práctica fuente La reflexión sobre la enseñanza universitaria, permite afirmar que al lado de la práctica del profesor y de la práctica de los estudiantes, otros horizontes prácticos entran en juego: los estudiantes exigen igualmente de la materia que en un primer momento, ella les permita el acceso a la continuación de sus estudios; y que en un segundo momento, ella responda a las exigencias del mundo del empleo y del trabajo y, más específicamente, al oficio o profesión al cual se dirige. Hay un efecto entonces, que se puede llamar una “práctica- objetivo”. Un estudiante de ingeniería mecánica, por ejemplo, tiene derecho a exigir legítimamente que su formación le permita convertirse ingeniero teniendo un dominio de las herramientas que le son necesarias para tal efecto. Además, hay una presión social que exige de los saberes enseñados que tomen en cuenta los elementos del saber sabio, que son inevitables en el mundo social intelectual. Esta presión asociada a lo que “debe ser visto” en un currículo semejante al currículo “socialmente aceptable”, es un fenómeno que sobrepasa de lejos las exigencias de los estudiantes, difícil de localizar precisamente. Así, Chevallard, Arsac, Martinand Tiberghien (1994), Chevallard (1991) y Bordet (1997), en su tentativa de comprenderlo y de abordarlo en detalle en el marco de sus investigaciones, han retomado un concepto que se había utilizado previamente, el de “noosfera”1. 1. Se puede señalar, en la genealogía del concepto de noosfera, la referencia al concepto popperiano de “tercer mundo” o “mundo tres”, desarrollado por Karl Popper (1979) 11 La noosfera designa esa entidad relativamente indefinida de la sociedad, esfera intelectual, que manifiesta su inconformidad cuando el saber enseñado es juzgado obsoleto o muy distante con relación al saber científico. Si se puede hablar de limitaciones asociadas a la práctica-objetivo, parece de manera evidente que lo que iría a determinar con más fuerza el saber enseñado serían las limitaciones asociadas a la práctica-fuente, esto es, la práctica de donde emerge el saber en cuestión. Esta práctica-fuente se busca y encuentra en los laboratorios científicos y en los centros de investigación, pero también en los múltiples lugares donde se teje la elaboración de diversos saberes: derecho, práctica de la medicina o la psicoterapia, o donde tiene lugar la creación artística y literaria, donde se inventa la gastronomía, etc. Porque todas estas prácticas hacen pesar o sentir sus exigencias sobre el saber que habrá de ser “transmitido”. Si se escribe transmisión entre comillas, es porque se aprecia antes que una transmisión, verdaderamente una reconstrucción y una nueva forma del saber que se cuestiona en la enseñanza de una disciplina. Se puede también pensar en otras limitaciones, más “institucionales, muy presentesen la relación que el profesor mantiene con el saber que enseña: el lugar del curso en cuestión en la trayectoria general del estudiantes, el título del curso impuesto por la institución con todas las exigencias relativas a los contenidos enseñados y lo que esto implica para el profesor. Un profesor está comprometido y a veces obligado a ofrecer tal o cual curso; e incluso si hay una relativa libertad en el título del curso, el saber que el tendrá que enseñar deberá organizarse en función de ese tema. Por lo tanto, a través de este estudio de descripción del saber enseñado, se intentará percibir la manera como todas estas limitaciones pueden hallarse sin contradicciones para producir un saber coherente, de tal forma que los estudiantes podrán volver a apropiarlo. A la par de las exigencias –las de la didactización para un profesor; del “oficio del estudiante”2 para los estudiantes se reconocen, y reconocen otras, que forman, por decirlo así, los dos “horizontes” de la práctica profesoral: las exigencias del saber tal como es producido por los científicos (cualquiera que sea la disciplina), y la de los 2 Expresión tomada de Alain Coulon. Ver: Le métier d´étudiant: l´entrée dans la vie universitaire, PUF, Paris, 1997. Para el autor, « la expresión (oficio del estudiante), evidentemente resulta paradójica, ya que la condición de estudiante es una categoría social provisional que tan solo dura unos años (…)” (1995:158). Aprender el “oficio de estudiante” en la universidad implica: “-el aprendizaje de la competencia como estudiante, a través de la manipulación de reglas;- el descubrimiento de los aspectos implícitos y mecánicos de los discursos y los razonamientos universitarios, y de sus reglas de clasificación; - la transformación de las reglas institucionales e intelectuales en acciones prácticas; el necesario descubrimiento de la practicidad de la regla como condición de la afiliación; -el descubrimiento de una temporalidad explícita de las reglas.” (p.162) 12 practicantes, “profesionales” a los cuales el estudiante deberá integrarse, una vez termine su formación universitaria. Para comprender el complejo agenciamiento de estas limitaciones que provienen de diferentes prácticas y que dan al saber enseñado su forma, se pretende entonces en este proyecto de investigación, analizar el saber universitario desde tres dimensiones: Textual Cuando el saber enseñado se presenta como un texto (se debe entender por este, tanto el texto escrito tal como se encuentra en los syllabus o programas que propone el profesor, como en el discurso de éste, el cual es, el con frecuencia, el más estructurado como un texto). Epistemológico, cuando el saber se da o se supone como valido. Didáctico, cuando el saber está marcado, por limitaciones que tienen que ver con la práctica del profesor y la de los estudiantes. No obstante, no se debe desconocer, que estos puntos de vista no pueden ser aislados unos de otros: las modalidades de validación podrían estar marcadas por las limitaciones didácticas y por la forma textual, la presentación didáctica sería, a su vez, dependiente de las limitaciones textuales y epistemológicas, etc. Sin embargo, para observar los cursos que se han seleccionado, como investigadores, hemos acogido previamente algunas herramientas desarrolladas por diferentes trabajos en didáctica, con el fin de utilizarlas para alcanzar el objetivo de este estudio, esto es, el de identificar las limitaciones y exigencias determinantes del saber tal como es el enseñado. La realización de este estudio implica entonces dotarnos de una serie de “indicadores” – o más exactamente de elementos bajo el supuesto (siguiendo diversos trabajos de los didactas) que podrán hacer aparecer lo que le da su forma al saber universitario. De estos indicadores o elementos se habla a continuación. 5.1.2 Dimensión textual La elaboración de la textualización en el aula de clase requiere de todo un sistema organizado y transformado de saberes que llevan al profesor a construir también su propio discurso. 13 El texto que usa el profesor es un texto continuo son ningún tipo de retroceso, cuando el profesor explica, realiza una serie de frases concatenadas que surgen a partir de un saber sabio que es el tema con el cual el profesor espera desarrollar todo su espacio, este saber posee limitaciones epistemológicas cuando el profesor no acude a la génesis de ese saber disciplinar, en ese momento el profesor pone en juego una serie de elemento lingüísticos para hacer su texto, ese que necesita para hacerse entender y lograr mostrar la interpretación del tema ordenado el mundo interno de los términos y del todo el lenguaje que se expone en su textualidad. El profesor tiene una intencionalidad clara o específica para elaborar su texto en conjunto con los estudiantes. En palabras de Brousseau el profesor hace una interacción con el medio y con el estudiante. En esta interacción el profesor usa elementos lingüísticos los cuales en determinados contextos poseen desde el mismo lenguaje unas limitaciones lingüísticas para ser transmitidos. El profesor espera desde su textualización ejercer un papel de validador del conocimiento, espera que su discurso sea verosímil pero además necesita que exista una devolución del mismo texto pues algunos términos matemáticos son complejos en su conceptualización. El profesor dentro de la clase al hacer la conceptualización les da a los conceptos desde un contexto la cohesión y la coherencia que le van a abrir el camino para su discurso, para su proceso de textualización. En este proceso los códigos asumen una intencionalidad, el proceso clarifica sus códigos desde el propósito que conforma su texto para luego hacer la interpretación de los conceptos que ha ido elaborando desde su formación como profesor. El profesor posee una serie de interpretaciones internas que conforma su mundo interno de conceptos. Ese mundo interno de conceptos ha sido construido culturalmente en los lugares donde él como profesor se ha ido formando, por lo tanto cuando el profesor va a transmitir una información se pone en juego una serie de elementos lingüísticos que él debe procesar o sea transformar para poder ser convertido en texto. 