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Tema 3: Platón Grados y niveles de conocimiento según Platón Platón da los nombres de los grados del conocimiento correspondientes a las cuatro clases de objetos: imaginación (eikasia), creencia (pistis), pensamiento discursivo (diànoia) e intelección (nóesis). Mundo sensible: Imaginación/conjetura (eikasia), conocimiento sensible basado en la percepción de las sombras y los reflejos. Creencia (pistis), conocimiento basado en la percepción directa de las cosas sensibles. Mundo Inteligible: Pensamiento discursivo (diánoia): conocimiento racional pero basado en los signos sensibles. En aritmética y geometría, para conocer los entes matemáticos, el entendimiento va de un principio hipotético a la conclusión, apoyándose en figuras o imágenes sensibles cuando demuestra un teorema y sin necesidad de justificar racionalmente el principio hipotético. Intuición (noésis): En la dialéctica, para conocer las Ideas, el entendimiento parte de un principio hipotético para llegar a un primer principio no hipotético (la Idea de Bien), sin descansar en ningún contenido sensible y justificando racionalmente el primer principio no hipotético. Sólo la dialéctica es capaz de cancelar el carácter hipotético de los principios utilizados por las otras disciplinas, al dar razón de ellos y justificarlos racionalmente. Para Platón un requisito esencial del verdadero conocimiento es poder dar razón del primer principio (arxé, idea). La relación entre las ideas y el mundo sensible Para Platón, la realidad se divide en dos dimensiones: el mundo de las ideas (o mundo inteligible) y el mundo sensible. Esta división se conoce como dualismo ontológico. El mundo de las ideas es el único verdadero y se puede conocer a través de la razón. Las ideas se encuentran más allá del espacio y del tiempo, son incorruptibles, eternas e inmutables. En lo más alto de la jerarquía de las ideas, se encuentra la idea de bien. Por otro lado, el mundo sensible contiene los objetos físicos, las cosas, y se accede a él a través de los sentidos. Este mundo ha sido construido por el Demiurgo, a partir del mundo de las ideas, y por lo tanto, en la medida en que participa del mismo, es real, aunque no es más que una copia del primero. Las cosas del mundo sensible son finitas, temporales, cambiantes y están sometidas a un proceso de generación y corrupción. Por lo tanto, la relación entre las ideas y el mundo sensible es de dependencia jerárquica. El mundo sensible imita las formas o ideas del mundo de las ideas. Sin embargo, el conocimiento de los objetos físicos no puede ser universal y necesario, como el científico, sino simple opinión. La Teoría de las Ideas La Teoría de las Ideas es una filosofía atribuida a Platón que afirma que hay dos tipos de realidades: la realidad sensible y la realidad inteligible. Esta teoría fue introducida por Platón en sus diálogos (como la República) . Realidad Sensible: Es el mundo físico, el mundo de los objetos sensibles y particulares, y su conocimiento es posible a través de los sentidos. Este mundo es sujeto a cambios y es considerado una copia del mundo real, el mundo inteligible. Realidad Inteligible: Es el mundo de las ideas, de los universales, de las esencias, y es el único verdadero. Este mundo es imperecedero, inmutable y eterno. El conocimiento de este mundo es posible solo a través de la razón, por medio de un proceso dialéctico. Las entidades sensibles imitan a las Ideas inteligibles, que son los modelos ideales y perfectos de todas las cosas. También participan de las Ideas, como si tomaran una parte de ellas y la reprodujeran. Además, Platón defiende la existencia de dos partes en el ser humano: el cuerpo y el alma. El cuerpo pertenece al mundo sensible, es perecedero y corruptible, sujeto a generación y destrucción, cambiante y en él se encuentra atrapada el alma. El alma, es la parte más valiosa del ser humano y antes de estar atrapada en un cuerpo, habitaba en el mundo de las ideas. Con la muerte del cuerpo, el alma será liberada del mismo, y podrá regresar al mundo de las ideas. Teoría de la reminiscencia La teoría de la reminiscencia en Platón sugiere que el aprendizaje es un proceso de recordar conocimientos previos que las almas ya poseían