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209Volumen 28, Núm. 4 Octubre-Diciembre 2006
edigraphic.com
EDITORIAL
Cirujano General Vol. 28 Núm. 4 - 2006
Departamento de Cirugía General y Cirugía de Trasplantes, División de Cirugía, Centro Medico Nacional Adolfo Ruiz Cortines, Instituto
Mexicano del Seguro Social, Veracruz, Ver. México
Recibido para publicación: 14 de abril de 2005.
Aceptado para publicación: 7 de junio de 2005.
Correspondencia: Dr. Gustavo Martínez Mier. Av. Primero de Mayo 1612-206. Col. Flores Magón, Veracruz, Ver. México 91900
Tel. (229) 932-7782 e-mail: gmtzmier@ver.megared.net.mx
Ciencia e inventiva del cirujano: Habilidad
quirúrgica y literaria
Science and inventiveness of the surgeon: Surgical and literary ability
Dr. Gustavo Martínez Mier
La capacidad de un cirujano combina el ejercicio inte-
lectual de la toma de decisiones con la habilidad de
realizar tareas mecánicas. El comportamiento de un
cirujano y sus patrones de aprendizaje están influen-
ciados por la percepción de lo que significa ser ciruja-
no. Según las encuestas, los estudiantes de medici-
na que escogen las carreras quirúrgicas tienen una
gran autoestima y un mayor control interno. Así tam-
bién, los encuestados se etiquetaron como resisten-
tes al estrés, les gusta el estrés porque lo consideran
desafiante.
La personalidad de un cirujano se caracteriza por agre-
sividad, seguridad mental, competitividad, independen-
cia, dominancia, autocontrol, necesidad de poder y rela-
ciones interpersonales de cariño reciproco. Los cirujanos
tienden a ser más extrovertidos, adaptables, prácticos,
con amplia interacción social, estructurados en sus for-
mas y comportamientos, pasando de la inhibición a la
extroversión fácilmente. Así mismo, los cirujanos tien-
den a ser menos creativos, retraídos, menos estresa-
dos y menos rebeldes que otros especialistas, aunque
el parámetro de creatividad puede ser controvertido por
la inmensa variedad de técnicas quirúrgicas y descubri-
mientos que han sido realizados por cirujanos, caso
concreto de varios cirujanos ganadores del Nobel, como
Kocher, Banting, Forssman, Huggins y Murray por citar
sólo a algunos. La rebeldía de un cirujano está basada
en su lucha y competencia, consigo mismo y contra los
demás; algunas veces los descubrimientos quirúrgicos
son producto de la terquedad de un cirujano o simple-
mente de la resolución de un problema.
Los cirujanos se ven como glamorosos y que con-
quistan la enfermedad con sus habilidades técnicas.
Es por esto que siempre han sido vistos como “hom-
bres de acción” a comparación de los otros médicos
que son “lentos” para actuar. “En casos donde exista
sospecha de carcinoma, una sucesión de especialis-
tas no debe permitir que el mejor momento para una
cura radical se nos deslice perdiendo semanas y me-
ses estableciendo diagnósticos”, como fue ejemplifi-
cado por Kocher. Esta intensidad del cirujano, hace que
sean percibidos como agresivos, llegando al abuso
psicológico de sus inferiores y en ocasiones hasta chau-
vinistas. Los cirujanos son felices en lo que hacen, no
sufren estrés anticipado. El tenso y difícil ambiente
quirúrgico los hace crecer y prosperar emocionalmente
más que sobrevivir a él. Su personalidad pro-activa los
lleva a moderar dicho estrés. Los cirujanos se sienten
cansados después de una larga jornada de trabajo pero
sin estrés emocional comparados contra otros espe-
cialistas. Sin embargo, los cirujanos tienen un lado os-
curo, ése que demuestra ambigüedad, negatividad ante
los problemas psicológicos y hasta maquiavelismo.
La cirugía comienza como arte, un arte que median-
te aplicar las habilidades logra un efecto deseado. El
cirujano se convierte por un proceso lento que es mar-
cado por un poco de destreza, mejoras en el juicio y un
poco de confianza en sí mismo. La cirugía no se apren-
de a pasos gigantes, si no a pequeños pasos hacia ade-
lante. Y así cuando se acabó el proceso de aprendizaje
y se libera hacia la práctica, de alguna forma el cirujano
está listo para enfrentarla. El modus operandi de un ciru-
jano experto debe ser “ojo de águila y corazón de león”.
Los grandes cirujanos deberán ser excelentes anatomis-
tas, humanitarios, sensibles y con gran pena por el su-
frimiento, deberán tener una capacidad inusual para el
trabajo, una personalidad sobresaliente y no obstante
sus grandes habilidades deberán contemplar la cirugía
como su último recurso según Treves. De acuerdo a
Kocher, “un cirujano es un hombre capaz de operar, que
sabe cuándo no debe de hacerlo” Los cirujanos exper-
tos deberán ser concentrados en áreas específicas, tra-
bajarán bajo presión, reflexionarán los problemas, auto-
matizarán la solución de los mismos, reconocerán
dificultades, intuirán y tendrán gran memoria, entende-
rán conceptos abstractos, monitorearán sus éxitos y sus
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Dr. Martínez
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SUSTRAÍDODE-M.E.D.I.G.R.A.P.H.I.C
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preocupaciones. La experiencia te hace mejor cirujano
en el sentido de haber “nacido para ser bueno, entrena-
do para ser el mejor”, caso de Roux quien fue alumno
distinguido de Kocher. La habilidad para realizar un pro-
cedimiento deberá estar acompañado de un proceso
mental aplicado al mismo. La parte manual de la cirugía
no tiene grandes habilidades implícitas, es el proceso
mental que involucra a una operación lo que dirige cada
paso quirúrgico después de la incisión. “Whipple trabaja
despacio, porque primero opera con la cabeza y des-
pués con las manos”.
