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789Cáncer cervicouterino CA P ÍTU LO 3 0 colposcopia no confirma la neoplasia maligna, tal vez sea necesaria la conización diagnóstica. La conización se recomienda con cuchi- llo frío sólo durante el segundo trimestre y sólo en pacientes con hallazgos colposcópicos inadecuados y evidencia citológica impor- tante de cáncer invasor. La conización se pospone en el primer trimestre porque este procedimiento se relaciona con índices de aborto de 25% en esta etapa del embarazo. En las embarazadas, la escisión con asa electroquirúrgica (LEEP, loop electrosurgical excision procedure) no ofrece ventajas frente a la conización con criobisturí. En un estudio se encontró una tasa de complicaciones quirúrgicas de 25% con LEEP y 47% de las muje- res manifestaron cáncer persistente o recurrente (Robinson, 1997). Cáncer en etapas I y II durante el embarazo Las mujeres con carcinoma cervicouterino epidermoide microinva- sor identifi cado en la conización y que mide 3 mm o menos y no contiene LVSI pueden tener su parto por vía vaginal y valorarse de nuevo seis semanas después del parto. Además, para aquellas con enfermedad en etapa IA o IB, los estudios no identifican un mayor riesgo materno si el tratamiento se retrasa en forma inten- cional para optimizar la madurez fetal, sin importar el trimestre en el que se diagnosticó el cáncer. Con base en los resultados, casi siempre es aceptable un retraso planificado en el tratamiento para las mujeres con 20 semanas o más de gestación al momento del diagnóstico de enfermedad en etapa I y las que desean continuar el embarazo. Sin embargo, una paciente puede retrasar el tratamiento desde una edad gestacional más temprana, si así lo desea. Para las pacientes con cáncer en estadios IA2 a IIA1, se realiza una cesárea con incisión uterina clásica al término, seguida inmediatamente de histerectomía radical con disección de los ganglios linfáticos. Cáncer cervicouterino avanzado en el embarazo A las mujeres con cáncer cervicouterino avanzado diagnosticado antes de la viabilidad fetal se les ofrece quimioterapia y radiación primarias. El aborto espontáneo tiende a seguir a la radiación pél- vica total. Si el cáncer se diagnostica después de llegar a la viabilidad fetal y se elige posponer el tratamiento hasta alcanzar la madurez pulmonar fetal, se practica una operación cesárea. La incisión clá- sica para la cesárea minimiza el riesgo de cortar a través del tumor en el segmento uterino inferior, lo cual causaría pérdida sanguí- nea grave y resultar en tumor diseminado. Luego de la involución uterina se administra quimioterapia y radiación primarias. En las pacientes con enfermedad avanzada que retrasan el tratamiento, el embarazo puede afectar el pronóstico. Las pacientes que eligen posponer el tratamiento para brindar un beneficio cuantificable al feto deben aceptar un riesgo indefi nido de progresión neoplásica. BIBLIOGRAFÍA Abu-Rustum NR, Neubauer N, Sonoda Y, et al: Surgical and pathologic out- comes of fertility-sparing radical abdominal trachelectomy for FIGO stage IB1 cervical cancer. Gynecol Oncol 111:261, 2008 Abu-Rustum NR, Sonoda Y, Black D, et al: Fertility-sparing radical abdominal trachelectomy for cervical carcinoma: technique and review of the literature. Gynecol Oncol 103:807, 2006 Albores-Saavedra J, Gersell D, Gilks CB, et al: Terminology of endocrine tumors of the uterine cervix: results of a workshop sponsored by the College of American Pathologists and the National Cancer Institute. Arch Pathol Lab Med 121:34, 1997 American College of Obstetricians and Gynecologists: Cervical cytology screening. Practice Bulletin No. 109. December, 2009 Belhocine T, Th ille A, Fridman V, et al: Contribution of whole-body 18FDG PET imaging in the management of cervical cancer. Gynecol Oncol 87:90, 2002 ■ Atención paliativa La quimioterapia paliativa se administra sólo si no produce dete- rioro significativo en la calidad de vida de la paciente. Cualquier decisión terapéutica para