antes de encarnarse en el cuerpo. Platón sostiene que el alma, antes de estar atrapada en un cuerpo, habitaba en el mundo inteligible de las ideas. Al caer al mundo sensible y quedar encerrada en el cuerpo, el alma olvida lo que sabía. Según Platón, adquirir conocimiento consiste en recordar lo que el alma sabía cuando habitaba en el mundo inteligible de las ideas, el recuerdo se logrará principalmente mediante el diálogo filosófico. La teoría de la reminiscencia concibe que la sabiduría y la virtud provienen de una vida pasada; el alma mantiene esa información y las enseñanzas aprendidas, y las trae a la vida actual del individuo. Esta teoría está ligada a la diferencia platónica entre el cuerpo y el alma. Tema 4: Aristóteles Concepto, juicio y razonamiento en la silogística aristotélica En la silogística aristotélica, los conceptos se expresan mediante términos, los juicios a través de proposiciones, y el razonamiento se lleva a cabo mediante el uso de silogismos, que son argumentos deductivos compuestos por tres proposiciones interrelacionadas. Concepto (Términos): En la silogística aristotélica, los conceptos se expresan mediante términos. Estos términos pueden ser universales, particulares o individuales. Por ejemplo, "todos los hombres", "algunos animales", "este árbol". Aristóteles clasificó los términos en diversas categorías según sus propiedades y relaciones. Los términos pueden ser sujetos o predicados, y Aristóteles identificó diferentes tipos de términos, como los términos afirmativos y negativos. Juicio (Proposiciones): Los juicios en la silogística son expresados mediante proposiciones. Aristóteles clasificó las proposiciones en afirmativas y negativas. Una proposición afirmativa declara algo acerca de la relación entre dos términos, una proposición negativa establece una relación de no pertenencia. Razonamiento (Silogismo): El razonamiento en la lógica aristotélica se realiza a través del silogismo, que es un argumento deductivo formado por tres proposiciones llamadas premisas: una premisa mayor, una premisa menor y una conclusión. Aristóteles clasificó los silogismos en diferentes categorías según la cantidad y la calidad de las premisas. Algunas de las formas más conocidas son los silogismos categóricos, que se basan en términos de clases o categorías. Primeros principios o axiomas Según Aristóteles, los primeros principios o axiomas son indemostrables y universales que rigen la realidad. Los principales son: -Principio de no contradicción: No es posible que una misma cosa sea y no sea en el mismo sentido y al mismo tiempo. -Principio de identidad: Toda entidad es idéntica a sí misma y sólo a sí misma. -Principio de causalidad: Todo ser o suceso proviene de una causa anterior de la que es efecto. Estos principios son fundamentales para todas las ciencias y son estudiados por la filosofía, que Aristóteles considera la ciencia de los primeros principios. Además, Aristóteles establece que el principio más cierto de todos es aquel respecto del cual es imposible equivocarse. Este principio es el más conocido, ya que todos se equivocan siempre sobre lo que no conocen. Además de estos axiomas, Aristóteles también establece las categorías, que son aquello que se puede predicar de los seres: cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, estado, acción y pasión. La Física en Aristóteles En “La Física” Aristóteles comienza exponiendo los sentidos de “physis”. Su procedimiento era siempre partir de una multiplicidad para intentar alcanzar una unidad. El sentido principal de “physis” es que hace referencia a los entes físicos, que son los que se mueven o cambian por sí mismos. Para los entes naturales el movimiento o cambio consiste en el pasode la potencia al acto por ejemplo una semilla es un árbol en potencia. Como los entes naturales son aquellos que se mueven por sí mismos, debe averiguarse cuales son las causas que explican este movimiento o cambio. Aristóteles concluyó que las causas del cambio son cuatro: la causa material (de qué está hecho algo), la causa formal (la forma o patrón que algo sigue), la causa eficiente (el agente que produce el cambio) y la causa final (el propósito o fin de algo). La causa principal es la causa final pues el orden mismo del mundo depende