5.1.3 Dimensión didáctica Según Chevallard, la didáctica es un juego entre tres elementos: (docente, estudiantes, saber), siendo estos los componentes fundamentales para desarrollar el concepto de transposición, el cual se detiene particularmente en el análisis de la naturaleza del "saber", o más bien en las relaciones que el saber (saber enseñado) entabla con el saber a enseñar, el saber sabio. Es por 14 esto que Chevallad lo muestra de la siguiente manera “para que la enseñanza de un determinado elemento de saber sea meramente posible, este elemento deberá haber sufrido ciertas deformaciones, que lo harán apto para ser enseñado.3" Lo didáctico supone necesariamente un postulado epistemológico que indica que el saber puede ser secuenciado de acuerdo a un orden que le es propio, conforme a su estructura y la de la disciplina donde se produce, esa secuenciación se constituye en los pilares de lo didáctico. El peso relativo del referido postulado epistemológico puede ir desde un máximo si se trata de la teoría clásica de la enseñanza donde la presencia del saber es predominante a un mínimo, si se trata de la teoría moderna de la enseñanza donde predomina el sujeto. 5.1.3.1 Transposición didáctica y didactización Para el didacta el concepto de de transposición es “una herramienta que permite recapacitar, tomar distancia, interrogar las evidencias, poner en cuestión las ideas simples, desprenderse de la familiaridad engañosa de su objeto de estudio.", para el docente “las cosas ocurren de otro modo. El reconocimiento de la transposición didácticasupone resquebrajar su participación armoniosa en el funcionamiento didáctico.4” es por ello que sólo mediante la negación de ese espacio la enseñanza proporcionada aparece como cierta. Sin embargo, la transposición va más allá de la intención del docente: "Cuando el enseñante interviene para escribir esa variante local del texto del saber que él llama su curso, o para preparar su curso (es decir, para realizar el texto del saber en el desfiladero de sus propias palabras), ya hace tiempo que la transposición didáctica ha comenzado5" Es decir, la transposición no se da meramente a través del profesor, sino que es un proceso más largo, dentro del cual él se ve involucrado en un momento específico, en el momento de la redacción del texto del saber, realizada bajo la forma, entre otras posible, de notas del profesor. Con el concepto de transposición didáctica, Verret y Chevallard buscaron esclarecer una pregunta polémica: ¿qué distancia hay entre aquello que el 3 Yves Chevallard, La transposición didáctica, del saber sabio al saber enseñado, pág. 16. 4 Op.cit Pág. 16 5 Op.cit Pág. 21 15 sistema didáctico coloca bajo el título de saber y el saber de los matemáticos (denominado por Chevallard como “sabio”)? La pertinencia de esta pregunta es explicada por el mismo Chevallard, quien sostiene que un determinado elemento del saber (sabio) debe sufrir adaptaciones y transformaciones para convertirse en una versión didáctica del mismo, es decir, el objeto de saber se transforma para convertirse en objeto a enseñar. Incluso, luego de su designación como objeto a enseñar, continúa la transposición de éste, ahora como objeto de enseñanza, para luego convertirse en objeto enseñado. El concepto de transposición didáctica intenta dar cuenta de la manera como el “saber sabio” (el saber tal como es practicado en la disciplina del cual se origina) debe ser transformado, didactizado, con el fin de poder ser enseñado a los estudiantes, a las personas exteriores a la práctica de esta disciplina (Chevallard, 1985, 1991). Este proceso de didactización no concierne solamente a la formalización escolar del discurso científico, sino que también comienza desde la difusión de los resultados de las investigaciones por los científicos. Consiste en una larga purificación que apunta a que el “productor del saber despersonalice, descontextualice y destemporalice lo más posible sus resultados” (Brousseau, 1998:48), estos últimos se convierten así en comunicables en tanto que “saberes” y transformables luego en “saberes escolares” y “saberes universitarios”. Esta transformación de saberes, que las prácticas hacen emerger para convertirse en autónomos, va implicar varias consecuencias en la forma que toman estos saberes, consecuencias que Chevallard detalla con el nombre de “transposición didáctica”. Una de estas consecuencias particularmente importante, es hacer el saber programable, es decir, presentarlo no en el orden en el que ha sido establecido en la práctica de investigación, sino en el orden más adecuado para que él sea accesible al “debutante”. La concepción de Chevallard, concierne los procesos de transposición didáctica no tanto como una simplificación del saber proveniente del campo de la investigación, sino la de los saberes enseñados que serían el resultado de un “preparativo didáctico”, que lo haría diferenciarse cualitativamente de los saberes sabios. Se trata de un proceso a la vez inevitable y necesario en la enseñanza del saber. 16 En este contexto, parece claro el impacto que puede tener este elemento didáctico sobre el aspecto epistemológico del saber enseñado. Los tres ejes de trabajo indicados más arriba (textual, epistemológico y didáctico), se podrían considerar como tres perspectivas que aclaran cada una a su manera, un fenómeno complejo y único: la enseñanza de los saberes. La noción de didactización, puede no obstante, ser entendida de manera más amplia, como toda presentación del saber que procura facilitar su acceso a los estudiantes. Por ejemplo, cuando un profesor procura definir, explícitamente y uno a uno, los nuevos términos técnicos que utiliza en su curso, él se entrega a una operación que entra en el campo de la didactización, entendida esta en sentido amplio. En consecuencia, en este estudio, se estará atento, en las observaciones de los cursos elegidos, a estos fenómenos de didactización, en todos los sentidos del término. Se debe considerar entonces que dicha transposición es una ciencia de objeto real, que pasara a ser transformado a un objeto del conocimiento, tal cual lo plantea Chevallard refiriéndose al "proceso complejo de transformaciones adaptativas por el cual el conocimiento erudito se constituye en conocimiento u objeto a enseñar; y éste en objeto de enseñanza (o conocimiento enseñado)6”, esto quiere decir que el conocimiento científico deja de ser tan complejo, institucionalizándose a la comunidad escolar, cuya importancia reside en que se rompa la ilusión de comunicación entre el saber que se enseña y el conocimiento específico de la disciplina en el ámbito académico, que se irá dando poco a poco a través de estandartes del objeto del saber. 