Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Manejo Anestésico del Paciente Oncológico http://www.fmca.org.mx/pacii/onco.php http://www.fmca.org.mx/pacii/onco.php 2 Índice Capitulo Página Introducción 3-4 Oncogénesis y estadificación del cáncer. 4-7 Anestesia en el paciente oncológico. 8-31 Técnicas de intubación difícil para cirugía de cabeza y cuello 32-43 Transfusiones y cáncer. 44- 48 Analgesia preventiva. 49- 57 Control de dolor postoperatorio en el paciente con cáncer 58- 64 Cuidados paliativos en el paciente oncológico. 65- 71 Estado inmunológico del paciente con cáncer 72- 82 Valoración Preanestésica del Paciente con Cáncer. 83- 90 Anestesia combinada en cirugía oncológica. 91- 96 3 Introducción Autor: Dr. José C. Álvarez Vega Publicado el 19 de julio de 2010 Dr. José C. Álvarez Vega El paciente con cáncer ha sido un reto para el anestesiólogo, debido a la variada patología con que se asocia, además de las anormalidades causadas por el mismo cáncer (alteraciones inmunes, de vías aéreas, de hemostasia, etc.), así como por los efectos provocados por el tratamiento médico, como quimioterapia o radioterapia y las complicaciones inherentes a manejos quirúrgicos radicales y sumamente mutilantes. Los anestesiólogos debemos adaptarnos y adecuarnos con las técnicas anestésicas que este grupo de pacientes requieren; así como el manejo perioperatorio el cual ha sido impulsado por anestesiólogos del Hospital Memorial Sloan Kettering Cancer Center, en Nueva York, desde 1950, cuando cirujanos y anestesiólogos de ese Hospital se reunieron tratando de determinar mortalidad y riesgos inherentes al acto anestésico-quirúrgico y dan inicio a metodologías que permitirán un mejor pronóstico de los pacientes. Por muchos años, la cirugía de cabeza y cuello fue realizada con anestesia local y fue la Dra. Olga Schweizer quien utilizó por primera ocasión pentotal y óxido nitroso, en conjunto con cocaína tópica al 5% y D - tubo curarina, para provocar relajación muscular para intubación endotraqueal. Así mismo, estableció rutinas de traqueostomía en casos quirúrgicos como disección radical bilateral de cuello, maxilectomías radicales y laringectomías parciales. En ese mismo Hospital el Dr. Paul Boyand fue el primero que utilizó anestesia hipotensiva en los Estados Unidos, disminuyendo las pérdidas hemáticas. En 1956, se concluye que los pacientes de transfusión masiva y la hasta entonces intoxicación por citrato, no ocurre; por lo que la administración de calcio en estos pacientes, no era necesaria y si riesgosa. En 1957, con este mismo grupo de pacientes oncológicos, se establecen metodologías de transfusión, ya que se determinan los factores principales que se pierden durante las transfusiones masivas. Así como estos aportes a la anestesiología, existen actualmente tendencias en el manejo anestésico encaminadas a mejorar el tratamiento perioperatorio y por ende, el pronóstico del paciente oncológico sometido a cirugía. Varias de las propuestas de este texto, están fundamentadas en la preservación de la respuesta inmunológica vital en este grupo de pacientes. Los autores participantes son médicos familiarizados y con muchos años de experiencia en los pocos hospitales oncológicos que existen en México, donde se concentran el mayor número de pacientes 4 con padecimientos oncológicos quirúrgicos o no quirúrgicos, siendo aún en nuestro medio estos padecimientos, principales causas de mortalidad tanto en hombre como mujeres. El manejo de esta entidad en el quirófano es importante se haga de acuerdo a las necesidades y requerimientos específicos, ya que se sabe que el pronóstico no sólo depende de una intervención quirúrgica en un estado clínico adecuado, sino que el manejo perianestésico de estos pacientes es fundamental para así ofrecer una buena sobrevida en el postoperatorio inmediato y tardío. Quiero dedicar la publicación de este número a la memoria del compañero y amigo anestesiólogo de la Unidad de Oncología del Hospital General de México, quien formó parte fundamental de los actuales conocimientos y experiencias que se han logrado dentro de la anestesia oncológica en nuestro Hospital General de México, O.D. Dr. José Cruz Ramírez Hernández, quien falleciera durante la elaboración de este volumen. Referencia 1. Howland W. Origin of oncologic anesthetic techniques. Sem Surg Onco 1990;6:137-40 Oncogénesis y estadificación del cáncer. Autor: Dr. Rogelio Martínez Macías Publicado el 19 de julio de 2010 Dr. Rogelio Martínez Macías El cáncer es un proceso de diversos pasos en los cuales múltiples alteraciones genéticas deben ocurrir generalmente por espacio de años. 1 El cuerpo humano está constituido de aproximadamente cincuenta trillones de células individuales, todas ellas funcionando normalmente en cercanía y de manera coordinada para que sus actividades individuales satisfagan las necesidades del cuerpo como un todo. Por lo tanto, el comportamiento de cada célula es cuidadosamente regulado para asegurar sus funciones como parte de una unidad integrada, no como una entidad independiente, en la cual el interés de cada célula es subyugado a la necesidad colectiva; el rompimiento de este sistema regulatorio crítico permite el crecimiento incontrolado de una célula, dando como resultado eventualmente el desarrollo del cáncer. El comportamiento de una célula normal es controlado por genes que regulan el crecimiento celular y la diferenciación en unísono con las necesidades corporales. Estos genes son conocidos como proto-oncogenes y sirven como un regulador de crecimiento positivo. 2 Una variedad de proto-oncogenes están involucrados en los procesos críticos de crecimiento celular y un cambio o mutación en la secuencia de ADN o en la cantidad de proteína produce interferencia con la actividad normal de toda la regulación celular. 5 La transformación neoplásica o crecimiento incontrolado de células puede finalmente resultar en la formación de un tumor canceroso. La identificación de estos proto-oncogenes mutados, también conocidos como oncogenes, representa un área de mayor progreso en la investigación del cáncer en la última década. El material genético de los oncogenes que lleva la capacidad de inducir cáncer, fue descubierto inicialmente en ciertos retrovirus y fueron identificados como agentes causales de cáncer en muchos animales. La investigación de estos oncogenes retrovirales en humanos permitió el descubrimiento de la contraparte celular de oncogenes retrovirales, los proto-oncogenes. Los oncogenes se identifican con abreviaturas de tres letras, tales como myc y ras. 3 Si el oncogen se localiza en el retrovirus se otorga el prefijo "v -". Así mismo, si el oncogen se encuentra en la célula o cromosoma se da el prefijo "c -". Los prefijos, sufijos y sobrescritos permiten mayor especificidad a cada oncogen. Los científicos han identificado aproximadamente sesenta oncogenes humanos. Los dos oncogenes más estudiados son el myc y el ras, la familia de oncogenes ras puede encontrarse en el 20% de todos los cánceres humanos 3 . La transformación de proto-oncogenes en oncogenes puede ocurrir por varias vías: mutaciones puntuales, translocaciones, amplificaciones, así como deleciones e inversiones. 4 Todos estos métodos involucran la pérdida de regulación celular. Una mutación puntual es la alteración de un solo nucleótido en las pares de bases. 4 La translocación ocurre cuando un segmento del cromosoma se separa y se une a otro cromosoma. 3 Si el segmento de cromosoma separado tiene al proto- oncogen en su secuencia genética, cuando este segmento de cromosoma es removido el control celular disminuye. El linfoma de Burkitt es el ejemplo mejor estudiado de translocación involucrando al proto-oncogen myc. 4 El tercer método involucra la amplificación en elnúmero de copias del proto-oncogen, lo cual puede resultar en la reducción de la regulación celular. 3 El gen se amplifica y en otras palabras sobrecopiado y sobrecopiado, estando representado por muchas copias en lugar de las dos copias normales. La deleción se presenta cuando un segmento de un cromosoma se pierde como resultado de dos rompimientos y finalmente la inversión se presenta cuando ocurren dos rompimientos en el mismo cromosoma con rotación del segmento que interviene. Los oncogenes codifican para proteínas que pueden transformar celulas 5 y energizan una vía de crecimiento - estimulatorio que ocasiona que las células proliferen excesivamente. 6 La función primaria de los oncogenes es la disrupción del sistema de control del crecimiento celular. Ellos causan división continua por afección de productos del gen que participan en el control del crecimiento: factores de crecimiento, receptores de factores de crecimiento, transductores de la señal intracelular y factores de trascripción nuclear. Más adelante, las metástasis y la invasión 6 contribuyen a la letalidad de las células cancerígenas. Mientras que las metástasis exitosas ocurren, los oncogenes deben escapar a los controles que guardan las células normales: adhesión, dependencia de anclaje, membrana basal, etc. En contraparte a estos efectores positivos de transformación, existen los productos de genes supresores de tumor que son reguladores de crecimiento negativo y la pérdida de su función promueve la carcinogénesis. 