de esta de que cada uno de los seres realice plenamente sus potencialidades cumpliendo así con su fin específico. La física de Aristóteles fue la teoría predominante durante casi dos milenios. Sin embargo, con el trabajo de científicos como Copérnico, Galileo y Newton, se demostró que muchas de las ideas de Aristóteles no eran correctas. Aun así, su enfoque en la observación y el razonamiento lógico ha tenido un impacto duradero en la ciencia. La lógica de Aristóteles La lógica para Aristóteles es una herramienta necesaria para adentrarse en el mundo de la filosofía y la ciencia. Sus trabajos principales sobre la materia se agrupan bajo el nombre Órganon y constituyen la primera investigación sistemática sobre los principios del razonamiento válido. Aristóteles se ocupa del estudio de los conceptos, dedicando especial atención a los predicables, y de las categorías, que se completa con el análisis de los juicios y de las formas de razonamiento. Aristóteles establece tres axiomas fundamentales: Principio de no contradicción: Es imposible que un mismo atributo se dé y no se dé simultáneamente en el mismo sujeto y en un mismo sentido. Principio de identidad: Toda entidad es idéntica a sí misma y sólo a sí misma. Principio de causalidad: Todo ser o suceso proviene de una causa anterior de la que es efecto. Aristóteles establece que la observación es la única vía para entender el funcionamiento de las cosas. La lógica de Aristóteles ha ejercido influencia durante más de dos milenios. Aunque algunos académicos actuales afirman que el sistema de Aristóteles no puede aportar mucho más que valor histórico debido a la llegada de la lógica matemática, la lógica de Aristóteles se emplea en la teoría de la argumentación. La política en Aristóteles Aristóteles definía al ser humano como un “zoon politikón”, es decir, un animal político. Según él, el ser humano es un ser social por naturaleza, incapaz de sobrevivir separado del grupo. Además, a diferencia del resto de los animales, el ser humano tiene la capacidad de hablar y, por lo tanto, de compartir conceptos morales, como la justicia. Según Aristóteles, existen tres formas justas de gobierno: -Monarquía: Es el gobierno en el que solo un hombre es el soberano. -Aristocracia: Es la forma en que algunos hombres gobiernan. -Democracia (politía): Forma de gobierno en que la multitud, el pueblo, ejerce la soberanía. Cuando estas 3 formas justas dejan de buscar el bien común, degeneran en: -Tiranía: Es el desvío de la monarquía; cuando el soberano gobierna de acuerdo con sus propios intereses. -Oligarquía: Forma degenerada de la aristocracia en que se gobierna buscando el interés de los ricos. -Demagogia: Desviación de la república en la que se busca solo los intereses de los más pobres, y no de todos. Para Aristóteles, la ciudad (polis) era la forma más alta de comunidad humana. Creía que los seres humanos son seres políticos por naturaleza y que la política es esencial para la búsqueda del bien común y la virtud. Aristóteles creía que la política era una extensión natural de la ética y que ambos campos estaban intrínsecamente relacionados. Según él, el objetivo del ser humano es la felicidad y esta solo es posible dentro de la ciudad. Tema 5: Filosofía helenística y romana El placer y la felicidad según Epicuro Epicuro sostiene que el placer es el bien supremo y que debemos orientar nuestras acciones hacia él. Sin embargo, no se trata de buscar placeres efímeros o hedonistas, sino de alcanzar la tranquilidad del alma y la ausencia de sufrimiento. Según este, el propósito de la vida humana es la felicidad, que se obtiene evitando el dolor y buscando el placer . Para él, la felicidad es placer y serenidad, un estado en el que no hay perturbaciones del alma ni dolor alguno. Su visión del placer dista mucho de las posturas hedonistas que defienden que el placer y la felicidad se encuentran en los lujos y en los excesos. Al contrario, para Epicuro la vida más placentera se halla en la sencillez y en la abstención de deseos innecesarios. Según Epicuro, el conocimiento humano se deriva de la sensación, la prolepsis y los sentimientos de dolor y placer. Las sensaciones se producen cuando los átomos sutiles se desprenden de los objetos y afectan a los sentidos