5.1.3.2 Contrato didáctico La noción de contrato sugiere el carácter explicito de la creación de una situación que involucra varias personas. Un contrato está firmado deliberadamente por diferentes partes. En el contrato didáctico, se construye de esta forma una relación que determina lo que cada una de las partes, el profesor y el estudiante, tendrá la responsabilidad de gestionar o administrar y como cada uno será responsable frente al otro. Se construirá entonces entre enseñante y enseñado una serie de expectativas más o menos recíprocas que entrañaran y legitimaran ciertos comportamientos. En este documento se ha hablado con cierto detalle, en los apartados dedicados a la explicitación, de lo que se entiende por “limitaciones”7; estas son 6 Op.cit Pág. 28 7 Ver: Apartado 2.2. Marco teórico y estado del arte (a) Los saberes enseñados considerados en términos de “práctica” y de “limitación”, de este documento. 17 entonces, exigencias y obligaciones, las expectativas respectivas y mutuas, si bien no necesariamente recíprocas- relacionadas con la práctica de los estudiantes, así como con la de los profesores. Se ha destacado, entre otros aspectos, el hecho que el profesor esté obligado por su práctica de presentar el saber, de una manera progresiva a los estudiantes. Se evoco también el hecho, que él pueda exigir a los estudiantes que ofrezcan o hagan un cierto trabajo personal con el fin de que su enseñanza pueda dar los frutos esperados. De otra parte, de manera no necesariamente recíproca, los estudiantes exigirán de su profesor que el trabajo que se les demanda, lo puedan hacer en el marco de las exigencias que le sugieren otros profesores. Pero en el juego pedagógico de las exigencias y de las obligaciones, no se debe olvidar que el término “contrato” plantea problemas: en efecto, la presentación del contrato no podrá ser totalmente explícito en la medida en que él pretenda ocuparse sobre los resultados de la acción del profesor. El solo contrato absolutamente implícito sería aquel donde el profesor detallará exactamente los resultados que espera de los estudiantes luego de su evaluación. No solamente, esto no es realista, y tampoco deseable. De otra parte, nadie conoce los medios infalibles que garantizarían la apropiación por el estudiante de los conocimientos que se buscan o pretenden. Es entonces esencialmente en las crisis de la relación didáctica que el contrato se explicitará por fragmentos. También, como lo subraya Brousseau (1998:62): “un contrato de este tipo, totalmente explícito, está condenado al fracaso. En particularlas cláusulas de rompimiento y el tema o asunto del contrato no pueden ser descritos de antemano. El conocimiento será justamente el que resuelva las crisis de estas rupturas.” Es entonces más en los procesos de búsqueda del ajuste de un contrato hipotético que debe ser definida la relación didáctica. Sin embargo, se plantea aquí la hipótesis, según la cual, la explicitación por parte del profesor de sus exigencias con relación a los estudiantes, así como la observación de su coherencia frente a estas exigencias (especialmente en la evaluación), nos enseñaría o diría mucho sobre la manera como el saber de curso se introduce e implementa en la universidad. Como se ha señalado antes, el juego de las limitaciones presentes en una clase o en un laboratorio universitario supera en complejidad la “simple” relación entre enseñante y enseñado, pero no deja de poner en escena las limitaciones relevantes de otras esferas o ámbitos (profesión-fin, logística, institución formadora), limitaciones que, de una u otra manera, intervienen en el contrato didáctico. 5.1.3.3 Devolución: 18 Se ha mostrado con la transposición didáctica que la práctica del profesor universitario conduciría a una actividad de didactización de los saberes: el saber sale de la esfera práctica de donde se origina y se autonomiza con relación a la actividad de sus autores, porque el saber debe ser pensable para los sujetos que no han participado directamente en la actividad de investigación8. El saber es entonces de esta forma despersonalizado. Sin embargo, en el proceso pedagógico, otra actividad, va en una dirección casi inversa, y es igualmente importante: es necesario que el saber sea pensado personalmente por el estudiante; él debe integrarse a la actividad de pensamiento personal o individual. Es a este proceso que Brousseau llama devolución. En efecto, después de haber asegurado que el saber ha tomado de manera adecuada la forma de un “objeto”, suficientemente “universal” con el fin de que todos puedan relacionarse con él como un cosa o asunto solidó y estable, el profesor se asegurará que el estudiante pueda apropiar el saber planeado y previsto plenamente, por sí mismo y en el marco de su vivencia. De esta forma, cuando se presenta una devolución, hay un aspecto de aprendizaje que se realiza bajo una forma, se puede decir, adidáctica (o “desdidactizada”), que ubica al estudiante frente a situaciones en las cuales él debe ser capaz de adquirir un saber por las interacciones con el medio determinado al cual está confrontado. Es, en y por esta posibilidad de adaptar y/o producir las devoluciones en una situación compleja e inesperada, que se llevará a cabo realmente la apropiación de los conocimientos. Son estas las situaciones que se podrían encontrar en las prácticas y pasantías, en los trabajos prácticos, en la elaboración de los trabajos de grado de los estudiantes, e incluso en algunos cursos, en los cuales se pide a estos una actividad de genuina búsqueda personal. Sin embargo, como lo plantea Brousseau, la tentación puede ser grande para el profesor de economizarse o ahorrarse esta doble actividad, y presentar directamente el saber como conocimiento científico universal. El estudiante será entonces conducido a apropiarse este conocimiento de alguna manera. Pero, lo que está en juego en el contrato didáctico, es precisamente, que el estudiante pueda apropiarse plenamente el conocimiento pretendido. En la situación de aprendizaje, no es la comunicación de un conocimiento lo que está en juego, sino más bien su devolución. Si esta devolución tiene lugar, el aprendizaje opera o se efectúa, o en todo caso se inicia, con relación a la 8 Recordemos que Chevallard habla de “descontextualización” y de “despersonalización” (op.cit) 19 situación y a las capacidades del estudiante en ese momento dado. Si un estudiante no logra “salir” de esta situación, el profesor tendrá el papel de corregirlo, de orientarlo, de hacerlo avanzar. Es entonces cuando tiene lugar, en la relación enseñante-enseñado, en general de manera implícita, una serie obligaciones recíprocas: obligación de crear las condiciones suficientes para la apropiación de los conocimientos de parte del profesor, y la obligación de satisfacer estas condiciones de parte del estudiante. 5.1.3.4 Problematización La devolución puede operar, como se ha mostrado, bajo la forma de una tarea que el estudiante tiene que cumplir en las sesiones de ejercicios, en las sesiones de laboratorio o en ocasiones en los trabajos a presentar. Cabe entonces la pregunta, ¿si la devolución no se lograría verdaderamente sino en las situaciones exteriores a las sesiones de cursos propiamente dichas? No se excluye, obviamente, que pueda haber, en el marco de un curso de forma tradicional (curso magistral), episodios de devolución. Uno de los medios para que esto suceda es que el profesor exponga el saber bajo una forma problematizada. Esto sucede de manera práctica cuando en el marco de su discurso, los problemas se planteen para que los estudiantes puedan apropiarlos, es decir, para que puedan intentar responderlos. Dicho de otra manera, se trata que el saber no se presente solamente bajo la forma de enumeración de resultados, sino que los resultados aparezcan como respuestas a los problemas previamente planteados. Se podría decir, que en oposición a la problematización, se encontraría, por ejemplo, la enumeración (sin que esta última sea la única forma opuesta a la problematización). Entre más un curso se aproxime a la forma de enumeración, como sucesión de elementos presentados en una serie, como única razón de su articulación común, entonces menos la dimensión problemática estará presente. No habría en la enumeración, el hilo conductor que le “da sentido”, y que permite de esta manera a los estudiantes, volver a apropiarse del saber a través de un pensamiento propio. La presentación del saber como respuesta a los problemas, que constituye otra manera de devolución, presenta