1 A lo largo de estos procesos se encuentran las diversas influencias etiológicas como son los virus, factores químicos, factores físicos, factores hormonales, factores epidemiológicos y el descuido inmunológico que permite la génesis y desarrollo de una neoplasia Estadificación del cáncer Una vez que se ha establecido la histopatología del tumor que permite conocer el tipo y clasificación del cáncer así como el grado histológico, se procede a determinar la extensión de la enfermedad o estadificación. Las razones para estadificar la enfermedad son: primero definir la extensión de la misma en orden de hacer decisiones de tratamiento, definir los objetivos de la terapia y determinar el pronóstico. La segunda razón es medir y tener seguimiento de los resultados de la terapia y en tercer lugar estandarizar la descripción de la extensión de la enfermedad para comparar con exactitud los resultados de la terapia de investigación o estándar de diferentes tipos de tumor entre diferentes instituciones. Existen diferentes sistemas de estadificación; el empleado para la mayoría de tipos de cáncer es el TNM ( Sistema de la American Joint Committee on Cancer: AJCC): T = Características del tumor primario tales como localización, tamaño e involucro de tejido adyacente (puede ser desde TX, TO, Tis, T1 hasta T4). N = Involucro de ganglios linfáticos locorregionales con tumor (NO = sin involucro, N1, N2, N 3 = varios grados de incremento en el involucro). M = Presencia o ausencia de metástasis y su localización. Los diferentes cánceres tienen distintas definiciones de T, N, M y una vez que éstas han sido definidas para un cáncer individual las variantes del sistema se agrupan en una Etapa Clínica que va de la I a la IV. Existen otros sistemas de estadificación como el de la UICC (Union Internationale Contre le Cancer); FIGO (International Federation of Gynecology and Obstetrics), para neoplasias de la esfera ginecológica; Ann Arbor: para linfomas y enfermedad de Hodgkin. Y algunas otras que buscan los mismos objetivos. 7 Los métodos de estadificación inician con una historia clínica completa y cuidadosa y examen 7 físico que se complementa con los diversos estudios de extensión solicitados de acuerdo al comportamiento biológico de cada tumor y la localización de signos y síntomas El sistema TNM incluye el factor C, o factor de certeza, que refleja la validez de la clasificación de acuerdo con los métodos diagnósticos utilizados. Su uso es opcional y las definiciones son las siguientes: C1 - Datos obtenidos por medios diagnósticos estándar (p. ej: inspección, palpación y radiología convencional, endoscopia intraluminal para tumores de ciertos órganos). C2 - Datos obtenidos por medios diagnósticos especiales (p. Ej: radiografías en proyecciones especiales, tomografía, tomografía computada, ecografía, linfografía, angiografía; gammagrafía, resonancia magnética, endoscopia, biopsia y citología). C3 - Datos obtenidos en la exploración quirúrgica, incluyendo la biopsia y la citología. C4 - Datos sobre la extensión de la enfermedad después de la cirugía definitiva y el estudio anatomopatológico de la muestra extirpada. C5 - Datos de la autopsia. De tal manera que un caso podría quedar clasificado como T3 C2, N2 C1, M0 C2. Por lo que la clasificación clínica TNM equivale a C1, C2 y C3 en diversos grados de certeza, mientras que la clasificación anatomopatológica p TNM generalmente equivale a C4. 7 REFERENCIAS 1. de Vita VT. Cancer: principles and practice of oncology. Fifth ed. 1997:79-102. 2. Weaver, RF, Hedrick PW. Genetics. WM. C. Brown Publishers, 1992: 490-509. 3. Mathews CK, Van Holde KE. Biochemistry. The Benjamin/Cummings Publishing Co, Inc., 1996: 942. 4. "Oncogenes" Encyclopedia Britannica, Inc. 1996. 5. Lodish H, et al. Molecular cell biology. 3rd ed. New York: Scientific American Books, 1995. 6. Weinberg, RA. How cancer arises. Scientific American. September 1996: 62-70. 7. Donnell JF. Oncology for the house officer. Coughlin C, le Marbre PJ, cap. 6, 1992:93. 8. Atlas TNM. UICC. Tercera edición. 2ª. Revisión.1992:2 8 Anestesia en el paciente oncológico. ...................................................................................................................................................... Autor: Dr. Jorge Silva Hernández, Dra. María Elena Renodo Arroyo Publicado el 19 de julio de 2010 Dr. Jorge Silva Hernández, Dra. María Elena Renodo Arroyo Introducción La incidencia de casos nuevos por cáncer va en aumento día con día. De los nueve millones que se registran cada año, más de la mitad corresponden a países subdesarrollados, de los cuales, en forma aproximada un 30 % serán sometidos a algún tipo de intervención quirúrgica. Se ha calculado, que la mortalidad por cáncer continuará en aumento en la mayoría de los países del mundo, debido al envejecimiento de las poblaciones y al alto aumento en el consumo de tabaco. En la actualidad, el cáncer es un problema de salud mundial originado por el alto número de casos y el impacto económico y su repercusión social. Por esto, en forma más frecuente se observa un aumento en el diagnóstico de enfermedades neoplásicas, a partir de los 25 años y alcanzando su nivel máximo entre 40 y los 49 años en mujeres (las variedades más frecuentes son el cáncer cervicouterino y el cáncer de mama), y en los varones con edades que fluctúan entre los 50 y 70 años de edad (el cáncer broncogénico y cáncer de próstata). Desde el punto de vista epidemiológico, en los Estados Unidos de América es considerado como segunda causa de muerte después de la enfermedad coronaria, la mortalidad por cáncer en México ocupa entre el segundo y el quinto lugar. Consideraciones generales Para entender en forma clara el problema que enfrenta el anestesiólogo, frente al paciente con cáncer es necesario valorarlo siempre en forma individual, ya que existen pacientes con neoplasias malignas tempranas sin alteraciones importantes y pacientes con patologías avanzadas, las cuales originan severas pérdidas electrolíticas y/o deformaciones anatómicas que repercuten en su fisiología y metabolismo. El paciente con cáncer debe ser considerado de alto riesgo por su mal estado general, desnutrición y anemia; presenta una disminución del sistemainmunológico, que lo hace más susceptible a infecciones de tipo respiratorio, esto aunado a los efectos de la terapia antineoplásica con agentes quimioterápicos, radiaciones ionizantes, antibióticos, esteroides, cirugía radical de larga duración y con grandes pérdidas sanguíneas en la mayoría de los casos, que conllevan una exposición prolongada de agentes anestésicos, alteraciones del equilibrio ácido-base y trastornos en los factores de la coagulación. 9 Todo ello, enfrentará al anestesiólogo a duras pruebas de habilidad y conocimientos, para elegir la técnica anestésica ideal para cada caso en particular y solventar las posibles complicaciones que se presenten durante la inducción, intubación, mantenimiento, emersión de la anestesia y el control del dolor postoperatorio. Para que el anestesiólogo prevenga las posibles complicaciones que ocurran en el periodo transanestésico, deberá tener un conocimiento amplio de los tratamientos antineoplásicos (quimioterapia, radioterapia, hormonoterapia, cirugía paliativa o curativa), los alcances terapéuticos, la importancia que implica la interacción de los diversos tratamientos antineoplásicos con los agentes anestésicos y sus efectos tóxicos que pueden ser inmediatos (náusea, vómito, trastornos gastrointestinales), mediatos (mielosupresión, íleo paralítico) y tardíos (fibrosis pulmonar, cardiomiopatía, nefropatía, entre otros). En vista de la importancia que revisten todos estos factores y sus repercusiones en la práctica de la anestesia, se analizará en forma detallada las diferentes modalidades terapéuticas a que son sometidos los pacientes con enfermedad maligna. Radioterapia La radiación transfiere energía a las moléculas de las células de los tejidos. Como resultado de esta interacción, las funciones de las células pueden deteriorarse de forma temporal o permanente y ocasionar incluso la muerte de las mismas. La gravedad de la lesión depende del tipo de radiación, de la dosis irradiada, la velocidad de absorción y la sensibilidad del tejido frente a ésta. Los efectos de la radiación son los mismos, tanto si ésta procede del exterior, como si procede de un material radiactivo situado en el interior del cuerpo. Historia. En 1895, Roentgen descubre los rayos x y en 1896 Becquerel descubre la radiactividad. Poco tiempo después los esposos Curie utilizan el radium para tratar enfermedades. Curie, Marie y Pierre (1867 - 1934) y (1859 - 1906), matrimonio de físicos franceses, distinguidos con el Premio Nobel, descubrieron en conjunto los elementos químicos radio y polonio. El estudio del matrimonio Curie de los elementos radiactivos contribuyó a la comprensión de los átomos en los que se basa la física nuclear moderna. En un principio, la palabra inventada por Marie Curie designaba tanto la emisión espontánea de radiación por una sustancia radiactiva, como también el estudio de sus propiedades físicas y químicas. A raíz de las primeras investigaciones de Becquerel sobre el uranio en 1896 - 1897 y después del descubrimiento del radio y el polonio en 1898 por los Curie, los trabajos sobre los radioelementos se intensificaron y el número de publicaciones sobre el tema aumentó. La radiactividad llega a su cúspide en 1942, cuando Fermi logra poner en marcha la reacción nuclear en cadena y el hombre logra producir por primera vez cuerpos radiactivos