humanos. La ética en el estoicismo Para los estoicos, el fin de la vida humana es el logro de la felicidad. Esto requiere seguir lo que dicta la razón, que la felicidad sólo se consigue cuando nos plegamos al Orden de la naturaleza: cuando aceptamos el “destino”. El sabio estoico es el que soporta tanto lo bueno como lo malo que le sucede. Algo que contribuye notablemente a la consecución de una vida feliz es lograr a la vez la “apatheia”, la ausencia de pasiones, y la “ataraxia”, la imperturbabilidad. Los estoicos formularon una tesis que afirma que hay una ley socio-política que emana de la Naturaleza. El estoicismo de desarrolló en tres oleadas: antiguo, medio y nuevo (romano). Tema 6: Cristianismo y filosofía. Agustín de Hipona. La teoría de la iluminación en San Agustín San Agustín, uno de los padres de la Iglesia Católica, desarrolló esta teoría en su obra “Confesiones”. En ella, explora cómo Dios ilumina la mente humana para alcanzar la sabiduría y la conexión con lo divino. Según San Agustín, la iluminación es un proceso divino en el que Dios revela la verdad a través de la razón y la fe. Todos los seres humanos tienen la capacidad de alcanzar este estado de iluminación, pero solo aquellos que reconocen su dependencia de Dios y se abren a su gracia pueden experimentarla plenamente. La iluminación, según San Agustín, es un regalo divino que transforma nuestro entendimiento y nos permite comprender la verdad eterna. En la teoría de la iluminación de San Agustín se entrelazan elementos filosóficos y religiosos. Para él, la filosofía y la razón son herramientas importantes en el proceso de iluminación, pero solo pueden llevarnos hasta cierto punto. La fe y la revelación divina son fundamentales para alcanzar una comprensión profunda de la verdad. San Agustín consideraba que la razón y la fe eran dos alas que nos permitían elevarnos hacia la verdad y la sabiduría. La doctrina del mal en San Agustín La doctrina del mal según San Agustín de Hipona es un concepto filosófico y religioso que aborda la comprensión del mal y su origen. San Agustín, uno de los padres de la Iglesia Católica, desarrolló esta doctrina en sus obras, incluyendo las “Confesiones” y "La Ciudad de Dios". Según San Agustín, el mal no es una entidad en sí misma, sino la ausencia o carencia de lo bueno. Es decir, el mal es el resultado de la desviación o corrupción de algo que fue creado originalmente como bueno por Dios. Esta perspectiva se conoce como la teoría del mal como una privación de bien. San Agustín argumentó que Dios creó a los seres humanos como racionales, pero para poder ser racionales necesitan el libre albedrío, es decir, escoger entre el bien y el mal. Por lo tanto, Dios no es la causa del mal. El hombre escoge el mal, al igual que escoge el pecado que es la ausencia de Dios Tema 7: Controversia sobre los conceptos universales La posición de Abelardo en el problema de los universales Abelardo adoptó una postura que se conoce como conceptualismo, que se presenta como una alternativa entre el realismo y el nominalismo. Según Abelardo, los universales existen en la mente humana en forma de conceptos.Estos conceptos se forman a partir de la observación de ciertas características compartidas por los individuos de un grupo. Abelardo argumentó que los universales no son simplemente palabras o sonidos, sino que implican realidades intelectivas, cognoscitivas. En otras palabras, los universales son más que meras palabras; representan ideas o conceptos en nuestra mente. Además, Abelardo sostuvo que el universal es un predicado de una pluralidad de sujetos o cosas individuales tomados uno a uno. Es decir, una palabra dotada de un significado convencional y asociada a una imagen mental. Argumento ontológico de San Anselmo Anselmo definió a Dios como “aquel del que nada más grande [que él] puede ser pensado”, y argumentó que este ser debe existir en la mente, incluso en la mente de la persona que niega la existencia de Dios. Sugirió que, si el mayor ser posible existe en la mente, también debe existir en la realidad. Si solo existe en la mente, entonces un ser aún mayor debe ser posible: uno que existe tanto en la mente como en la realidad. Por lo tanto, este ser más grande posible debe existir en la realidad. Este