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723Principios de la radioterapia CA P ÍTU LO 2 8 Un método más conveniente de mejorar el aporte de oxígeno a los tejidos comprende la “manipulación” de la hemodinámica de vasos sanguíneos con carbógeno o nicotinamida. El carbógeno (95% de oxígeno y 5% de bióxido de carbono), es un preparado a base de oxígeno que tiene mayor capacidad de difusión intratumo- ral. El carbógeno inhalado de manera simultánea durante la radio- terapia con haz externo mejora la tensión de oxígeno dentro del tumor y es tolerado de modo satisfactorio (Aquino-Parsons, 1999). Como otra posibilidad, la nicotinamida es el derivado amídico de la vitamina B3 (niacina) y evita el espasmo vascular intermitente. En combinación, según se piensa, el carbógeno inhalado y la nicotina- mida ingerida mejoran el aporte de oxígeno a las regiones hipóxicas. Fármacos biorreductores. Los fármacos de esta categoría com- plementan la radioterapia e inician una serie de fenómenos bioquí- micos activados por la hipoxia. Tales fases hacen que los agentes citotóxicos destruyan de manera selectiva las células hipóxicas. En decenios recientes algunos señalamientos indican que son clínica- mente efi caces la mitomicina C y la tirapazamina (TPZ, tirapaza- mine) (Craighead, 2000; Nguyen, 1991; Rischin, 2001). A pesar de resultados tempranos promisorios, los obtenidos de un estudio de fase III que incluyó TPZ, cisplatino y radioterapia, en comparación con cisplatino y radioterapia, no produjo mejoría de los índices de supervivencia en personas con cánceres de cabeza y cuello (Rischin, 2005, 2010). El Gynecologic Oncology Group (GOG) ha completado la reunión de datos de un estudio de fase III en el cual se asignó en forma aleatoria a mujeres con cáncer cervicouterino para que recibieran cisplatino y además radiación con haz externo, u otro esquema con cisplatino, TPZ y radioterapia, aunque todavía no se han publicado los resultados (National Institutes of Health, 2010). Transfusiones de sangre. En la práctica clínica en personas que reciben radioterapia es conveniente que la concentración de hemo- globina sea, como mínimo, de 12 g/100 ml; para alcanzar tal obje- tivo, con la transfusión se mejora la hipoxia tumoral y se incre- menta la respuesta a la radiación. Por ejemplo, en una revisión de datos de un grupo de 204 mujeres con cáncer cervicouterino trata- das con radiación, 26% tuvieron una concentración de hemoglo- bina <11 g/100 ml antes del ciclo de radiación o durante el mismo, y recibieron concentrados eritrocíticos en transfusión. De las que recibieron transfusiones, sólo 18% pudieron conservar una concen- tración de hemoglobina >11 g/100 ml durante todo el tratamiento; dicho subgrupo de mujeres tuvo un índice de supervivencia quin- quenal sin enfermedad similar de 71%, en comparación con un grupo de pacientes que nunca necesitaron transfusión. El índice de supervivencia sin enfermedad fue sólo de 26% en aquellas que tuvieron anemia persistente. Sin embargo, no todas las pacientes obtuvieron benefi cio notable con la transfusión, en particular las que tenían ya metástasis ganglionares, estaban en estadio tardío de su enfermedad y la neoplasia tenía gran tamaño (Kapp, 2002). Como una situación precautoria habrá que señalar que la transfu- sión de sangre ocasiona a veces inmunodepresión y por ello puede empeorar los resultados en casos de neoplasia. Se han planteado innumerables mecanismos, que incluyen una respuesta infl amatoria (Varlotto, 2005). Eritropoyetina humana (recombinante). Además de la trans- fusión de sangre para corregir la anemia se ha utilizado la eritro- poyetina humana obtenida por bioingeniería. Sin embargo, desde el punto de vista clínico tal tratamiento no ha sido benefi cioso. En el estudio multiinstitucional de fase II del Southwest Oncology histológica similar, las respuestas a la radiación pueden ser muy variables. La heterogeneidad dentro de un tumor en particular pudiera explicar la respuesta diversa. Otro factor que interviene en la radiosensibilidad de un tumor es la capacidad de sus célu- las para reparar el daño por la radiación. Por ejemplo, se observó que una frecuencia menor de reparación de las escisiones del DNA bicatenario se correlacionaba con una mayor radiosensibilidad de los tumores (Schwartz, 1988, 1996; Weichselbaum, 1992). Las investigaciones recientes básicas sobre “traducción” indican que son múltiples los factores que rigen la radiosensibilidad tumoral y que probablemente se vinculan, pero no se les conoce en detalle. Los aspectos actuales de la investigación se orientan a las vías de reparación del daño de DNA, hipoxia, microambiente y respuesta inmunitaria (Glazer, 2011). Lapsos de tratamiento Cuando se necesitan intervalos largos para completar un ciclo frac- cionado de radioterapia es probable que disminuya el control de la neoplasia, particularmente en cánceres epiteliales de proliferación rápida. Por esa razón, hay que llevar al mínimo las interrupciones o los retrasos del tratamiento. En una revisión retrospectiva de 209 mujeres con cáncer cervicouterino en estadios I a III, tratadas con radioterapia, el control pélvico quinquenal y los índices de super- vivencia global fueron mejores en las pacientes que completaron el tratamiento en menos de 55 días (87 y 65%, respectivamente) que en aquellas que tardaron más de ese lapso (72 y 54%, respectiva- mente) (Petereit, 1995). Hipoxia tumoral La hipoxia tumoral es un factor importante que ocasiona defi ciente control local de la neoplasia y disminución de la supervivencia en mujeres con cáncer cervicouterino (Brizel, 1999; Nordsmark, 1996). La relación íntima entre la hipoxia tumoral, la anemia y la angiogénesis, se demostró en una investigación en que participaron 87 mujeres con cáncer cervicouterino en estadios II, III y IV trata- das únicamente con radiación. De ese grupo, mostraron índices de supervivencia trienal menores aquellas que tuvieron un nivel de he- moglobina menor de 11 g/100 ml, una mediana de tensión de oxí- geno en el tumor (pO2) menor de 15 mmHg y un incremento en la trama microvascular anormal de la neoplasia (Dunst, 2003); por esta razón se han creado innumerables estrategias para superar la hipoxia tumoral. Oxígeno hiperbárico. No se ha demostrado efi cacia del oxígeno hiperbárico junto con la radioterapia en cáncer cervicouterino de estadios II y III (Dische, 1999). Además, ha surgido preocupación de que dicha forma de oxígeno en realidad pueda acelerar la proli- feración del tumor (Bradfi eld, 1996). CUADRO 28-3. Radiosensibilidad de algunos cánceres particulares Sensibilidad Tipo de cáncer Altamente sensibles Linfomas, disgerminoma, cáncer de células pequeñas, cáncer embrionario Moderadamente sensibles Carcinoma epidermoide (escamoso), adenocarcinoma Poco sensibles Osteosarcoma, glioma, melanoma 28_Chapter_28_Hoffman_4R.indd 72328_Chapter_28_Hoffman_4R.indd 723 06/09/13 21:4406/09/13 21:44
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