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706 Oncología ginecológica SECCIÓ N 4 G1. También se habla de algunos efectos antiangiógenos. Además del cáncer mamario, el tamoxifeno se utiliza en ocasiones para el tratamiento de los cánceres endometrial y ovárico (Fiorica, 2004; Markman, 2004). Información para prescribir y toxicidad. El tamoxifeno es un fármaco que se administra por vía oral y casi siempre a dosis de 20 a 40 mg para uso diario continuo. Los efectos secundarios del tamoxifeno son mínimos y constan principalmente de síntomas de menopausia como bochornos, náu- sea y sequedad o secreción vaginal. Además, 33% de las pacientes manifi estan cierto grado de retención de líquidos y edema peri- férico. En las mujeres con útero, el tamoxifeno actúa como ago- nista parcial de los receptores estrogénicos en el endometrio y su uso constante aumenta casi tres veces el riesgo de padecer cáncer. Asimismo, el riesgo de acontecimientos tromboembólicos también aumenta, principalmente durante e inmediatamente después de una cirugía mayor o en los periodos de inmovilidad. Durante el tratamiento en ocasiones se advierte una función cognitiva y libido reducidas. Por otro lado, el tamoxifeno previene la osteoporosis por sus propiedades agonistas parciales y posee efectos benéfi cos sobre el perfi l de los lípidos séricos. Acetato de megestrol Mecanismo de acción. Este fármaco es un derivado sintético de la progesterona que posee actividad contra los tumores por sus efectos antiestrogénicos. Como tal, el acetato de megestrol por lo general se utiliza para el tratamiento de la hiperplasia endometrial, el cáncer endometrial no quirúrgico y el cáncer endometrial recu- rrente, principalmente en las pacientes con cáncer grado 1 (cap. 33, pág. 822). Información para prescribir y toxicidad. La dosis habitual es de 40 mg cada 6 horas u 80 mg cada 12 horas. Sus efectos secun- darios son mínimos pero muchas pacientes aumentan de peso por una combinación de retención de líquidos y mayor apetito. Rara vez se observan acontecimientos tromboembólicos. Las pacientes con diabetes mellitus se deben vigilar por la posibilidad de exacer- bar la hiperglucemia. TRATAMIENTOS BIOLÓGICO Y DIRIGIDO Los conocimientos más nuevos sobre las distintas vías moleculares dentro de las células sanas y malignas ha provocado la creación de fármacos dirigidos diseñados para explotar estas diferencias. Los tratamientos dirigidos ofrecen la posibilidad de mejorar la con- tención del cáncer a largo plazo con menos efectos secundarios. Muchos de estos fármacos nuevos se están evaluando en estudios clínicos. Por lo tanto, es fundamental revisar la evolución de los fármacos no citotóxicos para comprender el tratamiento médico del futuro del cáncer ginecológico. Por último, la meta a largo plazo es mejorar el resultado de cada paciente, principalmente en los tumores que son rebeldes al tratamiento tradicional. ■ Fármacos antiangiogénicos La angiogénesis es un proceso fi siológico normal que abarca la for- mación de vasos sanguíneos nuevos y la remodelación de los vasos para proporcionar oxígeno y nutrientes a los tejidos. Este proceso casi siempre es transitorio y regulado de manera estrecha por diver- sos factores pro y antiangiogénicos. Sin embargo, el equilibrio homeostático es defi ciente en el cáncer. La angiogénesis sostenida provoca crecimiento del tumor y metástasis. Además, la angiogé- nesis permite el acceso a los sistemas linfático y circulatorio. Por lo tanto, la inhibición dirigida de la angiogénesis constituye una medida terapéutica atractiva. El primer paso fundamental para estimular la angiogénesis normal es la unión del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF, vascular endothelial growth factor) al receptor de VEGF. Muchos cánceres, como el ovárico, se caracterizan por una mayor concentración de VEGF y otros factores proangiógenos. Diversos fármacos modernos están diseñados para interferir con este proceso y detener el crecimiento del tumor. No obstante, ninguno de estos fármacos ha sido aprobado por la FDA para el cáncer ginecológico. Bevacizumab Este fármaco es un anticuerpo monoclonal que se fi ja al VEGF para impedir la interacción de este factor con su receptor (fig. 27-7A). En la actualidad, el bevacizumab está indicado primeramen- te para tratamiento de cáncer ovárico epitelial (Burger, 2007; Cannistra, 2007; Wright, 2006). La dosis usual es de 15 mg/kg FIGURA 27-7. Mecanismo de acción de tres fármacos antiangiógenos. A. El bevacizumab es un anticuerpo monoclonal que se une al factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF). Esta unión evita que el VEGF se combine con su receptor unido al endotelio, que es un receptor de tirosina cinasa. B. La trampa de VEGF se une de manera similar al VEGF evitando su unión con el receptor. C. El sunitinib se une con los sitios fijadores de ATP intracelulares del receptor de tirosina cinasa para inhibir la acción del receptor aunque el VEGF se encuentre unido. En los tres casos se inhibe la angiogénesis y se detiene el crecimiento del tumor. Célula endotelial Bevacizumab VEGF A Trampa de VEGF B VEGF Receptor de tirosina cinasa C Sunitinib 27_Chapter_27_Hoffman_4R.indd 70627_Chapter_27_Hoffman_4R.indd 706 07/09/13 12:3107/09/13 12:31 GINECOLOGÍA������������������������������������������������� SECCIÓN 4 ONCOLOGÍA GINECOLÓGICA���������������������������������������������������������������������������������������������������������������� 27. PRINCIPIOS DE QUIMIOTERAPIA������������������������������������������������������������������������������������������������������������� TRATAMIENTOS BIOLÓGICO Y DIRIGIDO�������������������������������������������������������������������������������������������������������������������
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