argumento se basa en la idea de que la noción de un ser perfecto, es decir, Dios, es necesaria para explicar la existencia de la perfección en el mundo. El argumento ontológico de San Anselmo establece la existencia de Dios a partir del simple pensamiento. Controversia medieval sobre los conceptos universales y las principales posiciones La controversia medieval sobre los universales es un debate filosófico que aborda la cuestión de la existencia y naturaleza de los universales, es decir, de los conceptos o ideas universales. Este debate se centra principalmente en dos corrientes opuestas: el realismo y el nominalismo. El realismo sostiene que los universales existen fuera de la mente humana, ya sea en las cosas mismas o en un mundo inteligible. El realismo se divide en dos corrientes principales: -Realismo platónico: Los universales son entidades reales, independientes de las cosas, que subsisten en un mundo aparte. -Realismo moderado: Los universales existen en la mente de Dios, en las cosas y en la mente humana. El panteísmo lógico es una doctrina que puede surgir del realismo extremo, ya que si los universales tienen una existencia real y objetiva independiente de los objetos materiales, esto podría llevar a la idea de que todo es parte de un todo divino. Por otro lado, el nominalismo sostiene que los universales no existen fuera de la mente, sino que son meros nombres o términos que usamos para agrupar objetos similares. Entre estas dos posiciones, surge el conceptualismo, defendido por Pedro Abelardo, que sostiene que los universales son conceptos en la mente, pero no tienen existencia real fuera de ella. El nominalismo como posición en la controversia de los universales El nominalismo es una corriente filosófica que se ocupa de la cuestión de los universales y la naturaleza del lenguaje. En la controversia medieval sobre los universales, el nominalismo sostiene que los universales no son más que nombres o palabras vacías (flatus vocis), sin conexión con las cosas. En términos más específicos, el nominalismo niega la existencia de conceptos universales tanto de manera inmanente (en los particulares) como trascendente (fuera de los particulares). Según esta postura, todo lo que existe es particular. Esto generalmente se afirma en oposición a quienes sostienen que existen los universales y las entidades abstractas. Existen al menos dos versiones principales de nominalismo: -Una versión niega la existencia de universales, cosas que pueden ser ejemplificadas por muchas cosas particulares. -La otra versión niega específicamente la existencia de objetos abstractos. El nominalismo surgió como reacción al problema de los universales y, en particular, a la solución de Platón, conocida como realismo platónico. Sistemas filosóficos como los de Epicuro, Guillermo de Occam, o Hume pueden considerarse nominalistas. Razón y fe en la Edad Media En la Edad Media, la relación entre la fe y la razón fue un tema central en la filosofía y la teología. La fe se refería principalmente a la creencia en Dios y en la revelación divina a través de la Biblia y la Tradición. La razón, por otro lado, se refería al uso del intelecto humano para comprender el mundo. Los filósofos medievales creían que la razón y la fe no eran incompatibles, sino que podían trabajar juntas para llegar a la verdad. Sin embargo, también hubo debates sobre hasta qué punto la razón puede llegar a conocer la verdad y hasta qué punto la fe debe ser aceptada sin cuestionar. San Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino son dos figuras prominentes que abordaron la relación entre fe y razón. San Agustín sostuvo que fe y razón son dos caminos distintos que llevan al mismo sitio. En caso de no coincidir, es que el razonamiento es erróneo. La fe, afirma uno de los pensadores más geniales de la humanidad, es condición necesaria para comprender el cristianismo y el misterio de la revelación, pero no suficiente. Para llegar a penetrar de verdad en el misterio, es necesaria la razón. Porque sin la razón, tampoco hay fe. Fe y razón son distintas, pero deben apoyarse la una en la otra. Santo Tomás de Aquino, por otro lado, es considerado el principal de la escolástica y defensor de la teología natural. Comentó, como Averroes, las obras de