también la ventaja de ser análoga o semejante a lo que sucede en la práctica científica. El investigador es alguien que pasa su tiempo intentando resolver los problemas. Como lo sugiere Bachelard, antes de saber, es necesario preguntarse. “En la vida científica, los problemas no se plantean por sí mismos. Es precisamente, este sentido del problema que da la marca del verdadero espíritu científico. Para un espíritu científico, todo conocimiento es una respuesta a una pregunta. Si no ha habido pregunta, no puede haber conocimiento científico. Nada va de por sí. Nada está dado. Todo es construido.” (Bachelard, 1985:18) 20 El problema del cual se habla aquí se asemeja al desafío. Se podría entonces apostar al hecho que dar sentido a un problema podrá ser el motor de la construcción y de la apropiación de los saberes, sin negar otras formas de enseñanza posibles que podrían alcanzar los mismos objetivos. En efecto, el saber adquiere una nueva consistencia cuando el problema lo hace necesario, y articula sus diferentes conceptos alrededor del desafío que constituye el hilo conductor que conduce al problema. Es en este hilo que los estudiantes podrían apoyarse para entrar en la materia, poco a poco, y volver suyo el problema. De esta forma, una presentación problematizada del saber parece a primera vista, garantizar que habría devolución, y que los estudiantes darían sentido al saber. En realidad, las cosas son más complejas y puede haber formas de problematización del saber que no generen la devolución, porque los problemas son formulados de tal forma que el estudiante no pueda apropiárselos o que le aparezcan como arbitrarios. En consecuencia, no se puede entonces evitar la pregunta por las condiciones para que los problemas del saber tengan sentido para los estudiantes. 5.1.4 Dimensión epistemológicaSi bien algunos de los elementos serán abordados en el apartado de la metodología de la investigación, aquí iremos a esbozar algunos límites o contornos de la problemática, con base en las nociones de (c1) transposición didáctica y didactización; (c2) contrato didáctico; (c3) devolución; y (c4) problematización. Estos elementos se exponen con base en la revisión de la literatura, en particular en lengua francesa, sobre el tema y tal como ellos han influido en la elaboración de los objetivos, la problemática y las hipótesis de este proyecto de investigación. ¿Cómo evaluar la importancia de un problema? ¿Cómo elaborar el sentido? Gilles Deleuze (1994), ha profundizado sobre el asunto del sentido y determinó tres grandes dimensiones de la producción de sentido. Estas tres dimensiones se presentan (a veces simultáneamente) en el discurso, y es necesario distinguirlas porque el paso no anunciado de una a la otra puede ser perturbador en la buena comprensión de la intención del locutor, en este caso el profesor. Estas tres dimensiones, que se emplearan en el análisis de este estudio, son: 5.1.4.1 La manifestación: remite a la subjetividad de aquel que se expresa, a sus posiciones, sus opiniones. Los enunciados destacan la manifestación cuando no están propiamente hablando, no están asociados a la verdad o la 21 falsedad, sino sobre todo a la intuición, a la veracidad o a la equivocación. El “yo” es un marcador privilegiado en este tipo de enunciación. 5.1.4.2 La designación: se trata de la referencia, de la denotación. La designación remite a un estado de cosas, a un acontecimiento. La proposición se verifica (es declarada “verdadera”) si corresponde efectivamente al estado de cosas que ella da cuenta. 5.1.4.3 La significación: el sentido emerge de las relaciones entre las palabras y los conceptos generales que se presentan en el discurso. Es el sentido que surge de las relaciones entre proposiciones quien define en esta articulación sus propias condiciones de verdad y de falsedad. Su contrario no es, en sentido estricto, lo falso, sino ante todo lo absurdo. Se aprecia que las nociones de problema y de problematización van a ser desarrolladas ante todo en esta dimensión de sentido (es el problema quien va a determinar el sentido exacto de las palabras, quien va a hacer la diferencia entre lo importante y lo accesorio, quien determinará la pertinencia de algunas nociones, quien decidirá las herramientas que es posible emplear para resolverlos). Se debe anotar, que estas tres dimensiones no son exclusivas, y que en el discurso efectivo –por ejemplo el de un profesor- se recortan permanentemente. Incluso en el desarrollo de un problema, los estudiantes estarían confrontados a la dificultad de la obligación de seleccionar entre los diferentes régimen de sentido, a menudo mezclados, para comprender lo que está en juego. (Fabre, 1999)9 A continuación nos enfocaremos en lo que se entiende por lenguaje en el contexto del curso “Construcción y didáctica de la lengua materna”, retomando esencialmente el documento de Arbeláez y Henao (2010) y las principales fuentes teóricas del curso, expresadas en el syllabus. 5.2. Didáctica de la lengua materna 5.2.1 Concepción del lenguaje Desde la perspectiva de Arbeláez y Henao (2009), el lenguaje se entiende básicamente desde dos perspectivas. La primera hace referencia al lenguaje como instrumento o herramienta que posibilita los procesos de construcción del 9 Para este punto, el trabajo de Michel Febre (Situations-problémes et savoir scolaire, PUF, Paris, 1999) es pertinente, porque todo el trabajo de este autor en esta obra, es el determinar, en el marco de los problemas planteados en la enseñanza, la indispensable presencia de estas tres dimensiones. 22 conocimiento, es decir, el lenguaje educacional, cuyos supuestos están en la psicología vigostskyana y la sociolingüística. En esta perspectiva el énfasis está en la relación dinámica entre pensamiento y lenguaje. La segunda hace referencia al lenguaje como objeto de saber, es decir, su relevancia como objeto de enseñanza, que lo convierten en saber escolar, con una secuenciación y dispositivos didácticos que le son propios, dependiendo de la concepción desde la que se aborde. En la primera perspectiva, el lenguaje se entiende como una capacidad humana con dos énfasis complementarios. Uno que lo considera como un instrumento simbólico mediante el cual se organiza y da sentido al entorno (J. Tusón, citado por Arbeláez y Henao, 2009). Es entonces, un instrumento que permite no sólo la estructuración del pensamiento, sino también organizar y dar sentido al contexto, por tanto se convierte a la vez en una herramienta cognitiva que le permite al ser humano “tomar posesión de la realidad, en el sentido que le brinda la posibilidad de diferenciar los objetos entre sí, a la vez que diferenciarse frente a éstos y frente a los otros individuos que lo rodean, esto es, tomar conciencia de sí mismo” (Ministerio de Educación. Estándares de competencia 2006:18). El otro énfasis considera que el lenguaje es comunicación en la medida que posibilita la interacción con otros, la construcción de contextos compartidos, y la expresión de creencias, ideas, emociones y sentimientos. En este sentido el lenguaje adquiere un valor social, pues se constituye en eje y sustento de las relaciones sociales. Estos dos énfasis, el lenguaje como instrumento psicológico y el lenguaje en su función comunicativa, le permiten a los seres humanos la construcción de la intersubjetividad desde su participar en contextos sociales, la construcción de conocimientos y la resignificación de la cultura de la cual hace parte (Vigostky, Bruner , Wertsh). Ahora bien, estos dos énfasis ubicados en el contexto escolar, convierten al lenguaje en su particular acepción “lenguaje educacional”, cuya función es la construcción de los saberes escolares (Coll, Onrubia, Teberosky, Mercer citados por Arbeláez 2009) La mirada es frente al discurso educativo, que es el que medias las relaciones entre estudiantes y entre éstos y el profesor. En este contexto el lenguaje, a través de los dispositivos semióticos, permiten a los estudiantes pasar de una zona de desarrollo real a una zona de desarrollo potencial. El lenguaje es visto como un instrumento