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GINECOLOGIA (905)

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884 Oncología ginecológica
SECCIÓ
N
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puro, obligan a buscar otros componentes de células germinales 
con un estudio histológico más extenso (Aoki, 2003).
Teratomas inmaduros
Debido a un aumento del 60% en la incidencia en las últimas 
décadas, ahora los teratomas inmaduros son la variante más fre-
cuente y representan de 40 a 50% de todos los tumores ováricos 
malignos de células germinales (Chan, 2008; Smith, 2006). Están 
formados por tejidos que derivan de las tres capas germinales: 
ectodermo, mesodermo y endodermo. Sin embargo, la presencia 
de estructuras inmaduras o embrionarias distingue a estas lesiones 
de los teratomas quísticos maduros benignos (quistes dermoides), 
que son mucho más comunes. El compromiso ovárico bilateral es 
raro, pero 10% de las pacientes tiene un teratoma maduro en el 
otro ovario. Los marcadores tumorales a menudo son negativos, 
a menos que el teratoma inmaduro esté mezclado con otros tipos 
tumorales de células germinales. La AFP, el antígeno canceroso 
125 (CA-125, cancer antigen 125), el CA-19-9 y el antígeno carci-
noembrionario (CEA, carcinoembryonic antigen) pueden ser útiles 
en algunos casos (Li, 2002).
En la inspección a simple vista, tales tumores se ven como gran-
des tumoraciones redondeadas o lobuladas, blandas o fi rmes. A 
menudo perforan la cápsula ovárica y causan invasión local. El sitio 
de diseminación más frecuente es el peritoneo, y con mucha menor 
frecuencia los ganglios linfáticos retroperitoneales. Con la intru-
sión local a menudo se forman adherencias alrededor, las cuales se 
cree que explican los índices bajos de torsión en dichos tumores en 
comparación con su contraparte madura benigna (Cass, 2001). En 
la superfi cie de corte, el interior casi siempre es sólido, con áreas 
quísticas intermitentes, pero a veces se encuentra lo contrario, con 
nódulos sólidos presentes sólo en la pared quística (fig. 36-7). Las 
partes sólidas pueden corresponder a elementos inmaduros, cartí-
lago, hueso o una combinación de éstos. Por otra parte, las áreas 
quísticas están llenas de líquido seroso o mucinoso, o de material 
sebáceo y pelo.
El examen microscópico revela una mezcla desordenada de teji-
dos. De los elementos inmaduros, casi siempre predominan los 
neuroectodérmicos y están dispuestos como túbulos primitivos y 
hojas de pequeñas células redondas malignas que pueden relacio-
narse con la formación de glía. El diagnóstico siempre es difícil de 
confi rmar en un corte congelado, la mayoría de las neoplasias se 
Otros tumores primitivos de células germinales
Los subtipos más raros de tumores que no son disgerminomas casi 
siempre están mezclados con otras variantes más frecuentes y no 
suelen encontrarse en forma pura.
Carcinoma embrionario. Las pacientes con diagnóstico de 
carcinoma embrionario siempre son más jóvenes, con una edad 
promedio de 14 años, que aquellas con otros tipos de tumores de 
células germinales. Dichas neoplasias se forman de células epitelia-
les parecidas a las del disco embrionario. Son distintivos las hojas 
sólidas desorganizadas de grandes células anaplásicas, espacios 
semejantes a los glandulares y estructuras capilares. Dichas caracte-
rísticas permiten la fácil identifi cación de estos tumores (Ulbright, 
2005). Aunque los disgerminomas son los tumores de células ger-
minales más frecuentes derivados de la transformación maligna de 
los gonadoblastomas en mujeres con disgenesia gonadal, a veces 
también pueden formarse tumores embrionarios “testiculares” 
(LaPolla, 1990). Los carcinomas embrionarios casi siempre produ-
cen hCG y 75% también secreta AFP.
Poliembrioma. Estos tumores, característicamente, contienen 
muchos cuerpos semejantes a un embrión. Cada uno tiene un 
pequeño “disco germinal” central situado entre dos cavidades, uno 
simula la cavidad amniótica y el otro un saco vitelino. Es común 
hallar células gigantes sincitiotrofoblásticas. Sin embargo, para que 
pueda usarse la designación de poliembrioma, los elementos distin-
tos a los cuerpos embrioides deben constituir <10% del tumor. Por 
concepto, estas neoplasias pueden considerarse un puente entre los 
tipos primitivos (disgerminoma) y los diferenciados (teratoma) de 
los tumores de células germinales. Por tal razón, los poliembriomas 
a menudo se consideran los teratomas más inmaduros (Ulbright, 
2005). Es posible que se encuentren elevadas las concentraciones 
séricas de AFP o de hCG en estas pacientes, debido a los compo-
nentes de saco vitelino y sincitio (Takemori, 1998).
Coriocarcinoma. El coriocarcinoma ovárico primario originado 
de una célula germinal es similar a un coriocarcinoma gestacional 
con metástasis ováricas, el cual se discute en el capítulo 37 (pág. 
905). Es importante hacer la diferenciación porque los tumores no 
gestacionales tienen peor pronóstico (Corakci, 2005). La detección 
de otros componentes de células germinales indica la presencia de 
un coriocarcinoma no gestacional, mientras que un embarazo 
concomitante o próximo sugiere una forma gestacional (Ulbright, 
2005). Las manifestaciones clínicas son frecuentes y se deben a con-
centraciones altas de hCG, producida por dichas neoplasias. Tales 
niveles pueden inducir precocidad sexual en niñas prepuberales o 
menometrorragia en mujeres en edad reproductiva (Oliva, 1993).
Tumores mixtos de células germinales
Los tumores ováricos de células germinales tienen un patrón mixto 
de diferenciación celular en 25 a 30% de los casos, aunque su 
incidencia también ha disminuido �30% en las décadas pasadas 
(Smith, 2006). El disgerminoma es el componente más frecuente y 
casi siempre se encuentra con tumor del saco vitelino, un teratoma 
inmaduro o ambos. La frecuencia de compromiso ovárico bilateral 
depende de la presencia o de la ausencia de un componente de 
disgerminoma y aumenta cuando éste existe. Pero, el tratamiento y 
el pronóstico dependen del componente no germinomatoso (Low, 
2000). Por tal razón, las concentraciones séricas altas de hCG y 
en especial las de AFP en una mujer con supuesto disgerminoma FIGURA 36-7. Fotografía de un teratoma inmaduro.
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