artificiales. En 1950 en Canadá aparecen las primeras "bombas o unidades de cobalto". Más recientemente en las últimas tres décadas, 10 se desarrollan los llamados aceleradores, con los cuales se logra acelerar electrones, protones y neutrones. En resumen, la radiación utilizada en medicina puede dividirse en dos grandes grupos: a) Radiación ionizante electromagnética: aquella que no es materia sino que es producto de la transformación de la energía cinética de partículas aceleradas en energía ionizante o los rayos gamma producto de los cuerpos radiactivos. La radiación ionizante terapéutica es altamente eficiente en su impacto biológico. Una dosis corporal de 400 cGy a seres humanos produciría la muerte de aproximadamente la mitad de los individuos irradiados bajo esta forma de energía. b) Radiación corpuscular: todas aquellas partículas producto de un material radiactivo natural o artificial, de un reactor nuclear (neutrones) y aquellos acelerados por equipos llamados aceleradores. Biología de la radiación Cuando una radiación ionizante, ya sea electromagnética o de partículas incide en los tejidos, se inicia una serie compleja de eventos que, si tienen éxito, conducen a la destrucción de las células tumorales y a la erradicación final del tumor. El blanco celular crítico es el núcleo y su concentración de ADN. La interacción de la radiación con la materia, se denomina efecto de Compton. Se presenta el llamado efecto directo, cuando un electrón energizado producido por una reacción de Compton interactúa directamente con el núcleo del blanco y se originan cambios químicos dentro de la sustancia del ADN. Sucede el efecto indirecto, cuando el electrón de Compton reacciona con una molécula de agua dentro de los tejidos y se produce un radical libre altamente reactivo. Este radical libre, por lo general una molécula de hidroxilo, reacciona entonces con el ADN en el núcleo de una célula blanco, efectuando rotura de enlaces químicos y estableciendo una acción cuyos cambios conducirán a la muerte celular. La muerte celular por radiación, puede ser durante la etapa de interfase o muerte reproductora. La muerte celular en la interfase se produce rápidamente y suele requerir dosis muy altas de exposición a radiación. La inducción de muerte reproductora es el mecanismo principal, mediante el cual la radiación ionizante tiene un impacto terapéutico en los tumores; la muerte reproductora sucede sólo en las células que se encuentran activas durante la mitosis. Para que una célula individual tenga una muerte reproductora, debe padecer un daño en la composición del ADN de sus cromosomas, tan intenso que no pueda replicarse con éxito y no puedan generarse células hijas variables. Se dice que esas células ya no son más clonógenas. Efectos de la radiación en el organismo Celular Aun cuando una célula conserva funciones metabólicas después del impacto de la energía ionizante, desde el punto de vista de radiobiología, se considera muerta cuando cesa su capacidad reproductiva. Ciclo celular y radiosensibilidad 11 Se han descrito cinco etapas o posiciones distintas de células dentro del ciclo celular: M representa mitosis, S es la fase sintética de ADN, G1 es una fase de reposo entre M y S, G2 es otra fase de reposo aparente entre S y M, y Go es también una fase de reposo. Las células pueden volver a fases activas del ciclo celular a partir de Go. Varios investigadores han demostrado que las células son más sensibles a daño por radiación en M y G2, y más resistentes en S tardía. Las células en G1 y S temprana tienen radiosensibilidad intermedia. Tisular Se ha logrado demostrar que las células de mamíferos tienen aparentemente la misma radiosensibilidad. Sin embargo, es evidente que aquellos tejidos con una intensa actividad mitótica (médula ósea, células del intestino, gónadas), aun cuando tengan una sensibilidad similar a células que casi nunca se dividen (SNC, músculo), manifestarán el daño de radiación más rápidamente pues al no poder reproducirse mueren. Por otra parte, si la dosis es suficiente para que el daño sea irreparable, tanto en la célula neoplásica como en la célula normal, se ponen en juego de inmediato mecanismos que hacen que el tejido normal trate de reparar y "cicatrizar" aquella pérdida. El tejido neoplásico no está sujeto a estos mecanismos y por consiguiente, no posee la misma potencialidad de cicatrización. Orgánicos Depende fundamentalmente del porcentaje de cuerpo irradiado. Si el segmentoirradiado comprende sólo un volumen tumoral relativamente discreto, se puede administrar una dosis cancericida sin que exista ninguna repercusión sistémica; por el contrario, si se hace necesaria la irradiación de segmentos corporales importantes, la acción de la radiación en tejidos que tienen una alta actividad mitótica (médula ósea, intestino), determinará una serie de síntomas y signos, que dependiendo de la dosis administrada serán desde náuseas, vómitos, diarrea intensa con despulimiento de la mucosa intestinal, hasta convulsiones y trastornos graves del SNC cuando las dosis son masivas, como ha ocurrido en los irradiados por las explosiones atómicas y por accidentes en laboratorio. Genético No existe explicación adecuada para las mutaciones espontáneas que ocurren en humanos y plantas. Existen agentes que pueden aumentar el número de mutaciones, como son algunas sustancias químicas, virus y radiaciones. Al parecer, la radiación al ionizar las bases nitrogenadas de las cadenas de ADN, sobre todo durante la etapa de síntesis provoca "dislocaciones" que dan origen a mutaciones. Radiosensibilidad Desde los comienzos de la radioterapia, existió la ley de Bergonie y Tribondeau, estableciendo que un tejido era más sensible a la radiación mientras más indiferenciado fuese y mayor su actividad reproductiva. Hoy sabemos que aparentemente la respuesta de los tejidos a la radiación está en función de numerosos factores, entre los cuales se señalan: 1) número de células en proliferación activa; 2) 12 porcentajes de células diferenciadas y que no están en etapas mitótica; 3) tensión de oxígeno en los tejidos; 4) capacidad del tejido u órgano de repoblar con tiempo suficiente y 5) tamaño tumoral. La radiosensibilidad y la radiocurabilidad dependen, en cierta forma del tipo de tumor (Cuadros I y II). Como regla general el ataque inicial es predominantemente quirúrgico y en la mayoría de las ocasiones se combina con radiación para producir un resultado más efectivo. En el caso de las neoplasias radio resistentes, el tratamiento quirúrgico es el de primera elección. Sólo en muy pocas y raras ocasiones la radioterapia juega algún papel (sarcoma osteogénico y condrosarcoma; fibrosarcoma y tumores de los tejidos blandos. (en esta última instancia, existe una revisión muy importante en la cual parece ser que el tratamiento quirúrgico no radical combinado con radiación, da igual resultado que la cirugía clásica); melanoma y adenocarcinoma del páncreas, del estómago y del colon. Cuadro I. Neoplasias radiosensibles Tumores sensitivos Origen embrionario Seminoma, disgerminoma, tumor de Wilms Retículo-endotelio Linfosarcoma, retículosarcoma, enfermedad de Hodgkin. Tumor de Ewing Neurogénicos Neuroblastomas, meduloblastomas, retinoblastomas Tumores moderadamente sensibles Epitelioma de la piel, ano y pene Epitelioma de la cavidad oral y orofaringe Epitelioma de la laringe intrínseca (tamaño limitado) Epitelioma del esófago cervical Epitelioma del cuello uterino y vagina Epitelioma transicional de la vagina Adenoma de la glándula pituitaria Adenocarcinoma de la próstata Tumores de la nasofaringe Cuadro II. Tumores radiotratables Cáncer de mama Cáncer del pulmón CACU Cáncer del ovario Cáncer de los senos paranasales 13 Cáncer de la glándula salival Cáncer del recto Cáncer del riñón Cáncer de la laringe y de la laringofaringe extensos Cáncer de tiroides Tumores del cuerpo carotídeo Tumores testiculares del tipo no seminoma Práctica de la radioterapia La radioterapia podría clasificarse también en dos grandes grupos: 1) Radioterapia curativa. Se trata del tipo de radioterapia radical que se usa no combinada con otros elementos terapéuticos, que es curativa en un alto porcentaje de los casos y sobre todo los que se presentan precozmente. 2) Radioterapia paliativa. El deber del médico no es sólo curar, sino realizar paliación con la radioterapia en aquellos pacientes oncológicos con dolor de difícil control. Se puede disminuir o evitar por medio de radiaciones en forma razonada: una hemorragia o secreciones fétidas o purulentas, obstrucción bronquial o de vías aerodigestivas, aumento de la presión intracraneana, ulceraciones y otras manifestaciones del cáncer. Formas de aplicar la radioterapia Radioterapia ultrasuperficial. Se trata de los llamados rayos Grenz, usados fundamentalmente en terapia dermatológica con penetración de micrones dentro del tejido (energía 10-15 kv). Radioterapia de contacto. Utiliza un kilovoltaje de 30 a 50 aproximadamente y su penetración es muy baja. Radioterapia superficial. Generalmente con kilovoltajes entre 80 y 120 con filtración de 3 a 5 mm de aluminio. Es la que se usa fundamentalmente para tratar afecciones de piel que tengan cierto espesor (0.5 a 1 cm aproximadamente). Radioterapia profunda u ortovoltaje. Es la radioterapia utilizada en oncología desde la primera hasta la quinta década de este siglo. Se trata de equipos que en su mayoría operan con 250 kv, aun cuando existan aparatos hasta de 400 kv. Supervoltaje. Se trata de equipos cuya energía está por encima de 1,000,000 de voltios (1 Mev). Aquí se incluyen los equipos de cobalto y los aceleradores lineales hasta un rango aproximado de 6 mev. Megavoltaje. 