psicológico y comunicativo que se utiliza en la actividad colaborativa conjunta (entre pares) y en la actividad guiada (entre profesor y estudiante) para la construcción de cualquier tipo saber escolar. Podría resumirse que el lenguaje educacional es el instrumento que media la relación entre estudiantes y profesores para 23 interpensar acerca de los contenidos escolares (Mercer, 2003 citado por Arbeláez 2009). La segunda perspectiva, el lenguaje como objeto, nos lleva a ubicarlo en el ámbito de los saberes escolares y a pensar en los procesos de transposición didáctica que deben llevarse a cabo para convertirlo en saber enseñable (Chevellard citados por Arbeláez 2009). Así, el lenguaje verbal se transforma en contenido escolar y por tanto se secuencia didácticamente, se fragmenta y se explica para su comprensión. Ahora bien, las concepciones que se tengan acerca del lenguaje como objeto y acerca de cuáles son los procesos de aprendizaje, influirán de manera decisiva en la manera de abordar su enseñanza. Es así como una perspectiva conductista hará énfasis en las habilidades de tipo perceptivo y motriz, y por tanto en los procesos de codificación y decodificación, mientras que una perspectiva socioconstructivista hará énfasis en la dimensión social del lenguaje y por tanto en la construcción compartida de significados. En este contexto dos fuentes de insumo centrales dentro del curso están en la perspectiva histórica cultural de Vigotsky, desde la comprensión del lenguaje en sus dosfunciones: psicológica y comunicativa, funciones que permiten a los sujetos aprender para luego desarrollarse, y explicar cómo se pasa de los procesos interpsicológicos a los intrapsicolo. De otro lado está la perspectiva sociolingüística de Mercer (2001), quien nos muestra como el lenguaje es una herramienta para interpensar lo cual hace posible la construcción conjunta de conocimiento. 5.2.1.1 La perspectiva de Vigotsky Arbeláez (2008), explica como Para Vigotsky los procesos de desarrollo y aprendizaje son diferentes e interdependientes, de tal manera que el desarrollo se ve facilitado por el aprendizaje y no hay aprendizaje sin desarrollo previo. Vigotsky precisa estas relaciones cuando argumenta que “...el rasgo esencial de nuestra hipótesis es la noción de que los procesos evolutivos no coinciden con los procesos de aprendizaje. Por el contrario, el proceso evolutivo va a remolque del proceso de aprendizaje, es decir, el aprendizaje despierta una serie de desarrollos evolutivos internos capaces de operar sólo cuando el niño está en interacción con las personas de su entorno y en cooperación con algún semejante”. (Vigotsky, 1979. p. 127, citado por Arbeláez 2009). Específicamente, podemos decir que el aprendizaje, desde esta perspectiva consiste en, lo cual ya evidencia una relación dialéctica entre el aprendizaje y el desarrollo. Al respecto Pozo, (1994, citado por Arbeláez) explica que “el vector 24 del desarrollo y del aprendizaje iría desde el exterior del sujeto al interior, sería un proceso de internalización o transformación de las acciones externas, sociales en internas o psicológicas” (p. 196). Ello hace que la instrucción o facilitación externa de mediadores sea imprescindible para su internalización. Por tanto esta internalización es una transmisión bidireccional de la cultura, donde hay una efectiva significación de la herramienta cultural y la actividad del sujeto para el aprendizaje. De igual forma, Vigotsky remarca estas relaciones cuando plantea que "el aprendizaje organizado se convierte en desarrollo mental y pone en marcha una serie de procesos evolutivos que no podrían darse nunca al margen del aprendizaje. Así pues, el aprendizaje es un aspecto universal y necesario del proceso de desarrollo culturalmente organizado y específicamente humano de las funciones psicológicas" (Vigotsky, 1979, p.133 citado por Arbeláez 2008). En este contexto adquiere toda la importancia para el aprendizaje, y en consecuencia para el desarrollo, la “Zona de Desarrollo Próximo” (ZDP), definida como “…la distancia entre el nivel de desarrollo real, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía o ayuda de una adulto o en colaboración de otro compañero más capaz” (Vigotsky, 1979, p. 133 citado por Arbeláez 2008). Para (Vigotsky 1979 citado por Arbeláez 2008), el contexto en el cual ocurre la interacción tiene gran importancia para el logro del aprendizaje, afirmando que en la ZDP aparecen funciones que aún no han madurado en el aprendiz, pero que se encuentran en proceso de maduración. El contexto interactivo sirve de estímulo para que el desarrollo avance y permita los aprendizajes necesarios. En el aula de clase los contextos interactivos se refieren al uso del lenguaje como instrumento, dado que con el mismo se construyen y comparten significados. La perspectiva vigotskyana de desarrollo y aprendizaje tiene muchas implicaciones para la educación escolar, ya que se debe partir del nivel de desarrollo real del alumno, pero no para acomodarse a él, sino para hacerlo progresar a través de la ZDP para ampliarla y para generar eventualmente nuevas Zonas de Desarrollo Próximo. Asumir esta posición desde las aulas implicaría propiciar una actitud interactiva entre profesores y estudiantes, desde la conciencia de que mucho de lo que aprenden los alumnos lo hacen en interacción con sus compañeros y con el profesor, y no sólo mediante el contacto directo con los objetos. Desde esta perspectiva, cambia la concepción de los roles atribuidos a profesores y alumnos en los contextos escolares: los primeros pueden ser vistos como coordinadores que ayudan en la creación de zonas de desarrollo próximo y en 25 la puesta en marcha de sistemas de apoyo (en el sentido de andamiajes) en el interior de las mismas, apoyando sistemáticamente el aprendizaje y el desarrollo en el espacio entre lo que los alumnos saben en ese momento y lo que pueden llegar a saber con la ayuda tanto del propio profesor como de otros compañeros más expertos. (Onrubia, 2005). 5.2.1.2 La perspectiva de Mercer En el mismo sentido y retomando a Vigostki, tomaremos como otro punto de referencia a Mercer quien nos habla del lenguaje como un instrumento para pensar conjuntamente lo que nos permite comprender experimentar y resolver problemas colectivamente, a esta actividad la denomina “interpensar” basado en el concepto de Vigotsky ZDP, la cual permite la creación conjunta de conocimientos, esto se debe a que somos seres sociales y comunicativos que adquirimos lo que sabemos mediante la interacción con otros. Pero este proceso de construir un conocimiento es necesario que se dé una comprensión conjunta. Para poder entender cómo se da este proceso de pensar colectivamente Mercer introduce algunos conceptos como son: • Contexto compartido: no solo se refiere a los objetos físicos que están a su alrededor sino también a los objetos y eventos pasados que los interlocutores recuerdan y consideran importantes, por lo que afirma que “el contexto es un fenómeno mental consistente en cualquier información que emplean los oyentes o (los lectores) para comprender lo que oyen (o leen)10” con esta concepción de lenguaje se pretende explicar como por medio del lenguaje se puede cooperar para comprender algo. • Las reglas conversacionales “son convenciones que emplean los usuarios del lenguaje para mantener unos tipos particulares de conversación11” Comprender las reglas conversacionales permiten que el lenguaje oral pueda ser utilizado con más eficacia y en su relación con la formación como docentes permite tener unas herramientas que van a permitir generar procesos de interpensamiento y por ende una construcción conjunta de conocimiento. 