Aristóteles, mostrando la compatibilidad de la misma con la religión católica. Tema 8: Filosofía árabe y judía La filosofía de Averroes Averroes, fue un filósofo hispanoárabe de la Edad Media. Es conocido por su defensa de la filosofía griega contra los teólogos Ash’aritas ortodoxos dirigidos por al-Ghazali. Aunque durante su vida su filosofía fue considerada polémica en los círculos musulmanes, tuvo un impacto aún mayor en el pensamiento de Europa occidental. Averroes es conocido por su intento de conciliar la filosofía de Aristóteles con la teología islámica. Su teoría de la doble verdad sostiene que la filosofía y la teología pueden coexistir sin contradicciones. Esta teoría generó controversias en la cristiandad latina y desencadenó un movimiento filosófico llamado averroísmo basado en sus escritos. Moisés Maimónides Fue un filósofo sefardí de la Edad Media. La filosofía de Maimónides es una conciliación entre el enfoque hebreo, el aristotelismo y el neoplatonismo. Su objetivo era demostrar la existencia de Dios como Ser Necesario, el primer motor y causa del mundo. Además, consideraba que la idea de una creación libre en el tiempo es, como mínimo, razonable. Además, Maimónides escribió la “Guía de los Perplejos”, en la que procuró hacer compatibles la religión judía con la obra de Aristóteles y de la filosofía de los neoplatónicos griegos y musulmanes. En esta obra, insistió en la diversidad de análisis en la interpretación, especialmente en lo que se refiere al análisis de los textos sagrados hebreos. La teoría de la doble verdad de Averroes La teoría de la doble verdad de Averroes sostiene que una misma proposición puede ser verdadera en la filosofía y falsa en la teología, o viceversa. Esta teoría fue una forma de reconciliar los puntos de vista de la filosofía y la teología al permitir que ambos tuvieran su propia verdad. Según Averroes, la filosofía y la teología provienen de dos fuentes diferentes, y que estas fuentes no necesariamente se contradicen. La filosofía proviene de la razón, mientras que la teología proviene de la revelación. Él consideraba que la verdad de la filosofía no era necesariamente incompatible con la verdad de la teología. Si esto se aplicaba a una proposición, entonces, según Averroes, ambas versiones pueden ser ciertas. Esto se conoce como el principio de la doble verdad. Además, Averroes también fue un defensor de la teoría de la inmortalidad del alma. En su opinión, el alma era inmortal porque era una parte de la esencia divina. Esta fue una forma de reconciliar las creencias religiosas y filosóficas,ya que la inmortalidad del alma se consideraba tanto una verdad de la filosofía como una verdad de la teología. Avicena: filósofo islámico de oriente La filosofía de Avicena es un intento de construir un sistema coherente y completo que se ajuste a los requisitos religiosos de la cultura musulmana. Su trabajo a menudo se considera una parte integral de las tradiciones aristotélica y neoplatónica. En su análisis del conocimiento humano,postuló siete “sentidos internos”, organizados en una jerarquía. Estos sentidos internos incluyen el sentido común, la imaginación retentiva, la imaginación animal compositiva, la imaginación humana compositiva, el poder de estimación, la capacidad de recordar los resultados de todo el procesamiento de la información que se produce más abajo en la jerarquía, y la capacidad de utilizar esa información. Avicena también se destacó por sus ideas sobre el conocimiento y la existencia. Creía que el conocimiento se podía obtener a través de la razón y la experiencia, y sostuvo una teoría sobre la existencia divina basada en la necesidad ontológica. La filosofía de Al-Farabi En su filosofía política, Al-Farabi se basaba en la idea de que los seres humanos necesitan vivir en sociedad y que el Estado debe desempeñar un papel importante en la vida de los ciudadanos. Creía que el Estado ideal era una monarquía virtuosa, en la que el gobernante trabajaba en beneficio del bien común y no de sus propios intereses. En cuanto a su teoría del conocimiento, Al-Farabi estaba influenciado por el pensamiento aristotélico, pero también incorporaba elementos de la filosofía platónica y la teología islámica. Creía que el conocimiento verdadero solo se puede