14 Son equipos de más de 10,000,000 de voltios (10 mev). Además de radiación ionizante, permiten tratamiento con partículas o electrones. Radioterapia intracavitaria. Es la que se practica colocando tubos de material radiactivo dentro de cavidades naturales afectadas por cáncer. Se puede aplicar a cualquier cavidad corporal accesible, como por ejemplo bronquios, esófago, útero o vagina. La aplicación más frecuente ha sido en el tratamiento de tumores ginecológicos, tales como el cáncer de Cuello uterino y endometrial. La braquiterapia intracavitaria se combina a menudo con radioterapia externa. Intersticial. Es cuando el material radiactivo es introducido directamente dentro de los tumores. El material más utilizado es el iridio 192 . Anestesia en el paciente radiado Los pacientes con radioterapia corresponden a dos grupos: los que han sufrido radiaciones de todo el organismo y los que sólo las han padecido en regiones específicas. La dosis de radiación es la cantidad de energía de radiación absorbida por unidad de masa de tejido irradiado. La unidad actual de dosis de radiación es el gray (Gy), y es equivalente a un joule por kilogramo. De ordinario las dosis se prescriben o informan en centigrays (cGy, 1/ 100 de un gray). Un centigray es matemáticamente idéntico al rad, que es la unidad antigua. Un centigray (o rad) equivale a un ergio por gramo de tejido.El Cuadro III, resume las enfermedades por radiación en el ser humano. Cuadro III. Enfermedades por radiación en el ser humano. Presentación clínica en relación con una dosis única de radiación corporal total. 200-400cGy. Insuficiencia hematopoyética e inmunológica Pródomos de letargia y vómitos Linfocitopenia inmediata Intervalo asintomático de 2-4- semanas Granulocitopenia máxima en 4-6 semanas Trombocitopenia máxima en 4 semanas. Algunas muertes por infección o hemorragia 400-1000 cGy Disfunción gastrointestinal Pródomos de letargia y vómitos Linfocitopenia inmediata Aparición precoz de náuseas, vómitos y diarrea Deshidratación Desequilibrio electrolítico Anemia y trombocitopenia graves a las 4 semanas muertes tardías por infección o hemorragia 3000 cGy o más Disfunción del SNC Letargia y coma Ataxia, temblores y convulsiones Quemaduras eritematosas por radiación Muerte a las 48 horas 15 Efectos de la radiación sobre órganos específicos de importancia en la anestesia. La administración de dosis altas de radiación a pequeños volúmenes de tejido, puede producir alteraciones patológicas en órganos específicos que son importantes en la anestesia. Laringe. La radiación de los tumores laríngeos o de los ganglios paratraqueales o cervicales, puede dar lugar a edema y congestión de la mucosa de la epiglotis, glotis o cartílago cricoides y hacer vulnerable la mucosa a la ulceración y a los traumatismos. Después de la radioterapia de alto voltaje, la mucosa laríngea se vuelve eritematosa y edematosa, aparece un exudado fibrinoso en hipofaringe. Todos estos daños pueden llegar a producir parálisis de las cuerdas o edema laríngeo importante que puede llegar a la necrosis laríngea, en los cuales la mayoría de los pacientes requieren de traqueostomía permanente. La radioterapia en esta parte del cuerpo produce también tejidos fibrosos, "acartonados" y fácilmente sangrantes que en su momento pueden dificultar las maniobras para la intubación del paciente. Pulmón. Un número significativo de pacientes radiados por carcinoma de mama o enfermedad de Hodgkin presentan neumonitis por radiación y fibrosis pulmonar progresiva. También se puede observar que la neumonitis por radiación y la fibrosis de los vértices pulmonares se tolera bien y produce síntomas menores, mientras que la radiación de las bases provoca a menudo un proceso clínico más complejo. Además la inclusión del mediastino o del hilio pulmonar en el campo de tratamiento, aumenta las probabilidades de producir una neumonitis por radiación sintomática, probablemente por afección de los linfáticos pulmonares. Tal neumonitis se da también después de radioterapia por tumores esofágicos. La fase aguda de la neumonitis por radiación, aparece en el lapso de un mes; mientras que la tardía de fibrosis pulmonar crónica, puede no observarse hasta transcurridos 18 meses. Se habla de la existencia de dos mecanismos distintos que ocasionan daño pulmonar: a) Neumonitis por radiación clásica; finalmente evoluciona a fibrosis pulmonar que es debida a la producción local y liberación de citocininas proinflamatorias, inducidas por la radiación confinadas en el campo radiado. b) Neumonitis por radiación, proceso mediado inmunológicamente que resulta en una alveolitis linfocítica de linfocitos T, más tarde a medida que se desarrolla la fase de fibrosis crónica, el colágeno prolifera en los vasos pulmonares y aparece una fibrosis subendotelial y perivascular. El cuadro clínico es variable, pueden presentar tos, disnea y dolor torácico. La tos puede ser seca o convertirse en productiva de esputos sanguinolentos. En los casos graves aparecen disnea importante y fiebre, y puede producirse la muerte por insuficiencia respiratoria. Existen leucocitosis y aumento de la sedimentación eritrocitaria. Las radiografías del tórax revelan opacidades diseminadas que se condensan y luego se aclaran, también pueden verse broncogramas aéreos o un aspecto de vidrio esmerilado. A medida que se desarrolla la fibrosis crónica, las opacidades iniciales son sustituidas por una trama fibrótica con atelectasias. Naimark encontró que la alteración del surfactante pulmonar por la radioterapia causaba una 16 disminución de la compliance pulmonar estática. Gross demostró que hay un aumento del peso del pulmón radiado, indicativo de que puede haber un edema pulmonar crónico durante meses. A los dos meses de la radiación se detectó una tendencia al aumento de la permeabilidad de los capilares pulmonares, pero a los cuatro meses había aparecido un aumento significativo (p < 0.01) de la permeabilidad capilar a la albúmina marcada. El tratamiento con esteroides puede mejorar algo la neumonitis por radiación. Este tratamiento provoca el aclaramiento de los infiltrados y mejora la tolerancia a los ejercicios. Corazón y pericardio. La radiación del tórax puede provocar arritmias cardiacas, cambios del ST y de la T en el electrocardiograma, esclerosis de la arteria coronaria conducente a angina o infarto de miocardio, disminución de la función ventricular, pericarditis e insuficiencia cardiaca congestiva. Las dosis muy altas de radiación han producido en el hombre bloqueo cardiaco completo. Se ha observado hipotensión moderada en pacientes ambulatorios, durante la radioterapia en tórax o abdomen. Se han informado algunos casos de pericarditis fibrinosa con taponamiento y de fibrosis miocárdica secundaria a irradiación. La pericarditis aguda con derrame puede responder al tratamiento con esteroides. Los derrames masivos pueden requerir drenaje. La presencia de fibrosis miocárdica importante puede suponer un mal pronóstico. Suprarrenales. Se encuentran disminuidos los niveles en la producción de corticosteroides en las glándulas suprarrenales. Sommers y Carter encontraron fibrosis en la zona más interna de la corteza suprarrenal en 17 pacientes a quienes se había radiado el abdomen, la pelvis o la región lumbar, con un promedio de 5,000 cGy hasta 21 meses antes de la autopsia. Había fibrosis hialina en la zona reticular de la corteza. La radiación había lesionado el plexo vascular de la zona y las células se habían atrofiado aparentemente por isquemia. Estos autores destacan que las células de esta zona secretan principalmente andrógenos, estrógenos y progesterona. Las capas de la corteza que producen aldosterona y glucocorticoides parecían normales, y tampoco había indicios de lesión de la médula suprarrenal. Riñón. Puede producirse nefritis por radiación, con dosis superiores a 2,000 cGy aplicada a los ganglios retroperitoneales. Puede haber hipertensión en relación con niveles de renina en plasma y ser necesaria la nefrectomía. Se produce esclerosis de la arteria interlobulillar y arqueadas, y pueden necrosarse los glomérulos. El nitrógeno ureico y la creatinina pueden aumentar, aunque por lo general no hay oliguria ni anuria a menos que se desarrolle una insuficiencia cardiaca congestiva. El control anestésico de los pacientes con nefritis por radiación, es el mismo que el de cualquier paciente con hipertensión e insuficiencia renal. Hígado. Puede haber hepatitis por radiación si se somete al hígado a una radiación ionizante de 3,000 cGy. Durante la fase aguda de la hepatitis por radiación, se produce una disminución de la actividad de al menos una enzima hepática que metaboliza los fármacos. A los tres meses de radiación se puede presentar una degeneración grasa leve, acidofilia periportal y algún infiltrado inflamatorio en los 17 tabiques interlobulillares. Los pacientes presentan distensión abdominal, hepatomegalia y dolor a la palpación del hígado. Se puede elevar la fosfatasa alcalina sérica y la bilirrubina también presenta ligeras elevaciones. En el control anestésico de estos pacientes hay que tener cuidado con todos los agenteshepatotóxicos. Tiroides. El hipotiroidismo se debe con