10 Mercer, N. (2000) PALABRAS Y MENTES como usamos el lenguaje para pensar juntos España: PAIDOS Pág. 39 11 Op.cit pág. 40 26 A partir de las reglas conversacionales, (Mercer 1997 citado por Arbeláez 2009), plantea tres tipos de conversación que puede darse en el aula cuando procuramos la construcción conjunta del conocimiento. Estos tipos de conversación permiten la observación sobre las prácticas que se dan en el aula. Por otra parte, nos permitirá puntualizar algunas estrategias concretas sobre cómo favorecer una conversación que permita mejores aproximaciones a la construcción del conocimiento. • Conversación de discusión: se caracteriza por el hecho de que los miembros del equipo están en desacuerdo y toman decisiones individualmente. Los sujetos realizan breves intercambios que consisten en afirmaciones y en discusiones de puntos dudosos o refutaciones. La relación es competitiva; se hace gala de la información pero sin compartirla, se oponen las diferencias de opinión en lugar de compartirlas, y la orientación general es defensiva. A pesar de que puede haber mucha interacción, el razonamiento implicado es muy individualizado y tácito. • Conversación acumulativa: los hablantes construyen positivamente, pero no críticamente, sobre lo que ha dicho el otro. Utilizan la conversación para construir un conocimiento común mediante la acumulación. El discurso acumulativo se caracteriza por las repeticiones, las confirmaciones y las elaboraciones.Parece operar en relaciones implícitas de solidaridad y confianza, y las reglas básicas requieren la repetición y la confirmación constantes de las ideas y las opiniones de los compañeros. • Conversación exploratoria: los miembros del equipo tratan de formar crítica pero constructiva las ideas de los demás. Las afirmaciones y las sugerencias se ofrecen para poder considerarlas conjuntamente. Se deben cuestionar y defender, pero las discusiones de puntos dudosos hay que justificarlas y ofrecer hipótesis alternativas. El conocimiento se justifica abiertamente y el razonamiento es más visible en la conversación. El progreso surge, del acuerdo conjunto alcanzado e implica en primer término el razonamiento. Sus reglas básicas requieren que se observen y consideren los puntos de vista de todos los participantes, que se declaren y evalúen explícitamente las propuestas, y que el acuerdo explícito preceda a las discusiones y a las acciones. Tanto en la conversación acumulativa como en la exploratoria parecen a aspirar a alcanzar un consenso mientras que la conversación de debate no. 27 Los tipos de conversación dependen en gran medida de lo que Mercer denomina: Marcos de Referencia Compartida, que permiten participar en la misma actividad de pensamiento conjunto, ayudando a resolver problemas intelectuales y a discutir sobre ellos. El aporte hecho por Mercer a la comprensión de la importancia de la lengua materna radica en permitirnos ver la relación existente entre el lenguaje y el pensamiento, así como también los procesos de interpensamiento que están mediados por el lenguaje, los cuales tienen implícitas unas reglas conversacionales que permiten la construcción de un conocimiento conjunto. 28 29 6 METODOLOGIA 6.1 tipo de investigación El método básico de toda ciencia es la observación de los datos o hechos y la interpretación de su significado, por lo que la observación y la interpretación son inseparables, resulta imposible que una se obtenga en total aislamiento de la otra. Toda ciencia trata de desarrollar técnicas especiales para efectuar observaciones sistemáticas y garantizar la interpretación, de esta forma, la credibilidad de los resultados de una investigación dependerá de su rigor metodológico, de la sistematización con que se presente todo el proceso y de la actitud crítica que la acompañe. Teniendo en cuenta lo anterior esta investigación es cualitativa de corte etnometodológico, ya que por medio de esta se pueden analizar los métodos o procedimientos con los el docente da sentido a su quehacer, en este sentido la aplicación de la etnometodología es más reflexiva en cuanto al reconocimiento de la forma en que el docente explica su saber y lo reproduce; es decir su forma de entender y razonar. Por lo que se busca analizar el sentido del comportamiento y las relaciones socio-culturales de las expresiones, normas, reglas y códigos que emplea el docente para enseñar su sabe en el aula de clases. Por ello se tendrán en cuenta los siguientes principios propios de la etnometodología: 1. La “categoría de tipificación”, establece que los individuos cuentan con la capacidad para prever las respuestas que darán los otros a sus acciones. 2. El “presupuesto o idealización de la intercambiabilidad de los puntos de vista”, expone que la participación en situaciones cotidianas comunes conduce a los interactuantes a presuponer que existe una indudable correspondencia entre el mundo tal como se les presenta a ellos, tal como es y como lo perciben los otros. Este presupuesto se convirtió en un elemento clave y motor de la etnometodología, permite comprender la reproducción del orden social a partir de las mutuas expectativas de las personas. 30 3. La “diferencia entre conocimientos tácitos y prácticos y los discursivos y teóricos”, planteada desde la manera en que los ciudadanos conocen las normas, hace referencia a que su conocimiento es perceptible sólo en la medida en que los sujetos saben bien como actuar de acuerdo con ellas; situación que no implica ser capaces de enunciarlas discursivamente. 4. La “indexicalidad y las expresiones indexicales”, se refieren a la relación que existe entre el significado de los objetos, prácticas sociales y conceptos y el contexto en el que surgen. 5. La “capacidad de las personas para crear o atribuir un contexto relacionada con su conocimiento tácito del mismo”, significa que al mismo tiempo que los sujetos utilizan el contexto o situación, para atribuir significado a las prácticas, también cumplen con la función de capacitar a las personas para que creen o mantengan su sentido del contexto. 6. Con respecto al “método interpretativo documental”, se establece que las personas desarrollan una marcada lealtad emocional hacia las normas y procedimientos implícitos que utilizan continuamente. 6.2 Unidad de análisis Son las categorías que corresponden a tres dimensiones desde las cuales se analizará la naturaleza de la enseñanza de la lengua materna, estas son: • Epistemológico: el punto de vista epistemológico, es cuando el saber se da o se supone como valido. • Didáctica: el punto de vista didáctico, es cuando el saber está marcado, por limitaciones que tienen que ver con la práctica del profesor y la de los estudiantes. • Textual: el punto de vista textual, es cuando el saber enseñado se presenta como un texto (se debe entender por este, tanto el texto escrito tal como se encuentra en los syllabus o programas que propone el profesor, como en el discurso de éste, el cual es, el con frecuencia, el más estructurado como un texto). 31 6.3 indicadores Los indicadores presentados a continuación son los elementos que permiten identificar la forma como el docente organiza su discurso, y de esta manera poder analizar esté, desde las categorías mencionadas anteriormente. (1) Elementos relevantes de impresión general: Se trata de diversos elementos que no responden directamente a uno u otro de los puntos abordados en detalle con los indicadores que se expondrán más adelante: Indicadores relevantes de la impresión general del curso Calma, adormecimiento generalizado, participación de los estudiantes, personalidad típica del profesor que marca el curso con una atmósfera particular. (2) Elementos relacionados con el contrato didáctico: Indicadores relacionados con el contrato didáctico (a) Las exigencias del profesor son explicitadas con relación a las expectativas que él tiene frente a los estudiantes, a nivel de: la evaluación, . la presencia en el curso, . Las lecturas (sugeridas, recomendadas, obligatorias, etc.), . los trabajos, . Verificación con la realidad de las expectativas del profesor: en especial, luego de la evaluación. (b) Marco de la presentación general del objeto del curso. ¿Se hace mención de la necesidad interna en éste de abordar diferentes registros de “transmisión del saber”: curso, trabajos prácticos, laboratorios, salidas de campo, relación con la memoria, etc.? ¿Hay una explicitación y/o justificación de estos cambios de registro? ¿El contrato didáctico en la materia es claro: las expectativas relativas a diferentes modos de transmisión son ellos explícitos? (c) Articulación entre cursos y trabajos prácticos. ¿Los trabajos prácticos son una preparación para la evaluación, un aporte de la materia, un tiempo para reformular los problemas, los ejercicios de competencias necesarias para el examen (por ejemplo: “calculus” en lógica, comentarios de texto, etc.)