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695Principios de quimioterapia CA P ÍTU LO 2 7 El propósito de disponer de tratamiento en esta secuencia es dis- minuir el tamaño del tumor y de esta manera aumentar la efi cacia de la quimioterapia. En general, el tratamiento adjunto comienza con fi ebre después de semanas de la cirugía. ■ Objetivos terapéuticos En general, la quimioterapia se usa con intención curativa o palia- tiva. Cuando se implementa la quimioterapia con fi nes curativos, el número de cursos es típicamente predefi nido. Por ejemplo, des- pués de reducir el tamaño del tumor, una mujer con cáncer ová- rico avanzado casi siempre alcanza la remisión con seis ciclos de quimioterapia combinada con medicamentos a base de platino. El énfasis se pone en mantener dosis y esquemas terapéuticos cura- tivos. Este fenómeno provoca efectos secundarios considerables y requiere apoyo del factor de crecimiento. Sin embargo, por la posi- bilidad de lograr la curación, estos efectos secundarios casi siempre se consideran aceptables. Muchas veces, la quimioterapia no se usa con intención cura- tiva y el médico tratante debe equilibrar varios factores para brin- dar paliación efi caz y compasiva. Por tanto, en estas circunstancias se da mayor importancia a la prevención de la toxicidad excesiva. De muchas maneras, el uso de la quimioterapia como paliación ejemplifi ca el “arte” de la medicina. En lugar de un número defi - nido de cursos terapéuticos, el médico a menudo debe revalorar la efi cacia del tratamiento y modifi car en consecuencia la dosis y el momento de la quimioterapia. ■ Dirección de la atención del paciente Para asesorar con efi cacia a una paciente con un cáncer ginecoló- gico y luego guiar su quimioterapia es necesario conocer perfec- tamente el diagnóstico, las alternativas y metas de los cuidados. Es necesario abordar las enfermedades concomitantes o las com- plicaciones ligadas al tumor (p. ej., trombosis venosa profunda). Una vez que termina el tratamiento inicial, se debe proporcionar información completa sobre los efectos secundarios para responder a las inquietudes y reducir la ansiedad. Por lo general la paciente revisa y fi rma una hoja de consentimiento y además se le explican los retos logísticos potenciales (p. ej., la vía intravenosa). Antes de administrar una solución intravenosa con fármacos, es necesario obtener una historia clínica detallada y realizar una exploración física completa. También está indicado obtener ciertos estudios hematológicos como una biometría hemática completa, un panel metabólico completo y marcadores tumorales (p. ej., CA- 125) y los resultados se revisan antes de fi rmar la orden de empezar con su administración. La administración de los fármacos se rea- liza en un sitio donde se encuentre inmediatamente disponible el personal correspondiente para intervenir en caso necesario. Más adelante se proporciona a la paciente los números telefónicos en caso de dudas, problemas u otras inquietudes que pudieran surgir antes de su siguiente consulta. Por lo general, las consultas poco después del tratamiento o el mismo día permiten evaluar los efectos secundarios y la salud general. La exploración física y revisión de los resultados de los análisis sanguíneos, en el contexto de la respuesta del tumor y la meta global del tratamiento, ayudará a establecer si los fármacos se deben cambiar o modifi car sus dosis. Con el tiempo, la estrategia terapéutica se evaluará constantemente conforme las circunstancias cambian. PRINCIPIOS FARMACOLÓGICOS Varias características determinan el uso apropiado de los antineo- plásicos. En general, la efi cacia del tratamiento depende de la con- centración y duración de la exposición en sitios tumorales críticos. ■ Dosificación de fármacos Por lo general, los antineoplásicos tienen un margen de seguridad estrecho. Por tanto, las dosis deben calcularse con exactitud para obtener el efecto óptimo por encima de un umbral crítico evitando la toxicidad indebida. Lo más frecuente es que las dosis de quimioterapia se calculen con base en la superfi cie corporal total (BSA), expresadas en mili- gramos por metro cuadrado (mg/m2). La BSA constituye un mejor indicador de la masa metabólica que el peso corporal, puesto que se modifi ca menos por una masa adiposa anormal. Este cálculo garantiza que cada paciente reciba cantidades proporcionales del fármaco. Si bien la talla constituye una variable fi ja, se pesa a la paciente antes de cada tratamiento puesto que puede haber varia- ciones considerables. Rara vez, hay que identifi car la presencia de edema hístico o ascitis, ya que las dosis deben calcularse con el peso real sin estos trastornos concomitantes. Por lo general, la BSA se calcula con un nomograma (tabla gráfi ca de referencia estándar) (fig. 27-3). Es importante calcular la BSA en cada consulta y existen diver- sas calculadoras en programas informáticos o en línea (http:// www.globalrph.com/bsa2.htm). La BSA del adulto “normal” es de aproximadamente 1.73 mg/m2. Por otro lado, la dosis de algunos fármacos es más específi ca. Por ejemplo, el bevacizumab es un anticuerpo monoclonal que es metabolizado y eliminado a través del sistema reticuloendotelial. Su dosis se defi ne exclusivamente por el peso de la paciente (mg/ kg). En el caso de los fármacos que se excretan por vía renal, como el carboplatino, la dosis se basa en un cálculo del índice de fi ltra- ción glomerular (fórmula de Calvert). ■ Intensidad de la dosis La cantidad de fármaco administrada en cierto tiempo se conoce como intensidad de la dosis (o densidad). Su principal importancia se observa en tumores con respuesta marcada en los que puede lograrse la curación con quimioterapia. Sin embargo, en otros tumores menos sensibles tal vez no sea posible aumentar la dosis hasta un nivel sufi ciente para producir un benefi cio demostrable sin causar efectos tóxicos que limiten la dosis. Por ejemplo, los estudios que utilizan quimioterapia con dosis más altas y trata- miento de sostén con células progenitoras periféricas no tienen mejores resultados en mujeres con cáncer ovárico, pero también es cierto que la reducción de la intensidad de la dosis para disminuir la toxicidad puede producir resultados terapéuticos inferiores. ■ Vía de administración La quimioterapia puede administrarse en forma sistémica o regio- nal. El tratamiento sistémico pretende obtener el máximo efecto terapéutico citotóxico sin toxicidad extrema para los tejidos nor- males. Las opciones para administración sistémica incluyen las vías oral, intravenosa (IV), subcutánea (SC) o intramuscular (IM). La quimioterapia regional se refi ere a la administración directa de los 27_Chapter_27_Hoffman_4R.indd 69527_Chapter_27_Hoffman_4R.indd 695 07/09/13 12:3107/09/13 12:31 GINECOLOGÍA������������������������������������������������� SECCIÓN 4 ONCOLOGÍA GINECOLÓGICA���������������������������������������������������������������������������������������������������������������� 27. PRINCIPIOS DE QUIMIOTERAPIA������������������������������������������������������������������������������������������������������������� PRINCIPIOS FARMACOLÓGICOS�������������������������������������������������������������������������������������������
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