frecuencia a la acción de la radioterapia sobre las neoplasias del área de cabeza y cuello, a radiación de capa por enfermedad de Hodgkin o a tratamiento de hipertiroidismo con yodo radioactivo; por lo que hay que medir la TSH cada seis meses con fines de diagnóstico, ya que muchos pacientes que han sido tratados con yodo desarrollarán un cuadro de hipotiroidismo algunos años después. Arterias principales. Las dosis masivas de radiación producen ocasionalmente arterioesclerosis de las arterias principales, también se han descrito estenosis de los vasos subclavios, iliacos y femorales. Sistema nervioso central. La radioterapia puede producir un síndrome de anorexia, irritabilidad, letargia y somnolencia inicial que pueden progresar y llegar a producir cuadros de amnesia, cefaleas y convulsiones; en algunos pacientes informan hemiparesias y en la mayoría de ellos había demencia grave a los dos años de radioterapia. Se han señalado algunos casos de mielopatía por radiación después de grandes dosis en la columna cervical o dorsal. La aparición de esta mielopatía se produce al cabo de cinco semanas o hasta de varios años posteriores a la radiación. También se ha informado de neuropatías periféricas a consecuencia de radioterapia por cáncer de mama, la cual se produce por desmielinización y fibrosis del plexo braquial. El anestesiólogo evitará el bloqueo subaracnoideo o epidural, si cree que el paciente puede desarrollar síntomas neurológicos debido a la progresión de su enfermedad neoplásica. Enteritis por radiación. Los pacientes que reciben radiación abdominal o pélvica por CACU o del mismo útero, pueden padecer lesiones que requieran intervención quirúrgica. Estas lesiones incluyen obstrucción ureteral, cistitis o proctitis por radiación y estenosis del intestino delgado y del colon. También puede haber ulceraciones de la mucosa, fístulas y perforaciones de los intestinos. Los cambios en el intestino delgado coinciden con los de la enteritis regional, mientras que en el colon pueden semejar una diverticulitis Puede haber anemia y síndrome de malabsorción de glucosa, grasas y electrólitos. En la enteritis por radiación pueden surgir pérdidas de proteínas y diarrea sanguinolenta. En estos casos el anestesiólogo se enfrentará a pacientes desnutridos, anémicos y deshidratados, con importantes alteraciones en el equilibrio ácido-base que deben de corregirse, de ser posible, antes de ser sometidos al procedimiento anestésico. La hemoglobina debe de ser adecuada, pero no necesariamente normal. En los casos de diátesis hemorrágica, puede ser necesaria la administración de plaquetas y sangre total durante el procedimiento anestésico. En conclusión, el anestesiólogo debe de asegurarse del estado funcional de cualquier órgano o sistema 18 radiado y modificar en consecuencia la modalidad anestésica para proporcionar seguridad al paciente y obtener buenos resultados. Quimioterapia La quimioterapia incluye el uso de productos farmacéuticos antineoplásicos con actividad citotóxica o citocida. Como disciplina de la terapéutica anticancerosa, la quimioterapia desempeña una función importante junto con la cirugía y la radioterapia como una forma primaria de tratamiento. Después de más de 40 años de evolución, la quimioterapia surge como la herramienta sistémica más importante contra el cáncer. El propósito del tratamiento quimioterapéutico, es administrar la dosis más grande posible de medicamento que será eficaz para destruir el mayor número de células cancerosas, incluyendo de manera simultánea una toxicidad reversible y tolerante en el huésped. La amplitud teórica de este margen se denomina índice terapéutico de un medicamento. La forma en la que un agente antineoplásico produce la destrucción de las células tumorales sigue una cinética de primer orden, es decir, la destrucción tumoral depende de la dosis del fármaco, y una dosis del fármaco dada destruirá una proporción constante de células tumorales restantes. En consecuencia, no se producirá la erradicación del tumor sino hasta que se haya administrado suficiente fármaco para lograr la destrucción teórica de una "fracción" de la última célula restante. Farmacocinética La terapia antitumoral puede clasificarse ampliamente en dos grandes grupos: a) Específicos: fármacos que ejercen su actividad antitumoral en ciertas fases del ciclo de la célula cancerosa en división. b) No específicos, es decir fármacos que poseen actividad antitumoral en cualquier etapa de la división celular o durante el estado de reposo. Los antineoplásicos utilizados en la práctica clínica destruyen células tumorales debido a la cinética de primer orden las variaciones ligeras en la dosificación pueden tener efectos importantes sobre la eficacia de la destrucción celular. Existe un incremento o disminución lineal en la dosis del fármaco, que puede producir un incremento logarítmico en la destrucción celular. Por ejemplo, si una dosis dada de fármaco destruye 9% de las células en un tumor, la duplicación de la dosis destruirá 99% de las células. En consecuencia, la dosis y los intervalos de administración del medicamento, deben intentar alcanzar una exposición máxima del fármaco bajo un programa (frecuencia de dosis), enfocado a obtener mejor tolerancia a la toxicidad por parte del huésped. Quimioterapia combinada En la actualidad, esta reconocido el hecho de que la combinación de agentes antineoplásicos puede aumentar la potencia citotóxica de cada uno de los agentes por sí solos. Esto es particularmente evidente en el tratamiento quimioterapéutico del cáncer de mama, linfoma, cáncer testicular, cáncer de 19 vejiga, cáncer pulmonar de células pequeñas y leucemia aguda. Antineoplásicos Los usados con mayor frecuencia, caen en varios grupos cuyos fármacos integrantes comparten mecanismos similares de acción. La característica común entre la mayor parte de los antineoplásicos es la capacidad de inducir, ya sea directa o indirectamente, daño potencial y letal sobre el ADN de la célula tumoral. Estos grupos se clasifican como: Alcaloides vegetales Durante siglos, alcaloides aislados de muchas especies de vegetales han proporcionado productos naturales potentes y útiles para diversas enfermedades. Los más importantes son: alcaloides de la vinca los cuales se fijan a la tubulina (proteína que forma el huso a lo largo del cual migran los cromosomas durante la mitosis) y conducen a su disolución (Cuadro IV). La neuropatía periférica causada por alcaloides de la vinca es dolorosa, con pérdida de reflejos, parálisis nerviosas, atrofia muscular y parestesias que pueden llegar a cuadripléjia. La parálisis de los nervios craneales (facial y oculomotor) se presenta en el 10% de los pacientes. Cuadro IV. Alcaloides más comúnmente utilizados en la quimioterapia del cáncer Agente Acción Toxicidades comunes Etopósido (ve-Pesid) Inhibición de la síntesis del ADN Leucopenia, trombocitopenia, náuseas, vómito, neuropatía periférica leve Taxol Estabiliza la polimerización de tubulina Leucopenia, alopecia, anafilaxia, arritmias cardiacas, neuropatía periférica, mucositis bucal Vinblastina (Velban) Fijación de tubulina, paro mitótico Leucopenia, estreñimiento, necrosis de la piel con extravasación, alopecia, neuropatía periférica, náusea, vómito. Vincristina (Oncovín) Fijación de tubulina, paro mitótico Neuropatía periférica, leucopenia, estreñimiento, alopecia, náusea, vómito Vindesina Fijación de tubulina, paro mitótico Neuropatía periférica leucopenia, trombocitosis, alopecia, náusea, vómit Antibióticos Son un grupo de fármacos derivados del género de hongos Streptomyces. Exhiben una amplia gama de propiedades biológicas, pero parecencompartir características de intercalación de ADN y formación de 20 radicales libres que, en formas individuales o juntas, inducen daño del ADN llevando a insuficiencia de su replicación y transcripción o translación a ARN (Cuadro V). Cuadro V. Toxicidad de los antibióticos utilizados en la terapia del cáncer Agente Acción Toxicidades comunes Bleomicina (Blenoxane) Rotura de tira de DNA Neumonitis, fibrosis pulmonar, eritema, descamación e hiperpigmentación cutánea, hipertensión arterial, fiebre, hipersensibilidad, hiperbilirrubinemia Dactinomicina (Cosmegen) Intercalación del DNA; rotura de tiras Mielosupresión, mucositis gastrointestinal, alopecia, toxicidad en la piel. Daunorrubicina (Cerubidine) Mielosupresión, mucositis bucal, alopecia, daño en piel con extravasación, toxicidad cardiaca (aguda y crónica) Doxorrubicina (Adriamicina) Intercalación del DNA; rotura de tiras de DNA Mielosupresión, mucositis bucal. Alopecia, daño en piel, toxicidad cardiaca (aguda y crónica). Mitomicina (Mutamycin) Alquilación del ADN y enlaces entrecruzados inter e intratiras Mielosupresión (acumulativa), náuseas, vómito, necrosis cutánea, alopecia, mucositis bucal, exantema. Fibrosis pulmonar, insuficiencia renal, anemia hemolítica, cardiomiopatía Mitoxantroma (Noavantrone) Acción no clara; puede causar roturas de DNA Mielosupresión, necrosis de piel, náuseas, vómito, alopecia, cariotoxicidad Plicamicina (Mitracin) Inhibe síntesis de RNA dirigida por DNA Náuseas, vómito, trombocitopenia, tiempo de protrombina prolongado, hemorragia, toxicidad renal y hepática, fiebre, mialgias Una toxicidad específicamente notable de la bleomicina es la neumonitis. Este es un glucopéptido 21 citotóxico aislado de la fermentación de Verticillus streptomycin. Carece de efectos de supresión