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990 Aspectos de cirugía ginecológica SECCIÓ N 5 extraer agujas, sujetar vasos para la coagulación electroquirúrgica, pasar ligaduras alrededor de los hemostatos e introducir esponjas. Las pinzas se sujetan de tal forma que una hoja funcione como extensión del pulgar y la otra como extensión de los dedos oposito- res. Las sujeciones alternadas pueden parecer incómodas y limitan la amplitud de movimiento de la muñeca, lo cual propicia el uso subóptimo del instrumento. Las pinzas dentadas fuertes, como las pinzas de un solo diente de Potts-Smith, las pinzas de Bonney y las de Ferriss-Smith se usan cuando es más importante la sujeción fuerte que el manejo delicado del tejido. Estos instrumentos se utilizan más a menudo para sujetar la aponeurosis durante el cierre de la herida abdominal (fig. 40-15). Las pinzas dentadas delgadas, como la pinza de Adson con un solo diente, concentran la fuerza en una superfi cie diminuta y brin- dan más poder de sujeción con menos destrucción del tejido. Se emplean para trabajo más delicado en tejido de densidad media, como la piel. Las pinzas no dentadas, también llamadas pinzas lisas, sujetan mediante la textura aserrada en la zona de oposición en las puntas (fig. 40-16). Casi siempre se usan para manejar tejido deli- cado y brindan cierto poder de sujeción con lesión mínima. Las pinzas de DeBakey son otro tipo de pinzas lisas diseñadas en un principio como pinzas vasculares, aunque en ocasiones se utilizan para otros tejidos delicados. En contraste, a veces se prefi eren las puntas más anchas y de hendiduras poco profundas de las pinzas rusas y las pinzas de Singley cuando se manipula una zona más gruesa de tejido. modo similar y la curvatura interna del portaagujas hacia el ojo de la aguja (fig. 40-14). Por lo general, el portaagujas se sujeta con el pulgar y el cuarto dedo en los anillos. La principal ventaja de esta sujeción es la pre- cisión que se obtiene para manipular las agujas. Puede liberarse la tensión de resorte del seguro en los mangos de manera controlada, con lo cual se libera y se sujeta de nuevo la aguja con más precisión. Una alternativa es usar la “sujeción palmar”; en ésta, el por- taagujas se mantiene entre la región tenar y el resto de los dedos, ningún dedo entra en los anillos del instrumento. Esta forma de sujeción permite un movimiento rotatorio sencillo para empujar las agujas curvas en un movimiento de arco. Su principal ventaja es el tiempo que se ahorra para las suturas continuas, ya que la aguja puede liberarse, sujetarse de nuevo y cambiar de dirección de manera efi caz sin colocar de nuevo los dedos en los anillos del instrumento. La desventaja es que con esta modalidad de sujeción puede perderse precisión durante la liberación de la aguja. Cuando se desbloquea el portaagujas, la liberación del seguro debe ser suave y gradual. Esto evita el desbloqueo súbito, que puede separar los mangos, con posibilidad de generar torpeza, pérdida del control de la aguja y lesión del tejido. ■ Pinzas para tejido Las pinzas sirven para sujetar el tejido durante el corte, separar el tejido durante la exposición, estabilizar el tejido cuando se sutura, FIGURA 40-13. Portaagujas. Portaagujas curvo (arriba). Portaagujas recto (abajo). (Fotografía por cortesía de U.S. Surgitech, Inc.) FIGURA 40-14. Sujeción correcta de una aguja con un portaagujas curvo. La curvatura de las puntas se dirige al extremo ensamblado de la aguja. (Fotografía por cortesía de U.S. Surgitech, Inc.) A B C FIGURA 40-15. Pinzas activadas por el pulgar. A y B. Largas y cortas para tejido. C. De Adson. (Fotografía por cortesía de U.S. Surgitech, Inc.) A B C D FIGURA 40-16. Pinzas lisas para tejido. A. Rusa. B y D. Larga y corta para vendaje. C. De DeBakey. (Fotografía por cortesía de U.S. Surgi- tech, Inc.) 40_Chapter_40_Hoffman_4R.indd 99040_Chapter_40_Hoffman_4R.indd 990 06/09/13 22:0706/09/13 22:07
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