obtener a través de la razón y la contemplación, y que la verdad es objetiva y universal. Además, Al-Farabi también fue un filósofo de la música y creía que la música tenía el poder de influir en las emociones y en el comportamiento humano. Tema 9: Tomás de Aquino y el apogeo de la escolástica Dios como causar de ser Tomás de Aquino, en su filosofía, concibió a Dios como la causa del ser. Según él, es un dogma de fe de la religión cristiana que Dios ha creado todo desde la nada (ex nihilo). Aquino sostuvo que en los entes creados, la esencia (su definición, el conjunto de sus propiedades) es enteramente distinta de su existencia. El mundo, con todo lo que contiene, es “contingente”: podría no existir; por ello, el mundo debe su existencia a Dios y de él depende enteramente. Dios es la causa eficiente primera: el Ente Supremo desde sí mismo y por sí mismo creando el mundo ha puesto en la existencia la esencia. Lo creado, por lo tanto, es el efecto inferior e imperfecto de una Causa Superior. Dios es también la causa material. En tanto crea el mundo desde la nada, la propia “materia” es también algo creado por Dios. Además, Dios es la causa formal, entendida platónicamente como causa ejemplar. Aquino sostuvo que esta cadena de causas no puede ser infinita, ya que si lo fuera, no habría una causa primera que iniciara todo el proceso. En consecuencia, debe existir una causa primera no causada por nada más, que en última instancia es Dios. Rivalidad entre franciscanos y dominicos en el siglo XIII La rivalidad entre franciscanos y dominicos en el siglo XIII se desarrolló en un contexto marcado por dos acontecimientos clave: la recepción de Aristóteles en la filosofía y la teología de autores árabes como Avicena y Averroes, y la fundación de grandes universidades en Europa. Ambas órdenes surgieron en el siglo XIII y se convirtieron en muy relevantes en la historia europea. Los franciscanos y dominicos se distinguían en varios aspectos. Los dominicos eran más intelectuales y partidarios de usar la razón para reforzar la fe en la revelación de las Sagradas Escrituras. Por otro lado, los franciscanos situaban a la fe muy por encima de la razón. Cada orden afirmaba que era más puramente cristiana, aunque los dominicos sostenían que su versión del cristianismo era más “moderna”, estando más “actualizada”, más ajustada a su propia época. La rivalidad también se manifestaba en la acumulación de poder dentro de la organización eclesiástica. En términos de filosofía, los franciscanos estaban inicialmente apegados a San Agustín (y, a través de él, al platonismo), mientras que los dominicos alumbraron una nueva teología, inspirada en la filosofía de Aristóteles. Esta última fue considerada, a partir del siglo XIII hasta nuestros días, como la más ortodoxamente cristiana. Es importante resaltar que en el seno de la orden franciscana, lentamente, fueron concretándose una serie de elementos que terminaron desembocando en la reforma protestante de Lutero. La reforma de la metafísica de Aristóteles en Sto. Tomás de Aquino Santo Tomás de Aquino reformó la metafísica de Aristóteles para conciliarla con la teología cristiana. Aquino partió de Aristóteles, pero intentó demostrar la creación como procedencia de los seres de la causa universal que es Dios. Para Aristóteles, tanto la materia como las formas son increadas y eternas, y Dios solo es el primer motor, causa eficiente y final de un mundo que él no creó ni conoce. Aquino combinó Aristóteles (del que tomó la conexión entre forma y acto, por un lado, y la materia y potencia por otro) con Avicena del que tomó la radical distinción entre la esencia de algo y la existencia de ese algo. Pretendió así probar que los seres creados únicamente existen porque Dios ha actualizado su esencia: la esencia de cada clase de cosas permanece en este estado potencial hasta que Dios la pone en acto, creándola. Ningún ser finito y limitado puede por sí solo limitar su esencia, para que esto ocurra tiene que actuar una causa creadora del ser, causa de la existencia y causa de la esencia de todo. Resulta entonces que lo creado es contingente: podría no existir ya que su esencia no incluye su existencia, solo el Creador es Necesario y lo es a pesar de que su creación es enteramente