cáncer cervicouterino en caso de aten- ción paliativa debe considerarse contra los beneficios de la atención de apoyo. Las mujeres con náusea y vómito persistente por íleo relacionado con el tumor podrían beneficiarse con una sonda de gastrostomía. La obstrucción intestinal puede tratarse con inter- vención quirúrgica, siempre que la paciente sea elegible para la operación. En el caso de fístulas urinarias u obstrucción urinaria se coloca una sonda percutánea de nefrostomía. La base del tratamiento paliativo es el control del dolor y en el cuadro 39-12 (pág. 965) aparece una lista extensa de analgésicos. Las pacientes con cáncer cervicouterino padecen de dolor intenso, que se debe evaluar en cada consulta. Muchas pacientes necesitan narcóticos. En el caso de la paciente que ha utilizado opiáceos y se hospitaliza por dolor excesivo, se debe contemplar la posibili- dad de administrar analgesia regulada por la misma paciente. Es importante establecer la dosis total que alivia el dolor durante un periodo de 24 horas. De esta manera es posible convertir esta dosis en una dosis equivalente de opiáceos de acción prolongada. Para permitir una tolerancia cruzada incompleta entre los narcóticos, esta dosis se reduce entre 25 y 50%. A continuación se administra un opiáceo de acción corta para atenuar de inmediato el dolor y éste se prescribe a una dosis que es de 10 a 20% de la dosis diaria total y se administra a intervalos adecuados. Los narcóticos pro- vocan estreñimiento, por lo que las pacientes que utilizan estos regímenes deben recibir laxantes. El tratamiento se individualiza. Por lo general, la más efectiva es una combinación de ablanda- dor de heces fecales (docusato de sodio) y un laxante (senna) con polietilenglicol. Los autores recomiendan la revisión de las directrices terapéuti- cas si una paciente tiene la capacidad mental adecuada. A menudo se realiza esta revisión con tiempo, lo que da a la mujer la oportu- nidad de comprender la naturaleza y progresión de la enfermedad. Las casas de asistencia son parte invaluable de la atención termi- nal para la mayoría de estas pacientes, que requieren tratamiento intenso del dolor y asistencia considerable para las actividades de la vida diaria. ■ Tratamiento durante el embarazo No existe diferencia en la supervivencia entre mujeres embarazadas y no embarazadas con cáncer cervicouterino cuando se equiparan por edad, etapa y año de diagnóstico. Al igual que en las no emba- razadas, la etapa clínica al momento del diagnóstico es el factor pronóstico principal durante el embarazo. La supervivencia general es un poco mejor para el cáncer cervicouterino en el embarazo porque el mayor porcentaje de las pacientes tiene enfermedad en etapa I. Diagnóstico Las normas para realizar citologías vaginales durante el embarazo son iguales a las de la mujer no grávida (cap. 29, págs. 742-743). Además, debe practicarse biopsia de las lesiones con datos clíni- cos sospechosos. Si los resultados del Papanicolaou revelan HSIL o sospecha de malignidad, se practican colposcopia y biopsias; no se practica legrado de cuello uterino. Si los resultados del Papanicolaou indican células malignas y la biopsia dirigida por 30_Chapter_30_Hoffman_4R.indd 78930_Chapter_30_Hoffman_4R.indd 789 06/09/13 21:5306/09/13 21:53 GINECOLOGÍA������������������������������������������������� SECCIÓN 4 ONCOLOGÍA GINECOLÓGICA���������������������������������������������������������������������������������������������������������������� 30. CÁNCER CERVICOUTERINO������������������������������������������������������������������������������������������� TRATAMIENTO������������������������������������������������� ATENCIÓN PALIATIVA���������������������������������������������������������������������� TRATAMIENTO DURANTE EL EMBARAZO������������������������������������������������������������������������������������������������������������� BIBLIOGRAFÍA����������������������������������������������������
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