? ¿Son los trabajos el lugar de una devolución importante que luego del curso, se aprende para re-apropiar el saber hacer? 32 (d) Articulación entre lo oral y escrito. ¿Cuáles son los respectivos roles de lo escrito y lo oral? ¿Dónde está situada la referencia explícita de la materia “oficial” (aquella que será objeto de la evaluación)? ¿Cuáles el rol de lo que excede esta materia (si la materia, es el syllabus/programa, ¿cuál es el rol del curso oral?): explicitaciones, profundización simple “primera lectura” del syllabus, ilustración, se habla de otra cosa…? ¿Es un ejemplo de una práctica (práctica del comentario de texto “en directo”, etc.? ¿Cuáles son las intenciones del profesor con relación a estos aspectos (papel de la lección, papel del soporte, etc.)? ¿Las entrevistas de los estudiantes con relación interesantes? ¿Cuáles son las prácticas de los estudiantes relacionados con este aspecto de las cosas? ¿Son igualmente interesantes las entrevistas con los estudiantes? (e) Articulación con los elementos exteriores del curso. ¿El curso implica las “llamadas” a lo exterior? Es decir, ¿referencias a: los libros, los cursos que se dan paralelamente, las conferencias, los laboratorios, los artículos de revista, al “semestre pasado”, a las otras cosas? ¿Estos elementos son requeridos (Cf.: requisitos: exigencias), deseadas, útiles al estudiante, un mejor título “informativo”? De manera más precisa: ¿las lecturas son obligatorias? ¿Indicativas? ¿Sugeridas? ¿Representan ellas las referencias científicas que se impone el profesor? ¿El dominio de nociones enseñadas en las otras disciplinas se señala a título indicativo? ¿Los prerrequisitos (“Usted tiene interés en dominarlos”) son requeridos para la evaluación? ¿Para la comprensión? ¿Para seguir de manera útil el curso? (3) Elementos relacionados con la problematización: Indicadores relacionados con la problematización (a) en el marco del curso: ¿Se hace mención de las intenciones y del problema general del curso, así como de su justificación y articulación? ¿Por qué tal o cual método? ¿Por qué los laboratorios en este curso, tienen relación con ese problema? ¿Hay un hilo conductor, o una explicación del hecho de que el estudiante deba elaborar él mismo sin ninguna otra comunicación el problema del curso? ¿El contrato didáctico, con relación a este hilo conductor es explicito? (b) en el marco de la enunciación (escrita, oral) y localizada en el desarrollo de los cursos: ¿Se hace mención del problema en cuestión en el curso? Es decir: el problema se explicita en cuanto tal; la explicitación aparece con un “nosotros veremos más claro más tarde” ya que el problema está en proceso de construcción; lo que se podría llamar la “pedagogía en la niebla”; el estudiante está completamente sumergido en una materia sin haber un apoyo exterior y está pendiente de que éste último aparecerá a medida que avanza el curso o 33 no aparecerá nunca12. En este sentido, la cuestión “qué es lo que hace saber en este curso /lección/syllabus/capítulo? puede ser un indicador de la manera como el problema se ofrece para la reapropiación por parte de los estudiantes. Esto implica entonces: ¿se puede responder a esta pregunta?; ¿el profesor ya la ha respondido?; ¿ha dejado que los mismos estudiantes la respondan?; ¿han sido incitados en este sentido?; ¿se hace una relación, o se suscita, entre el problema de la lección y, en sentido más general, el del curso? (c) Puede ser que este problema para ser planteado, debe ser siempre puesto en escena13. Para ser abordado, un saber se sitúa a veces relativamente a un saber previo, que se supone existe en la cabeza de los estudiantes. Se precisa un saber, se invalidan las opiniones previas, se presenta una posición adversa a otra, ya conocida, etc. Es posible determinar esta dramaturgia del problema, y se pregunta: ¿es ella eficaz en el nivel de los estudiantes? ¿Teniendo el saber que se suponen ellos poseen, y viviendo ellos esta dramaturgia del saber, comprenden lo que es pregunta para el profesor? Dicho de otra manera, ¿perciben los estudiantes el problema? ¿Se deja tiempo a los estudiantes para hacer este trabajo (pausas de enunciación, preguntas que esperan verdaderas respuestas, momentos que se dejan para registrar y para el cuestionamiento...? (d) Las preguntas sobre el problema pueden abordar estas preguntas: ¿Hay trabajos prácticos que dan lugar a esta devolución? ¿Qué tipo de ejemplos se presentan en el curso? ¿Cómo estos ejemplos ilustran el problema? ¿Están ya los ejemplos prefigurados en su exposición, con relación al régimen de significación establecido por el problema? ¿Presentan los ejemplos la ocasión para dejar el tiempo a los estudiantes de reflexionar sobre su pertinencia con relación al problema? (e) La observación de la escenificación, es decir, la dramaturgia del problema puede ser visible cuando se observan a los estudiantes y al profesor, y permite ver: ¿Cómo se presenta el profesor como tal? ¿Cómo poseedor del saber? ¿De manera asertiva o interrogativa? (f) Si el problema general está planteado o no, entonces: ¿Hay un conjunto de elementos presentes, que permiten una distinción entre lo esencial y lo anecdótico? ¿Se le plantea al estudiante que cuando vuelva a realizar su trabajo pueda establecer esta distinción? (bajo la perspectiva de la devolución o de la didactización) ¿Se puede percibir una influencia o una 12 Este último punto de los indicadores, se relaciona con la problemática de la devolución. En efecto, la devolución es el proceso por el cual el profesor permite a los estudiantes volver a apropiar el problema, de volver a representarlo por sí mismos, de habitar y poder proyectar la realidad (de otra manera a la presentada en el curso) por ellos mismos, teniendo la actitud para tal efecto 13 Es posible, por lo demás, que un problema se constituya en tanto problema para ser expuesto. 34 interacción entre la construcción de la problemática y los elementos “escénicos” arriba planteados? (4) Elementos “escénicos” asociados a la actitud corporal del profesor: Indicadores relacionados con la “escenificación” (a) ¿El profesor está parado, sentado? ¿O más bien dinámico y captura la atención, o más bien estático? ¿Este estatismo provoca o no un efecto de “adormilamiento”? (b) ¿Utiliza el espacio que le corresponde por derecho, se dirige a todo el auditoria o solamente a una parte? (c) ¿Lee él las notas? ¿O se centra sobre las notas sin leerlas? ¿Esto implica un problema? (d) ¿Cuál es el tono de la voz? ¿El profesor da la impresión de estar en su “burbuja”? ¿Se dirige al “público”? (e) ¿Induce al diálogo? ¿Incita a una devolución del problema por el hecho de poner a los estudiantes en situación de obligación de plantearse bunas preguntas en el contexto de la lección? (f) ¿Desde cual perspectiva el profesor deja lugar o no al público? ¿Cómo incluye o no a este público en la dramatización del problema? (5) Elementos asociados al enfoque epistemológico del saber en el contexto del curso: Indicadores relacionados con el enfoque epistemológico del saber (a) Manera como se plantea el problema se articulan los conceptos: ¿Se pone énfasis sobre la metodología de esta construcción? ¿El enfoque de producción de los “resultados” (cualquiera que sea) es explicitado y justificado? Si, se trata de la exposición de resultados de una práctica científica, ¿estos resultados están presentes en una teoría organizada? Si es así, ¿los principios y presupuestos de la teoría son explícitos? Si se trata de las ciencias humanas, ¿los resultados (acontecimientos probados en historia, articulación conceptual en filosofía, mecanismos de funcionamiento psíquico en psicología) son presentados en su contexto problemático y articulados