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GINECOLOGIA (716)

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695Principios de quimioterapia 
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El propósito de disponer de tratamiento en esta secuencia es dis-
minuir el tamaño del tumor y de esta manera aumentar la efi cacia 
de la quimioterapia. En general, el tratamiento adjunto comienza 
con fi ebre después de semanas de la cirugía.
 ■ Objetivos terapéuticos
En general, la quimioterapia se usa con intención curativa o palia-
tiva. Cuando se implementa la quimioterapia con fi nes curativos, 
el número de cursos es típicamente predefi nido. Por ejemplo, des-
pués de reducir el tamaño del tumor, una mujer con cáncer ová-
rico avanzado casi siempre alcanza la remisión con seis ciclos de 
quimioterapia combinada con medicamentos a base de platino. El 
énfasis se pone en mantener dosis y esquemas terapéuticos cura-
tivos. Este fenómeno provoca efectos secundarios considerables y 
requiere apoyo del factor de crecimiento. Sin embargo, por la posi-
bilidad de lograr la curación, estos efectos secundarios casi siempre 
se consideran aceptables.
Muchas veces, la quimioterapia no se usa con intención cura-
tiva y el médico tratante debe equilibrar varios factores para brin-
dar paliación efi caz y compasiva. Por tanto, en estas circunstancias 
se da mayor importancia a la prevención de la toxicidad excesiva. 
De muchas maneras, el uso de la quimioterapia como paliación 
ejemplifi ca el “arte” de la medicina. En lugar de un número defi -
nido de cursos terapéuticos, el médico a menudo debe revalorar la 
efi cacia del tratamiento y modifi car en consecuencia la dosis y el 
momento de la quimioterapia.
 ■ Dirección de la atención del paciente
Para asesorar con efi cacia a una paciente con un cáncer ginecoló-
gico y luego guiar su quimioterapia es necesario conocer perfec-
tamente el diagnóstico, las alternativas y metas de los cuidados. 
Es necesario abordar las enfermedades concomitantes o las com-
plicaciones ligadas al tumor (p. ej., trombosis venosa profunda). 
Una vez que termina el tratamiento inicial, se debe proporcionar 
información completa sobre los efectos secundarios para responder 
a las inquietudes y reducir la ansiedad. Por lo general la paciente 
revisa y fi rma una hoja de consentimiento y además se le explican 
los retos logísticos potenciales (p. ej., la vía intravenosa).
Antes de administrar una solución intravenosa con fármacos, 
es necesario obtener una historia clínica detallada y realizar una 
exploración física completa. También está indicado obtener ciertos 
estudios hematológicos como una biometría hemática completa, 
un panel metabólico completo y marcadores tumorales (p. ej., CA- 
125) y los resultados se revisan antes de fi rmar la orden de empezar 
con su administración. La administración de los fármacos se rea-
liza en un sitio donde se encuentre inmediatamente disponible el 
personal correspondiente para intervenir en caso necesario. Más 
adelante se proporciona a la paciente los números telefónicos en 
caso de dudas, problemas u otras inquietudes que pudieran surgir 
antes de su siguiente consulta.
Por lo general, las consultas poco después del tratamiento o 
el mismo día permiten evaluar los efectos secundarios y la salud 
general. La exploración física y revisión de los resultados de los 
análisis sanguíneos, en el contexto de la respuesta del tumor y la 
meta global del tratamiento, ayudará a establecer si los fármacos se 
deben cambiar o modifi car sus dosis. Con el tiempo, la estrategia 
terapéutica se evaluará constantemente conforme las circunstancias 
cambian.
PRINCIPIOS FARMACOLÓGICOS
Varias características determinan el uso apropiado de los antineo-
plásicos. En general, la efi cacia del tratamiento depende de la con-
centración y duración de la exposición en sitios tumorales críticos.
 ■ Dosificación de fármacos
Por lo general, los antineoplásicos tienen un margen de seguridad 
estrecho. Por tanto, las dosis deben calcularse con exactitud para 
obtener el efecto óptimo por encima de un umbral crítico evitando 
la toxicidad indebida.
Lo más frecuente es que las dosis de quimioterapia se calculen 
con base en la superfi cie corporal total (BSA), expresadas en mili-
gramos por metro cuadrado (mg/m2). La BSA constituye un mejor 
indicador de la masa metabólica que el peso corporal, puesto que 
se modifi ca menos por una masa adiposa anormal. Este cálculo 
garantiza que cada paciente reciba cantidades proporcionales del 
fármaco. Si bien la talla constituye una variable fi ja, se pesa a la 
paciente antes de cada tratamiento puesto que puede haber varia-
ciones considerables. 
Rara vez, hay que identifi car la presencia de edema hístico o 
ascitis, ya que las dosis deben calcularse con el peso real sin estos 
trastornos concomitantes. Por lo general, la BSA se calcula con un 
nomograma (tabla gráfi ca de referencia estándar) (fig. 27-3). 
Es importante calcular la BSA en cada consulta y existen diver-
sas calculadoras en programas informáticos o en línea (http://
www.globalrph.com/bsa2.htm). La BSA del adulto “normal” es 
de aproximadamente 1.73 mg/m2.
Por otro lado, la dosis de algunos fármacos es más específi ca. 
Por ejemplo, el bevacizumab es un anticuerpo monoclonal que es 
metabolizado y eliminado a través del sistema reticuloendotelial. 
Su dosis se defi ne exclusivamente por el peso de la paciente (mg/
kg). En el caso de los fármacos que se excretan por vía renal, como 
el carboplatino, la dosis se basa en un cálculo del índice de fi ltra-
ción glomerular (fórmula de Calvert).
 ■ Intensidad de la dosis
La cantidad de fármaco administrada en cierto tiempo se conoce 
como intensidad de la dosis (o densidad). Su principal importancia 
se observa en tumores con respuesta marcada en los que puede 
lograrse la curación con quimioterapia. Sin embargo, en otros 
tumores menos sensibles tal vez no sea posible aumentar la dosis 
hasta un nivel sufi ciente para producir un benefi cio demostrable 
sin causar efectos tóxicos que limiten la dosis. Por ejemplo, los 
estudios que utilizan quimioterapia con dosis más altas y trata-
miento de sostén con células progenitoras periféricas no tienen 
mejores resultados en mujeres con cáncer ovárico, pero también es 
cierto que la reducción de la intensidad de la dosis para disminuir 
la toxicidad puede producir resultados terapéuticos inferiores.
 ■ Vía de administración
La quimioterapia puede administrarse en forma sistémica o regio-
nal. El tratamiento sistémico pretende obtener el máximo efecto 
terapéutico citotóxico sin toxicidad extrema para los tejidos nor-
males. Las opciones para administración sistémica incluyen las vías 
oral, intravenosa (IV), subcutánea (SC) o intramuscular (IM). La 
quimioterapia regional se refi ere a la administración directa de los 
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	SECCIÓN 4 ONCOLOGÍA GINECOLÓGICA����������������������������������������������������������������������������������������������������������������
	27. PRINCIPIOS DE QUIMIOTERAPIA�������������������������������������������������������������������������������������������������������������
	PRINCIPIOS FARMACOLÓGICOS�������������������������������������������������������������������������������������������

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