Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
902 Oncología ginecológica SECCIÓ N 4 hidatiformes. Por desgracia, no hay un criterio que distinga estos tres diagnósticos. No obstante, en general las molas completas tie- nen dos rasgos notorios: 1) proliferación trofoblástica y 2) vellosi- dades hidrópicas. Sin embargo existen diferencias importantes de estos hallazgos típicos en embarazos menores de 10 semanas, en los cuales es posible que no se observen las vellosidades hidrópi- cas y que el estroma molar aún tenga vasos sanguíneos (Paradinas, 1997). Como resultado, las molas completas a menudo deben caracterizarse mediante alteraciones morfológicas más sutiles. Por desgracia, esto puede provocar que dicha enfermedad se clasifi que de forma errónea como mola parcial o aborto espontáneo no molar (Fukunaga, 2005; Mosher, 1998). Las molas parciales se diagnostican en forma confi able cuando se demuestran tres o cuatro criterios diagnósticos mayores: 1) dos poblaciones de vellosidades; 2) vellosidades prominentes, irregu- lares y dismórfi cas (con inclusiones trofoblásticas); 3) vellosidades crecidas y con cavidades (≥3 a 4 mm), y 4) hiperplasia o atipia del sincitiotrofoblasto (Chew, 2000). En la mayor parte de los casos aún puede obtenerse una reproducibilidad diagnóstica adecuada utilizando estas distinciones histológicas entre las molas parcial y completa. Determinación de la ploidía La identifi cación del tipo de embarazo molar puede facilitarse al combinar estudios histopatológicos y la determinación de la ploidía (el número de conjuntos completos de cromosomas). La citometría de fl ujo es una técnica que sirve para contar, examinar y clasifi car células suspendidas en una corriente de líquido. Con esta herramienta pueden analizarse múltiples características físicas y químicas de células individuales al mismo tiempo, mientras éstas fl uyen a través de un aparato electrónico de detección óptica. Un segundo método de análisis celular, la citometría automatizada de imagen, emplea fi guras ópticas de varios cientos de núcleos celu- lares para identifi car cambios morfológicos sutiles dentro de los tejidos. Ambas técnicas pueden analizar la ploidía celular y utili- zarse para distinguir las molas completas (diploides) de las parciales (triploides) (fig. 37-6). Sin embargo, se demostró que la citometría automatizada de imagen es más sensible que la de fl ujo para hacer esta diferenciación (Crisp, 2003). Inmunotinción Además del análisis de la ploidía, las técnicas de inmunotinción histológica también permiten aclarar el diagnóstico. La molécula p57KIP2 es una proteína nuclear cuyo gen se impronta por parte paterna y su expresión tiene regulación materna, lo cual signifi ca que el producto del gen sólo se genera en tejidos que contienen un alelo materno. Como las molas completas contienen sólo genes paternos, no contienen la proteína p57KIP2 (Merchant, 2005). Por el contrario, esta proteína nuclear tiene una expresión mar- cada en placentas normales, abortos espontáneos con cambio hidrópico y molas hidatiformes parciales (Castrillon, 2001). En consecuencia, la inmunotinción de esta proteína nuclear es un método adjunto práctico y preciso para el análisis de la ploidía y en consecuencia para la clasifi cación patológica de las molas hidatifor- mes (Castrillon, 2001; Genest, 2002a; Jun, 2003). La tinción de p57KIP2 tiene la ventaja adicional de poder diferenciar los abortos hidrópicos de las molas completas, una distinción que no se hace mediante el análisis de la paridad cromosómica (Merchant, 2005). Como resultado, el uso complementario del estudio de la ploidía y del estatus de p57KIP2 ahora ayuda a distinguir entre un aborto herramientas valiosas para guiar la evaluación. Gracias a esto, ahora es frecuente el diagnóstico de la patología en el primer trimestre. Ecografía transvaginal Aunque las cifras de β-hCG son útiles, es más frecuente que el diagnóstico de embarazo molar se haga mediante ecografía por la hinchazón y el crecimiento difusos identifi cables de las vellosidades coriónicas. La mayor parte de las molas completas en el primer trimestre tiene una apariencia ecográfi ca típica: una tumoración intrauterina ecógena compleja que contiene muchos espacios quís- ticos pequeños. No existen tejidos fetales ni saco amniótico (fig. 37-5) (Benson, 2000). En cambio, las características ecográfi cas de un embarazo molar parcial incluyen una placenta hidrópica engro- sada con un feto concurrente (Zhou, 2005). Aún existen limitaciones diagnósticas a pesar de la utilidad de estas herramientas. Por ejemplo, Lazarus y sus colaboradores (1999) publicaron que las concentraciones de la β-hCG en los embarazos molares tempranos no siempre se elevan en el primer trimestre. Los mismos investigadores también encontraron que la ecografía podía conducir a un diagnóstico negativo falso si se reali- zaba a edades gestacionales muy tempranas, antes de que las vellosi- dades coriónicas hayan alcanzado el patrón vesicular característico (Lazarus, 1999). Por ejemplo, sólo de 20 a 30% de las pacientes tiene evidencia ecográfi ca sugestiva de mola parcial (Johns, 2005; Lindholm, 1999; Sebire, 2001). Por consiguiente, el diagnóstico preoperatorio en los embarazos tempranos casi siempre es difícil y muchas veces se hace hasta después de la revisión histopatológica del material abortado. Histopatología A veces es difícil distinguir entre molas completas, molas parcia- les y abortos hidrópicos en etapas tempranas del embarazo. Los cambios histopatológicos típicos de las molas completa y parcial se enlistan en el cuadro 37-2. Los abortos hidrópicos son embarazos fallidos generados por la unión habitual de un óvulo y un esper- matozoide haploide. La placenta a veces experimenta degeneración hidrópica, que simula algunas características vellosas de las molas FIGURA 37-5. Vista ecográfica transversal de un útero con una mola hidatiforme completa. La apariencia típica de “tormenta de nieve” se produce por múltiples vesículas placentarias. La mola llena por com- pleto la cavidad uterina y los calibradores se sitúan en los márgenes externos del útero. 37_Chapter_37_Hoffman_4R.indd 90237_Chapter_37_Hoffman_4R.indd 902 06/09/13 22:0306/09/13 22:03
Compartir