Es imposible ser cirujano sin tener alto orden cog-
noscitivo. La creación de un cirujano científico lleva
reglas: escoger un profesor mentor, trabajar con un
compañero, tener competencia, tener suerte y creer
firmemente en sus ideas y divulgarlas de manera co-
rrecta. El cirujano historiador tiene la ventaja de enten-
der el presente a través del pasado, de estimular nue-
vos conceptos basados en conocimientos previos, y
de aceptar el esfuerzo y dedicación de generaciones
anteriores. El cirujano humanista tiene la fortuna de
ofrecer una actitud empática hacia el sufrimiento de
otros, de crear nuevos territorios de entendimiento y
ayuda, y de condicionar mejores niveles de comunica-
ción cirujano-paciente. El cirujano es un ser que, pri-
mero es ser humano con intereses y preocupaciones
de su propia especie y, segundo, un hombre de ciencia
y arte en la práctica de su profesión. El cirujano debe
ser hábil, ingenioso, culto y letrado. El cirujano debe
ser un profesional de la cultura universal, además de
un artista, un científico, como alguien que requiere el
arte para nutrir sus funciones primordiales de creativi-
dad. “Andante doctor, andante” solía decir Whipple a
sus residentes durante sus cirugías.
La literatura en la medicina ayuda al cirujano a en-
tender las lecciones de vida de la gente enferma, la
ficción literaria ayuda a entender al cirujano y recono-
cer el poder de sus acciones curativas, la narrativa
ayuda a entender mejor a los pacientes y la teoría de la
literatura ofrece nuevas perspectivas a los diferentes
géneros de la cirugía.
Al estimular la imaginación, el trabajo literario hace
que el lector se concentre y se cautive en más que las
descripciones clínicas, sociológicas o históricas, aun
cuando lo que se describa sea lo mismo. El infierno de
Dante y su guía Virgilio son como una enfermedad y
Virgilio es su doctor; la metamorfosis kafkaiana de Gre-
gorio Samsa es una alegoría del proceso de enferme-
dad de los pacientes y familiares. Berkeley Moynihan
describía las cirugías como rituales para enfatizar la
importancia de la atención rigurosa a los minúsculos
detalles de la técnica. El ritual tiene una forma de com-
portamiento religioso compuesta de símbolos. La co-
municación médico-paciente es simbólica, (bata, este-
toscopio, expresión ansiosa, afecto y miedo). El doctor
mismo es el símbolo último en este proceso.
El procedimientoquirúrgico tiene todas las facetas
de un acto ritual: separación, transición y reincorpora-
ción. La separación ocurre al llevar al paciente a des-
pedirse de su familia, despojarse de sus ropas, sufrir
penitencia (tricotomita, preparación colónica, sustan-
cias medicamentosas y anestésicos), que llevan al
paciente a perder su estado normal. El cirujano recibe
también una preparación especial para este rito: mas-
cara, gorros, guantes, etcétera. El acto es realizado en
un lugar sagrado, donde lo no permisible en otros si-
tios, como el abrirle el abdomen a alguien con un cu-
chillo, es normal. Los ingleses lo llaman teatro de ope-
raciones, porque una cirugía puede asemejarse a una
representación teatral. La cirugía per se es un proceso
de transición, dado que el paciente no está consciente.
En este proceso, el cirujano y sus ayudantes están
inmersos, los cuales, desafortunadamente, son consi-
derados como simples “actores” por sus demás cole-
gas. La cirugía es realizada en forma similar a tocar o
componer una obra de arte, por eso existen variacio-
nes en la anatomía y en las técnicas, así como hay
variaciones en las obras de arte. El cirujano oficia el
rito, donde el mismo se somete al rito de las tres fa-
ses, para surgir del peligro de la cirugía a la vida nor-
mal. Así es como la cirugía es un arte, del cual el ciru-
jano se congratula al saber que la obra fue del agrado
de todos y de él mismo. Werner Forssman comparaba
el arte de sanar “con una obra de arte, el cual desde
diferentes puntos y bajo diferente iluminación, revela
siempre nueva y sorprendente belleza”. El periodo de
recuperación es el retorno a la conciencia y el restable-
cimiento de las funciones vitales del paciente. Así como
no existen ateos en las trincheras, no existen pacien-
tes y cirujanos que no se den cuenta de este ritual y lo
lleven a cabo con las reglas que están establecidas
para éste.
Los pacientes ofrecen ejemplos de narrativas con sus
gestos, palabras y sensaciones. La narrativa ofrece con-
ceptos como trama y tiempo que son importantes para
la investigación y práctica médica. Gran parte de la vida
de los médicos está envuelta en contar historias, duran-
te el pase de visita, la consulta, en notas de referencia,
trabajos de investigación, etcétera. La lectura pone en
juego la creatividad mental, la imaginación, la interpre-
tación, reforzando la empatía y el respeto. El valor de
escribir las experiencias y prácticas clínico-quirúrgicas
es ampliamente apreciado por todos, sean científicas o
no. La forma y el estilo literario de las mismas depende-
rá de cada escritor y de lo que se esté redactando en
dicho momento, mediante el ensayo histórico o la re-
dacción científica, pero el resultado deberá ser el mis-
mo, la creación duradera que alimente al cirujano de sus
experiencias para seguir formándolo y que su obra, co-
nocimiento y personalidad perdure en generaciones de
cirujanos subsecuentes.
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