medular, pero provoca toxicidad pulmonar. De 5 a 10 % de los pacientes bajo tratamiento con bleomicina, desarrollan complicaciones pulmonares caracterizadas por enfermedades pulmonares restrictivas. Entre ellas se encuentra la neumonitis intersticial y fibrosis, los cuales son vistos después de cuatro a diez semanas de tratamiento. Se ha visto una proliferación alveolar de macrófagos, que tienden a producir edema pulmonar y daño difuso incapaz de ser reparado por los neumocitos tipo 2. Los pulmones son afectados por este tipo de agentes en particular, porque la bleomicina es inactivada por la hidrolasa bleomicina la cual es muy escasa en los tejidos de la piel y pulmones. Aquí también la edad (mayores de 65 años), la dosis, y radioterapia concomitante son factores de alto riesgo. Hay gran controversia en torno al uso de grandes concentraciones de oxígeno asociado con la irreversible toxicidad pulmonar que induce la bleomicina. El mecanismo se basa en la presencia de radicales libres de oxígeno y superóxidos que tienden a causar daño celular pulmonar y muerte por falla respiratoria. Es aconsejable que en estos pacientes se utilicen bajas concentraciones de oxígeno en el periodo trans y postoperatorio inmediato. La cardiomiopatía puede ser causada por agentes como la doxorrubicina (adriamicina) y se presenta en dos formas diferentes la primera de ellas se manifiesta en forma severa en 1.8% de los casos, el 59% de ellos es de consecuencias fatales aún después de tres semanas de iniciado el tratamiento; los pacientes fallecen en insuficiencia cardiaca refractaria a tratamiento. La segunda forma de cardiomiopatía no es específica y se presenta en 10 % de los casos; a menudo se observan taquiarritmias supraventriculares, QRS prematuro, contracciones supraventriculares anormales, anormalidades en la conducción, desviación del eje a la izquierda y disminución del voltaje del QRS. Los síntomas son debidos a la pérdida progresiva de células miocárdicas por aumento en el depósito de calcio, los cuales causan una profunda falla biventricular. La ecocardiografía debe ser efectuada de manera rutinaria durante el tratamiento, en donde observamos pérdida de la contractilidad cardiaca en estadios tempranos. Si esto ocurre la quimioterapia debe ser discontinuada. El tratamiento es similar a otras formas de insuficiencia cardiaca: reposo, administración de diuréticos y vasodilatadores. La digoxina debe de utilizarse con precaución por la sensibilidad de los pacientes a intoxicarse. Una buena evaluación cardiaca preoperatoria es importante en estos pacientes, incluido el estudio de ecocardiografía para determinar la función cardiaca y valorar el uso de monitorización invasiva en el transanestésico. Alquilantes Constituyen un grupo grande de fármacos con utilidad clínica importante. Los alquilantes para uso en humanos, se encuentran entre los primeros quimioterapéuticos que se estudiaron después de la segunda 22 Guerra Mundial, y son la base del tratamiento eficaz en muchos padecimientos malignos. Aunque el término alquilación, refleja el hecho de que muchos de estos medicamentos fijan ligando alquilo al ADN de las células malignas, la aparición de fármacos adicionales con actividad similar a la alquilante, ha demostrado que su capacidad citotóxica se logra por mecanismos heterogéneos (Cuadro VI). Cuadro VI. Mecanismos de acción y citotoxicidad de los agentes alquilantes Agente Acción Toxicidades comunes Busulfán (Myleran) Alquilación del ADN Mielosupresión, fibrosis pulmonar, estado Addisoniano (pigmentación de la piel), debilidad. Carboplatino (Paraplatin) Fijación del ADN Mielosupresión, náuseas, vómito Clorambucil (Leukeran) Alquilación del ADN Mielosupresión, leucemia aguda Cisplatino (platinol) Fijación del ADN Toxicidad renal, hipomagnesemia, náuseas, vómitos, mielosupresión (plaquetas y leucocitos), neuropatía periférica, hipersensibilidad, ototoxicidad Ciclofosfamida (cytoxan, Lytoxan) Alquilación del ADN Mielosupresión náuseas, vómito, alopecia, inmunosupresión, esterilidad, cistitis hemorrágica, leucemia aguda, fibrosis pulmonar, necrosis miocárdica. Inhibición de la colinesterasa plasmática Citarabina (Cytosar) Alquilación del ADN Mielosupresión náuseas, vómito, diarrea, mucositis gastrointestinal, hepatotoxicidad, convulsiones con uso intratecal Dacarbazina (DTIC-ome) Alquilación del ADN Náuseas, vómito, mielosupresión, síndrome de resfriado Hexametilmelamina (Hexastat) Puede actuar por alquilación del ADN Náuseas, vómito, neurotoxicidad, neuropatía periférica Ifosfamida (Ifex) Alquila el ADN produce rotura de tiras Supresión de médula ósea, cistitis hemorrágica, alopecia, nefrotoxicidad, hepatotoxicidad, náuseas, vómito 23 Mecloretamina (Mustagen) Alquilación del ADN, ARN Mielosupresión, náuseas, vómito, necrosis de la piel por extravasación, alopecia, dermatitis, esterilidad. Inhibición de la colinesterasa plasmática Melfalán (Alkerán) Alquilación del ADN Mielosupresión, náusea, vómito, alopecia Nitrosureas : Carmustina (BiCNU) Lomustina (CeeNu) Semustina (Metil CCNU de investigación Alquilantes. Rotura y entrecruzamiento de tiras de ADN Mielosupresión (tardía), alopecia, náusea, vómito, mucositis bucal, dolor con inyección intravenosas, aplasia de médula ósea, leucemia aguda, fibrosis pulmonar, toxicidad renal (semustina), toxicidades del sistema nervioso central y periférico Estreptozocina (Zanosar) Nitrosurea; inhibición de síntesis del ADN; daño a la célula B pancreática Mielosupresión leve, toxicidad en hígado, alteración del metabolismo de glucosa, náusea, vómito, nefrotoxicidad (hipofosfatemia, defectos tubulares renales) Tiotepa Alquilación del ADN Mielosupresión,náuseas, vómito, inhibición de la colinesterasa plásmática Procarbacina (Matulane) Radiomimético con capacidad alquilante. Alquilación del ADN Mielosupresión (tardía), náuseas, vómito, síndrome similar al resfriado, letargia, mucositis bucal, diarrea, neuropatía periférica, dermatitis, sensibilizador de radiación, inhibición de MAO e interacciones con medicamentos 24 Antimetabolitos Como los alquilantes, los antimetabolitos (Cuadro VII), son antineoplásicos clásicos. De hecho, muchos de éstos han sido designados racionalmente basándose en blancos bioquímicos conocidos en las células neoplásicas. Su representante más conocido es el metotrexato, el cual ejerce su acción inhibiendo la dihidrofolato reductasa (enzima necesaria para mantener los niveles celulares de los folatos reducidos), para la contribución de carbono simple en la síntesis de ciertos aminoácidos. La inhibición de estos procesos finalmente es citotóxica para las células malignas (así como para las normales), en virtud de la interferencia con la síntesis del ADN. Altas dosis del fármaco se utilizan en el tratamiento de leucemias agudas, carcinoma de mama y sarcoma osteogénico. Bajas dosis de metotrexato, se utilizan en forma común en la terapia de diversos trastornos no malignos como: psoriasis, asma, artritis reumatoide y cirrosis biliar primaria. Dosis bajas y altas de metotrexato se han relacionado con la aparición de toxicidad pulmonar. Cuadro VII. Mecanismos de acción y citotoxicidad de los antimetabolitos Agente Acción Toxicidades comunes Azacitidina Substrato para la sintetasa de ARN, incorporado al ARN Mielosupresión, náuseas, vómito, anormalidades en la función hepática, fiebre exantema y mialgias Fluorouracilo Inhibición de la sintetasa de timilidato y de la síntesis de ADN Ataxia cerebelosa, síndrome de necrosis miocárdica, conjuntivitis, estenosis del conducto lagrimal, flebitis con la infusión prolongada dermatitis, mucositis bucal y gastrointestinal, mielosupresión (leve) Hidroxiurea (hudrea) Inhibición de la nucleótida reductasa y síntesis de ADN Mielosupresión, náuseas, vómito, mucositis bucal, exantema, convulsiones Mercaptopurina (Purinethol) Inhibición de la síntesis de novo de purina, incorporación al ADN Mielosupresión, hepatotoxicidad, mucositis gastrointestinal, inhibición de inmunidad celular, dermatitis, 25 fiebre, síndrome de Budd- Chiari Metotrexato Inhibición de la formación de tetrahidrofolato por la dihidrofolato reductasa Mielosupresión, mucositis gastrointestinal, náuseas, vómito, alopecia, dermatitis, necrosis tubular, fibrosis pulmonar, cirrosis, osteoporosis, fiebre Tioguanina Inhibición de la síntesis de purina de novo, incorporación al ADN Mielosupresión, náuseas, vómito, hepatotoxicidad, inhibición de la inmunidad celular Se menciona que existe una reacción de hipersensibilidad aguda que origina lesión pulmonar inducida por metotrexato, hay la presencia de alveolitis con linfocitos T auxiliares con formación de granuloma en el líquido de lavado bronquialveolar; en las muestras de biopsia pulmonar; existe eosinofilia periférica, que puede encontrarse hasta en 40% de pacientes con lesión pulmonar. La toxicidad pulmonar causada por este agente se puede presentar posterior a su administración por la vía oral, intravenosa, intratecal o intramuscular. Las características clínicas de la lesión pulmonar pueden presentarse en forma aguda y/o crónica. Después de la administración oral e intratecal de este fármaco se ha descrito un proceso agudo fulminante, debido en la mayoría de los casos a edema pulmonar no cardiogénico con insuficiencia respiratoria y muerte. También se ha informado la presencia de pleuritis aguda relacionada con dolor torácico y derrames pleurales. Con mayor frecuencia, los enfermos presentan