en la lógica del curso, o más bien como un “dato” bruto, que hace parte de la síntesis a estudiar? (b) La articulación del enfoque epistemológico con la perspectiva general del curso se lleva a cabo: ¿Por ejemplo, en la enseñanza universitaria, las iniciativas de acompañamiento de los estudiantes luego de las sesiones habituales del curso, mediante las “guías” que aseguran la continuidadentre los laboratorios 35 y el curso principal? (c) Respecto a los “resultados”: ¿Se presentan, interpretan y problematizan? ¿El curso se remonta hasta la génesis del saber? (d) A propósito de eventuales incertidumbres de los resultados presentados: ¿Se relacionan y encuentran estos con las exigencias didácticas? ¿La metodología de investigación es explicitada y justificada? ¿El profesor destaca la falsabilidad de los resultados? (e ) El registro del sentido dominante en el curso: ¿Se desarrolla una tipología de tres géneros discursivos, que responde cada uno a ciertas características: la manifestación, la designación, la significación? El hecho de identificar a cual registro de sentido responde el discurso de un profesor ayudaría a comprender la eventual dificultad que tendrían los estudiantes para volver apropiar el discurso, o simplemente para comprenderlo. El salto entre diferentes registros o la posición de un discurso simultáneo sobre varios de estos registros, puede ser perturbador de la buena comprensión de la intención del profesor. (f) Si se trata de una exposición de las reglas de trabajo (método experimental, reglas para la redacción de trabajos escritos, reglas del método de la disciplina objeto del curso): ¿La naturaleza de estas reglas se precisa (reglas epistemológicas, deontológicas, prácticas..)? ¿Estas reglas se justifican? ¿Estas reglas se someten a discusión? (g) Cuando se presentan “cambios de registros” (paso a la narración de una experiencia, comentario de texto, etc.), así como los cambios de régimen se sentido: ¿Se determina si el estatus de lo que se dice es diferente? ¿Su validez se establece de manera diferenciada? ¿Esta validez se percibe? ¿Las exigencias y las expectativas relacionadas con estos registros son explicitas? (6) Elementos asociados al grado de didactización: Indicadores relacionados con el grado de didactización (a) El saber responde: ¿A la “forma escolar”, lugar por excelencia de la didactización? ¿El profesor hace sentir que se está “fuera del mundo real” y de sus desafíos, que alguien conoce ya las respuestas a las preguntas? (b) Respecto al grado de didactización de la materia : ¿Cuál forma toma la progresividad en el abordaje de la materia? Esta aparece como: ¿una reconstrucción del saber en una progresión que va de lo fácil a lo 36 difícil? ¿Como una explicitación de los términos? ¿Una o varias entradas complementarias en el contenido (por ejemplo: índice, tablas, bibliografía en el caso de un texto escrito)? ¿Una ayuda al seguimiento, tal o cual indicación de los casos o el sentido especializado de un término difiere del sentido usual? ¿Una indicación de las rupturas a realizar con relación al pensamiento corriente (“entradas” en el nudo del problema) (c) Cuando el saber es reconstruido en un texto/discurso en apariencia autosuficiente: ¿Se presenta como en la práctica de la investigación científica, bajo la forma de un mosaico de investigaciones parciales que algunas veces se confirman mutuamente, algunas veces se critican unas a otras, cada una de las cuales no puede comprenderse sino con referencia a aquellas que la han precedido y cuyos conceptos están en constante evolución? ¿Se tiene que tratar con el resultado de una “transposición didáctica”, presentando un saber estabilizado que el debutante o iniciado puede comprender sin haberse referido a las etapas precedentes de la evolución de la investigación? (7) Elementos asociados al las diferentes prácticas “meta” o prácticas “extrauniversitarias”: Indicadores relacionados con las prácticas (a) ¿En cuales aspectos un curso presenta las reglas metodológicas, deontológicas asociadas a la prácticas objetivo (esto es, extrauniversitarias)? ¿Son estas prácticas justificadas? 6.4 Caracterización del curso Curso: Construcción y didáctica de la lengua materna, hace parte del núcleo de formación: didáctica. Dentro del currículo, se encuentra ubicado en IV semestre. Este curso es prerrequisito para ver didáctica del lenguaje escrito I de V semestre. Número de estudiantes: 38 mujeres. 37 6.5 instrumentos Los instrumentos que se utilizaron para registrar la información que nos condujo hacia el análisis de la naturaleza de la enseñanza de la lengua materna, los parámetros utilizados por la profesora para el desarrollo de su clase, se presenta a continuación: 6.5.1 observaciones Nos permitió recoger información de las clases de lengua materna para identificar las dimensiones: epistemológica, didáctica y textual de dicho saber. La observación como instrumento de recolección de datos, enfocado a la observación de estas tres dimensiones, nos permitió determinar las variables específicas. (Ver anexo: ficha de observación). 6.5.2 Entrevista La entrevista se utilizo para recolectar información en forma verbal a través de una serie de preguntas que hechas a la docente del curso, esta técnica nos permito obtener información cualitativa, y recoger un conjunto de hechos y/o requerimientos de información relacionados con las tres dimensiones textual epistemológica y didáctica. (Ver anexo N°1) 6.6 Procedimiento Inicialmente realizamos una primera fase la cual consistió en recolectar la información a través de observaciones de la clase, con el fin de recoger información sobre la forma como se organizaba el discurso para la naturaleza de la enseñanza, posteriormente se realizaron los respectivos análisis en los cuales se contrastaron las observaciones realizadas con los indicadores para describir el proceso de enseñanza de la construcción y didáctica de la lengua materna a través de las tres dimensiones (epistemológica, didáctica y textual. 38 6.6.1 fases FASE OBJETIVOS INSTRUMENTOS RECOLECCIÒN DE INFORMACIÒN - Organizar la información con el criterio de secuencias didáctica. Establecer un número preciso de secuencias didácticas. -Recolectar información por medio de observación de la clase. -ficha de observación. ANÀLISIS DE LA INFORMACIÓN. -Describir el proceso de enseñanza del saber de la didáctica de la lengua materna en cada una de las secuencias didácticas, desde el punto de vista de las limitaciones y exigencias didácticas que contribuyen o no a la producción de un saber coherente que los estudiantes puedan volver a apropiar. -Analizar la relación entre el saber de la didáctica de la lengua materna, que se presenta como texto y textualidad y su saber enseñado. -Comprender desde un punto de vista "epistemológico" las modalidades de presentación de la -fichas de observación de las clases. -indicadores 39 validez del saber enseñado en la didáctica de la lengua materna. -Indagar desde un punto de vista "didáctico" como el saber de la didáctica de la lengua materna en la universidad está marcado por limitaciones pormenorizadas de la práctica del profesor universitario y de los estudiantes. CONTRASTACIÓN TEÓRICA Explicar la naturaleza de la enseñanza de la construcción y didáctica de la lengua materna desde las categorías propuestas. 40 7. ANALISIS DE LA INFORMACIÓN Cómo se mencionó en el procedimiento, se organizó la información de acuerdo a la estructura del curso, en secuencias didácticas. En el marco de cada una de las secuencias, se dio respuesta a los indicadores propuestos, para finalmente analizar en el conjunto de secuencias las categorías de didactización, textualización y epistemología de la enseñanza de la construcción y didáctica de la lengua materna. (Ver anexo N°2) 7.1 Secuencia didáctica Litwin (1997) define como objeto central de la didáctica las prácticas de enseñanza, que toman formas diversas en atención a las concepciones, creencias y decisiones que toma el docente. A estas formas que toma la práctica, la autora las denomina
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