libre: podría no haber creado el mundo y si lo ha creado es porque ha querido. Las pruebas de la existencia de Dios en Tomás de Aquino Santo Tomás de Aquino propuso cinco pruebas racionales, conocidas como las “Cinco Vías”, para demostrar la existencia de Dios. Estas pruebas se basan en la observación de distintos aspectos del universo y llegan a la conclusión de la existencia de un ser necesario e inmutable, que es Dios. Aquí están las cinco pruebas: -Prueba del movimiento: Todo lo que se mueve ha sido movido por algo previamente. En esta cadena de causa-efecto tiene que haber por fuerza algo que haya producido el primer movimiento. Ese algo es Dios. -Prueba de la causa eficiente: En la naturaleza nada es causa de sí mismo y, por lo tanto, todo tiene una causa. Entonces tiene que existir una causa primera que explique todo lo posterior. Esa causa también es Dios. -Prueba de la contingencia: Todo en la naturaleza es contingente, es decir, existe pero podría no existir o ser de otro modo. Por lo que hace falta un ser necesario que haga que lo contingente exista en vez de no existir. -Prueba por el grado de perfección: En la naturaleza hay cosas más imperfectas y cosas más perfectas. Que sean más o menos perfectas dependen del grado de cercanía a la perfección máxima que, por lo tanto, debe de existir. Esa perfección máxima es Dios. -Prueba por orden universal: En la naturaleza todo está ordenado hacia un fin. Todo sigue un orden. Es necesario pues que haya una inteligencia suprema que lo haya ordenado así. Tema 10: Duns Scoto y Ockham Pensamiento moral y político de Ockham Ockham defendió la separación del poder temporal y espiritual, argumentando que la fe y la razón son dos ámbitos separados y diferentes. Según él, ciertas verdades universales solo podían ser conocidas a través de la fe, sin tener que recurrir a la filosofía. Ockham estableció que la razón no está al servicio de la fe, ni la fe necesita de la razón para demostrar nada. La fe depende solo de la revelación,por lo que la razón no tiene nada que dilucidar sobre la palabra de Dios. Además, Ockham defendió los derechos del individuo, el derecho a la libre decisión política, y el derecho a negarse a obedecer leyes y reyes tiránicos. Estas ideas fueron fundamentales para el desarrollo de las democracias modernas. En su crítica a la filosofía y la metafísica de Aristóteles, Ockham sostuvo que la filosofía debía estar sometida a una visión menos empírica y especulativa que la que proponía Aristóteles. Según Ockham, la voluntad de Dios es la fuente última de la moralidad. Reivindicación de la experiencia y la observación de Ockham Guillermo de Ockham, un filósofo y fraile franciscano inglés, es conocido por su enfoque empírico del conocimiento. Ockham sostenía que el conocimiento de la realidad natural siempre procede de manera inductiva. Este enfoque pone un gran énfasis en la experiencia y la observación directa. Ockham fue un defensor del nominalismo, una corriente filosófica que considera a los universales como simples términos sin referente metafísico. Según Ockham, la única garantía que tenemos de la existencia de una cosa es la experiencia directa de la existencia de esa cosa. Además, Ockham es famoso por su principio de economía, también conocido como la “Navaja de Ockham”, que sostiene que las explicaciones nunca deben multiplicar las causas sin necesidad. Cuando se ofrecen dos o más explicaciones de un fenómeno, es preferible la explicación completa más simple. El nominalismo de Guillermo de Ockham El nominalismo sostiene que no existen cosas universales, ni nada universal en la realidad extramental. Según Ockham, la única garantía que tenemos de la existencia de una cosa es la experiencia directa de la existencia de esa cosa. El nominalismo de Ockham se caracteriza por su rechazo a la existencia de universales. En lugar de ello, Ockham sostuvo que los universales son simplemente términos o nombres (de ahí el término “nominalismo”) que usamos para referirnos a las cosas individuales en el mundo. Esta postura se conoce como conceptualismo, que sostiene que las esencias universales son conceptos mentales que se forman en nuestra mente al percibir similitudes entre las cosas.
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