síntomas subagudos como disnea, tos seca, fatiga, fiebre y cefalalgia. Las radiografías del tórax pueden ser normales, pero en una alta incidencia muestran infiltrados reticulares bilaterales difusos y derrames unilaterales o bilaterales; se han descrito sombras acinares y nodulares con linfadenopatía intratorácica. El pronóstico general de la lesión pulmonar inducida por metotrexato es bueno. Es común la remisión espontánea en caso de neumonitis, aún si se continúa el tratamiento; por lo tanto, se cuestiona la utilización de corticosteroides en la terapia de lesión pulmonar provocada por metotrexato. Se han informado tasas de mortalidad de 10 % en pacientes con enfermedad progresiva aguda. Enzimas El agente demostrativo es la L-asparaginasa (Elspar), que origina una depleción del aminoácido no esencial L-aspargina, y efectúan una inhibición en la síntesis de proteínas. Sus toxicidades comunes son: náuseas, vómito, fiebre, escalofríos, inhibición de la síntesis de proteínas (albúmina, insulina, 26 factores de coagulación), desorientación, coma, convulsiones, anormalidades en la función hepática, hipersensibilidad (urticaria, broncoespasmo, hipotensión) y pancreatitis. Es utilizado en el tratamiento de las leucemias agudas en la infancia. Terapéutica hormonal Se informó por primera vez que había una respuesta de las neoplasias a la manipulación hormonal, cuando se observó una regresión significativa del cáncer de mama después de la ooforectomía. No obstante, 40 años después se descubrió la acción de los estrógenos, y se comprendió la lógica de fondo en la regresión de las neoplasias después de dicha intervención quirúrgica. Desde entonces, el tratamiento hormonal del cáncer ha progresado de manera espectacular debido al conocimiento en cuanto a la síntesis y metabolismo endógeno de los esteroides, al desarrollo de nuevos agentes hormonales sintéticos y al descubrimiento de receptores en las hormonas esteroides. El crecimiento tumoral dependiente de hormonas, se inhibe cuando se suspende la producción de hormona endógena por medio de la extirpación quirúrgica del tumor primario (por ejemplo, ovario, testículos, suprarrenales). De manera similar, la administración de dosis farmacológicas de hormonas, o de sus antagonistas, provocará la regresión del tumor en ciertos tipos de neoplasias malignas. Estrógenos El dietilestilbestrol (DES) es el estrógeno sintético que se usa con mayor frecuencia para tratamiento paliativo del cáncer de próstata y mamario metastásico. En varones con cáncer de próstata, el DES produce alivio sintómatico del dolor a nivel óseo, y además disminuye las concentraciones de fosfatasa ácida en las metástasis óseas y en suero. Este mecanismo se piensa que es debido a una disminución en los valores séricos de testosterona por inhibición de la liberación de hormona luteinizante hipofisiaria. Los efectos adversos comunes que se relacionan con la terapéutica con DES se presentan en el cuadro VIII. La terapéutica con radiación a dosis bajas de las mamas, antes del tratamiento, puede prevenir el desarrollo de ginecomastia dolorosa. Cuadro VIII. Efectos adversos asociados con dietiletilbestrol Efectos en hombres Efectos comunes Efectos en mujeres Impotencia Náuseas y vómito Hiperplasia endometrial Atrofia testicular Retención de líquidos Hemorragia vaginal Ginecomastia Bochornos Anorexia Tromboembolia 27 Disfunción hepática Antiestrogénicos Estos fármacos antagonizan los efectos delos estrógenos en las células tumorales, al utilizarse con receptores de estrógenos que producen cambios de conformación y depleción o bien disminución en la regulación del receptor. El tamoxifén es el agente de este grupo utilizado con mayor frecuencia. Las indicaciones de tamoxifén aprobadas por la FDA, incluyen el tratamiento de la enfermedad metastásica en mujeres posmenopáusicas con tumores positivos a receptores hormonales, así como también en la terapéutica coadyuvante para mujeres menopáusicas, independientemente si tienen enfermedad ganglionar linfática positiva o negativa El tamoxifén es eficaz en el tratamiento del cáncer metastásico de la mama en mujeres premenopáusicas y posmenopáusicas. El índice de respuesta favorable es aproximadamente de 50 a 60 % en pacientes positivas a receptores de estrógenos, y con una duración media de la respuesta de 12 a 18 meses. En la actualidad la terapéutica con tamoxifén, debe continuarse por lo menos dos años y a largo plazo por cinco años. Las pacientes con metástasis óseas pueden experimentar una activación de la enfermedad (dolor óseo nociceptivo e hipercalcemia), lo que se resuelve por sí solo. Los efectos adversos más comunes se incluyen en el Cuadro IX. Cuadro IX. Efectos del tamoxifén Toxicidad Incidencia (%) Bochornos Náuseas Vómito Vaginitis Edema 10 a 30 10 a 25 10 a 25 10 5 a 10 Antiandrógenos La flutamida y la ciproterona son antiandrógenos que han demostrado ser efectivos en el tratamiento del cáncer de próstata. Estos fármacos actúan bloqueando la fijación de andrógenos a los receptores de andrógenos situados en los tejidos. Los efectos adversos comunes que producen estos fármacos incluyen ginecomastia, bochornos, disminución de la libido, disminución de espermatogénesis, atrofia testicular, engrosamiento de la voz, alopecia, hirsutismo, acné facial y del tronco. Glucocorticoides La prednisona y la dexametasona son comúnmente usados para el tratamiento de leucemias y mieloma múltiple en combinación con otros antineoplásicos. El efecto citotóxico de estos agentes se debe a su afinidad con los receptores de glucocorticoides situados en linfocitos normales y en algunas poblaciones de células tumorales. 28 Los efectos adversos asociados con glucocorticoides dependen tanto de la dosis, como de la duración en su administración. Agentes biológicos Los modificadores de la respuesta biológica (MRB), son un grupo grande de mediadores inmunitarios que tienen la capacidad de modificar la respuesta biológica del huésped al tumor. Se han clasificado históricamente como moduladores inmunitarios tanto específicos como inespecíficos. Los MRB específicos reaccionan con antígenos tumorales específicos, se incluyen en este grupo a los anticuerpos monoclonales, linfocitos estimulados in vivo y vacunas derivadas de tumores. Los MRB inespecíficos crean una respuesta inmunitaria sin interactuar con un antígeno específico; entre ellos están las citocinas, el bacilo de Calmette-Guérin (BCG) y vacunas no tumorales. Interferón Los interferones son un grupo de más de 20 proteínas y glucoproteínas producidas como respuesta a infecciones vírales u otros inductores de interferón (por ejemplo, antígenos o mitógenos). Fueron descubiertos en 1957 debido a su actividad antiviral. Pueden subdividirse en tres tipos: alfa, beta y gamma. Los tres tipos celulares son en la actualidad fácilmente reproducibles. Los interferones tienen una gama amplia de efectos biológicos que incluyen acciones antivirales, antiproliferativas, citostáticas, inmunomoduladoras y de diferenciación. Los efectos antitumorales del interferón son producidos directamente por citotoxicidad, o indirectamente por medio de modulación de células efectoras inmunitarias. Los interferones inhiben directamente la proliferación de células tanto normales como tumorales, alargando todas las etapas del ciclo celular. No obstante, las células en la fase Go (fase de reposo) del ciclo celular muestran la mayor sensibilidad a los efectos antiproliferativos del interferón. Otro mecanismo de acción sugerido para el interferón, es la interferencia con la expresión de oncogenes. Cuando actúan de manera apropiada, los oncogenes regulan la proliferación, crecimiento y desarrollo celular. La administración de interferón suprime la actividad de oncogenes y da como resultado disminución en la proliferación celular y grado de diferenciación. Un tercer mecanismo mediante el cual es posible que actúe el interferón es a través de efectos moduladores sobre el sistema inmunitario. Las toxicidades asociadas con los interferones parecen aumentar en frecuencia e intensidad, debido a los incrementos en la dosis y en la edad del paciente (Cuadro X). Cuadro X. Toxicidad asociada con interferón Agudas Crónicas Síndrome similar a la influenza Efectos cardiovasculares (hipotensión, 29 taquicardia, arritmias). Toxicidades neurológicas Elevación de transaminasas hepáticas Náusea y vómito Anorexia Pérdida de peso Malestar general Fatiga Depresión, cambios de personalidad Conclusión El paciente con cáncer que requiere anestesia, necesita cuidados especiales. Dentro de la valoración preoperatoria de estos pacientes, es de vital importancia obtener información de los antecedentes médicos actuales y pasados del enfermo, realizar una exploración física completa, solicitar las pruebas de laboratorio y estudios de gabinete apropiados para emitir un diagnóstico de riesgo anestésico, adecuado para cada paciente en particular. Al mismo tiempo, el anestesiólogo debe de estar consciente de los profundos efectos del diagnóstico de cáncer, en el estado psicológico y emocional del enfermo; por todo esto es trascendente reducir la ansiedad y temores de la persona sobre la anestesia, los cuidados perioperatorios y las opciones para controlar el dolor en el postoperatorio. El cáncer se manifiesta con signos y síntomas relacionados con su localización, metástasis, los efectos secundarios indeseables, la toxicidad de su tratamiento y por un grupo de síndromes