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GINECOLOGIA (1102)

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1081Cirugías para trastornos ginecológicos benignos
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 4
1
POSOPERATORIO
Después de la ablación, las pacientes por lo 
general experimentan goteo transvaginal hemá-
tico leve y cólicos. La cicatrización posopera-
toria y los cuidados de la paciente en general 
son similares a los de la crioterapia (p. 1079).
ABLACIÓN CERVICOUTERINA 
CON LÁSER DE DIÓXIDO 
DE CARBONO
El láser de dióxido de carbono (CO2) produce 
un haz de luz infrarroja con 10.6 μm de longi-
tud de onda. En su punto focal la energía láser 
produce calor sufi ciente para hervir el agua 
intracelular y evaporar el tejido. 
piezas quirúrgicas en formol para su estudio 
histopatológico.
➌ Ablación en varias etapas. Con 
menos frecuencia las lesiones voluminosas 
pueden requerir varias etapas, con electrodos 
de asa de diversos tamaños (fig. 41-26.6).
➍ Control de los sitios de hemorra-
gia. A pesar del uso de vasoconstrictores, es 
frecuente la hemorragia después de LEEP. Los 
sitios de hemorragia activa pueden controlarse 
utilizando un electrodo de punta redonda de 
3 a 5 mm y con cambio de la unidad electro-
quirúrgica al modo de coagulación. También 
se puede aplicar solución de Monsel con com-
presión directa de los sitios sangrantes.
ubica sobre la parte alta del muslo o la nalga. 
Se introduce el espejo aislado en la vagina y se 
conectan los tubos para evacuación de humo. 
La aplicación de solución de Lugol permite 
delinear los bordes de la lesión antes de iniciar 
el procedimiento (cap. 29, p. 749). 
Para anestesia en el consultorio, se pueden 
usar soluciones vasoconstrictoras de vasopre-
sina y adrenalina al 1% (10 unidades de vaso-
presina en 30 ml de lidocaína), o de lidocaína 
y adrenalina al 1% (dilución 1:100 000). Se 
usa una aguja de calibre 25 a 27 para inyectar 
en forma circunferencial de 5 a 10 ml de cual-
quiera de las soluciones, con 1 o 2 cm de pro-
fundidad en el cuello uterino por fuera de la 
zona a extirpar. Por lo general se observa blan-
queamiento del cuello uterino.
➋ Ablación en un solo paso. En forma 
ideal, la lesión debe extirparse en un solo paso 
y se selecciona el asa de tamaño apropiado para 
ese propósito. Si la colposcopia es satisfactoria, 
el diámetro correcto del asa debe incorporar 
todo el diámetro de la lesión hasta una profun-
didad de 5 a 8 mm. Se ajusta la unidad electro-
quirúrgica al modo de corte y por lo general se 
usan 30 a 50 vatios, dependiendo del tamaño 
del asa. Las asas más grandes requieren mayor 
cantidad de vatios. 
Para extirpar la lesión se coloca un asa de 
3 a 5 mm por fuera del perímetro externo de 
la lesión (fig. 41-26.5). Se activa la corriente 
a través del asa antes del contacto con los teji-
dos, periodo durante el cual pueden obser-
varse chispas eléctricas en la punta del asa. 
Se introduce el asa en el cuello uterino, en 
un ángulo recto con respecto a su superfi cie. 
El asa se mantiene paralela a la superfi cie y se 
dirige hasta alcanzar un punto de 3 a 5 mm 
por fuera del borde opuesto de la lesión. Se 
retira el asa lentamente colocándola en ángulo 
recto respecto a la superfi cie; se interrumpe la 
corriente tan pronto como el asa se separa del 
tejido. Después de la ablación se colocan las 
FIGURA 41-26.4 Variedad de electrodos para el 
procedimiento de ablación quirúrgica con asa (LEEP). FIGURA 41-26.5 Extirpación electroquirúrgica con asa de un solo paso.
FIGURA 41-26.6 Procedimiento de extirpación en múltiples pasos.
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