paraneoplásicos (producción de hormonas ectópicas con efectos clínicos), degeneración de la médula espinal o cerebelo, síndrome de Eaton-Lambert (síndrome miasténico), síntomas dermatológicos (rubor, urticaria, prurito, flebitis y púrpura), enfermedades de la colágena (lupus eritematoso y sistémico), dermatomiositis, síndrome de Sjögren y reacciones policitémicas y leucemoides. El síndrome miasténico de Eaton-Lamber, se relaciona sobre todo con cáncer pulmonar y en la clínica se manifiesta con debilidad muscular secundaria a un trastorno de la transmisión neuromuscular. Estos enfermos tienen mayor sensibilidad a relajantes musculares despolarizantes y no despolarizantes. En cuanto a la toxicidad por tratamiento con agentes antineoplásicos, es conveniente puntualizar que la cardiomiopatia causada por doxorrubicina (adriamicina), puede llevar a la muerte a los pacientes por insuficiencia cardiaca. En los estudios de necropsia, se observaron pérdidas de células miocárdicas por cambios fibróticos y aumento en los depósitos de Ca ++ intracelular. Existen algunos reportes que especifican que cuando se llega a utilizar altas dosis de anestésicos locales en el transoperatorio, puede resultar un arma mortal ya que es muy difícil reanimar a los pacientes con cardiomiopatia existente, por ejemplo con la bupivacaína o lidocaína. El empleo de agentes volátiles como el isofluorano y la aplicación de ketamina, pueden producir un efecto de depresión cardiaca muy intenso en los pacientes que han sido tratados con antineoplásicos cardiotóxicos. Algunos agentes antineoplásicos como la ciclofosfamida, la tiotepa y el citoxano producen inhibición de la colinesterasa plasmática; por lo que se hace necesariomanejar cuidadosamente los relajantes musculares que la requieren para su metabolismo. 30 Al valorar la vía respiratoria, el anestesiólogo debe hacer una revisión de enfermedades sistémicas, antecedentes de intubaciones previas y realizar una exploración física cuidadosa de la vía respiratoria, con el fin de detectar posibles dificultades para la ventilación y la intubación del paciente. Un aspecto importante del estudio de las vías respiratorias del paciente con cáncer, es averiguar los cambios en la voz, si es áspera y rasposa sugiere tumor glótico; una voz apagada hace pensar en un tumor supraglótico. Las radiografías de tórax pueden orientar sobre posibles desviaciones de la tráquea ya sea por tumoraciones del cuello o por masas mediastinales. El anestesiólogo debe conocer la fisiopatología del cáncer y los tratamientos relacionados con el mismo. La consideración y el conocimiento de las necesidades de anestesia del enfermo con tumores malignos, darán lugar a su mejor atención y evolución. Referencias 1. Barash PG, Cullen BF. Clinical anesthesia, 3a ed. Philadelphia: Lippincott Raven, 1997. 2. De Vita JT Jr, Hellman S, Rosenberg SA. Cancer: principles and practice of oncology. 5a ed. Philadelphia: Lippincott Raven, 1997. 3. Howland WS, Rooney, SM, Goldiner PL. Manual of anesthesia in cancer care. New York: Churchill Livingstone, 1986. 4. Katz J, Benumof J, Kadis LB. Anestesia en enfermedades poco frecuentes, 3ª ed. Salvat México: Editores SA, 1991. 5. Ikezoe J, Takashima S, Morimoto S. The appearance of acute radiation-induced injury in the lung. Am J Roentgenol 1988;150:765-770, 6. Pérez CA, Brady LW. Principles and practice of radiation oncology, 2a ed. Lippincott, 1991. 7. Silva HJ. Manejo anestésico del paciente con cáncer. Pac de Anestesia -1(B-4): 5-16, 1999 8. Hilaris BS, Subir Nag. Texbook Brachytherapy, 1994. 9. Crestani B, Kambouchner M, Soler P, Brauner M. Migratory bronchiolitis obliterans organizing pneumonia after unilateral radiation therapy for breast carcinoma. Eur Respir J 1995;8 (2):318-21. 10. McDonald S, Rabin P, Phillips TL. Injury to the lung from cancer therapy: clinical syndromes, measurable endpoints and potential scoring systems. Int J Radio Oncol Biol Phys 1995; 30.31(s):1187- 1203. 11. Mousas B, Raffin TA, Epstein AHJ. Pulmonary radiation injury. Chest 1997;111(4):1061-1076 12. Rotstein S, Blomgren H, Baral E. Incidence of infectious symptoms after radiation therapy for breast cancer. Long term effects. Acta Oncol 1987;26:197-201 13. McCarthy M., Lillis P, Vurelja SJ. Azathioprine as a steroid sparing agent in radiation pneumonitis. Chest 1996;109 (5):1397-1400. 31 14. Gross N, Narine K, Wade R. Protective effect of corticosteroids on radiation pneumonitis in mice. Radiat Res 1988;113:112-119. 15. Lema MJ. Cancer chemoterapy drugs and the patient. Annual Refresher Course Lectures. American Society of Anesthesiologists 1994;164. 16. Jaiyesimi IA, Buzdar AU, Decker DA. Use of tamoxifen for breast cancer: Twenty/eight years later. J Clin Oncol 1995;13:513-529. 17. Talmi YP, Waller A, Bercovici M. Pain experienced by patients with terminal head and neck carcinoma: American Cancer Society 1997;80 (6):1117-1122 18. Desiderio DP. Chemotherapy anesthetic drug interaction. Problems in anesthesia: Seminars in Anesthesia, 1993;Vol XII, No 2: 19. Ali M, Ewer MS. Late doxorubicin associated cardiotoxicity in children. Cancer 1994;74:182-188, 20. Bruning PF, Pit MJ, Jong-Bakker M. Bone mineral density after adjuvant chemotherapy for premenopausal breast cancer. Br J Cancer 1990;61:308-310. 21. Catane R, Schwade J, Turrisi A. Pulmonary toxicity after radiation and bleomycin: A review. Int J Radiat Oncol Biol Phys 1979;5:1513-1528 22. Chisholm R. Bleomycin lung: The effect of different chemoterapeutic regimens. Cancer Chemother Pharmacol 1992;30:158-160. 23. Sonnenblick M, Rosin A. Cardiotoxicity of interferon: a review of 44 cases. Chest 1991; 99(3):557- 61. 24. Supkis E, Jr. El paciente con cáncer. Clínicas de Anestesiología de Norteamérica; 1998;3: 32 Técnicas de intubación difícil para cirugía de cabeza y cuello Autor: Dr. José Emilio Mille Loera Publicado el 19 de julio de 2010 Dr. José Emilio Mille Loera Consideraciones especiales en cáncer de cabeza y cuello El cáncer de cabeza y cuello es mucho más frecuente en pacientes cerca de la séptima década de la vida. Este tipo de neoplasias suelen ser tratadas quirúrgicamente en forma inicial y posteriormente se someten a tratamientos de consolidación, como radio o quimioterapia. No es raro que estos pacientes tengan como antecedentes de importancia para el anestesiólogo, el ser fumadores o consumidores de bebidas alcohólicas en forma crónica; estos antecedentes, más la edad en que ocurren este tipo de tumores suelen dificultar el manejo anestésico debido a la presencia de enfermedad sistémica concomitante, como bronquitis crónica, enfisema, insuficiencia coronaria, hipertensión arterial, daño hepático, etc. 1-5 La característica de este tipo de cáncer suele ser la dificultad para el manejo de la vía aérea. Particularmente la ventilación con mascarilla y la intubación serán factores de riesgo a considerar. Por otra parte, que el cirujano trabaje sobre la cara y/o el cuello del paciente deberá mantener al anestesiólogo atento ante cualquier modificación de los patrones de ventilación iniciales al procedimiento anestésico. Al igual que en cualquier otro paciente, pero con más detalle en los tumores de cabeza y cuello, se deberá realizar una valoración preoperatoria muy detallada; enfocándose particularmente a la vía aérea superior (nariz, boca, faringe, laringe y tráquea) y al aparato respiratorio y cardiovascular. Si durante el interrogatorio el paciente refiere haber recibido radioterapia a cabeza y cuello, disnea o dificultad para respirar, intolerancia al ejercicio, cambios en la calidad de la voz o antecedentes de dificultad en la intubación para otros procedimientos anestésicos, se deberá ser muy cuidadoso antes de decidir una inducción anestésica. Hay que recordar que para la Sociedad Americana de Anestesiólogos (ASA), se define como vía aérea difícil, la situación clínica en que un anestesiólogo con experiencia tiene dificultad para ventilar con mascarilla, para intubar o ambas; y se define como una intubación difícil, cuando se han realizado más de tres intentos, con un laringoscopio convencional para lograr la intubación traqueal en un lapso de diez minutos. 6,7 Las características de los datos clínicos obtenidos durante la historia clínica del paciente pueden orientar sobre la localización anatómica del tumor; por ejemplo: cambios en la calidad de la voz 33 indicarán alteraciones sobre la laringe; el paciente con dificultad para respirar al estar acostado puede tener una masa mediastinal o un tumor faríngeo o de cuello. Ante tal situación el enfermo debe ser evaluado sistémicamente y con gran minuciosidad. 8,9 No solo los factores propios del cáncer tendrán un significado en estos casos, las condiciones congénitas y físicas del paciente como un cuello corto, dientes prominentes, apertura bucal limitada o pequeña, lengua grande, limitación de la movilidad cervical, mandíbula retraída, etc., por si solos serán causas de dificultad en el manejo de la vía aérea. 2 Si el tumor en cabeza o cuello ha interferido con la posibilidad de alimentarse y por lo tanto tener una nutrición adecuada, se encontrará con pérdida de peso, malnutrición, deshidratación, anemia, etc. No se debe dudar, en el caso que así se requiera, el solicitar exámenes de laboratorio y gabinete que permitan decidir una conducta adecuada y segura. 10 Una vez que se ha detectado la posibilidad de una vía aérea difícil, será muy importante
Compartir